Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Do you remember? por Song_Mikan

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Título del one-shot: Do you remember?

Parejas: HanChul
Tipo: Yaoi
Género: Romántico
Clasificación: K+
Autor: Mikan

 

Un HanChul... que lloré al escribirlo e,e 

HanChul kills me. 

 

Su mirada se perdía en algún punto inespecífico de la habitación su celular en la mano y pensamientos lejos, tan lejos… y justo ahora sus miembros no lo rodeaban, estaba solo… se sentía solo, incompleto, pero ¿A quién engañaba? Llevaba años sintiéndose así, no quería llevar la cuenta, eso significaría aceptar que estaba lejos de él y no permitiría que su ánimo flanqueara por eso.

Quería mentirse a sí mismo, pero ¿No lo había estado haciendo todo este tiempo? Observo de nueva cuenta su celular, por instinto su dedo fue hacía el carrete de fotografías, las fotos con todos sus amigos, bebiendo, haciendo tonterías, en aquellos bares a los que dedicaba unas horas a la semana para volver a ser el, para sonreír y recordarse que era el gran Kim HeeChul, la flor de Super Junior, el alma de Super Junior… El efecto no duraba mucho, pero era lo suficientemente reconfortante para no terminarse emborrachando hasta la inconsciencia y gritando a los cuatro vientos su perdida, era lo suficiente para engañar a sus sentidos y a sus sentimientos, pero justo ahora, justo en aquel instante no deseaba hacerlo, quería recordar, y se prometió que sería la última vez… solo una vez más.

Se puso de pie al fin y su paso lento y cansado llego hasta la cocina, observo el refrigerador y su dotación de bebidas alcohólicas “Esta le gustaba” se dijo con melancolía en lo que destapaba dos botellas, sacaba un par de vasos y les colocaba hielos.

“Sé que no te gustaba verte borracho” Pensó mientras el liquido llevaba el recipiente y se amoldaba a su forma.

“Sé que tomabas conmigo para cuidarme” Su mano rodeo el cristal y lo elevo, hasta aquellos gruesos labios que no eran menos hermosos que hacía años, esos bellos labios que se sentían resecos y abandonados dejando que el alcohol se posara sobre ellos, que fuera lo primero en mucho tiempo en tocarlos.

“¿Pero cómo pretendes cuidarme si no estás cerca de mi?”

Hubo un día en el que derramo lagrimas frente a él, ese día puede recordarlo perfectamente, lo observo con odio por horas mientras revelaba por primera vez lo que su cansado corazón albergaba, ese amor que no podía esconder, que quemaba y le lastimaba. Ese día Hangeng le abrazo con fuerza mientras soporto todos sus golpes, ese día Hangeng lloro a su lado, lo dejo gritar, lo dejo maldecir y lo callo con un beso, con su primer beso. HeeChul recuerda haberle dado una fuerte bofetada antes de volver a besarlo, recordaba la risa del menor mientras se aferraba con fuerza a su cuello y su propia cintura era rodeada, recuerda que por aquellos momentos fue tan plenamente feliz que no se vio en necesidad de fingir una sonrisa o una actitud estúpida, la felicidad hacia eso por él.

Una sonrisa que termino siendo una mueca se formo en sus labios ante esas imágenes del pasado y elevo la vista, dando a conocer esos hermosos ojos almendrados ahora acuosos, dando a conocer a los fantasmas de aquella casa su creciente debilidad, en lo que se había convertido ahora, le faltaba la mitad de sí mismo.

-Existen dos HeeChul en este mundo- Susurro en voz alta, rompiendo el silencio sepulcral que se había formado en aquel lugar, recordando esas palabras que LeeTeuk le había dicho cuando después de recuperarse de la depresión que lo mantuvo encerrado por poco más de tres meses- Antes de Hangeng y después de él.

Sintió el calor y aquella agua salada resbalarse por sus perfectas mejillas, un par de gotas cayeron a su vaso, un par de gotas que llevaban con ellas sus heridas y su incierto futuro.

