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Fiesta de Hallowen~ por anon_kagamine

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Notas del fanfic:

One-shot número Tres que subo (El primero fue de Sekaiichi y el segundo un original. ¡Turno de Vocaloid! xD) 

Hoy subiré tres one-shot y mañana los otros tres por cosas de tiempo, pero si quieren y les gusta estén atent@s c:

Los personajes no son míos (?) xD

Notas del capitulo:

One-shot Yaoi de Vocaloid xD Espero que lo lean y que se comenten (?)

Bueno, ¡Lean! xD

31 de Octubre. 5PM – Casa de los Hatsune.

– ¡Onee-chan! –Llamaba desesperado un peli celeste a su hermana mientras sostenía dos trajes en sus manos – ¿Cuál me pongo? ¿Cuál me pongo? –Preguntaba nervioso observando sin detenimiento ambos trajes. Al chico lo habían invitado a una fiesta de disfraces de nadie más y nada menos que Luki, uno de los chicos populares de la escuela y, que a Mikuo le gustaba.

–Ah, Mikuo, te he dicho que te ves perfectamente bien con ambos –Respondió cansada Miku, mientras veía aburrida a su hermano gemelo, ¿Acaso era idiota?

–Pero es que este… Y este… ¡No sé cuál le gustará más a él! –Confesó Mikuo cayendo al suelo derrotado, era mucha la tensión para él.

–Así que es eso… Eh… –Miku sonrió entre dientes y entonces se acercó a su hermano con una sonrisa maliciosa en su rostro –Es una fiesta de antifaces ¿Verdad? –Preguntó tomando por los hombros al peli celeste.

–Sí… –Respondió nervioso Mikuo. Cuando su hermana sonreía de esa forma sólo era señal de una cosa; problemas.

–Entonces no hace falta tanta tela~ ¡Vas a romper en la fiesta! ¡Ven! –Gritó Miku empujando a su hermano a la pieza –Si usa antifaces, no habrá problema en que muestre más piel~ –Pensó maliciosa Miku mientras trazaba un plan para atraer la atención del sumamente sexy Luki a su tímido hermanito. No era una tarea fácil – ¡Serás un verdadero prostituto! –Avisó animada la peli celeste. Y entonces su hermano se alertó.

– ¿Eh? ¿Mi-Miku? ¿¡A qué te refieres con eso!? –Preguntó Mikuo desesperado con un rubor en sus mejillas, pero ya era tarde, Miku ya lo había encerrado en su habitación –Mierda… –Pensó Mikuo, eso sería un infierno.

 

31 de Octubre 9:30 PM – Casa de los Megurine

Ya estaban comenzando a llegar los invitados a la casa y los anfitriones, Luki Megurine, quien estaba vestido de vampiro, con capa, camisa desabrochada y pantalones negros con también colmillos, y Luka Megurine su gemela, quien estaba vestida de vampiresa, con un vestido negro escotado que dejaba la mejor vista para su enorme busto, capa por fuera negra y por dentro rosa y unos disimulados colmillos, los recibían con la mejor sonrisa posible.

–Hermano~ Nuestra fiesta será genial –Decía entre dientes Luka mientras veía cómo todos pasaban –Por eso…  ¿¡Por qué tuviste que invitar hasta a los Hatsune!? ¡No lo entiendo! Incluso los Kagamine eran más pasables~ –Reprochaba la peli rosa, que tenía la lista de invitados en sus manos y que por alguna razón no le atraía la idea de que un chico tímido y su hermana hiperactiva entraran en su casa.

–Sólo era para no excluirlos… –Respondió con una sonrisa cautivadora Luki, mientras veía a cada uno de los que entraban en su casa, más no había rastro de los peli celeste –De seguro no vendrán… –Susurró luego, entonces vio como una cabellera rubia se agitaba entre los invitados y sonrió de lado –Mira, nee-chan~ Tu loli llegó –Bromeó Luki cruzándose de brazos y apoyándose contra la puerta, ahí no tenía nada que hacer, los Kagamine eran de Luka.

– ¡Wah! ¿Dónde? –Preguntó Luka y en menos de un segundo la chica de rubios cabellos saltó a ella abrazándola y restregando su rostro en su voluminoso pecho – ¡Rin-chan! –La llamó por su nombre la peli rosa.

