Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Watchdog por Mask Matt

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es muuuuuuuuuuuy cursí... creo.

Notas del capitulo:

Es cursí :DD Se me ocurrió de la nada~ Es solo un songfic uwu

Espero les guste~ <3

La vida es tan curiosa, ¿lo sabías? Yo esperando por ti todos los días, aunque no a todas horas, también tengo que preocuparme por mí mismo. Eso tienes que entenderlo perfectamente, ya que me conoces y puede que más de lo que yo me conozco a mí mismo.

Una mañana como cualquier otra, te habías levantado lentamente del colchón, intentando no despertarme o al menos eso me creí por tu forma de caminar con demasiado sigilo al dirigirte al baño. Normalmente te quedarías conmigo hasta que yo busque tu pecho para acurrucarme y como de costumbre, estarías ahí cuando abra mis ojos, me recibirías con una gran sonrisa y un beso en la frente, como solo a ti te gusta actuar, de esa manera tan cariñosa y protectora.

Me quede viendo a la puerta del baño, esperando con gran impaciencia tu regreso, quizás al ver que este despierto correrías a darme los buenos días, como el buen perro que siempre has sido. Me llenarías de mimos, caricias y besos que posiblemente me saquen de quicio y termine por alejarte de mí a unos cinco metros de distancia. Sin importarte el que sea así, solo sonreirías y estirarías los brazos en mi dirección, siendo tan infantil y proclamando lo que es tuyo por capricho o quizás porque lo has ganado de verdad, me has ganado por completo.

No me gusta perder, eso lo sabes pero… simplemente no puedo darme el lujo de ganarte en ver quien ama más a quién porque… a pesar del tiempo que te había dejado solo, a pesar de que no dije ni una sola palabra de despedida, a pesar de haberme rescatado del incendio que yo mismo provoque; una vez estaba curado y cuando me enojaba fácilmente me desquitaba tanto contigo como cualquier otra cosa, siendo tan paciente y llenándome de amor que sinceramente no sé de dónde sacas. Teniendo todo eso a tu favor… yo nunca podría dignarme a presentarme como “mejor” que tú. Y si lo hiciera, sabré que no es verdad.

¿Te acuerdas? Cuando en una de mis tantas rabietas, casi te sacaba a patadas del departamento solo porque no habías comprado chocolates en cuanto me había despertado, ese día en que arruine mi rostro y parte de mi cuerpo. Recuerdo como sentía que mi cuerpo ardía, dolía y sangraba y tú te acercabas sin importarte que estuviera más enojado por destrozarme, recibiendo varios golpes que ni les tomaste importancia.

Me habías forzado a quedarme sentado y sin moverme, mientras intentabas rápidamente curar mis heridas y desinfectarlas, te preocupabas tanto por mí, que ni siquiera notaste el delgado hilo de sangre que iba cayendo de tu nariz, tal vez si lo notaste pero poco te importo tu estado.

Siempre te veía preocupado por mí, por mi estado de ánimo que se habían ido por los suelos, dando inicio a una gran depresión por mi aspecto físico, como me odiaba por ser tan impulsivo, sin medir las consecuencias de mis actos, dando muerte a personas que no merecían morir. Soichiro, no era una mala persona.

Aún recuerdo… esa noche, en donde no podía dormir, te adentraste a mi cuarto -aunque en un principio era tuyo- mirándome de esa forma tan comprensible, sentándote a un lado mío, sin decir nada, esperando a que yo me dignará a contarte el porqué de mi insomnio pero eso nunca llegue a hacerlo. Comprendías, solo me sonreías y me rodeabas con tus brazos, susurrándome que podía contar contigo, que no importaba que tanto me hubiera echado a perder como solía decirlo, siempre, siempre estarías ahí para hacerme ver que lo que decía no era correcto siempre.

Me dabas ánimos, me hacías amarme y… termine por amarte también…

Y… ¿Cómo no hacerlo? Cualquiera que haya tenido a alguien como tú a su lado, no dudaría ni un segundo en hacerte suyo, pero yo no me atreví a hacerlo… no en lo que pasaban los días y nos concentrábamos en el caso de Kira. Teníamos que ayudar a Near, aunque el estómago se me revolviera al reconocerlo, sin importar lo demás… era la única forma… Debíamos trabajar juntos…

Cuanto me arrepentí de meterte en esto, cachorro…

Pero de lo que nunca me arrepentí fue de decirte lo mucho que te amaba, antes de que todo diera a su fin. Te lanzaste en mis brazos, ya no había dolor, ni en mis heridas ni en mi mente, después de todo tú me cuidaste, me amaste como nadie lo hizo.

Comenzamos con nuestro pacto, demostrando nuestro amor lentamente entre besos, caricias y palabras. En un principio me habías tomado por sorpresa, me besaste en cuanto termine de declararme, primero de manera tierna pero después fui yo quien no quiso alejarte, te besé de manera demandante, cosa que correspondiste a la perfección. En pocos segundos podía escuchar tu corazón palpitar al mismo ritmo que el mío, tu cuerpo tan pegado, vaya que abrazabas fuerte, era como si no quisieras que me escapará, lo habías esperado desde hacía mucho… ¿verdad?

Lentamente fui escurriendo mis manos por tus grandes y fuertes brazos, cuando éramos pequeños no eras tan grande, eso me entristeció… nuestra infancia se fue en cuestión de segundos, ahora éramos unos hombres por completo… La respiración comenzaba a faltarnos, nos separamos y de inmediato nuestros ojos se cruzaron y se unieron como imanes, demostrando lo que con palabras no podíamos expresar, simplemente, no se podía.

