Ya habían pasado un tiempo después de haberse separado de las cinco jóvenes y solo era cuestión de minutos para que el cielo se oscureciera por completo, mientras que en el resto del camino solo se escuchaban las voces de los más pequeños del grupo los cuales se divertían plácidamente hasta que llegaron a su destino el cual tenía todas las luces apagadas y un silencio llenaba todo el lugar como si ninguna alma se encontrara solo Reborn y Hibari se percataron de esto ya que se suponía que Kusakabe estaría esperándolos en la entrada saliendo abruptamente de sus pensamientos por la repentina iluminación de la casa en la cual entraba el castaño tranquilamente seguido por los demás, solo Reborn estaba vagando en un mar de dudas sin prestar la debida atención a su alrededor solo vio como Tsuna se dirigía a la cocina y la banda Kokuyo se dividían dejándolos solos en la entrada, él simplemente no entendía que había pasado con su “espía obligatorio” [obligado a ser espía] así que decidió que sería bueno irle a buscar por toda la residencia así podría revisar cada habitación y encontrar lo que Kusakabe hubiera pasado por alto pero para su sorpresa Tsuna se asomó por la puerta de la sala y les dijo dónde podía estar arruinando por completo el plan del sicario para dejarlos devuelta solos, Reborn ya molesto se dirigió a la habitación de huéspedes por los pocos pasillos para estar enfrente de la puerta que se suponía se encontrar su espía viendo como en solo cuestión de segundos le alcanzaran los demás, siendo el primero en entrar a la habitación topándose con que estaba vacía y en completa oscuridad cunado de pronto alguien salto de entre las sombras hacia él para ser recibido un fuerte golpe de parte del sicario por tener la osadía de abordarle en la oscuridad mientras Hibari quien fue el segundo en entrar prendió las luces del lugar iluminado por completo el lugar para sorprender a los demás que entraban a la habitación ya que enfrente de ellos se encontraba la siguiente escena, ante ellos estaba Kusakabe en el suelo con un golpe en la cara junto a un Reborn molesto, una vez que este salió de su shock notando que se encontraba en el suelo miro a su alrededor divisando a Hibari para que unas cuantas lágrimas salieran de sus ojos y acto seguido saltara hacia este mientras extendí sus brazos para abrazarle pero devuelta se encontró en el suelo por otro golpe en la cara pero esta vez de un Hibari molesto.
Todos estaban esparcido por la habitación rodeando a Kusakabe a excepción de un albino que se encontraba bañándose.
– Muy bien, me puedes decir ¿qué es lo que te ha pasado kusakabe? – todos miraba a nombrado quien se encontraba sentado en el centro de la habitación ya más calmado pero su aspecto físico maltratado mostraba el haber sido golpeado por dos demonios muy molestos ante sus actos – y bien estamos esperando Kusakabe Tetsuya… – exigía una respuesta Reborn quien se encontraba sentado en una silla cercana a una mesa mientras tenía su arma a la mano dispuesto a disparar dependiendo de la respuesta que le dieran.
– … bueno con respecto a la misión… no pude terminarla… – no pudo continuar con su frase ya que el asesino se encontraba enfrente de él mientras le apuntaba con el arma, solo Kusakabe empezó a sudar frio ya que veía su fin.
– Y se puede saber el motivo por el cual no se concluyó esta tarea tan sencilla que hasta un bebe podría realizarla.
– bueno de hecho si hay una explicación en concreto…
– Muy bien empieza. – dijo Reborn mientras volvía a tomar asiento para escuchar el susodicho motivo, solo de Kusakabe salió un suspiro de su boca y un escalofrió paso por su cuerpo mientras recordaba lo que paso en ese tiempo que estuvo solo.
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Todos ya estaban listos para ir a la playa a excepción de Kusakabe quien toda vía se encontraba con la misma ropa con la que había llegado – Recuerda bien Kusakabe tienes que buscar cualquier pista que nos diga lo que ha estado haciendo dame-Tsuna en estos 5 años, por ese motivo se les dirá a los demás que no te sentías bien y decidiste quedarte.
– Muy bien Reborn-san, tenga por seguro que me hare cargo de conseguir la información que necesite – mientras miraba un croquis que habían hecho todos de las habitaciones ‘donde se quedarían esa noche’ y descartándolas ya que en estas no encontraría nada por el simple hecho de que fueron ‘limpiadas’ y su hubiera algo los guardianes se encargarían de encontrarlo.