– ¡Luka-sama! –Respondió Rin subiendo su mirada y encontrándose con la celeste de la nombrada – ¡Gracias por invitarnos!~ –Agradeció luego con una sonrisa.

–Gracias a ti por venir con tan lindo atuendo~ –Respondió Luka examinando a una de sus presas.

La rubia vestía un vestido naranjo con falso abajo que le llegaba a mitad de muslo con medias naranjas rayadas con negro, una capa negra encima con un listón naranjo en ella, un sombrero puntiagudo negro con una cinta naranja y una calavera en él, mientras que de calzado calzaba unos zapatos puntiagudos negros. Era una bruja muy bonita.

Mientras tanto, aparecía por detrás el hermano de ella, Len, quien vestía una túnica negra abierta y estaba vendado, él era más simple y reservado.

–Buenas tardes, Luka-sama, Luki-sama –Saludó cortésmente a los anfitriones el rubio, y estos le respondieron con una sonrisa –Bien, entonces, ¿Rin y yo entramos? –Preguntó viendo hacia adentro con disimulo.

–Hohoho, claro, vengan –Respondió Luka para posar sus manos en los hombros de los rubios y llevarlos adentro, ella personalmente se encargaría de sus presas. Los rubios sólo la siguieron y ella, dándose vuelta susurró –Entra tú también –Dirigido a Luki.

El peli rosa suspiró y entonces echó una última ojeada a fuera, esperando ver más invitados, pero se resignó y entro nuevamente a la casa, los que llegaran tarde tendrían que entrar solos.

 

Mientras tanto, en la casa de los Hatsune.

–Mi… Miku… ¿Estás segura de esto? –Preguntó nervioso el peli celeste, sus fachas le avergonzaban. Moriría si iba así vestido a la fiesta.

– ¡Ya te vestí, maquillé y estamos atrasados! ¿Y ahora me vienes a preguntar eso? ¡Vamos rápido nada más! –Respondió Miku, pues odiaba llegar tarde.

– ¿Y a ti no te da vergüenza andar con eso? –Preguntó sonrojado Mikuo, viendo cómo iba vestida su hermana.

– ¡Usamos antifaz, a nadie la importa quienes somos! –Insistió Miku, y ya cabreada, abrió la puerta de la casa y sacó a empujones a su hermano – ¡Es Hallowen! ¡Ahora corre! –Ordenó Miku cerrando la puerta de la casa y comenzando a correr, si cogían el autobús podrían llegar en más o menos media hora a la casa alejada de los Megurine.

Dios… –Mikuo ya no tenía más remedio que correr, supuso que el antifaz ocultaría su identidad, aunque no fuese del todo correcto. Los peli celeste apenas llegaron al paradero, pasó el autobús, así que exhaustos lo tomaron y esperaron a ver la casa de los Megurine, y como había pensado Miku, en media hora ya estaban allí.

–Bien, camina –Ordenó ahora Miku haciendo parar al autobus y bajando, esperando que su hermano la imitase. Cuando ya estuvieron ambos abajo del autobús, éste reanudó su camino y dejó a los sorprendidos gemelos en Tierra. Frente a ellos se hallaba la más genial casa decorada para Hallowen con adornos que parecían verdaderos –Estos tal Megurine… ¿Son contrabandistas o qué? –Preguntó sin remordimiento la chica, y ante su comentario Mikuo río.

–Esperemos que no –Se sinceró y comenzó a caminar, eso sorprendió a Miku, de mala forma.

–Mikuo… –Lo llamó.

– ¿Sí? –Respondió éste volteándose.

–La entrada está por allá –Señaló Miku el lado contrario al que había comenzado a caminar su hermano.

–Ah… E-Entonces… ¿Vamos? –Preguntó cayendo en el nerviosismo el peli celeste.

– ¡Claro! –Respondió Miku a la vez que tomaba del brazo a su hermano y se dirigía a la puerta. Lo que no sabía era que le costaría más de 15 minutos meter a su hermano a la casa.

 

Interior de la casa de los Megurine – 10:30 PM.

La fiesta seguía con normalidad, algunos de los muchos invitados bailaban, otros comían o simplemente hablaban en grupos, había para el gusto de todos. Y los anfitriones eran los más cómodos allí. Luka tenía sentada en sus piernas a Rin, mientras coqueteaban entre ellas, y Luki mandaba a ciertas chicas para que le trajeran bebidas o cosas para comer.

