Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My destiny por Arizona Blooth

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola chicos ^^ 

Este es mi primer fic 2min, por lo que les pido le den una oportunidad. Yo estoy acostumbrada a escribir sobre otras parejas, pero desde que empecé a leer fics de ShiNee he querido hacerlo yo también, así que aquí me tienen...

Notas del capitulo:

Los personajes de esta historia no me pertenecen, solo los tomo para que todos pasemos un buen rato ^^

Los rayos de sol se colaban traviesos a través de la ventana con la intención de dar claridad a esa habitación oscura, y jugueteando con el cabello y cara del muchacho que andaba desparramado en una cama de matrimonio, consiguió despertarlo de su sueño.

-¿Quién dejó la persiana subida?-preguntó el joven enterrando la cara bajo la almohada, perezoso aun como para levantarse, quedándose dormido de nuevo al cabo de unos minutos.

*-Ahh…. Min… MinHo ahh… ahí… vuelve a dar ahhh… ahí… aaahhh….*

Un ruido ensordecedor fue lo que lo sacó nuevamente del mundo de los sueños. Dando un manotazo a su lado, consiguió que cualquier ruido parase, incorporándose mientras recordaba el sueño que acababa de tener.

-¿Qué hago yo soñando esto con un chico?-se preguntó.-Creo que necesito algo de acción, porque llevo una semana y parece que mi cuerpo ya se me trastocó…

Salió de la cama con dirección al baño, notando al momento un fuerte dolor de cabeza, debido a la resaca que tenía tras haberse pasado de copas la noche anterior.

-Lo que me faltaba… Con resaca y teniendo que ir a la universidad…-se adentró en el baño, y quitándose la ropa, se adentró en la ducha donde duró cerca de media hora.

Justo enfrente de la ducha, un espejo le devolvía el reflejo de un chico de 21 años, de cabello azabache, ojos oscuros y rasgados, nariz respingona y gruesos labios. Complexión delgada y fuerte debido a la práctica de algún que otro deporte, y buen cuerpo muy bien repartido. Definitivamente, Choi MinHo llamaba la atención por allá a donde iba. Dándole una sonrisa de medio lado a su reflejo, enredó una toalla a su cintura mientras volvía a su habitación en busca de su uniforme universitario y al cabo de un cuarto de hora salía del departamento que había comprado cerca de la universidad donde estudiaba desde hacía cuatro años. Al posar un pie en los alrededores del centro, muchas miradas se posaron sobre él, todas de chicas pero hubo una que no pertenecía a ninguna chica y la cual salió a su encuentro.

-¡MinHo…!-el aludido giró sobre sí mismo al tiempo en que un chico rubio se colgada a su cuello y robándole un corto beso de los labios.-Lamento haberme ido en la mañana, MinHo, pero tenía que regresar a casa a por el uniforme y todas mis cosas…

-Es… Espera…-empujó al chico que tenía amarrado a su cuello, haciéndolo un poco más fuerte cuando lo besó.-¿¡Quién eres y qué te crees que andas haciendo!?-preguntó exaltado el azabache.

El chico rubio trastabilló un poco cuando MinHo lo empujó, mirándolo levemente sorprendido ante su pregunta.

-¿Qué no te acuerdas de mí?-puchea.-Eres malo…

El mayor miró al chico pucheroso que tenía frente a sí. Era un par de centímetros más bajo que él, de cabello rubio y ojos marrones rasgados. Tenía un rostro infantil, como si fuese un niño atrapado en el cuerpo de un adulto, de pequeña nariz respingona y labios gruesos de un tono color rosado, de complexión fibrosa más no es poseedor de músculos excesivamente marcados… Era un chico por demás atractivo, más nunca supo de él y ahora lo tenía ahí, con un lindo puchero formado en su boca y mirándolo como si fuese un niño al que le habían quitado un caramelo.

