Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

5 años por Kanon Di Major

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno primera mente le debo una disculpa a Forever1827 que creo cambio su nombre a 1827Forever1827 ya que me contacto gracias a la página pidiéndome que actualizara, realmente había quedado en actualizar dos veces al mes cosa que no pude realizar y me ciento apenada por eso (y hasta ahora lo estoy haciendo).

Por eso les traigo este capítulo que es el más largo que he hecho ya que por este momento no podré realizar actualizaciones y no tengo idea de cuando podre (pero eso si este fic lo terminare).

Bueno los personajes de KHR no me pertenecen pero aun así espero que les guste el capítulo y lo disfruten.

La cálida luz del sol iluminaba la mayoría de las calles y entre ellas la avenida principal la cual era excesivamente concurrida ya fuera por coches, bicicletas o estudiantes que se dirigían a sus instituciones por ser el primer día de la semana, la mayoría de los estudiantes se dirigían a la escuela Namimori que portaba el mismo nombre que la ciudad siendo una de las más reconocidas por su antigüedad era reconocida cariñosamente por el nombre Nami-chu.

La mayoría corría para no llegar tarde a la primera clase del día a excepción de unos pocos entre ellos estaba un joven de 15 años de cabello corto avellana y ojos del mismo color quien traía puesto su uniforme que constaba de una playera blanca la cual era cubierta por un suéter beige junto a una enorme bufanda a rayas blancas y negras que siempre llevaba consigo ya fuera con su uniforme o ropa normal, un pantalón negro entubado bien planchado que quedaba a la perfección con todo el conjunto mientras llevaba de la mano a una niña de 10 años de cabello largo negro el cual era sostenido en dos trenzas las cuales caían por sus hondos por enzimas de su suéter que era del mismo color que el del su acompañante solo que ella llevaba una falda a tablas negra observando como todos se daban prisa por que se hacía tarde.

– Fuuta ¿No vamos muy lento?

– No te preocupes I-pin, según mi ranquin en el primer lugar es seguro de que no tendremos clase.

– Mmmm… si tú lo dices entonces esta bien, pero ¿Por qué no tendremos clase?

– Las posibilidades para que eso suceda son la de un ataque enemigo que está en el lugar 10 de entre 1,000,000; porque nos quieren dar un descaso a los alumnos está en el lugar 4 y en número 1 es la posibilidad de una celebración o evento… de que se puede tratar son demasiadas posibilidades I-pin y dudo que sea la primera opción – para así continuar su camino tranquilamente hacia un enorme edificio que se veía a lo lejos – ¿Quién diría que la escuela de Tsuna-nii cambiaria tanto?

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Al llegar a la escuela Fuuta se topó con un grupo de alumnos que hablaban entre ellos enfrente de la puerta de la institución, optando por entrar al lugar e ignorar por completo a todos los estudiantes que se encontraban en el patio en diversos grupos y susurraban entre ellos hasta que fue detenido por un joven que llevaba el mismo uniforme de cabello corto y negro portando unos ojos ocre.

– Fuuta tú sabes por qué no tenemos clases – estaba a punto de responder pero la atención de todos  se dirigió a los gritos alocados de sus compañeras al notar la presencia de dos mujeres una de cabello castaño claro largo por encima de sus codos quien demostraba gran vigor en sus ojos miel mientras llevaba un conjunto que constaba en una blusa rosa de manga ¾ junto a un pantalón pescador de color café, y la otra mujer de cabello corto negro al igual que sus ojos que llevaba un traje que constaba en una falda de tubo por encima de la rodilla, junto a un chaleco azul oscuro que cubría su blusa blanca.

– ¡¡Kyaaa!! no lo puedo creer son las famosas diseñadoras Sasagawa Kyoko y Kurokawa Hana – hablaba una muchacha la cual estaba emocionada al ver a las dos mujeres quienes entraban tranquilamente al lugar.

– Cuanto tiempo desde que no pisábamos la escuela.

– No es para tanto Kyoko, además al perecer somos las primeras en llegar.

– ¿Tú crees?, pero según tengo entendido todos deberían llegar a esta hora.

– Todos son unos impuntuales, no importa los años que pacen seguirán siendo unos monos – se quejó Hana al ver que eran las primera en esta en la escuela.

– Onii-chan ¿Estás  seguro de que todos vendrán?

– Claro Kyoko – todos los alumnos dirigieron su mirada al hombre que se dirigía tranquilamente a las dos mujeres.

– No puede ser, él es el famoso boxeador Sasawa Ryohei quien no tiene contrincantes que estén a su altura – esta vez hablo un joven quien se veía emocionado ante la presencia de boxeador.

– ¡Kyoko! – todos los presentes vieron cómo una niña se acercaba las dos mujeres corriendo.

– I-pin-chan – la castaña al ver a la pequeña se puso a su altura para abrazarla – ¿Cuánto has crecido?

– Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que los vi – se escuchó la voz de un joven a lo cual los mayores buscaron a quien pertenecía.

– Ho si es Fuuta – esta vez hablo Ryohei al ver al joven que se acercaba tranquilamente a estas tres celebridades ante la atenta mirada de toda la escuela – ¿Cómo has estado?

– Jajajaja bien… – siendo interrumpido por el mismo alumno quien lo detuvo en su llegada y ahora lo había alejado de los mayores.

– Fuuta ¿Desde cuándo conoces a celebridades?

– Te refieres a los hermanos Sasagawa.

– ¿A quién más?

– Los conozco desde que tenía 10 años, además ellos fueron alumnos de esta escuela.

 – ¡¿Qué fueron alumnos de aquí?! – al gritar esto todos los que escucharon se sorprendieron ante tal información, no podían creer que estuvieran en la misma escuela en la que esas celebridades habían pisado antes.

– Vaya, vaya no esperaba que Sasagawa, Kyoko y Kurokawa fueran los primeros en llegar – todos los alumnos vieron a la nueva persona que pisaba su escuela viendo que se trataba de un hombre de cabello negro alborotado quien mostraba una gran imponencia con solo su persona.

– ¿Cuánto tiempo Mochida? – saludo Ryohei al ver de quien se trataba

– Ha pasado mucho tiempo Michida-senpai.

– No puede ser hasta Mochida Kensuke quien nos representa en los juegos olímpicos está aquí – otro joven hablo por lo bajo pero algunos alumnos lo escucharon que el nombre del susodicho para después escucharse puros susurros.

– Si y el tiempo ha sido favorable para ti Kyoko estas más hermosa que nunca – menciono mientras se acercaba a la castaña para abrázala paro se detuvo en su acto al ser detenido por una tonfa.

– Herbívoros son muy escandalosos con estas escenas – todos los estudiantes se congelaron al instante al ver al terrorífico prefecto que según ellos recordaban se había ido de Japón por pedido del director.

– Buen tiempo Hibari – hablo el albino quien no se mostró intimidado en ningún momento – que te parece si después de esto nos vamos a beber.

– Yo no bebo y lo sabes, además nunca lo aria con tigo cerca – fue la corta respuesta que dio el prefecto.

– Nunca cambiaras, siempre que te invito siempre te niegas.

– Kamikorosu – se colocó en posición de ataque a lo cual el boxeador también se puso en defensa.

– Kyo-san se supone que tenemos que recibirlos no golpearlos – apareció Kusakabe para detener a Hibari el cual le entrego un mirada que decía si me detienes te mato.

– Genial el lunático a las peleas y el cabeza de césped tenían que arruinar más mi día – todos voltearon a ver la entrada del colegio notando ya a un enorme grupo de personas que estaba compuesto de mujeres y hombres de negocios importantes, en el cual solo tres resaltaban y uno de eso tres era un hombre de cabello algo largo que era sostenido en una pequeña coleta que dejaba suelto parte de su cabello claro, dejando al descubierto sus hermosos ojos verdes los cuales eran ocultos por un par de gafas, mientras sostenía un montón de hojas.

– ¡Hahi! Haru no tiene la culpa de que estés de mal humor-desu – se defendió la mujer de cabello café, corto por encima de sus hombros quien solo miraba alrededor del campus.

– Mujer estúpida, tú eres una de las tantas cosas que arruino mi día – se quejó el de gafas.

– ¿Qué has dicho?

– Ma ma, no peleen Gokudera, Haru – esta vez hablo otro hombre de apariencia gentil quien trataba de calmar a esos dos.

– No te metas en esto Yamamoto  – se quejó la tormenta.

– Todos ustedes son muy escandalosos, Kamikorosu – viendo cómo Hibari se lanzó a golpear a estas personas y provocando que la mayoría de los alumnos cerrar sus ojos hasta que escucharon el ruido metálico, siendo sorprendidos al ver la escena que tenían enfrente cuando abrieron sus ojos la cual trataba que la tonfa del temido Hibari era detenido por un bate de baseball de aluminio quien era sostenido por aquel hombre de nombre Yamamoto.

– Jajajaja, no importa el tiempo que pase no has cambiado en nada – para después separarse los dos de un salto sin siquiera bajar su guardia.

– Al parecer te has hecho más fuerte – menciono Hibari quien estaba dispuesto a atacar otra vez de no haber sido porque le apuntaban con un arma en la cabeza.

