Abri lenta y pesadamente sus ojos oscuros a causa del escndalo producido en el lugar siendo lo primero que viera por la pequea ventana la cual se encontraba a su lado, el amplio cielo el cual ya se encontraba completamente en una profunda oscuridad, se incorpor lentamente en su lugar sintiendo como su cabeza daba vueltas para solo sostenerse fuertemente del silln en el que se encontraba por instinto sintiendo como de golpe llegaban a su mente las imgenes de lo que haba pasado recordando que haba sido ‘obligado’ a dormir abriendo de sobre manera sus ojos ya que lo ltimo que record ver fue la silueta del ilusionista y justo detrs de l a un castao que tena puesto sus ojos chocolate sobre su persona.
– Reborn veo que ya estas despierto – su mirada oscura se dirigi rpidamente hacia el ser que le hablaba ya que le hizo regresar a la realidad topndose con su alumno quien lo miraba tranquilamente – podras levantar a los que faltan ya estamos por aterrizar – termino de decir para dar media vuelta y dejarle devuelva solo mientras se diriga al lugar donde se encontraban los dems guardianes los cuales tambin se haban quedado dormidos a excepcin de Lambo que ya se encontraba despierto y jugaba con los hijos del castao.
– Tsk – fue lo nico que pudo decir para despus ver a sus compaeros los cuales se encontraban recostados en sus lugares – Hibari despierta, “Cmo es que nos pudieron dormir tan fcil mete?”– mientras que a Kusakabe le disparaba con su pistola de agua-Leon el cual despert por el contacto de aquel lquido.
– Reborn-san Por qu me ha mojado?!
– Guarda silencio Tetsuya o Kimi korosu.
– Lo siento mucho Kyo-san – se disculp el aludido al ver que su jefe se haba despertado de mal humor – He?, En qu momento nos quedamos dormidos? – se preguntaba para despus ver a Reborn el cual solo solt un suspiro.
– Bueno lo simplificare – menciono el sicario quien miro su reloj de muequera viendo que eran las 7:30 pm – nos durmieron por completo durante toda la trayecto de Italia a Japn y como ya estamos a punto de aterrizar nos empezaron a despertar – dirigiendo su mirada oscura al castao quien trataba de despertar al guardin del sol quien segua en brazos de Morfeo mientras que el guardin de la lluvia rea ante los intentos fallidos de Tsuna y el guardin de la tormenta se disculpaba por haberse quedado dormido.
– Cmo fue que nos durmieron?
– Con una droga, pero la pregunta es Cmo fue que nos las dieron? ya que no bebimos ni comimos nada desde que subimos.
– Kufufu tan perspicaz como siempre ex-arcobaleno – menciono el ilusionista que se encontraba sentado en el asiento vaco al lado del hitman – si se us una droga pero no era lo suficientemente fuerte para que los durmiera solo para relajarlos – hizo mencin Mukuro mientras apareca una sonrisa burlona en su rostro – el resto fue cosa de Tsunayoshi.
– Qu quieres decir con eso?
– Mmmm… Quin sabe? – fue la respuesta que dio el heterocromtico hacia Reborn para levantarse de su lugar e ir en la misma direccin que haba tomado el castao el cual ya se haba dado por vencido de despertar al guardin del sol, soltando un suspiro para que una media sonrisa apareciera en su rostro y le susurrara algo al odo lo cual hizo que abriera los ojos de inmediato y volteara a ver al castao el cual solo le sonrea para recibir solo el asentimiento con gran entusiasmo de su guardin lo cual causo gracia a Tsuna quien carraspeo su garganta para que todos le prestaran atencin.
– Bien, pronto estaremos en Namimori as que estn todos listo para bajar, lo nico que les pido es que por favor se comporten y no causen algn problema – dirigiendo su mirada chocolate a todos y una gota de sudor resbalara por su sien provocando que al instante soltara un suspiro al ver el posible resultado de sus palabras tosiendo ligeramente – muy bien, solo me basta con que se comporten como los adultos que son – termino de decir mientras se dirigirse a su asiento en compaa de Mukuro ya que se haba prendido la seal de colocarse los cinturones de seguridad denotando que solo era cuestin de minutos para que aterrizaran.
s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;
El avin ya llevaba 15 minutos de haber aterrizado en ese pequeo aeropuerto el cual tena el escudo de los Vongola y solo el personal a cargo se encontraba en el lugar esperando a recibir a los invitados a los cuales miraron atentos ya que se trataba de los guardianes de la dcima generacin junto a otras personas seguidos por el mejor hitman y hasta el ltimo el futuro jefe de la familia quien era acompaado de una mujer y tres nios.
Todos ya se encontraban reunidos a la espera de los vehculos los cuales se aproximaban mientras el avin era guardado en el hangar y el equipaje de todos era mandado directamente a sus domicilios.
