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Buono San Valentino, Tsuna-kun por Yoshino-chan

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Notas del fanfic:

Ho-Hola, esta es la segunda vez que subo algo a esta seccion y no es cualquier fic, es el tipico especial de San valentin!!! (?)

Notas del capitulo:

Comenten si les gusto y si su piadoso corazon asi se los dice (?) xD

Buono San Valentino, Tsuna-kun

 

Ese día se levanto como cada mañana ,obligado por una patada de Reborn, no se sentía diferente, observo su reflejo al espejo y vio lo mismo de todos los días, cabello castaño desordenado, ojos grandes color avellana y un cuerpo demasiado delgado y bajo para su gusto, suspiro de mala gana tomando su mochila después de colgarse la cadena que llevaba unido el anillo que lo calificaba como el decimo jefe de la familia Vongola y salió de su hogar sin escuchar los reclamos de Lambo sobre quedarse a jugar con él y camino de mala gana por entre las calles, todo se veía aburrido, sin cambios aparentes, excepto por el detalle de que todas las chicas se paseaban por todos lados con un regalo debido a que se día era San Valentín ,especial para unos, y molesto para Tsuna que ese día en especifico debía sufrir la mirada de reproche de cada chica con la que se cruzaba y por supuesto que no esperaba el dulce de alguna de ellas menos de Sasagawa Kyoko , eso solo pasaba en su imaginación, dio la vuelta por un callejo oscuro para evitar seguir viendo a las parejas felices que le revolvían el estomago.

 

-¡Tsuna!- Grito alguien saltándole encima y arrojándolo al suelo-

 

-¿Pe…pero que…? ¡Lambo! ¿Qué haces aquí?- Tsuna se levanto molesto cargando a Lambo y viéndolo directo a los ojos verdes que se llenaban de lagrimas-

 

-¡No quisiste jugar con Lambo-san!- Aun llorando vergonzosamente la vaquita salto de los brazos de Tsuna y saco de entre su cabello afro la famosa bazooka de los diez años-

 

-¿¡Que harás con eso?!- Grito Sawada pero antes de recibir respuesta el lugar se lleno de humo tras el sonido de un disparo-

 

-Yare, Yare ¿Ahora qué?- De entre el polvo apareció nada más y nada menos que Otona Lambo, tan apuesto y calmado como siempre, tallándose la cabeza-

 

-¡Dímelo tu!- el jefe Vongola señalo acusadoramente a Lambo que lo observaba aburrido-

 

-Yare, Yare hoy es ese día ¿No? San Valentín- Dijo en un suspiro-

 

-¿Y…y que pasa con eso?-

 

-Bueno un regalo nunca está de más-

 

-¿Regalo?- Antes de reaccionar ya tenía a Otona Lambo acorralándolo a la pared y viéndolo fijamente a los ojos tratando de adivinar sus pensamientos- Espe… ¿Qué haces?-

 

-Te daré un regalo que mi *versione piccola* no podría darte- Sawada trataba de descifrar el extraño gesto de su guardián pero esa expresión no se parecía a nada que hubiera visto antes, Otona Lambo sonrió bastante sensual con un toque de picardía y acerco su lengua al cuello de Tsuna lamiéndolo de arriba a abajo y sujetando las manos de este por sobre su cabeza cuando trato de separarlo-

 

-No… ¿Qué haces?- Trataba de separarse pero el calor de su cuerpo comenzaba a marearlo y le costaba pensar con claridad, mientras la lengua de su guardián lo seguía acariciando las manos de este bajaron a su pantalón y lo desabotonaron-

 

-*Bouno San Valentino*, Joven Vongola- Susurro con burla Lambo arrodillándose frente a Tsuna y sacando su lengua metiendo su cabeza entre las piernas de este que no podía creer la situación y estaba punto de gritar algo mas hasta que una nueva nube de polvo los cubrió a ambos-

 