–Vaya que te gustan las loli –Comentó Luki a su hermana mientras veía como la rubia iba a buscar algo de picar para Luka.

–Me encantan –Reconoció la peli rosa mientras veía a su presa alejándose, entonces su mirada se posó con una verde –Pero también me gustan las de pechos grandes –Agregó con una sonrisa maliciosa mientras veía como una peli verde vestida de conejita de grandes pechos se le acercaba.

–Luka-sama –La llamó la peli verde, agachándose a la altura del rostro de la nombrada.

– ¿Qué pasa, Gumi? –Preguntó Luka, aprovechando aquella pose para manosear con lentitud el trasero de la peli verde.

–Afuera, hay dos invitados desde hace más de veinte minutos que aún no entran. Son invitados… Ya sabe, poco comunes –Contestó Gumi con un leve sonrojo en sus mejillas, eso hizo que Luka parara su acoso.

–Gracias Gumi, puedes irte –Agradeció con una sonrisa rara Luka –Luki –Llamó a su hermano ahora seria.

–Eh… ¿Sí? –Contestó Luki prestándole atención a su hermana, cuando la peli verde ya se había ido.

–Los raritos llegaron –Avisó Luka con indiferencia, realmente no le gustaba como se veían esos dos gemelos.

–Entonces… Vamos a saludarlos –Dijo Luki y se paró de su asiento, ofreciendo su mano a su hermana, quien con molestia la cogió y se levantó también –Recuerda que también debes sonreírle a ellos –Río Luki por la expresión de su hermana.

–Eso ya lo veremos… –Susurró Luka, y junto a su hermano y con un poco de dificultad llegaron a la entrada principal, la cual abrieron y allí encontraron a los gemelos Hatsune peleando.

– ¡Que no quiero entrar! –Fue lo último que gritó Mikuo y luego quedó hecho de piedra, los cuatro quedaron mirándose atónitos. Sólo Luka reaccionó cerrando rápido la puerta.

–… ¿¡Ves!? ¡No quiere entrar! –Gritó Luka, y entonces Luki reaccionó.

–No seas mala ¡Abre! –Dijo y no esperó más el peli rosa, abrió el mismo la puerta encontrándose a los Hatsune ya más calmados frente a la puerta, aunque los disfraces que llevaban…

– ¿Las túnicas que te cubren el cuerpo entero no pasaron de moda ya? –Preguntó con obvias ganas de molestar Luka, cosa que no le resultó, pues Miku pasó por su lado ignorándola completamente.

–Luki, lamentamos las túnicas, sólo que a mi querido hermanito le daba vergüenza mostrar mucha piel en público –Habló Miku directamente con Luki, quien asintió levemente con la cabeza –Mikuo, entra, acá nos sacamos las túnicas –Avisó Miku y entonces Mikuo se puso más nervioso.

– ¿Se-Segura? –Preguntó el peli celeste alcanzando a su hermana, ya dentro de la casa, mientras que los Megurine ni se movían, era casi como si los hubiese ignorado el peli celeste.

–Claro que sí –Respondió Miku y entonces se soltó la túnica y con una sola mano la lanzó lejos, dejando así al descubierto su disfraz. El pelo de Miku iba tomado en coletas con murciélagos rojos por coles y que terminaban en rulos, mientras que vestía un vestido rojo de látex más arriba de la mitad del muslo, con escote y apretado; llevaba unos zapatos de tacón con cintas que se abrochaban hasta la rodilla totalmente rojos, una cola que terminaba en pica roja que salía desde abajo del vestido y un tridente rojo en la mano. Era una diabla –Tu turno –Avisó ahora con una sonrisa maliciosa en su rostro la peli celeste, dejando a los Megurine sorprendidos.

–Va-Vale… –Respondió Mikuo y se sacó su túnica, dejándola en el suelo. Como su hermana, el peli celeste iba de diablo. Llevaba unos shorts cortos rojos rasgados, una camisa blanca desgarrada y con 3 botones desabrochados, unas zapatillas bajas rojas, una capa roja y una lanza de tres puntas. Mientras que su pelo lo habían hecho para el lado con gel y tenía más estilo.

Ninguno de los dos peli rosas, creyeron que alguna vez, los Hatsune, gemelos que siempre vestían simple y de jeans, se vieran tan bien como se veían ahora. Pero eso despertó el interés de Luka, quien viendo la hora se aprovechó.

