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Efecto secundario por Celat Black

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Notas del capitulo:

¡Hola! He regresado al fin con la segunda y ultima parte de este fic, regalo para mi Oka-san LadyHenry, lamento mucho la enorme espera pero solo quiero decirles que no pretendo dejar ninguna de mis historias inconclusas (me tardaré milenios, pero sigo en pie XD). Por cierto, ya tengo página en Facebook >////< pero luego les cuento

Muchas gracias por seguir conmigo y espero que les guste ^^ Besos

Después de la Machaca (parte 2)


Miles frunció el entrecejo, volteó a la ventana y casi se infarta al ver a Dack, tan gilipollas como lo recordaba, fumando ... Miles se volteó despacio y con cautela ... seguro que aquello era casualidad ... después de todo ¿cómo carajos se suponía que sabría donde buscarlo?


Miró de reojo sólo para confirmar que seguía allí... todos tomaban sus cosas para irse y el parecía dispuesto a acampar en el salón de clases con tal de no enfrentar esa situación.

¿Lo reconocería? Quizás no... No es como que te acuerdes para siempre de la cara de alguien con quien compartes cama una noche... ¿verdad?

Suspiró, salió del salón y bajó las escaleras con ese mismo pensamiento y con un plan de acción; si aquel lo reconocía, seguro y formal, lo saludaría y se iría. Nada elaborado ni descortés, no había porque ser incivilizado. Los últimos escalones le parecieron eternos y los pocos metros a la salida lo fueron aun más

- ¡Miles! - saludó Dack en cuanto lo reconoció entre la multitud, Miles tragó saliva; aun no estaba a cinco metros de él y el otro empezaba a acercarse, hasta había recordado su nombre... El chico era súbitamente atento. Y a Miles repentinamente le temblaban las piernas

- Ah, hola Da... - y con la inercia de su acercamiento Dack lo beso, así, sin más, enfrente de todos. Y no fue un beso pequeñito y discreto, no. Fue bastante enérgico, casi intrusivo, con lengua y mano en la nuca incluida

Los chiflidos y aplausos no se dejaron esperar. A las chicas que habían estado hablando de él y que ya se acercaban para abordarlo no se les ocurrió más que dar vuelta en U impactadas por dos cosas; que el bombón que llevaban vigilando media hora fuera gay... y que el chico más insípido y callado de su clase lo tenía por galán. 


- Pero que demonios... - Miles no lo empujó pero si retrocedió, consiguiendo unos centímetros de distancia entre él y el otro joven. Tampoco gritó, no era de los que gritaban con cualquier beso llegado de la nada, aunque ese beso si era digno de un grito y de varias cosas que él no hacía por costumbre. Sonrojarse, por ejemplo

- Sube, nos vamos - el otro le ofreció un casco 

- ¿Eh? 

- Al hotel, mi casa esta a dos horas - explicó como si fuera obvio 

- Pero, pero... - quiso preguntar si eso del hotel era para lo que estaba pensando pero le intrigó mas lo segundo - si vives tan lejos por qué... - no supo terminar la pregunta 

- ... - con una sonrisa engreída, Dack dedujo a que se refería, se acercó para responderle al oído - porque a dos horas a la redonda no hay un culo como el tuyo, así que ¿quieres hacer el favor de subir?

- ... - no supo si sentirse halagado o insultado, así que una mezcla de las dos le coloreó el rostro - te ahorraré el hotel, vamos a mi casa

- Espero que no haya nadie - “quiero oírte... como la última vez" pensó para sus adentros mientras subía y sentía al otro acomodarse pegado a su espalda

- Si hubiera alguien no te llevaría, me regañarían al ver que tengo un novio con tu pinta

- ¿Novio? - Dack alzó la ceja burlón mientras Miles se pateaba mentalmente por su error

- Ehm... - iba a negarlo cuando el otro encendió el motor. Miles se agarró fuerte en cuanto escuchó el rugido de la maquina, en su vida se había montado a un aparato de esos. Dack sonrió cálidamente, empezaba a recordar que no sólo había ido por su trasero, el conjunto en general era bastante lindo. 

