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12 Horas Para Morir por laurenth

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Notas del fanfic:

Hola

¡JODER!...ame esto. Cada palabra escrita me gusto…XD XD

Deseo que a ustedes también les guste…llevaba tanto imaginando cada escena. Que joder lo ame.

 

 

Los labios acorazados se separaron de los esponjosos porque necesitaban llenar sus pulmones de oxígeno. Sus labios aún se rozaban. Kibum se abrazó de Minho sintiendo el calor de su pecho y hundiéndose en él. Minho cerró sus brazos entorno a la pequeña cintura.

 

Minho sintió la necesidad de pedirle disculpas. Por qué sabía que aquellas lágrimas que derramaba su gatito en su pecho eran su culpa. Minho lo intento pero key susurrando aun en su pecho lo interrumpió.

 

-Shhhh… No digas nada…- levanto su rostro rosando los labios esponjosos. Algo torpe, pero hermosos, lleno de amor y ternura.

 

Fundiéndose en un beso se dejaron llevar por sus deseos, por amor.

Minho alzo el delicado cuerpo en brazos y lo deposito con delicadeza en la blanca cama.

 

Kibum miro aquello enormes ojos que amaba. Y temió al descubrir miedo e incertidumbre. Key también tenía miedo de lo que podría ocurrir. Después de hoy…

 

-Minho te amo.- le dijo y como si aquellas palabras fueran un calmante aquel miedo desapareció. Y de nuevo había dulzura y amor.-Te amo, Minho te amo…

 

Las dudas y los miedos de Minho se fueron lejos. Si alguien se atrevía a tocarlo o hacerle daño Minho estaría hay para protegerlo. Siempre.

 

-¡Por Dios¡…yo también te amo…Mi Kibum

 

 

Se olvidaron del tiempo. Se olvidaron del peligro y se fundieron en la pasión. Minho sentía la dulce piel del cuello de key. Sus manos recorrían la desnuda espalda. En ocasiones succionaba con dulzura la pálida piel. Asiendo suspirar y estremecer al rubio.

 

Amaba a key y su manera de entregarse. Le daba toda la confianza de recorrer su piel a su antojo. Embriagarse de su sabor como el más dulce vino.

El moreno jamás se cansaría de saborearlo Su boca, su piel. Ni de ver aquellos hermosos ojos gatunos brillar de pasión, alegría, vergüenza, inocencia, amor. Simplemente nunca se cansaría de Kibum.

 

El olor a fresas que desprendía key nublaba los sentidos de Minho. Despertando la pasión y dejando de lado la dulzura…

El moreno bajo la mirada a aquellos botoncitos rosados. Y los probó. Los degusto. Los amo, devoto de ellos.

 

 

El cuerpo de key se tensó al sentir la caliente boca de Minho en sus pezones. Su lengua acariciaba la aureola, para luego succionarlos y morderlos. Dulce y juguetón. Key acariciaba con dulzura los negros cabellos. Kibum se arqueaba ofreciéndolos, arrancando gemidos de puro placer.

 

El rubio también sabía jugar. Intercambio rápidamente las posiciones quedando el sobre el moreno cuerpo. Comenzando a besar las mejillas. La frente. La fuerte barbilla. Para terminar en los esponjosos labios.

 

Kibum comenzó a repartir besos. El abdomen, los fuertes brazos. Las piernas. Saltándose un lugar…! Joder valla que Kibum, podía llegar a ser cruel!

 

Minho lo tomo desprevenido volviendo a invertir los papeles. Y sonriendo victorioso. Ya era tiempo sus cuerpos se pedían a gritos.

Minho se dio un tiempo rápido para acariciar su cuerpo y memorizar cada una de sus curvas semifemeninas. Guardando cada detalle de su delicada piel.

El moreno se acomodó entre las hermosas piernas blancas. Y key las abrió más. Permitiéndole a Minho acomodarse a su gusto.

 

Minho aferro sus enormes manos a la pequeña cintura. Entrando despacio. Un grito entre dolor y placer escapo de los labios acorazados. Minho lentamente se movió salió casi por completo y entrando cada vez más rápido.

 

Unieron sus labios pero key rompía el contacto por sus gemidos que era incapaz de callar. Podía sentir siempre como su cuerpo aceptaba la intromisión de Minho. Estaba seguro que su cuerpo había sido diseñado para Minho. Solo para él.