-¿Por qué debería de acordarme de ti?-preguntó cansado mientras lo miraba.-Nunca te he visto y mucho menos he oído hablar de ti y conmigo te comportas cómo si nos conociéramos de toda la vida.

-¿No recuerdas lo que pasó anoche entre nosotros?-el rubio abrió los ojos con profunda sorpresa.

-Ni siquiera sé tu nombre, voy a recordar lo que pasó anoche entre…-miró al chico frente a sí con sorpresa.-¿Has dicho entre nosotros? ¿Qué ocurrió anoche entre nosotros?

Un suspiró fue la primera respuesta del chico que tenía frente a sí, más después una verdadera contestación le fue dada…

-Soy TaeMin, Lee TaeMin… Y lo que pasó anoche…-un bonito color carmín adornó sus redondas mejillas.-Aigoo… me da tanta vergüenza decírtelo…-suspiró emocionado.-Anoche… tú y yo nos…-se trabó.-Nos acostamos, MinHo…-río avergonzado.

Los ojos de Choi se abrieron en demasía ante tal revelación. ¿¡Él acostándose con un chico!? ¡Eso no podía ser posible! De pronto aquel dolor de cabeza que tras la ducha se le había ido, había vuelto con más fuerza que nunca… ¡Este chico tenía que estar mintiendo! ¡No podría estar hablando en serio!

-MinHo, ¿te encuentras bien?-se preocupó TaeMin.-Estás blanco, cómo si hubieras visto un fantasma.

-No… no puede ser… cierto lo que me has… dicho…-el azabache no sabía qué decir. ¡Sencillamente no podía ser cierto lo que ese chico le acababa de decir!

-Pero es verdad, MinHo-lo miró el rubio.-Anoche te acercaste a mí en la discoteca, bailamos y al querer invitarme a una copa y decirte que no bebía, me invitaste a tu departamento-volvió a sonrojarse.-Allí pasó todo, aunque siento mucho haberme ido, pero es que tu departamento queda un poco lejos de mi casa y yo tenía que ir por mi uniforme y cosas de la universidad-se mordió el labio.-Volví a buscarte, pero ya te habías ido…-formó un nuevo puchero.

Todo esto no le podía estar pasando a él, a él no… Nunca, jamás le han interesado los hombres. Siempre ha sido partidario de unos pechos grandes y unas curvas de vértigo, y este chico no tenía ni grandes pechos y a simple vista tampoco curvas… ¡No era una mujer! Y lo que supuestamente ocurrió la noche anterior, fue solo producto del estado de embriaguez y… ¡Eso es! Este chico rubio se aprovechó de su estado para acostarse con él…

-¡Te aprovechaste de que estaba borracho para seducirme y que me acostara contigo!-le echó en cara el pelinegro.

-¡Es no es verdad!-exclamó TaeMin.-Fuiste tú quien me sedujo y…-lo miró tímido.-Era mi primera vez, y desde el principio me trataste muy bien, Min-se sonrojó levemente.-Hicimos el amor como yo siempre pensé que sería cuando lo hiciera con un chico-se sonrojó profundamente.

MinHo fue a abrir la boca para replicar, cuando sintió cómo alguien lo tomaba del brazo. Era Choi Seol Ri, o Sulli, cómo mejor se le conocía, y era la chica por la que Choi MinHo llevaba suspirando desde que la vio en su primer año universitario.

-MinHo, anoche te desapareciste y por más que pregunté por ti nadie supo decirme dónde te habías ido-lo miró apenada.-Lo único que me dijeron es que te habías ido acompañado…-cambió su mirada a una curiosa.-¿Puedo saber con quién te fuiste, MinHo-ah?

En ese momento, y sin vérselo venir, TaeMin apartó a la pareja poniéndose en medio de ambos y tomando el brazo del ratón al que antes estaba la chica agarrada. Oh sí, estaba enojado y nadie sabía cuánto…

-Se fue conmigo-sentenció el rubio.-MinHo y yo somos novios desde anoche, así que te vuelves a acercar a mi chico y te arranco los pelos aunque seas una mujer-infló las mejillas, enojado.