Sonreíste, colocando delicadamente una de tus suaves manos en mi mejilla, era tan cálida esa sensación y verte así de tierno, llenaba mi pecho de emoción, no podía respirar sin dejar de suspirar a cada rato. Mi cuerpo te reclamaba, mi mente, mi alma, mi ser… Todo te fue perteneciendo… a cada momento que íbamos uniéndonos en besos, yo ya te sentía como mío.

Las prendas fueron siendo solo estorbos, los cuales nos dedicamos amorosamente a quitarlos despacio de nuestros cuerpos, yo del tuyo, tú del mío, marcando nuestras pieles con mordidas y chupetones por doquier, demostrando que nos pertenecíamos… Que solo nos necesitábamos nosotros dos, aunque suene egoísta, siendo como un acuerdo para un crimen.

En cuestión de unos cuantos minutos, me desesperé, te necesitaba tanto, estaba tan excitado e hirviendo de amor solo por ti. Te enfocabas en tocar mi virilidad con delicadeza, dando lamidas y una que otra mordida que lograba hacerme temblar y gemir más de lo que ya lo hacía. Me hundiste en un mar de placer al devorarte mi pene, lamerlo y besarlo, ¿Cómo sabias tanto de esas cosas? Quizás todo era nuevo para mí…. Al igual que a ti… Solo nos dejábamos llevar, por el deseo carnal, mezclado del amor que pertenecía a nuestras mentes. Perdón por no ser tan romántico como lo eres conmigo, sabes bien que eso no se me da bien.

Perdí mis dedos entre tu roja y hermosa cabellera que en ocasiones me daba cosquillas en mi abdomen, como disfrutaba tanto ese tacto, tu lengua juguetona y tus manos que impacientes  acariciaban mis piernas. Me mostraste tres dedos, ya sabía lo que tenía que hacer, los lamí lentamente, metiéndolos de lleno en mi boca y lubricándolos a la perfección. Metiste uno en mi entrada, haciendo que me removiera un poco, sería mi primera vez…

Un segundo se abrió paso después de unos cuantos minutos, se sentía tan extraño el movimiento que hacías dentro de mí, pero pareciera que lo disfrutaba porque no paraba de gemir y gritar como desesperado tu nombre. El tercero entro con mayor facilidad, dándome paso al mismísimo placer, se sentía bien, no puedo negarlo…

Aferré mis uñas a donde pudieran, en ese caso fue tu espalda que cordialmente me habías dado. Me besaste en los labios, mientras una de tus manos sujetaban tú miembro; rozaba desvergonzadamente mi entrada, en círculos y empujando en ocasiones haciendo que saltará en ocasiones, no era divertido, pero pareciera que tú lo disfrutabas por la forma en que me veías.

Entraste pacientemente, cuidando de no hacerme daño, te ibas abriendo paso entre mis paredes que seguramente te apretaban de una manera exquisita, lo deduzco por los gestos que obviamente no podías evitar hacer. Seguía gimiendo y mi respiración se entrecortaba, esperabas el movimiento de parte de mis caderas para comenzar con el delicioso vaivén, el cual no tardo mucho. Se sentía demasiado bien el rozar de tu caliente y palpitable miembro en mi interior, la manera en que poco a poco íbamos perdiendo la cordura hasta el momento en que me embestías con completa libertad y de manera salvaje, me fascino tu cambio.

Gemíamos, gritando nuestros nombres y fundiéndonos en la piel del otro, uniéndonos con el calor que emanaba de nuestros cuerpos y viéndonos en ocasiones directo a los ojos. Yo perdiendo mi vista en tus hermosos y nobles ojos color verde esmeralda, tan tranquilo como lo eres tú. Viendo por completo tu rostro, tus labios, cejas, nariz, facciones, haciendo que llegará a la conclusión de que te amo hasta la última fibra de tu cuerpo.

Unas cuantas estocadas más fueron suficientes para llevarme a la mismísima gloria, sintiendo como un cosquilleo se centraba en mi abdomen y como un escalofrió llenaba por completo mi cuerpo, cegando mis ojos de puro placer, al tiempo que sentía con demasiado detalle tu semen llenando por completo mi interior y sin poder evitarlo gemí fuertemente, dejando que mi cuerpo se relajará y recuperará de los espasmos que me rodeaban aun. Me habías abrazado fuertemente y ese gemido ronco que lanzaste muy cerca de mi oído, hizo que me estremeciera.

Así nos quedamos varios minutos, abrazándonos mutuamente, cerrando los ojos y tranquilamente descansando al lado del otro, en momento de paz que no volverían más. Jugueteaste con mi cabello y me susurrabas en el oído lo mucho que me amabas, yo sonreía y te daba batalla diciendo que yo te amaba más… no era mentira, en serio, te amo… pero a veces creo que tu amor es más grande y fuerte que el mío, no puedo evitarlo, me siento tan feliz.

A veces creo que podría abusar por completo de tu lealtad, que podría irme y cuando volviera seguirías con los brazos extendidos, esperando a que yo corriera para que me abraces y me des tu amor incondicional. Que si me iba, no te molestarías, serías comprensivo, como siempre lo fuiste, me seguirías amando tanto como yo a ti… Sé que sería así…. Después de todo, eres mi perro… ¿No es así?

Matt…

Notas finales:

o3o Y... que tal? :DD -siempre pongo esto D:-

<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).