Dujun, dujun… Dujun, dujun.
Onew tragó saliva con dificultad, respirando profundo para calmarse.
Sus pies se movían, intranquilos, mientras ensayaba en su mente las coreografías de las canciones que iban a mostrarle a sus fans.
En abril había sido su última vez, un show previo a su cirugía.
Aún recordaba la emoción del momento, el ver a todo el público coreando cada una de sus canciones le llenaba el espíritu de alegría. Realmente, no había nada que quisiera más en la vida que expresarle a todos sus fanáticos su gratitud a través de su música.
Después de meses de descanso por su operación a las cuerdas vocales, finalmente se volvería a subir a un escenario. En Japón, en el “Tokyo Girls Collection”, donde se habían juntado miles de shawols a la espera de su aparición. Ah~ no podía controlarse.
Su corazón latía con fuerza. Dujun, dujun… Dujun, dujun escuchaba en sus oídos, como si tuviera aquél órgano dentro de ellos y no en su pecho, donde debería estar en realidad. Esa era la máxima expresión de todo lo que sentía en esos momentos.
Ah~ ni siquiera había empezado su presentación y ya estaba sudando. Hacía tiempo que no le pasaba algo así.
“Por Dios, JinKi. Compórtate, ¿quieres?”, se dijo a sí mismo, regañándose. “No es como si fuera tu debut o algo parecido”.
Sólo le faltó golpearse para completar su autollamado de atención, sin importarle las miradas del resto del staff y de los miembros de su amada familia.
—Hyung, ¿estás bien?
Giró la cabeza para ver al vocalista principal acercarse a él con cara de preocupación.
—Sí, tranquilo. No pasa nada.
Intentó mostrarse sereno, al menos por fuera, pero era difícil, siendo como era un chico muy transparente, sobre todo en las ocasiones en que no debía serlo. Como en ese momento.
— ¿Seguro? —Por supuesto, el platinado no parecía convencido.
—Sí —le sonrió como siempre.
—Humm…
Ah~ ¿Para qué esforzarse en mentir? Era obvio que el chico que tanto le gustaba iba a fijarse en los nervios que lo invadían, tarde o temprano.
—Jjong~
Finalmente se rindió e hizo un puchero.
— ¿Qué pasa, Onew-ah?
Respiró profundamente mientras se apoyaba en el hombro de JongHyun, botando el aire en un suspiro.
—Estoy nervioso~ —restregó su mejilla contra su chaqueta blanca inmaculada.
Ya no tenía decencia.
— ¿Por eso estás sudando?
—Neh~
—Aigoo~ tienes que estar tranquilo, ¿sí? Las shawols han esperado mucho por ti. Así que relájate y da lo mejor de ti, ¿arasseo?
Recuperando un poco la compostura, le sonrió esta vez con mayor naturalidad.
—Arasseoyeo~ gracias, Jjong.
—No pasa nada. Sabes que cuentas conmigo, ¿verdad? Para todo lo que necesites.
—Humm… —le dirigió una mirada decidora—. Lo tendré en mente.
Y fue el turno de JongHyun de tragar más duro.
— ¡Yah~! ¿Qué pretendes diciendo esas cosas justo en este momento?
—Nada.
Su inocencia fingida era demasiado falsa.
—Aigoo~ ya verás cuando lleguemos a casa.
—Claro que sí~ —volvió a restregarse segundos antes que el MC los llamara al escenario.
Los gritos de la audiencia no se hicieron esperar. Y JinKi al fin se sintió de vuelta, por fin.