– Es suficiente – todos vieron cómo un hombre de traje detenía los movimientos del prefecto y lo único que hizo este fue chasquear su lengua –  se supone que tenías que recibirlos no golpearlos.

– Todos ustedes diríjanse al gimnasio, ahí podrán hablar de lo que quieran – les dijo Reborn que demostraba su autoridad lo cual los mayores asintieron ante el temor de hacerlo enojar pero por culpa de ese miedo ninguno se movía de lugar – Kusakabe guíalos.

– No le des órdenes a mi subordinado – se quejó Hibari para sostener la mirada del Hitman que cualquiera diría que se querrían matar.

– ¿Sino lo haces tú quien más lo ara?

– Tsk, has lo que dice pero si encuentro a alguien que falte a las reglas Kamikorosu – para así regresar al interior del edificio sin antes decirle a otro de sus subordinados que se quedase en la entrada a recibir a los que faltaran.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Los alumnos se amontonaban en la puerta del gimnasio ya que se peleaban por entrar al lugar para ver a todos los invitados de los cuales reconocieron a cada uno de ellos sin poder creer que anterior mente fueron alumnos de la institución denotando un grupo en espacial que sobresalía de entre todos ya que sus integrantes eran Gokudera Hayato el mundial mente científico errante, Miura Haru la modelo Numero uno de los diseñadoras Sasagawa Kyoko y Kurokawa Hana quienes estaban también presente entre ellos junto con la estrella de baseball de la escuela Namimori quien era reconocido en la institución por sus grandes habilidades en el deporte y la mayoría de ellos se preguntaban por qué motivo él no estaba en las ligas mayores como jugador profesional junto a él se encontraba el boxeador Sasagawa Ryohei sin contar que su compañero Futta y la pequeña I-pin convivieran tranquilamente con ese grupo los cuales brillaban por si solos.

– Fuuta, has crecido bastante.

– Jajaja no estoy al nivel de ustedes cuando tenían mi edad.

– Pero que dices, si eres más inteligente que yo cuando cursaba la preparatoria.

– Puede que sea inteligente Ryohei-nii, pero no tengo tu fuerza.

– Olvida la fuerza del cabeza de césped, es mejor ser inteligente que puro musculo.

– ¿Qué insinúas cabeza de pulpo? – y entre ellos comenzó una discusión mientras que las mujeres hablaban entre ellas.

– No importa los años que pesen ellos seguirán comportándose como monos – se quejó Kurokawa mientras alejaba a las demás.

– Hana, no puedes cambiar su actitud – menciono Kyoko mientras mantenía una sonrisa.

– Kyoko eres demasiado blanda con ellos – para después hacer un gesto de desagrado – prefiero que estés con esos monos a que estés cerca de ese otro momo – para guiar devuelta a la las muchachas hacia los demás pero alguien se interpuso en su camino.

– ¿Adónde van tan rápido?

– Gehhh el peor de los monos ha aparecido.

– ¿Momos?

– Mochida-senpai – uno ojos enormes se posaron en aquel sujeto el cual solo se sonrojo – ¿Necesita algo de nosotras?

– B-bueno para ser precisos si, necesito decirte algo… – menciono mientras se sonrojaba cada vez más.

– ¿A mí?

– S-si… Sasagawa… tú… me preguntaba… si tú querías… – titubaba ante lo que le diría a Kyoko, una vez sereno sus nerviosismos abrió la boca para proseguir pero no pudo por un enorme escándalo que provenía de la entrada para hacia desviar su vista de la castaña hacia donde estaba todo es alboroto topándose con un hombre castaño que con solo su presencia demostraba imponencia y seguridad el cual llevaba una camiseta gris oscuro de manga larga la cual era tapada por una chamarra de cuero café que quedaba a la perfección con su pantalón de mezclilla azul – ¿Quién es?

– ¡Decimo! – la voz de Gokudera llamo la atención del castaño el cual al verlos sonrió provocando los grito y sonrojos de varias mujeres las cuales cayeron cautivadas por esta expresión.

– Tsuna-nii – Fuuta salió corriendo ante la atenta mirada de todos para ver cómo era abrazado por aquel hombre.

– Fuuta veo que has crecido – mientras acariciaba la cabeza del más joven – será mejor que vallamos con los demás ya que al perecer soy el último en llegar – menciono con una sonrisa algo nerviosa para así dirigirse primero hacia donde se encontraban las tres mujeres que lo conocía mejor y que lo miraban sorprendidas – ha pasado mucho tiempo Kurokawa, Kyoko-chan, Haru – viendo como a dos de ellas las lágrimas amenazaban por salir.

– Tsuna… Tsuna-san ha regresado.

– Hana, ¿Esto no es un sueño? – Kyoko le preguntaba a su mejor amiga recibiendo como respuesta una negativa para después sonreír y ambas muchachas ser abrazadas por el castaño.

Non piangere (No lloren) – para después separarse un poco y besarlas en la mejilla a ambas – sonrían – entregándoles una tierna sonrisa la cual logro que las lágrimas por fin se derramaban para ser limpiabas al instante y así dar paso a sus sonrisas – se ven más bonitas así – para ser jalado de pronto y alejado de ellas.

– ¿Quién eres tú? – menciono Mochida quien se encontraba molesto por ser interrumpido.

– A pasado mucho tiempo Mochida-senpai – menciono el castaño quien solo lo miro directamente a los ojos.

– Mochida-sempai porque sostiene así a Tsuna-kun.

– ¿Tsuna?, Kyoko me estás diciendo que esta persona es dame-Tsuna.

– Al parecer si me recuerda – soltando una suave risa la cual demostraba ser ladina captando por completo la atención del atleta que se preguntaba qué había pasado con aquel castaño cobarde. – Mochida-senpai me puede soltar.

– ¿He y porque debería de hacerlo?

– ¿Quién es este Vongola? – un rubio apareció ante ambos quien solo miraba de mala gana a Mochida además de captar la atención de todos los presentes.

– ¿Quiénes son ustedes?

– Ken déjalo solo es alguien débil que ni siquiera sirve para entretenernos – esta vez hablo otro hombre que se acercaba a ellos tres.

– ¡Ho! Ya me acorde de él – menciono el rubio quien perdió el interés rápidamente.

– ¿Quien se creen que son para decir que soy débil? – soltando por completo al castaño para dirigirse a estas dos personas dispuesto a demostrar que ellos eran los débiles solo que fue detenido por Tsuna.

– Mochida-senpai por favor cálmese, es imposible de que les pueda hacer algo.

– Estas insinuando que son más fuertes que yo dame-Tsuna –  recibiendo un asentimiento por parte del castaño para ser tomado de nueva cuenta por el moreno.

– No me malentiendas, pero te diré que ellos antes eran de la escuela Kokuyo.

– No me interesa de que instituto son dame-Tsuna.

– Al parecer no me has entendió… ellos son los alumnos de Kokuyo que atacaron a los más fuertes de Nami-chuu – viendo como la palidez ocupaba por completo el rostro que antes demostraba enojo.

– No les tengo miedo… – para ponerse enfrente del rubio.

– ¡Haaa! No me interesan tipos débiles que ya derrote, por eso no necesito prestarles atención – fue la respuesta que dio el rubio para después ignorar por completo a Mochida quien aprovechó el momento para golpearlo en el abdomen – Kaki~pi ¿Qué se supone que está haciendo este sujeto?

– Al parecer te golpeo – menciono su acompañante quien solo se acomodaba sus lentes tranquilamente.

– Mmmmm… – para después ponerse a reír estrepitosamente ante Mochida – los golpes de Tsunayoshi hacen más daño – para tomar el brazo del azabache con fuerza provocando que este se quejara del dolor.

– Es suficiente Ken, ya puedes soltarlo – le ordeno Tsuna al rubio el cual solo obedeció pero en vez de soltarle lo aventó bruscamente provocando que callera.

– Kufufufu que lamentable se ve.

– Es suficiente Mukuro – regaño el castaño – yo no he hecho nada Tsunayoshi, solo le dije lo que era en realidad.

– Dame-Tsuna, ¿Conoces a estos tipos? – pregunto Mochida mientras se levantaba del suelo.

– Claro que los conozco, yo pelee con ellos en la preparatoria cuando se hizo la conmoción entre ambas escuelas.

– ¡QUE!, que peleaste contra ellos los que le ganaron al temible Hibari Kyoya – para ser golpeado por una tonfa que le fue aventada.

– Herbívoro ¿Quién fue vencido?

– Al parecer todos recuerdan cuando te derrote ave-kun – teniendo como respuesta un golpe del aludido el cual fue bloqueado por un tridente a lo cual los mayores se alejaron del área de ataque para ponerse seguros a excepción de un pequeño grupo.

– Mukuro, Hibari es suficiente, no quiero que pelen en la escuela solo por su capricho.

– Esta bien Tsunayoshi, si tú lo pides evitare poner en ridículo a ave-kun – recibiendo otro ataque como respuesta a lo que había dicho.

– Tú no me has vencido – hablo Hibari dispuesto a asentar otro golpe al ilusionista que solo se había dedicado a bloquear los ataques recibidos por él de no haber sido detenido por el castaño que se interpuso entre los dos.

