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YeHyun- Recuerdos Olvidados por Daniie Phantomhive

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Notas del fanfic:

¡Hola de nuevo!

Bueno no se como llegue a esta tercera temporada uuff... jajajaja 

Si leen por primera vez, sabran que esta es la tercera parte de "Noches de Campamento" Si gustan empezar con esta historia recomiendo pasar a leer la primera y segunda parte, si quieren seguir acompañandome en la travesía ¡Bienvenidas!

1ra parte http://amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=109754

2da parte http://amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=112814

Notas del capitulo:

Llego la tercera temporada ¡yei!

Espero que les agrade

Bueno... saben que su loca autora tiene una debilidad por el shota jajajjaa.. pero ya no las hago sufrir por poner a alguien mas... ahora si es YeHyun *u*

A leer

Capítulo Uno “El vecino de las flores azules”

Kyuhyun miraba aburrido por la ventana, la lluvia caía sin descanso desde hace unas horas. Había sido llevado dentro de su hogar a la fuerza a causa de las inclemencias del clima. El último mes de su verano estaba siendo arruinado por culpa de una lluvia.

—Mamá — miro con un puchero a la hermosa mujer quien arreglaba una capa color negro con una línea azul zafiro en la capucha —, quiero salir —  se quito de la ventana y se acerco a su regazo de su madre.

—Kyunnie — paso su mano por los castaños cabellos rizados se su hijo —, no queremos que te enfermes.

—No puedo enfermarme — dijo sonriendo —, soy un vampiro como mami y papi.

—Kyunnie — lo reprendió cariñosamente moviendo la cabeza en señal de negación —, sabes que eres como cualquier niño hasta que cumplas tu edad vampira.

—Kyunnie no quiere crecer — se cruzo de brazos y frunció el ceño —. Kyunnie se quedara así para siempre.

—Algún día encontraras a alguien que te hará cambiar de opinión — su madre río.

—No — negó rápidamente —, no necesito a nadie.

—Está bien — la señora se rindió ante la negativa de su hijo.

— ¿Por eso quisiste crecer? — el pequeño la miro curioso, pues señalaba la capa de su padre —. Te enamoraste de papi y quisiste estar a su lado.

—Así es, pero saber que tu madre fue humana hasta que se enamoro de tu padre — sonrió la mujer recordando el pasado —. Por eso se que cuando encuentres a la persona adecuada querrás crecer.

Kyuhyun acaricio la línea azul zafiro en la capa de su padre, admirado con el color el pequeño sonrió.

Suspiro dejando la capa en manos de su madre y volvió a la ventana. La lluvia parecía caer aun pero con menos intensidad. Miro y noto algo muy hermoso para su vista. El mismo color azul zafiro de su padre.

—Mami ¿Quién vive allí enfrente? — Kyuhyun busco la atención de su madre.

—No lo sé hijo. Algunos vampiros se han mudado cerca, pero no sé si están en entrenamiento o ya llevan mucho tiempo en el clan.

—Oh — su boquita dibujo curiosidad.

—No Kyuhyun, no puedes ir.

— ¿Por qué no? — se negó a aceptar la regla impuesta.

—No puedes, primero tenemos que conocerlo nosotros.

—Pero yo…

—Kyunnie —la mujer lo miro con la misma mirada que él tenía.

No dijo más y siguió mirando a la ventana. Él tenía que ir a conocer las florecillas azul zafiro.

                                               ***

La lluvia había dejado de caer y en cuanto esto pasó Kyuhyun salió de inmediato de su casa sin dejar que su madre pudiera hacer algo.

Saltando en sus pies y comenzando a cantar, cruzo la calle para ir hacia donde había visto el hermoso color azul zafiro.

Paso entre un hueco de la cerca color blanco hacia el interior de de la casa. El césped estaba recién cortado y podía olerse ese delicioso aroma que a Kyuhyun le recordaba el verano. Andando a gatas en el jardín llego hasta las hermosas florecillas color azul zafiro que habían llamado su atención y sonrió.

