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Efecto secundario por Celat Black

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Notas del fanfic:

Un fic de un fic, un regalo de cumpleaños para LadyHenry de modo que me temo que no se entenderá del todo si no lo han leido pero no se asusten que es un One-shot muy divertido

Lo encuentran aquí ->http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=88998

Notas del capitulo:

Personajes de LadyHenry, todos los derechos reservados XD




Iba a ser un One-shot pero quedo en dos capitulos

Oka-san! Muchisimas felicidades, aquí un poquito de todo lo que te he prometido. Gracias por estar conmigo y por apoyarme, darme mimos y no odiarme por actualizar cada milenio. Besos

Empezamos!

Después de la Machaca (parte 1)


--- Una hora antes del amanecer

Dack salió de la cama y se alborotó el cabello. Buscó sus cigarros pero sólo encontró la cajetilla vacía, la arrojó al cesto y se sentó, no muy seguro de que procedía. Aun era de noche y no podía dormir; el gesto adusto no correspondía a alguien que acababa de tener una grata sesión de sexo casual con una esbelta chica de cabello castaño. Sin embargo así había sido. Sexo gratis y casual, proveído por una desconocida cuyo nombre no recordaba. Así había sido desde hacía un par de años y así pensaba que sería hasta que estuviera viejo y tuviera que empezar a pagar por el servicio en cuestión.

La dama desconocida se removió y jaló la sábana, el largo cabello castaño haciendo cierto contraste con la funda de la almohada. Tomando en cuenta que la mayoría de las chicas las conocía en antros de mala muerte y en conciertos de bandas primerizas, esta ultima había sido una extraña adquisición. Hasta a él le había caído de sorpresa que, con un seco asentimiento, correspondiera a su propuesta de “un poco de diversión...”


Ella era guapa, la había visto leyendo en el parque, toda piel pálida y anteojos. Hacía un par de meses que las chicas así le llamaban la atención pero no lograba identificar porque, de hecho ésta era la primera que accedía a estar con él, las otras habían resultado ser o muy puritanas o simplemente lo evadían por su pinta. De modo que Dack estaba perplejo, si tanto rato llevaba ansiando este polvo porque demonios no le había sabido a gloria...

Iba a acostarse de nuevo cuando miró la mesa de noche y vio los lentes de la chica. El marco no era grueso y sin embargo esos lentes gritaban nerd a los cuatro vientos.

Y Dack, con un suspiro, intentó refugiarse entre las cobijas y su ignorancia. Evidentemente no lo logró porque se destapó a los pocos segundos. Sabía bien porque su sexo había dejado de ser satisfactorio: era a causa de una piel igual o más blanca que la que reposaba a su lado. 

Todo desde aquel campamento y su insecto del demonio, desde la broma esa y su encuentro con Miles... no había podido dejar de pajearse con el recuerdo de la línea suave de su cadera y sus ojos enormes. Quizás podría haber fingido que aquello había sido producto de la urgencia, y que el factor peligro en conjunto con la novedad de hacerlo con un hombre lo había dejado así de trastornado.

Pero no... necesitaba ser estúpido para no darse cuenta de que, de alguna extraña manera, en esa forma entregada de besar que tenía Miles estaba escondida una táctica infalible para robar corazones.


- Que carajos... - Dack se levantó y se dirigió a la ducha planeando como demonios iba a hacer para encontrar al ingrato aquel que no le había dejado ni su mail, para variar.





--- A los dos días, al amanecer

- ¿Te he dicho lo mucho que detesto tu celular? - murmuró Stuart, se acomodó la almohada e intentó dormir de nuevo. A su lado, Rob se levantó y buscó sus pantalones para leer el mensaje de texto que había despertado a ambos. Respondió con la rapidez que da la práctica y regresó a la cama

- Lo se, lo se - Rob sonrió y le acarició el cabello rubio de la nuca, el otro tenía una habilidad innata para verse molestable, aunque desnudo, en su cama y con el trozo de lomo que enseñaba además de molestable estaba para hacerlo llorar de una manera más lúdica. Se acercó para besarle el espacio entre la oreja y el cuello con tal suavidad que el otro lo notó un par de segundos después de haber empezado 

- Déjame Rob... quiero dormir... - sintió una mano traviesa en su cintura y estaba a punto de ceder a las insinuaciones de Rob, cuando lo sintió alejarse - hum... ¿que ocurre?