Tanto el azabache como Sulli se quedaron mudos ante la respuesta de TaeMin. El primero porque el chico le había dicho que ellos dos eran novios a la chica que le gustaba, y a ella porque no se podía creer que Choi tuviese dichas preferencias cuando desde que lo vio por primera vez creía que el azabache suspiraba por ella.

-Ah… Ah bueno, en… entonces me voy… No quiero interrumpir ni ser… mal tercio…-habló la joven, y tan pronto como vino, se marchó.

Y entonces fue cuando MinHo reaccionó…

-¿¡Cómo se te ocurre decirle que soy tu novio!? ¿¡De dónde sacaste esa locura!?

-¿Tampoco recuerdas eso, rana?-preguntó inocente.

-¿¡Cómo quieres que te diga que NO recuerdo nada de lo que ocurrió anoche, eh!?-exclamó nuevamente exaltado el azabache.

-Pero no te pongas así, Min-pucheó.-Anoche cuando… cuando pasó todo, me pediste que fuese tu novio-se sonrojó lindamente.-Llevaba tanto tiempo esperando que me lo pidieras que no dudé en decirte que sí.

-Espera-miró curioso al rubio.-¿Dijiste que llevabas tiempo esperando que te pidiera ser mi novio?-un asentimiento por parte del chico que estaba frente a él fue lo que recibió.-¿Me conocías de antes? ¿Por qué yo no te conocía a ti?

-Realmente te conozco desde que entramos en primer año a la Universidad-se puso a jugar con sus dedos.-Me gustaste desde que te vi, pero… no sé si lo habrás notado, pero soy tímido y cuando empezaste a ganar popularidad, me dio mucha más vergüenza acercarme a ti-se mordió el labio.-Pero cuando anoche fuiste tú mismo quien se me acercó me sentí feliz, solo que no me esperaba lo que ocurriría en el transcurso de la noche. Fue todo tan especial, MinHo-le brillaron los ojos al recordar la magnífica y perfecta noche que el mayor de los dos le regaló.-Y cuando pensé que la noche no podía ser mejor, pusiste el broche de oro pidiéndome que fuese tu novio-dio varios brinquitos, emocionado.

Choi calló ante todo lo que el chico a su lado le dijo, intentando recordar algo de todo lo que el menor le había dicho, más no recordaba nada. Lo último que recordaba fue que estaba bebiendo en la barra de la discoteca y luego se fue a la pista de baile. A partir de ahí no recordaba nada más y por ende le parecía ilógico lo que el chico le andaba diciendo. ¡Si a él no le gustaban los hombres y estaba saliendo con uno!

-Tae… ¿TaeMin?-vio asentir al nombrado con una sonrisa.-Mira, no recuerdo qué fue exactamente lo que pasó ayer por la noche, pero lo que sí sé es que me gustan las mujeres, ¿entiendes? Así que no es posible que tú y yo estemos saliendo…-misma sonrisa que fue desapareciendo mediante las palabras fueron saliendo de labios del azabache.

-Pero tú me dijiste que no te gustaban los hombres, solo yo-pucheó el menor.-No te tienen que gustar los hombres, solo yo que es con quien estás saliendo. Y no dejaré que ninguna chica más se acerque a ti, rana-infló las mejillas, enojado.-Tú ahora estás conmigo y ellas deben de entenderlo o si no se las verán conmigo.

MinHo suspiró. Lo que le faltaba, estar saliendo con un hombre y que encima éste le saliera celoso y posesivo. ¿Podría cambiar tanto su vida en solo una noche? Estaba claro de que sí y ahora no sabía cómo salir en ese enredo en el que él mismo se había metido luego de haberse pasado con el alcohol.