—“Hoy parece que ella va, hacia algún lugar y me da curiosidad, mucha curiosidad, hay muchos chicos aquí afuera” — Kyuhyun paró de cantar cuando un hombre de piel blanca y cabello negro azabache apareció frente a él.

— ¿Qué estás haciendo en mi jardín? — pregunto con suave voz tratando de no asustarlo.

Kyuhyun tragó alrededor de su miedo. Su mamá le había dicho mil veces que se mantuviera en su lado de la valla, pero como cualquier niño de ocho años, Kyuhyun no había escuchado. Quería saber más de esas florecillas y decidió ir el mismo sin pedir permiso. Había visto a alguien rondar por el lugar, pero nunca se había puesto a preguntar quién era él o si era como él, un vampiro.

—Quería ver las florecillas que crecen en tu jardín —fue todo lo que Kyuhyun pudo decir, apretando las florecillas contra su pecho.

Una nostálgica expresión cruzó la hermosa cara del joven —Son hermosas ¿no es cierto? — le sonrió

Kyuhyun asintió. Sintió el impulso de sonreír y lo hizo —Por la mañana, cuando la lluvia caía, las mire desde mi ventana — alzo su mano para señalar su casa.

— ¿Vives enfrente?

—Sí —Kyuhyun sonrió y se levanto mirando al joven alzando su mirada—, me gustan mucho.

— ¿Cómo te llamas?

—Cho Kyuhyun — dijo firme — ¿Y tú? ¿Eres como yo? — lo miro con la cabeza ladeada esperando su respuesta.

—Soy Kim Yesung — acaricio sus cabellos y le sonrió —. Soy como tú, pero yo apenas comienzo a ser como tú.

Kyuhyun lo miro algo confundido. Según su padre le había dicho, los vampiros neófitos tenían arranques emocionales de vez en cuando y siempre necesitaban sangre, pero ver tan normal a Yesung no pudo evitar preguntarse si su padre le había dicho todo al respecto o sólo trataba de justificar la ausencia de su mejor amigo.

Yesung sintió el pensamiento borroso del pequeño Kyuhyun.

Kyuhyun jugaba con un joven, este lo llevaba en brazos de un lado para otro. Kyuhyun tendría entonces cinco años y el joven dieciocho. Jugaban de un lado para otro mientras alguien más los observaba.

De pronto la escena se volvió oscura, sentía la tristeza de Kyuhyun, lo escucho llorar y suplicar porque le devolvieran a su amigo. El había visto todo. Cuando su amigo se volvió loco, sus habilidades no pudieron ser controladas y mato a su familia, varias personas más cayeron también en sus manos. Su amigo fue condenado y llevado lejos a la horca. Y todo desapareció.

Yesung se arrodilló y lo atrajo a sus brazos. Kyuhyun se puso rígido. No estaba acostumbrado a que la gente lo abrazara. No era de los niños que les gustara ser consentidos, su madre siempre estaba detrás de él abrazándolo y no se dijera cuando más hombres y mujeres venían a las reuniones con su padre o ellos tenían que ir a ese lugar.

Arropado contra el pecho de Yesung, se sintió seguro y cómodo por primera vez en años. Era tan correcto este sentimiento — ¿Puedo preguntarte una cosa?

—Sí —contestó Yesung.

— ¿Cómo es que no sales a ver las flores? Siempre están bellas, deberías de enamorarte de ellas — recordó las palabras de su madre.

Yesung rió. —Estoy en entrenamiento, no puedo pasar tanto tiempo en mi jardín como yo quisiera.

La mandíbula de Kyuhyun cayó cuando se apartó para mirar los ojos negros de Yesung. —Nunca había conocido a un vampiro en entrenamiento — se mostro emocionado.

—Así es… no soy muy bueno.

Sintió la extraña urgencia de consolar al amable Yesung. —Puedes lograrlo, se que serás como mi papi —susurró. Puso sus pequeñas manos a cada lado de la cara de Yesung y besó su nariz—. Eso es lo que mi abuela suele hacer cuando me sentía triste. Claro que eso era antes de que ya no se lo permitiera — admitió con las mejillas sonrojadas.

