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Caliente como un preñado. por nezalxuchitl

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Notas del fanfic:

Mi amigo Grendel me mostró un fanart realmente ardiente y luego me explicó de qué iba el omegaverse. Espero haberlo pillado bien porque es algo flipante.

PWP gente, con mis personajes inspirados en metaleros de otros fics originales míos (no entiendo como aun hay gente con paciencia para leerme, se los agradezco mil).

Es bastante perversote, con muchos fluidos, tremendas barrigas de preñado y un poco de homoyaoi al final.

 

Notas del capitulo:

Enjoy it!

 

El jefe de los bandidos lo tumbó sobre el suelo y le arrancó la ropa. A su lado, el segundo al mando tumbó a Miko, su acompañante. Su embarazo estaba un mes menos adelantado pero ambos lucían ya voluminosas barrigas, así como pequeñas tetas con muy, muy sensibles pezones. Rosados pezones ahora expuestos entre los jirones de ropa.

Miko lo miró y él le cogió la mano para demostrarle apoyo. Iban a violarlos a ambos esos asaltantes, seguramente toda la banda, ahí en medio del bosque, y nada podrían hacer para impedirlo.

Los bandidos fliparon al ver como se veían y los empujaron uno contra el otro, hasta que sus panzas quedaron en contacto. Entonces les abrieron las piernas y se relamieron ante las vistas de sus pequeños agujeros, sonrosados y húmedos, a causa del embarazo.

Sí, el embarazo ponía los donceles peor que si estuvieran en su ciclo de celo; las hormonas se desbordaban traducidas en deseo y la frase “caliente como preñado” era tan cierta como soez.

-Mira el agujero del tuyo. – dijo Vreth a Skrymer.

El orificio de Miko se contraía por las emociones que embargaban al pelinegro.

-Esta turra lo que más quiere es que se lo parta con mi verga. – respondió Skrymer con gesto libidinoso.

Era un varón muy seme, rubio oscuro, con barbas rasposas y unos abdominales jodidamente marcados, lo mismo que los huesos de su cadera.

Soltó las hebillas que sujetaban su falda y la erguida polla apareció, lista para romper culos. La arrimó al orificio del embarazado doncel, quien, asustado, se abrazó a su amo, pegando sus pechos. Gritó al ser brutalmente penetrado, y Petri tembló, al ver la monumental polla que su agresor sacaba.

Vreth estaba mejor dotado que Skrymer, y era más apuesto, aunque menos marcado del torso. No tenía barba y su cabello castaño caía largo hasta las caderas. Se dio un momento para admirar a la belleza que la suerte le había deparado: las carnosas nalgas, el rosado agujerito, el rostro bello, bello, realzada su magnificencia por el chongo alto que llevaba.

A su lado, Skrymer sacudía al bello jovencito, cuyos lloriqueos lo mismo podían ser de dolor que de placer. Cogió los carnosos muslos de su rubio y lo penetró hasta el fondo, haciéndolo pujar y estrechar más su abrazo con el otro preñado.

Su túnel estaba resbaloso y caliente, muy caliente por el embarazo, su aroma invitaba a taladrarlo sin piedad. Acarició su voluminosa barriga, y la del otro, y ellos, con los rostros juntos, pujaban manteniendo los ojos cerrados.

-¿Qué tal está el tuyo? – Skrymer lo miraba lujuriosamente.

-Cambiemos. – propuso Vreth, y ambos se salieron del uke que penetraban, con las pollas impregnadas del fluido viscoso, ligeramente blanco, que los embarazados producían.

Skrymer penetró a Petri y Vreth a Miko: los preñados chillaron como gatas en celo, el primero penetrado con más vigor y el segundo penetrado por una polla más grande. Sus rostros seguían muy juntos y se atrevieron a abrir los ojos. Rostros lujuriosos los rodeaban y sus labios estaban muy cerca. Miko besó a Petri y su amo le devolvió el beso. Como que antes, en la carroza, se habían desfogado el uno contra el otro durante aquel largo viaje.