-L…los diez minutos pasaron- Se dijo mas para sí mismo aliviando y arreglándose el pantalón-

 

-¿Are? ¿Por qué Lambo-san esta aquí?- Pregunto el pequeño Lambo sentado en el piso viendo hacia todos lados pero Tsuna había sido más rápido y huyo a toda velocidad hacia la escuela diciéndose a si mismo que si Gokudera hubiera estado ahí, el jefe Vongola tendría que comenzar a buscar otro guardián del rayo por que el actual no habría sobrevivido a una tormenta tan violenta, pero a todo esto ¿Dónde estaba Gokudera? Siempre lo esperaba fuera de su casa para caminar juntos pero ese día no había aparecido-

 

 Tsuna no sabía si tenía más miedo por lo que acababa de pasar o por lo que Hibari le haría si llegaba tarde, lo cual así fue debido a la famosa lentitud de Dame-Tsuna, se escabullo por los pasillos desiertos viendo hacia todos lados asegurándose de que Hibari no estaba cerca y cuando se creyó a salvo una mano azoto sobre su hombro provocándole escalofríos de arriba a abajo-

 

-Con que llegando tarde, Sawada Tsunayoshi- Susurro el guardián de la nube sonriendo de lado ante el terror de Tsuna que se vio arrastrado por Kyoya hasta la sala del consejo disciplinario – A menos que quieras que te muerda hasta la muerte copia diez páginas del libro de historia-

 

-¿Di…diez?-

 

-Tienes razón, que sean cincuenta….y mejor apresúrate antes de que me pongas de mal humor- El pelinegro se acerco a Tsuna alzando sus tonfas con su característica aura asesina y divertido por ver como el jefe mafioso se arrastraba hasta el lado opuesto del escritorio de Hibari y comenzaba a escribir a toda velocidad, Hibari se sentó frente a él leyendo un libro sin prestarle mucha atención, después de varios minutos en silencio el líder del comité sonrió burlonamente soltando su libro, recargando la espalda en el respaldo de la silla y quitándose el zapato del pie derecho

 

-Hibari-san ¿Qué haces?- Pregunto nervioso Tsuna apartando la vista del cuaderno cuando el pie del nombrado comenzó a acariciar sus ingles muy lentamente-

 

-Sigue escribiendo o te matare- Se apresuro a contestar mientras continuaba acariciando con su pie la entre pierna de Sawada que inconscientemente empezaba a despertar y más aun cuando Hibari lo palpo lentamente con la planta de su pie y acariciaba en esa zona ante los gemidos y quejidos por lo bajo de Tsuna cuya cara brillaba de carmesí al contrario de Hibari que seguía sin expresiones en su rostro a pesar de seguir tocando tan descaradamente el pene de Tsuna que cada vez se endurecía mas- Por cierto hoy es San Valentín ¿Verdad? Que idea más tonta- El guardián  se cruzo de brazos en un suspiro hastiado, como si nada, mientras su pie seguía brindándole placer a la entre pierna del otro chico-

 

-Yo…esto Hibari-san, detén esto por favor- Su cara ardía, sus pupilas se dilataron y el corazón se le salía del pecho mientras las furtivas caricias aumentaban de nivel, tenía miedo de lo que pasaría si obligaba a Kyoya a parar pero también temía lo que le pasaría si no lo hacía-

 

-Pero aun así- Dijo ignorando a Sawada-  Es una tradición en la escuela dar regalos y…creo que te daré el mío a ti Sawada Tsunayoshi, siéntete afortunado- Rio por lo bajo usando hábilmente sus dedos para deslizar el cierre del pantalón de Tsuna que comenzaba a apretarle, hacia abajo-

 

