Voy despertando lentamente por culpa de los rayos del sol que se cuelan por mis cortinas.
¿Qué hora será?- pienso mientras volteo pesadamente a ver mi alarma. Maldigo el día en que compre estas cortinas tan claras y transparentes. Intento enfocar durante 5 minutos mi vista en los números de mi alarma hasta que por fin logro distinguir la hora.
-¿7:34? ¿enserio? bueno pues ya ni modo- pienso optimista mientras me levanto lentamente de la cama para dirigirme al baño y poder terminar todos mis pendientes antes de ir a la escuela, me alegro de que hoy tengo que entrar hasta las 4, eso es lo único que amo del lunes.
Me dirijo a paso lento al baño pero antes de llegar me detengo en frente del espejo para poder observarme un poco. Lo que veo en mi reflejo es a un chico con apariencia pequeña, frágil y un poco infantil vestido con un pijama verde con rayas blancas. Mis ojos verde esmeralda se veían un poco cansados pero a la vez brillantes, mi cabello se veía muy alborotado y mi piel junto con mis pecas hacía muy buen juego con mi apariencia infantil. A veces me sorprende lo pequeño que puedo llegar a verme y eso que ya tengo 16 años aunque no parezca, aunque ahora que lo pienso ¿Cuánto media? ¿1.65? la verdad no me acuerdo muy bien. Me alejo del espejo para no seguir viendo la vergüenza de hombre que soy y me dirijo al baño para darme una ducha.
-Días como este hacen que recuerde el día en que perdí la apuesta con Night y tuve que estar todo un día vestido de chica- dije mientras me sonrojaba furiosamente y me empezaba a desvestir, quedando solamente en ropa interior.
***Flash back***
-¡Night no es justo! ¡Hiciste trampa!- grite mientras intentaba salir del cuarto pero antes de poder lograrlo alguien me cerró el paso con su cuerpo haciendo que cerrara los ojos instantáneamente. volteo a ver a mi captora y era una chica de cabello rubio hasta la espalda baja con ojos verde claro, llevaba una blusa rosada un poco escotada y una mini falda lila mientras que en su hombro dormía cómodamente un pequeño camaleón.
La chica me miro con una encantadora sonrisa y me agarro del brazo, esfumando toda esperanza de escape posible.
- Punzie, por favor déjame ir- dije suplicante, no quería que alguien de la escuela me reconociera vestido de mujer y le dijera a todos que soy travesti.
- Lo siento Hic pero no lo haré. Night gano limpiamente por lo que tendrás que cumplir la apuesta - dijo con una sonrisa maliciosa mientras me empezaba a jalar de nuevo al cuarto.
-Noooo!!!! ¡¡Te lo suplico!!- grite mientras intentaba zafarme pero antes de poder lograrlo sentí como alguien me cargaba como si fuera un saco de papas y me llevaba de nuevo a la habitación.
-¡¡Night, bájame!!- frote mientras empezaba a patalear como un niño pequeño.
- No. debes cumplir con la apuesta. Tú perdiste y te toca pagar.- dijo con voz firme y a la vez divertida.
Deje de forcejear 3 minutos después de mi captura sabiendo que de esa no me iba a salvar.
- mierda, estoy completamente jodido- pensé mientras veía cuanta ropa sacaban para vestirme como si fuera una barbie humana. - Este será un largo día- dije y suspire pesadamente preparándome para mi peor tortura.
***fin flash back***
Salgo apresuradamente de mi casa, intentando llamar a Night por 4 vez, espero que esta vez sí conteste.
-si no me contesta esta vez lo mato- pensé muy molesto mientras seguía marcando.
¿Hola?- contestó tranquilamente en la otra línea
- ¡¡Night!! ¿¡Donde demonios estas!? ¡¡¡Se supone que me recogerías a las 9:16 para llevarme a la entrevista de trabajo de aquel café y ya son las 9:36!!!-grite furioso por su impuntualidad, en verdad necesitaba ese trabajo si quería seguir viviendo yo solo en mi departamento y no en la casa de mis padres. Como odiaba su maldita maña de llegar tarde a todos sus compromisos.
-Ya, ya, no pasa nada ya casi llego, además se supone que la entrevista empieza a las 10:30- dijo tranquilamente
-Pero hay mucho tráfico a esta hora y te juro que si llegas tarde subiré a internet todas tus fotos más vergonzosas y tus más obscuros secretos- dije en tono amenazante mientras colgaba sabiendo que con eso el llegaría en menos de 5 minutos.
Y como lo predije el llego 2 minutos después de que le colgara, yo y mi gran y muy útil inteligencia.
Salude a Night y me senté en el asiento del copiloto, dejando mi mochila en la parte trasera del coche.
- ¿Estas nervioso?- preguntó con una gran sonrisa mientras conducía- no dejas de temblar y hace que te veas como un pequeño cachorro asustadizo-
-¡Calla!- dije mientras me sonrojaba- solo estoy un poco nervioso porque es el primer trabajo que tengo después de haberme ido de la casa de mis padres y lo sabes-
-Sí, lo sé- dijo aun con su sonrisa pero de un momento a otro su rostro cambio a uno totalmente serio y eso me asusto un poco.- Ten mucho cuidado Hic, sabes que con tu apariencia puedes atraer a uno que otro pervertido, así que estate muy alerta-
- No sé de que hablas- dije mirando hacia la ventana con otro gran sonrojo
-¿Quieres que te recuerde el día de la apuesta?- preguntó en tono malicioso mientras intentaba disimular una sonrisa, cuanto lo odio.
-Ni se te ocurra decir nada sobre eso-dije haciendo un pequeño puchero.
- Sabes que no lo haría - dijo mientras me revolvía el cabello con una mano y sonreía dulcemente-¿Sabes por qué?-
-No.- dije mientras le volteaba a ver el rostro- ¿Por qué?- pregunte.
Su sonrisa se ensancho más y me miro como un hermano mayor y la verdad no sé porque pero cada vez que me ve con esa cara siento que jamás estaré solo y eso me tranquiliza.
- Es porque eres como un hermano pequeño para mí y en verdad no quiero que te pase nada hic, por eso es que casi siempre soy tan sobreprotector contigo, ¿entiendes?-dijo
-Yo también pienso en ti como un hermano Night, tú siempre me has ayudado en todo lo que has podido y eso en verdad te lo agradezco mucho- dije con una sonrisa sincera.
Después de esa plática todo el camino estuvo silencioso, hasta que por fin llegue a mi destino. Mire mi reloj y aun quedaban 5 minutos para que fueran las 10:30, así que suspire aliviado y me baje del auto, despidiéndome en el camino de mi amigo.
-Suerte Hic y ten mucho cuidado- grito mientras se iba a toda velocidad. En verdad me dará un paro cardiaco si sigue haciendo eso.
-Bueno aquí estamos- me dije a mi mismo para darme ánimos, o bueno eso creo.
Me pare enfrente del local y lo observe detenidamente. Era muy grande y con un toque rustico y lo mejor era su gran letrero: Café “Los Guardianes” escrito con letra cursiva y en dorado, tenía un toque elegante y la vez rustico, muy genial.
-Dios, ayúdame- pensé mientras abría la puerta del local. Nunca me hubiera imaginado que ese lugar cambiaria toda mi vida.