 

Los dos siempre se sorprendían de sus movimientos perfectamente sincronizados.

 Podían sentir la sangre hirviendo y el pulso acelerado del otro.

Key escuchaba como Minho gemía su nombre. El gritaba el del moreno. Mientras lo tomaba una y otra vez.

 

Y lo sintieron. El mar de placeres, perdiendo la noción del tiempo y el espacio. Un lugar donde solo Minho y Kibum podían llegar juntos. Una dimensión desconocida donde solo su amor estaba presente.

Key clavo sus uñas en la espalda morena. Cuando sintió toda la esencia del moreno derrabada en su interior.

 

Minho estaba recostado en su pecho delicado. Sentía las suaves carisias de sus delicadas manos jugando con sus cabellos.

Tristemente y con el pesar más grande dejo ese agradable y perfecto lugar dentro de su gatito.

Sentándose en la orilla de la cama…

 

-Minho…-susurro suavemente key.

 

El moreno no contesto ni lo miro. Sabía que derramaba lágrimas. Lo conocía tan bien. Se limitó a levantarse y comenzar a vestirse. Ropas de piel negra. La ocasión lo amerita. Podía disfrazarse en la negra noche…” La negra noche que se  baña de sangre.”

 

-Minho…- aquel susurro lo mato un poco más.

 

El moreno da la vuelta y como había pensado las pálidas mejillas estaban bañadas en lágrimas. Sonrió y se acercó a la cama. Cayendo de rodillas.

 

-Gatito llorón…- lentamente tomo las mejillas de key y paso los pulgares por los pequeños ojos. Para limpiar las lágrimas.-Te amo…Kim Kibum te amo…

 

Key le tomo la mano para que Minho se recostara en la cama.

 

-Kibum…

-Solo un momento más…

 

Esa noche key le estaba demostrando una fuerza y entereza admirable. Key era el motivo de vida para Minho.

Key enredo sus desnudas piernas con las del moreno. Se estremeció al sentir el cuero frio.

 

-También te amo Choi Minho…- le decía mientras se acurrucaba en su pecho. Minho abraso a key. Tan fuerte como queriéndose fundir por siempre con él.

Faltaban menos de 10 minutos para el toque.

 

 

Aquellos 10 minutos parecieron 10 segundos.

 

5, 4, 3, 2,1… el estruendoso sonido de toque. Daba oficialmente inicio a la noche roja. El mundo se teñiría de rojo.

 

Key se mordió el labio y guardo todas las lágrimas. Minho se levantó de la cama y miro a Kibum.

 

-Me tengo que ir…-key miro la oscura profundidad de sus ojos.

 

Kibum sin importarle su desnudes se levantó. Colocándose frente a el Minho.

-Choi Minho…-susurro, levantándose de puntas para besar la nariz infantil. Apretó sus labios contra los esponjosos. Rezando por volver a sentirlos.-Te Amo…Te estaré esperando.

 

Minho agarro la nuca del rubio y unió sus frentes.-Yo también te amo…mucho. Ahora por favor Kim Kibum muéstrame una bella sonrisa, y dame tu bendición.

 Key hiso lo que pedía y después apartando todos sus miedos. Le sonrió enteramente feliz solo por el hecho de ser Minho.

 

 

El moreno le dio un último beso y se marchó. Salió del sótano. Tomo sus armas y la espada que su padre le había heredado. ”Su protectora familiar”

Minho miro el cuarto debajo de la escaleras hay estaba su razón de vivir. Su Kibum.

 Esa noche iría por un solo hombre. Se aproximó a la puerta y tecleo la contraseña, la casa se serraría. Rápidamente tomo la llaves de su cuatro por cuatro blindado y salió. Espero hasta que la última pared de metal estuviera bien cerrada. Su casa era un domo de metal donde una vez cerrado solo podía ser abierta desde dentro.

 

Los grito de ayuda, de dolor. Los disparos y las balas volando de un lado a otro. Las escuchaba mas no le llamaba la atención, ni perturbaban su trabajo.

Eran las 8:20 aun tenia demasiado tiempo.

Manejo tranquilamente esquivando los cuerpos, los carros o las casas en llamas.

