Tocó la puerta y esperó el permiso para pasar, en cuanto entró no esperaba encontrarse con un cadáver inerte en la oficina de su jefe, sin embargo, no le tomó importancia, se dirigió directamente hasta estar enfrente del escritorio.
-Se le ofrece algo Boss~
-Ya no necesito tu oferta escoria, no intervengas más
-¿Eh? –al ver el rostro serio de Xanxus, Lussuria supuso que hablaba del asunto de Squalo - ¿Está seguro? ¿Qué hará?
-No te incumbe, largo
-My My~ por el cadáver en el suelo del postulante para nuevo Guardián de la Lluvia supongo que Squ se quedará… Pero debí suponerlo, con este es el séptimo candidato que mata… después de todo no hay nadie mejor para ser su Lluvia pacificadora que Squ~chan… y también supongo que quiere regresar las cosas a cómo eran antes.
-No te metas escoria
-Solo déjeme decirle una cosa Bossu~ aunque quiera lo que ha pasado no puede borrarse, mucho menos cuando aun hay sentimientos de por medio. Deje de negar sus sentimientos por Squ~chan y acepte que hace esto para que se quede.
-Déjate de estupideces, hago esto porque no podemos sufrir una baja tan grande, además no tengo por que darte explicaciones.
-Moo~ está bien lo dejo, que necios es Boss~ me retiro
-Dile a la basura que suba
-Como ordene
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Afuera de la mansión se encontraba el espadachín mirando a la nada, pensando en una persona, y no precisamente un moreno de ojos rojos, sino alguien más, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un grito.
-S~Q~U~C~H~A~N ~
-Voooooooooooi ¡¿Qué quieres Lussuria?!
-Bossu~ quiere verte
-¿Eh? ¿Estás seguro? –su cara reflejaba sorpresa, no espera que pasara algo así
-Shishishishishi tal parece que el Capitán no se la cree
-Te lo dije Bel, págame
-No quiero
-Que mal perdedor es Bel-sempai
-My My~ tranquilos chicos
-Voooooooooooi ¡¿Qué demonios hacen aquí bola de inútiles?!
- ¿Ah? Capitán-sempai se enojó –dijo Fran en su habitual tono monocorde, que solo hizo que al pelilargo le saltara una vena en la frente.
-Venimos a ver tu reacción para ganar la apuesta que hicimos –esta vez habló Mammon con una simpleza que hizo molestar aun más al albino que estaba a punto de estallar.
-Mammon apostó a que cuando Boss te mandara a traer tú no te la creerías, Rani~ a que te negarías a ir y yo a que irías corriendo a verlo Shishishishishi supongo que te tomó por sorpresa
-¡VOOOOOOOI! ¡¡Malditos!! ¡Pónganse a trabajar en lugar de estar de metiches en la vida de los demás, cuando regrese no quiero verlos holgazaneando!
-Hi Capitán/Squ/Squalo/sempai – dijeron al mismo tiempo mientras observaban como Squalo entraba a la mansión.
-Shishishishishi ahora solo falta ver cómo termina su plática para que comience la diversión
-Usted solo piensa en divertirse Bel-sempai, recuerde que hacemos esto por nuestros líderes, para que sean felices y para que haya más calma en Varia.
-Kya~ Nuestro plan hará que acepten que se aman
-Aunque ambos son muy orgullosos y será muy difícil, pero de que se quieren no hay duda.
-Shishishishishi Para todos nosotros es obvio, pero es raro que ayudes sin pedir nada a cambio Mammon
-Solo lo hago para que haya más paz.
Todos se miraron unos a otros, ellos se consideraban familia y se apreciaban, aunque nunca lo admitieran o no lo demostraran, y sabían que sus líderes sentían algo el uno por el otro y querían verlos felices, por eso estaban ayudando, pero utilizaban excusas para no mostrar lo que ellos consideraban debilidad. Porque sí, para asesinos de su talla los sentimientos de cualquier tipo podrían convertirse en una debilidad.
