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Voy a confesarlo por Higary

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Notas del capitulo:

(Comienzan a caer globos y confeti)

Holi hola, gente bonita!! Ujuuu, hoy estoy de manteles largos, ya que se conmemora un año más de esta cuenta, jeje. Ocho años, qué rápido ha pasado el tiempo O_O (Kyuu: Mis respetos para los lectores por aguantarte tanto ¬¬0). Jejeje, así que para festejar les traigo un nuevo oneshot que me quedó algo cursi, pero lo hice con todo mi corazoncito XD Para esto me inspiré en el fandub de la canción Can’t fight this feeling interpretado por Lucy Sánchez (Kyuu: Tiene una voz increíble), les puse el link para que la escuchen cuando la letra aparezca dentro del fic, muajaja. Además de esto también subí algunas tonterías en mi blog (Kyuu: Fans de Shizui y compañía, deben leer “Conociendo al abuelo Uchiha” -_-) y por último en mi Facebook encontrarán un video de agradecimiento que hice precisamente para este día, jajaja, van a reírse al menos un poco. De momento es todo, continúo en las notas finales, así que por ahora: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Me basé en el fandub interpretado por Lucy Sánchez, los personajes pertenecen a Kishimoto quien si no quiere morir debe darnos un buen final del manga.

 

Dedicatoria: Para todos los lectores que han apoyado a lo largo de todos estos años a mi vena cómica, mi renovada vena dramática y mi escondida pero existente vena romántica.

VOY A CONFESARLO

 

Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto son estudiantes de último año de preparatoria, mejores amigos y rivales. Crecieron juntos debido a la amistad entre sus padres, también tenían muchos amigos en común, asistían al mismo salón de clases y gozaban de popularidad cada uno a su manera. Sasuke tenía a un gran número de féminas detrás de él por su personalidad seria, reservada y atractivo físico. A Naruto lo quería la gente porque era muy gracioso, hiperactivo y amable, algo torpe y descuidado también, razón por la que Sasuke lo cuidaba mucho aunque lo negara.

 

Habían tenido algunas diferencias a lo largo de su vida, incluso fueron algo así como rivales de amor, ya que cuando niños Naruto solía estar enamorado de Haruno Sakura, quien era amiga cercana de ambos, pero ella estaba enamorada de Sasuke, incluso hasta la actualidad. Esos sentimientos del rubio ya habían quedado atrás, para alivio del Uchiha, aunque la razón de ello todavía le alteraba los nervios.

 

-Hace un excelente día –habló Naruto, tirándose sobre el césped

-Pareces bastante animado –comentó Sasuke, tomando asiento a su lado

-Últimamente me he sentido de mejor humor, no sé por qué.

-Tan dobe como siempre.

-Cállate, teme, y saca el almuerzo. Me muero de hambre.

Desde unos días atrás comenzaron a turnarse para preparar los almuerzos de ambos, les parecía más sencillo y ordenado. Algunos de sus amigos se habían dado cuenta y les dijeron que parecían unos adorables recién casados, a lo que ellos renegaban.

 

Faltaba poco para que terminara el descanso, por lo que se encaminaron hacia su salón. En el trayecto se les unió la pelirosa Sakura quien de inmediato trató de platicar con el Uchiha. Naruto sonrió con burla ante el ceño fruncido de su amigo. Realmente aquella chica era persistente, a pesar de todos los desplantes recibidos seguía insistiendo. Rememorando tiempo atrás se preguntaba cómo pudo haberle gustado alguien así. Ahora podía agradecer a Dios que siempre lo rechazara cuando niños.

-¿Qué rayos quieres, Sakura? –preguntó Sasuke ya harto

-B-Bueno, y-yo –tartamudeó, avergonzada-… Pensé que tal vez podríamos ir a comer juntos después de clases, Sasuke-kun.

-Si ya sabes que mi respuesta será negativa no sé para qué me sigues molestando día tras día.

