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Maybe por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Esto es la versión de KiBum de Rainy days. Estuvo lloviendo mucho y se me vino a la mente. Es corto y espero que les guste. 

Kibum odiaba los días lluviosos, los detestaba.


 


Mueve sus brazos y aparta un mechón de cabello de su frente. Es frustrante y desesperante. Odia como su piel esta húmeda y como la ropa parece una segunda piel.


 


—Odio que llueva.


 


KiBum escucha una risita y recuerda que Minho se encuentra con él. A Minho parece no importarle, él ama los días en que llueve y siempre lo deja en claro. Aun sin verlo, Kibum está seguro de la sonrisa que en esos momentos forma la boca de Minho. Lo odia.


 


—No debes decir eso, bebé.


 


Minho camina hasta estar frente de él, mientras niega con la cabeza. Kibum da un paso atrás antes que la mano de Minho lo tome y niega con la cabeza.


 


—Es la verdad, odio que llueva. No sé cómo puede gustarte, Minho.


 


No lo entiende y tal vez nunca lo haga. La ropa se siente pesada en su cuerpo y el maquillaje se le corre. Esta seguro que se ve horrible y odia que Minho lo vea de esa manera. Pero a Minho parece no importarle cómo se vea, y no puede negar que le gusta eso en Minho.


 


—Me gusta cuando llueve, ¿Sabes, por qué?— Kibum niega con la cabeza y esta vez no se aleja cuando las manos de Minho tiran de él. Minho se acerca a su oído y respira suavemente, Kibum quiere que lo haga de nuevo— Me gusta que llueva porque, me gusta ver como la ropa se adhiere a ti.


 


Minho pasa sus manos por los brazos de Kibum y enseguida se relaja. Las manos traviesas recorren sus brazos y se adentran por debajo de su ropa. Los dedos de Minho están fríos, pero no importa. Forman círculos en su piel y Kibum no puede evitar estremecerse.


 


—¿Sí?


 


—Me gusta que tu cabello este mojado. Amo ver como cae en tu frente— De nuevo es susurrado en su oído, mientras sus manos aún siguen debajo de su ropa. Minho lo separa lentamente de él y sus manos ahora están en su cabello. Su cabeza cae hacia atrás y los dedos de Minho recorren toda su cabellera— Tan lindo.


 


—¿Qué más? — Se regaña mentalmente cuando la pregunta sale de su boca, y sabe que Minho está sonriendo, puede sentirlo. Minho sabe que le gustan los halagos. Minho ríe, y Kibum quiere escucharlo reír el resto de su vida.


 


—Sé que odias ver como se corre el maquillaje, pero, Kibum,— Kibum cierra los ojos y los dedos de Minho se dirigen hacia ellos. Delinea sus cejas y recorre el parpado. Se siente tan bien— yo creo que eres la persona más atractiva así.


 


—¿En serio? — Se escucha otra vez preguntando. Minho asiente, mientras ahora es sujetado por la cintura. Sus manos rápidamente encuentran el cuello de su novio y Kibum enreda sus dedos en el cabello, también mojado, de Minho.


 


—Me encanta verte mojado, Kibum— Minho besa su cuello y muerde suavemente. Sus piernas se debilitan y agradece que Minho lo esté sosteniendo. —Y, sabes cuál es mi razón favorita— Su cabeza se sacude mientras murmura un ‘no’—Me gusta que llueva, así tu y yo, podemos tomar un largo, largo baño. Solos, por horas.


 


La boca de Minho ahora está sobre sus labios. Suspira y sonríe. Ama que Minho se comporte así. Su cuerpo se apega más al de su novio, y puede sentir la dureza en los pantalones de Minho. Sin duda será un largo baño y Kibum no puede importarle menos.


 


Y, quizá, puedan empezarle a gustar los días lluviosos.


 


 


KiBum no sabe que es lo que le gusta más de los baños con MinHo. No sabe si es la forma en que los dedos de MinHo recorren su piel, y hace que se estremezca. No sabe si es la forma en que el firme y musculoso cuerpo de su novio envuelve suyo.


 


Piensa que tal vez sean los besos robados, las caricias traviesas o las mordidas suaves. Puede ser también la forma en que MinHo lo toma, delicada y suavemente, disfrutando del momento juntos. La forma en que MinHo susurra un ‘te amo’ en su oído y como después su boca desciende por su cuello, sube a su mejilla y encuentra sus labios.


 


Ama esos besos en donde los ‘te amo’ son susurrados y sus manos buscan desesperadamente el cuerpo del otro. Ama los besos de MinHo en su cuello y espalda y la manera en que siempre acaricia su abdomen.


 


Es tan difícil escoger que es lo que le gusta más. Tal vez solo es MinHo. Porque MinHo siempre hace que todo sea especial.


 


KiBum ama el momento después del baño. Siempre que llueve hay frío y él usa ese pretexto para colarse en la cama de MinHo. MinHo siempre lo recibe con los brazos abiertos, aun si han tenido una pelea.


 


MinHo lo abraza y sus manos viajan hacia su cintura. KiBum se siente protegido de esa manera. Feliz y cálido. MinHo no lo sabe, pero esos son los momentos favoritos de KiBum. El silencio reina en la habitación y sus respiraciones son calmadas. KiBum recuesta la cabeza en el pecho de MinHo y sus manos se aferran a la camisa de su novio. Escucha el latir del corazón de MinHo y cierra los ojos.