– Muy bien, será mejor que nos dirijamos de una vez a la entrada para encontrarnos con los de más – dijo Reborn captando la atención de los que se encontraban en la habitación para dirigirse a la puerta – Kusakabe será mejor que no salgas hasta que nos hayamos ido entendido – estas fueron las últimas palabras que le dijo para después salir del lugar y dejarlo completamente solo, fue solo cuestión de minutos para que se escuchara un gran escándalo fuera de la casa lo que le indico que ya se marchaban y para estar totalmente seguro de que nadie regresara con mucho cuidado se asomó por la ventana contando a cada uno de ellos asegurándose de que ninguno faltara pero algo le llamo la atención ya que le pareció que por unos segundos Sawada Tsunayoshi lo vio causando que se ocultara pero cuando se volvió a asomar este estaba hablando con los guardianes de la niebla como si nada hubiera pasado – será mejor que empiece de una vez si no Reborn-san se molestara con migo – abrió la puerta dispuesto a salir pero no lo hizo al instante primero se aseguró de que no hubiera nadie en el pasillo cosa que le sorprendo ya que se suponía estaba solo así que salió por completo de la habitación y se dirigió primero a los lugares que ya conocía los cuales eran el comedor el cual paso por alto ya que este no tenía mucho que decir, dirigiéndose a la sala ya que tenía un montón de retratos los cuales podrían decirle mucho por el simple hecho de observar los escenarios lo cuales le proporcionaría la información del lugar donde se tomó con exactitud además de los integrantes que se encuentran en la casa, amistades que se hicieron durante ese lapso de tiempo pero su mirada se posó en el enorme cuadro de aquella hermosa mujer que por algún motivo se le hacía familiar y por un momento le pereció ver que esta tenía el ceño fruncido por su presencia en ese lugar provocándole un escalofríos por su espina dorsal lo cual ocasiono el descarto de esta habitación por el momento y salir lo más pronto posible dirigiéndose a la siguiente habitación la cual tenía una puerta no muy llamativa que pasaba desapercibida la cual hubiese ignorado por completo de no haber sido que se encontraba emparejada que apenas permitía ver un escritorio cosa que llamo la atención del mayor haciéndolo entrar a la habitación topándose con que era un estudio de tamaño considerable, acercándose principal mente a los libreros que rodeaban la habitación observando los diferentes libros que habían con diversos títulos, colores, pastas, géneros y tamaños; una gran colección de la cual entre ellos había libros de escuela media, escuela media superior y educación profesional además de cuentos infantiles, historias de terror, mecánica, etc. Después se dirigió al escritorio que en un principio vio para revisar los papeles que se encontraba encima de este los cuales eran cuentas a pagar de los servicios básicos para la casa soltó un suspiro ya que casi no había encontrado nada tomando asiento en el sillón del escritorio para observar por completo el lugar contemplándolo ya que tenía colores cálidos dándole un sentimiento de comodidad, en las paredes pudo observar varios cuadros con diferentes escenas muy bonitas que adornaban los espacios libres dejándole en claro que ese lugar era completamente diferente al ambiente que había en la oficina de Hibari eso si las dos estaban en perfecto orden en eso recordó que no había revisado un lugar y ese era los cajones del mueble que tenía enfrente se agacho para abrir el primer cajón pero se sorprendió porque estos solo se habría con ayuda de la llama de la última voluntad, lo cual le frustro pero le dio a entender que había algo ahí dentro solo tenía que hacer una cosa usar la caja que le dio Rebon que contenía llamas del tipo cielo almacenadas así podría tener acceso a esos lugares que la requirieran dispuesto a sacar esa caja de entre sus ropas pero se detuvo al instante al ver como alguien le observaba desde la puerta que estaba un poco más abierta de lo que él la había encontrado observando solo de manera parcial parte del rostro de quien lo miraba solo notando el color azul del único ojo que podía ver para después escuchar una risa que le pertenecía a esta mujer quien salió corriendo por ser descubierta Kusakabe salió del despacho dispuesto a seguirla, pero una vez que estuvo en el pasillo noto que no había nadie solo escucho que tocaban la puerta cosa que no había notado dentro de aquella habitación preguntándose cuanto tiempo estuvo ahí dentro – ya van – respondió Kusakabe al notar que no paraban de tocar para dirigirse a abrir la puerta pero antes de llegar a ella se detuvo al ver que el enorme cuadro de la sala ya no se encontraba retratada la hermosa mujer y lo único que había era solo el paisaje, esto solo hizo palidecer al mayor que fue sacado de su asombro por que seguían tocaban la puerta principal un poco más insistente dirigiéndose a abrir la puerta posando su mano en la perilla.
– Jijiji yo que tu no abriría – esta voz la escucho cerca de su oído provocando que se detuviera en su acción y dirigiera su mirada hacia el corredor para ver quien fue el que le hablo creyendo que podría ser la mujer que le miraba desde la puerta del despacho topándose que no había nadie en el lugar para ser sorprendido devuelta por que seguían tocando pero esta vez mas desesperadamente.
– ¿Quién es? – pero no recibió respuesta lo cual lo puso más nervioso de lo que ya se encontraba, tomando todo su valor decidió abrir la puerta sorprendiéndose de sobre manera al ver que lo de enfrente no era nada más que lo que tenía atrás, el mismo pasillo por el cual había caminado y en el suelo se encontraba su cuerpo inerte que tal solo en cuestión de segundos empezó a podrirse al instante dejando solo su esqueleto con su cabello que lo distinguía y sus ropas esto provocó que cerrara la puerta al instante y se apoyara en ella para analizar lo que pasaba.
– Jijiji no te dije que no la abrieras – esta vez por fin vio a una mujer que se encontraba enfrente de él y para su sorpresa era la misma mujer que desapareció del enorme cuadro la que se suponía había fallecido y que se encontraba sonriéndole muy tranquilamente Clariss si mal no recordaba ese era su nombre – parece que has visto tu propia muerte, será mejor que no te metas en donde no te llaman – termino de decir para dirigirse a la sala mientras le dirigió una mirada a Kusakabe para que le siguiera el cual obedeció por inercia – se puede saber qué es lo que estás buscando en ‘mi casa’.
–… – Kusakabe no sabía que responder ya que era la primera vez que hablaba con un ser del mas haya, además tenía miedo de que pasara lo mismo con su ser cuando el abrió la puerta – fue una petición…
– ¿Conque una petición? – Cambiando poco a poco su físico que ponía de los nervios a Kusakabe – Déjame decirte que a mí no me gustan los metiches en la vida de los que solo inmiscuyen en la vida de los demás y menos a los mandaderos.