“¿Qué pasara cuando acabe el contrato?” De nuevo recordó aquellas palabras, esas que Hangeng le menciono días antes de anunciar no solo la demanda, antes de anunciar su separación.

“Bueno… cuando se nos acabe el contrato nos iremos todos juntos a unas largas vacaciones… y tú y yo a un departamento juntos, en donde disfrutaremos hasta que comencemos a hacer planes de regresar con un nuevo y mejorado Super Junior, así de simple” Esa había sido su alegre respuesta, ahora no parecía más que una promesa e ilusión infantil que se perdió con el paso de los años y el dolor de cada una de esas heridas.

Cerró los ojos cuando el dolor pudo con él, cuando los recuerdos fueron demasiados para seguir hablando, para continuar relatando, y se puso de pie, se puso de pie aún sobrio y aún con el vaso de alcohol en la mano.

“Nos veremos pronto”

Esas palabras eran una puñalada a su memoria, a su herido y vacío corazón: Porqué en aquel momento no le había visto, llevaba años sin verlo… ¿Le extrañaría tanto como él? ¿Pensaría en él antes de ir a dormir? ¿Aún conservaría esa desgastada playera que conservaba su aroma? ¿Aún lo amaba?

Tantas preguntas que solamente él era capaz de responder.

“Tu sonrisa es mucho más hermosa que tu ceño fruncido” –De nuevo comenzó con aquella conversación mental, a dejar que los fantasmas que la casa ocultaba se manifestaran sin ninguna oposición.

“Lo sé, todo yo soy hermoso”

“No tanto como yo”

Una risa apagada lleno el ambiente, en aquella pelea por descubrir quién de los dos era el más hermoso, a HeeChul a pesar de todo siempre pensó que Hangeng no era hermoso, Hangeng  era guapo, era apuesto, él pensaba que ambos se acoplaban de forma tan perfecta como un par de engranes, funcionando a la par… lo extrañaba tanto.

Continuo con su recorrido, sus pasos eran tan lentos que le llevaría horas recorrer la casa, pero no quería ir rápido, en realidad nunca deseo ir rápido, el tiempo paso tan deprisa que no lo noto, el tiempo que perdió en un parpadeo que varios recuerdos se olvidaron en su atrofiada y deprimida mente.

“¿De qué te sirve recordar los momentos malos HeeChul?” Un nuevo pensamiento con la voz del menor le asalto, haciéndole saltar impresionado.

-El dolor me ayuda a recordar que fuiste real… que aún eres real y aún a kilómetros sigues aquí…

Hablo con esa alucinación de su memoria ese engaño de su mente que le ayudaba a pasar el día a día, quizá si hubiera estado un poco más borracho le hubiera atribuido esas voces al alcohol, así que decidió que a eso le echaría la culpa y lanzo el vasito contra una pared, logrando que este se rompiera de forma irremediable, olvido aquel desastre y tomo con fuerza la botella entera, botella que empino en su garganta, dejando que la bebida quemara contra su cuello, dejando que calcinara el cada herida que aún después de años aún supuraba, dolía.  Hizo que las dos botellas desaparecieran en su organismo, dejo que sus sentidos se nublaran, cada vez más, cada vez más.

-¿ESTÁS ORGULLOSO? –Grito con fuerza a aquel fantasma- ¿TE ALEGRA VER EN LO QUE ME HE CONVERTIDO? En lo que me has convertido… En lo que soy por ti…

Sus manos encontraron a la pared como oponente, a la mesa como obstáculo, su cabello se alborotaba con cada golpe, con cada cosa que en el suelo impactaba él se sentía mejor, con cada lágrima que derramaba se sentía más vulnerable, con cada minuto sin él se sentía más solo.