- No vengo vestido como para que me presentes a tus padres... - siguió avergonzándolo mientras se ponía en marcha y seguía las indicaciones de un sonrojado Miles





- Ja, tus vecinos salieron a la ventana - Dack le sacó la lengua a una anciana que se escudó tras unas enormes cortinas rosa salmón en la casa de enfrente

- Creo que es por la moto - Miles alzó los hombros - nunca traigo amigos a la casa 

- Con que generalmente eres un buen chico... - sonrió y en cuanto pasó la puerta se encontró un poco fuera de lugar. Muebles blancos, madera, color dorado y cosas bonitas y caras para adornar. Dudó en sentarse - lindo lugar

- Adelante - Miles entró frente a Dack y dejó su mochila en el recibidor - ¿Te ofrezco algo?

- Sexo, si no es mucho pedir... - esperaba un par de tartamudeos pero Miles sólo volteó y le dirigió una sonrisita sibilina mientras entraba a la cocina

- Me refería a una bebida... - aclaró divertido, más aclimatado al sentido del humor de Dack - agua... ¿cerveza quizás?

- ¿Cerveza? - fingió escandalizarse. Claro que él conducía con unas cervezas encima, pero molestar al pequeño tenía cierto encanto - ¿Quieres que me mate en la motocicleta?

- No - pero el efecto no era un chico tímido, por el contrario. Miles hablaba con un tono seductor muy natural, casi imperceptible. Era centrado y sarcástico cuando no acababan de besarlo frente a más de cuarenta estudiantes - supongo que podrías esperar y quedarte hasta que pase el efecto... No vas a dejarme amanecer solo como la última vez ¿Verdad?

- ¿Quién fue el que salió corriendo de la cama para ducharse? - alzó la ceja y lo siguió a la cocina - y dime ¿Estamos engañando a alguien?

- ¿Perdón? - preguntó Miles y se volvió sólo para encontrarse acorralado por Dack

- Novia, novio tal vez... - susurró cerca de sus labios y se inclinó para besarlo. Era curioso como le gustaba ese íntimo contacto, como lo calentaba el sabor de sus labios, como era de diferente a lo que había experimentado con sus muchas chicas. Y vaya que era experimentado, si en algunos sitios ya tenía mala fama. 

- Dímelo tú...- Miles intentó a hablar, cortando el beso ligeramente azorado - alguien con tu pericia no puede ser neófito en el asunto

- Ni pienses que me asustas con tus palabras bonitas, a diferencia de algunos colegas yo si leo - sonrió Dack ante la manera tan sutil en que Miles le regresaba la pregunta - no soy bueno con los compromisos pero algo me hace pensar que tú sí

- Te contaré cuando tenga alguno - rió Miles cuando sintió la mano de Dack acariciando su cintura y acercarse de nuevo a su boca - vamos a mi habitación... estás enfermo si piensas que te dejaré hacerlo en la cocina - sonrió y le tomó la mano mientras lo llevaba escaleras arriba. 

“Tomarse de la mano... esto si es novedad” Dack alzó la ceja ante semejante gesto, sin embargo no lo soltó. Ni siquiera cuando llegaron al cuarto del joven, igual de bonito y ordenado aunque con más cosas. Libros al por mayor en una pared, un par de posters de anime y un escritorio al fondo donde reposaba una computadora portátil. 


Dack tuvo tiempo para mirar porque al entrar al sitio Miles tuvo un repentino lapso de vergüenza. De haber sabido hubiera escondido algunas de sus cosas, en especial el peluche de Pikachu que por obra del cielo estaba en el escritorio cuando generalmente lo tenía en la cama. Quiso soltar una risita avergonzada pero se contuvo, no iba a empezar como las chicas de la escuela. Su lapso de vergüenza tenía una razón más; Dack era la primera persona que iba a visitar su habitación. Y no, no había ido a jugar videojuegos, iba para nada más y nada menos que para tener sexo con él, así de simple.


Miles había subido las escaleras conciente de su inseguridad respecto a como iniciar aquello, la vez pasada había un pretexto y una motivación muy claras pero ¿Y ahora?