Yesung sonrió. —Tienes a mucha gente que amas cerca de ti, ¿verdad?

Kyuhyun asintió. —Supongo que sí, pero ninguna me hará crecer. Mi madre dice que encontrare a alguien a quien yo ame tanto para crecer. Yo quiero ser niño para siempre.

Yesung suspiró y apartó la mirada. —Esa es la razón por la que estoy solo.

— ¿No has encontrado a la persona que pase contigo la eternidad? —preguntó Kyuhyun.

—No, por eso yo tengo que ser el mejor vampiro y encontrar a alguien.

—Si no tuviera que crecer para estar contigo, yo sería esa persona para ti — Kyuhyun sonrió.

Yesung despeinó el cabello de Kyuhyun. —Todavía puedo hacerte cambiar de parecer — Yesung río al notar las mejillas rojas de Kyuhyun.

Kyuhyun sacudió su cabeza. —Tengo que ser niño para siempre. Pero… — se mordió el labio. Miles de ideas pasaron por su cabecita y parecía que ninguna concordar con lo que de verdad quería.

Riendo, Yesung se levantó y miró hacia la casa de Kyuhyun. — ¿Qué si yo hago que me quieras? Entonces, cuando estés preparado, puedes decidir si quieres estar conmigo o no.

Kyuhyun intentó imaginar cuán mayor debería ser antes de que pudiera elegir estar con Yesung. —Tendría que pensarlo mucho.  

—Sí, demasiado.

Kyuhyun mordió su labio. — ¡Cielos!, es mucho tiempo.  

—No te preocupes. Cuando estés preparado para venir a decirme que quieres estar conmigo, yo estaré esperando.

Kyuhyun escuchó a su madre llamándole. —Oh, no. Ahora estoy en problemas.

Yesung se inclinó y le dio a Kyuhyun un beso en la cabeza. —Mejor vete antes de que descubran que estás aquí. Sé que no has pedido permiso para venir aquí. No me conocen y te regañaran.

Kyuhyun sacudió la cabeza. Con la inocencia de la infancia de su lado, sonrió a Yesung. —No me importa. Yo te conozco y sé que me quieres — le sonrió de nuevo.

—Ve —  riendo lo empujo para que saliera al encuentro con su madre.

— ¡Yesung! — Volteo antes de salir por el hueco de la valla —. Lo pensaré, sólo espérame un poco ¿sí? Tengo que pensar a quien tengo que dejarle mis juguetes.

Yesung no pudo evitar reír —Está bien, pero no necesitas dejarlos, puedes traerlos contigo — eso hizo sonreír a Kyuhyun.

—Entonces vendré pronto.

—Espero que así sea. Adiós — movió su mano en señal de despedida.

— ¡Adiós Yesung!

—Adiós Kyuhyun… Si sólo me conocieras, — Yesung dijo en un melancólico tono cuando Kyuhyun corrió de vuelta hacia el pequeño hueco en la valla.

                                                        ***

Kyuhyun regreso a casa con una enorme sonrisa en su rostro y no podía quitarla tan fácil. Pensaba en que tan difícil sería estar con Yesung, tal vez si sólo pasaba el resto de su vida siendo un niño y que él lo amara, sería lo ideal.

 

A la mañana siguiente Kyuhyun se levanto temprano, sin despertar a nadie y bajo las escaleras hasta la puerta para salir sin que fuera sorprendido. Las aves comenzaban a cantar, el roció estaba sobre las plantas reluciendo con el sol que comenzaba a salir.

Entro por el hueco del día de ayer, sin hacer tanto ruido entro al jardín. Encontrándose con las flores azul zafiro Kyuhyun arranco unas pocas y las llevo consigo. Llegando al pórtico de la casa de Yesung se puso de puntitas para alcanzar el timbre. Toco dos veces y espero respuesta del mayor.

—Yesung — dijo con su vocecita casi en un susurro.