-Vuelve… por favor… vuelve –Su labio inferior tembló con esas palabras y quiso ser egoísta, quería verlo y besarlo de nuevo, quería llenarse de aquel aroma varonil y perfecto la noche entera… pero no podía quitarle la felicidad que ahora tenía, había alcanzado la cima que SM le había prometido solo, el solo… no estaba derrumbado, Hangeng no era como HeeChul, no lo necesitaba.

Entonces lo odio, lo odio con el alma…

Lo odio como a su peor enemigo, lo odio como si su vida dependiera de ello y llego a la conclusión de que no podía hacerlo, que quien merecía su odio no era Han, era el mismo por no luchar más por él… ¿No hizo lo suficiente? ¿No peleo lo suficiente?

Más borracho de lo que había planeado, camino con pereza hasta su habitación, tirándose en la cama, dejando un pie debajo para evitar que el mareo le jugara malas pasadas, ni siquiera deseaba verse en el espejo, solo deseaba un poco de silencio con sus estúpidas ilusiones.

La ilusión de poder verlo, la ilusión de abrazarle, tontas ilusiones que se perdieron en el baúl de los deseos, baúl que esa noche abrió para que se transformara en su caja de Pandora personal, ahora no era capaz de cerrarlo.

Su celular comenzó a sonar desesperado y el no tenía deseo o intención alguna en responder la llamada, pero al parecer su desgraciado aparato no le dio tregua ni un minuto, continuaba con su sonido desesperado… hasta que termino por tomar entre sus dedos aquel celular, ni siquiera se tomo la consideración de observar el remitente, necesitaba alguien a quien gritarle y a ese pobre ser le tocaría soportar su desesperación nocturna.

-¿QUÉ JODIDOS QUIERES? –Su voz pudo bien haber resonado hasta China, pero no fue necesario, no cuando la cantarina risa del otro lado del teléfono le saco de sus pensamientos furibundos y casi suicidas.

-Decir hola… ¿Tomaste acaso? Estas arrastrando las palabras…

-¡Eso debería decirlo yo! ¿Quién te enseño coreano, un jodido mono?

-Sí, uno llamado Kim HeeChul, aprendí casi todo de ti

-Yo soy un excelente profesor, tú eres el peor alumno que he tenido en la vida…

-Tomo la culpa de eso.

Un silencio se formo en el lugar, no era un silencio incomodo, no, era uno que a pesar de los kilómetros ambos compartían con el mismo cariño.

-No me habías llamado…

-Tuve mucho trabajo, apenas y recordaba mi nombre.

-Puedes olvidar tu nombre, pero no olvidarte de mí, pedazo de idiota.

-¿No me perdonaras, cierto?

-Nunca…

De nuevo el silencio lleno la llamada, esta vez se rompió gracias a los sollozos cansados de HeeChul, que siguieron con la melodiosa voz del chino y cariñosos  “Tranquilo, Heenim, tranquilo”

-¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME PEDAZO DE IDIOTA? –Exploto el coreano en medio de un berrinche digno de él- ¿Cómo putas quieres que me calme si no estás aquí? ¿Cómo pretendes decirme que me calme? ¿Con qué derecho… te atreves…? ¿Con qué? –Y ahí estaban de nuevo, las lagrimas, saladas, calientes, cayendo desde su precioso rostro, perdiéndose en su cuello, en los pliegues de su ropa.

-HeeChul… por favor calma, por favor… me destroza escucharte así.

-No entiendo tu maldito coreano, chino de mierda.

Hangeng río de forma nostálgica, el que había sido su novio estaba triste, realmente triste y sabía que era su culpa, sentía todo el peso de aquellas lagrimas en su espalda, sentía toda la culpa de aquella tristeza en sus hombros y deseo tomar un vuelo, deseo estrecharlo en sus brazos y decirle cuanto lo amaba, cuando lo extrañaba, pero el mayor le gano.

-Te extraño… mierda, te extraño tanto…

-También te extraño, en serio te extraño.

-¿Vendrás? ¿O tendré que ir por ti?