-¡Basta ya!- Grito el otro poniéndose de pie y saliendo rápidamente de la sala del consejo moviéndose  con dificultad por el problema entre sus piernas ante la mirada molesta de Hibari- Primero Lambo, luego Hibari-san ¿Qué les paso a esos dos hoy?- Pensaba mientras corría entre los pasillos hacia la salida, prefería mil veces ir a perder el tiempo por algún lugar  ya que no podía regresar a su hogar por que Reborn estaría ahí, que seguir en la escuela donde Hibari podría encontrarlo y morderlo hasta la muerte, en más de un sentido y de nuevo recordó a Gokudera, si  hubiera estado ahí se habría interpuesto entre él y Hibari , pero de verdad, ¿Dónde estaba el guardián de la tormenta?, se detuvo un momento para tomar aire pero la puerta de atrás de él se abrió y en un segundo alguien lo jalo de la ropa y lo hiso entrar en un salón vacio-

 

-¡Sawada!- Reconoció esa voz de inmediato y se sintió aliviado al ver que se trataba de Ryohei, el jamás le haría cosas tan raras ¿O sí?-

 

-Onii-san Me alegro de ver….-

 

-¡Sawada, acepta ser mío al extremo este san Valentín!- Grito el guardián del sol poniéndose de rodillas extendiéndole un ramo de flores a Tsuna que se congelo con los ojos en blanco sintiendo que nada tenía sentido en esa vida- ¿He? ¿No dirás nada? Creí que lo había hecho bien, el maestro Coronello me enseño como hace estas cosas- Se puso de pie arrojado las flores lejos y sacando una pequeña libreta de su bolsillo y comenzando a leer las indicaciones de su maestro-

 

-Esto…onii-san ¿Por que…tu?-

 

-Bien no importa, usare mi instinto al extremo- Ahora se deshizo de la  libretita y se lanzo con los brazos extendidos hacia Tsuna- ¡Sawada seré tu extremo regalo de San Valentín!- Pero el pobre boxeador se dio de lleno con la puerta en la cara la cual Tsuna había cerrado al salir huyendo del lugar-

 

-¡Están….están todos locos hoy!- Gritaba Tsuna corriendo a todos lados y  a ningún lugar al mismo tiempo con cascadas de llanto bajo sus ojos y temiendo por su seguridad , es decir su virginidad y mientras se escabullía por la parte trasera de la escuela para dirigirse al campo de baseball con la única persona en quien confiaba, pensó que si Gokudera hubiera estado ahí ahora mismo la tormenta habría ocultado al sol y media escuela estaría hecha añicos pero no había visto a su autoproclamado mano derecha en toda la mañana ¿Le habría pasado algo?- ¡Yamamoto!-

 

-Tsuna ¿Cómo es….-La sonrisa y tranquilidad de Takeshi fue destrozada en el segundo que Tsuna se le fue encima arrastrándolos a ambos dentro del destartalado cuartito donde se guardaba el equipo- ¡Oye!-

 

-¡Yamamoto tienes que… tu….ayúdame, primero Lambo, luego Hibari-san e incluso Onii-san e…ellos!- Gritaba como loco y se retorcía de arriba a abajo aun llorando de forma bastante exagerada e infantil y ni siquiera se daba cuenta que estaba sobre Yamamoto que se encontraba recostado viéndolo hacia arriba comenzando a preocuparse por el lugar donde el Vongola estaba sentado-

 

-O..oye Tsuna ¿Podrías moverte?- Se sonrojo debido a que el nombrado estaba posicionado justo entre sus piernas y cada vez que se retorcía sollozando, ambas zonas se rozaban poniendo en peligro al espadachín que veía hacia todos lados y pensaba en todos menos en Tsuna, lo que fuera que le “bajara” los ánimos que comenzaban a despertar-

 

