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Decisión por Airi Shiroi

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Notas del capitulo:

No sé, definitivamente me cuesta bastante usar este tipo de páginas y bueno, es la primera vez que intento publicar algo aquí. Espero que no sea la última. 

Era un día más como cualquier otro, la monotonía hacía alrededor de un par de meses que se venía denotando entre los dos y lo sabía perfectamente bien; hacer como si nada ocurriera era una cosa completamente diferente, pero suponía que actuar de aquella manera era mejor que atreverse a enfrentar el problema que entre ambos se estuviera generando.

 

Habían quedado de salir a cenar juntos, tal como hacían cada ocasión que tras la jornada laboral correspondiente a cada uno tenían la tarde libre y, por supuesto, no se sentían tan agotados. Era una de las pocas ocasiones en que salían de la rutina o al menos así lo pensaba el de menor estatura. Algo que siempre había atraído a Takanori de su pareja era aquella hermosa sonrisa que siempre traía pintada en el rostro, aquella que adornaba también sus propios labios cuando la veía instalada en la cara de su pareja, se la provocaba inconscientemente. Pero debía asumir que ya no la veía tan seguido, más bien, ya no conseguía apreciarla y si la veía no era natural; puesto que le era tan simple reconocer el momento en que aquel hombre sonreía con sinceridad y cuando no era más que una simple mueca vacía, una sonrisa forzada. Desde el punto de vista de Takanori, su bajista estaba “cambiado”.

 

El restorán de siempre, la comida que más les gustaba. Un brindis con el mejor vino al que tuvieron acceso. Sin duda algo no estaba bien, era quizás demasiado gasto para una sola noche aunque podían costearlo, el dinero no era el problema. Lo que causaba la curiosidad del vocal era ¿celebraban algo en especial?, o ¿su pareja intentaba pedir disculpas por algo?, pues le conocía tan bien que sabía incluso que ese tipo de cosas ocurrían sólo cuando algo andaba relativamente mal.

 

La comida fue un éxito, pero algo seguía inquietando al más joven de los dos. Su pareja solía ser una persona bastante animada, atento siempre que se trataba de él, e incluso aunque sabía que hablaba en demasía y casi nunca callaba, el mayor siempre seguía cada una de las conversaciones que el vocal proponía, pero no esa noche. Akira parecía ensimismado, pensativo… ¿reflexionaba?, quizás. No lo sabía. Y una parte de sí no quería saberlo. Estaba completamente ido, Reita era otra persona. Decepción, eso era lo que sentía Ruki por su pareja en ese instante. Sabía que estaba mal, sabía que las cosas estaban llegando a un punto en que sería irreversible cualquier tipo de problema que se manifestara en tanto a la relación como pareja se tratara. Y se harían daño.

 

La cena concluyó sin mayores preámbulos, cualquiera que les hubiera visto pensaría que era la primera vez que salían juntos, dado el nerviosismo que estaba presente en Takanori. Parecía un adolescente, pues incluso se podría decir que temblaba ligeramente producto de la ansiedad. Necesitaba oír qué le pasaba al otro, o por lo menos, escuchar un “te amo” salir de su boca le tranquilizaría, pero nada. Cruzaban pocas palabras, lo justo y necesario para apaciguar la tensión que se percibía, o que mejor dicho, que él mismo notaba. Porque el otro parecía ni siquiera estar presente, no notaba nada.