-Sabes que la compañía…

-¡A LA MIERDA LA COMPAÑÍA! ¡TE NECESITO!

El menor se sorprendió, realmente estaba sorprendido, de entre todas las frases que Kim HeeChul podría lanzar al mundo esa, quizá la más improbable. “Te necesito” y el corazón de Hangeng salto de gozó, porque su amada flor aún pensaba en él.

-Pensé que era feliz con… ¿cómo se llama? ¿GunHee?

-Deja de decir tonterías… por favor, por favor… solo un par de días, solo un par de días, solo un par de días, solo un par de días, solo un par de días… -La voz de la flor de Super Junior se hacía más suave, más débil con cada frase pronunciada, hasta convertirse en poco menos que un susurro, una plegaría, un deseo.

-Heenim… calma mi amor.

-Solo un par de días…

-Falta poco para que el contrato se termine.

-Lo sé.

-¿Ya lo hablaron?

-Tú lo sabes, lo hablamos desde hace años…

-Pero ahora es una realidad tangible.

De nuevo silencio, un silencio en el que ambos deseaban estar en los brazos del otro.

-Hace poco encontré… encontré una casa, es muy hermosa, no es tan grande… pero luce preciosa y es cómoda, tiene un pequeño patio y… bueno, la compre.

-¿En serio? ¿Y cuando planeas habitarla? Con tantas giras vives más en un hotel que en tu casa.

-Bueno, estaba planeando que podrías venir después de las largas vacaciones que los miembros se tomarán y podríamos pasar aquí los días juntos hasta el regreso de Super Junior.

Sintió su vida llegar a sus pies ante aquellas palabras, aquel mismo deseo que él había expresado años atrás y de nuevo comenzó a reír de manera desesperada.

-Me gustaría conocerla.

-Lo harás dentro de poco, por cierto, debo cortar, dentro de poco sale mi vuelo y no me puedo dar el lujo de perderlo.

-Ve, no queremos que el ocupado Hangeng pierda su vuelo… ¿A dónde iras?

-A Corea.

-¿Qué?

-Nos vemos mañana, mi preciosa flor.

Abrió los ojos en la mañana, y observo a su alrededor, no había ninguna resaca en su cuerpo, salió de la habitación, no había ningún desastre en el departamento, el estaba perfectamente, al menos físicamente, su mente se había salido de control, su perdida y su deseo le habían hecho alucinar…  de nuevo.

-Era muy bueno para ser real… -Se dijo a sí mismo en voz alta, siendo interrumpido por su celular, el cual tomo tembloroso y abatido, abriendo el mensaje entre un deprimido suspiro.

De: Mi chino estúpido.

¿Me has extrañado? Yo a ti si… falta poco mi amor, cada vez falta menos…

Compre una casa, esa donde pasaremos nuestras largas vacaciones juntos, te envió fotos después, creo que a HeeBum le encantara, quizá a ti también.

Te amo HeeChul.

Hangeng.

El coreano se tiro a reír, una risa fuerte, una risa alegre, quizá de vez en cuando las alucinaciones no eran del todo malas.

De: Heenim

También te extraño chino mal nacido… espero que sea hermosa o HeeBum promete arañarte el rostro entero.

Te amo.

HeeChul.

Presiono “send” y dejo de nuevo que los recuerdos y los fantasmas de aquella casa aparecieran, pero esta vez los recibió con una sonrisa, con la ilusión de un nuevo futuro.

Notas finales:

¿Qué? ¡NECESITABA FINAL FELIZ PARA MIS HANCHUL FEELS, SI?

 

Espero que les gustará ♥ con mucho amor para Hana y cualquier HanChul shipper en el mundo.

 

Los comentarios siempre serán bien recibidos ♥ o una mención Aqui: @Fool9thstreet

 

Y mi blog, ahí subo considerablemente antes que aquí...

http://fool9thstreet.wordpress.com/

 

¡BYE NYAPPY! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).