los muertos y los vivos no pueden convivir por Anime97

—Nadie podrá entender nunca mi situación actual, todo demonio sensato huye de mi, pero no quiero quedarme atrás no quiero que todos me desprecien, solo... por ser un dios de la muerte
Todo comenzó el día de mi muerte, había sido ingresado en un hospital por el accidente que sufrí hacia dos semanas, llevaba ya una semana en coma, y mis padres estaban muertos, solo me quedaba ella, Sayu, mi pequeña hermana, me recuperé, pero una semana después me diagnosticaron una enfermedad mortal, por lo que cuando morí decidí quedarme con ella, a cuidarla, pero para ello tuve que hacerle una promesa al dios de la muerte.
Le prometí que cuando ella muriera... yo sería quien le arrebatara la vida.
—Hermanito, ¿en que piensas?
—No, en nada... —ella era la única que podía verme, y yo cuidaba de ella... tan solo era una niña, ella me necesitaba, pero un día algo cambió.
Estaba siguiéndola a todas partes, como siempre, cuando me cruz e con otro espíritu que seguía a un coche, era una mujer, parecía que había muerto tristemente por la mirada de sus ojos, pero preferí concentrarme en Sayu.
—Hoy estas muy callado hermanito...
— ¿tú crees? Lo siento, supongo que estoy cansado, hasta los fantasmas deben descansar de vez en cuando ¿sabes?
— ¿Hoy te visitarán papa y mama? Ya sabes... es tu cumpleaños...
—Sayu, papa y mama no pueden bajar a la tierra, sabes que tengo que ir yo, además aunque bajaran soy el único fantasma al que puedes ver, y la única que puede verme.
—Si, si, ya lo se, pero al menos a ti si te tengo a mi lado hermano. —se acercó a mi y me abrazó calle do de bruces contra el suelo, la levanté y la limpie.
—Sabes que me tienes que avisar, si no me hago sólido no podrás tocarme, recuerda lo...
— ¡siiiii!— se dio la vuelta y caminó hacia el colegio.
—ahora debería ir tras ella para evitar que se haga daño.—La mañana pasó como siempre, Sayu no podía hablarme mientras estaba en el colegio, ya que pensarían que hablaba sola, por lo que tenia que entretenerme yo mismo, me dirigí a la biblioteca mientras Sayu hacia su examen, y me adentre en la zona fantasma para leer un poco y cuando fui a cobre un libro sobre la vida lo vio, un humano, un niño vivo estaba en la sección de al lado, mirando hacia aquí.—¿que esta mirando?
—A ti...— ¿que? ¿Podría ser posible que me haya oído?, por suerte en ese momento una niña vino a buscarlo, seguro que se lo decía a ella.
—este crió me ha dado un buen susto. —No me di cuenta de que lo había dicho en voz alta.
— ¿por qué te ha asustado hermanito?
— ¿Eh?—no me había dado cuenta, la niña que fue a buscar al chaval era Sayu. —Oye, no puedes hablar conmigo estando con gente Sayu...— me miro molesta, al fin y al cabo, solo era una niña.
—vamos Elle, la profesora me ha dicho que tienes que ir a la clase con los demás— mi hermanita lo agarró del brazo para guiarlo, pero el niño azabache de polera blanca seguía mirando hacia atrás, hacia... donde estaba yo, parecía que me estuviera mirando a los ojos.
— ¿en verdad puede verme?— en ese momento una sonrisa se asomó en la cara de ese niño, una sonrisa que contestó a mi pregunta, y la voz de un niño resonó en mi mente
—si, puedo verte...— el niño se dio la vuelta y siguió a mi hermana hasta el salón de clases, tras aquello la biblioteca se sumió en un silencio escalofriante.