-TaeMin ehm… tengo que ir a clases, ¿sí? Ya… Ya nos veremos por… por ahí-se dio media vuelta sin esperar siquiera la respuesta del menor.

-Suerte en tus clases de interpretación, Minho-chilló el rubio, sonriente.

Choi casi tropezó cuando el chico le dijo aquello a plena voz y con la universidad atestada de alumnos. Estaba claro que Kim Junsu no era un chico que pasara desapercibido, y es por ello que se preguntaba cómo es que no había oído hablar de él siquiera una vez. Y esto no había hecho más que empezar…

2 meses después  

Una de las cosas por las que se caracteriza Choi MinHo en la universidad, aparte de ser un casanova, un poco pervertido y uno de los mejores estudiantes de actuación que han pisado la universidad a la que asiste, está también su profunda paciencia, pero ese chico rubio que conoció hacía ahora dos meses, Lee TaeMin, había terminado con acabar con ella en este momento…

-¡Lee TaeMin!-explotó YooChun.-¿¡Se puede saber qué demonios estás haciendo!?

Nuevamente el rubio le había espantado a la chica que estaba a punto de ligarse y llevarse a su departamento. Desde que era “novio” del rubio menor, éste se encargaba de espantar a toda chica que se acercase a su “chico”, y el mayor estaba que ya no podía más.

-Pero rana, te andaba coqueteando sabiendo como sabe que tú estás conmigo-pucheó el menor.-Yo solo le recuerdo lo que ya sabe y parece que se le olvida.

-Ella no puede olvidar algo que simplemente no existe, TaeMin-espetó el azabache.-Tú y yo no estamos juntos, y nunca lo estaremos…

-Pero si llevamos saliendo dos meses, Minho-ladeó la cabeza el delfín, confuso.-Tú mismo me pediste que lo fuera.

-¡Estaba borracho y ni siquiera sé lo que hacía!-explotó el azabache.-Cuando uno está borracho no sabe lo que dice y mucho menos lo que hace.

-Pero…-la voz del ratón lo interrumpió.

-Pero nada TaeMin. Mira, esto que te voy a decir te lo tenía que haber dicho tiempo antes pero nunca me has dejado, hasta llegué a pensar que tú mismo te darías cuenta de las cosas pero ya se ve que me equivoqué, así que te lo voy a decir…-miró al chico rubio, acercándose a él.-No me gustan los hombres y tú tampoco, Lee TaeMin. A mí me gustan las mujeres, los pechos grandes y una cintura marcada y tú no tienes nada de eso-se acercó un poco más.-Lo que ocurrió aquella noche hace dos meses fue simplemente un error.

-¿Un error?-preguntó sorprendido el rubio.-¿Te… parece un error?

-Así es-asintió Choi.-Nunca he querido ni quiero y mucho menos querré algo con un hombre-lo miró serio.-No quería que nadie nos viese juntos. ¿Por qué te crees sino que evitaba el que me agarrases de la mano y esas cosas?

-¿Te daba vergüenza el que nos vieran?-en ese momento de la conversación, TaeMin andaba luchando contra sí mismo para que las lágrimas que amenazaban por salir no lo hicieran.-¿¡Te daba vergüenza que nos vieran juntos, verdad!?-lo empujó, enojado y desesperado por la respuesta que el mayor pudiera darle.

-¡Sí, me daba vergüenza que nos vieran, que me vieran contigo!-pronto se arrepintió de habérselo dicho de ese modo al ver la primera lágrima escapar de los ojos del menor.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?-preguntó Tae, el cual ya no luchaba por contener las lágrimas.-¿Por qué dejaste que me hiciera ilusiones cuando desde el principio no estuvieron?

-¡Te lo intenté decir desde el principio pero nunca me dejas hablar!-espetó azabache.-Ya el primer día te dije que no me atraen los hombres, pero tú te aferras a lo que pasó la noche antes y no me dejas aclararte lo que es obvio.