Algunos de los que esperaban su turno rieron, y los lideres, gozando de su primacía, sacudían sus caderas entre las piernas las turras, haciendo rebosar el fluido fuera de sus sodomizados culos.

Miko y Petri se sobaban la barriga, y los pezones. Un rubio se inclinó cerca de Petri para frotárselo mientras se masturbaba. Un pelicastaño trató de hacer lo mismo con Miko pero Vreth lo ahuyentó con un rugido: era suyo, solo suyo, de momento, ese putillo vicioso que chillaba y se retorcía sacudiendo su flequillo negro y su panza.

Skrymer le hizo gesto de que si cambiaban de nuevo, pero Vreth negó, y lo invitó a que penetrara también al suyo. Entusiasmado el rubio dejo a Petri y haciendo resbalar su punta a lo largo del tronco de Vreth, la llevó hasta el agujero rebosante de fluidos, donde, sin tener que exforzarse demasiado, entró, aprovechando los movimientos de Vreth y sintiendo su polla pegada a la suya dentro de aquel pegajoso túnel.

El pelicastaño que había sido rechazado por Vreth, de un tono oscuro y dorado en barba y cabellera, de torso fornido y musculoso, se llegó a Petri, clavándole su polla hasta las bolas con un pujido que fue coreado, en tono mucho más uke, por el embarazado. Su pecho ligeramente velludo se infló pues Heri jalaba aire para darle con todo.

El rubio narizón le comía la tetita a Petri, rodeándola con su lengua y apretando la otra bajo la palma de su mano de largos dedos. Era del tipo seco y huesudo, delgado, con ancha espalda y cadera estrecha, sin muchas nalgas ni vello corporal.

Petri le comía el cuello a Miko, excitándose con sus gemidos y preguntándose que se sentiría ser doblemente penetrado, deseándolo. Se lo dijo al rubio que le mordisqueaba el pezón, y este al pelicastaño, que no estaba dispuesto a compartir su presa. Comenzaron a pelear.

-¡Compártanlo! – ordenó Vreth, con una mirada febril que indicaba que no estaba de humor para discutir.

Heri separó más las caderas de Petri de las de Miko para hacer espacio a Jari, malencarado, no obstante que el roce con este aumentaba la excitación.

Petri pujó fuertemente al sentirse penetrado por una polla más. Miko lo miró y ambos se besaron, frotando sus lenguas y cogiéndose de las manos. La lujuria del embarazo había acallado sus conciencias y solo eran conscientes de lo bien que se sentía tener dos pollas metidas en sus necesitados anos. La lubricación lo facilitaba todo, volviéndolo placentero, y los hombres sobaban sus vientres y sus pezones, a veces también sus penes.

Vreth y Skrymer terminaron al mismo tiempo, tan coordinados estaban, contribuyendo con su espeso y caliente semen a los fluidos que inundaban el recto de Miko. Se salieron de él juntos y el palpitante agujero, dilatado y rosado por la fricción, enardeció la lujuria de los que miraban, y un vikingo de pelo oscuro, casi negro, y anchos hombros se acercó en cuanto los líderes se retiraron a mirar. Cogiendo los esbeltos muslos de Miko los puso sobre su hombro, cubierto por una hombrera de piel mullida, juntos, para que el culito de la turra ciñera mejor su polla.

Al hundirse en él Rolo pudo comprobar que el jovencito estaba bastante apretado, merced a su edad y al manejo que sabía hacer de su culo: Miko miraba su pecho fornido, sombreado por el oscuro vello, y apretaba el culo lleno de deseo para sentir mejor la verga de aquel vikingo, para saciar su lujuria.

Heri y Jari bombeaban a Petri, quien se derretía de placer chupando el pezoncito a Miko, buscando sacarle un poco de la leche que era demasiado pronto que produjera, no como en su caso…

Al confirmar su embarazo Miko se había embarazado, para que su señor tuviera con quien desfogar las calenturas del embarazo sin menoscabo para la honra de su marido, quien, solo (como cualquier marido) era incapaz de aplacar la lujuria de un preñado.