– Yo no obedezco órdenes de cualquiera, además si no le hubiera hecho caso Reborn-san él se haría cargo de matarme.
– ¿Reborn? – deteniendo por completo su metamorfosis del hermoso cabello largo y lacio a uno amarinado y áspero además de las apariciones parcialmente las mancas y arugas en su cara – ¿has dicho Reborn que tiene que ver con tigo?
– ¿Usted conoce a Reborn-san?
– No en persona, solo he escuchado algunas cosas de Tsu pero ¿Tú que tienes que ver con él?
– Mi jefe lo conoce y por petición de alguien más se nos encargó traerlo de regreso a nuestro país natal Japón, para dirigirnos a la ciudad de Namimori ya que se hará un evento muy importante en la escuela de Namimori.
– Mmmm… lamento decirte que no me importa nada de eso, solo quería saber tu relación con Rebon además no quiero que estés vagueando en mi casa cuando no hay nadie en ella – para continuar con su cambio poniendo de los nervios a Kusakabe – si quieren saber algo con respecto a Tsu, solo él puede responderles – para terminar por completo su cambio físico de una hermosa mujer a una bruja de ojos saltones y opacos este aspecto hizo que Kusakabe saliera corriendo de la sala y se encerrara en el despacho – jijiji ¿crees acaso que podrás esconderte de mí? – el mayor se paralizo al ver como este ser atravesaba uno de los libreros que ocupaba una de las paredes del lugar – jijiji ¿a qué estás jugando? Recuerda que esta es mi casa y la conozco muy bien – terminando de entrar en la habitación para que este kusakabe destrabara la puerta y saliera del lugar – haaaa lo único que sabe hacer este insignificante insecto es correr de mí, pero esto lo hace más divertido – una sonrisa apareció en su rostro mientras que en Kusakabe un escalofríos le recorría, él desesperadamente corría por los pasillos mientras era perseguido por ella hasta que diviso un ropero y para sentirse seguro decidió entrar en el mientras a lo lejos escucho la voz de Clariss – ¿Dónde, dónde te escondes? no importo donde lo estés ya que siempre te encontrare – el solo permaneció por un buen rato callado sin tener noción del tiempo, una vez que recupero la calma decidió salir notando que todo estaba completamente en silencio para dirigir su mirada en la dirección donde se encontraba la sala y regresar ya que del sentido contrario se había ido Clariss una vez cerca de la entrada de esta solo se asomó asegurándose de no encontrarla en ese lugar viendo como en el cuadro ya encontraba nuevamente retratada como si nunca hubiera salido de este – muy bonito mi retrato – estas palabras hicieron que Kusakabe saliera a gatas de su escondite y se ocultara detrás de un sillón – vaya, vaya te sorprendes por tan poco – Clariss se acercaba al sillón asomándose lentamente para toparse que kusakabe no se encontraba – mmmm… es muy escurridizo pero no tanto – caminando directamente a otro de los sillones – te encontré~~ – captando la atención de este al creer que la había engañado pero al ver que no lo había hecho salió corriendo directo al pasillo lo más pronto posible deteniéndose por completo al ver que de las paredes salían manos – ¿Qué sucede, no piensas salir corriendo? –viendo como este atravesaba el pasillo esquiando por completo las manos – jijiji por lo visto yo le causo más miedo que unas simples manos Mu.
– Kufufufu, no lo entiendo muy bien Tsunayoshi no toleraba pasar por este pasillo a pesar de saber que eran ilusiones Clariss, así que creí que él tampoco se animaría.
– Jijiji esto lo hace más divertido.
– Si me trae recuerdos.
– Por cierto, gracias Mu por dejarme ver a esas personas estoy completamente segura de que Tsu estará en buenas manos.
– No fue ningún problema ya que tu estas muy unida a los recuerdos de este lugar, además recuerda que tu rival esta entre ellos.
– Lo sé, pero no es solo mío Mu además yo soy más bonita que él.
– kufufu tienes razón Clariss, oya será mejor que terminemos con esto y asegurarnos de que el lacayo de ave-kun no salga de su cuarto hasta que regresen los demás.
– Por lo visto ya terminaste la tarea que te encargo Tsu, me hubiera gustado hablar con él pero temo que se asuste con tan solo verme – comenzando ambos a caminar por el pasillo por donde se había ido Kusakabe mientras las manos desaparecían.
– Tsunayoshi no se espantaría tan fácil mente, recuerda que en este tiempo el cambio bastante incluso me atrevería a decir que mejoro más de lo que hubiera hecho con el ex-arcobaleno – decía mientras su neblina lo cubría por completo para desaparecer.
– Jijiji por lo visto te tomaras tu tiempo en divertirte aquí para después ir con él, bueno yo también matare el tiempo.
Y durante ese tiempo Kusakabe se la paso corriendo y ocultándose en los diferentes lugares para ser tomado por sorpresa por Clariss o por algo que lo hacía salir despavorido ya se por ver su muerte innumerablemente y en la cual una de ellas le causo más impresión la cual le aterro por completo causándole gran impresión ante él al ver como ella lo mataba, solo había un lugar al cual no había ido y ese era su habitación.