– Disculpen… – un hombre del personal se acerc al grupo con unos papeles en mano – necesito que el Dcimo Vongola firme esto… – todos miraron a al aludido quien solo agacho la mirada ante ellos.
– Yo firmare por dcimo – hablo Gokudera dispuesto a tomar los papeles que tena en las manos aquel empleado.
– No es necesario Gokudera, como prximo jefe yo debo hacerme cargo de todo el papeleo que concierne a la dcima generacin – se acerc Tsuna y tomo los papeles junto a la pluma que le daban y empez a escribir – He? parece que la pluma no funciona.
– Lo siento, creo que tengo otra por aqu – mencin aquel hombre el cual empez a buscar entre sus ropas al instante.
Todo lo siguiente paso tan rpido que lo nico que pudieron ver fue como el castao era apualado en el corazn ante la atenta mirada de todos y solo una sonrisa apareca ante el atacante la cual se borr al instante al ver como el futuro Decimo jefe de los Vongola desapareca y dejaba ver al pequeo de diez aos y el cual el cuchillo no haba tocado en lo ms mnimo.
– Yare, Yare – el pequeo Bovino tomo al instante la mano al sujeto que todava sostena la daga – buena ilusin Chrome – para que todos los presentes vieran como pequeos rayos salan del cuerpo de Lambo y al instante aquel sujeto caa al suelo inconsciente – “Spettro Ray”
– Lambo te has hecho muy fuerte – todos escucharon la voz del castao pero no le encontraban por ningn lado – Mukuro ya es suficiente que me ocultes.
– Kufufu, muy bien – y una neblina apareci junto con el castao el cual solo empez a caminar directamente a Chrome.
– Estoy de acuerdo con Lambo esa ilusin fue muy buena – para despus estar a la altura de los dos pequeos – Ceri, Evan no quise preocuparlos – mientras abrazaba a los dos pequeos los cuales correspondieron el abrazo y despus ser golpeado por la pequea nia lo que ocasiono que perdiera por completo el equilibrio y callera al suelo – Ceri eso doli.
– Si sarebbe meritato (Te lo tienes merecido) – se quej la pequea nia adems de dejar de cierta manera sorprendidos a los presentes ante sus acciones.
– No cabe duda de que sigues siendo un Dame – menciono Reborn haciendo que todos solieran de su sorpresa.
– Woaaa… la pequea es una carnvora – lo cual le causo gracia a Hibari por la actitud de la pequea que no concordaba con su fsico.
– Nessun carnivoro am il mio nome Ceri (No soy carnvora mi nombre es Ceri) y nadie puede burlarse de Otōsan ya que yo are llorar a cualquiera que le haga algo – se quej la pequea.
– Ceri non deve essere arrabbiato (Ceri no tienes que enojarte) – hablo en pequeo Evan el cual temblaba como hoja ante la presencia imponente de su hermana.
– Es suficiente Ceri no intimides a tu hermano – hablo Tsuna ya incorporado para cargar a su hijo – adems hoy les presentare a una persona que de seguro se pondr feliz de conocerlos – lo cual llamo la atencin de los dos pequeos de cierta manera para ofrecerle la mano a su pequea teniendo como respuesta un manotazo de parte de ella.
– Ella ser una gran carnvora.
– Ya te dije que no soy una carnvora – ella estaba dispuesta a aventarse al ataque contra el guardin de la nube a no ser por la mano de su padre que se deposit en su pequeo hombro y evito por completo esta accin.
– Kufufufu, Ceri debes controlar ms tu carcter ya que no tendrs amigos.
– Yo no necesito a nadie mientras tenga a Otōsan y a Evan.
– Ceri, nunca debes de decir que no necesitas a nadie – hablo Tsuna mientras su semblante mostro un poco de dolor que no pas desapercibido por Mukuro y Reborn.
– Bueno, lo mejor ser partir no lo crees Tsunayoshi – menciono Mukuro el cual sealaba los tres vehculos que ya se encontraban a su lado esperndolos para partir.
– Tienes razn – y el ilusionista abri la puerta del primer vehculo en el cual entro Chrome seguida por los Lambo quien traa de la mano a Ceri – Ken, Chikusa pueden hacerse cargo de lo que falta – teniendo como respuesta un asentimiento por parte de ellos a lo cual saco un papel el cual le entrego a Chikusa – Yamamoto lo mejor ser que t, Gokudera y onii-san vayan en el siguiente vehculo ya que tienes que ver a tu padre, al parecer esta enferm, Gokudera tienes que asegurarte que tu departamento en el que vivas este libre ya que quiero que tengas un lugar en el cual te puedas quedar.