-Y entonces hui de Onii-san y vine aquí contigo- Yamamoto se dio cuenta que había ignorado por completo la historia de Tsuna ya que solo estaba concentrado en alejar los sucios pensamientos que se formaban en su cabeza y repercutían en sus bulliciosas partes bajas pero si el jefe había huido de todos he ido directamente a él ¿Significaba que a el no lo rechazaría? Ellos dos siempre estaban juntos y Tsuna sonería al verlo ¿Era una invitación a ser más que amigos? Para nada, el portador de la llama del cielo era demasiado inocente para hacer cosas así pero si no se arriesgaba nunca sabría la verdad-

 

-Tranquilo- Dijo por fin con una sonrisa incorporándose un poco sin quitarse de encima a Sawada- Yo te protegeré- Acerco muy delicadamente su mano a la mejilla de su mejor amigo y lo acaricio lo menos tímidamente que sus nervios le permitían, acerco mas y mas su rostro ante la mirada sorprendida del menor y le dio un beso muy leve en la mejilla-

 

-Gra…gracias Yamamoto por…estar conmigo- Tsuna sonrió con las mejillas ligeramente sonrojadas que acelero a mil por hora el corazón de su guardián a quien se le subieron los colores a la cara-

 

-¡Iba a dejarte en paz pero ahora no puedo!-Grito Yamamoto y en un segundo cambio posiciones con Tsuna y lo recostó en el piso acorralándolo con sus manos a cada lado de la cabeza-

 

-¡Espe…espera! ¿¡Tu también?!- Trato de alejarse del otro y más aun cuando Yamamoto comenzó a besar su cuello colando sus manos bajo el chaleco azul marino del uniforme tratando de desabotonar su camisa, tiene que ser una broma, pensó Sawada con la cara ardiendo y los ojos llenándose de lágrimas ¿Qué les pasaba a sus amigos ese día? ¿Dónde estaba Gokudera? Era vergonzoso pero solía depender mucho de Hayato y a su lado se sentía seguro, si él hubiera estado ahí Yamamoto habría sido lanzando por los aires gracias a las bombas, devorado por Uri o ambas cosas-

 

-Tsuna yo…no puedo mas- Yamamoto ya había levantado la camisa de su amigo junto con el chaleco dejando su pecho y torso al descubierto , acerco su lengua y comenzó a lamer esos pezones pequeños y rosados que lo tentaban de sobremanera, los mordía y acariciaba con su lengua o los apretaba y jalaba con sus dedos  deleitado por los gemidos y jadeos del otro-

 

-Tengo…tengo que zafarme- Susurro en voz baja y  a unos metros de el distinguió una pelota de baseball, como pudo acerco su mano a ella y la tomo- ¡Yamamoto, mira!- Grito lanzando la pelota por la ventana todo lo que pudo y como por arte de magia Takeshi se olvido de sus intenciones y salió detrás de ella- ¿Acaso es un perro?- Pensó Tsuna con los ojos en blanco pero extrañamente aliviado-

 

Se puso de pie rápidamente y salió disparado de nuevo dentro de la escuela pensando que aunque se tratara de un suicidio al menos debía recoger sus cosas las cuales había olvidado al huir por primera vez y ahí se encontraba su dinero y las llaves, había perdido tanto tiempo corriendo de un lado a otro que el lugar estaba casi vacío a excepción de algunos clubes , asomo muy tímidamente la cabeza buscando una cara conocida en su aula pero no encontró nada más que su mochila abandonada y se dirigió a ella

 

-Boss- Escucho de repente una tímida vocecita detrás de él-

 

-¡Chrome!- Grito aterrado pero después se relajo, definitivamente esa pequeña  e introvertida chica era alguien en quien podía confiar- Gracias a dios que eres tú he tenido un día horrible- Antes de decir algo más la niña camino hasta él y se acuno en el pecho de Sawada-

 

-Escucho su corazón boss- Sonrió tímidamente mientras envolvía con sus delgados brazos a Tsuna-

 

-¿Qué haces?- Susurro comenzando a sonrojarse-

 