Sin embargo Dack parecía motivado por ambos porque lo retuvo contra la puerta, acariciando su cintura y reclamando sus labios, invadiendo su boca. Era muy intenso pero también agradable. Y a Miles se le pasó la vergüenza, porque ser acariciado y besado con tal devoción le hacía sentir repentinamente seguro, confortado, hasta se atrevería a decir que querido. Se relamió los labios al sentir a Dack bajar por su barbilla y detenerse en su cuello. Casi pensó en pedirle que no le dejara marcas pero cuando empezó a sentir sus dientes y su lengua, cuando la respiración del otro se convirtió también en caricia lo olvidó todo. Distrayéndolo así, dirigió al pequeño castaño con paso lento y firme hacia la cama. Dack lo tomó de la cintura y Miles pudo contemplar una ligera sonrisa, muy diferente a las socarronas que había recibido en el colegio

- Te... ¿te gusta hacer eso? - preguntó Miles muy bajito y con la respiración ligeramente acelerada. Aprovechó esa pausa para quitarse los anteojos

- ¿Que? - Dack lo miró a los ojos, sin el escudo de cristal. Podría referirse a tantas cosas: el sexo, los besos...

- Tocar mi cintura - apuntó y al instante temió haber arruinado el momento por no poder callarse

- ... - contra todo pronostico, Dack no hizo ningún comentario sarcástico al respecto - parece que si... - y aunque la cama estaba a dos pasos Dack notó que había algo más en esa mente hiperactiva que no dejaba a Miles concentrarse - ¿Qué ocurre?

- ¿No te ha picado ningún bicho últimamente? Incluso si no soy un experto puedo sentir que estás algo desesperado - Miles se preparó porque esta vez quizás si había dicho algo inoportuno

- ... - Dack alzó una ceja y se agachó para quedar a milímetros de distancia - Te voy a decir la verdad sólo porque espero que esto te anime a quitarte ya la ropa y dejar de hacer preguntas; llevó días pensando en porque el sexo ya no es tan bueno como lo era antes de estar contigo y eres justamente tú lo único diferente en la ecuación... así que...

- ... - Miles tragó saliva indeciso en si decir que aquello era lo más extraño o lo más romántico que le habían dicho. Sonrió avergonzado y se sacó la camiseta despeinándose en el proceso, dejando a la vista de Dack ese torso blanco y de líneas suaves que había memorizado aquella vez. También se quitó los pantalones mirándolo ligeramente avergonzado - no más preguntas...

- Sólo una última... - apuntó Dack y se acercó socarrón para hablarle al oído - ¿Quieres ir arriba o abajo?

- Lo dejo a tu disposición... - y ahora fue Miles quien se decidió a echarle los brazos al cuello y seguir con el beso. Morder los labios de Dack mientras sentía el calor expandirse por su piel era tan embriagador como la manera en que este acariciaba su espalda y su trasero. A momentos brusco y posesivo, repentinamente gentil cuando Miles hacia algo que le gustaba. Miles, en un arrebato de curiosidad atrapó uno de los piercing de la oreja izquierda y jugó con él hasta que Dack le pellizcó una nalga en señal de advertencia. Miles atino a regresarle el gesto con un chupetón en el cuello que hizo a Dack soltar un quejido corto y profundo, y buscar de nuevo sus labios.

Sentir sus manos grandes jugar con su cabello castaño como si lo hubiera añorado por días le aceleró el corazón. De repente sentía la urgencia trepar desde algún lugar en su estomago para mandar electricidad a su columna, a sus dedos, a su miembro. 

Al parecer el proyecto de delincuente podía llegar a ser muy atento y romántico. Miles lo había juzgado demasiado pronto pues creía que el hecho de haber ido a buscarlo para tener sexo significaría que sería un bruto sin modales. Por el contrario... Dack tardó un poco en empujarlo a la cama, primero se dedicó mucho rato a besarlo, tanto que Miles sentía los labios entumecidos y sensibles. Así, sin separarse de su boca, Miles consiguió abrir el pantalón del más alto, obteniendo un par de mordidas y jadeos por el movimiento.


Dack no pudo más que sonreírse, convencido de que sí... eran esos besos lo que había extrañado por meses, y esa piel pálida por la falta de sol y esa cintura estrecha y el suave cabello castaño... y las delicadas manos tanteando a ciegas para dejarlo sin pantalones, como recordándole que su adorado nerd no era precisamente tímido 

“Cielos...” verlo agitado, con los labios abiertos y las mejillas rojas lo ponía a mil ¿Cómo podía haberse vuelto adicto en una sola noche? Peor aún, como había aguantado tanto sin buscarlo

- Ven aquí - murmuró Dack y más que empujarlo lo jaló para que cayera sobre él. No que Miles se quejara porque cuando por fin Dack se decidió a sacarse la camiseta, Miles ya se había acomodado a horcajadas sobre él. Sólo en boxers, la ultima estorbosa prenda, el castaño se movió tentativamente sobre el bulto que llevaba rato sintiendo a través de la ropa. 