– He dicho que no quiero que pelen – menciono  firmemente Tsuna haciendo que Mukuro desapareciera al instante su tridente.

– Herbívoro no te interpongas.

– No estás en condiciones de decirme que hacer y que no – fue la respuesta del castaño quien se mostraba tranquilo y serio ante la presencia de Hibari – guarda tus tonfas – fue la orden que dio Tsuna.

– Tú no me das órdenes.

– He dicho que guardes tus tonfas Hibari Kyoya o planeas no obedecerme – demostrando como su mirada chocolate cambiaba a una ocre.

– Sera mejor que obedezcas ave-kun Tsunayoshi se enoja fácil mente si no se le obedece – teniendo como respuesta la mirada afilada de Hibari para de pronto sentir una enorme precio sobre él.

– No me hagas repetirlo Hibari – provocando que el azabache guardara sus armas ante la atenta mirada de todos quienes comenzaron a susurra entre ellos recibiendo la mirada fría de Hibari – la próxima vez no quiero que tardes en hacerme caso – dirigiendo su mirada chocolate a Mukuro el cual solo sonrió – Mukuro tú también eres en parte responsable de los actos de Hibari.

– Acepto mi culpa Tsunayoshi – teniendo una mirada de desaprobación por parte del castaño.

– Entonces ¿Por qué lo provocaste?

– Bosu ya conoce a Mukuro-sama – intervino una mujer que para todos los presentes se parecía ligeramente al sujeto de nombre Mukuro.

– Chorme no tienes por qué defenderlo.

– Si no lo hacía lo más seguro es que lo castigaría y yo no quiero eso – respondió Chrome provocando una sonrisa de parte del castaño.

– Está bien, por esta ocasión lo dejara pasar pero no habrá una segunda vez – teniendo como respuesta el asentimiento de los ilusionistas.

– ¿Eres tú Chrome? – se acercó Haru acompañada de Kyoko que la miraban sorprendidas al ver cómo había cambiado.

– Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos – para ser abrazada por sorpresa por ambas mujeres.

– Chrome-chan ¿Dónde te bahías metido? – pregunto la de cabello marón.

– Por mucho tiempo no sabíamos nada de ti, nos preocupaste – ahora hablaba Kyoko.

– Perdón por preocuparlas, pero yo estaba en Italia con Mukuro-sama…

– ¡Hahi! estabas en Italia sola con él – dirigiendo si mirada a Mukuro.

– Si, estaba con Mukuro-sama, Ken, Chikusa y también con bosu.

– ¿Con Tsuna-san?

– Si, estábamos en Italia…

– y ¿Qué hacían en Italia? – pregunto Kyoko algo sorprendida.

– Bueno…

– Kufufufu, nada solo fuimos a pasear pero Tsunayoshi se casó y empezó una viada en Italia.

– ¡¿Tsuna-san se casó?! – dirigiendo su vista al castaño el cual solo se rascaba ligeramente si mejilla.

– ¿Quién es la persona que se robó el amor de Tsuana-kun? – esta vez pregunto Kyoko.

– Oya, al parecer Tsunayoshi tiene enamoradas también aquí y yo no creía que fuera un casanova.

– Mukuro es suficiente… además porque motivo tenías que hablar de que me case en el extranjero.

– Vamos no es para que te enojes simplemente lo digo para que ninguna señorita tenga ideas locas de conquistarte ya que nadie puede llegarle a los talones de Clariss – mostrando una foto a Kyoko y Haru demostrando que lo que decía no era mentira.

– Mukuro ¿Por qué tienes una foto de Clairiss? – menciono Tsuna el cual se veía sombrío – bueno cuando regresábamos a Japón encontré esta foto y tenía planeado entregártela ya que cuando se trata de Cleriss te pones rejego.

– No es cierto – respondió Tsuna mientras le arrebataba la foto a Mukuro y la guardaba entre sus ropas.

– Tsuna-san ¿Por qué no has traído a tu esposa?

– Bueno… yo…

– Haru ese es un tema delicado para dame-Tsuna – hablo Reborn mientras se acercaba a ellos – ya que ella falleció.

– ¡hahi! Haru se disculpa si te hizo recordar cosas desagradables Tsuna-san.

– No te preocupes Haru – le respondió el castaño mientras le entregaba una sonrisa para tranquilizarla – además no sabías nada con respecto a mi difunta esposa.

– Pero Haru no sabía que Tsuna-san se había enamorado – notando como este se sonrojaba.

– Bueno pasaron un montón de cosas – respondió mientras se reía nerviosamente.

– De hecho nos debes algunas respuestas dame-Tsuna.

– Por supuesto que les daré respuestas Reborn pero antes me gustaría saludar correctamente a todos ya que no los he visto por años – respondió el castaño dejando sorprendidos a la mayoría de los estudiantes ya que le había respondido al conocido maestro Reborn quien era temido tanto por maestros como alumnos a excepción del prefecto Hibari ya que los dos eran demonios con forma humana.

– Vaya te has hecho insolente estando lejos de mi tutela – teniendo como respuesta la risa picara del castaño.

– Reborn, hace tiempo dejamos de ser alumno y tutor – sorprendiendo al hitman por lo dicho.

– ¿Qué estas insinuando?

– Nada, solo te estoy diciendo la verdad ya que tú estabas instruyendo a un joven en Japón yo estaba en Italia así que deje de ser tu alumno desde que abandone Japón – todos alrededor podían sentir la presión hecha por ellos dos quienes se mostraban firmes de no haber sido por otro profesor que interrumpió ese ambienten tan tenso.

– Disculpen mi insolencia pero quiero confirmar algo – hablo aquel hombre de cabello corto negro que llevaba una traje café oscuro mientras se acomodaba sus gafas al notar que había captado la atención de ambos hombres – ¿Es usted Sawada Tsunayoshi? – dirigiendo su mirada oscura sobre el castaño el cual solo asintió teniendo como respuesta una sonrisa prepotente – lamento informarle que este evento solo está permitido el paso a alumnos que terminaron sus estudios aquí, además no se permite la entrada a cualquiera que pueda causar problemas dentro de la institución –  ahora dirigiendo su mirada a toda la banda Kokuyo quien fue ignorado por completo por ellos mientras recibía una mirada de molestia por los demás guardianes.

– Ha pasado mucho tiempo Nezu Dohachiro-sensei – fue el saludo que dio Tsuna molestando al aludido quien no tuvo la respuesta que deseaba – sé que este evento es para los anteriores alumnos de Nami-chu pero tengo un motivo por el cual estoy aquí.

– ¿Enserio? Y ¿se puede saber su motivo Sawada?

– Por qué yo le pedí que viniera – todos voltearon a ver a la persona que había hablado viendo que se trataba nada más que Timoteo el actual director quien recibió como respuesta el saludo de todos los maestros presentes como alumnos y exalumnos – espero no molestar con mi interrupción.

– Por supuesto que no director – respondió rápidamente Nezu-sensei mientras inclinaba la cabeza en modo de respeto – solo quiero saber ¿Por qué pidió a Sawada que…? – pero callo al instante al ver como el castaño se dirigió a Timoteo para abrazarlo fuerte mente.

– Tsunayoshi como siempre tan expresivo.

– ¿Por qué no he de serlo con mi abuelo? – sorprendiendo a más de uno por lo dicho.

– ¿Eso es cierto director? – pregunto Nezu ante la atenta mirada de todos.

– Si, Tsunayoshi es mi querido nieto el cual no había visto hasta que cumplió 5 años y cuando me entere que su escuela estaba a punto de cerrar la compre sin dudarlo.

– Sí, pero en ese entonces yo me dirigía a Italia.

– No importaba, no dejaría que un recuerdo tan importante tuyo se perdiera tan fácil mente – para que ambos comenzaran a reír tranquilamente y los que conocían a la perfección la situación en la que se había encontrado la escuela solo captaron que si el castaño no hubiera estudiado en la institución en estos momentos está ya estaría cerrada.

– Disculpe devuelta mi osadía director, pero Sawada Tsunayoshi no termino sus estudios y no creo que los haya terminado.

– Si se trata solo de eso – Timoteo solo chasqueo los dedos – Ganauche entrega los papeles – viendo como un hombre de taje negro cabello algo largo ondulado se acercaba con una carpeta en mano para ser entregado a Nezu-senesi.

– ¿Qué es esto?

– Solo son los papeles de Tsunayoshi que dices que termino la Escuela Media Superior y la Educación Profesional en el extranjero con excelentes notas además con cartas de profesores quienes lo elogian por su gran desempeño – respondió Timoteo tranquilamente mientras veía como Nezu-sensei inspeccionaba los papeles – ¿Hay algún problema?

– No, todo está en perfecto orden.

– No te alegra escucharlo Tsunayoshi.

– Claro, me había puesto nervioso ya que personalmente hice mi papeleo para entregártelo.

– Bueno ya que esta todo claro podemos empecer con el evento tranquilamente, pero antes Tsunayoshi…

– Lo sé – para ponerse enfrente del director e inclinarse con una rodilla en el suelo mientras mantenía la cabeza agachada – Io, Tsunayoshi Sawada acepo assere il capo della Decima Famiglia Vongola (Yo, Sawada Tsunayoshi acepo ser el Décimo capo de la Familia Vongola).