–Hermano~ Ya es hora de que nos divirtamos. Voy a probar a esta diablilla, de seguro se convierte en mi nueva presa –Susurró la peli rosa en el oído de su hermano, para luego cerrar la puerta – ¡Miku, Miku!~ –Se sabía el nombre de la chica – ¿Qué te parece si te llevo a mi habitación? –Preguntó con dobles intenciones que la peli celeste notó, pero era la oportunidad de dejar solo a su hermano con Luki.

–Claro, vamos, Luka –Le respondió a secas Miku, y eso incentivó más a la peli rosa.

Te disciplinaré~ –Pensó Luka, y entonces tomó de los hombros a Miku y comenzó a subir las escaleras mientras bajaba sus manos a partes más indebidas, causando que Miku se sonrojase.

–Lu-Luka, espera a la habitación… –Pidió Miku y supo que de ahí no salía bien.

De un momento a otro ya habían desaparecido las hermanas de ambos chicos y ambos sabían qué pasaría. Mikuo se culpaba mentalmente mientras que Luki aún no podía pensar bien sobre nada, el peli celeste le había deslumbrado. Y ahí fue cuando recordó las palabras de su hermana y que desde hace tiempo no se había acostado con nadie a causa de ese tímido niño frente a él.

–Así que… –Luki no perdió más tiempo y abrazó por atrás al peli celeste pegándolo a él – ¿Vamos a mi habitación? –Preguntó haciendo más fuerte su agarre, para que el chico no se pudiese escabullir.

–Eh… ¿¡E-Eh!? –Como Luki esperó, Mikuo reaccionó con timidez y nerviosismo –Yo, eh… Bueno… Eh… ¿A tu habitación? –Balbuceó Mikuo rojo por la incómoda pose.

–Vamos… ¿Acaso no eras tú quien me espiaba en las duchas? –Preguntó Luki en un susurro seductor cerca de la oreja del menor. Ciertamente estaba en lo correcto, Mikuo había sido su acosador por todo el año escolar, desde que habían cruzado por primera vez sus miradas.

El hecho de que Luki supiera algo como eso hizo que Mikuo temblara callado y completamente avergonzado –Sí… –Respondió con la cabeza agacha, y sin perder tiempo Luki tomó al avergonzado chico entre sus brazos al estilo princesa – ¡He-Hey! ¿Qué haces? –Preguntó como tomate Mikuo mientras se urgía.

–Te cargo hasta mi pieza~ –Fue sincero Luki y entonces comenzó el rumbo, no se detendría. Desde el principio se había percatado de su acosador y también se había fijado en él, era muy tímido, tenía una sonrisa inocente, además de que por varios meses se había paseado por su cabeza incontables veces.

–Eh… Pe-Pero… ¡Mira! ¡Viene Kaito! –Avisó tratando de distraer al peli rosa. Y en efecto, venía el peli azul.

–Eh, Luki, que tienes invitados, no te vayas a devorar al acosador tímido –Dijo acercándose Kaito a los chicos, y llamó así a Mikuo pues también sabía de todo.

–Kaito –Miró seriamente a su amigo –Que no destruyan la casa, ¡Estás a cargo! –Gritó Luki para luego subir corriendo a su pieza y encerrarse allí. Kaito los iguió y cuando se dio cuenta de que había cerrado la puerta con pestillo comenzó a gritar.

¡Bro! ¡No me puedes hacer esto, son muchos! –Gritaba Kaito desesperado pateando la puerta, cuando a Luki se le ocurrió una idea.

– ¿Te gustan las lolis? –Preguntó con malicia en sus palabras.

– Bro, sabes que soy del otro bando, me gustan los shotas –Reconoció Kaito sin parar de golpear la puerta.

–Está Len –Avisó Luki cerrando los ojos, esperando que Kaito cayera, y lo hizo.

– ¿Len? –Preguntó extrañado – Y… ¿Y eso qué? –Preguntó tratando de resistirse, más sabía lo que se venía a continuación.

–Te lo dejo, te doy permiso para que hagas lo que quieras con él hoy, Luka se está divirtiendo con una chica –Informó Luki ya seguro de que Kaito no se negaría.

–… ¿Es en serio? –Preguntó el peli azul, cesando sus golpes.

–Sí, te lo dejo~ –Insistió Luki y entonces se escucharon pasos.

–Que tengas un buen banquete bro –Fue lo último que dijo Kaito, para luego desaparecer al igual que el sonido de sus pasos, no perdería tiempo, iría a buscar al rubio.

