Estaba todo cubierto de blanco, al igual que en las películas cuando el protagonista muere, me refiero a cuando ven "la luz" y de ahí depende de la película si es que el protagonista muere realmente o vuelve a la vida. No era consciente de qué había pasado exactamente entre que moría y llegaba hasta aquel lugar, creo que a penas cerré los ojos y los volví a abrir aparecí aquí. Siempre me imaginé que cuando las personas morían llegaban a su propio paraíso, donde podían ser quienes quieran eternamente sin embargo el lugar donde yo estaba no se semejaba al lugar soñado para morir en mi punto de vista. Me hizo preguntarme si había llegado al infierno, pero esto no era nada como eso, quizás no era el infierno pero el límite entre ambos, un límite incoloro que no representaba ni uno ni lo otro. Parecía lo mismo para mí, mi historia de amor, metas, sueños, mentiras, secretos y risas había llegado a su fin para todos. Entonces ¿Por qué sigo consciente?
Cuando decidí suicidarme pensé en todo, lo mucho que iba a llorar Junsu, probablemente se sentiría culpable y le costaría mucho seguir adelante, sí, eso era lo malo de ser una constante en su vida, Junsu dependía mucho de mí, me gustaba (y me sigue gustando). Sé que sufrirá mucho, probablemente sea peor que cuando terminé con él. Oh Junsu, lo siento mucho amor mío.
También me preocupaba Jaejoong, ya había perdido a una gran persona, la muerte de Yunho lo dejó devastado, pero él es fuerte, saldrá adelante, definitivamente. ¡Rayos! Se me olvidó explicarle su fortaleza, Jaejoongie pensaba que era débil, para mí era una de las personas más fuertes porque había perdido a sus dos grandes amores, perdió a Minah y después perdió a Yunho y a pesar de que ambos se fueron para siempre salió adelante y llevándose a todos nosotros. Eres fuerte Jaejoongie.
Jiyool, mi pequeña, ha quedado huérfana de ambos padres. Me habría gustado verla crecer, conocer a sus novios, verla enamorarse y experimentar los distintos colores del amor. Lo siento, de verdad lo siento no pude evitarlo, aún muerto te protegeré desde aquí. Mi pequeña Jiyool crece saludablemente, come bien, estudia mucho, enamórate sin miedo y levántate incluso si caes incontables veces.
Me preocupa que Junsu no pueda seguir adelante, pero tiene a Yoochun, aunque él está pasando por momentos complicados su talento opacará las voces de los ignorantes. Estarán bien ¿Verdad? Confío en que sí, si yo no logré separarlos nada lo hará. Yoochunnie a veces es malo con Junsu, pero lo ama, está claro. Ha pasado un tiempo, él sigue aprendiendo cómo amar correctamente. Por ello veces me siento mal por acostarme con Junsu mientras él intenta no volver a su vida de mujeriego, no es personal, es solo sexo.
La razón de mi suicidio es bastante complicada de explicar, no puedo decir que fue por no tener una buena vida, tenía el dinero suficiente como para vivir cómodamente hasta morir de viejo (cosa que ya no logré pero sigamos), también tenía buenos amigos, una hermosa hija a quién cuidar, maravillosas fans que eran mi soporte (ahora que las menciono me siento mal, las dejé solas, con sus problemas cuando yo les prometí que las protegería como ellas me protegieron), no me malentiendan, ellas no tienen la culpa de mi muerte, ellas me daban amor, mis amigos también me daban amor pero aún con todo éste amor que recibía no era feliz.
