-Sabes…-hablo el hombre de 21 años, de cabello rubio y ojos de color rojo oscuro, quien maneja con cuidado a través de las pequeñas calles- el objetivo de llevarte al instituto es tener un rato para nosotros dos, a solas, en un lugar cómodo y pequeño en donde podamos hablar de nuestras vidas, nuestras cosas personales y restaurar el lazo de hermanos que pareciese que no tuviéramos- confeso tranquilamente, mirando a través de el rabillo de el ojo a su pequeño gemelo.
Como todos los días, Karkat Vantas movía, mas bien, sacudía su cabeza al son de la música que salía de sus negros auriculares, bastante grandes, de los cuales salían dos largos cables que se enrollaban y doblaban en varios puntos, siendo casi imposibles de desenredar. Su desordenada cabellera rubia clara, pero sin llegar a ser oxigenada, se movía ligeramente gracias el viento que salía del aire acondicionado, al contrario de sus rosados labios, que se movían al son de la letra de la canción, si llegar a cantarla.
-Bien…-suspiro, volviendo su vista al camino- si eso es lo que quieres, no hablar nunca de estos temas, estoy de acuerdo con ello, pero solo quiero que sepas que si necesitas a alguien con quien hablar o desahogarte, yo estoy aquí para ti.
El menor lo escuchaba por encima de la música, sin embargo se hacia como que la música era mas fuerte que la voz de su hermano, esperando a que el trayecto se hiciese mas corto. No era como si no quisiese a su hermano, lo quería mucho mas bien, solo que no le gustaba tratar de estos temas tan “personales” con alguien mas que no fuera su viejo y rojo diario, fielmente escondido debajo de su ropa interior, en un lugar donde su hermano no pudiera encontrarlo. Además ¿Qué le diría? “Oye, soy gay y estoy enamoradísimo de mi mejor amigo, quien no me presta atención ya que es un esquizofrénico que gusta de drogarse y usar cuerno de plástico, también estoy teniendo una relación por Internet con un chico que no se si realmente es de mi edad o solo un viejo verde, pero no te preocupes, es solo rol, también tengo un problema de depresión y he pensado en suicidarme, sobre todo cuando me subo a el auto y me hablas” ¿Cómo le iba a decir todo eso a su hermano? Seguramente tendría una parálisis cerebral o algo por el estilo. Karkat está súper seguro de que no ha dado cuenta de lo de su orientación sexual, aun cuando eso se puedo notar a años luz. Lo mejor era ignorarlo y no hacer nada.
No pasan ni dos segundos después de que el auto girase para que Karkat abriera la puerta y saltase del auto, haciendo que el mayor frenara con fuerza para que el chico no cayera.
-¡KARKAT! ¡VUELVE AQUÍ EN ESTE MISMO INSTANTE!-grito el hombre, frunciendo el ceño y tratando de no sonar preocupado por su hermano.
El joven voltea su cabeza y señala a el frente sin dejar de correr, Kankri desvía su mirada a el área señalada, donde se encontraba un castaño de mas o menos la misma edad de su hermano, quien, al parecer, hacia fallidos intentos por aguantar la risa que le causaba la escena que pasaba frente a el.
El mayor da un suspiro, negando con su cabeza levemente, para luego cerrar la puerta y avanzar hacia su destino. Definitivamente su hermano nunca cambiara.