– Decimo… – unas lgrimas se asomaron en su guardin de la tormenta – usted siempre tan benevolente, yo como su mano derecha me asegurare de tener un lugar en el cual quedarme no se preocupe – termino de decir para entrar al vehculo en el que se iran llevando a arrastras a Yamamoto.
– Onii-san t tienes que ir de vez en cuando a tu casa ya que solo preocuparas a Kyoko-chan, adems – Tsuna se acerc a su guardin y le susurro algo que no pudieron escuchar los dems – solo te digo que me avises cuando todo est ya listo y adems no le digas a nadie hasta que yo te lo diga.
– Djamelo a m Sawada – esto fue lo ltimo que dijo Ryohei para subir rpidamente a su vehculo y partir del lugar.
– Bien ustedes tres tienen que ir con nono a darle el informe de todo.
– Espera un momento dame-Tsuna, yo voy con tigo.
– No… – fue la respuesta del castao – si mal no recuerdo no fue solo a Hibari-san y a Kusakabe-san a quienes mandaron en mi bsqueda – poco a poco el habiente empez a ponerse tenso ante el castao y el hitman.
– Tsunayoshi, no creo que sea correcto enojar al ex-arcobaleno, pero estoy de acuerdo que no solo a ave-kun y a perrito faldero-kun les encargaron esa tarea – recibiendo como respuesta la mirada asesina del sicario – Kufufufu, pero si quiere venir con nosotros y faltar en el informe que ‘l tiene que entregar’ junto a ello ese es su problema.
– Tsk…
– Lo siento Reborn, pero tienes que ir con nono – esa fue la respuesta del castao para luego subir a su vehculo seguido por el ilusionista y as partir a su destino dejando atrs a los que se suponen tenan que ver con el informe de la llegada del actual jefe de los Vongolas.
– Dame-Tsuna ya no es el mismo…
– Qu quiere decir Reborn-san?
– No es obvio, l ya se empieza a comportar como un jefe… ser mejor ir directo con nono para decirle lo ocurrido.
– Tsk, ese herbvoro no es mi jefe.
– Tienes razn Hibari, pero recuerda que l no es nada de ti desde hace 5 aos – menciono Reborn para solo abrir la puerta del vehculo y darle una mirada despectiva a su acompaante – y por lo visto toda la banda Kokuyo tienen que ver ms con Tsuna sin contar a…
– El herbvoro no le pertenece nadie – interrumpi Hibari el cual no se mostraba completamente feliz por lo que insinuaba Reborn, de pronto una leve sonrisa apareci en su rostro – solo tengo que deshacerme de los obstculos.
– Ho, eso suena interesante Entonces?...
– Entonces?
– Qu te parece una apuesta?
– No, no planeo hacer una apuesta sobre el herbvoro.
– Tsk, bueno como quieras – para as entrar al vehculo en compaa de los dems y dirigirse inmediatamente a hacia donde se encontraba nono.
r86; ƾ u5; r86; Carro uno r86; u5; ƾ r86;
Todos los que se encontraban en completo silencio ya que una pequea castaa no se encontraba para nada contenta a lo cual su padre solo sonrea nerviosamente y su hermano temblaba entre los brazos de este.
– Por qu Otōsan se dej apualar por alguien tan dbil?
– Ceri, yo no fui apualado…
– Claro que lo fuiste! Y era alguien muuuyyyyy dbil.
– Kufufufu, mi pequea Ceri, porque era muy dbil t pap se dej apualar.
– Explcate to.
– Bueno, para ser precisos…
– Mukuro ya es suficiente, adems Ceri recuerda que nunca debes de subestimar a nadie no importa lo fuerte que uno sea, si subestimas eso puede ser fatal… – teniendo como respuesta que ella inflara sus mejillas en muestra de desaprobacin por no tener una respuesta adems de que le llamaron la atencin, provocando un suspiro de parte del mayor – me hubiera gustado que los dos se parecieran a mi…
– Estas desilusionado porque Ceri saco el carcter…
– Ni lo menciones… – interrumpi Tsuna mientras que con su dedo meique y anular hacia un ligero masaje en su sien – eso me recuerda, Chrome Por qu utilizaste t “Perdita Illusione”? – esta pregunta tomo por sorpresa a la muchacha la cual se puso nerviosa al instante.
– Bosu… yo…
– Repito la pregunta Quin te dio permiso? Dokuro Chrome… – el castao quien ahora portaba un semblante serio miraba a Chrome insistentemente.
– Tsunayoshi, si me querida Nagi hiso algo en contra de tu voluntad yo me are cargo de toda la responsabilidad – estas palabras sacaron un suspiro de parte de Tsuna el cual solo miro a Mukuro.