Ambos estaban ya bastante necesitados de atención y aun así, Miles se deleitó con el amplio pecho. En especial una hermosa águila que servía de escudo al corazón de Dack se llevó toda su atención

- Y pensar que no me gustaban los tatuajes... - dejó escapar en un suspiro mientras delineaba la figura con sus dedos, en sus ojos claros se notaba esa fascinación por el color y la forma, muy propio de un amante de las novelas gráficas y el anime. Dack soltó un bufido al notar como se comía con los ojos cada pequeña expresión de Miles, por más minúscula que fuera; el color de sus mejillas, el sudor que perlaba su piel. Era imposible que pudiera esconder todo ese encanto en la pinta del nerd desaliñado. Pero era así, y lo agradecía. Porque compartirlo en pasado o en futuro de repente le parecía impensable.

Y ese solo pensamiento sacó a Dack de control ¿Alguien además de él lo habría tocado? ¿Alguien más conocía esas expresiones en él? Aprovechándose de lo ligero que era el castaño, le dio la vuelta en un sólo movimiento y se separó un poco para besarlo con más fuerza, tomando sus manos sobre su cabeza y apretándolo contra la cama. Escuchando los jadeos sorprendidos del castaño y sintiéndolo moverse para aumentar la fricción entre sus miembros. Dack soltó las manos de Miles y estas buscaron inmediatamente la espalda del otro. Le gustaba esa espalda amplia, otro lienzo para algún artista del tatuaje

- Ahh...nhh... - Miles apenas podía abrir los ojos, cuando sintió la cabeza de Dack bajar tentativamente. Sentir arrastrar su lengua hasta su ombligo y detenerse un poco allí mientras el se mordía el labio lo hizo sentir una urgencia tremenda, tanta que cuando sintió que Dack bajaba sus boxers por sus piernas estas temblaban incontrolablemente 

- Hey... - Dack, sin dejar de mirarlo, besó con suavidad su pierna, justo en la parte interna del muslo, muy cerca de su miembro. Mientras él aún estaba en boxers, Miles yacía completamente desnudo, su espalda sobre las sabanas hechas un pequeño lío... podía verlo expuesto y excitado, y esa vista lo hizo relamerse - ¿Estas nervioso?

- No... – sudando, Miles suspiró intentando controlarse pero la mirada de Dack y su dedo haciéndose de su entrada lo hizo estremecerse, la mano libre reptaba por su vientre y buscaba el pecho de Miles que subía y bajaba irregularmente - no... tanto...

- Vamos... no es tu primera vez - apenas iba a apuntar que había sido testigo y participe de un entrañable 69 cuando la habilidad de callarse de Miles volvió a flaquear

- Tampoco es la tercera con algún tipo... - apuntó Miles, cerró los ojos y siseó cuando la mano de Dack acarició su miembro facilitando la labor en su entrada, humedecida con saliva 

- ¿Las cuentas? - Dack se sonrió, el ni recordaba cuantas conquistas llevaba ese año. Intentaba por todos los medios distraerse porque ver así a su castaño ya lo tenía más caliente que el sol. Sus jadeos lo ponían a mil y él no podía más que respirar para tranquilizarse y seguir con la tarea de prepararlo

- Contar del uno al dos ah... muy difícil... ¿no? - Miles esquivó la mirada de Dack, no le sentaba bien que se burlaran de él por su inexperiencia. No es como si fuera buscando hombres por aquí y por allá. Si no fuera por el bicho del demonio seguramente sería el momento en que seguiría tras alguna chica pero sintió la mano libre de Dack acunar su mejilla y toda la línea de pensamientos se desvaneció. Dack tenía un gesto tan serio que Miles tuvo que tragar saliva de lo nervioso que lo puso

- Mientes... - parecía que se lo decía agradecido. Se había acomodado entre las piernas de Miles de modo que se miraban a centímetros, su sexo despierto se encontraba con el suave vientre del castaño, con su miembro también y ese lascivo contacto casi dejó sin aliento a Miles 

- Cla.. claro, es mi... mi táctica para conquistar... - empezó a decir sardónicamente, sobrepasado por la atmósfera tan íntima pero Dack le tocó los labios con suavidad, para callarlo y explicarse

