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Razón. por LunaArlert

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Karneval no me pertenece, es propiedad de Mikanagi Touya.

Notas del capitulo:

¡Hola!

Lectoras o lectores que hayan llegado aquí, es un pequeño fic dedicado a la pareja que más creo cannon en Karneval... 

Enjoy!

—¿Yogi se pondrá bien, verdad?

—Su situación es bastante delicada, estará bajo observación constante.

—¡Gareki! Eso quiere decir que Yogi estará bien, ¿verdad? Que se pondrá bien y estará con nosotros pronto.

Gareki miró a Nai, sus ojos llorosos y voz temblorosa le hacía sentir una punzada dolorosa e incómoda en el estómago, él había entendido bien las palabras de Akari, entendía que Yogi no estaba bien, que, probablemente, el daño era demasiado grande como para saber a ciencia cierta si saldría vivo.

—Nai, vamos por algo de tomar, debes de tener mucho frío —Tsukumo notó la mudez de Gareki y decidió intervenir para ayudarle.

—P-Pero Yogi y Gareki…

—El Dr. Akari estará con Yogi y Gareki irá a dar una vuelta, estarán bien —le sonrió, apoyando su mano sobre su hombro y miró de reojo a Gareki, quien le agradeció con un leve asentimiento de cabeza.

Gareki salió de la habitación llena de enfermeras y personal de la torre, necesitaba un tiempo para pensar en todo lo que había acontecido aquel día. Como siempre, los Valga habían atacado y Yogi había intervenido para protegerlos,  Tsukumo se había llevado a Nai mientras que Gareki optó por luchar lo poco que pudiera a su lado.

«Si te sientes muy asustado, huye Gareki-kun»

—Molesto —siempre insistía en tratarle como un niño cuando era obvio que tenía más madurez que él.

A pesar de ser molesto e infantil, Gareki encontró que esas palabras se sentían… bien. Una sensación de bienestar diferente al que le causaban las palabras de los demás, le invadía y le agradaba, por más que dijera lo contrario.

Caminó por el pasillo hasta donde le habían dicho que su habitación estaría. Abrió la puerta y agradeció encontrarla vacía, no se creía capaz de contestarle a Nai con una mentira o evasiva, después de todo, él decía las cosas directamente. Sin mucho ánimos, pateó sus botas lejos y la chamarra que usaba para después meterse debajo delas colchas.

—Yogi… —murmuró, recordando el cómo le había recriminado que nunca le llamaba así. ¿Qué pasaría si moría? ¿En qué se convertiría el segundo barco sin él? ¿Qué pasaría con Tsukumo, Nai y el cuatro ojos?—. Todo se vendría abajo.

Eso creía, sentía que era la energía y personalidad de Yogi la que animaba todo y la que lo hacía diferente en todo sentido. Si él faltara… ¡¿Por qué demonios pensaba en eso?! Para él sería un alivio, que por fin dejara de molestarlo y tratarlo como si fuese un niño pequeño que no era capaz de hacer algo por sí mismo. Por más que le dijeran que era porque se preocupaba por él, no podía aceptarlo, nunca le había gustado depender de alguien más sin hacer algo a cambio, nunca le  había gustado sentirse débil.

Sin conocer el motivo, volvió a levantarse y colocarse las botas sin detenerse a abrocharlas bien. Se echó la chamarra encima y salió de la habitación de nuevo cuenta, con paso firme y apretado se movió por los pasillos hasta llegar a la habitación donde se encontraba el “adulto” de cabellos rubios.

—Gareki, ¿qué estás haciendo aquí? —La voz de Akari le sorprendió, haciendo que por poco saliera corriendo.

—D-Dr. Akari, yo… ¿podría pasar a verlo? —Preguntó, sintiéndose en extremo tonto.

—Él no está consciente aún —contestó, levantando una ceja en señal de extrañeza.

—S-Sólo quería cerciorarme de algo… —estaba quedando con el orgullo por los suelos pero ni él mismo sabía por qué estaba haciendo todo eso.

—No le molestes ni toques nada —Akari en definitiva, se estaba volviendo blando.

Gareki asintió torpemente antes de entrar a la habitación. El sonido de máquinas y una respiración pesada y lenta era lo único que retumbaba en aquel lugar. Sus ojos negros se depositaron en la figura que yacía en la cama. Caminando lentamente, se colocó a un lado.

—Yogi… tonto —murmuró, notando los vendajes ensangrentados que alcanzaban a notarse en su torso.

¿Qué estaba haciendo ahí? Debía de dejarse de cosas tan estúpidas y volver a dormir.

—Ga-Gareki-kun —el murmullo le hizo devolver la mirada a la figura que seguía inconsciente.

—¿Yogi? Oye, deja de jugar conmigo, idiota —murmuró, frunciendo el cejo—. Sólo vine a dejarte algo en claro: tienes prohíbo morir, si lo haces, juro que hallaré la forma de hacerte pagar.

Dio un ligero apretón a su mano antes de girarse hacia la puerta y empezar a caminar hacia ella con la intención de irse de ahí.

—¿T-Te preocupas por mi… Gareki-kun? —la voz le hizo dar un brinco que, fácilmente, pudo haber llegado al techo.

—¿Estabas despierto? —Le recriminó, conteniendo el deseo de irse sobre él y golpearlo hasta morir.

—Escuché tu voz… y quise despertar —un intento de sonrisa intentó formarse en sus labios pero al parecer, el dolor le sobrepasaba esta vez—. ¿Te preocupas por mí, Gareki-kun?

—¿Si es así, qué? Ya te he dejado en claro las cosas. —Contestó, tomando el pomo de la puerta y abriéndola.

—G-Gracias, Gareki-kun, soy muy feliz… tengo muchas ganas de salir del hospital gracias a ti.

—Más te vale hacerlo.

Notas finales:

¿Qué tal?

Sí, no es demasiado explícito ni nada por el estilo pero la idea me surgió cuando leía el manga, Gea, creo que esta pareja es demasiado cannon para mi.

Sé que Gareki casi siempre lo empajeran con Nai pero a mi no me gusta. No me gusta nadie con Nai para empezar, se me hace demasiado inocente como para entrar en ese tipo de relación con alguien >.<

En fin, espero les haya gustado y: ¡Que vivan estos dos!


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