– Los mimas mucho…
– Oya, mira quien lo dice – mientras una sonrisa burlesca apareci en el rostro del ilusionista.
– Pap che hai intenzione di introdurre noi? (Pap A quin nos vas a presentar?)
– Ci che non ovvio Evan? Lui una persona molto importante per pap. (Qu no es obvio Evan? Es alguien muy importante para pap.)
– Ceri're a destra, una persona molto importante e I'am assicurarsi che la persona sar molto lieto di incontrarmi con voi (Estas en lo correcto Ceri, es alguien muy importante y esoy seguro de que esa persona se pondr muy feliz de conocerlos) – esto llamo la atencin de ambos nios y por completo les gano la curiosidad de saber quin era esa persona de quien les hablaba su padre.
r86; ƾ u5; r86; ƾ u5; r86; ƾ u5; r86;
r86; ƾ u5; r86; Carro dos r86; u5; ƾ r86;
En el trayecto a su destino el guardin del sol se mantuvo calmado y callado, el guardin de la lluvia se la pas hundido en sus pensamientos con un semblante de preocupacin y el guardin de la tormenta demostraba gran alegra cual si fuera un pequeo al cual le acababan de entregar un dulce.
– Chofer por favor detngase – la voz del guardin del sol hiso que los guardianes de la lluvia y la tormenta reaccionaran mientras que el vehculo se detenia.
– Sempai Por qu detuvo el carro?
– Yo me bajo aqu, ya que mi casa est a unas cuadras.
– Yo tambin me bajo – menciono Yamamoto al ver que tambin sus casa estaba cerca.
– Tsk, yo tambin me bajo – fue lo que respondi la tormenta al ver que tambin su departamento estaba cerca.
– Bueno, como todos nos bajamos usted puede regresar – le dijo Ryohei al conductor el cual solo sinti ante lo dicho y sigui con su camino dejando a los tres en la avenida principal – es bueno saber que ya tienes departamento.
– Por supuesto, ya que dcimo se preocup por m lo mnimo de mi parte es tenerlo todo listo.
– Ho! Como se esperarse de la cabeza de pulpo – recibiendo una mirada de molestia por parte de la tormenta la cual decidi ignorara el apodo – bien yo me tengo que ir por aqu nos vemos – para salir corriendo rpidamente en direccin a su casa.
– Tsk, no entiendo como decimo puede tener a un montn de idiotas y raros como su familia – dirigiendo su mirada al guardin de la lluvia el cual pareca estar ausente – oye… – notando que no recibira respuesta le avent un golpe al abdomen el cual le saco el aire y tumbo a Yamamoto, dejndolo total mente desconcertado – deja de pensar en cosas innecesarias, si tanto te preocupa entonces en vez de perder el tiempo ve directo a tu casa – mientras le extenda la mano la cual fue bien recibida.
– Gracias – fueron las palabras que recibi de parte de la lluvia mientras le entregaba una sonrisa llena de calidez.
– No agradezcas – para despus jalar al moreno lo ms cerca de l y juntar sus labios, en un contacto que no duro ms que unos segundos dejando a un Gokudera sonrojado y a un Yamamoto sorprendido – escucha si dcimo te dijo que fueras no debes adelantarte a los hechos, solo tienes que hacerle caso he ir directamente… as que ve de una vez – teniendo un asentimiento de parte de Yamamoto el cual comenz a correr en direccin a su casa – TaKeshi, si te detienes y dices que soy lindo te juro que te pateo el trasero! – viendo como este acelera el paso.
r86; ƾ u5; r86; ƾ u5; r86; ƾ u5; r86;
Enfrente de una enorme mansin se estaciono un vehculo del cual bajaron tres morenos los cuales dos de ellos tenan cara de pocos amigos entando en la vivienda tranquilamente, topndose con barios del personal que transitaban los amplios corredores hasta que llegaron a una habitacin que tena sus puertas cerradas las cueles se abrieron al instante tan solo de haber transcurrido unos segundos de haberse parado enfrente de ellas.
– Adelante – una voz tranquila les invito a pasar al lugar a lo cual los tres hicieron caso omiso – bienvenidos, Reborn.
– Nono – se acerc el sicario al hombre ya de edad el cual se encontraba parado cerca de la ventana la cual se encontraba detrs de su escritorio – vengo a informarle…
– No es necesario que me digas ms… solo dime lo que pasa por tu mente en estos momentos – teniendo como respuesta un silencio el cual fue interrumpido por un suspiro por parte del mayor para dirigir su mirada marrn a los tres presentes.
– Nono, Saba que nosotros iramos a recoger a Tsuna?
– Tan perspicaz como siempre Reborn.
– Desde cundo lo sabe?
– Un ao despus de que desapareci, l me contacto y me pidi que guardara silencio con respecto a su paradero.