Me siento incompleto, como si ya no tuviera motivo para seguir con mi vida, tenía materialmente todo lo que podría desear pero no era suficiente, el amor no era algo que me completara, lo supe porque recibía tanto amor, yo correspondía aquel amor con pasión y aquel agujero en mi corazón seguía recordándome que me faltaba algo. Probé si era el sexo lo que me faltaba y me acosté con Jaejoong, también tuve sexo con Junsu mientras Yoochun estaba trabajando fuera del país, incluso busqué a Nana entre los camerinos de una grabación, nada de eso me llenó el vacío. Salí más con mis fans, organizando pequeñas fiestas con concursos de cantos y también una obra de teatro, pero tampoco ayudaba. Ayudé en hospitales, doné secretamente dinero a fundaciones de beneficencia, construí escuelas y bibliotecas, el vacío se burlaba de mí. Incluso hice un álbum del que estuve muy orgulloso. Definitivamente lo que más me molestaba que sonriera y que a pesar de ello no hubiera motivo mayor para llegar a salvo a mi departamento. Fíjate, ni siquiera llamo "hogar" a mi departamento. De pronto ni la música tenía la fuerza suficiente para mantenerme vivo, como si nada tuviera sentido. Sé que fui egoísta con mis estrellitas, pero no las malcrié, ellas tienen claro que no dependen de mí para seguir con sus vidas, creo que debí ser más sincero con ellas mientras estaba vivo. Me pregunto qué tonterías habrá inventado la prensa explicando mi suicidio.
En resumen, estoy muerto porque no era, o mejor dicho no soy feliz.
-Hijo de puta- Escuché a mi lado. No me había percatado de que no estaba solo. Había llegado a ese lugar hace unos segundos -¿Por qué estás aquí?
Reconocí la voz inmediatamente a pesar del tiempo que pasé sin escucharla en persona. Miré a Yunho quién no había cambiado en nada desde el día en que murió. Tenía el mismo peinado, el mismo traje carísimo con el que había salido, me emocioné y al mismo tiempo quise llorar al volver a verlo. Se veía guapísimo, digo, siempre se ve así pero esa vez quería sacarle la ropa y comérmelo, la muerte le sentaba bien. Quería besarlo y abrazarlo explicándole lo mucho que lo había extrañado pero su mirada me explicó que eso no sería un buen movimiento de mi parte. Su mirada, oh, su mirada, era esa que ocupaba cuando estaba serio o molesto y me encantaba porque cuando está molesto el sexo es mucho mejor.
-¿Por qué estás aquí?- Volvió a preguntar con su mirada seria que provocaba escalofríos en mi cuerpo. Recordaba con facilidad esas noches en la que se peleaba con Jaejoong y llegaba borracho además de furioso a mi departamento, entonces me tiraba a la cama y me hacía suyo sin cuidado y fuertemente, como me encanta cuando estoy con él.
-Morí- Respondí con simpleza. Él pestañeó lentamente a la vez que ladeaba un poco su pequeña cabeza, me pareció encantador.
-Eso es obvio Changmin- Volver a escuchar mi nombre de sus labios me excitó un poco, mis mejillas se colorearon. Era curioso que incluso después de muerto tuviera éstas reacciones por Yunho, él seguía haciéndome sentir millones de cosas con sólo una mirada, incluso sin palabras podía hacerme rozar el cielo -La pregunta es ¿Por qué estás muerto?
No respondí inmediatamente, me avergonzaba decirle que yo mismo me había quitado la vida, es decir, Yunho murió asesinado por un grupo mafioso quienes planearon hasta el más mínimo detalle para que todo saliera bien, pero el crimen perfecto no existe (Los atraparon una semana después). Yo, en cambio, estaba muerto porque me sobre mediqué a propósito y me sumergí en la bañera llena de agua a esperar mi muerte. La vida no es justa y la muerte le hace juego.
-Me suicidé- Sus ojos se expandieron un poco, mostrándose sorprendido. Me encantó la forma en la que parecía un adorable perrito con esos ojos tan hermosos que poseía, sólo Yunho podía verse de esa manera sorprendido. Retomó su expresión seria casi al instante y se mordió ligeramente el labio. No pude evitar mirar su femenino lunar sobre el labio y querer chupárselo hasta que él mismo me detuviera. Me mordí un poco la lengua para que no se notara mis pensamientos en mi rostro.