– ¿Adónde crees que vas? No me digas que… – de un salto entro a la habitación de huéspedes mientras que en el movimiento cerró la puerta preparándose a salir nuevamente ya que solo esperaba la entrada de ella, como lo había hecho anterior mente pero pasaban los segundos y no había rastro de ella – vamos sal… – estas palabras le dejaron en claro que ella no podía entrar pero no entendía el ¿por qué? entonces recordó lo que ella había dicho y era que no le gustaban los metiches eso quería decir que ella no entraría a las habitaciones que ya tenían asignado un huésped pero entonces porque si pudo entrar en las demás donde él había entrado percatándose de que nunca entro a las habitaciones de los demás viendo el croquis que le habían entregado, pero para su mala fortuna no recordaba con exactitud que habitaciones fueron además que las habitaciones de los guardianes estaban separadas por una distancia considerable y la habitación más cercana era la de Yamamoto y Gokudera no lo dudo dos bese y salió corriendo en direcciona la siguiente habitación pero para su sorpresa estaba corriendo por un pasillo sin fin – jijiji por fin desististe salir – enfrente a él se encontraba devuelta Clariss provocando que el regresara a su habitación y una vez más se encontraba seguro pero no entendía bien el motivo por el cual no llego a la habitación de los guardianes de la lluvia y la tormenta, ya que no estaba tan retiradas una de la otra para hacerle sentir que corrió por un buen rato, así que por segunda vez decidió salir abriendo devuelta la puerta topándose con él mismo que se disponía a entrar pero no lo logro ya que fue atravesado por una especie de guadaña y un quejido salió de sus labios, esta escena fue la gota que derramo el vaso e hiso que se encerrara a piedra y lodo para no volviera a salir por el resto del día.
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Todos escucharon el relato que Kusakabe les conto quedando expectantes ente esto ya que no creyeron que Clariss apareciera en la casa concordando la mayoría de que había algo que no permitió con su búsqueda a excepción de un albino quien estuvo presente a la mitad del relato del cual no comprendió bien creyendo que estaban contando historias de miedo.
– Me estás diciendo que por miedo no cumpliste esta orden tan sencilla y no solo eso sino que entraste a las diversas habitaciones pero no recuerdas como llegaste a ellas – Reborn estaba más que molesto y estaba dispuesto a llenar de balas a Kusakabe de no ser por que recordó a los guardianes de la niebla – será acaso…
– ¿Sucede algo Reborn-san? – pregunto la tormenta ante el silencio que hizo el hitman quien miraba a Kusakabe.
– Puede que Kusakabe realmente haya visto solo ilusiones.
– ¿Qué quieres decir con eso? Acaso insinúas que mi subordinado caería fácil mente ante una ilusión porque si ese es el motivo me encargare de morderlo hasta la muerte.
– Espera un momento Kyo-san – Kusakabe reacciona ante la posición de ataque que piso su jefe dispuesto a golpearlo por haber sido engañado.
– Un momento Hibari – Reborn detuvo por completo al nombrado quien ya estaba dispuesto a atacar – sé muy bien que tu odias a los ilusionistas a tal grado que hasta entrenaste a Kusakabe para que no fuera engañado tan fácil mente.
– … – Hibari solo le miraba molesto ya que había sido detenido por el sicario en el intento de ‘disciplinar a su subordinado’ – ¿Y que si lo hice?
– Eso quiere decir que las ilusiones que vio no eran simples ilusiones y sobrepasaban a las ilusiones reales, eso solo quiere decir que la banda Kokuyo mejoro en estos 5 años y no sabemos con exactitud que tanto – todos escuchaban con interés y otros molestos ante la posibilidad de ser más débiles y no ser dignos de estar al lado del castaño – por el momento lo que tenemos que hacer es… – pero fue interrumpido por que tocaron la puerta – adelante – respondio el Hitman para dar el paso a quien le interrumpió, todos vieron como la puerta se habría y de ella se asomaba el pequeño Lambo que con su mirada agua marina los miro a todos para sonreírles – ¿Qué es lo que quieres? – cuestión Riborn al ver de quien se trataba.
– Arara, solo traigo un mensaje de Tsuna – menciono el pequeño que se empezó a dar aires de grandeza al ver el interés de estos.
– Y que es lo que dice Tsuna pequeñín – se acercó Yamamoto a Lambo para hacerlo entrar a la habitación.
– Si me dan dulces les digo.
– Maldita baca estúpida, quien crees que somos nosotros…
– Los esclavos personales de Lambo – interrumpió rápidamente al peliplata el cual al escuchar esto se dispuso a golpearle pero fue detenido por Yamamoto.
– Tranquilo, no es para tanto él simplemente está jugando – decía tranquilamente el moreno mientras se ponía a la altura del más joven – lo siento pequeño pero no tenemos dulces en este momento…
– Si no hay dulces, no les digo nada – Lambo se cruzaba de brazos y ante lo dicho solo resbalo una gota de sudor por la cabeza de Yamamoto mientras que a GoKudera lo invadía una aura de ira la cual estaba dispuesto a desfogar contra el pequeño de no haber sido por que Kusakabes le extendió una bolsa repleta de dulce al Bovino el cual solo sonrió al ver este objeto y de un rápido movimiento lo toma para dirigirse a la puerta corriendo – ¡Tsuna dice que ya es hora de cenar y no quiere que falten! – termino de decirle a los mayores para salir del lugar dejando a los mayores con la sensación de haber sido timados por el pequeño ya que esa información que les entrego no era considerablemente importante.