 

La noche transcurría rápidamente, y tras conseguir un taxi ambos llegaron a casa. La tensión entre los dos podría llegar incluso a ser palpable de ser aquello posible. Takanori seguía los pasos de su pareja quien iba por delante, quedaron en que el mayor pagaría la cena y que el vocal pagaría el medio de transporte tanto de ida al restorán así como de vuelta al apartamento que compartían. Tomaron el elevador sin mediar palabra entre ambos y cuando finalmente llegaron a la entrada ambos se detuvieron, entonces un escalofrío recorrió la espalda del menor cuando vio al más alto quedarse de pie justo a su lado, sin mirarlo durante unos segundos que le parecieron una eternidad. Iba a hablar cuando notó que Akira bajaba la mirada situándola en el piso y comenzaba a temblar, ¿qué le pasaría ahora?, estaba siendo un completo misterio para sí mismo y suponía que le conocía. Entonces fue que él se volteó a verle directamente a los ojos y el vocalista sintió como si su corazón se oprimiera en su pecho. La mirada dolida del contrario, sus ojos húmedos y de los cuales brotaban las cristalinas lágrimas completamente libres, recorriendo sus ahora ligeramente sonrojadas mejillas que normalmente tenían un pálido color. Sintió el impulso de abrazarlo, pero se contuvo. Algo en su interior le decía que no debía moverse.

 

—Takanori…—escuchó que le llamaba por su nombre, aunque el aludido no se atrevió a contestar y se mantuvo sólo observándolo, así que el bajista al percatarse del silencio de su interlocutor prosiguió con su monólogo—. Es tiempo de que hablemos, ¿sabes?, o más bien, es tiempo de que me escuches… —agregó de inmediato, entonces el menor comprendió que debía seguir con su mutismo y dejar hablar a su pareja.

 

Indirectamente Takanori sabía que Akira le estaba diciendo que era alguien demasiado parlanchín, alguien que egoístamente interrumpía al otro y no respetaba los turnos de habla, alguien que…

 

—Lo nuestro no puede continuar —inició a decir su pareja de inmediato, interrumpiendo al vocalista en sus pensamientos. Pero en el fondo de su ser Takanori no estaba del todo mal. No al menos como creyó que estaría—. Sé que llevamos varios meses juntos, honestamente ya perdí la cuenta de cuánto tiempo es… pero sabías que era alguien detallista, alguien diferente a ti.

 

Y fue gracias a ese comentario que por fin lo comprendió, Takanori entendió que el bajista le estaba culpando del rumbo que había tomado aquella relación.

 

—Nunca te preocupaste por las cosas pequeñas, como saber cuántos meses de relación cumplíamos; nunca te preocupaste por lo que a mí me interesaba, nunca te preocupaste de saber cómo me sentía en esta relación.

 

Reita se estaba desahogando, después de tantas semanas, quizás meses inclusive, guardando silencio. Era una verborrea pero Ruki le dejaría seguir, no perdía nada guardando silencio en esa ocasión.

 

—Nunca te interesaste verdaderamente por mí, y por tu culpa todo se volvió frío, se fijó así, turbio y gris. Monótono…

 

Y el menor le vio empuñar las manos a ambos costados de su cuerpo mientras que éste temblaba, realmente, ambos lo hacían sin notarlo. ¿Iría a golpearlo?, ¿se atrevería?, no estaba loco para averiguarlo así que por reflejo retrocedió un par de pasos, precaución, pensó. Pero el otro lo malinterpretó.

 

—¡¿Qué mierda estás pensando?! Tsk… ni que fuera a pegarte, ¡maldita sea, si todo ha sido siempre tu culpa! —le restregó la culpabilidad de forma directa, al menos no era un cobarde y el vocalista admiraba aquello.

 

Pero Reita tenía razón, Ruki siempre estuvo más pendiente de su trabajo y sus amigos que de su pareja, por mucho que le amara. Pensó equívocamente que siempre estaría ahí para sí. Pensó mal.

 

—Y por tu culpa es que he llegado a pensar en regresar con mi antiguo amor, Takanori… —espetó finalmente con rabia contenida el bajista, en verdad parecía estar demasiado molesto pero al aludido parecía no preocuparle demasiado, como siempre.