 


A veces no tiene que pedírselo, MinHo sabe que ama escucharlo cantar. Y es así. La suave voz de MinHo suena y KiBum cierra los ojos dispuesto a dormir. Siente las manos de MinHo por debajo de la ropa y no puede evitar sonreír. KiBum cree que puede estar así el resto de su vida.


 


Cierra los ojos y finge dormir, y cuando cree que MinHo está dormido, abre los ojos y no puede dejar de contemplar el rostro de su novio. MinHo es perfecto. Sus labios, sus ojos, su nariz, todo le gusta.


 


Él no es tan romántico como MinHo, ni siempre le dice que lo ama, pero en esos días, cuando MinHo está profundamente dormido, KiBum siempre susurra un ‘te amo’.


 


—Te amo— KiBum siempre susurra a mitad de la noche. Un beso, un simple roce es dejado en los labios de MinHo y KiBum sonríe. Murmurándole una vez más cuánto lo ama, KiBum cierra los ojos y se permite dormir.


 


 


KiBum no sabe porque aceptó salir con MinHo. Todo indicaba que llovería, pero los ojos suplicantes de MinHo le impidieron decirle que no.


 


—Vamos, MinHo.


 


Lo toma de la mano y lo obliga a caminar más rápido. Sus ropas están mojadas y su cabello se le paga a la frente, pero eso a MinHo parece no importarle. Él tiene una tonta sonrisa en el rostro y camina lo más lento que puede.


—Estamos cerca—Es la única respuesta que obtiene de su novio y KiBum rueda los ojos. Trata de caminar más rápido pero MinHo quiere hacer todo lo contrario.


 


—Odio que llueva—Susurra y aumenta la velocidad.


 


—No debes decir eso, KiBum—MinHo sonríe— Solo disfruta.


 


¡Como si pudiera hacerlo!


 


Ignora a su novio y camina. Están cerca del departamento y agradece por eso. JinKi le ha estado enviando mensajes, la preocupación leyéndose en cada uno. La lluvia hace que su ropa pese y que sus pasos se vuelvan más lentos. Su vista se nubla y KiBum cree que no pude ser peor.


 


Las calles están casi vacías, algunas personas pasan con paraguas sobre ellos. Él y MinHo parecen los únicos sin uno. Lo odia por haberlo convencido de venir. MinHo ríe detrás de él y pareciera como si pudiera leer sus pensamientos.


 


—Camina más rápido, MinHo. Estoy congelándome.


 


Eso parece hacer que MinHo camine un poco más rápido. Quiere tomarlo de la mano de nuevo, pero una persona pasa en el otro extremo de la calle. MinHo está a su lado, sus hombros chocando y agradece ese pequeño contacto.


 


Por fin pude ver el edificio y no puede evitar que sus labios formen una sonrisa. Piensa que tomara un largo baño y tal vez le prepare chocolate caliente a MinHo. A MinHo parece gustarle mucho cada que él lo hace.


 


El edificio está a unos pasos y KiBum agradece silenciosamente. Camina, dejando atrás a MinHo y avanza hacia el lugar.


 


—Espera.


 


Gira, mirando a MinHo. Él sigue parado en la acera y una sonrisa traviesa baila en sus labios. KiBum sabe que no le gustara lo que MinHo le dirá. Camina hasta estar frente a su novio y enarca una ceja.


 


—¿Qué pasa, MinHo?


—Quiero hacer algo.


 


—¿Ahora? —MinHo asiente y su sonrisa se extiende— ¿No puedes esperar a estar en el departamento? — MinHo niega con la cabeza.


 


—Tiene que ser ahora.


 


—¿Qué es?


 


—Dicen que los besos bajo la lluvia son los mejores.


 


—¿Qué? —KiBum se alarma.


 


—Quiero probarlo.


 


Y antes que pudiera decir alguna palabra, MinHo lo toma de la cintura y lo acerca a él. La mirada de KiBum viaja de un lado a otro buscando personas. Están en público y no es como si pudieran besarse en cualquier lugar. Afortunadamente nadie está en la calle en esos momentos.  


 


—MinHo, no creo que esto…


 


Y, de nuevo, antes que pudiera hablar, los labios de MinHo están sobre los suyos. La lluvia cae sobre de ellos y se mezcla dentro del beso. Los labios de MinHo se mueven expertamente sobre los suyos y KiBum se olvida de todo.


 


Enreda sus manos en el cabello húmedo de MinHo. La lluvia cae sobre sus mejillas y resbalan a sus labios. El cuello de MinHo esta frío y mojado y lo siente estremecerse cada que pasa los dedos sobre su piel. Las manos de MinHo están fijas en su cintura, haciendo círculos con el pulgar sobre la ropa. Gotas de lluvia hay sobre sus cejas y algunas resbalan por su nariz.


 


Sabe a MinHo y a lluvia. Y se siente muy bien.


 


MinHo se separa de él y una sonrisa arrogante lo saluda. Quiere hacerlo de nuevo, con la lluvia sobre de ellos y las manos de MinHo sobre su piel.


 


Y cuando MinHo se acerca de nuevo a él, dispuesto a besarlo, KiBum cree que, después de todo, los días lluviosos no pueden ser tan malos.


 


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