- El mensaje de Christa... - Rob sonrió mientras encendía la computadora portátil que estaba en la mesita de noche, se revolvió el cabello oscuro en un intento de despertarse del todo - necesita una dirección

- ¿Y..? - murmuró intentando que no se dejara notar el reproche en su voz. Se acomodó el cabello rubio mientras admiraba la espalda de Rob, pura piel dorada y músculos para morder y rasguñar aquí y allá - ¿...por qué la prisa?

- Porque es la fase dos del experimento... - volteó a ver a su acompañante y con una tremenda sonrisa espetó - ni te atrevas a acostarte de nuevo, soy capaz de hacértelo aunque estés durmiendo

- Jum... - Stuart se volteó ligeramente indignado, sólo a Rob se le ocurriría que aquello podría sonar halagador. Por si las dudas se puso sus gafas y se levantó para refrescarse. De paso otorgó, casi sin querer, una vista envidiable de su trasero al otro, que no perdió detalle - Rob

- Dime - apartó la vista de la computadora y dirigió una libidinosa mirada al cuerpo apoyado en el marco de la puerta. Los ojos ambarinos brillaron de pura expectación al encontrarse con los azules de Stuart, protegidos por los anteojos y unos pocos mechones de cabello rubio

- Termina en dos minutos o me encerraré a dormir en el baño... - no pudo evitar entusiasmarse al ver el interés de Rob. Eso de invitarlo a su casa no era nada saludable, lo había tenido por la noche sin dormir y ahora no lo iba a dejar recobrar sus horas de sueño, pero era mejor eso a un insomnio nada placentero, por mucho que a Rob le gustara incordiarlo. 

Se lavó la cara, se lavó los dientes, se examinó un chupetón que tenía en la clavícula y de la nada, en el espejo, la mirada depredadora de Rob se hizo presente.

- Ya pasaron los dos minutos... - y con una sonrisa satisfecha se acercó a él y empezó a repartir besos en su nuca - disculparas que sea tan impaciente pero... no podía esperar

- Ro...Rob... - el aludido empezó a acariciarlo mientras seguía besándolo, su mano serpenteó por la piel clara y ambos pudieron admirar el contraste en el espejo del baño. Piel blanca y piel morena, cabello rubio y cabello oscuro. Stuart sólo pudo agradecer que traía los anteojos para mirar la escena hasta que estos se empañaron y tuvo que permitir que Rob se los quitara para besarlo con más ahínco

- Me matarás si se rompen... - murmuró Rob burlón y Stuart intentó morderse el labio para evitar hablar, sin conseguirlo

- Te mataré si no te apresuras... - soltó el rubio con su mano sobre la de Rob. Las caricias en su pecho eran tentadoras, pero tuvo que agarrarse del lavabo cuando sintió sus piernas fallarle al sentirlas bajar hacia su abdomen. Quizás se habían excedido la noche anterior porque estaba especialmente sensible 

- ¿Otro impaciente? - Rob sonrió en su nuca y taladró con la mirada el reflejo del chico bajo sus manos

- Ah... - Stuart intentó concentrarse en otra cosa porque no quería pasar la vergüenza de terminar antes de empezar - ¿Y que... hay del...? - una caricia especialmente certera le hizo olvidar lo que iba a preguntar, empezó a respirar trabajosamente mientras sentía la mano de Rob hacerse de su miembro

- ¿Del experimento? - Rob aminoró su ritmo pero eso no detuvo los jadeos del rubio - bueno, según Christa, estos dos son los únicos que no habían recaído, pero parece ser que son los únicos con sentimientos serios

- Se... ¿serios? - preguntó Stuart casi sin voz, Rob se había acomodado para abrazarlo desde la espalda mientras lo tocaba, admirándolo por el espejo, sonriéndole excitado. Jugo con su pezón derecho y sintió al rubio respingar por ello, los había mordido tanto la noche anterior que no le extrañaba que estuvieran así de sensibles 

- Aja - Rob le habló al oído rozando su mejilla y cuello en el proceso - los otros se conformaron con lo que estaba a la mano. Pero nuestro macarra favorito esta buscando al tierno nerd que le pidió ir arriba hace un par de meses

- No creo ah... que sea et... ético dar datos de... 