-Siento todo eso- Sawada vio como, claramente la figura de su amiga desaparecía siendo sustituida poco a poco por un cuerpo más alto, de espala ancha y piel fría- Oya Oya la pequeña Chrome  cumplió su labor al atraparte - Tsuna se helo de pies a cabeza al reconocer la voz gruesa pero burlona de ese convicto-

 

-Mukuro- Susurro aterrado con el cuerpo paralizado de miedo-

 

-Aproveche este día para salir un momento de Vindice-

 

-¿Por qué?-

 

-*Sei un pazzo* , Tsunayoshi-kun, para lo mismo de siempre...poseer tu cuerpo- Aun abrazándolo el veredero guardián de la niebla bajo sus manos al trasero de Tsuna el cual tomo entre sus manos como si nada comenzando a masajearlo-

 

-¿Tu también? ¡No puede ser!- Desesperado de vedad comenzó a retorcerse para liberarse pero Rokudo no tenía intenciones de soltarlo-

 

-Ku fu fufu , mientras nadie tocara aquí no me enfadare- Rio usando su dedo para frotar  de arriba a abajo la entrada del menor aun sobre la ropa-

 

-Te lo..Advierto- Susurro acercando su mano a uno de sus bolsillos para tomar las pastillas y entrar en modo última voluntad para darle una verdadera paliza a ese pervertido-

 

-Oya, Oya que mal momento, pronto irán a revisar que hago, *ci incontreremo di nuovo* Tsunayoshi-kun- La misma niebla rodeo a Mukuro de nuevo y en su lugar apareció la pequeña Chrome que tardo en reaccionar y ver donde estaba sus manos- ¡Boss! ¡Lo....lo siento yo no....!- Grito la pobre chica con la cara ardiendo de vergüenza mientras salía corriendo del lugar sin darle tiempo  a Tsuna de hablar-

 

-Ni siquiera me molestare en preguntar qué paso- Se dijo a si mismo saliendo del aula con su mochila al hombro- De verdad si Gokudera-kun hubiera estado aquí no habría tenido un día tan malo- Con el ambiente tiñéndose de naranja anunciando que la noche caería pronto, estaba decidido a salir de la escuela pero al pasar por el aula de música una bella melodía llamo su atención , siendo consciente de los acontecimientos de ese día estaba seguro que entrar al lugar sería algo muy tonto pero aquella música era muy bella, demasiado para ignorarla, lentamente abrió el puerta deslizándola a la derecha y se encontró a alguien sentado en el piano demasiado concentrado para percatarse de su presencia pero Tsuna de inmediato supo de quien se trataba, el cabello plateado, la piel blanca, el aire orgulloso y esas manos delgadas y suaves con varios anillos y pulseras- ¿Gokudera-kun?-

 

-¡Decimo! Aun sigue aquí, estaba por ir a buscarlo a su casa- Grito el chico italiano con las mejillas rojas y meneando las orejitas y cola de perro que aparecían cada vez que estaba en presencia de su Juudaime-

 

-¿Buscarme? Pero ¿Donde estuviste todo el día?- Iba a decir todo lo que le había ocurrido pero no lo considero prudente, tenía miedo de la manera en que su amigo reaccionaria-

 

-Estuve aquí, con su regalo-

 

-¿Mi regalo?-

 

-Por favor escuche decimo, este es mi regalo de San Valentín para usted-

 

Gokudera se acomodo en el piano, suspiro cerrando los ojos y paseos sus níveas manos por las teclas construyendo la misma melodía que lo había capturado minutos atrás, Tsuna no sabía nada de música pero esa pieza lo acariciaba por dentro, en el alma y corazón con una infinita ternura, tanto así que pensó que el mas frágil aleteo de mariposa podría romperla, su pecho se lleno de calidez  y una amorosa necesidad de abrazar a su guardián y no soltarlo nunca, por eso tardo en reaccionar a la mirada emocionada de Hayato buscando la aprobación del decimo cuando termino su interpretación-

 