– Me alegro de que por fin aceptes ser mi sucesor Tsunayoshi – sorprendiendo a los presentes ante lo dicho y un grupo solo festejaba la noticia.

– Y yo me disculpo el no haberlo aceptado antes… es solo que no me sentía preparado para ser su sucesor.

– Lo comprendo, en ese tiempo solo tenas 14 años pero… puedo saber ¿Porque motivo no llevas tu anillo?

– Bue… con respecto a eso… es una sorpresa.

– ¿Una sorpresa?

– Sí y como tal deseo que cumpla su palabra nono.

– Por supuesto – entregándole una sonrisa al castaño.

– Ken, Chikusa – y ambos aludidos se acercaron mientras sacaban de entre su rapa las dos cajas que llevaban en su interior los anillos sorprendiendo a la novena generación de que dos personas que no eran parte de la familia tuvieran en su posesión dichos objetos y más al ver cómo dichos objetos eran entregados al castaño que se demostraba tranquilo hasta que los tres saltaron al instante por una explosión que se produjo entre ellos haciendo que con el impacto ambas cajas salieran volando para ser atrapados por dos personas que vestían trajes negros además de que sus caras eran tapadas por media mascara.

– Jajajaja no puedo creer lo fácil que fue robar esto y el jefe decía que deberíamos tener cuidado – menciono alegremente uno de los individuos que tenía una de las cajas.

– Lo mejor será que no te relajes, recuerda que se reconoce a la décima generación como la más fuerte de todas las generaciones – le dijo su acompañante quien solo guardaba su caja tranquilamente.

– Si claro – esto lo menciono de una forma incrédula lo cual provoco le enfado de algunos para así irse rápidamente del lugar.

– ¡¡¡Esperen!!!... – grito Gokudera quien decidió seguirlos pero no pudo ya que varias personas igual mente vestidos que aquellos dos se pusieron enfrente de él impidiendo que así pudiera avanzar – malditos… ¿Quiénes son? – para solo ser ignorado por ellos y atacara a las demás personas que se encontraba alrededor siendo el primer grupo en donde se encontraba Kyoko y compañía – ¡Tengan cuidado! – grito Gokudera sorprendiéndose ya que los atacantes fueron atrapados por una enorme planta quien comenzó a comérselos.

– Buena respuesta Mukuro – elogio el castaño sacando de su asombro a los presentes quienes solo miraban aquella planta come hombres qua había aparecido.

– Kufufufu no me compares con aquellos quienes solo se quedaron mirando Tsunayoshi – recibiendo la mirada asesina de los guardianes que solo ignoro – además para mí siempre ha sido un honor serte de ayuda.

– No permitiré que estos herbívoros arruinen la paz – menciona Hibari quien había dejado ya a varios intrusos inconscientes.

– Malditos, no voy a dejar que molesten a decimo – sacando su dinamita para mandar a volar a los demás mientras que Yamamoto y Ryohei calmaba a los estudiantes y visitantes mientras los mantenían alejados de la zona de ataque.

– Dame-Tsuna ¿No piensas hacer nada?

– No – fue la corta respuesta que dio el castaño al hitman mientras observaba tranquilamente como sus amigos protegían y defendían a los inocentes.

– ¿Qué piensas hacer con lo que se llevaron? – recibiendo como respuesta una simple sonrisa que no comprendió muy bien para luego ver cómo las dos personas que se habían llevado los anillos cayeron inconscientes ante sus pies.

– Buen trabajo muchachos – dirigiendo su mirada chocolate a los siete encapuchados que se encontraban en la entrada y comenzaron a caminar en dirección al castaño – disculpen que los haya molestado con eso – para recibir un bostezo por parte de uno de ellos.

– Que débiles, ni siquiera pude calentar apropiadamente.

– No te quejes de lo débil que son Aoba, a mí me molesta más que todo ha pasado tal y como él lo dijo – menciono otro mientras señalaba al castaño denotando en su voz completa irritación además de que se trataba de una mujer.

– Vamos Adelheid, no tienes por qué enojarte – le llamo la atención otro de los encapuchados siendo el más bajo de todos quien tenía la misma estatura que el décimo Vongola, dejando ver por primera vez su rostro de finas facciones que mostraba una tranquilidad profunda en esos ojos escarlata al igual que el color de su cabello corto completamente desordenado además de que la nombrada Adelheid no volvió a decir palabra alguna mientras se cruzaba de brazos demostrando que él era el líder de ellos.

– Vamos muchachos, no es para que se molesten…

– Esto no es asunto tuyo – fue la respuesta que recibió el castaño por parte de la susodicha.

– Disculpa Tsunayoshi…

– No te preocupes Enma sé que ella solo está haciendo un berrinché…

– ¡¿Quién está haciendo un berrinché?! – hablo la aludida mientras se quitaba su capucha mostrando a una mujer muy hermosa de cabello negro largo que era sostenido por una coleta larga mientras mostraba un semblante serio.

– Adelheid… – Enma intentaba tranquilizar a su compañera que estaba dispuesta a golpear al castaño que solo sonreía – sabes que él te está provocando…

– Guarda silencio Enma – fue la respuesta que recibió de ella para disponerse a golpear al décimo Vongola de no haber sido detenida por otro de sus compañeros.

– Tranquilízate Adelheid.

– No te metas en esto Julie – forcejeaba Adelheid entre los brazos de su compañero.

– No te soltare… además en estos momentos es cuando puedo aprovechar para poder tocarte como me plazca – moviendo sus manos rápidamente del abdomen de ella hacia su pecho para después agitarlo provocando un sonrojo en ella teniendo como respuesta que aventar su puño al instante en dirección a la cara de su pervertido amigo quien esquivo el golpe mientras la soltaba al instante y su capucha se resbalaba para así dejar ver a aquel pervertido con barba que solo cubria su barbilla, de cabello castaño rojizo algo largo, con gafas grandes de armazón negra que ocultaban ligeramente sus ojos ocre tostado – Adelheid es tan inocente – menciono mientras se alejaba de ella esquivando los golpes que le aventaban – sigues siendo una niña – para pisar su capa y caer golpeándose la cabeza.

– Julie será mejor que no molestes más a Adelheid – regaño Enma quien solo se había quedado en su lugar desde que comenzó todo el alboroto de sus amigos – por cierto Tsunayoshi – extendió su mano para entregarle una de las cajas que contenían los anillos – me encontre con esto ya que lo llevaban esas dos personas – dirigiendo su mirada a los dos sujetos inmóviles en el suelo – y supuse que te pertenecen.

– Gracias Enma, ellos me lo acababan de robar – para dirigir su mirada a los demás amigos del pelirrojo –  muchas gracias a ustedes también Susuki Adelheid, Koyo Aoba, Rauji Ooyama, P. Shitt, Mizuno Kaoru y Julie Katou – recibiendo como respuesta de los aludidos una reverencia, que demostraba respeto.

Noi vi diamo i nostri servizi e la nostra lealtà siamo fedeli al decimo Vongola (Nosotros te damos nuestros servicios y nuestra lealtad ya que somos fieles del décimo Vongola) – respondieron al unísono en voz alta lo cual fue escuchado por todos los presentes del lugar.

– Dame-Tsuna ¿Quiénes son ellos, para decir que son tus aliados? – Reborn se acercaba al castaño observando el alrededor de que ningún enemigo quedara en pie al igual que los guardianes.

– Ellos son mis amigos la Familia Shimon.

– ¿La familia Shimon? – se preguntaba el ex-arcobaleno ya que esa familia no la conocía pero su atención se dirigió a un hombre alto, de cabello rubio dorado algo largo que entro estrepitosamente al lugar observando a todos con su mirada cobriza topándose con la mirada chocolate que pertenecía a la persona que había puesto a toda Vongola patas arriba por su desaparición de ya hace 5 años, sus ojos se inundaron enseguida mientras un sonrojo aparecía en sus mejillas para así salir corriendo en su dirección tropezarse con sus mismos pies a solo unos metros, rodando en dirección al castaño llevándose de paso al pelirrojo que se encontraba cerca a excepción de Reborn que los esquivo.

– ¡Décimo! – se acercó corriendo Gokudera para ayudar al castaño.

– ¡Enma! – Adelheid también se acercó para ayudar al pelirrojo viendo lo mismo que veía la tormenta.

Los tres se encontraban en el suelo sonrojados, en poses comprometedoras perfectas para la fantasía de cualquier pervertido ya que su ropa se encontraba desarreglada además de que su respiración se encontraba algo agitada, dejando impactados a los presentes que grabaron esa imagen de los tres en sus recuerdos mientras unos se sonrojaban al instante, otros se tapaba su nariz y otros sacaron sus celulares y tomaron fotos a diestra y siniestra.

– ¡Bastardos, dejen de tomar fotos! – el grito de Gokudera fue el que saco de la sorpresa a todos los guardianes al ver esta escena, para así apresurarse a ayudar a sus jefes, mientras una aura oscura aparecía en tres azabaches quienes eran Reborn, Hibari y Adelheid.

