Capítulo 6. Basta! Me lastimas.
Después de muchos intentos logre hacer un pastel de fresas que fuera un poco comestible, cocinar se me facilita mucho, pero en esta ocasión todo salía mal, salían muy duros, salados e incluso uno se quemó, tanto Sakura como Tomoyo fueron muy comprensivas conmigo, terminamos por decorarlo con un poco de Flosting de vainilla con unas cuantas frutas, Sukura las escogió pensando en cuales eran las que le gustaban a su hermano, ahora solo faltaba arreglar la sorpresa.
Son como las 6 de la tarde y ahora ya estoy en casa de Sakura que me dijo que me la prestaba para hacer mi sorpresa ya que su papá se había ido de viaje por su trabajo, Touya está apunto de regresar de su entrenamiento no hay nadie que nos puedo interrumpir, tengo miedo de que las cosas no salgan como las he planeado, él te está listo y el pastel también solo falta crear ese ambiente empalagoso que siempre hay en las novelas románticas, para eso comeremos a la luz de las velas.
Un mantel, unas cuantas flores y todo queda terminado, ahora a esperar… tengo que ir a verme a un espejo ¿me veo bien? ¿Por qué me veo tan mal hoy? Mi cabello es un desastre, mi playera también incluso tiene una mancha enorme de no sé qué, esto no puede estar peor.
-Sakura ya llegue- se escucha desde la sala, tengo que salir rápido a recibirlo.
-Me alegra mucho que ya estés en casa- trato de poner mi mejor sonrisa, ese chico hace mucho por mí, desde ser la mejor noche de su vida.
-¿Shaoran que haces aquí?-
-Viene a darte una sorpresa siéntate en el comedor, enseguida iré contigo- que nervios tan grandes tengo, ¿y si se me cae el pastel? ¿Y si rompo los platos?
Entro a la cocina, todo parece estar en orden el esperando en la sala y yo debo de calmarme o si no todo saldrá muy mal, tomo el pastel como puedo abro la puerta y lo veo sentado junto a la tetera de algún modo extraño esto se parece a mi sueño de aquel día solo que el conejo blanco no está…
-Sorpresa amor- incluso yo me sorprendí con eso, nunca le había hablado así
-Waaow pero que lindo te quedo, ¿lo hiciste tu verdad?- pregunto curioso
-Claro que yo lo hice, esa es la sorpresa-
-Sabía que algo tan hermoso tuvo que haber sido hecho por las manos más lindas que he visto- toma una de mis manos para lentamente acercar los labios y besar mi dedo anular.
-Yo también tengo un regalo que darte- fue hacia la sala donde estaba su mochila y saco algo- toma ábrelo- frente a mi puso una cajita muy pequeña de color rosado con orillas doradas, la abrí con cuidado para no romperla, en ella hay un par de anillos toma mi mano…
-Tal vez es muy pronto para pedirte que nos casemos y de poder hacerlo lo hacía, pero somos muy jóvenes aun, este anillo representa mi promesa de siempre estar contigo- no supe que decir esperaba un llavero en forma de perrito- el otro anillo lo tendré para recordar el inicio de este amor-
-Gracias por ser tan lindo conmigo, trato cada día de dar lo mejor contigo, tu… has hecho tantas cosas por mí que no tengo manera de expresar lo que siento por ti- toma mi barbilla y se acerca lentamente hacia mí, sus labios rosan los míos por un corto tiempo, buscando la calidad de los míos para darme finalmente aquel primer beso que seguramente contaríamos a nuestros nietos como el más especial momento en toda nuestra vida juntos.
Nos reincorporamos y pasa su brazo sobre mi hombro para recargar su cabeza contra la mía.
-Esto ha sido mi mejor regalo- Algo en mi ha cambiado, no sé qué pero lo siento, me siento diferente a hace cinco minutos -¿quieres pastel?- asiento con la cabeza y se dispone a partirlo mientras sirvo él te.
-yo no quiero pastel- ¿pero qué le pasa? Lo hice para él... ¿cómo que no quiere comer?-cometelo tu, yo pase por algo en el camino-
-yo lo hice para ti…-
-estoy muy lleno en serio- haciendo caras como de estar satisfecho.
-pues quédatelo es para ti- trato de ser razonable, se lo puede comer mañana.
-tu llévatelo seguro que tus papás serán muy felices con el-
-no lo hice para ellos, es para ti-
-pero yo no quiero-
-Entonces creo que me voy, ya es tarde y tengo que llevarme el pastel- comienzo a recoger las cosas- ¿quieres que también me lleve él te?
-Si pudieras hacerlo te lo agradecería mucho, casi no me gusta él te-
-Está bien ya me voy- Le doy un beso en la mejilla y recojo las cosas- te dejo para que descanses, seguro estas muy casando- no lo voltea a ver solo quiero irme ya.
-¿Estas bien Shaoran?-
-Claro, cuídate, me voy- no puedo evitar llorar pero no lo dejare verme así, todo iba tan bien.
-Espera no te vayas quédate un poco más, no estoy cansado-
-Me tengo que ir ya-
-Está bien comeré un poco de pastel, pero quédate-
-Tú dijiste que no querías-
-Pero ya quiero-
-que mal porque este pastel ya es mío-
-pero lo hiciste para mí-
- es mío Shaoran- Odio a este hombre, porque hace esto hoy.
-Adiós Touya- y cierro la puerta, me lástima que tanto esfuerzo no haya valido la pena.
-Espera ¿Qué te pasa? Dame mi pastel- este ya es el colmo
-Toma tu pastel- y se lo empujó hacia el pecho y salgo corriendo.
No quiero ver a nadie, todo esto está mal, lloro desconsoladamente, mi mamá me escucha y entra a la habitación.
-¿Qué tienes bebé?-
-Nada mamá no quiero ver a nadie- escondo mi cara en una almohada
-Corazón dime que te pasa- esas mismas palabras me dijo el, lo odio- seguramente piensas que no te entenderé, pero por si lo habías olvidado también fui joven-
-Mamá ¿cómo supiste que papá era el indicado?-
- Muchas veces aceptamos el amor que creemos merecer, tu papá puede ser testarudo y temperamental, pero es una buena persona que siempre busco mi bien-
-Gracias mamá- y me quede profundamente dormido.
“Muchas veces aceptamos el amor que creemos merecer”