La joven se marchó, dolida por el comentario. Seguro iría con alguna de sus amigas a llorar el desprecio de su amado. Daba igual, a Sasuke no le interesaba lo que le ocurriera. Quizá un día fueron amigos, pero eso quedó en el pasado. Jamás iba a olvidar la manera en que trató a cierto rubio.

-Eres muy cruel con ella, ¿no crees?

-Se lo merece.

-Ya deberías superarlo, teme. Si a mí ya no me importa, a ti tampoco tendría que hacerlo.

-Lo tomaría en cuenta si no fuera una maldita acosadora que parece no tener dignidad ni valorarse.

-Cuando hablas así en serio me cuesta creer que seas mi mejor amigo. Puedes ser un verdadero bastardo cuando te lo propones, sin embargo también eres muy amable y protector. Al menos conmigo.

-Porque eres tú, usuratonkachi.

-¿Eh?

Consciente de lo que acababa de decir, Sasuke se reprendió mentalmente, ese comentario podría malinterpretarse. El de ojos azules también se avergonzó un poco, pero luego sonrió bobamente y le dio un ligero golpe a su amigo para que no se preocupara. No tenía nada de malo (ni raro) que cuidaras de esa manera a tu amigo de infancia, ¿verdad?

 

Durante una clase libre los chicos comenzaron a hacer planes para el fin de semana. Querían aprovechar el tiempo antes de la graduación y que cada uno tomara su camino ya fuera a la universidad o comenzar a trabajar.

-Hagamos una fiesta –propuso Inuzuka Kiba-. Mi casa estará sola este viernes.

-Me parece bien –apoyó Yamato Sai

-Yo no puedo –habló Naruto-, de hecho ni siquiera vendré a clases el viernes.

-¿Por qué? –preguntó ahora su pelirrojo amigo Sabaku no Gaara

-Tou-chan debe arreglar unos negocios y no quiso dejarme solo en casa, además en la ciudad a la que iremos viven unos parientes y aprovecharemos para visitarlos.

-No me habías dicho nada –reprochó el Uchiha

-Pensaba hacerlo el jueves, teme.

-¡Qué tierno! Sasuke es muy protector con su rubio –se burlaba Kiba

-Seguro le preocupa que se vuelva a ir –opinó Nara Shikamaru

-Cállense, par de idiotas.

Naruto sonrió ligeramente y negó con la cabeza. A su mejor amigo al parecer le afectó mucho su repentina ida al extranjero, pero en el fondo le alegraba. Porque eso significaba que de verdad lo quería mucho.

 

Así llegó el viernes y tal como dijo Naruto, no asistió a clases. Para que sus admiradoras le dejaran en paz, Sasuke salió a almorzar con Sai y Gaara. Cierto, los consideraba buenos amigos aunque en ocasiones quisiera ahorcar al pelinegro, pero su compañía también tenía otras ventajas: mientras estuvieran a su lado las chicas no se le acercarían, ya que Sai las molestaba (sobre todo a Sakura) por sus comentarios tan directos y sinceros, mientras que el pelirrojo con su rostro tan serio y hasta peligroso las asustaba.

-Es raro que estés con nosotros, Sasuke –comentó el moreno y sonrió-. Claro, como Naru-chan no vino a clases no te queda más remedio que ser un mal trío, jajaja.

-Cierra la boca, copia barata.

-Sai, no empieces –intervino Gaara-, quiero disfrutar mi almuerzo en paz.

-Lo que tú digas, Gaara-chan.

-Vaya –sonrió el Uchiha con burla-, sí que te tienen dominado.

-Mira quién lo dice, el sujeto que recorrió media ciudad para encontrar el ramen de edición limitada que su pequeño rubio tanto deseaba probar.

Sasuke se sonrojó un poco y lo observó de manera asesina. ¡Se suponía que eso era secreto! Quería borrarle a golpes aquella estúpida sonrisa a Sai, ya que sabía que no podría negar nada, lamentablemente fue él quien lo acompañó en su búsqueda.