– Sera mejor que borren esas fotos – hablo el hitman con voz amenazadora a los que tenían sus celulares a la mano.

– Me are cargo de juntarlos para que no se escape ninguno – fue la respuesta de la única mujer que se encontraba con ellos.

– Me asegurare de que las borren por las buenas o las malas – mientras sacaba sus tonfas, al principio tanto alumno, invitados y maestros de resistieron a borrar las fotos de no haber sido por la destrucción de varios aparatos y una que otra persona golpeada ya fuera por alguno de los tres.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Después de aquel incidente Tsuna y Enma miraban a aquel rubio que se encontraba en el suelo inconsciente por los golpes que recibió por parte de los tres demonios azabaches.

– ¿No, creen que se pasaron? – pregunto Tsuna que miraba preocupado al inconsciente rubio.

– Se lo tiene merecido, al ponerlos en una situación nada favorable – menciono Adelheid quien se mostraba seria.

– Disculpa Tsunayoshi… pero ¿Quién es? – pregunto Enma.

– ¿Él?, bueno él es Cavallone Dino…

– Y soy su hermano – interrumpió el rubio que ya se había recuperado al escuchar su nombre y abrazaba al castaño con mucho cariño.

– ¿Hermano? – menciono el pelirrojo al escuchar lo dicho por a que sujeto – es imposible de que seas su hermano, no te pareces en nada a Tsuna además de que tú no eres un Vongola.

– Enma déjame aclara esto, él no es mi hermano de sangre… como decirlo Dino-san lo conocí cuando tenía 14 y él se auto proclamo mi hermano.

– Mmmm… – fue la respuesta que dio mirando detenidamente al rubio quien se sintió incomodo ante la mirada rojiza de Enma – simplemente es una persona que no aceptaste como un hermano ya que ese título se lo puso él mismo – este comentario deprimió a Dino al notar que las palabras frías dichas por el jefe de los Shimon, ya que tenían un buen punto y era que él siempre le decía a Tsuna hermano más el castaño nunca lo había llamado de igual manera.

– No tienes que decirlo de esa manera tan cortante.

– Lo siento, es que me molesta que todos creen que te conocen…

– Eso no Importa, además es mejor que lo sigan creyendo.

– Tienes razón – para así los dos sonreír tranquilamente ya que todo el alboroto anterior causado por ese ataque sorpresa se había calmado totalmente después de aquella escena.

– Es verdad – hablo Tsuna para tomar del brazo a Enama y llevarlo hasta el noveno quien no se había movido se su lugar desde que todo ese desastre comenzó – bueno… abuelo te quiero pedir algo.

– Te escucho Tsunayoshi – menciono el anciano no muy convencido, ya que noto que aquel niño que él conocía no era el mismo que tenía enfrente y no por su intuición sino por la actitud que había tomado desde que el ataque comenzó siendo que el castaño no movió ni un solo musculo para defender a los inocentes que se habían implicado en esto por accidente, además de que ni se inmuto al ver que los anillo habían sido robados de sus manos.

– Solo que ya que acepte ser su sucesor no deseo iniciar “desde arriba”.

– ¿Qué quieres decir?

– Que quiero ser maestro en Namu-chu y que Enma también lo sea – abrazando el brazo del mencionando mientras este se sonrojaba ante el acto del castaño y sorprendió a los presentes.

– Espera un momento – Adelheid se acercó rápidamente al castaño – ¿Quién dijo que Enma se convertiría en profesor?

– ¿He?

– Nada de ¿He?, si nosotros decidimos seguirte fue por nuestro erro al casi matarte y lo estamos arreglando con nuestra ayuda pero…

– Pero nada Adelheid – le interrumpió el castaño – yo no los culpo por ese incidente – notando que todos ellos agachaban la cabeza – además ya han pasado 3 años además los quiero cerca, no como la familia Shimo un gran aliado para mí, sino como mis amigos.

– Ya escuchaste a Tsunayoshi y estoy de acuerdo con él ya que quiero estar a su lado – hablaba Enma con un ligero sonrojo en su cara – así que estoy de acuerdo en ser un profesor – para ser abrazado al instante por Tsuna quien se mostraba feliz por lo dicho.

– ¿No tiene ningún problema nono? – dirigiendo su mirada chocolate a Tiemoteo quien solo sonrió.

– Por supuesto que no, pero ¿Qué piensas hacer con los anillos? – observando la caja que llevaba en mano.

– Nada importante, solo se los daré a las personas que creo son merecedoras de ellos y mi confianza.

– Por cierto Tsunayoshi – hablo Enma quien se veía algo incómodo – con respecto a los anillos me tome la libertad de unirlos, a pesar de que no nos pertenecen y…

– No te preocupes, yo puedo confiar ciegamente en ustedes – estas palabras tranquilizaron al pelirrojo el cual sonrío – muy bien comenzare de una vez – separándose de Enma y ver a todos los presentes – Sasagawa Ryohei – el aludido al escuchar su nombre se acercó al castaño tranquilamente y en silencio cosa que sorprendió a quienes los conocían – te daré el título del sol ya que tú te desharás de cualquier infortunio con tus puños y con solo tu presencia iluminaras cualquier momentos oscuros ya que este astro es el más cercano al cielo – entregándole el anillo del sol el cual fue recibido por el alvino y se lo colocaba al instante a un lado del castaño – Hibari Kyoya – todos al escuchar aquel nombre se sorprendieron esperando que apareciera enfrente de ellos cosa que no paso a lo cual Tsuna solo sonrió y aventó un pequeño objeto el cual fue atrapado por el aludido – tienes el título de la nube ya que eres fuerte e independiente, cualquiera diría solitario ya que no necesitas a nadie a tu alrededor, por es motivo tú tienes un punto de vista diferente a cualquiera y es seguro de que defenderás las cosas más importantes para ti – teniendo como respuesta el silencio del azabache mientras metía el anillo en uno de sus bolcillos – Rokudo Mukuro, Dokuro Chrome.

– Aquí estamos Tsunayoshi – todos vieron como esas dos personas que se parecían ligeramente se encontraban ante el castaño cosa que los intrigo ya que estaban seguros de que no había nadie ahí.

– Ustedes son únicos ya que nadie sabe con certeza lo que existe o no a su alrededor confundiendolos a muchos, por ese motivo les doy el título de la neblina porque sé que les será imposible atraparlos ya que no mostraran a nadie su verdadera forma – entregándoles el anillo de la niebla.

– No dejaremos que cualquiera pueda tocar alguno de tus cabellos, eso implica que tengamos que engañarlos como la misma neblina – termino de hablar Mukuro para así tomar la mano de Tsuna y besar su dorsal tiernamente mientras que Chrome le daba un beso en la mejilla al mismo instante que desaparecían ante la atenta mirada de todos.

– Decimo, no deje que el cabeza de piña y esa mujer se les acerquen – hablaba molesto Gokudera que se acercaba al su querido jefe para detenerse enfrente de él.

– Gokudera Hayato por tu forma de ser, atacaras a cualquiera que consideres una amenaza sin siquiera darles un simple descanso para respirar y no estarás conforme hasta que hayas desintegrado por completo la amenaza, por eso te entrego el título de la tormenta.

– No se arrepentirá – respondió Gokudera emocionado mientras tomaba el anillo que le era entregabo el castaño para colocárselo junto a los demás anillos que llevaba puestos.

– Jajajajaja, te emocionas demasiado.

– Cállate friki de Base ball – Gokudera arrebato contra Yamamoto que se acercó tranquilamente para solo recibir una sonrisa tranquila.

– Yamamoto Takeshi tan tranquilo como siempre sin contar que estás dispuesto a apaciguar y llevarte todo si es necesario, limpiando por completo cualquier desastre por eso eres digno del título de la lluvia.

– Jajaja gracias Tsuna – aceptando el anillo que su amigo le ofreció.

– Lambo Bovino.

– Yare, Yare no te lo dije mamma que Tsuna-nii no puede vivir lejos de Lambo – una voz infantil se escuchó en el lugar y los presentes solo miraban a su alrededor solo algunos habían dirigido su mirada hacia la entrada del gimnasio topándose con un niño de cabello ondulado negro que hacia juego a esos enormes ojos verdes muy expresivos el cual llevaba puesto el uniforme de la escuela y era acompañado por una mujer castaña que traía de la mano a dos pequeños azabaches.

– No sabía que Tsu-kun tuviera complejo de hermano – mencionó aquella mujer para ver como Chrome se acercaba.

– Por favor pasen, no se quede afuera.

Mamma voy con Tsuna, Chrome cuídalos – para así salir corriendo en dirección al castaño sin antes saludar con la mano a I-pin que lo miraba sorprendida, mientras la ilusionista guiaba a los recién llegados.

