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De Rojo. por Lilium04

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Notas del fanfic:

Este fue lo que comenzo todo... mi primer ff sobre la pareja que más amo, el ChenMin, en el género que más amo, el gore<3

Solo les dejo leer^^

Todo comenzó cuando fui a buscarlo a su casa, habíamos peleado por trivialidades, cómo el por qué no tenía tiempo para él... pero mi trabajo lo era todo para mí, el ser modelo consumía gran parte de tiempo pero era lo que más amaba hacer, había trabajado mucho para llegar a donde estoy y el ser reconocido por varias agencias me decía que todo valía la pena.

 

El cómo le conocí es otra historia. Salía de una presentación que me había dejado totalmente agotado, estaba de regreso cuando me encontré con un café en una esquina, su decoración por fuera era linda, con pequeños arbustos perfectamente recortados y a través de las paredes de cristal se lograba notar que por dentro era realmente agradable, ya no tenía nada más que hacer así que decidí entrar.

 

Como se apreciaba, aquel lugar era agradable y su ambiente tranquilo hacía que se apreciara aún más.

 

Tomé la cartilla y comencé a ver las opciones del menú, me decidí y llamé a un camarero el cual con una sonrisa gatuna asintió y se dirigió hacia mí. Cuándo estuvo frente a mí pude apreciarlo mejor: era bello. Tenía unas facciones un poco peculiares lo cual me recordó a un troll, pareciera que me burlaba pero realmente me parecían adorables, sus labios eran delgados y rosas, ¿cómo se sentirán? Los notaba moviéndose, pero no escuchaba sonido alguno hasta que su mano frente a mi rostro me sacó de mis pensamientos.

 

— Perdón, ¿me decía algo?— respondí con un pequeño tono rosa en los mejillas.

 

— Qué ¿cuál sería su orden? — dijo juntando la pluma con una pequeña libreta que tenía en sus manos mientras me mostraba otra adorable sonrisa.

 

— Ah, cierto, perdón. — dije apenado, dirigí mi mirada a la cartilla nuevamente, aunque en realidad no estuviera concentrado leyéndola. —Mmm... un Ca-Cappuccino. — dije bajando la mirada para que no notara que aquel rosa en mis mejillas se volvía más llamativo.

 

— Claro, en un momento se lo traigo. —respondió mientras se daba la vuelta, no sin antes mostrarme otra de sus sonrisas, ya me estaba haciendo adicto a ellas.

 

Pasaron como 5 minutos antes de que MI mesero me trajera la bebida, porque sí, ya lo había reclamado como "mío".

 

— Perdón sí le hice esperar.

 

— N-no, no fue mu-mucho.—apenas logré articular.

 

— Espero disfrute su café.— sonrió y se dedicaba a irse...

 

— ¡Espera! —lo detuve.

 

— ¿Diga?

 

— Este... ¿co-cómo te lla-llamas? —solté en un tono bajo mientras veía jugar mis dedos nerviosos y sentía que mi cara se volvía completamente roja.

 

— Ah... JongDae, así me llamo.

 

Apenas escuché su nombre levanté la mirada y ahí estaba otra vez esa sonrisa, pero esta era diferente, tenía luz consigo, era hermosa.

 

Después de aquel día comencé a frecuentar ese café, después del trabajo lo primero que hacía era ir directo hacia ahí y pasarme horas con un Cappuccino frío en las manos, por supuesto, el que me traía "mi" mesero, viéndolo pasearse de un lado a otro entregando órdenes a sus respectivas mesas. Obviamente no era tan descarado, una que otra mirada fugaz le daba porque tampoco soportaba ver que le sonriera a alguien que no sea a mí. ¿Celos?, podría ser, aunque no tengo derecho alguno sobre él, pero lo quisiera.

 

Recuerdo el día en que me habló sin que fuera para pedir mi orden. Me disponía a irme a mi casa cuando a una cuadra del café me alcanzó.

 

— ¡Espera!

 

No creí que fuera mí, me retiré los auriculares y miré hacia atrás, aquella vista me causó gracia y mucha ternura: un JongDae agitado, con una ligera capa de sudor en su frente y con intentos de recuperar el aire que se le escapaba.

