“La mente es capaz de crear cosas que no existen, hacerte ver y escuchar a aquellos que ya no se encuentran con nosotros, pero sobre todo hacerlo parecer tan real, podrías jurar que nunca se fueron, para cuándo nuestra mente se atreve a jugar con nosotros vemos un medio de salida para el dolor que nuestra horrible realidad nos está causando, preferimos creer en lo que más nos conviene, en lo que nos lastimé menos. “
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Yo soy Kim JongDae y este es el conflicto que se lleva a cabo en mi cabeza, mi mente juega con mi capacidad para racionalizar, he estado siempre consciente de ello pero no me importa, si es capaz de mostrarme lo que más amo, si es capaz de hacerme escuchar su voz una vez más, si es capaz de mitigar aunque sea un poco este dolor que traigo en el pecho, me siento vacío ya que él no está conmigo, así que... no me importa que mi mente me convierta en su títere.
Me encontraba completamente consumido en mis pensamientos, las lágrimas no se hacían presentes y realmente quería llorar, cuántas cosas pudimos haber hecho, visto, hablado e incluso comido, mi corazón se estremece ante todo lo que teníamos planeado y no lograremos, simplemente tú ya no te encuentras conmigo, no te culpo de nada por qué no la tienes, tú no, la tiene el estúpido ebrio que te hizo daño y se fue dejándote solo, yo sé que donde te encuentras es un lugar pacífico, ya nada te preocupará ni dañara, es un lugar mejor, pero dónde sea que estés, ¿podrías pensar un poco en mí de cuándo en vez?
*Vete a dormir, Chen, ya que yo solo puedo hablarte en sueños, metido aquí no puedo ni fruncir el ceño fácil, levanta la frente que no quiero verte sufrir, nunca me gustó hacerlo, ¿Te digo algo? Aquí ya no hay memorias, el dolor no existe, acá estoy bien.*
Tu voz es tan serena, ¿podre confiar que así sea? Nos volveremos a ver, aunque ahora carezca en mi interior, el dolor en el pecho parece alejarse, pero cuándo regreso a mi dolorosa realidad, éste parece aumentar, se vuelve cada vez más asfixiante, sé que todo lo sucedido fue un terrible error, pero ahora solo queda aceptar la desunión, las citas que tendremos serán en sueños, me encarna la ironía por la alegría que siento al verte de esta forma porque recuerdo cuándo solías sonreír.
En tu funeral al fin pude llorarte, lágrimas amargas se hacen ver por mi rostro, no sé por cuánto estuvieron encerradas pero ahora sé que ya no puedo detenerlas, mis manos están fuertemente formando puños, me siento tan débil que simplemente no puedo ni quiero alejarme del lugar donde descansas rodeado de tantas flores, su aroma te hubiera encantado, al ver tu rostro tan apacible y esa sutil sonrisa hacen que aquellas gotas saladas caigan de mi rostro hasta la caoba reluciente, donde siguen su camino hasta perderse; sé que me odian tus padres, aquellos seres que lloran en un rincón de la sala apoyándose mutuamente, me hacen responsable de lo que sucedió y de cierta forma les doy la razón, sino hubiera salido esos 15 minutos después, pude haber llegado por ti e ir juntos a casa. Cuando llegué al lugar ya era tarde, paramédicos y policías en la zona que rodearon con cinta amarilla, autos con luces azules y rojas parpadeantes impedían el paso de la gente que se acumulaba alrededor, al ver que pasaba y descubrir que eras tú él que se encontraba tirado en el pavimento, no dude ni un segundo y fui a abrazarte, con ligeros movimientos intenté despertarte, pero tú no respondías –Xiumin, soy yo, Chen, debes levantarte, vamos a casa. – Mi estado era completamente en shock, esperaba que abrieras los ojos y me dijeras – ¡Claro, Chen! Vamos juntos – y me mostraras una de esas hermosas sonrisas que solo me dedicas a mí, pero viendo detenidamente tu bello rostro, notó que en tu frente hay una raspadura y tanto de una de las comisuras de tus labios como de tu pequeña nariz, salía una hilera de color carmín fresca, aún brillante y llamativa, tus ojos nunca se volvieron a abrir. Me encontraba completamente estático contigo en brazos, seguía admirando tu rostro, en él había tanta paz y una ligera sonrisa, sentí un enorme vacío cuándo los paramédicos te acomodaron en la camilla, la cual subieron a la ambulancia, yo sólo la vi alejarse, dos policías estaban enfrente mío, sus labios se movían pero no escuchaba sonido alguno, ni las voces de la multitud atrás ni de las estrepitosas sirenas de las patrullas, tan sólo observaba a la ambulancia alejarse contigo en su interior.
Tus familiares se acercan a mí tratando de consolarme, nuestros amigos con los que compartimos tantos momentos me daban su apoyo, yo solo me limitaba a decir entre sollozos que mi lugar siempre estará junto a ti, como lo prometí cuando te puse el anillo que llevas en el dedo anular.
*Vente a dormir a un lado conmigo, las palabras sobran entre nosotros, ya no hay más que decir, un simple beso en este lugar está prohibido pero bailaremos al son del viento, entre toda esta belleza a la que muchos llamarían El Paraíso, ¿sabes, Chen? Aunque no lo creas, te extraño desde que me fui pero acá estoy bien.*
Nos volveremos a ver, mi adorado Xiumin, aunque se desgarre mi interior solo me queda aceptar la desunión, a partir de ahora nuestras citas serán en mis sueños y al verte de esta forma... recuerdo cuándo me solías sonreír.
"Por ti, seré como un títere y mi retorcida mente tirara de mis cuerdas... tan solo dejaré que así sea"