- Mientes - lo miró significativamente - porque eres perfecto

- ... - Miles en toda la noche, en su vida entera quizás, no había sentido semejante vergüenza. Sintió que le salía humo de las orejas, moviéndose ligeramente, consiguiendo una fricción que se le antojó divina - vamos... no digas tont... - Dack le peinó el cabello hacia atrás para despejar su frente y ver bien sus ojos, haciendo caso omiso de lo que el castaño iba a decirle 

- Y... también... - prosiguió Dack juntando su frente con la de Miles, susurrando lo ultimo porque el mismo empezaba a sentirse avergonzado por sus palabras y excitado por el suave vaivén entre su piel - también mientes porque... no podría ser... que te libraras de tipos malos como yo, siendo tan adorable... tan hermoso - Dack sonrió, enternecido por el color que teñía las mejillas y el pecho de Miles.

- Cielos - el castaño escondió la cara entre sus manos, no sabía si quería reirse o gritar emocionado, casi se le salían las lagrimas y no sabía ni porque - ejemp... - bajó las manos por su propio cuello, se mordió el labio y sonrió acalorado, enredo sus piernas alrededor de su cintura, jaló la cabeza de cabellos negro azabache para hablarle, y más que palabras, emitió un jadeo suave y necesitado sobre los labios de Dack - entonces... ven ya por mí... chico malo... 


Dack sintió su miembro respingar en respuesta. Ese chico era un jodido provocador, y peor aun, le sacaba un lado romántico que jamás creyó poseer. Intentó concentrarse en ir lento dentro de él, no quería hacerle daño, pero la respiración errática del nerd y su rostro intentando esconder el dolor sólo lo ponía peor. Miles iba a aferrarse a su sabana pero las manos de Dack lo guiaron hacia él

- ... de mi... ¿entiendes? - el macarra también respiraba pesadamente, el sentimiento lo sobrepasaba y la entrada de Miles se cerraba alrededor de él tan fuerte que dolía

- ah... - Miles asintió y se sostuvo de su espalda, buscando descargar la ansiedad y el dolor pero notando también la fiera excitación de sentir a Dack tan íntimamente cerca, tan jodidamente dentro - no voy a aguantar... ah, no... mucho...

- Jeje, más te vale que aguantes o alardearé bastante al respecto - sonrió Dack con la mirada nublada y la voz rasposa. ¿Cómo podía estar tan caliente si apenas empezaba? Acarició su pecho y le alegro sentir su corazón latiendo tan desbocado como el propio

- Mira quien... quien lo dice... - Miles sacó la lengua y repaso el labio inferior de Dack, provocándolo, acariciando su espalda, invitándolo a moverse. 

Las primeras embestidas fueron tortura y gozo para ambos. Miles jadeo tan indecorosamente que Dack sintió que se corría solo con eso. Envuelto en el calor del momento, olvidó muy pronto eso de llevar un ritmo suave para acostumbrarlo. Los embates empezaron a cobrar fuerza y velocidad, quería oír a Miles gritar su nombre una y otra vez, adoraba sentirlo retorciéndose de placer bajo él. Sus jadeos necesitados eran tan sensuales, sus piernas que lo aprisionaban buscando disminuir el espacio se le antojaban divinas. Lo iba a matar si seguía jadeando así

- Ah... ah... más... Daack... - jadeó Miles casi sin voz, aprisionado entre la sabana y el cuerpo de Dack, usaba todo su control para durar. Su respiración chocaba con el oído de Dack. Él mismo escuchaba hasta el más pequeño gruñido del joven de cabello azabache y eso le mandaba escalofríos por toda la columna vertebral. El aroma de su cuerpo le parecía sensual; una mezcla de perfume, tabaco, sudor y el olor de la cazadora de piel que usaba para ir en motocicleta. Cerró los ojos abrumado por la fuerza de sus embestidas y el calor que desprendía. 

- ¿Te... te gusta así? - Dack se separó un poco para buscar impulso, perdido por completo en la presión y la fricción en su miembro. No había nada más erótico que ver a Miles rojo de vergüenza, asentir frenético mientras se mordía el labio. ¿Dónde había una maldita cámara cuando se necesitaba? Adiós a las porno y a las amigas de una noche. Nada podía compararse al extraño, casi angustiante sentimiento que le llenaba el pecho y le calentaba la cabeza cuando tenía a Miles entre sus brazos. Era tan aterrador como hermoso saber que podía amar así, que por eso ya no encontraba satisfacción en sus conquistas temporales... “Pensando en amor en medio del sexo... esto también es nuevo” se sonrió avergonzado de su pensamiento. 