– Quin ms sabia de su paradero?
– Esa es una pregunta un poco difcil de responder ya que no tengo idea de quien ms sabia del paradero de Tsunayoshi, pero… supongo que te habrs dado una idea de quien si lo saba.
– Solo un presentimiento… – fue la respuesta que dio el hitman para ocultar su mira mientras una sonrisa apareca en el rostro de Nono mientras que Hibari se dispona a salir del lugar.
– Ya te vas?
– A m no me necesitan, adems tengo algo ms importante que hacer…
– Lo siento mucho pero antes que nada quiero pedirte un favor Hibari.
– Qu es lo que quieres Timoteo? – recibiendo una mirada de molestia de parte de Reborn la cual fue ignorada por completo.
– Solo quiero que recibas a todos los invitados en la entrada de la escuela ya que el evento es maana.
– Nnnnn… – fue la respuesta que recibi por parte de Hibari el cual sali inmediatamente del lugar dejando a los dems atrs.
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– Ceri, Evan ya llegamos – Tsuna les hablo a los dos pequeos quienes se caan de sueo al no resistir el cambio de horario tan abrupto – no se duerman toda va – les peda a los nios.
– Pap ha sogno (Pap tengo sueo) – hablo la pequeo Evan quien se acurrucaba entre los brazos de su padre.
– Solo aguanten un poco ms… – para as bajar del vehculo junto a sus hijos y guardines de la niebla – por favor espere aqu – fue la orden que dio al conductor el cual solo asinti ante lo dicho por el castao – Chrome quita la ilusin una vez estemos dentro – fue la orden que le dio a su ilusionista la cual solo asinti mientras se dirigan a la entrada de la vivienda.
– Y Cmo piensas entrar Tsunayoshi? – viendo como el castao sacaba de entre sus ropas una llave la cual introdujo en la cerradura de la puerta para as ser abierta al instante.
– Con la llave – fue la respuesta que recibi por parte del cielo el cual les invito a pasar para llevarlos directamente a la sala la cual la mayora conoca – ya saben que hacer – y los ilusionistas colocaron su mano sobre las cabezas de los ms pequeos haciendo que una neblina les cubriera por completo para dejar ver a dos seres completamente diferentes, Ceri mantena el mismo color castao en su cabello solo que este era largo y lacio a excepcin de sus puntas las cuales estaban ligeramente elevadas, Evan tena el cabello oscuro levemente rebelde ambos nios compartan los mismos ojos los cuales eran grandes de color gris ligeramente teidos de caf con un pequeo contorno azul los cuales se serraban de sueo denotando sus espesas pestaas.
– Futa eres t? – la voz de una mujer son captando la atencin de la mayora provocando que Lambo saliera corriendo en direccin a la cocina dejando atrs a los dems, solo fue cuestin de segundos para escuchar unos pasos que se aproximarse a la sala donde ellos se encontraban para ver como una mujer de estatura baja a la cual apenas comenzaban a verse unas arugas por la edad en su rostro, cabello castao que hacia juego con sus enormes ojos chocolates los cuales eran completamente inundados por las lgrimas de ver ante ella se encontraba su querido hijo, los dos se observaron mutuamente viendo los cambios que haban tenido en esos 5 aos de haber estado separados – Tsu-kun – fueron las palabras que salieron de la boca temblorosa de su madre la cual se lanz a abrazar a Tsuna unos segundos despus de que l le sonriera – Tsu, es mi Tsu-kun.
– Okāsan… yo tambin te extrae – hablo el castao para abrazar a su madre con la fuerza debida para no lastimarla ya que l conoca perfectamente su fuerza y lo delicada que era su madre – Okāsan… – Tsuna se separ ligeramente del abrazo que le daba su madre para secarle las lgrimas tranquilamente – te quiero presenta a… – ambos dirigieron su mirada a los dos pequeos quienes los miraban atentamente – mi hijos – la castaa se separ de su hijo para acercarse a los dos pequeos los cuales al ver a la mujer la pequea protegi por instinto a su hermano quien se escondi detrs de ella – ellos son Ceri y Evan.
– Mucho gusto, mi nombre es Nana
– Otōsan Quin es ella? – pregunto Ceri quien miraba con desconfianza a la mujer que se encontraba enfrente de ella.
– Ella es mi Okāsan – ambos nios analizaron a la mujer quien solo les sonrea tranquilamente.
– Entnese ella es nuestra nonna (abuela) – dijo Evan quien sali de la proteccin de su hermana.
– Estas en lo correcto – entregndole una sonrisa a su hijo la cual hiso que ambos nios se relajaran – Okāsan te molestara que Chrome y los nios se queden aqu.
– Claro que se pueden quedar Tsu-kun.