 

— Espérame — logró decir entre jadeos.—Tú... no me... has... dicho tu nombre...—

 

Aquello me dejó perplejo.

 

— ¿Perdón?

 

— No es justo, tú ya sabes cómo me llamo pero no has dicho tu nombre.—dijo cuándo logró recuperarse por completo.

 

— Aaah... mi nombre...—sentía como mi cara se encendía.— MinSeok.

 

— Bueno, pues mucho gusto, MinSeok.— soltó mientras estrechaba mi mano—¿Quisieras caminar un rato conmigo?—aquella sonrisa se hizo presente otra vez pero sabía que esa era solo para mí, no era la misma que cuando tomaba una orden, me daba esperanza.

 

Desde ese día JongDae y yo nos hicimos cada vez más cercanos, me saludaba cada vez que llegaba al café y cuando podíamos salíamos juntos a algún lado simplemente a platicar. Los meses pasaron, cuando un día me dijo que necesitaba decirme algo importante, me alarmé por su tono y fui al lugar donde me citó. Cuando llegué él ya estaba ahí, lo cual fue raro porque JongDae es de los que llega tarde. Él fue el que comenzó a hablar.

 

— Sabes, MinSeok, hay alguien que me gusta pero no sé si me corresponda.—tenía una mirada triste y su voz era lejana.

 

Cuando le escuché, sentí que algo dentro de mí se rompía en mil pedazos al igual que los ojos se me humedecían. —¿En serio? ¿Y por qué no se lo dices? ¿Estás completamente seguro que no te corresponderá?—logré decirle sin que mi voz se quebrara, a pesar de todo lo que le quería, antes que nada, él era mi amigo y quería verlo feliz.

 

— Me da miedo lo que piense de mí, que le de asco, realmente no quiero perder su amistad porque para mí es muy valiosa.

 

Su tono no era triste, era de aceptación y resignación.

 

— ¡¿Tú como sabes eso?! ¡¿Cómo, si no se lo has dicho?!— grité molesto, de cierta forma fue como si me diera valor a mí mismo para decirle todo lo que siento, reprimiendo aquellas lágrimas que querían salir.

 

JongDae me miró con los ojos abiertos pues no esperaba aquella reacción, pero suavizó su expresión y poco a poco me mostró una sonrisa muy leve.

 

Cuando me di cuenta sus labios ya estaban sobre los míos, eran tan suaves, sin querer aquello que reprimía salió, las lágrimas salían por sí solas dejando un camino brillante y tibio, lo único que hice fue cerrar los ojos y disfrutar de ese maravilloso momento.

 

Y volviendo al principio, me dirigía hacía la casa de JongDae para arreglar las cosas porque no fue para nada agradable como terminó todo. Estaba dispuesto a recuperar aquello que teníamos tiempo atrás, que no tiene mucho, pero de un mes para acá nos fuimos alejando poco a poco, podría ser que a mí me solicitaban cada vez más agencias, lo cual estaba agradecido, pero sentía que me separaban cada vez más de él, de mi adorable troll, JongDae.

 

Todavía recuerdo todo lo que nos gritamos una noche atrás.

 

<<— ¡Simplemente te importa más tú estúpido trabajo que yo!

 

— ¡Eso no es cierto y lo sabes, he tratado que esto funcione desde siempre!

 

— ¡¿Funcione?! ¡¿Dices que funcione?! ¡¡¡Te la pasas paseándote frente a cuanto tipo tienes en frente!!!

 

— ¡Por Dios, Chen! ¡soy modelo! ¡¿Qué se supone que haga?! ¡Y no lo digas de esa forma como si me vendiera frente a los ojos de ellos!

 

— ¡¿No?! ¡He ido a uno de tus eventos y no soporto como te ven aquellos asquerosos sujetos! ¡A ellos no les importa la ropa, lo único que quieren es quitártela!

 

No lo soporte más y le di un golpe por la frustración, fue con todas mis fuerzas cerrando los ojos mientras salían las lágrimas, cuando los abrí, JongDae se encontraba en el suelo con una mano en la cara.