Torció su boquita al no recibir respuesta. Subiendo a una banca cercana a la ventana logro ver hacia adentro. Entonces noto una sombra. Bajo emocionado y espero en la puerta. Aliso como pudo sus cabellos rizados y apretó las flores en sus manos.

— ¿Kyuhyun? — una voz dijo al abrir la puerta.

—Buen día Yesung — noto como el mayor se frotaba los ojos y lo miraba extrañado, como si pensara que era un sueño.

— ¿Qué haces despierto tan temprano? — lo miro buscando en todos lados por si venía acompañado por alguien.

—Yo… — movió sus pies esperando decir algo —. ¿Vine a verte? — lo miro a los ojos.

Yesung sonrió. — Pasa Kyuhyun.

Kyuhyun entro al instante de que Yesung abriera la puerta y este se quedo sorprendido cuán rápido había ganado su confianza.

Yesung se tiro en su sofá y noto como Kyuhyun miraba a todos lados con su boquita formando una O.

— ¿Por qué no hay fotografías en tu chimenea? — señalo el lugar en cuestión y ladeo su cabeza esperando la respuesta.

—No tengo fotografías para poner…

—En mi chimenea están fotografías de mi familia, muchas, muchas de ellas — se acerco a él extendiendo sus brazos.

—No lo sé — Yesung bajo la mirada y Kyuhyun enseguida se puso frente a él.

—Te daré una mía — alzo la voz y le sonrió —. Tengo muchas mías — dijo como si no pudiera negar su oferta.

—Está bien — se enterneció ante su amabilidad —. Podríamos tomarnos una nosotros — lo tomo por los hombros.

Kyuhyun asintió y se quedo rígido. El tacto de Yesung lo hacía sentir inquieto, como si hubiera comido helado todo el día o hubiera jugando videojuegos hasta el cansancio y estuviera durmiendo feliz.

— ¿Qué pasa? — dijo adivinando sus pensamientos.

—N-nada — sintió sus mejillas sonrojarse — T-tengo que regresar a mi casa, si no me encuentran, no me dejaran volver.

—Está bien.

Se levantaron del sofá y lo acompaño hasta la puerta.

—Vendré todos los días — prometió Kyuhyun.

                                               ***

Y así lo hizo. Por un mes Kyuhyun iba todos los días a la casa de Yesung. Era un agradable verano, pero este estaba por terminar, por lo que Kyuhyun estaba algo triste, pero aun así le hizo saber que pronto se mudaría con él así no tendría que ir y venir todos los días. Yesung se sintió realmente querido por la inocencia de Kyuhyun. Siempre aprendía algo nuevo de él y uno del otro. Su relación era tan amena y envidiable para cualquiera, su madre de Kyuhyun les puso el apodo de YeHyun pues Kyuhyun pasaba hablando tanto de él que su madre conocía a Yesung a la perfección.

Los padres de Kyuhyun decidieron conocer a Yesung, pues al saber que sería entrenado por Yunho y por el padre de Kyuhyun tuvieron que conocerlo. El padre de Kyuhyun realmente aprecio todo el cariño que le daba a Kyuhyun, pero le hizo una advertencia que Yesung tuvo que pensar.

Estas en entrenamiento, muchas cosas pueden debilitarte, y más que sólo te alimentas ocasionalmente, no tienes a una pareja, entiendo tus razones, pero entiende que es por tu bien.

Lo sé y lo entiendo, sólo que no me siento preparado aún para elegir una pareja para toda la eternidad.

El hombre rio. —Suenas igual que Kyuhyun — puso una mano en su hombro —. Creo que por eso te ha tomado tanto afecto.

—Supongo que sí — Yesung respondió nervioso.

—Y por eso ahora te digo esto… Kyuhyun es muy sensible y perceptible, por lo que ten cuidado al presentarle a tu pareja, si él se siente triste al respecto, sus habilidades podrían comenzar a salir antes de tiempo. Por favor Yesung, explícaselo de forma paciente a Kyu.

Lo hare señor.