Petri le sobaba la panza y golpeteaba con la lengua su pezón, completamente rígido. Con una sola polla dentro Miko empezó a masturbarse, jalando su sonrosado miembro ante la vista de varios pares de ojos, incluidos los de los semes que se bombeaban a Petri, próximos a acabar.

Nygard y Teemu, ambos pelicastaños, pero no tan fuertes, en especial Teemu que incluso era bajito, miraban antojados las nalgas de los semes, pues era poco que podían ver de las nalgas de los ukes, y de buena gana los habrían penetrado de haber sido ellos los más grandes y fuertes, en particular a Rolo, con aquellos firmes glúteos como de roca.

Heri terminó con un grito de su ronco pecho y se retiró. Jari llamó de inmediato a Teemu, quien penetró en compañía de su amigo, concentrada la atención en los rígidos y brillantes pezones del embarazado que follaban… ¿podría ser? Se inclinó sobre su barriga para dar un lengüetazo y sonrió felinamente. Sí era. Leche. Se bombeó con más ganas a Petri, acariciando su polla bastante grande, casi desproporcionada para un doncel, besando a Jari con disimulo mientras terminaba, y, cuando lo hizo, la cantidad de fluidos en el recto de Petri fue demasiada. Cuando Jari se salió Teemu se salió también, agachándose entre las piernas de Petri para lamer su agujero expandido, ayudándose con dos dedos a sacar sobre las hojas secas el exceso de fluido del doncel, combinado con el semen.

Nygard lo ayudó y pronto volvieron a la carga, penetrando juntos a aquella turra que no dejaba de pujar ni de sobarse la polla, medio despeinada ya sobre el suelo del bosque.

Rolo eyaculó también, tirando con desprecio las piernas del doncel que tanto lo había complacido, y cuando Miko las recogió, alzadas, todos pudieron ver el río de blancuzcos fluidos que surgieron del orificio bajo sus bolas.

Un par de varones altos se le acercaron; uno era pelinegro, joven aun, por eso no tenía barba, pero su rostro anguloso no perdía nada de virilidad con que llevara el cabello recogido en un medio chongo. Llevaba una túnica sin mangas que dejaba a la vista sus musculosos brazos. Se llamaba Mika. Este lo levantó para darle la vuelta, dejándolo a gatas mientras que Juha Pekka, el otro, se inclinaba sobre sus nalgas mojadas a lamerlas, retirando con sus dedos el exceso de fluidos.

Este era un varón pelicastaño, de rasgos muy pronunciados y cuerpo muy viril: ancha espalda, músculos definidos, polla enorme. Llevaba el rostro afeitado y sus sensuales labios se distinguían tanto como sus ojos, enmarcados por un pronunciado hueso de la ceja. Juha Pekka hundió el rostro entre las nalgas pegajosas, separándolas con ambas manos para hundir su lengua más adentro.

Mientras, Mika más había tardado en sacar su polla que Miko en devorarla; tan necesitado estaba de pene que no siquiera respiraba, no se la sacaba de la boca ni un centímetro, chupándola con fuerza.

El ver esto Henkka, un pelicastaño de pelo a los hombros y expresión dulce, en contraste con su musculoso torso, acercó la polla que había estado jalando a los labios de Petri, quien dejó que se la deslizaran sobre ellos mientras gemía frotándose los pezones, recibiendo el ataque de las dos pollas como pistones dentro de su culo.

Nygard se salió para correrse sobre su barriga preñada, salpicándola toda con su espeso fluido. Teemu cerró las piernas de Petri como había visto a Rolo hacer con el otro, acostándolo de lado para que Henkka tuviera más fácil acomodarse sobre su rostro para que lo felara.