– Gracias Okāsan, por cierto Mukuro y yo no tenemos que ir as que ellos se pueden quedar en mi habitacin.
– No te vas a quedar? – pregunto la mujer la cual mostraba tristeza en su mirada.
– Por esta noche no, pero no te preocupes esta vez no planeo desaparecer – acerndose a su madre para abrasarla mientras le daba un eso lleno de cario – Okāsan no les menciones a Futa e i-pin que me encuentro en Namimori ya que quiero darles una sorpresa.
– Est bien, pero lo primordial ser llevarlos a descansar a los nios – viendo como los dos pequeos ya no aguantaban el sueo – Chrome-chan acompame t te quedaras en el cuarto de Tsu-kun con Ceri-Chan y Evan-Kun mientras que Lambo se quedara con migo esta noche.
– Muy bien nosotros nos tenemos que ir de una vez ya que es tarde – para as disponerse a salir de la vivienda acompaado del heterocromtico mientras que Nana llevaba a los dems a la segunda planta.
– Tsunayoshi…
– No te preocupes s que aqu estarn seguros adems recuerda que Chrome no es dbil.
– Lo s, pero t sabes que ave-kun…
– Porque motivo crees que estoy dejando que las cosas pacen – teniendo como respuesta una sonrisa del ilusionista – como ya me entendiste ser mejor dirigirnos a donde esta nono, tengo que hablar con l directamente – para as los dos subir al vehculo y dirigirse a su prximo destino.
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Reborn y Kusakabe permanecan en la oficina de nono entregando el informe de lo que haba pasado en Positrano, el encuentro con los dems guardianes adems de que el dcimo Vongola se encontraba junto con la banda Kokuyo.
– Eso sera todo nono – concluyo Reborn mientras que Kusakabe terminaba de escribir todo lo que haba dicho el hitman para as entregar los papeles a un hombre de edad con el cabello algo largo y canoso que llevaba puesto un traje negro para que este se lo entregara directamente a Timoteo.
– Gracias Coyote – menciono Timoteo recibiendo los papeles para hojearlos de nueva cuenta – como siempre sus reportes son buenos – mirando de reojo el reloj de pared que marcaba las 12:15 AM – se pueden retirar han hecho un buen trabajo – teniendo como respuesta el asentamiento de los dos azabaches para as retirarse – t tambin te puedes retirar Coyote.
– Como desee nono – menciono el mayor para tambin retirarse del lugar y cerrar las puertas dejando completamente a Timoteo solo el cual se relaj en el su silln de su escritorio y botar los papeles que tina a la mano en el mueble.
– Kufufufu, cre que nunca se iran – la voz del ilusionista alarmo al anciano el cual se levant de inmediato de su comodidad – nos vemos de nuevo y por lo visto sigues sin acostumbrarte – apareciendo el heterocromtico de entre la neblina mientras mantena su sonrisa.
– Rokudo Mukuro… – al pronunciar el nombre del ilusionista sinti como un escalofros recorra su cuerpo – Qu es lo que quieres?
– Oya, yo solo soy un simple mensajero el cual ha estado haciendo de puente entre usted y mi lindo jefe durante estos 5 aos – respondi el guardin de la niebla – y he evitado durante ese lapso el no matarlo por pedido de Tsunayoshi – estas palabras pusieron en guardia al mayor quien no entenda como era que el dcimo cielo tuviera a tal sujeto cerca – bueno como te habrs dado cuenta ya nos encontramos en Namimori por peticin tuya, pero ‘l’ quiere habar con tigo – apareciendo al lado de Mukuro un castao el cual al instante tomo ha ciento en uno de los sillones que se encontraban en el lugar.
– Hola nonno (Abuelo) – saludo el castao con una sonra la cual mostraba tranquilidad hacend que el mayor se relajara.
– Tsunayoshi, De qu quieres hablar? Ya que es extrao de que te presentes ante m desde que desapareciste.
– Bueno lo que pasa es que maana quiero que me dejes hacer lo que se me plazca…
– Qu quieres decir?
– No es nada malo, al contrario estoy aqu por lo que me deca en la carta – estas palaras provocaron una sonrisa en Timoteo – por eso le estoy pidiendo que me deje hacer lo que quiera ya que al parecer no ser un da tranquilo.
– Explcate…
– Su intuicin no le dice nada?
– Tengo una sospecha – para despus soltar un suspiro – de acuerdo te dejare hacer lo que quieras. – fue la respuesta que obtuvo el castao de parte del mayor.
– Gracias, pero par que me dejes hace lo que quiera necesito que el gran ‘nono y su guardianes’ no muevan ni un musculo en el acontecimiento que se realizara en la escuela.
– Muy bien – obteniendo la sonrisa del castao el cual saco de entre sus ropas un celular para solo apretar un botn de este ante la atenta mirada de Timoteo.