-Ahh, ese que le regaló como bienvenida –comentó el pelirrojo-. Recuerdo que Naruto se le colgó como koala por lo emocionado que estaba. No tiene nada de malo que tengas ese tipo de gestos hacia él, Sasuke –siguió comiendo su almuerzo con tranquilidad-. Después de todo ambos son muy cercanos, han crecido juntos, se conocen mejor que nadie.

-Ese dobe me miró con ojos de cachorrito durante semanas –dijo el Uchiha ya relajado-. Aunque después no me lo podía quitar de encima cuando quería algo.

-Será muy despistado, pero sabe cómo atacar a la gente cuando quiere algo.

-Es el único que ha logrado hacer que Shikamaru le invite a comer y acepte pagar todo. Casi lo deja en banca rota con tanto ramen.

-Jejeje –Sai comenzó a reír mientras veía a uno y otro hablar-, lo siento, no me estoy burlando. Sólo creo que es lindo que Uchiha Sasuke sea ahora tan buen amigo de su antiguo rival en el amor.

-Eso fue hace mucho tiempo –dijo el pelirrojo y desvió la cara con vergüenza-. Además ahora salgo contigo.

-Y nunca fuimos rivales amorosos, idiota.

-¿Bromeas? –preguntaron los otros dos en tono escéptico

-¿Qué hay del golpe que me diste cuando Naruto se marchó al extranjero? Creí que fue porque salí con él durante tres meses y además fui su primer novio.

-También le abriste los ojos a que tenía opciones dentro del género masculino, Gaara-chan. Fue por eso que jamás volvió a fijarse en la pesada de Sakura.

Sasuke gruñó, prefirió continuar comiendo y no hacer comentarios al respecto. Aquellas anécdotas no le gustaban porque era verdad que Gaara y Naruto mantuvieron una relación por tres meses la cual terminó porque el rubio debió marcharse al extranjero y fue entonces cuando le platicó de aquello a su mejor amigo. En ese entonces de verdad que no soportaba al pelirrojo y enterarse que fue novio de Naruto no ayudó. Posteriormente comenzaron a tratarse y terminaron congeniando bien, pero esa era una espina que el Uchiha todavía tenía clavada en su subconsciente.

 

-¿Hasta cuándo crees que lo siga negando? –preguntó Sai en voz baja a su pareja mientras ambos veían al otro sumido en sus pensamientos

-Falta poco, está a punto de caer.

-Ya va siendo hora. Él y Naru-chan son las personas más lentas que he conocido.

 

Los días de escuela transcurrieron normalmente y así llegó el invierno. El rubio estaba preocupado porque el timbre acababa de sonar y su mejor amigo todavía no llegaba. El profesor Iruka entró al salón y dio su clase con normalidad. Al finalizar Naruto se le acercó de inmediato.

-Ah, Naruto, seguro vienes a preguntarme por Sasuke, ¿verdad?

-¿Cómo lo sabe, sensei?

-Porque de otra manera ya hubieras salido corriendo –sonrió el maestro-. La familia de Sasuke llamó diciendo que está resfriado. Quiero que después de la escuela le lleves los deberes. Si mando a alguien más, seguro lo corre a patadas.

-Jejeje, pues yo tampoco me salvo si lo hago enojar –se rascó la cabeza, divertido-. Bien, entonces yo me encargo del enfermo, sensei.

 

Después de la escuela Naruto fue a la enorme residencia Uchiha. La primera vez que la veías te impresionaba, pero él la conocía como a su propia casa, así que entró como si fuera lo más normal del mundo.

-¡Hola! –saludó, abriendo la puerta

-¡Ah, Naruto-chan! –sonrió Mikoto, la madre de su amigo- Bienvenido, cariño.

-Qué tal, Mikoto ba-chan. Vengo a ver cómo sigue el teme.