 

— Me lo merezco, fue mi culpa, no debí haberte dicho esas cosas.— se fue incorporando hasta quedar completamente de pie. Yo no me había inmutado, estaba lo bastante perplejo por lo que había hecho segundos antes.— Cuando estemos más tranquilos hablaremos de esto, hasta entonces Minnie.—se dirigió a la puerta.

 

Logré ver cómo empezó a tomar relieve y color el lugar donde había asentado el golpe, solo lo vi salir y cuando cerró la puerta, mi cuerpo reaccionó por sí solo y perdiendo la fuerza en mis piernas, fui cayendo de rodillas mientras comenzaba a llorar amargamente al darme cuenta de lo que había hecho.

 

Lo había golpeado. ¿Me perdonaría? No... aún peor. ¿Yo me lo perdonaría?>>

 

Ya estando en la entrada de su casa, me dirigía a tocar el timbre cuando escuche una pelea en el interior. Con cautela me fui asomando a la ventana y ahí estaba JongDae, noté que el lugar donde le golpeé anteriormente estaba aún más hinchado, me maldije por dentro. Con el que discutía era casi de la misma estatura, tenía una cara adorable a pesar que en ella expresaba realmente angustia. Logré escuchar un poco de la discusión.

 

—¡¿Cómo es posible que te dejes hacer esto?!—el otro chico le recriminaba a Chen.

 

— Lay, tú no entenderías.— contestaba con una sonrisa suave.

 

— JongDae, ¡cómo que no entendería! ¡Tú mismo me has dicho que tal vez ya no siente lo mismo!

 

— Solo es un poco complicado…

 

— ¡¿Complicado?! ¡Sabes que estás harto del poco tiempo que te dedica porque no quiere dejar su trabajo! ¡Quién no se fastidiaría de ver a su pareja solo unos minutos al día!—aquel de cara adorable se volvía cada vez más histérico.

 

— Pero yo lo am…—no le dejó terminar, sus labios se posaron sobre los de JongDae cortando la frase.

 

— Y yo te amo a ti, yo sí te daría el tiempo que mereces.— lo volvió a besar.

 

No soporte más y salí corriendo, después de ver aquella escena mis lágrimas brotaron una vez más, pero lo que más me dolió es que no puso resistencia, aquel a quien yo amaba y encontraba como el ser más dulce del mundo, no ponía resistencia de los besos que le daba aquel que se hacía llamar “Lay”, le dijo que podría ser mejor que yo...

 

"Un minuto."

 

Mi orgullo tomó lugar y comencé a odiarlos, no permitiría que un sujeto cualquiera venga a rebajarme, tampoco perdonaría a aquel que me haga daño, sin importar que ese alguien sea el mismo JongDae.

 

Comencé a pensar con cómo atraería a JongDae a mi casa. Bastó una simple llamada diciendo “necesitamos hablar y aclarar todo lo que ha pasado”. Lo cité a las 8:00 pm, llegó tarde como siempre, pero ya no me importaba, le haría saber todo lo que sentía y mejor aún, se lo demostraría.

 

Nos sentamos en el sillón de la sala y el comenzó...

 

—Minnie, de un tiempo para acá ha estado un poco tensa la situación entre nosotros y no quiero que así sea, te amo y quiero pasar más tiempo a tu lado.

 

Su voz era serena y la notaba con ¿cariño?, ¿cómo alguien que se atreve a engañar a los demás puede demostrar cariño?, yo solo lo miraba fijo, sin expresión, en mi mente se reproducía una y otra vez aquella escena. Rompí mi silencio.

 

— ¿A mi lado? ¿Por siempre? ¿Crees soportarlo JongDae? porque como actuaste la otra vez entendí muy bien que te habías cansado de estar conmigo.—dije sin ningún sentimiento en mis palabras, ni en mi rostro, ya no quedaba ninguno a excepción de uno, odio acompañado con venganza. Sí, esta última sería tan dulce y placentera, bueno por lo menos para mí lo sería.

 

— ¡Por supuesto que sí, Minnie!- dijo mostrándome una de esas famosas sonrisas que solían atraparme y ahora mismo no hacían nada. Mentiroso.

 

— ¿Por siempre?—pregunté inmune a sus palabras.