– Soy yo…
– …
– Qu tal les fue?
– …
– Jajaja, me lo imagino…
– …
– Este bien, recuerdas lo que te ped?
– …
– Muy bien, ya sabes que hacer.
– …
– No te preocupes, por eso confi en ti.
– …
– Este bien hazlo.
– …
– Escuchen… maana deben de estar preparados para cualquier cosa que suceda.
– … – un suspiro sali de los labios de parte del castao.
– Es suficiente… recuerden muy bien, que no aceptare algn error.
– …
– Nunca lo han tenido… es por eso que se los estoy pidiendo.
– …
– jajaja, recuerden que de esto depende barias cosas por eso se los he confiado a ustedes.
– …
– Muy bien, entonces nos vemos y recuerden que nadie los vea.
– …
– Che fanno bene ... io li amo. (Que le vaya bien… los quiero.) – termino de decir para s dar por terminada la llamada y comenzar a mensajera en el celular – Mukuro entrgaselo.
– Esta bien – y el ilusionista avent una carpeta al escritorio del actual jefe de Vongola el cual miro interrogante dicho paquete – solo velo – fue la orden demandante que le dio Mukuro, la cual a Timoteo no le agrado pero obedeci viendo el contenido de esta dirigiendo su mirada al castao el cual segua con el celular.
– Qu significa…?
– Nada en particular – fue la respuesta que dio Tsuna sin desviar su mirada chocolate del objeto que tena en mano – solo cre que era necesario que lo supieras – desviando por primera vez sus ojos de a que artefacto el cual volvi a guarda para mirar directamente a Timoteo.
– Cundo fue…?
– Eso es irrelevante por el momento… despus con ms calma hablaremos de ello, por el momento nos retiramos – para que as los dos se disponerse a salir de la habitacin – nos veremos en la escuela – siendo cubiertos por la niebla del ilusionista para as desaparecer ante la vita del mayor el cual solo se preguntaba si haba hecho lo correcto al darle carta blanca a Tsunayoshi.
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Un vehculo esperaba en la entrada y el chofer se encontraba afuera de esta fumando un cigarrillo a la espera de que sus servicios fueran solicitados, siendo sorprendido al instante al ver como ante el aparecieron dos personas de entre una neblina.
– Tsunayoshi Por qu le dijiste…?
– No tienes de que preocuparte, adems nono no puede hacer nada ya que se encuentra ocupado.
– Sabes que eso no es excusa.
– En eso tienes razn, por eso los tengo a ustedes es imposible que estando ustedes cerca l pueda hacer algo al respecto.
– Tanto confas en nosotros? – pregunto el ilusionista mientras abra la puerta del vehculo.
– Por supuesto – fue la corta respuesta del castao quien entro al carro.
– Kufufufu, todos pensaran que ests loco por confiar as.
– No importa ya que desde un principio este mundo est hecho de locos.
– Tienes razn Tsunayoshi – dirigiendo su mirada heterocromtica al hombre que no sala de su sorpresa al verlos aparecer ante l – se quedara parado o nos llevar?
– He?... ha enseguida los llevo – para as tirar su cigarro al suelo y subirse al vehculo despus del ilusionista – A dnde los llevo?
– Vamos a tu casa Tsunayoshi?
– No, no dirigiremos a donde se encuentran Ken y Chikusa.
– Esta bien… – dirigiendo su mirada bicolor al retrovisor en el cual en conductor lo vea – usted conduzca yo lo guiare – teniendo un asentimiento de parte del hombre el cual prendi el carro para as alejarse del lugar.
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Las calles permanecan oscuras, solo unas pocas luces permanecan encendidas en los hogares a esas altas horas de la noche y una silueta oscura permaneca enfrente de una da las tantas casas que llevaba el nombre Sawada escrito en la entrada, por un momento esa silueta fue iluminada por la luz blanca que se filtraban de entre las nubes demostrando que se trataba de Hibari el cual permaneca inmvil para ser devuelta envuelto por las tinieblas de la noche. Pasaba el tiempo y el guardin de la nube solo estaba esttico hasta que por fin decidi entrar a la vivienda sigilosamente por la ventana del cuarto de Tsuna como haba sido su costumbre, topndose que en la cama no se encontraba nada ms que la herbvora clon del cabeza de pia quien dorma tranquilamente.
– Tsk… – Hibari estaba dispuesto a sacar de la cama a esa mujer de no ser porque su celular vibr captando su atencin ya que los nicos que tenan su nmero eran Kusakabe, el ‘bebe’ y aquel hombre que ahora era el dueo de su querida escuela revisando su telfono para ver quin era el que lo contactaba topndose de que se trataba de un mensaje de un numero totalmente desconocido para l, estaba dispuesto a ignorar por completo el mensaje pero la curiosidad le gano a lo cual verifico el mensaje para ver de quien se trataba.