Ante su chantaje exitoso, Luki se dio vuelta y buscó con la mirada al peli celeste, quien estaba sentado con los ojos abiertos como platos en su cama, además de estar rojo.

–E-Eh… Luki… Esto… –Mikuo no sabía qué hacer, la ‘conversación’ que Luki y Kaito habían tenido lo había dejado más asustado y nervioso que antes.

–No hace falta que hables~ –Respondió Luki acercándose a Mikuo con sensualidad, más eso lo único que hacía era que Mikuo se hiciese para atrás con miedo, sin darse cuenta de que ayudaba a Luki quien se posicionó arriba de Mikuo.

–Qué… ¿Qué quieres? –Preguntó pasando saliva el peli celeste, se había servido en bandeja de plata al peli rosa sin darse cuenta.

–A ti~ –Susurró como respuesta y entonces robó los labios del peli celeste en un repentino beso, que rápidamente llevó a un nivel mayor, no le gustaban las cosas lentas.

Sin previo aviso Luki introdujo su lengua en la cavidad contraria y coló sus manos en la camisa del peli celeste, que no hacía nada más que agitarse ante los toques del peli rosa. La lengua de Luki incitaba a la de Mikuo a jugar, y aunque le costó mucho por la timidez del peli celeste, ambas lenguas comenzaron a danzar, en un beso interrumpido por suspiros por parte de Mikuo.

Cada vez que las manos de Luki apretaban los pezones de Mikuo, este se retorcía y gemía levemente, haciendo que algo de saliva lograra escapar de ambas cavidades, cayendo lentamente por el rostro sonrojado de Mikuo, aquello era mucho para él, y faltaba aún más.

Luki se separó de Mikuo y entonces dejó varias cosas de lado, como la lanza de Mikuo y la capa, ahora hacía falta sacar la camisa. Con delicadeza desabrochó los botones restantes de la camisa de Mikuo y la abrió, dejando a la vista su abdomen bien formado.

–No hay problema en que te coma ¿Verdad? –Preguntó Luki dirigiendo sus labios a uno de los pezones de Mikuo, más éste no respondió, sólo se tapó el rostro con sus dos manos, haciendo que el peli rosa sonriera –Es tan tierno –Pensó y luego comenzó a lamer el pezón a la vez que masajeaba y apretaba el otro. Mikuo soltaba gemidos silenciosos y eso le gustaba a Luki, él sabía que le gustaba lo que hacía. Entonces fue cuando mordió el pezón de Mikuo y este no se pudo resistir.

– ¡Ah! –Soltó Mikuo en una mezcla de placer y dolor, Luki había mordido muy fuerte ahí.

–Eso~ No te restringas~ –Dijo Luki sonriendo de medio lado para llevar ahora sus labios al pezón contrario y comenzar a lamerlo, succionarlo y morderlo. Eso sólo hizo que Mikuo se avergonzara más, pero aún así gemía muy bajo, parecían suspiros.

Fue entonces cuando Luki no pudo más, quería escuchar a todo volumen los gemidos del peli celeste, y haría lo que fuera para obtenerlos. Dejando a medio terminar su trabajo en los pezones de Mikuo, Luki bajó su mano a los shorts de Mikuo, los cuales desabrochó y bajó, dejando a Mikuo sólo en calzoncillos. Admiró un momento a su obra maestra, pero algo iba mal, Mikuo se seguía cubriendo el rostro y parecía que iba a llorar, eso ablandó un poco a Luki, que decidió darle algo de seguridad a Mikuo, tomando sus manos y entrelazando sus dedos con los de él.

–Mikuo… ¿Me dejas entrar en ti? –Preguntó Luki sin soltar las manos del peli celeste, y éste no se pudo resistir ante tal petición, tenía miedo y todo, ¡Pero se lo estaba pidiendo ÉL!

–Sí… E-Entra… –Respondió casi muriendo de la vergüenza Mikuo, mientras mantenía una respiración agitada.

–Vale –Sonrió de medio lado Luki y entonces bajó los bóxers de Mikuo, le separó las piernas y las levantó, en busca de su entrada anal. Cuando la encontró metió 3 dedos de inmediato y comenzó a moverlos. Ante eso Mikuo sollozó un poco puesto que le había dolido, era muy estrecho, pues era virgen. Pero, poco a poco, mientras Luki movía más sus dedos, más placentera se hacía la experiencia para Mikuo.