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A paso decidido Squalo se dirigía al despacho de su jefe, estaba dispuesto a actuar como siempre, tocó la puerta y en cuento escuchó la voz de Xanxus diciéndole que entrará se puso nervioso. Temeroso por lo que podría ocurrir pero sin demostrarlo, entró al despacho.
El verlo de nuevo después de lo que para él fueron como siglos no pudo evitar que su corazón se acelerara, y se sonrojó al darse cuenta que el moreno recorría su cuerpo con la mirada, de una manera tan penetrante que parecía como si quisiera ver su alma.
Para Xanxus no era diferente, al verlo de nuevo sintió como si su corazón se detuviera por un momento, y lo observó para cerciorarse que nada en él había cambiado, aunque sabía que no había pasado mucho tiempo, pareciera como si no lo hubiera visto en mucho tiempo.
Squalo desvió la mirada y entonces notó el cuerpo inerte en el suelo.
-Voooooooooi ¡Maldito Xanxus! Este es el séptimo que termina muerto, así nunca tendrás un nuevo Guardián.
Tomó lo primero que estaba a su alcance, que en este caso era un pequeño jarrón y se lo arrojó a la cabeza, escuchando los gritos de protesta de su tiburón, sonrió, aunque nunca lo admitiría había extrañado esos molestos gritos.
-Terminaron así por ser tan inútiles, no necesito a una escoria tan débil, deja de perder tu tiempo entrenando escorias y ponte a trabajar, que no has hecho tu trabajo en estas semanas.
-Voooooi ¡Si lo eh hecho! El que no ha hecho nada eres tú bastardo –decidió seguir el ritmo, sabía que esa era una forma de decirle que dejarían todo en el pasado y harían como que nada pasó. Aunque le dolía eso era mejor que nada.
-Da igual, el viejo vendrá mañana a darnos los datos de una misión que realizarás, se trata sobre un tipo que se quedará aquí en la mansión y debes cuidarlo.
-¡No soy ningún niñero!
-Es una orden, y debes hacerlo, ahora tráeme algo de comer que tengo hambre.
-Tsk, tienes manos, hazlo tu – en cuanto vio que Xanxus sacaba sus armas, maldiciendo se encaminó a la cocina a prepararle algo.
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Ese día transcurrió con normalidad, para alegría de muchos, en especial de la servidumbre, ya que Xanxus ya no estaba de mal humor y había menor riesgo de que alguien muriera. Nuevamente cenaron todos juntos, como una familia, a su modo claro, aunque para nadie pasó desapercibida la sonrisa triste que en ocasiones mostraba Squalo, pues estaba dolido por la forma en que todo había acabado, a pesar de que Lussuria le dijo que aun no terminaba y que no perdiera las esperanza, el pelilargo decidió hacerle caso y seguir el ritmo de las cosas. Y mucho menos pasó desapercibido que durante todo el tiempo que Xanxus y Squalo se encontraban en un mismo lugar, el moreno no despegaba su vista del albino.
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En el despacho de Xanxus se encontraban los dos líderes Varia junto a el Noveno y sus Guardianes, hablando sobre las condiciones que tenía la misión de cuidar a un desconocido hasta ese momento para todos.
-Bueno Squalo, es una misión muy sencilla solo debes cuidarlo, principalmente de que no se meta en problemas y hacer lo que te diga, si pide que lo acompañes a una misión debes hacerlo, es una persona muy peligrosa por lo que debes tener cuidado.
-Ya lo sé, pero quiero saber ¿quién es?
-Ni yo lo sé Squalo, digamos que por el momento se mantiene en anonimato, pero de él depende que formemos una alianza muy importante de la cual no puedo darles detalle.
-Mientras esa escoria no de problemas, por mi esta bien viejo.
-Ahora que lo mencionas, recuerda que no puedes tocarle ni hacerle daño a menos que él lo acepte, tampoco puedes ordenar que alguien más le haga daño, para eso debemos ponerte un sello, así que por favor libera tu caja arma.
-Tsk que molesto- introdujo sus llamas a la pequeña caja y de esta salió su liger, que al ver a Squalo se lanzó encima de él y comenzó a lamerlo.