Petri lo hizo con gusto, lamentando sentir solo una polla en cada orificio, pero Teemu le daba con tal vigor que el semen de Nygard resbalaba por su barriga hasta las hojas secas del piso del bosque.

Teemu se corrió adentro, y cuando sacó su polla, bañada hasta las bolas con el fluido clarito del preñado, el seme de más edad de los que componían la pandilla ya estaba listo para reemplazarlo. Era un rubio dorado, delgado pero viril, no particularmente musculoso pero si fuerte y muy seme, con vello rubio en el pecho y larga barba que se acomodaba en dos trenzas.

Marco apartó a Henkka y levantó a Petri, poniéndolo de rodillas, con los muslos bien separados para que el exceso de fluidos escurriera. Y escurrió, por sus muslos, mientras él le chupaba las tetitas, obteniendo un poco de leche, y Petri jadeaba mirando a su sirviente sirviendo a dos magníficos ejemplares de macho.

Cuando considero que había escurrido bastante lo puso a gatas, penetrándolo vigorosamente de inmediato. Henkka se puso a su lado, arrimando su polla. Marco se salió para que Henkka lo bombeara rápidamente por unos instantes, y luego la sacó para, junto con la de Marco, meterlas ambas en el resbaloso agujero, caliente y apretado.

Al ver los carnosos labios de Petri desocupados, Mika dejó la boca de Miko para clavarse en la de Petri, disfrutando de sus succiones y de su lengua, bajando las manos para pellizcar sus tetitas.

Miko estaba demasiado desocupado, y los lideres muy duros de nuevo, así que se acercaron para hacerle una doble penetración bucal, lográndolo, aunque la turra quedaba tan llena de polla que apenas podía chupar. Luego Vreth apartó a Mika para que Petri lo felara a él, y con su erección en la mano, el pelinegro se acercó a Juha Pekka, quien detuvo sus violentas embestidas para que su compañero se le uniera dentro del cuerpo del muchachito embarazado.

Lo bombearon coordinándose de tal modo que cuando más entraba Mika más salía Juha Pekka, de manera que siempre estaba la turra bien empalada, su barriga enorme se sacudía con las embestidas que recibía a ambos frentes, pues Skrymer le sujetaba brutalmente por los cabellos para penetrar sus bien fruncidos labios como si del otro agujero se tratara.

Marco y Henkka propusieron a Juha Pekka y Mika cambiar de doncel, y así lo hicieron. Mientras Vreth gozaba de la boquita chupona del rubio preñado, los dos machos de pelo oscuro que había visto con lujuria gozaban de su ano, metiendo apenas sus puntas y sacándolas para provocarlo, para que gimoteara y echara el culo atrás, en un intento de penetrarse. Cada uno acariciaba una carnosa nalga, apretándola, jalándola, exponiendo más el agujero obscenamente amplio y brillante.

Finalmente se hundieron en él, juntos, al notar las miradas rencorosas que Heri y Rolo les dedicaban haciéndose la paja el uno al otro.

Marco y Henkka sacudían al criadito como había sacudido al amo, y no podían decir cual culo era más delicioso. Este chico era menos nalgón, pero apretaba como un puto experimentado, insaciable. Haciendo gestos de perdido incurable espero a que Skrymer eyaculara sobre su cara, mirando su polla con ganas y tratando de alcanzarla con la punta de la lengua, pero no pudo pues Skrymer lo tenía bien sujeto de los cortos, disparejos cabellos en tanto se masturbaba como si quisiera arrancársela, bañando su rostro con semen, soltando sus cabellos entonces y sonriendo mientras lo miraba relamerse.

Como Heri y Rolo estaban distraídos besándose, Jari se apuró a ganar la boca de Miko, acercándole la polla y gozando de su iniciativa, de su manera de lengüetearla toda con el semen del otro aun escurriendo por su rostro. Vreth toqueteó la nalga de Jari, medio expuesta por sus pantalones bajados. Jari lo miró y Vreth acercó el rostro para besarlo, rozándose sus narices conforme cambiaban el ángulo de inclinación de sus rostros, rozándose sus lenguas de manera visible para los cuatro machos que penetraban doblemente a las dos turras embarazadas.