- ah... ah... - Miles, en uno de esos arrebatos que tanto agradaban a Dack, se incorporó para quedar sentado sobre él, jadeando pesadamente - creo que... sigue... gustándome arriba - sonrió mientras se agarraba a sus hombros y lo besaba con auténtica entrega, casi desesperado, mordiendo y succionando sus labios mientras todo su cuerpo seguía subiendo y bajando. Ahogó entre sus labios un grito cuando Dack se hizo con su miembro, masturbándolo frenético al ritmo de sus estocadas, anunciando el final de aquello. Con fuertes espasmos, Miles se corrió entre ambos cuerpos, puro éxtasis en cada rincón de su mente... electricidad y placer inundando cada centímetro de su ser. Dack, sobrepasado por la situación, por sentirlo vibrar y arquearse de manera imposible, lo siguió segundos después. 


Dack se dejó caer hacia atrás y se llevó a Miles con él, acunándolo posesivamente. Jurando que lo amarraría a la cama si al bobo se le ocurría levantarse para tomar una ducha. Pero Miles, intentando recuperar el aliento, se acurrucó más cerca y sonrió satisfecho y cansado. Le hizo feliz ver que su macarra también lucía complacido 

Recordó al par de chicas que habían estado parloteando sobre lo genial y guapo que era Dack, lo sexy que se veía fumando y sintió un pinchazo de orgullo y felicidad al saber que era él quien estaba entre sus brazos. Un insípido nerd era quien estaba con él en ese instante, y empezaba a dudar lo de insípido porque el macarra le miraba con tal devoción que le hacía sentirse más seguro de sí mismo. Una caricia en la mejilla lo trajo de regreso a la realidad. Ahí estaba la mirada que lo ponía engreído y por qué no decirlo, también caliente


- ¿Tus padres se enojaran conmigo si me quedo a dormir? - murmuró el moreno. Despeinado y exhausto, Dack se veía, si era posible, aún más guapo

- Sólo si deciden regresar de su crucero a las Bahamas... dos semanas antes... - Miles sonrió divertido y se dispuso a delinear de nuevo el águila que tanto le había gustado.

- Dos semanas... - Dack sopesó las posibilidades de aquello mientras rozaba su nariz con el cabello de Miles y regresaba al apretado abrazo

- Eso dije... ¿Por qué? ¿Tienes ganas de venir a hacerme compañía? - el nerd sonrió intentando no parecer tan esperanzado como realmente estaba

- ¿Será como en un campamento? - preguntó Dack bastante adormilado

- Pero sin bichos raros - apuntó Miles mientras se volteaba y se pegaba al cuerpo detrás de él, usando su brazo de almohada

- Paro si va a haber sexo... ¿verdad? - Dack besó la nuca de Miles y acomodó su mano en su cintura para dormir

- Jajajaja sí, yo creo que sí... - y Miles también se preparó a dormir, aunque una duda lo asaltó - oye... ¿Y el piercing de...? 

- Es nuevo...

- Oh, ya decía yo que no lo recordaba

- Si te portas bien te dejo jugar con él como con el otro...

- Idiota... ya duérmete




Fin
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Notas finales:

Hola, mis disculpas, pero es que soy novata en esto de terminar historias. Estos dos son tan... tan rebeldes y bonitos y jodones el uno con el otro, no se... quería ponerlo mas meloso todavía, pero como que no quedaba, y luego Miles a ratos se ponía demasiado tiernucho y yo lo quería mas perver, más atrevido y bueno... Espero que lo hayan disfrutado, los lemon son una tortura para mí porque intento hacerlos lo mejor posible


Oka-san! LadyHenry! Ojalá estén a la altura de tus expectativas, son tus nenes y los amo jijiji Feliz cumple a ti y a Bathory!!

Por cierto, abrí una página en Facebook, la verdad tiene poquitas cosas pero mi ayudante-conejo me insistió mucho... En realidad es mi hermano que me pega para que actualice (por amor a ustedes, ni siquiera lee lo que escribo XD) Así que vayan y denle like para que me siga pegando y tengamos más caps de lo que les debo

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Muchas gracias, besitos *u*


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