-Voooooi ¡Bester! Jaja – comenzó acariciarlo – también me alegra verte.
Todos quedaron enternecidos por la escena, pues sabían de lo arisco que era el gran liger y se sorprendieron al notar que se veía sumamente feliz de ver al espadachín, lo que no sabían es que no se habían visto en dos semanas, por su parte Xanxus cada vez se asombraba más del cariño que su mascota le había tomado al tiburón.
-Al parecer Bester le ha tomado un gran cariño a Squalo, no me sorprende hijo, después de todo se alimenta de tus llamas.
-Deja eso y haz lo que vayas a hacer.
-Está bien… chicos
Los Guardianes de Nono sacaron sus llamas y las introdujeron en una pequeña caja negra, luego salieron de esta y rodearon a Bester que se encontraba aun encima de Squalo, entraron en el liger e inmediatamente salieron para estrellarse en el hombro de Xanxus, el moreno al notarlo se quitó la camisa mostrando una marca en forma de dragón.
-Bueno hijo eso es todo, Squalo te llegará un paquete con más instrucciones, nos retiramos, el inquilino vendrá mañana, nos vemos hasta entonces.
Dicho esto salieron dejando solos a Xanxus y Squalo junto con Bester. El espadachín al notar la marca en el hombro del moreno no pudo evitar acercarse a tocarla. Pero notó que no se sentía nada.
-Apuesto a que te hubiera gustado ser tu a quien le pusieran la marca, basura.
-Voooooooooi ¡Claro que no! ¿Por qué piensas eso?
-Te gustan los dragones ¿no?
-¿Eh? Algo, ¿por qué lo dices?
-Porque solo un obsesionado por los dragones le pondría a su tiburón Ryuu. Maldición es un maldito tiburón, ¿Por qué carajos llamarlo dragón?
-Voooooooooi ¡¡Tengo mis razones!!
-Jaja patético
-En fin, hay que bajar a comer, ya está todo listo, deja que Bester venga con nosotros.
-Mm
Ambos líderes bajaron acompañados de un feliz liger, pero al llegar a la cocina se percataron de que todos los Guardianes Varia se encontraban alrededor de algo, curioso, Squalo se acercó, mientras Xanxus se sentaba en su lugar seguido por Bester, a nadie le extraño ver al liger fuera de su caja ya que Xanxus lo trataba como si fuera su mascota.
-Voooooooooooi ¿Qué sucede?
-Llego esto para usted Capitán-sempai- Fran le entregó a Squalo una caja de cristal octagonal, la cual contenía dentro un hermoso ramo de Orquídeas azules.
-Shishishishishi Al parecer el atún cautivo el corazón de alguien.
Xanxus al escuchar esto prestó su total atención a la plática aunque quería no hacerlo, pues estaba dispuesto a dejar todo lo ocurrido en el pasado, sin embargo no podía evitarlo.
-Venía con una carta, déjame leértela Squalo, Shishishishishi presten atención al príncipe. – Y así comenzó a leerla, actuando dramáticamente cada palabra, mientras Squalo estaba en shock y todo sonrojado.
“Mi amado Superbi Squalo
Eh escuchado que me estas buscando, así que decidí mandarte una prueba de que aun vivo, son orquídeas azules, me pregunto ¿Aun son tus favoritas?, Espero que sí, pues al verlas no pude evitar recordarte a ti y esa noche inolvidable que vivimos.
No eh podido sacarte de mi mente y agradezco todos los momentos que pasamos juntos, amore mio. Recuerdo cada expresión que se formaba en tu perfecto rostro y esa sonrisa tan sincera y hermosa que sé que hasta el momento solo yo eh sido afortunado de verla.
No debes preocuparte, pronto nos veremos de nuevo, supe todo lo que has vivido y no puedo permitir que la razón de mi vida sufra como lo estás haciendo, pronto reclamaré de vuelta a la más perfecta y hermosa Lluvia pacificadora.