Decidieron imitar al jefe y se dieron un beso, Mika y Juha Pekka, Marco y Henkka, sin dejar de penetrar, y luego, mientras Henkka gritaba roncamente, corriéndose en el interior de Miko, Mika y Marco, cuyas caderas se rozaban, se besaron también. Bajaron la intensidad a al que penetraban para juguetear son sus bocas. Al salirse Henkka fue Heri a sustituirlo, clavándose en aquella turrita que aún no había probado.

Rolo fue a besuquear la nuca de Juha Pekka para ayudarlo a que terminara, llenando éste con su leche el culo de Petri, retirando su miembro chorreante, cuyo lugar fue de inmediato ocupado por Rolo, junto con Mika, en el interior del culito del rubio preñado. Rolo le soltó lo le quedaba de chongo, admirando su brillante cabello rubio sacudirse con sus embestidas.

Vreth se corrió en la boca de Petri, y el semen resbaló por su barbilla, abundante, mientras el embarazado gritaba de placer con aquellos dos machotes haciéndolo llegar a su enésimo orgasmo. Luego Jari acercó su rostro al de Miko y tuvo a los dos donceles felándolo, lamiendo su polla así como se lamian entre ellos, probando el semen que otros machos les habían echado encima, besándose cuando Jari no ocupaba la boca de alguno de ellos con su polla.

Marco terminó entre roncos pujidos. Su semen escurrió por el muslo derecho de Miko junto con los propios fluidos del preñado. Casi de inmediato, terminó Mika, saliéndose y bañando las espaldas de ambos preñados con su esperma. Heri y Rolo, que sentían súbitamente grandes los culos de sus respectivos donceles, entraron juntos primero en Miko y luego en Petri, alternando entre ambos culos los dos a la vez, besándose y manoseando las nalgas mojadas de las turras.

Terminaron juntos en el culo de Petri: una explosión de esperma estalló en su culo, expandido al límite con aquellos enormes pollones. Los fluidos hicieron charco en torno a sus rodillas mientras él seguía gimiendo, sintiendo el aire frío entrar mientras Miko acaparaba la polla de Jari, chupándola sin tregua, manteniéndola cautiva en su boca, tragándose codicioso todo su semen cuando el rubio se lo entregó.

Nygard, Teemu y Henkka se acercaron para su segunda ronda…

 

*

Luego de horas de sexo sin tregua los dos putitos embarazados fueron dejados a la misma vera del camino donde habían sido tomados. Los varones se habían agotado sin que ellos llegaran a saciarse, sin que sus culos, enrojecidos y no rotos gracias a los abundantes fluidos que producían, dejaran de pedir más. Eran tan hermosos que Marco propuso que se los llevaran a su guarida para volver a gozar de ellos cuando hubiesen recuperado las fuerzas, pero Vreth se negó diciendo que estaban muy próximos a parir, y que no quería tener nada que ver críos.

Así que tras una última mirada a sus cuerpos cubiertos de semen los bandidos se alejaron con las cosas de valor, dejando a las dos turras besándose, esperando con ansias la llegada de la partida de caballeros que habían de rescatarlos…

 

Notas finales:

Turra=zorra, puta, facil, etc. Argentinismo. Yo lo uso con mucho cariño, nada despectivo. Me encanta como suena la palabra: turra, turrita... esa erre ronronea como gata en celo <3

Bueno, queria hacer un collage con todos los tios buenos que salen en el fic, pero como son 11 semes y los dos ukes, no me cupieron en la pantalla para sacar la imagen y opté por poner a los menos conocidos. Igual ahi en mi album del photobucket encontrareis a los que faltan.

http://i1026.photobucket.com/albums/y326/NezalXuchitl/collage_zps71e3f8db.jpg

Kiitos!


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