– Jajaja ese pequeño nos la hizo. – dijo el guardián de la lluvia que lo único que hacia era rascarse la mejilla la verse engañado.
– ¡Nos!, ¡Les! – se quejó el peliplata ya muy molesto.
– Ma ma no es para tanto – Yamamoto solo le restaba importancia al asunto ya que no veía el sentido de enojarse con un niño.
– Bueno dejemos este asunto para después, lo más indicado será ir al comedor y ver si podemos conseguir algo de información de parte de dame-Tsuna – todos asintieron ante la propuesta de Reborn ya que en no llegarían a ningún lado así que salieron de cuarto en dirección al comedor.
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Todos ya se encontraban en el comedor a excepción de dos personas las cuales eran Mukuro y Tsuna esto solo le llamo la atención a Reborn y le causó molestia a Hibari al no ver al castaño solo fue cuestión de tiempo para que se empezarán a impacientar ante la falta del cielo pero para su sorpresa la única persona que entro al lugar fue el ilusionista que traía la comida y solo Chrome sirvió los platos de los demás para empezar a comer sin la presencia de Tsuna y de nueva cuenta los únicos que comían era la banda Kokuyo, los niños y el guardián del sol.
– Kufufu ¿Por qué no comen? – Mukuro fue el quien rompió ese silencio que tenían los mayores ya que los niños no prestaban atención a nada que no fuera jugar con Lambo.
– ¿Puedes decirnos donde esta dame-Tsuna? – Reborn fue el segundo en romper ese silencio observando los movimientos del ilusionista para solo ver como este sonreí.
– Ex-arcobaleno no es de buena educación responder una pregunta con otra perooo~~ como a ‘mi’ se me educaron bien, te diré que Tsunayoshi se está bañando en este preciso momento y si lo deseas voy por él pero te aseguro que lo único que traerá será la toalla si es que logra tomarla – estas últimas palabras molestaron a los demás guardianes que lo voltearon a ver endemoniadamente – Kufufu ‘si las miradas mataran’ – estas fueron las últimas palabras que dijo el ilusionista ya que con su cuchara detuvo un objeto volador que iba dirigida a su persona – oya oya no debes lanzar cosas sobre la mesa ave-kun, le estas dando un mal ejemplo a los hijos de Tsunayoshi, además no han respondido a mi pregunta o será acaso de que creen que le puse algo mientras nadie miraba.
– Y quien nos puede decir lo contrario ilusionista de cuarta – el guardián de la tormenta se mostraba molesto ante con el ilusionista por escuchar lo que le podría hacerle a su jefe.
– No tienen de que preocuparse, jamás alteraría la comida de Tsunayoshi y menos cuando se la hizo especialmente al subordinado del guardián amante de la disciplina alias ave-kun.
– ¿Qué quieres decir con especial mente? – por vez primera hablo hibari quien mostraba claramente su ira.
– Oya, no me digas que no entiendes ‘~~especialmente para tu lacayo de parte de Tsunayoshi con todo su cariño y buenos deseos~~’ – Mukuro solo vio palidecer a Kusakabe ya que sabía que estas palabras lo estaban mandando a un infierno – Kufufu si se me olvidaba decir que espera que te mejores ya que se preocupó mucho al saber que no te sentías bien por eso la comida es para ti – estas palabras aliviaron de cierta manera a Kusakabe ya que ese infierno disminuiría lago ya que solo eran sentimientos por su salud – bueno será mejor que nos vallamos a descansar ya que mañana nos levantamos temprano, eso va también para ustedes si no quieren llevarse sorpresas pero primero terminen sus cena sino cierto castaño se enojara.
– Y crees que eso nos importa – Hablo Reborn mostrando su superioridad ante todos demostrando que él todavía tenía dominio hasta en Tsuna cosa que le causo gracia a Mukuro acción que no paso desapercibida por el Hitman.
– Hagan lo que quieran – esas fueron las últimas palabras del ilusionista para desaparecer mientras que Ken y Chikusa recogían los traste.
– Será mejor que terminen ya que a nosotros nos toca lavar los trastes Pyon.
– Niños es hora de ir a dormir.
– Nuajajaja a dormir para que Tsuna nos de las buenas noches – Lambo salió corriendo del comedor seguido por Chrome y los niños mientras que Ken y Chikusa estaban en la cocina dejando devuelta solos a los guardianes.
– No entiendo el motivo por el cual hacen siempre lo mismo desde que volvieron a ver a Sawada.
– ¿Qué quieres decir cabeza de césped? – se quejó la tormenta ante lo dicho por el sol.
– Desde el primer momento observan…, no vigilan y espían a Sawada además el no a dicho nada con respeto a esa actitud que tomaron contra él sino que nos dejó quedarnos en su casa y nos ha dado de comer, lo único que están provocando es que se aleje – estas palabreas resonaron por completo en la cabeza de todos, sorprendiéndolos por completo ante lo que decía el guardián del sol y comprendieron de inmediato que tenía la razón ya que desde un principio inmiscuyeron en su vida para ver cuánto había cambiado además no felicitaron al castaño por el ser padre sino al contrario se sorprendieron ante esta información y no dijeron nada – al parecer apenas se dieron cuenta… además Sawada no cambio nada, solo se hizo más fuerte eso es lo único que ha pasado y puedo asegúralo ya que él me salvo – termino de decir para salir del lugar dejando a todos en un total silencio, aceptando el hecho de que Ryohei tenía razón lo cual les fastidio y más de tres personas.