-La gripe lo pone algo agresivo –comentó otro chico de largo cabello negro llegando con ellos

-¡Itachi nii-chan! –ambos se sonrieron

-Es porque molestas mucho a tu hermano –suspiró la mujer y miró al rubio-. Ve a verlo, cariño, iba a llevarle un refrigerio porque no ha querido comer mucho.

-¡Déjamelo a mí, ba-chan! Me encargaré de que se coma todo.

Sujetó la bandeja y fue a las escaleras para subir a la habitación del Uchiha menor. Itachi observó a su madre y sonrió, divertido.

-Si hay alguien que puede doblegar a tu niño, ese es Uzumaki Naruto. Mi otouto no puede negarle nada a su rubio favorito, jajaja.

 

El de ojos claros ingresó a la habitación y observó a Sasuke recostado en la cama mientras leía un libro. Tenía las mejillas sonrojadas debido a la fiebre, provocando que también las mejillas de Naruto se colorearan de carmín. Su amigo se miraba bastante adorable así. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos.

-Cofcof, deberías estar durmiendo, teme.

-Dobe –su voz se oía rasposa-, vaya honor. Se supone que tú debes tocar antes de entrar.

-Claro –lo ignoró y puso la bandeja en la cama-. ¿Cómo te sientes, Sasuke?

-Viviré –sonrió de medio lado-. Es sólo un resfriado, usuratonkachi, para mañana estaré bien.

-Y para eso necesitas comer –le quitó el libro y tomó el plato con fruta-. Anda, abre la boca.

-¿Vas a alimentarme? –sonrió con burla- De saber que te tendría como sirviente me enfermaría más seguido.

-Grr, cállate, bastardo.

Con un puchero comenzó a darle los trozos de fruta, aunque por dentro deseaba estrellarle el plato en la cara para borrarle esa expresión de soberbia. Si no fuera por esas expresiones y esos comentarios, la verdad es que no le molestaría ser el enfermero personal de Sasuke.

 

Luego de asegurarse de que comiera todo y entregarle los deberes, Naruto se marchó porque debía regresar temprano a su casa. Una vez que abandonó la habitación, Itachi hizo una visita al pequeño azabache quien arrugó el ceño por la clara expresión de malicia con que lo miraba.

-¿Qué? –preguntó con rudeza

-Sólo pensaba que tienes un novio muy dulce y atento.

-Te he dicho muchas veces que Naruto y yo somos amigos.

-Y yo te he dicho la misma cantidad de veces que dejes de ser tan cobarde. Sólo un ciego sería incapaz de ver que entre ustedes dos hay algo más que amistad –su hermano desvió la cara, así que fue a sentarse a su lado-. Otouto, no deberías dejar pasar tanto el tiempo, podría volver a ocurrir algo como hace años: que alguien te tome la delantera o que Naruto deba irse lejos de ti. Yo soy testigo de cuánto lo extrañaste todos esos meses.

-Yo…

-Siempre he pensado que no existe nadie más perfecto para ti que él y viceversa. Si esa persona puede hacerte sonreír incluso en los momentos más difíciles, es natural que la desees para ti y a tu lado.

 

Después que su hermano se retiró, Sasuke se quedó mirando el techo de la habitación mientras pensaba en todo lo que le dijo. Él y Naruto habían pasado tantas cosas juntos desde niños, momentos divertidos,  peleas, golpes, travesuras, pero siempre se cuidaban mutuamente. Naruto se quedó a su lado sosteniéndole la mano cuando su padre falleció; él fue quien consoló al rubio luego de que cierta pelirosa lo rechazara sin miramientos. Cierto, se puso furioso cuando le confesó que estuvo saliendo en secreto con Gaara y que gracias a él se olvidó de Sakura y descubrió que era bisexual, pero se le pasó el enfado porque días después Naruto tuvo que irse al extranjero por poco más de dos años. Eso ocurrió cuando tenían catorce años, se reencontraron a los dieciséis y por eso ahora, casi a los dieciocho, lo que más temía era verlo marcharse otra vez. Ese torpe rubio era su rayo de luz, siempre lo fue, por eso nunca había dudado en cuidar de él de ese modo un tanto posesivo y se preocupó mucho de que pudiera conocer a algún pervertido en el extranjero y no estuviera ahí para protegerlo.