-Estoy esperando una explicación- Señaló al ver que no hablaba. Volví a mirar sus ojos confiando en mi auto control y en sus rápidos reflejos en caso de que me abalanzara sobre sus labios, esos hermosos labios que me encantan incluso después de muerto me llamaban a besarlos y continuar con el resto de perfección llamada Jung Yunho. -Responde-
-No era feliz, sentía un vacío dentro de mí que no era llenado con ningún tipo de amor y no podía seguir así, me volvería loco- Intenté explicar -Busqué muchas formas de llenar ese vacío te lo juro, pero sin importar lo que hiciera no encontraba la felicidad.
Yunho sonrió enternecido, como si yo fuera un niño pequeño que a causa de su inocencia e ignorancia le dice a su padre que no quiere irse a dormir porque hay un monstruo debajo de la cama. Odié esa mirada, no era lo que yo quería de él, quería que me mirara con amor, con deseo. Me sacudió el cabello haciéndome sentir diminuto a pesar que yo era más alto que él por unos centímetros, fue demasiado para mí.
-Changmin, pequeño- Comenzó, odié la forma dulzona en la que me hablaba, me recordaba a cuando le hablaba a Jaejoong, con un tono casi infantil que no hacía juego con su varonil imagen, por lo menos me dijo pequeño. -La felicidad no es una constante, a éstas alturas deberías saberlo, un día puedes ser más feliz que el día anterior o viceversa. Lo bello de la vida es buscar la felicidad, tú te rendiste muy pronto.-
Después de esas palabras me sentí estúpido. Yunho tenía razón, me había rendido fácilmente y suicidarse no era la solución. Pero no puedo retroceder, ya estoy muerto.
No fui consciente de cuando dejé de mirar a Yunho, debí haberle parecido muy miserable porque tomó mi rostro y me besó con cariño, pero no era lo que quería, era un amor casi de hermanos. Ahora que no estaba Jaejoong y que probablemente no lo veríamos en un tiempo Yunho parecía recompensarme por amarlo tanto y recibir las migajas de todo lo que Jaejoong recibía. Finalmente siempre seré su amante. No correspondí el beso, me sentía demasiado apenado como para hacerlo, casi avergonzado.
-¿Te arrepientes? Probablemente podrías haber encontrado una versión mejorada de mí y hacerlo tu pareja, pero ya que estás aquí hazme el placer e intenta parecer contento por habernos reunido en éste lugar- Dijo mientras besaba mi cuello comenzando a morderlo suavemente. No respondí. Me sentía peor en esos momentos -Si sigues con tu ley del hielo te violaré-
No era la mejor manera de hacerme hablar. De hecho me mordí los labios para no mostrar una sonrisa que quería salir. Yunho volvió a mis labios y no pude evitar corresponder con pasión esos labios que me sabían a gloria, nuestras lenguas se encontraron y sonreí al sentir que hyung juntaba nuestros cuerpos. Me encanta su cuerpo, es masculino, fuerte, sexy, entonces al sentirlo cerca mío sentí un escalofrío que excitación. Mis manos se colaron por sus pantalones hasta su entrepierna encontrando el objetivo con facilidad. Yunho gimió rompiendo el beso, eso me calentó mucho.
-No pequeño, aquí no- Removió lentamente mis manos pero no me molestó porque me llamo pequeño, yo amo cuando me dice pequeño porque me hace sentir inferior a él y es emocionante, excitante. Quise besar mis manos por haber estado en contacto con el pene de Yunho pero sentí un fuerte apretón en el trasero que me dolió mucho. La sonrisa divertida de Yunho apareció para mi mala suerte. La mejor de sus sonrisas era su sonrisa de lado que aparecía cuando estaba excitado y buscando una presa que poseer -Fue tu castigo por haberte portado mal. Niño malo-.
-¡Hyung!- Protesté haciendo un pequeño berrinche. Él se alejó unos pasos extendiendo sus brazos hacia los lados mientras sonreía. De pronto se detuvo y detrás de él, como saliendo de un escondite Minah avanzó hacia mí. Se veía hermosa con el cabello largo y con el vestido blanco que llevaba, me fijé que andaba descalza. Ella me abrazó animadamente, Yunho nos miraba sonriente con los brazos cruzados sobre su pecho.
