Gwiboon no paraba de dar saltos en X, extendiendo sus manos hasta chocar ambas palmas sobre su cabeza, abriendo sus piernas al compás de sus brazos.
Su cabello rebotaba a cada salto, su respiración se agitaba más y sus bonitos pechos también.
Tenía los ojos cerrados mientras seguía saltando frente a la cama en la que estaba recostada Taeyeon, mirando con notable excitación a su amiga.
Los pechos de Gwiboon rebotaban relativamente menos que su cabello.
Vaya, había perdido la apuesta que Gwiboon no tenía pechos firmes.
Taeyeon relamió sus labios sin dejar de ver los pezones de la contraria, quizá por el frio, la vergüenza o la excitación pero estaban erectos, apuntándole.
¡Oh! Se moría por detenerla y recostarla en la cama, subir sobre su pelvis y besarle sus tiernos pechos, delinear su aureola y mordería el erecto pezoncito, incluso amaría tirar de él y por supuesto, escuchar los gemidos salir de los rosados labios de Gwiboon.
Suspiró para alejar todos esos pensamientos de su cabeza y centrarse en que tendría que pagarle más de 100 won a Gwiboon por perder la apuesta. ¡Pero vamos! Ella no creía que sólo haciendo flexiones los pechos se tornarían firmes.
O tomando duchas frías.
Pero ahí estaba Gwiboon, saltando sin parar con la falda del instituto, las calcetas largas y los zapatos planos, su cabello recogido en dos coletas bajas cubriéndole inútilmente el pecho, le gustaba ver como su cabello golpeaba contra la piel contraria, como esos pezones estaban erguidos y admitía que la firmeza de ellos valían esos wons que perdería.
Terminó levantándose de la cama para ir a un lado de Gwiboon que seguía dando saltos, puso sus manos en la cintura ajena, entonces abrió los ojos.
-Suficiente, te pagaré en cuanto despiertes.- susurró TaeYeon acercando sus labios a los ajenos, rozándolos. Giró sobre sus talones para dejar caer a Gwiboon sobre la cama, luego se posó sobre la pelvis de ella, como lo había imaginado segundos antes.
Las manos de Taeyeon fueron hacia el pecho de Gwiboon sólo para comprobar que sí eran firmes. En efecto no los sintió flácidos, estaban duros igual que los pezones, los que tomó con su índice y pulgar para comenzar a estrujarlos.
-¿Qué haces?- gimió Gwiboon.
-¿Qué más?- tonteó Taeyeon. -Comprobando que estén firmes.- sonrió acercando sus labios al pecho derecho, una vez cerca los abrió para besarlo, succionó al instante para llegar hacia el pezón el cual lamio y mordió.
-Ah… tonta.- Gwiboon presionó sus ojos igual que los labios para no dejar salir más sonidos.
-¿Quieres que me detenga?- preguntó Taeyeon separándose por un segundo del rosado pezón para atraparlo de nuevo y succionarlo.
Ante esto, Gwiboon arqueó su espalda.
-No~- gimió.
Taeyeon sonrió sin soltar la piel de su amiga, delineó la aureola hasta que la dejó totalmente ensalivada, se separó irguiéndose sobre la inquieta pelvis que se mecía en busca de contacto.
-Lo sabía.- susurró tomando el pecho contrario para besarlo y lamerlo. –Sí están firmes.- volvió a besarle.