-¡Es...es increíble Gokudera-kun! ¿Como se llama?- Dijo al salir del encanto con las mejillas rojas y una sonrisa nerviosa-

 

-Cielo lontano- Respondió sonriendo y de igual manera con la cara roja-

 

-¿Que significa?-

 

-Cielo lejano...yo la compuse para usted decimo-

 

-Gra...cias- Respondió Tsuna conmovido pensando cuan preciado era Gokudera para el-

 

-De verdad siento mucho no haber estado con usted  pero debía preparar esto, no tuve el tiempo necesario para practicar-

 

-Esta...está bien, aunque la verdad,  si hubieras estado aquí creo que las cosas no hubieran estado tan bizarras-

 

-¿A que se refiere?-

 

-¡Ha!...yo bueno-  Sawada noto la enorme torpeza que había cometido pero era muy tarde para mentir, así que temiendo a las consecuencias conto todo lo ocurrido ese día y se asustaba por el aura asesina de Gokudera que crecía mas y mas al rededor de el-

 

-¡Esos bastardos, aprovecharon mi ausencia para hacerle esas cosas al decimo! ¡Los matare, a todos empezando por el idiota del baseboll, tambien cabeza de césped, la vaca estúpida y los desgraciados de Hibari y Mukuro!-

 

-Va...vamos Gokudera-Kun seguro que existe una explicación y yo...-

 

-Decimo, no me diga que no lo ha notado- Gokudera pareció calmarse y veía fijamente a Tsuna-

 

-¿Notar que?-

 

-Que todos esos imbéciles están detrás de usted desde hace tiempo- Respondió con el puño tenso preparado para soltar un golpe-

 

-¿Atrás de mi? ¿Como...enamorados?- Sawada tenía la cara roja y no caía en su situación, nunca había visto a sus guardianes de esa manera y mucho menos imagino que todos ellos tuvieran el mismo sentimiento-

 

-Así es ,el primero en quien lo note fue en el idiota del baseboll después en los dementes de Hibari y Mukuro , luego vino cabeza de césped que incluso se atrevió a retarme a un duelo por usted y con la vaca estúpida , bueno el solo decía que cuando creciera usted seria su novia o algo así-

 

-¿No...Novia?- Rodo los ojos en blanco aun con una expresión perdida-

 

-¡Pero están locos si creen que perderé ante ellos, yo amo mucho mas al decimo que todos ellos juntos y...- Se quedo mudo cuando de la nada Tsuna había saltado a él y lo envolvía en un abrazo tembloroso, tímido pero extrañamente decidido- De...cimo-

 

-Me acabas de dar un segundo regalo de San Valentín Gokudera-Kun-

 

-¿He? ¿Yo? ¿Pero...?- No lograba articular palabra por la cercanía de su amado decimo, la cara le ardía de vergüenza y creía que su corazón explotaría  por los acelerados latidos, lo quería, lo amaba tanto que no estaba seguro de la magnitud de sus sentimientos y eso le aterraba pero a la vez le agradaba esa sensación, Tsuna le gustaba, lo deseaba, lo anhelaba cada noche  ,  lo necesitaba y así seria para toda la vida, porque  mientras su corazón latiera cada latido seria únicamente para el decimo Vongola-

 

-Bu...Buono San Valentino Gokudera-kun-

 

-*Grazie*, Buono San Valentino decimo- Respondió correspondiendo el abrazo acunando su rostro en la cabeza Tsuna y estrechándolo mas a su cuerpo-

Notas finales:

Buuueeeno a estas alturas no creo que haya alguien que no lo entendiera pero por si acaso pongo los significados de las frases en italiano en orden de aparicion

*Pequeña Version*

*Feliz San Valentin*

*Eres un tonto*

*Nos encontraremos de nuevo*

*Gracias*

Se que no es mi mejor historia pero agradeceria su apoyo y comentarios :3, gracias


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