-Changmin, ha pasado tiempo- Minah volvió al lado de Yunho, agarrando uno de sus brazos y abrazándolo. Ambos reían... Eso era muy extraño.
-¿No la odias?- Le pregunté a Yunho. Él frunció el ceño. -Digo, te engañó, fingió su muerte para dejarte solo con Jiyool además de que te rompió el corazón.-
-Entonces también debería odiarte a ti, soy consciente de que tuviste sexo con Jaejoong incluso cuando seguía vivo. -Mierda. -¿Entiendes? ¿Cómo puedo perdonarte a ti y no perdonarla a ella?-
Odio tanto cuando tiene la razón. Lo odio. Yunho se da cuenta de mi enojo y se acerca para depositar un beso como a los que a mí me encantan sentir. Esos apasionados que me llevan al cielo y al infierno, los que buscan quemarme hasta hacerme arder en pasión. Después de eso volví a pensar con claridad.
-Hay algo que no entiendo- Dije cuando Yunho se alejó lo suficiente como para que no lo toqueteara ante el más mínimo descuido -¿Qué hago aquí y qué haré ahora?-
-Pues... es algo complicado- Comenzó Minah rascándose el cuello- Estás aquí porque estás muerto, pero tanto Yunho como tú tienen la oportunidad de volver a vivir e intentar ser felices de nuevo hasta que se les acabe el tiempo otra vez-
-¿De qué hablas?- Parecía que estaba en uno de esos fanfics en donde viajan al pasado e intentan cambiarlo para tener un final feliz, pero no me gustaban esos fanfics, yo prefería esos con mucha pornografía entre Junsu y yo, esos eran muy ardientes y me daban ideas de qué hacer cuando nos acostábamos.
-Te explicaré- Dijo Minah -Las personas normalmente nacen, viven y mueren. Sin embargo tanto tú como Yunho han sido elegidos para revivir su felicidad o cambiarla. Si la revives, volverás a nacer y sucederán todas las cosas que pasaron en tu vida, así que volverás a sentir toda la felicidad que alguna vez viviste. El problema de esto es que tu tiempo límite es el mismo en el que moriste. Cuando llegue el momento de tu muerte volverás aquí y quizás aprecies más tu corta vida. En cambio, si eliges cambiar tu felicidad irás a, digamos, otra dimensión, donde no tendrás la misma vida, volverás a conocer a las personas que conociste alguna vez, sólo que no necesariamente tienen que ser lo que fueron en tu otra vida. Si cambias tu felicidad cualquier cosa podría suceder, así que es un gran riesgo-
-Entiendo...- En realidad no entendía del todo, pero ¿Qué más podía hacer en ésta situación? -¿Por qué nosotros?-
-¿A qué te refieres?- Minah es tan lenta como la recuerdo, me molesta. Es tan tonta, me gusta tener gente tonta a mí alrededor para divertirme a su costa.
-¿Por qué Yunho y yo tenemos ésta oportunidad?- Pregunté formulando la pregunta de manera más clara, estaba a punto de explicárselo con manzanas y peras.
-Porque me agradan. Tú eres divertido y Yunho es bueno en la cama- Respondió sin vergüenza. Eso no me gustó. Odiaba que me recordaran la cantidad de gente que pudo disfrutar del cuerpo de Yunho, como si la existencia de Jaejoong no fuera suficiente.
-¿Por qué tienes tanto poder? ¿Eres una diosa o algo por el estilo?- Preguntó Yunho. Ese es mi hombre, tan inteligente. El mundo no merecía más personas como Yunho. Volví a odiar a Jaejoong por tener lo único que yo nunca tendré: el corazón de Yunho.
-No, soy la consentida de Dios.- Respondió como si fuera lo más obvio del mundo. Maldita bastarda, puta, Dios no sabe elegir a sus consentidos. Si yo tuviera ese poder haría un mundo donde solo estuviera yo y Yunho, así podría vivir con su pene dentro de mí. -Y... ¿qué es lo que eligen? ¿Revivir o cambiar?-
Lo pensé un millón de veces... Mentira. Al instante dije "revivir" y todo se volvió oscuro.
¿Qué habrá elegido Yunho?