Una vez estuvo el Bovino cerca  del castaño este se arrodillo para estar a la altura del pequeño y colocar su mano sobre esos cabellos oscuros y conectaban sus miradas – desde hace tiempo has querido proteger a los demás Lambo, no importa de quién se trate tú anulas por completo los intentos de quien quiera hacer algún daño recibiendo directamente cualquier golpe que pueda dañar a tus seres más queridos por eso tú tienes el título del rayo – para así entregar el ultimo anillo y levántese mientras sostener la mano de Lambo voi che li danno gli anelli sono ora i miei guardiani e il loro unico compito è quello di sostenere il decimo capo della famiglia Vongola e prima di questi testimoni faccio parte della mia famiglia e gli amici (a ustedes que les entregue los anillos, son ahora mis guardianes y su único trabajo es apoyar al décimo jefe de la familia Vongola y ante estos testigos los hago parte de mi familia y amigos) – al terminar de decir esto solo algunos alumnos aplaudieron ante lo dicho por el castaño, mientras que los demás no comprendían lo que había dicho.

– Bueno, ya tendremos la ceremonia de herencia para Tsunayoshi – hablo Timoteo quien se mostraba serio cosa que llamo la atención de algunos – mientras tanto por que no salimos del gimnasio a disfrutar de los cerezos que están en flor, ya todos los preparativos ya están listos – comenzando a caminar en dirección a la salida.

– Tienes razón abuelo, hoy hace un espléndido día y que mejor que disfrutarlo con todos – tomando la mano de Enma quien se sonrojo al instante para ser guiado hacia aquella mujer castaña – Vamos okāsan que mejor que pasar el día con tigo, además tenemos mucho de qué hablar – comenzando a caminar rumbo a la salir del lugar acompañado de sus guardianes que no se separaban de ellos junto con las muchachas que hablaban entre ellas y les daban miradas furtivas a los dos pequeños azabaches que no soltaban el regazo de Nana, la alegría de ellos contagio poco a poco a los demás invitados que comenzaron a salir viendo que en el exterior se encontraban mesas repletas de bocadillos.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Todos disfrutaban tranquilamente del día a excepción del Noveno que llevaba rato mirando a cierto castaño desde la entrada del gimnasio y de Hibari quien también lo veía desde la distancia.

– Nono – el mayor desvió su mirada a Reborn que se acercaba tranquilamente a él – ¿sucede algo?

– Tan perspicaz como siempre – haciendo una leve pausa para volver a dirigir su mirada a su querido nieto – me preocupa Tsunayoshi… no me percaté; mejor dicho no me quise dar cuenta de que él ya no es ese niño que yo quería que fuera mi sucesor…

– Nono… ¿Acaso se está arrepintiendo de que Tsuna tome el liderazgo de la familia?

– Jajajaja, no… solo dije que él ya no es ese niño que conocí de hecho el creció formidablemente y tiene una familia, pero…

– …

– Reborn – Timoteo cambio su mirada a una seria – quiero que descubras que fue lo que paso para que Tsunayoshi desapareciera y el motivo por el cual él cambio.

– Como dese nono – esa fue su corta respuesta para así retirarse dejando al anciano y comenzar a realizar aquella tarea que se la acababa de asignar.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Hibari se encontraba oculto debajo de uno de los tantos cerezos, asegurándose de estar lo más lejos de todos sin que nadie lo viese, procurando no perder de vista a aquel castaño que sonreía tranquilamente alrededor de aquellos seres que no eran sino más que débiles herbívoros los cuales no valían la pena tomar en cuenta, a excepción de es pelirrojo que desde su aparición no se habían separado y lo que más le molestaba era que se sonrojara cuando Tsuna acortaba la poca distancia entre ellos.

– Kyoya – escucho una voz que reconoció al instante a lo cual no respondió nada ni se dignó siquiera a desviar la mirada – vamos Kyoya ya no estés enojado – estas palabras no necesitan respuesta alguna a lo que prosiguió por ignorarle por completo hasta que sintió como lo abrasaban.

– Suéltame…

– Vamos Kyoya sabes que quiero… – recibiendo un golpe que provoco que soltara al azabache.

– Te dije que me soltaras Cavallone – mientras volvía a guardar su tonfa – sabes que no me gusta repetir las cosas, tú no me interesas – teniendo como respuesta la cara de dolor del rubio.

– Pero aun así te amo…

– ¿Y? ya te había dicho que no me importaba desde que te me declaraste y esa respuesta se las di a los demás antes que a ti – respondió Hibari mientras le entregaba una mirada fría – solo una de esas personas se fue antes de que me aburriera por completo de su ser, por lo que no me importo ya que tú llegaste a ocupar su lugar – tomándolo de la ropa para acortar su distancia – pero… pasaba el tiempo y mi mente se llenó de todos los recuerdos que tenia de esa relación, su mirada, su sonrisa, sus gemidos mientras decía mi nombre… por lo que decidí olvidarlos – guardo silencio unos segundos y soltar a Dino.

– Pero no lo lograste…

– … Ni siquiera cuando te tuve de amante logre olvidarle y eso me irritaba demasiado, cuando le volví a ver creí que lo golpearía al instante, cosa que no sucedió al contrario me le quede viendo, observando los cambios que había tenido notando que era lo más hermoso que había visto provocando que todos los recuerdos que tenían se desencadenaran en mi mente – conforme fue hablando su semblante se fue suavizando a tal grado que Dino se sorprendió ya que nunca había hecho esa cara que era muy parcia da a la que le dedicaba a sus mascotas pero esta mostraba más cariño.

– Entonces ¿Lo amas? – no recibió respuesta a lo cual sonrío para tomar entre sus manos el rostro del azabache y plantar un beso lleno de ternura que duro escasos segundos en aquellos labios pálidos – puedo decir que le amas ya que esa expresión que me mostraste nunca la habías hecho recibiendo una mirada molesta de parte de Hibari lo cual provoco una pequeña risa por parte del rubio – no te enfades, sé que no quieres admitir que alguien se robó tu corazón… lo único que me molesta es el no haber sido yo quien provoque esa expresión – mientras acariciaba una de las mejillas de la nube.

– Yo no estoy enamorado.

– Si lo estas y no lo niegues.

– Y ¿Puedo saber cómo es que estas tan seguro?

– Por todo lo que me has dicho.

– … No lo estoy.

– Bueno no importa, de todos modos no pienso dejarte ir así de fácil Kyoya.

– …

– Me asegurare de que olvides a esa persona y solo tengas tus ojos puestos en mi – acorralándolo entre sus brazos y el cerezo dispuesto a besarlo de nueva cuenta donde sus labios apenas se rozaron cuando un grito provoco que se separaran y dirigieran su mirada al lugar donde provino aquel grito topándose que Haru y Kyoko rodeaban a Tsuna mientras lo abrazan muy cariñosamente y este les besaba en los labios descarada mente provocando la molestia de Hibari.

– “¿Qué fue lo que me perdí? ¿Por qué se le acercan?

– Al parecer se están divirtiendo – estas palabras lo sacaron de sus pensamientos a Hibari quien se mostraba molesto – no tienes que molestarte, sé que no te gusta las multitudes y más cuando hacen demasiado ruido.

– No estoy molesto por eso.

– ¿Cómo? eso es raro.

– …

– ¿Puedo saber el motivo de tu mal humor?

– No es asunto tuyo – para así retirarse del lugar dejando a un curioso rubio.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Todos se encontraban en el patio disfrutando el aire y el espectáculo que daban los cerezos a excepción de un castaño que parecía disfrutar del día, pero su atención estaba en dos personas que lo miraban a lo lejos la primera era el noveno que permanecía cerca del gimnasio sin quitar su vista de él mostrando un semblante serio a tal grado que hizo que Reborn se acercara a ver qué era lo que pasaba y platicaran un rato, cosa que la causo gracia al ver como su ex-tutor se mostró sorprendido para luego retirarse haciendo suponer a Tsuna que le habían asignado una misión la cual luego se encargaría de descubrir de que trataba para luego dirigir su atención a la otra persona que se mantenía lejos y oculto sin hacer ni un solo movimiento cualquier diría que se trataba de un animal asechando su presa solo que este apretaba sus manos o su mandíbula, en algunos otros casos hacía gestos de descontento cuando alguien se le acercaba y más cuando se trataba de su joven amigo pelirrojo cosa que le causo gracia haciendo que sonriera mientras los demás disfrutaban de todo sin notar el verdadero motivo por el cual el castaño sonreía.

– ¿Qué es lo que ves Tsuna-san? – pregunto Haru que hizo que la mirada chocolate del castaño se posara en ella.

– Los cerezos de haya – respondió Tsuna mientras señalaba uno árboles a lo lejos – pero dejando eso de lado – menciono quitándole importancia a aquellos árboles – ¿En qué te puedo ayudar?

– Hahi, ¿Cómo lo supiste? – teniendo como respuesta una sonrisa – Tsuna-san acaso ¿Sabes leer mentes? desu – provocando que el mencionado solo riera suavemente confundiendo a Haru por su acción.

– Lo siento, no era mi intención confundirte… es solo que me recordaste algo.

– Pero yo no he dicho nada…

– No importa, ¿Qué es en lo que quieres que te ayude?

– Bueno, Kyoko-chan y yo tenemos una duda.

– Y puedo saber ¿Cuál es esa duda?

– Espera un momento – menciono Haru para hacerle una seña a Kyoko quien se acercó al instante.

– ¿Qué pasa Haru-chan?