-MinHo-era la primera vez que lo llamaba por su nombre, pues siempre lo llamaba amor o rana.-¿Estás hablando en serio? ¿Realmente estás diciendo que desde el principio esto fue una mentira?

-Así es. Pero esto fue solo una mentira para ti, porque si me hubieses escuchado antes no habrías perdido el tiempo conmigo-se acercó de nuevo al rubio, y le susurró.-Grábate esto en la cabeza, TaeMin. No me gustan los hombres, no me gustas tú y las relaciones entre hombres me enferman-mintió, sin saber lo que esa mentira le había ocasionado al menor…

TaeMin simplemente dio media vuelta sin importarle que las clases empezaran en unos minutos y corrió, corrió todo lo que pudo y todo lo rápido que fue capaz hasta llegar a su departamento, yendo hacia su cuarto y tirándose en su cama, llorando hasta que no le quedaron más lágrimas que derramar por el momento. Días pasaron sin que el rubio se dignara a regresar a la universidad, y es que, aunque podía decidir si asistir o no a clases, el delfín nunca faltó, aun si tuviese 38º de fiebre. Sus amigos, ya preocupados, fueron a verlo a casa y lo que encontraron no les gustó. Lee TaeMin, aquel chico extrovertido, juguetón e imparable, se encontraba en un estado deplorable allá tendido sobre su cama, cubierto con cajas de comida a domicilio, nada propio de él. Solo uno de sus amigos fue el que se atrevió a hablar…

-Tae-ah…

-Key Hyung-Lee solo se levantó de dónde estaba para correr a brazos de aquel que con el tiempo se había convertido en su segunda madre aunque realmente fuese un chico como él.-No hace más que doler, umma. El dolor no mengua, sino que no hace más que crecer. Ya no quiero más esto-se largó de nuevo a llorar.

-Sabíamos que te ocurría algo lo suficientemente serio como para faltar a clases-una segunda voz irrumpió.-¿Qué ocurrió, TaeMin-ah? Igual podemos ayudarte en algo…

-Jonghyun Hyung…-realmente el rubio se emocionó al ver a sus amigos allí con él.-Es algo delicado y que me duele mucho, Hyung.

-Tenemos todo el tiempo del mundo para que nos cuentes y te puedas desahogar con alguien, Tae-mencionó Key.-Verás como cuando nos cuentes te sientes mejor…

El rubio asintió, e invitando a sus amigos a tomar asiento y algo de beber, se percató de algo o más bien de que alguien faltaba ahí.

-¿Y Onew Hyung?-preguntó curioso. La curiosidad sería algo que siempre acompañaría al chico rubio pasase lo que pasase.

-Iba a venir, pero nos enteramos que cierta compañera suya andaba buscando alguien que le ayudase con una materia, y lo convencimos para que fuese él quien le diera ayuda-sonrió Jae.

-Nos costó tres horas convencerlo-rió YunHo divertido.-Realmente es un hueso duro de roer, pues quería venir y saber qué era lo que te ocurría, pero conseguimos convencerlo. Aunque cuando lo veamos le debemos de contar todo…

-¿Otra vez Jessica Noona?-sonrió levemente Junsu.-¿No que no podía acercarse a ella?

-Ya sabes cómo es, pequeño. Dice mucho pero después, cuando llega el momento, no puede evitar el querer estar cerca de ella.

-Bueno, basta de hablar de Onew, ¿sí?-interrumpió Key.-Estamos aquí para hablar sobre lo que le pasa a Tae, así que cuéntanos…

El menor de los tres suspiró. Realmente necesitaba contarle a alguien su dolor, sentirse querido y protegido en esos momentos, y quienes mejor que sus amigos para ello. Pensó bien cómo debía de empezar a relatar su historia vivida con Choi, y luego de una hora, tanto Jae como YunHo sabían toda la verdad.