- Lo se, pero ¿Quién soy yo para oponerme al amor? - sonrió Rob mientras besaba y mordía la nuca del rubio. Reclamó sus labios a pesar de la incomoda posición, logrando que recargara su nuca sobre su hombro. Dejando su miembro expuesto a sus manos mientras él se rozaba tentativamente con su trasero como anunciando lo que seguía 

- Por todos los cielos Rob... lo necesito ya... - completamente abrumado Stuart se relamió al sentir una caricia especialmente atinada. Eso también lo hacía enojar, que el moreno fuera tan orgulloso que necesitara verlo sumido en desesperación para hacer lo que él quería. Ya bastante dignidad le había robado cada noche como para que este lo orillara a rogarle por atención. 


Rob acarició la entrada y guió su miembro, después de la noche que habían tenido Stuart no solo estaba preparado si no que parecía tan dispuesto y necesitado que había llevado a Rob al limite de su libido en tiempo record. La sangre que enrojecía su rostro y su pecho corría tan rápido que casi la podía sentir en sus venas como si fuera fuego. Ojala ese bobo rubio arrogante supiera lo mucho que le gustaba, lo bien que le hacía sentir su piel enardecida entre sus brazos... lo mucho que lo amaba y todo el tiempo que llevaba esperando la oportunidad de demostrárselo. Porque se había hecho del rogar, por todos los genios y sus respectivos inventos que lo había hecho sufrir. Pero allí estaban... 

- Oh... tan... se siente tan... bien... - Rob murmuró cosas sin sentido en el cuello de Stuart, parecía que jamás se hartaría de la asfixiante sensación que le otorgaba ese cuerpo - tan perfecto... - murmuro tan agradecido que Stuart estuvo a punto de correrse sólo de escucharlo. Sentía sus manos apresarlo, haciéndole marcas que tardarían días en desaparecer

Ya dentro de su cuerpo se movió rítmicamente, observando en el espejo el rostro de Stuart quien, mordiéndose los labios para no gritar de placer, se mecía sobre el, sudado y sonrojado. Acalorados, ambos observándose en el espejo y sus jadeos aumentando en intensidad por la bendita acústica del baño. 

Rob estaba a punto de venirse pero faltaba una última cosa, faltaba lo mejor. Consiguió aumentar el ritmo y la intensidad recibiendo un quejido asombrado como respuesta. Stuart, llevado a ese punto solo pudo levantar sus brazos y sujetarse al cuello de Rob que estaba detrás de el, entrecerrando los ojos. 

- Dímelo...

- ... - Stuart jadeo girando la cabeza hacia el otro lado, negándose débilmente - no... ha

- Dilo - insistió mientras aumentaba también el ritmo de su mano en la firme erección del otro - para mi... dilo...

- ¡Ah! ¡Rob! - el rubio estaba tan expuesto y perdido que ese era el único momento en que Rob podía robarle esas dos palabras - te... te ah... te amo

Confirmarse a si mismo que el rubio podía dejar de lado su orgullo para darle paso a él, a Rob, era como el mejor afrodisíaco. Se sonrió complacido mientras escuchaba el agonizante jadeo que precedía al climax de Stuart, tan estimulante y arrebatador como la primera vez... 

- Cielos... - cerró los ojos al sentir como el interior de Stuart se contraía en espasmos tan conocidos y anhelados, al escuchar su voz y sentir sus manos aferrarse a su cuello con violencia. Se vino un par de segundos después de él, gruñendo en el oído del fatigado rubio. 


Con la frente de Rob recargada en su nuca e intentando recobrar el aliento, Stuart miro las manos que aun lo tenían aferrado. Se quedo muy quieto y callado, cosa extraña en el porque siempre procedía a buscar la ducha en cuanto terminaba

- ¿Todo bien? - a Rob le causo curiosidad. Lo que solía hacer Stuart después del sexo era ponerle en claro que lo consideraba muy odioso por insistir con que dijera aquello justo antes del orgasmo, siempre sin falta se lo reprochaba pero no en esta ocasión

- Tú... - Stuart paso saliva nervioso - ¿te gusta avergonzarme?

- ¿Eh?

- Es que me dices que diga eso pero tú... - la voz se le fue, parecía como si apenas se hubiera dado cuenta de lo que decía, las ultimas palabras se le escaparon tan despacio y bajito que en cuento las dijo se arrepintió de haberlo soltado - tú no lo... dices... 