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Tsuna caminaba por los pasillos mientras se terminaba de secar su cabello, lo único que él quería era ir a su cuarto a descansar después de que les dio las buenas noches a los niños y llevo a Lambo a su habitación ya que se había quedado dormido, no la había dado el tiempo de secarse bien cuando de pronto vio a su guardián de la nube recargado en una de las paredes con un semblante pensativo cosa que llamo la atención al castaño ya que muy pocas veces lo vio en ese estado – ¿Pasa lago Hibari-san? – el nombrado dirigió su mirada a la persona que lo había llamado para después observarle detenidamente cosa que incomodo un poco a Tsuna ante esa mirada imponente a su ser – esto… ¿he hecho algo mal? – estas palabras le dieron a entender que el guardián del sol tenía razón, él no había cambiado nada ya que se preocupaba tal y como fue en secundaria provocándole una ligera sonrisa ante este hecho el cual no iba a permitir que nadie se enterara de que había aceptado el hecho de que se había equivocado ante le idea de que Sawada Tsunayoshi había cambiado completamente. – Hibari-san…
– ¿Donde este el cuarto del ilusionista de pacotilla? – esta pregunta tomo por sorpresa a Tsuna al ver que Mukuro nunca le dijo a Hibari donde pasaría la noche recordando que esos dos seguían sin llevarse bien.
– Sígame por favor – comenzando a caminar para guiar a la nube por los pasillos hasta que llegaron a una puerta de madera muy llamativa cosa que no le gustó mucho a Hibari – esta será su habitación por esta noche – abriendo la puerta para darle el paso a su guardián – bueno yo me retiro – pero cuando estuvo dispuesto a irse sintió como fue jalado dentro de la habitación y tumbado sobre la cama para sentir un peso más en sima de él – esto… Hibari-san ¿Puede dejarme ir? – como única respuesta recibió un beso de parte de su guardián el cual lo sorprendió y cuando por fin salió de esta noto que esos ojos platinados lo miraban provocando que se sonrojara ante las acciones hechas por la nube mientras que Hibari solo veía lo lindo que era y el pedía que lo besara por segunda vez lo cual hizo pero esta vez no fue directo a sus labios sino que paso a su cuello dándole pequeñas mordidas que no dejaban ninguna marca pero si noto como poco a poco la respiración del castaños se agitaba decidiendo pasar su manos por debajo de las prendas de este tocando parcialmente su piel casi siendo un rose – Hi… Hibari…-san de…tente – pedía el castaño entrecortadamente intentando calmar su respiración ante los actos del azabache quien al escuchar que se detuviera hizo un poco de precio entre las piernas de Tsuna y su boca se dirigía a su oído, solo el castaño sentía le respiración del azabache la cual le causaba un escalofríos pero para su sorpresa de la nube sintió como fue empujado considerablemente por su acompañante que se incorporaba mientras le aljaba – ¿Qué pasa Chrome?
– Boss, tiene invitados que lo esperan en el estudio – hablo la muchacha fuera de la puerta cosa que llamo la atención de Hibari ya que nunca sintió que alguien se acercara al lugar.
– Espérame ahorita salgo – dijo Tsuna para terminar de alejar al azabache y disponerse a salir pero fue detenido por su acompañante – tengo que atender a mis invitados no tengo tiempo de ‘jugar’ – estas palabras le sorprendieron tanto que aflojo el agarre y solo vio como este salía del lugar ya que recordando como siempre le había dicho esas palabras al castaño cuando tenían sus encuentros y por vez primera sintió una molestia la cual comparo a como se había sentido ese ser que ahora se había ido, solo vio como en el lugar estaba la toalla de Tsuna con la que se había secado la cual tomo para respirar profundamente el ligero aroma del castaño que todavía se encontraba impregnado en esta mientras se arremetía por las bese que le trato tan mal mientras él le había profesado su amor, solo se tumbó en la cama para maldecirse en la oscuridad y buscar la forma para volver a tener devuelta el cariño de Tsuna.
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Reborn caminaba por los pasillo dispuesto a hablar con su dame-estudiante para poner todas las cartas sobre la mesa viendo como el castaño daba vuelta por uno de los pasillos perdiéndolo por completo de vista, recordando que en esa dirección estaba el estudio que menciono Kusakabe con anterioridad pareciéndole perfecto ya que así podrían tener algo de privacidad.
– Disculpen la demora – estas palabras que salieron de la boca del castaño cuando entraba al lugar detuvieron por completo al sicario.
– Tsk… “¿con quién está hablando?” – el hitman oculto por completo su presencia y sigilosamente se acercó a la puerta notando que solo estaba emparejada, un descuido total por parte de su alumno cosa que le causo gracia ya que recordó cuando estaban en Japón y el castaño se metía a bañar y se olvidaba de cerrar por completo la puerta siendo sorprendido en mitad del baño por el sicario, su madre o inclusive los pequeños.
– ¿Qué son esas fachas? – la voz de una mujer lo sacaron de sus recuerdos haciendo que mirar dentro de la habitación notando al presencia de 7 personas encapuchad las cuales estaban cerca del castaño quien se encontraba sentado en el sillón del escritorio.
– No es para que he enojes, de lo contrario te saldrán arugas – otro de los presentes hablo y la voz le pertenecía a un hombre.
– ¿Quiere que te castigue? – la voz de la joven tenía un toque de seriedad.
– heee, ni muerto además todavía no conozco al amor de mi vida – se quejó el que anterior había molestado a la mujer el cual dio dos pasos hacia atrás al notar como ella estaba dispuesta a atacarlo.