Cada vez que veas la luna recuerda que en algún lugar yo también la estaré viendo, sé que esto no es nada romántico, pero no encuentro palabras que estén a tu altura, nada es suficiente para expresarte mi sentir, por lo que tendrás que conformarte por el momento con estas simples palabras. Pero no te preocupes pronto me verás y podré demostrarte el amor que te tengo.
Por siempre tuyo.
Tu Dragón”
-Kya ¡Qué romántico! –Lussuria se movía de un lado a otro con corazones en los ojos.
-Woo Capitán-sempai, quien lo diría.
Squalo que recién salía de su shock le quitó la carta a Bel, y al ver el contenido abrió los ojos de la sorpresa mientras murmuraba –No puede ser, esta letra – sin embargo todos los presentes pudieron escucharlo y lo último que vieron era como Squalo se iba corriendo hacia su recámara con la carta y la caja de cristal.
-Al parecer el atún conoce quien le envió las flores y por como hablaba en la carta no es un simple amigo.
-Apuesto 50 000 yenes a que es un amor de la adolescencia de Squalo
-Moo~ esta vez no acepto ya que es muy probable que tengas razón Mammon
-Shishishishishi esta vez solo habrá que observar
-Etto, disculpe que los moleste sempais, pero alguien más ha notado el aura asesina alrededor del Boss.
Todos voltearon encontrándose con un Xanxus furioso, por lo que decidieron salir de ahí por sus vidas. En el resto del día nadie más vio a Squalo quien se encerró en su cuarto, ni a Xanxus que molesto se encerró en su despacho.
La razón de la molestia de Xanxus no fue solo el contenido de la carta ni el presente, si no quien la mandaba, se había referido a sí mismo como dragón, y el moreno no pudo evitar recordar que Squalo llamaba así a su tiburón y según el albino no precisamente porque le gustaran los dragones, lo que solo significaría que esa persona que mandó la carta era importante para él a tal grado de ponerle su apodo a su preciada caja arma.
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Al día siguiente, todos estaban haciendo las preparaciones para recibir al inquilino, pero aun no había señales de Squalo. Todos los de la elite se encontraban en el salón principal, cuando el Noveno junto con un rubio muy conocido por todos entraron por la puerta para saludarlos. Xanxus molesto por la presencia de Cavallone estaba a punto de correrlo, cuando le cruzó por la mente que tal vez el supiera algo de la familia Hekmatyar. Por lo que se acercó a él y se alejaron un poco de los otros para poder hablar.
-Entonces dime Potro ¿Quién demonios es la familia Hekmatyar y que relación tienen con el maldito tiburón?
-Oh ya veo. Así que tu eres la razón de que Squalo estuviera así aquel día.
-De que hablas escoria
--------------------------Flash Back-------------------------
Frente a un tumba se encontraba un pelilargo, con un rostro repleto de tristeza, a su lado se encontraba un rubio, con un rostro similar.
-Entonces, ¿a que se debe tu llamada? Squalo
-Quiero que me ayudes a encontrarlo
-¿Estás seguro? Después de la muerte de…
-No digas su nombre, aun duele recordarlo, quiero que me ayudes Dino… Necesito saber que está bien.
-No será fácil, pero haré todo lo que esté a mi alcance. Quita esa cara Squalo, te aseguro que a él no le gustaría verte triste por su muerte.
-No puedo evitarlo, ya casi es esa fecha.
-Tienes razón, sabes creo que deberías contarle a alguien lo que ocurrió aquel día, para que te desahogues, nadie aparte de nosotros lo sabe.
-Sé que debería hacerlo, pero no quiero recordarlo.
-Es extraño verte tan silencioso, no me gusta verte así. Te prometo que lo encontraré.
-Gracias, solo por esta ocasión déjame aprovechar la confianza que hay entre nosotros.
Se acercó y lo abrazó, Dino inmediatamente correspondió el abrazo y notó como Squalo enterraba la cara en su pecho y temblaba intentado suprimir el llanto, le dolía verlo así, sabía que él jamás mostraría esa debilidad, la única vez que lo había visto así fue después de aquel incidente y se sintió feliz de ser considerado un amigo de tal confianza, por ello haría lo que fuera para verlo feliz y no dejar que volviera a caer en esa depresión que tuvo cuando tenían 12 años.