-Naruto…

 

Durante la primavera, como parte de los festejos por el aniversario de la escuela, se organizó un concurso de canto y composición. Muchos se emocionaron, otros de inmediato dijeron que eso no era lo suyo. Haruno Sakura decidió aprovechar esa oportunidad para impresionar a su amado, pues sabía que a él le encantaba la música.

-Voy a sorprenderte con mi manera de cantar, Sasuke-kun –le dijo con decisión-. Y la canción estará dedicada a ti.

El Uchiha iba a responder con uno de sus habituales comentarios sarcásticos, pero Sai llegó tras de él y miró a la chica, divertido.

-En ese caso deberías pedirle a Sasuke que él componga la canción que tú cantarás, eso sería mucho más original e impactante.

-¿Qué demonios…?

-¡Sai tiene razón! –exclamó ella, emocionada- He escuchado que compones letras preciosas, Sasuke-kun. ¡Haremos una excelente combinación!

-Claro, claro, ya te aviaremos cuando Sasuke tenga lista la canción para que comiences a practicar.

La pelirosa se marchó corriendo con ilusión porque interpretaría una canción hecha por su querido Uchiha Sasuke. ¡Sería la gran envidia del resto de las chicas! Mientras que con los jóvenes, el azabache se estaba tronando los nudillos para enviar a Sai al otro mundo.

-Escúchame antes de cometer asesinato, Sasuke. Tengo una idea para que mates dos pájaros de un tiro.

Se acercó para susurrarle unas palabras al otro. El rostro furioso de Sasuke se relajó conforme escuchaba el plan de Sai y ya no le pareció tan tentador matarlo. Quizá esa idea descabellada de verdad era lo que necesitaba.

-Bien, copia barata. Vamos a buscar a tu noviecito.

-¿Eh?, ¿para qué ocupas a Gaara-chan?

-Él toca el piano, ¿no es así? Tendrás que convencerlo de aceptar tocar la canción el día del concurso.

El Uchiha sonrió al ver la expresión de horror de su desesperante amigo. Seguro que ahora le resultaba más tentadora la idea de morir a sus manos antes que enfrentarse al pelirrojo y pedirle aquél favor. Todos sabían que a Gaara jamás le había agradado aquella chica.

 

De esa manera llegó el día del aniversario y los festejos iniciaron. Muchos esperaban el concurso de canto, pues alguien (seguramente la misma pelirosa) corrió el rumor de que la canción de Haruno Sakura sería compuesta por el serio y atractivo Uchiha Sasuke. Cuando Naruto lo encaró para confirmar el rumor, se enojó mucho porque fuera cierto; no hizo mayores comentarios, pero desde entonces evitaba a Sasuke lo más posible. Todos sus amigos se dieron cuenta de su actitud, pero Sai y Gaara les dijeron que no intervinieran, que las cosas se arreglarían pronto.

 

-Por fin ya es hora –decía Sai con alegría

Veía a Sakura terminar de arreglar su vestido, peinado y maquillaje. Naruto ayudaba a Gaara (por insistencia del pelirrojo) con el traje, pues él no solía usar ropa formal. A ambos les parecía divertida la terquedad y celos del rubio; estaba costando trabajo resistirse las ganas de tomarle el pelo.

-Yo ganaré –oyeron a la chica-, de eso no hay duda. La canción que Sasuke-kun hizo para mí es preciosa.

Naruto apretó los puños y se contuvo de hacer algún comentario sarcástico. Mejor volteó con sus amigos haciendo acopio de todo su autocontrol.

-Ya estás listo, Gaara. Me voy.