– Solo que Tsuna-san nos va a responder nuestras dudas – para que ambas dirigieran su mirada al castaño que devuelta estaba perdido en los cerezos – ¿Tsuna-san?

– No se preocupen las estoy escuchando – respondió el castaño sin desviar la mirada ya que él veía como era Hibari abrasado por Dino para después ser golpeado por su atrevimiento.

– Tsuna-kun, ¿Estas bien? – teniendo la mirada chocolate en su persona.

– Si, me encuentro bien Kyoko-chan, Haru… y ¿Acaso no me van a decir en que puedo ayudarlas?

– Bueno Tsuna-kun… lo que pasa es… esto…

– Lo que Kyoko quiere de sir es… bueno… esos niños…

– ¿Niños? – mirando a su alrededor notando a los dos pequeños que no se despegaban de Nana y Chrome – Ho, ¿Esos  niños? – teniendo como respuesta un asentimiento por parte de las mujeres que le miraban detenidamente – bueno ellos son mis hijos y de la persona que amo… – mostrando un semblante melancólico haciendo creer a ambas mujeres de que se trataba de su difunta esposa, pero la realidad era otra ya que cuando discretamente desvió su mirada hacia donde se encontraba su guardián de la nube vio como Hibari demostraba una expresión llena de cariño enfrente de Dino quien estaba demasiado cerca para su gusto – solo espero poder encontrar a alguien que pueda cuidar de mis hijos.

– Hahi Tsunas-san, no debería estar triste.

– Lo siento chicas no quería preocuparlas… es solo que no puedo enamorarme de nadie.

– ¿Qué quieres decir Tsuna-kun? – pregunto Kyoko al no entender lo que decía el castaño recibiendo una sonrisa que demostraba frustración a lo que pronunciaría.

– Que solo puedo amar a una sola persona, no importa que haga yo no puedo amar a nadie más, por eso en estos momentos me hubiera gustado que una de ustedes fuera mi esposa – soltando un suspiro a lo cual ambas mujeres se colocaron a su lado para reconfortarle de su depresión.

– Bosu no debería de estar coqueteando tan descaradamente – provocando una carcajada por parte del castaño – y yo que creía que solo amaba a una personas.

– Me has descubierto Chrome.

– Hahi, entonces ¿Tsuna-san no está deprimido?

– No, Bosu dijo que olvidaría toda su tristeza.

– Chrome sabes que me estas echando de cabeza… y yo que quiero hacer una nueva vida con una hermosa mujer como esposa – dirigiendo su mirada a sus amigas.

– Tsuna-san ¿Tú crees que nosotros somos lindas? – pregunto Haru mientras que Kyoko le miraba atentamente.

– No, lindas es quedarse corto – Tsuna respondió rápidamente la pregunta que le habían hecho, provocando el sonrojo de ambas chicas – por eso me hubiera gustado haberme enamorado de una de ustedes y haber tenido una linda familia… – teniendo como respuesta el abrazo de ambas mujeres que le sonreían tiernamente.

– Tsuna-kun nosotras te queremos.

– Y no importa lo que pase, siempre estaremos a tu lado desu.

– ¿Qué aria sin ustedes?

– Si se trata de Bosu… llorarías y te lamentarías por no tenerlas cerca, ese fue uno de los tantos motivos por el cual se encontraba deprimido.

– Jajajaja Chrome es bueno de que ya te expreses más… pero solo con migo hablas de esa manera.

– Usted fue el que me ayudo además de que le tengo una gran confianza – acercándose a los tres para unirse a su abrazo colectivo – por eso hare que la persona que lo haga triste se arrepienta.

– Gracias Chrome, sé que puedo confiar en ustedes chicas ya que son unas grandes amigas – dirigiendo su mirada donde se encontraba Hibari quien se veía molesto para luego retirase dejando solo a Dino.

– Como ve mis Ilusiones mejoraron tanto que puedo engañar a una persona determinada – recibiendo una sonrisa como respuesta.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

El cielo se comenzaba a cambiar sus colores dando paso al atardecer, ya la mayoría de los estudiantes e invitados no se encontraban en las instalaciones, solo algunos pocos se encontraban en la entrada hablando tranquilamente hasta que se escuchó maldecir a alguien.

– Maldición ¿Por qué motivo décimo no se encuentra aquí?

– Mamama Gokudera, Tsuna tenía que ir al despacho del director.

– Eso lo se idiota, el motivo por el cual estoy molesto es ¿Por qué no me pidió que lo acompañar?

– Vamos de seguro quiere estar solo un momento, ya que todo el día estuvo rodeado de personas.

– Décimo es tan bueno para tolerar a demasiada gentuza – esta palabras descolocaron de sobremanera a todos los presentes.

– Gokudera… creo que te estás pasando con expresarte de esa manara – Yamamoto tratada de quitar esa pequeña tención que se encontraba en el lugar por lo dicho por la tormenta.

– ¿Qué significa eso?

– Moschida-senpai… Gokudera no…

– Es tal y como lo escuchaste atleta de cuarta – respondió Gokudera al instante mientras hacía a un lado a Yamamoto para quedar cara a cara con Mochida.

– ¿Qué quieres decir con que soy un atleta de cuarta?

– Vaya no sabía que además eras idiota – provocando que Mochida se irritara más – te lo explicare para que lo entiendas, décimo te puede ganar en una competición de lo que sea.

– Dame-Tsuna no puede caminar sin tropezarse con sus propios pies.

– Pero que estupideces dices, si mal no recuerdo él ya te derroto.

– No me hagas reír, eso solo fue suerte además yo lo puedo vencer en cualquier cosa.

– ¡Ho! Eso me parece interesante – hablo Reborn que desde hace rato solo escuchaba la pelea captando la atención por lo dicho – te perece que se hagamos una competición al estilo Vongola para arreglar las diferencias entre ustedes.

– Me parece una espléndida idea Reborn-san – menciono Gokudera alegremente ante lo propuesto por el hitman.

– No me interesa competir con un perdedor – fue la respuesta que dio Mochida para quitarle interés al asunto.

– Maldito, no me digas que le tienes miedo de que décimo te gane.

– No, es solo que no quiero dejarlo en ridículo – respondió con una sonrisa en su rostro.

– Décimo no quedara en  ridículo como tú en preparatoria.

– Muy bien acepto el desafío – fue la respuesta que dio el azabache ya más molesto por que le recordaban aquel encuentro que perdió y fue la burla de la escuela por lo que le faltaba ya que estaba en su último año de preparatoria.

– Muy bien, entonces dentro de tres días a las 5:00 pm enfrente del templo de Namimori ahí se realizara el enfrentamiento – fue la citación del en encuentro que dio Reborn para que los presentes estuvieran al tanto.

– Muy bien nos veremos dentro de tres días – respondió Mochida comenzando a caminar para así alejarse de todos ellos, deteniéndose enfrente del grupo de las mujeres – Kyoko no pude decirte lo que deseaba hoy, pero ten por seguro que lo diré después de mi encuentro – recibiendo un asentimiento por parte de la mencionada.

– Kyoko, porque no vamos a casa de Bosu para ver como animarlo es día – intervino la ilusionista recibiendo una mirada de molestia por parte de Mochida la cual fue ignorada olímpicamente por ella – te aseguro de que él se pondrá muy feliz.

– Tienes razón Chrome, Tsunas-san necesitara animadoras para ese día desu – hablo emocionada Haru.

– Ellas tienen razón Kyoko, hace mucho que no veíamos a Sawada y que mejor que darle ánimos – esta vez era Kurokawa quien la animaba.

– ¿Qué les parece si vemos todo eso en casa muchachas? – se acercó Nana muy feliz al escuchar que animarían a su hijo recibiendo un asentimiento por parte de todas las mujeres y así todas retirarse tranquilamente junto con los niños.

– Bueno solo falta que llegue dame-Tsuna.

– Kufufufu, lo mejor será que nos vallamos ya que Tsunayoshi se va a tardar al parecer está hablando con su abuelo para ver lo de ser un profesor.

– Si sabía que se tardaría ¿Por qué no nos avisó antes? – Hablo molesto Reborn.

– Me lo dijo cuándo nos dirigíamos a la salida y me pidió que les avisara.

– Maldita cabeza de piña, ¿Por qué apenas nos lo dices?

– Porque desde que salimos ustedes comenzaron un escándalo y no pude decir nada… – mientras aparecía una sonrisa en el rostro del ilusionista – Tsunayoshi tenía razón ninguno cambio en estos cinco años – para comenzar a desaparecer – bueno yo ya les avise así que no tengo nada más que hacer nos vemos – desapareciendo completamente del lugar dejando solos a los demás.

– Tsk, si esta con nono entonces lo mejor es esperarlo en casa, ya después hablare con él por hacernos esperar – respondió el hitman para dirigir su mirada a los demás guardianes y ver si lo acompañarían.

– Yo me quedo, como la mano derecha de Decimo es mi deber estar a su lado.

– Mi viejo me dijo que cenáramos juntos hoy así que no puedo ir a casa de Tsuna.

– Yo si voy, hace mucho que no veo a Kyoko.

– Entonces solo seremos nosotros dos – dirigiendo su mirada oscura al albino para comenzar a caminar dejando atrás a los guardianes de la lluvia y la tormenta.