-Y eso es todo lo que ocurrió-finalizó el rubio mientras esperaba alguna reacción de parte de sus amigos.

-¡Oh, mi bebé!-lo abrazó Key.-¿Por qué no nos contaste esto antes?

-No quería ver a nadie, umma-se dejó abrazar, sintiendo que aquello era lo que necesitaba en ese momento; un abrazo.

-Pero no te lo tenías que haber callado, Tae-ah. ¿Para qué sino estamos los amigos?-ante esto, el rubio sonrió, verdaderamente luego de varios días indispuesto a ello.

-Hyung…-miró a Jonghyun.-Prométeme que no le harás nada a Minho…-pidió el rubio.-A fin de cuentas casi toda la culpa fue mía porque no dejé que se explicara en ningún momento.

Jonghyun suspiró. Sabía que lo que su pequeño amigo le pedía no era fácil para él, porque como Key, él también veía a Junsu como su propio hijo, y no le hacía ni pizca de gracia que Choi MinHo hubiese jugado así con él y mucho menos que le dijera todo lo que le dijo el día en que Junsu supo toda la verdad de boca del propio Choi. La verdad es que esto no era fácil para ninguno de los tres, y no quería ni pensar en la reacción de Onew cuando éste se enterase de lo que tenía a Tae sin asistir a clases. No quería ni pensarlo…

-Lo prometo-dijo el mayor.-Pero el problema no soy yo, y lo sabes.-miró al chico que aún se encontraba entre los brazos de Jae.-Sabes que Onew pondrá el grito en el cielo cuando se entere de todo, y él no es como yo.

El rubio sabía que el mayor tenía razón y era por ello mismo por lo que andaba pensando en algo para evitar que el menor de todos, se le fuera encima al que fue su chico, porque pese a estar delgado y todo, poseía una fuerza de a saber dios dónde.

-Ya veré qué le digo para que no le haga nada, Hyung-suspiró el rubio.-Algo se me tiene que ocurrir para evitar que se meta en algún lío.

-Si quieres puedo decirle que se quedará un mes sin mis platillos-sonrió divertido Key.-Verás cómo se lo piensa bien antes de hacerle o decirle nada a ese MinHo.

-No creo que eso sea suficiente, Key…-pensó Jonghyun.-Podríamos decirle también que si hace algo contra Choi, le presentaríamos alguien a Jessica.

-¿Serían capaces de algo así, Hyungs?-preguntó sorprendido el menor, viendo a los dos mayores asentir, divertidos.-Sois una mala influencia para vuestro hijo…

-Sabemos que no serías capaz de hacer algo así, pero nosotros sí-rió Key.-Bueno, ¿qué te apetece que hagamos?-sonrió al ver la mirada confundida que le daba su hijo.-No te vamos a dejar solo ahora que sabemos qué es lo que te tiene así, por lo que ve pensando algo que podamos hacer los tres…

-¿Qué os parece si jugamos videojuegos?-preguntó Jonghyun emocionado.

- Jonghyun, sabes que yo soy bueno en eso de los videojuegos…-se cruzó de brazos la umma de Taemin.

En ese momento, el estómago del menor rugió pidiendo por comida haciendo que sus dos acompañantes rieran.

-Me parece que yo mejor me meto a la cocina y hago de comer para todos-sentenció Key.-¿Te apetece algo en especial, TaeMin-ah?

-¡Bibimbap!-exclamó el rubio emocionado por comer de nuevo ese platillo que lleva tiempo sin probar.

-De acuerdo-asintió.-Entonces mientras hago o no de comer, entreteneros en jugar si queréis…

Tanto TaeMin como Jonghyun asintieron, y mientras Kim KiBum entraba en la cocina del menor, los otros dos se dedicaron a ver qué juego poner…

Notas finales:

Espero que les guste. Dentro de unos días subiré el segundo capítulo. Nos vemos ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).