- ... - Rob abrió los ojos impactado y Stuart sintió tal vergüenza que quiso desaparecer bajo la tierra en ese instante - pero... siempre te enojas cuando te digo que te amo

- ... - el rubio sólo volteó la cabeza. Podía escuchar los engranajes en la cabeza de Rob. Conociéndolo llegaría a la conclusión en segundos

- ¡Entonces no es por orgulloso! - Rob soltó una risa franca y espontánea - es porque te da pena

- ¡Callate! ¡¡Olvida todo eso!! - Stuart, rojo como tomate se levantó y a todo lo que le daban sus temblorosas piernas intentó escabullirse pero Rob lo alcanzó y lo abrazó llenándolo de besos empalagosos por la cara y el cuello

- Cielos... quiero comerte entero - le sonrió depredador - te amo, te amo...

- ¡Noo! ¡Ya déjame que tengo que ir a trabajar!

- Te amo

- ¡Yaa! - y la negación flaqueó

- Te amo mucho - Rob lo miró seriamente, insistiendo con su apretado abrazo y los besos furtivos cada vez más incitantes

- ¡Por Dios! - Stuart se rindió a los besos de Rob y se permitió jugar una vez mas con su cabello lacio y oscuro. Después de todo ¿Quién era el para oponerse al amor?







--- Esa misma mañana un poco más tarde


Miles estaba en clases, hacía rato que había terminado el ensayo que les había pedido su profesora y se entretenía con la ventana. Se quitó un segundo los anteojos y se masajeó el puente de la nariz. 

La clase no se le dificultaba pero era tan aburrida...

Estaba sentado en la primera banca de la fila que estaba junto a la ventana. Un par de chicas detrás de él empezaron a armar jaleo y el se preguntó si es que acaso esas niñas estaban incapacitadas a usar un tono de voz menos agudo. Parecía que se la pasaban muy bien todos los días haciendo un exhaustivo archivo de quien pasaba por la entrada del recinto escolar en momentos poco comunes. Diversión incomprendida por Miles “Será que su vocación es ser vigía... ” se decía con su sarcástico sentido del humor.


- ¿Ya lo viste? - susurró la chica tan alto que era ridículo que intentara pasar desapercibida. Miles negó suavemente la cabeza. Allí iban de nuevo... 

- Sí... su moto... no creo que vaya a esta escuela

- Yo creo que a ninguna, parece mayor

- Parece muy rebelde - la chica de mas atrás soltó una risita tonta. Miles se sonrió para sus adentros, el había ligado sin querer a un chico semejante. En un intento de salvar su vida, por cierto... 

- El tatuaje del brazo y ese cabello... está más bueno que él pan

- Míralo fumar... - prosiguió la más cercana a Miles y este sólo atinó a quejarse en su mente “blabla... como que nunca vieron un...” su pensamiento se vio interrumpido por una pequeña duda


Miles frunció el entrecejo, volteó a la ventana y casi se infarta al ver a Dack, tan gilipollas como lo recordaba, fumando despreocupadamente mientras se recargaba en la barda, camiseta de manga endemoniadamente corta dejando ver unos cuantos tatuajes de los cuales, no recordaba algunos. El muy sinvergüenza, no conforme con fumar en un lugar prohibido lo hacía tan descaradamente que se podría etiquetar de... de... Miles intentó interrumpirse antes de pensar que tenía una forma muy sensual de fumar...

Se volteó despacio y con cautela, como si esperara que el otro no lo hubiera visto. Estaba seguro de que aquello era casualidad. Debía haber encontrado novia en esa escuela y la esperaba afuera, no tenía que ser por él, además, ni siquiera habían intercambiado mails o numero de celular, cómo carajos se suponía que sabría donde buscarlo

Respiró tranquilo aunque ligeramente decepcionado. No esperaba que se acordara de él. Después de todo, lo suyo había sido un polvo ocasional bajo circunstancias extremas... circunstancias muy placenteras, sí... pero casual al fin y al cabo. Y él, bueno, no es que fuera gay... simplemente que tampoco estaba enamorado de una chica así que la etiqueta le daba igual


Un insistente sonido lo sacó de sus cavilaciones, el timbre de salida... Y de pronto cayó en cuenta. La escuela solo tenía una salida, tendría que pasar justo frente a él. 


Continuará...

Notas finales:

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Si, ya saben que no puedo hacer más de un lemon en el mismo capitulo jajaja Espero que sea de tu agrado Oka-san. Avísenme si les gustó para poner la parte dos XD 

Besitos y chaus!


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