Esas palabras daban vuelta en su cabeza. Era algo difícil el saber eso, pero parecía que el momento de que su pareja aparecía frente a él fue inevitable.

                                                        ***

Yesung miraba nervioso por la ventana, esperaba la llegada de Kyuhyun de su primer día de escuela. Tenía que explicarle a detalle su situación sentimental actual. Caminaba de un lado para otro, se mordía los labios y se revolvía el cabello nervioso.

Llamaron a la puerta y Yesung corrió de inmediato.

—Kyu… — se detuvo al ver a un hermoso joven de piel blanca y fina, rasgos delicados y una sonrisa —Wook… no pensé que llegarías ahora.

—Lo siento — hizo un puchero —, quería verte antes.

—Pasa… — lo recibió y le dio un casto beso en los labios.

— ¿Esperabas a alguien más? — pregunto sentándose en el sofá.

—Si… mi vecino de enfrente él viene a jugar — sonrió.

—Es lindo que juegues con un pequeño.

—Sí… — susurro.

—Yesung — capto su atención.

— ¿Sí?

—No ibas a mostrarme el libro.

—Oh sí — Yesung recordó el libro del que le hablaba —. Enseguida lo traigo.

Yesung subió a toda velocidad al ático en busca del libro que ya debería de tener en sus manos, pero en pensar en Kyuhyun no le había dejado tiempo de hacer mas.

                                               ***

— ¡Kyuhyun! Termina tu comida — su madre corría atrás de él.

—No quiero — siguió riendo.

Su madre se dio por vencida y dejo que Kyuhyun siguiera con su camino. Vio a su hijo sonreír de camino a casa de Yesung.

Tomando unas florecitas y correr a la casa de enfrente. Curioso se siguió así mismo. El pequeño Kyuhyun se detuvo frente a la puerta, limpio sus manitas en la ropa dejando una mancha en sus pantalones y se aliso el cabello. Poniéndose de puntitas alcanzó el timbre. La puerta se abrió y dejo ver a un joven de piel pálida. Kyuhyun retrocedió y sintió sus ojos humedecerse.

— ¿Qué sucede pequeño? – le pregunto con voz dulce.

Moviendo sus manitas nervioso aplastando las florecillas el pequeño Kyuhyun dijo apenas — S-son para Yesung — levanto las manitas y las dejo en manos de Ryeowook.

—Se las daré.

—Gracias — trato de sonreír y salió corriendo.

Kyuhyun regreso a su casa de inmediato. Sentía un nudo en la garganta e inmensas ganas de llorar. Miro de nuevo a la casa de Yesung y el joven seguía allí. Suspiro y entro a su casa.

 

Ryeowook hizo un gesto de desprecio y miro las flores en sus manos.

—Como puede querer a alguien tan despreciable como él – soltó Ryeowook aplastando las florecillas y tirándolas lejos.

— ¡Aquí esta! — grito Yesung moviendo emocionado el libro en sus manos.

—Gracias Yesung — corrió a los brazos del pelinegro y lo abrazo.

— ¿Quién era? — Yesung trato de mirar a la ventana.

—Nadie…

—Oh… está bien.

 

Yesung se pregunto si debía de ir a casa de Kyuhyun y explicar las cosas tranquilamente, pero se sentía triste escuchando los débiles lamentos de Kyuhyun en su mente. No sabía el motivo, sólo los percibía. «Tal vez su primer día no fue como él esperaba» Yesung pensó.

Notas finales:

¿Les gusto el inicio de esta tercera temporada? 

Adoro escribir shota jajajaja.. ya pues XD

Empezamos lento con sus primeros encuentros y demás... por lo que (suspira) creo que no sólo serán 3 capítulos como dije OMG... bueno ya les dire cuantos salieron jajaja

Gracias Lola, Kat, Paola, Ely_Kim Gyu, danae y BoicELF por su review en el epilogo de ¿Quien quiere vivir para siempre?

ACTUALIZACIÓN: JUEVES 10 ABRIL

NOS LEEMOS... 

 


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