– Cálmense – ordeno uno de los encapuchados haciendo que ellos se detuvieran – que no ven que Tsunayoshi nos pidió que viniéramos desde hace una semana y lo dejamos esperando por días, no importa su vestimenta en este momento.
– Jajaja, no importa mucho además ella tiene razón no debí presentarme así pero lo que pasa es que tengo unos invitados, pero cambiando de tema – Tsuna saco unas carpetas del mueble que tenía enfrente entregándoselas al que parecía ser el líder el cual detuvo el conflicto y repartió lo que tenía en las manos a todos sus seguidores los cuales solo leyeron el contenido para después mirar al Castaño.
– Tsunayoshi… – pero no pudo terminar el jefe de los encapuchados ya que fue interrumpido por el castaño.
– Lo que tienen en las manos es de suma importancia y todo pasara en el lugar que se encuentra especificado así que necesitare su ayuda, comprenderé si no lo quieren hacer.
– No importa que nos pidas ir al mismo infierno nosotros te seguiremos ciegamente – Reborn solo vio como todos se inclinaban ante Tsuna el cual se levantó rápidamente de su lugar todo sonrojado.
– Po favor paren – pedía el castaño – además nunca dejaría que ustedes hicieran algo peligroso.
– Por ese motivo te seguimos – Tsuna solo suspiro para regresar a su lugar.
– Muy bien, pero saben que no me gusta que se arrodillen y me traten tan formalmente – se tumbó en el sillón – Chrome por favor guíalos por el pasillo – la nombrada apareció ante el campo visual del Hitman sorprendiéndolo ya que nunca la sintió en el lugar, procesando esta información el azabache mayor comprendió por fin que ninguno de los que se encontraban dentro tenían presencia incluyendo a su estudiante y a la muchacha.
– Claro Boss – la joven ilusionista camino hacia uno de los libreros y utilizando su llama lo desapareció – por favor síganme – entrando por el pasillo mientras era seguida por todos meno por uno que se quedó viendo al castaño.
– Disculpa que te moleste a ti y a tu familia.
– Sabes que no es ninguna molestia, además recuerda que somos amigos Tsuna – una sonrisa apareció en el rostro del castaño mientras que el encapuchado acariciaba con ternura la melena de Tsuna – ¿por cierto está bien? – menciona para tomar entre sus manos la cara de cielo y hacer que le mirase.
– Estoy bien no es para tanto.
– Kufufu a lo mejor solo tiene hambre.
– ¿Qué? ¿Cuándo fue su última comida Mukuro-san? – soltando la cara del castaño para buscar ente sus ropas.
– No es para tanto, solo se me olvido y ya…
– Solo tomo un jugo de naranja y una rebanada de pan en la mañana ya que se levantó tarde hoy – interrumpió el ilusionista para recibir una mirada de molestia por parte del castaño – además no comió por los nervios al tener invitados y la cena se la salto – prosiguió el heretocromatico.
– Sabes que la última vez te encontramos medio muerto en este mismo lugar porque te pasaste 3 días sin comer – termino de decir el encapuchado mientras le entregaba una manzana al castaño la cual él recibió – será mejor que comas algo mas – sentencio para alejarse e ir por donde los demás se habían ido.
– Está bien, te prometo que comeré algo pero toma – Tsuna le aventó un objeto que fue tomado en el aire por su visitante – estate al pendiente porque luego te necesitare – recibiendo un asentimiento – Mukuro acompáñalo por favor.
– Bien, en tu cuarto te espera una pequeña comida – fue lo último que le dijo el ilusionista para acompañar al joven encapuchado por el pasillo y dejar a Tsuna completamente solo en la habitación el cual se dirigió al mismo librero que había vuelto a aparecer pero esta vez el uso su llama para desaparecer el mueble y adentrarse en por el corredor que anterior menta habían pasado los demás mientras que al instante volvía a aparcar el mismo mueble sellando la entrada dejando el lugar completamente solo dándole el paso al sicario quien se encontraba sorprendido por el simple hecho de no haber notado la condición de su alumno la cual fue cambiando con forme paso el tiempo, al contrario solo se aseguró de saber el pasado y no ver el presente esto le molesto tanto y más cuando recordó las palabras del guardián del sol el cual demostró haber madurado más que todos los presentes.
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Reborn caminaba por el pasillo muy molesto ante lo que había pasado anterior mente, no solo porque no había prestado la completa atención sobre la salud del castaño sino lo que pasó después.
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Se encontraba completamente solo en el estudio sorprendido por el simple hecho de que alguien más se hubiera dado cuenta de estado de su estudiante que no fuera el, ¿cuándo fue que dejo de poder leer tan fácil mente al castaño? Lo mejor era dejar de indagar pero antes vería hacia donde se dirigía ese pasillo ya que como pudo notar no era necesario una llama en específico para abrir ese pasillo acercándose al mueble mientras de sus ropas sacaba su pacificador que solo lo cargaba como manía llaqué se había acostumbrado a tenerlo cerca introduciendo sus llamas en el usándolo como medio para transmitir sus llamas de sol y acercando este objeto al librero el cual desapareció al instante dejando ver un pasillo que apenas era alumbrado entrando al instante disponiéndose a entrar para pasar varios minutos caminando hasta que vio la salida molestándose ya que había regresado al estudio y el mueble estaba como si nunca hubiera desaparecido, repitiendo el proceso por otras 3 beses sin tener éxito decidió dejarlo ya muy irritado para salir del lugar y dirigirse a su habitación.