-¿No te quedarás a escuchar la interpretación? –le preguntó

-No pensaba hacerlo, pero tu insistente novio amenazó con amarrarme si trato de escapar.

-Esa cuerda no será necesaria, Sai –dijo Sasuke llegando con ellos

Por fortuna Sakura estaba tan ocupada intentando tranquilizarse que no notó su presencia. Mejor, no se sentía con ganas de soportarla.

-Más vale prevenir –sonrió el pelinegro, mostrando la cuerda que traía-. Vamos a nuestro lugar, el concurso está por iniciar. Kiba nos apartó tres lugares.

-¿Tres? –repitió el rubio

-Claro, usuratonkachi –sonrió-. ¿Quién creías que iba a sentarse junto a ti?

 

Efectivamente el resto de sus amigos ya les tenían tres asientos en la parte de enfrente. Los concursantes comenzaron a pasar uno por uno hasta que llegó el turno de Sakura. Naruto se cruzó de brazos, la única razón por la que se quedaba (además de la cuerda de Sai) era porque su pelirrojo amigo tocaría el piano, algo que muy rara vez podía presenciar. De pronto se sobresaltó al sentir a Sasuke sujetarle la mano y acercarse a su oído.

-No me importa que sigas haciendo pucheros, quiero que escuches atentamente la letra.

-¿A qué…?

Sasuke lo calló porque la música del piano comenzó a sonar, sin embargo no soltó su mano, al contrario, hizo más fuerte el agarre.

 

No puedo ocultar más lo que siento

Tengo miedo de abrir mi corazón

Siempre fuimos amigos, pero empiezo

A mirarte con los ojos del amor

 

Naruto volteó al costado mirando a su mejor amigo con total sorpresa. Por su parte Sasuke sólo sonrió de medio lado y le apretó con más fuerza la mano.

 

No tengo aún las fuerzas

Para poderlo confesar

Mientras permanezco cerca

Te observo sin hablar

Tú eres la vela que alumbra en mi oscuridad

 

El Uchiha hizo que sus dedos se entrelazaran y guió la mano del rubio para depositarle un beso en los nudillos. La cara de Naruto era un poema ante tal gesto.

 

Ya no puedo luchar contra este amor

Y no sé cómo expresar esta emoción

Es momento de tomar la decisión

Desechar todo temor

Porque no puedo negar más este amor

 

Sasuke lo miraba con tanta ternura que el rostro del Uzumaki se puso completamente rojo. Naruto decidió seguir mirando al frente para escuchar el resto de la canción.

 

Todo ha sido tan extraño últimamente

Porque ahora sólo en ti puedo pensar

Y tu rostro dando vueltas en mi mente

Me conduce a otros lugares

Que jamás pude imaginar

 

Escuchando ese fragmento Naruto recordó todos los gestos que sólo tenían el uno con el otro, por eso sus amigos los molestaban llamándolos esposos al igual que Itachi que de pareja no los bajaba desde años atrás.

 

No tengo aún las fuerzas

Para poderlo confesar

Mientras permanezco cerca

Te observo sin hablar

Tú eres la vela que alumbra en mi oscuridad

 

Ya no puedo luchar contra este amor

Y no sé cómo expresar esta emoción

Es momento de tomar la decisión

Desechar todo temor por completo

 

Pues iba a resultar que de verdad ellos dos eran los únicos ciegos que no se habían dado cuenta de lo que ocurría entre ambos. Pero es que eran tan buenos amigos que les aterraba cualquier mínima posibilidad de perder esa relación.

 

Pues no puedo ya negar más este amor

Y no sé cómo expresar esta emoción

Por ti he perdido toda la razón

No me dejas otra opción

Ahora debo confesarte este amor

 

Naruto miró a la cantante fijamente. ¿Acaso eso significaba que…?

-Dobe.