 

—Sabías desde el comienzo como soy… —murmuró el más bajo cuando creyó conveniente responderle, pues le vio limpiarse los ojos con la manga de la chaqueta que vestía en ese instante el mayor—. Sabías que no soy detallista en una relación, que puedo ser egoísta y superficial, me conocías bien pero intentaste aun así cambiarme, teniendo en cuenta que no iba a cambiar.

 

Takanori sintió la fría mirada de su pareja sobre sí mismo, pero mantuvo la visual en alto en todo momento, encontrándose con aquellos ojos que reflejaban dolor, rabia reprimida y un sinfín más de sensaciones que no conocía en ese instante. Claro que también el vocal había llorado y sufrido por causa del mayor, claro que muchas veces había deseado poder cambiar por él, pero simplemente no podía. Y le estaba haciendo daño con sus palabras, pero siempre fingió ser fuerte ante los demás y sólo demostraba su dolor cuando ya no podía más. No todo el tiempo era así, pero con algunas personas no podía evitarlo. La banda era diferente, su trabajo era diferente pero se prometió jamás demostrarse débil ante su pareja para no preocuparlo, ¿y qué consiguió?, únicamente alejarlo.

 

Al percibir Akira el silencio del vocalista, simplemente negó con resignación y un profundo suspiro escapó de sus labios. El mayor estaba harto al parecer, eso creía Takanori.

 

—Necesito un tiempo… necesito apartarme de ti para poder pensar con claridad. Luego, cuando me sienta preparado para hablar contigo otra vez te buscaré —profirió cortante, empleando un tono que el menor jamás había escuchado en boca de su pareja, o quizás ya ex pareja. Si iba a dejarlo, ¿por qué no usaba las exactas palabras que en el fondo deseaba escuchar?, se preguntó.

 

—No necesito un tiempo, eso es de cobardes… —mencionó intentando no flaquear en su decisión el más bajo—. Si vas a dejarlo, hazlo como es debido. No quiero que luego de mantenerme expectante a la espera de una posible reconciliación, dejándome ilusionado, regreses a decirme que todo acabó. Termíname ahora…

 

Notó Takanori la expresión de asombro en los ojos del mayor, sus ojos abiertos de par en par y sus cejas alzadas, estaba más que sorprendido. Quizás pensaba que estaba siendo frío, más de lo usual; quizás creía que era un desconsiderado, tal vez pensaba que nunca lo había amado pero ya daba igual. Para Takanori todo acababa allí. Sus sueños, sus expectativas futuras junto a su pareja, sus ilusiones… pero seguiría aparentando que estaba bien, porque cuando el otro se fuera de forma definitiva de su lado, de su vida; entonces, recién entonces se desmoronaría y dejaría fluir el dolor que aquello le había provocado. Ya no más, se prometió, ya no más pareja, no más amor. Haré del trabajo mi vida.

 

—Como tú quieras, mañana vendré por mis cosas… —y con eso finalizó la charla.

 

Vio el de menor estatura en completo silencio como el mayor se retiraba a paso lento, parecía cabizbajo aún pero no le miró por mucho rato. Por su parte decidió entrar al departamento, tomar un baño y luego comenzar a morir lentamente tras meterse a la cama. La decisión había sido tomada, ¿quién dijo que debía hacerle feliz?

 

Los finales felices no existen [entre parejas], pues si realmente ha de ser feliz, no hubiese llegado a su final. Eso era algo que el vocalista sabía, lo sabía bien. Sin embargo, tendría que “hacerse el ánimo” para seguir viendo a aquel hombre día tras día como lo que ahora era: su compañero de trabajo. 

Notas finales:

Este one shot nació de una prueba de ingreso a un rol, pero me pareció algo "extraño" ya que el tema que se me dio concordaba bastante bien con la situación que estaba pasando mi personaje, que sí, es Ruki a quien interpreto. Decidí publicarlo porque... no tengo idea, pero me gustaría que una persona en especial lo lea. Son bienvenidas las críticas y los consejos, mas no las ofensas.


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