Tenían que estar de coña. Definitivamente debían de estarlo. No existía ni la más remota esperanza de que esto fuera cierto. El castaño observo por quinta vez el papel sobre sus manos >>Suerte Hyung<< se podía leer perfectamente en el recuadro de papel con la caligrafía de cada miembro. Llevaba tres horas fuera del departamento sin nada más que el estúpido papel, no llevaba llaves, celular o al menos un poco de dinero. –Estúpidos miembros- Comenzaba a desesperarse, si no obtenía respuestas pronto patearía once traseros asiáticos, y ellos lo sabían, sabían que si perdía la paciencia ni Kris se salvaría de su buena porción de culpa, podía no ser el mas alto o musculoso pero lo respetaban, no era un YiFan capacitado para dar órdenes o un SuHo sobornador pero vaya que los miembros sabían que no debían traspasar la línea de su paciencia.
- Dense por muertos – se levantó del banco donde descansaba en la fría mañana de Corea. Ahora mismo podría estar en su habitación durmiendo en su cómoda cama en espera de el nuevo capítulo de su serie, pero en cambio tenía ese estúpido papel. Saco de su bolsillo su segunda compañía, a diferencia del trozo de papel con palabras de aliento de los miembros este tenía plasmado el dibujo de un hámster –obviamente no hecho por los miembros- demasiado lindo -´¿Un hámster? - ¿Hamster? ¿Mascotas? ¿Yesung? – Aaaahhh! – hundió el gorro de lana hasta cubrir sus ojos chocolate – definitivamente, EXO, será ahora de solo un miembro- Ni siquiera SuHo se salvaría – Ya que.
Eran un hámster, un maldito hámster, que se suponía que significaba ese animalejo, ¿Querían que fuera a buscar a Hamtaro? . Aun con el pequeño animalito naranja rondando sus pensamientos camino por el centro comercial, estaba a punto de olvidar su condición de ídolo y pedirle a cualquiera que le extendiera dinero, ir por un cerrajero y entras a su dormitorio cuando el ladrido de un pequeño dálmata lo saco de su plan. Conocía ese amiguito, lo había visto el fin de semana en la tienda mientras burlaba a Xiumin por su gran parecido con aquel regordete hámster marrón…
- ¡Kim Minseok estás muerto! – se adentró al local mientras muchas adolecentes lo señalaban alargando suspiros donde lo único que identificaba era *LuHan de EXO* paso de ellas hasta el lugar donde estaba antes el animalito cachetón, al pasear la mirada por el estante diviso una nota del mismo azul fuerte del que tenía en la mano – Simplemente genial-. Llamo a una chica que debía trabajar ahí que con una sonrisa le extendió el papelito en cuestión. – Una cafetería – la misma que visito con el traidor del baozi cuando salieron de compras solos.
- Te desinflare esos cachetes Minseok – continuo caminando por el lugar planeando como torturar esos regordetes cachetes, antes de darse cuenta ya estaba frente a esta, espera entrar y ver esa sonrisa característica de su amigo, pero nada, ni una sola alma estaba en ese lugar a pesar de ser una de las mejores en el recinto social. Cayo abatido sobre una gran silla del lugar, sin dinero, sin comunicación, sin las llaves de su hogar y con un traicionero por amigo.
- Oh, te has equivocado esto no es mío – le alargo una sonrisa conciliadora al chico que asentó la orden sobre su mesa, este solo le sonrio y hablo.
- Claro que lo es señorito LuHan – antes de que el mencionado le rebatiera partió del local, ¿No se suponía debía regresar a la cocina? Apartando al extraño empleado fijo la mirada en la orden, una café que reconoció como un espresso y un baozi -Como aquella vez- había burlado tanto a Minseok por ese día con sus cachetes que de solo recordarlo se partía de risa. Se debatió en tomar la orden o no, consigo no yacía ni un mísero won para pagar, ni modo, la cuenta de Suho sufriría un poco más.
No hubo enterrado su blancos dientes en mas de la mitad del pan cuando sintió estos chochar, al separarlo de su boca vio caer el pequeño trozo que dejaba a la luz una pequeña cajita de cristal. No cambia duda, EXO era un grupo en el cual sus miembros poseían desequilibrio mental. Limpio los restos de la cajita, adentro se divisaba una hoja planeata perfectamente doblada – Otra vez no - ¿Ahora que seria? ¿Pikachu? ¿Doraemon? ¿Un T-Rex? Cuando la abrió diviso un perfecto Hangugeo atravesando el brillante papel, junto una pequeña nota que reconoció como la letra de su amigo.
>>Buena suerte pequeño Lu<< >>¡Esfuérzate mucho, nosotros igual lo haremos<<
- ¿De qué va esto Min? – sonrio abatido mientras bebía su ahora tibio café - ¿Es alguna clase de broma? ¡Vamos chicos, ya pueden salir! - mientras seguía pidiéndole a los ausentes miembros que salieran un sobre azul fue depositado en su mesa – Definitivamente, pediré que les prohíban las películas.
Misión Minseok : Completada.
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