– Jajajaja se fueron – fue la corta respuesta que dio Yamamoto.

– Si serás idiota, claro que se fueron.

– ¿Y si me acompañas con mi viejo a cenar?

– No digas estupideces, yo voy a esperar a décimo.

– Ma ma, Gokudera no te enojes yo solo lo sugería ya que puede tardar mucho.

– ¿Y?

– Puede que nono lleve a Tsuna a su caja, recuerda que lo quiere mucho y no dejara que el parta solo en la noche – Yamamoto hizo una pausa para ver la reacción de su acompáñate que comenzaba a dudar si era correcto esperar a lo cual prosiguió – además podrás quedarte en mi casa ya que al parecer tu departamento estará a tu disposición mañana en la mañana y no queras preocupar a Tsuna.

– Esta bien, pero te aviso que si haces algo sin mi autorización te arrepentirás.

– Bien, lo prometo – para después besarlo en los labios provocando un sonrojo en Gokudera – será mejor que partamos, tengo que comprar algunos ingredientes para la cena – y así tomo del brazo a la tormenta para guiarla al súper mercado.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Tsuna caminaba por los pasillos de la escuela apresurado ya que se le había hecho tarde, en verdad que hablar sobre su futuro trabajo fue agotador mas no decir molesto ya que se aseguró de que Enma no tuviera problemas al entrar como tutor dentro de la institución sin contar que él cumpliría con reglas estrictas y quien se encargaría de vigilarlo sería Nezu Dohachiro-sensei lo cual de solo recordarlo provocaba que suspirara con pesadez ante su mala suerte ya que sabía que desde aquel incidente él lo odiaba, para ir bajando el ritmo poco a poco hasta que detuvo en el camino observando cómo había cambiado su escuela adentrándose al aula continua que para su sorpresa era la 4-D que correspondía a su viejo salón donde antes paso su tiempo con sus amigos, pasando entre los pupitres recordando viejas memorias de cuando era molestado por los brabucones para luego ser protegido por sus amigos lo cual le provoco una sonrisa al recordar aquellos eventos mientras colocaba su mano en su viejo lugar y desviaba la mirada hacia la ventana observando el atardecer tranquilamente.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

Hibari caminaba por los pasillos molesto ya que anterior mente se había dirigido al despacho del directo con la esperanza de poder ver a Tsuna pero grata fue su sorpresa al saber que él ya no se encontraba porque ya había terminado sus asuntos en ese lugar y por lo que en estos momentos él se encontraba haciendo su guardia para asegurarse de que ningún estudiante estuviera de vago destruyendo las instalaciones y como era su costumbre siempre al final dejaba aquella aula que perteneció a ese castaño que desde su desaparición ocupo la mayoría de sus pensamientos. Caminaba silenciosamente topándose con que la puerta se encontraba abierta por lo cual sonrío ya que podría golpear a aquella persona que osaba estar dentro de la escuela sin autorización y así él poder sacar un poco de su frustración, se asomó con mucho cuidado para que la persona que estuviera adentro no se diera cuenta de su presencia y buscara una ruta de escape, pero se sorprendió al ver de qué se trataba de Tsunayoshi que tenía perdida la mirada en el atardecer mientras las lágrimas brotaban y recorrían su mejillas, cualquiera que se encontrara en el lugar quedaría prendado ante aquella escena como lo estaba Hibari pero sentía dolor al ver como esos ojos se inundaban haciéndose la pregunta de ¿A quién iban dirigidas esa lagrimas? y sin pensarlo dos beses entro al salón colocándose un par de metros lejos del castaño.

– Sawada Tsunayoshi… – su voz fue suave pero noto como el nombrado dio un leve brinco en su lugar para después enjugarse las lágrimas y  dirigir su mirada chocolate a su persona sorprendiéndose porque esos ojos no mostraban rasgos de haber llorado y si no estuviera completamente seguro de eso él hubiera caído en la conclusión de estar viendo cosas.

– Hibari-san ¿Qué hace aquí?

– Esa pregunta te la debería de hacer yo.

– Yo… solo veía el salón que me corresponde como maestro ya que la escuela cambio bastante y no quiero llegar tarde en mi primer día – para después buscar entre su ropa y sacar un pedazo de papel – de seguro está haciendo sus rondas – entregándole aquel papel.

– ¿Y esto?

– Es un permiso por parte del director que me permite estar aquí después del horario escolar.

– ¿Cómo sabes que necesitabas una autorización para eso?

– Bueno… realmente no sabía.

– ¿Entonces?

– Le mencione a nono que recorrería las instalaciones y el me entrego ese papel, me dijo que lo necesitaría si te encontraba al principio no entendí pero después de leerlo lo comprendí.

– …

– Buena ya se está haciendo tarde y mis hijos me están esperando – dijo Tsuna para dirigirse a la puerta pero fue detenido por Hibari que le tomo del brazo.

– ¿Por qué llorabas? – esa pregunta lo tomo por sorpresa dejando mudo al castaño – respóndeme.

– No sé a qué se refiere Hibari-san.

– Lo diré de nuevo ¿Por qué llorabas Sawada Tsunayoshi?

– Pero yo no he llorado.

– No mientas – para guiarlo al castaño y tomarlo por los brazos así sus miradas se encontraron, Tsuna no sabía qué hacer ante la mirada penetrante de Hibari que le hacía recordar ese amor no correspondido a lo cual desvió su mirada.

– Yo… Bueno… solo porque estaba triste.

– ¿Y por qué motivo estas triste?

– Solo recordé… – hizo una pausa para morderse el labio inferior mientras unas lágrimas amenazaban por salir ya que se preguntaba el cómo decirle que sus lágrimas eran por él ya que en ese momento recordó aquella sonrisa que le entrego a Dino y no a él quien se encontraba perdidamente enamorado, solo no podía decirlo aunque quisiera ya que era entrometerse en un amor que si era correspondido así que opto por mentir – sobre la perdida de mi esposa y la vida feliz que tuve con ella y mis hijos la cual ya no tendré.

Esas palabras molestaron a Hibari ya que la persona que había provocado esas lagrimas era esa mujer que se encontraba enterrada en Italia quien le dio una familia y momentos felices, mientras que él solo le dio momentos amargos, por lo que solo abrazo al castaño.

– No te preocupes, aquí encontraras esa felicidad – para separase un poco y tomar del mentón del castaño y poder ver su cara mientras secaba esa lagrimas que no habían salido aun – recuerda que eres una gran persona y tienes que ser feliz – notando como las mejillas de Tsuna se empezaban a teñir poco a poco haciéndole recordad cuando se sonrojaba estuvieron en preparatoria por tan sólo cuando su mirada se posaba en el castaño esto provoco que su cuerpo se moviera por si solo y acercara más a Tsuna para después besarlo, sintiendo la suavidad de aquellos labios que desde años no había probado para después morder delicadamente uno de ellos para así poder profundizar más ese beso sintiendo aquel sabor que años atrás creyó nunca extrañar, separase momentánea mente para colocar sus labios en la comisuras de su acompáñate para que poco a poco pasar al cuello del castaño mientras desarreglaba su ropa y así hubiera continuado de no abre sentido que lo empujaban causando que regresara a la realidad y viera al castaño que respiraba agitadamente, con un sonrojo en sus mejillas mientras que las lagrimas comenzaron a salir de sus orbes chocolates, en un principio no comprendió bien todo hasta que miro la ropa desarreglada de su acompañante y que traía unas ligeras marcas en su cuello que estaba seguro desaparecerían en unos minutos – Yo… – pero no pudo terminar su frase ya que recibió una fuerte  bofetada para después sentir como la persona que tenía entre sus brazos salía corriendo dejándolo solo y culpable ante lo que había hecho.

 

s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68; s68;

 

En los pasillo corría Tsuna mientras las lágrimas brotaban por su rostro, su mente estaba confundida nos sabía qué hacer y lo primero que hizo al salir de las instalaciones fue esconderse cerca del gimnasio debajo de uno de los cerezos, por primera vez en mucho tiempo no sabía que hacer ya que amaba a Hibari por eso fue feliz cuando fue abrasado y consolado para después sentir aquellos labios que años atrás añoraba y aun lo seguía haciendo para luego sentir arrepentimiento ya que Hibari amaba a Dino, este recuerdo le había caído como un balde de agua fría provocando que recordara cuando se enteró que sería padre y decidió alejarse de todos, paso el tiempo a lo cual se calmó para así limpiarse el residuo de sus lágrimas y decidir que continuaría fingiendo que nada pasaba como la había hecho desde que volvió a ver a todos en Italia y guardar sus sentimientos no correspondido además de que su secreto no fuera rebelado ya que sería difícil a partir de ahora ya que se cruzaría con ellos más seguido, así decidió salir por completo de la escuela saltándose una de las bardas ya que se suponía él ya no se encontraba en ese lugar, una vez en la calle comenzó a caminar en dirección a su casa mientras se arreglaba la ropa  “¿Por qué me beso?” esa era la única pregunta que rondaba por su cabeza mientras tocaba sus labios delicadamente para después hundirse en sus confusos pensamientos pensamientos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).