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De tan solo recordarlo se molestaba y quería golpear algo par así desfogar esa molestia recordando que tenía a la estúpida baca como acompañante cosa que le alegro ya que tenía un chivo expiatorio para ese enojo dispuesto a hacer sufrir al joven niño se dirijo a su habitación y muy sigilosamente entro en ella cerrando la puerta detrás de el para dirigir su mirada hacia la cama la cual estaba ocupada no por un niño de 10 años sino por un hombre de más o menos de su edad con la sabanas que solo cubrían la parte baja del cuerpo ajeno dejando a la vista solo la parte superior de su cuerpo la cual no llevaba nada y dejaba por completo a la vista su esbelta compleción la cual resaltaba su piel aterciopelada ligeramente bronceada y bien tonificada mientras que su cabello ondulado oscuro y ligeramente largo recaía en su rosto donde unas cuantas puntas rosaban los delgados labios del joven quien empezó a moverse ante la presencia del hitman para dejar a la vista esas hermosas esmeraldas que eran resaltadas por unas pestanas grandes y tupidas que lo observaron detenidamente.
– Reborn llegas temprano – hablo por primera vez este sujeto que se sentó en la cama para estirarse ligeramente – ¿Terminaste tu misión? – Pero no recibió respuesta alguna lo cual hizo que bufara molesto – ¿Por qué estas molesto? – Mientras una sonrisa surco su rostro – y por lo visto sorprendido.
– ¿Quién eres tú? – estas palabras sorprendieron al joven quien después de observar por un largo rato en silencio al sicario miro a su alrededor para después soltara un suspiro.
– Yare, yare al pareces Tsuna le soltó la bazuca de los 10 años a mi yo del pasado – mientras otra sonrisa apareció en su rostro junto con un brillo en sus ojos – sé que me arrepentiré pero baldra la pena – se levantó de la cama dejando ver que solo traía puesto la parte inferior de una pijama blanca mientras se acercaba a Reborn quien lo miraba sorprendido al saber de qué se trataba de la estúpida baca para ser sorprendido por las manos de Lambo que tomaron su rostro para mirarle con detención – no has cambiado nada en estos 10 años – y luego ser besado por el bovino no de manera apasionada solo fue un simple roce de labios el cual le causo una sensación electrizante no porque le pidiera que le hiciera suyo como todas las mujeres que anterior mente lo habían besados sino que este le demostraba cariño y ternura además de cierta inocencia, poco a poco Reborn empezó a abrezarle para querer profundizar ese contacto pero Lambo lo impidió cortando es contacto – tómalo como venganza de todo lo que me has hecho en mi vida… y será mejor que no le hagas nada a mi yo del pasado – para desaparecer en el humo rosa que demostraba que la bazuca ya había terminado su efecto teniendo entre brazos al Lambo de 10 años con una pijama de dos piezas color beige quien se encontraba plácidamente dormido.
– Tsk “Que se cree este mocoso” – estaba dispuesto a soltarlo y dejar que durmiera en el suelo pero se detuvo en su acción para llevarlo a la cama y colocarlo en el mismo lugar donde había encontrado a su yo del futuro – por esta ocasión aceptare que me ‘venciste’ – mientras una sonrisa aparecía por su rostro – “lo interesante es que no eres consciente de que acepte una derrota ante ti” – para acomodarse en el lado desocupado de la cama y disponerse a dormir.
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Solo un haz de luz basto para que abriera sus ojos negros y se incorporara en la cama para luego mirar su reloj de muñequera y ver que eran las 8:00 am bufando molesto mirando a su alrededor notando que la habitación se encontraba por completo vacía para después dirigir su mirada a su pequeño acompañante topándose con que este no estaba a su lado cosa que le molesto para luego preguntarse dónde se encontraba, levantándose de la cómoda cama se dispuso a buscarlo de un lado a otro de la casa sin encontrar a nadie como si el lugar nunca hubo nadie en un principio ya que todos los muebles habían desaparecido junto con los retratos que adornaban estos y las paredes entonces decidió ir a buscar a los demás, dirigiéndose a las habitaciones que les correspondía para levantarlos y ser llevados a la sala lo cual les sorprendió mucho ya que no había nada.
– ¿Qué es lo que está pasando? – hablo el guardián del sol ante lo que veía – ¿Dónde están todas las cosas?
– ¿Qué es lo que sucede Reborn-san? – Ahora la tormenta era la que hablaba – ¿Dónde está Jun-daime?
– No lo sé, ya que al parecer no hay rastros de Tsuna ni la banda Kokuyo en toda la casa asi que los fui a buscar a ustedes – termino de decir el hitman quien claramente no le agrado mucho el hecho de que todos estaban plácidamente descansando y no sintieron cuando se fueron los demás – este hecho me recuerda cuando dame-Tsuna se fue y desapareció por completo en la ciudad de Namimori – este comentario hizo tensarse por completo a todos los presentes por tan solo recordar como la desaparición del castaño causo un gran giro a sus vidas.
– estas diciendo que el herbívoro volvió a desaparecer – estas palabras que salieron de los labios del guardián de la nube fue como un balde de agua fría para todos los cuales se regañaron internamente al no ser capases de sentir la desaparición de su amigo y más la de la banda Kokuyo ya que ellos no pueden pasar desapercibidos quedando en completo silencio en el lugar.