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DE: SU FUTURO JEFE VONGOLO
PARA: MI GUERDIN DE LA NUBE
Hibari-san te aviso que en este momento no me encuentro en mi casa para que no vayas a buscarme, nos veremos en la escuela en el evento que tanto ansa nono.
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PD: Solo llamare por este nmero y no planeo contestar ninguna llamada o mensaje de ustedes.
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Al ver el contenido del mensaje por un momento se molest al saber que no podra ver al castao dormir tranquilamente, para despus hacerse barias preguntas las cuales eran Dnde se encuentra Sawada Tsunayoshi? Cundo y cmo consigui su nmero? Para salir rpido de sus pensamientos al sentirse observado y ponerse a la defensiva al instante en direccin a donde lo miraba topndose con dos pequeas figuras las cuales no poda distinguir bien ya que se encontraban en la parte ms oscura del cuarto.
– Qu haces aqu? – la voz de una nia capto por completo su atencin para as deducir de que se trataba de los hijos del castao.
– No deberan estar dormidos?
– La que hace las preguntas soy yo – respondi la nia mientras le avent un objeto el cual fue atrapado por el mayor topndose de que no se trataba de nada ms que de un peluche lo cual le causo gracia – responde Qu haces aqu?
– Ceri te dije que l vendra.
– Lo se Evan, pero yo quiero saber el Por qu?
– Solo quiero ver a Tsunayoshi.
– A Otōsan?, el no esta se fue con el to Muk.
– Evan no le digas nada – regao Ceri a su hermano.
– Pero l no es malo.
– Y? recuerdas lo que paso la ltima vez que no le hicimos caso a Otōsan – esto ocasion que el pequeo agachara la cabeza.
– Lo s, pero algo me dice que l no nos har dao.
– Por qu motivo no nos hara dao?
– Porque son los hijos de su Otōsan – Hibari volteo a ver en direccin a la cama viendo que la ilusionista se encontraba sentada en el borde de la cama – l quiere mucho a su Otōsan aunque no lo parezca.
– Herbvora…
– No le digas herbvora – y otro peluche fue lo que detuvo el mayor al haber sido lanzado hacia su persona – ella es muy importante para Otōsan y no permitir que alguien le haga algo.
– Gracias Ceri pero no tienes de que preocuparte, l no me har nada.
– Ceri tengo sueo…
– Muy bien pequeos regresen a la cama – menciono Chrome para levantarse y cargar a los pequeos – Quieres hablar con migo?
– No… – fue la corta respuesta que dio el azabache para dirigirse a la ventana de la habitacin.
– Bosu estar muy ocupado maana pero solo te dar una oportunidad de estar a solas, de ti depende si la usas o no.
– No necesito nada de ti – dijo la nube cortante para salir del lugar como haba entrado dejando solos a los tres.
– Chrome…
– Qu pasa Evan?
– …l es muy importante para Otōsan y Otōsan es muy importante para l.
– Si.
– Podemos ayudarlos?
– No lo s, T qu opinas Ceri?
– Es fuerte, muy orgulloso y le falta ms sinceridad, pero quiere mucho a Otōsan.
– Entonces Quieres ayudarlos tambin?
– No, es problema de adultos y ellos lo tienen que resolver solos.
– Bueno vamos a dormir que ya es muy tarde – para as acomodarse los tres devuelta en la cama para que solo los nios cayeran rendidos al instante dejando que Chrome fuera su guardiana y vigilara su sueo – Ceri eres muy madura para tu edad yo dira que te pareces tanto a… lo mejor es no decir ms y ver lo que pasara – acomodndose al lado de los dos pequeos para as ella descansar – Bosu se enojara cuando sepa quien vino en medio de la noche.
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Hibari caminaba tranquilamente mientras que su mente estaba llena de esos dos pequeos lo cual le segua causando gracia ya que la pequea Ceri se comportaba como una carnvora mientras que su hermano Evan era un completo herbvoro sin olvidar que su padre era una extraa combinacin de ambos a lo cual una sonrisa apareci en su rostro al ver un cuadro perfecto de ellos tres, la misma que fue borrada al instante al recordar que esos nios eran hijos de su castao y de aquella mujer lo cual le molestaba de sobre manera pero relajndose al instante al ver que l poda ocupar el lugar vaco que haba dejado esa mujer notando que esta no sera una tarea fcil y la cual dara comienzo la prxima vez que viera al castao ya que no estaba dispuesto a ceder nada por tal de volver a obtener a su cielo.
– Te tendr devuelta Sawada Tsunayoshi, no importa lo que me cueste.