 

— Por siempre. — se acercó más a mí y puso sus labios sobre los míos, eran tan dulces y no permitiría que alguien más los probara. Nadie más lo haría.

 

Suavemente fui acercando mi cuerpo al suyo profundizando el beso, cada vez me apretaba más hacia él y yo lo dejaba.

 

Comenzaba a bajar por mi cuello cuando comenzó a hacer falta el aire.

 

— Tú dijiste "para siempre" y así será.— comencé a deslizar un cuchillo que había escondido debajo de los cojines horas antes y lo fui subiendo por su espalda con parsimonia, no se dio cuenta, estaba muy ocupado desabrochando mi camisa, así que sin pensarlo mucho, de un solo movimiento lo introduje en su espalda.

 

Al instante se arqueó dejando a un lado su labor con mi camisa, dio un grito ahogado mientras se escuchaba unos pequeños track provenientes de la herida grave que le había provocado. Cuando vi que comenzó a recorrer aquel hinoptizante fluido de color carmesí acompañado con esa tentadora y afrodisíaca esencia, mis pupilas se dilataron y esbocé una sonrisa maliciosa. No me podía detener... quería más.

 

Saqué el cuchillo de la espalda y aprovechando en la posición en que estaba lo metí en su pecho, otro grito sin voz, aún más carmesí, me encantaba.

 

Cayó al piso y yo me puse encima de él, le arranqué la playera viendo su torso desnudo.

 

— ¿Sabes? El rojo te queda bien, combina con tu piel.— dije maliciosa y dulcemente en su oreja a la cuál mordí el lóbulo, volví la vista a su pecho, de la abertura que le había hecho anteriormente salían brotes de sangre y en el piso se encontraba aún más, pero no me era suficiente, yo quería más.

 

Pasé la hoja plateada que daba adorables destellos carmín a lo largo de su pecho dejando una delgada línea para que ésta de paso a aquel fluido que tanto deseaba, JongDae se retorció por el tacto lo cual me motivaba a hacer más y más líneas, ¡en verdad que lo estaba disfrutando!

 

Cuando me cansé, al fin miré su rostro el cual tenía sus ojos en mí, no había sentimientos de culpa en ellos, era como si me dijera con la mirada que me perdonaba, ya no había luz en ellos, se había marchado. Limpié mi mano y con ella cerré sus hermosos ojos, mi mirada llegó a su boca y noté una pequeña hilera carmín que salía de ella, mi incliné lamiéndole, sintiendo su sabor oxidado sin vida, llegando a su boca dándole un último beso a mi adorado troll.

 

~*~

 

Sonó la alarma avisando qué debería levantarme, con desgano la apagué, me di cuenta de que no tenía ropa, me froté los ojos y me estiré sintiendo como cada uno de mis músculos lo agradecían, me disponía a levantarme cuando mi mano topó con algo, era él, JongDae se encontraba plácidamente dormido a mi lado cubierto por las sábanas hasta la cintura mostrando su torso desnudo sin marcas, el cual yo recordaba que de él emanaba ese dulce color rojo, suspiré al recordar ese lejano momento, me volví a acostar abrazando su cintura y le di un tierno beso en sus labios, el lugar del golpe comenzaba a tomar un color violeta, se removió por el tacto y sin abrir los ojos me sonrió, ¡oh, cuanto lo amaba!, lo abrace aún más y él hizo lo mismo.

 

— ¿Estaremos así para siempre? —le dije suavemente.

 

— Para siempre. — fue lo único que respondió, sonrió y me abrazó aún más.

 

Enterré mi cara en su pecho aspirando su dulce aroma, los latidos de su corazón eran como una nana para dormir y no tardé mucho en hacerlo.

 

— Para siempre. — suspiré. Sonriendo.

 

*Disculpa los malos pensamientos, he notado que tengo aquí un deseo criminal extraño...parece ser amor.*

Notas finales:

Y? les gusto? No les gusto?

Agradesco a mi beta, Neiro0820, por corregirme y golpearme mentalmente por mí, en ese entonces, muy mala ortografía, pero he mejorado xD

Dejen reviews!!! Bueno… si se puede~

Saludos~~(/owo)/


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