----------------- Fin del Flash Back-------------------------
-No es algo que te incumba Xanxus, no indagues más en eso, no quiero ver triste a Squalo, no tienes derecho de hacerlo.
-Yo hago lo que yo quiera.
-Si de verdad conocieras a Squalo no sería necesario que preguntaras nada.
-Que insinúas escoria
-Que a pesar de todo el tiempo que llevan como compañeros y que Squalo te admira y es tu seguidor más fiel, a ti nunca te ha importado, no sabes nada de él. No tienes derecho de que esté a tu lado. Dime Xanxus, ¿Sabes por qué ama el arte de la espada y quién se la enseñó? ¿Cuál es su color favorito? ¿Su comida favorita? ¿Animal favorito? ¿Sabes siquiera alguno de sus gustos? No sabes nada de su pasado tampoco, puedes que conozcas algunas cosas, pero no las más importantes, y sabes que es lo más irónico…. Que si quisieras saber algo podrías saberlo, pues con solo preguntárselo seriamente, estoy seguro que él te lo diría. Pero aun así no sabes nada.
Xanxus se quedó en silencio, le molestaba que Dino se portara de ese modo, cuando se trataba de Squalo, Cavallone siempre se mostraba firme y sin miedo, justo como en ese momento, pero tenía que darle la razón, no sabía nada de Squalo, solo cosas que cualquiera podría notar, y aceptarlo le dejo un mal sabor de boca.
-Le has hecho mucho daño Xanxus, eh estado investigando algo que él me pidió y me enteré de algo que hiciste en el pasado –el moreno volteó a verlo fulminándolo con la mirada – Descuida no se lo diré, no quiero ser el responsable de que te odie, dejaré que tu lo hagas… también me enteré de tus razones, estoy seguro que si se lo explicas entenderá, aunque te odio por como lo tratas y todo lo que le hiciste, estoy consciente de que el te ama, y déjame decirte que si lo haces sufrir, haré que te arrepientas.
Se alejó de su lugar para recuperar su sonrisa de siempre, dejando a Xanxus asombrado por su cambio de actitud, la plática con Cavallone lo dejó molesto y un poco arrepentido, de alguna manera se sentía mal por no saber nada sobre la persona que siempre ha estado a su lado, y justo cuando iba a regresar con los demás notó como la puesta se abrió de golpe mostrando a un Squalo que dejó a todos con la boca abierta.
El tiburón iba vestido con un elegante traje blanco, que resaltaba su esbelta figura, una camisa roja acompañada de una corbata negra y se cabello ligeramente recogido que le daba un toque sumamente sensual. Además de una hermosa rosa roja en el saco que le daba un toque romántico.
-Squalo te ves genial
-Voooooi Dino ¿Qué haces aquí?
-El Noveno me pidió que viniera
-Te quedó muy bien el traje que te mandamos, y llegas justo a tiempo, el inquilino acaba de llegar, vayamos a la entrada.
Todos se encaminaron a la puerta principal y esperaron a que esta se abriera, pero antes de que esto sucediera, Bel comenzó a molestar a Squalo que estaba junto a Dino, lo que hizo que molesto se girará para gritarle dándole la espalda a la puerta y no ver cuando esta se abrió dejando ver a la persona que debía cuidar. Pero cuando volteó y vio la cara del potro no pudo evitar preguntar.
-Voooooi ¿Qué demonios te pasa Cavallone?
-No puede ser, Squalo es…
Inmediatamente el espadachín volteó encontrándose con la razón de desconcierto de Dino y dejándolo en shock, todos los demás extrañados por la actitud de los amigos se limitaron solo a observar. Hasta que Squalo logró articular una única palabra.
-Tu…
El nuevo inquilino sonrió y abriendo los brazos dirigiéndose hacia el tiburón dijo:
-Squalo…. Amore mio.