–A-Ah… Ah… Lu-Luki… –Soltó Mikuo apretando el cubre cama que había bajo él y sacudiendo su cabeza de derecha a izquierda con un sonrojo permanente. Luki supo que ya podía continuar y se apresuró a hacerlo. Sacó sus dos dedos del interior del peli celeste y llevó sus manos a su pantalón, el cual se bajó con todo y bóxers para tomar su pene y acercarlo a la entrada de Mikuo.

– ¿Listo? –Preguntó Luki, y apenas Mikuo asintió, lo embistió duramente de una sola, no espero nada, de inmediato estaba dentro del peli celeste, y éste se arqueó.

– ¡A-Ahh! –Gritó Mikuo soltando un par de lágrimas ¿La razón? El miembro de Luki estaba erecto gracias a la excitación, por lo cual estaba hinchado además de duro. Y más encima, Luki al sentir la estreches del interior de Mikuo, se excitó más y su pene había crecido otro tanto –Luki… Luki… Me… Me duele… –Dijo entre sollozos Mikuo, era un intruso muy grande el de su interior –Po-Por favor… No te muevas… –Pidió el chico abrazando al peli rosa mientras aferraba sus manos a la espalda opuesta.

–Perdona… –Dijo Luki, por el hecho de que no podía controlarse, la estreches de Mikuo lo volvía loco –Discúlpame… –Pidió de nuevo Luki, pero entonces no se contuvo y comenzó a pujar más a dentro de Mikuo, haciendo rechinar la cama.

–Ah, ¡Ah! ¡Lu-Luki! –Gritó Mikuo llorando más y aferrándose por completo al cuerpo opuesto y, en un intento por callar mordió el cuello de Luki, cosa que sin saber lo incentivó más.

–No seas malo… –Pidió Luki con voz ronca, obviamente no se podría controlar con él. En poco tiempo comenzó a entrar y salir de Mikuo en un movimiento frenético. Cada embestida nueva la causaba una sensación al peli celeste, hasta que llegó por completo al placer, fue entonces cuando Luki se metió por completo en él y allí comenzó a mover su miembro en círculos.

–A-Ah… nng… Lu-Luki… –Mikuo ahí quiso hacer algo, y lo hizo. Sin temor alguno levantó sus piernas hasta la cadera de Luki, la cual rodeó con sus piernas y pujó para que Luki llegase más adentro. Luki ante eso se sorprendió.

– ¿Quieres pedirme algo? –Preguntó con malicia el peli rosa a la vez que volvía a dar embestidas, ya más fuertes y precisas. Pero aún así quería oír las palabras, quería que ‘esas’ palabras salieran de la boca del chico bajo el, después de todo, por algo lo estaban haciendo.

–Lu-Luki… –A Mikuo le daba mucha vergüenza decir eso, por lo cual se acercó a su oído y susurró –Ma… Más fuerte… –Pidió completamente rojo y cerrando los ojos. En eso Luki no se contuvo, se sostuvo en la cama y comenzó un vaivén más frenético, más fuerte, y más sonoro –Ah~ ¡Ahh!~ ngh… ¡Lu-Luki!~ –Gemía una y otra vez Mikuo sintiendo a Luki en su interior, era demasiado placentero. En ese preciso momento no existía nadie más que Luki en su mundo.

Luki jadeaba e iba lo más rápido y profundo que podía, hasta que llegó a tocar el punto que daba más placer a Mikuo, aquel que le hizo sentir una corriente eléctrica en todo el cuerpo. Mikuo se corrió sin previo aviso, manchando el traje de Luki, y este, a raíz de que las paredes de Mikuo lo aprisionaban se corrió dentro de él, cayendo luego encima de Mikuo, quien estaba exhausto; tanto así, que durmió de inmediato.

Te quiero… –Susurró Luki para abrazar al peli celeste sin apartarse o salirse de él hasta la mañana siguiente. La verdad era que tanto Mikuo como Luki estaban enamorados uno del otro, y Luki, había aprovechado justo esa festividad, parar hacérselo saber, aunque las cosas se fueron por otro rumbo.

Notas finales:

¡Espero que dejen comentarios y que lean los One-shots que subiré mañana! xD Estén atent@s por favor c: Y regalenme un comentario, no cuesta nada (?)

Anon, ¡Fuera!~


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