Volteó a verlo y antes de poder reaccionar, sintió los labios del Uchiha encima de los propios. Con su mano libre (la otra seguía entrelazada a la suya) le sostuvo de la nuca para que no se alejara.

 

En el improvisado escenario Sakura sonreía totalmente victoriosa mientras terminaba de escucharse el piano. Buscó con la mirada al compositor y para su horror observó cómo éste besaba a cierto rubio mientras lo sujetaba de la mano. Aquello debía ser una pesadilla. Gaara se paró a su lado y también contempló la escena.

-Ya era hora –dijo y dio media vuelta mirando a la chica-. Gracias por tu ayuda para que Sasuke por fin se declarara. Cantaste bien.

 

Sasuke era un maldito bastardo, tal y como Sai y Naruto lo llamaban, ya que hizo que la chica que estaba enamorada de él cantara la canción que compuso para declararse a la persona que llevaba amando desde hace años y sin ninguna pizca de remordimiento por los sentimientos de la pelirosa.

-Ese Uchiha es realmente rencoroso –sonrió el Sabaku

 

A partir de ese día todos se enteraron de la relación oficial entre Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto. Ahora con mayor motivo sus amigos los molestaban con lo de ser un matrimonio, aunque claro que estaban felices por finalmente verlos juntos. Como era de esperarse Sakura dejó en paz al azabache, ya que haberla utilizado para confesarse a Naruto delante de toda la escuela fue un durísimo golpe a su corazón y su orgullo. Las miradas asesinas que lanzaba a la nueva pareja no le extrañaban a nadie, pero decidieron ignorarla.

-Me siento mal por ella –comentó el rubio

-¿Qué? ¡Se lo merecía! –exclamó su novio- Cuando niños te trataba mal a pesar de saber tus sentimientos y que supuestamente era nuestra amiga. Además siguió persiguiéndome por años sin importarle todos mis desplantes, me tenía harto.

-Aún así… Con Gaara no fuiste tan cruel y eso que te enojaste mucho cuando te dije que estuvimos saliendo.

-No me lo recuerdes –bufó-. Supongo que es porque tú confesaste que estuvieron juntos sólo para experimentar y por eso la separación fue en buenos términos. Aunque no me gusta eso de que fue por él que superaste lo de Sakura, se supone que eso fue gracias a mi compañía –añadió con celos

-Jejeje, quita esa cara –le picó la frente-. Ahora nos tenemos el uno al otro y te prometo que no vas a librarte de mí tan fácilmente.

-Bien –sonrió de medio lado-, supongo que es una carga que estoy dispuesto a soportar.

-¡Teme!

 

Dicen que hay amigos que parecen novios y amigos que sueñan con ser novios. Con estos dos jóvenes sucedieron ambas cosas, por eso los celos, la posesividad, los momentos divertidos, los momentos tiernos. Estar cerca de una persona con la que te entiendes de maravilla, con la que sientes que todo va perfectamente, puede dar una gama de nuevas posibilidades, pero las cosas no van a evolucionar si los involucrados guardan silencio sobre los sentimientos que se albergan en sus corazones. Si de verdad deseas algo tienes que luchar por obtenerlo. Si realmente quieres a una persona, debes hacer que tus sentimientos le lleguen. Y lo que pase a partir de ese momento ya dependerá de ambos.

 

FIN

THE END

OWARI

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Bueno, espero que les haya gustado, fue algo que se me ocurrió bajo los efectos de mis medicinas XD (Kyuu: O.O). Como siempre esperaré sus comentarios con felicitaciones, flores, regalos, globos, pasteles, dulces, piñatas y todo lo que deseen enviarme (Kyuu: ¿Hoy no pedirás los golpes y lo demás? ¬¬) No, hoy no, hoy soy la festejada, muajajajaja. Tampoco olviden ver el video de agradecimiento (los créditos son lo mejor) y las locuras de mi blog, jeje. Se me cuidan mucho y nos leemos la próxima semana con el capi 9 de El precio de tu corazón. Bye byeee!!


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