 

 

 

 

 

Kibum se quedó acostado un rato más. Oliendo el varonil olor de Minho impregnado por todo el lugar. Quería llorar. Los ojos le ardían por las lágrimas contenidas. Pero no esa noche. Tenía que ser fuerte. Por el por Minho. Por su futuro juntos. Se sentó sobre la orilla de la cama. Y se colocó el hermoso anillo en su dedo anular.

 

 

Se levantó y prendió los monitores y cámaras. Se preparó un café. La pantalla mostraba el mismo estúpido discurso de todos los años.

 

Año 2032

La violencia ha sido casi erradicada por completo.

Hay menos crimen que nunca en el mundo.

La violencia apenas existe con una excepción

 

“Benditos sean los padres de los estados, por permitirnos depurar  nuestras almas, benditos los países que nos dan libertad”

 

 

Kibum recuerda como en sus libros de historia. Leía lo mismo comenzó en América. Todos los años le dedicaban un día  a “depurar” el país del odio y el rencor que cada persona cargaba en su interior.

Pronto aquel fenómeno se recorrió  a casi todo el mundo. Son pocas las naciones que  vetaron aquella ley.

Todo se reduce a algo simple. Una noche. Una vez al año. El Crimen es Legal.

 

“…Da inicio a la Purga anual, cuando suene la sirena cualquier delito incluido el  asesinato cera legal. Todos los servicios de emergencia serán suspendidos…Gracias por participar en la depuración…”

 

Apago la pantalla. Menos los monitores. Y prendió su reproductor y se recostó, cerrando los ojos.

 

 

 

 

 

 

 

Pasaban de las 11:00 cuando Minho bajo del cuatro por cuatro. El viento le pegaba en la cara mientras escuchaba las sonoras risas de Kibum y sus gemidos de pasión.

 Su cabeza comenzó a provocar el odio que necesitaba para el momento. Al recordar el llanto de Kibum aquella noche hace dos años. Cuando le hablo llorando con el miedo y el dolor en cada palabra.

 Se dirigió  mismo edificio donde todos los días trabajaba. Se dirigió al estacionando en la parte más baja. Esperando al hombre que mataría esa noche.

 

Pasaban de las 12:00 cuando pasos resonaron como eco por todo el lugar.

 

-¿Has esperado mucho tiempo?

 

Minho sonrió ampliamente. Y miro al hombre que tenía enfrente. Hace apenas menos de tres años. Lo consideraba su mejor amigo. Su hermano. Pero él se había encargado de acabar con ese sentimiento.

 

-Solo el necesario para acrecentar las ganas de matarte…Jonghyun.

-Pues te quedaras con las ganas Choi…Por que serán mis balas las que atraviesen tu cuerpo.

 

Minho tenía la mirada en aquel hombre. A quien años atrás le habría confiado su vida.

 

-¿Por qué?, solo quiero saber por qué.- Minho se había prohibido preguntarle aquello. Pero ahora teniéndolo de frente. Quería saber que lo había orillado a lastimar a la persona que antes había protegido.

 

-¿Por qué? Jaja… Eres un bastardo Minho…-dijo arrastrando las palabras.- Kibum era mío, yo lo protegí, desde pequeño. Hice lo que ni sus padres hicieron. Protegerlo durante más de 5 años. De que alguien lo matara. El debió de amarme a mí.- Jonghyun dibujo una arrogante sonrisa.

-Pero al gran Choi Minho llego y ese maldito traicionero no dudo en correr a tus brazos. Lo amaba y tú me lo quitaste. Tu mi hermano…

 

-Lo amabas… Dices que lo amabas, fuiste tú quien lo lastimo. Tú lo ibas a matar.- escupió Minho.

 

-Solo reclame lo que por derecho era mío…

 

-Lo violaste...

 

-Jonghyun sonrió burlonamente.- Te enferma saber, que fui yo quien tomo el culo virgen de key. ¿No?...

 

-¡CALLATE!

 

-Aún recuerdo lo apretado que estaba. Recuerdo como gritaba tu nombre…Pero tu donde estaba Minho. Donde mierda estaba. Matando a gente como una maldita bestia.

El Gran Choi Minho un asesino Nato…Tal vez eso es lo que te enoja. Que mientras tú estabas disfrutando de tu cacería deportiva. Yo estaba desvirgando a tu noviecito.

 

-Es suficiente.

 

Después de eso Jonghyun dio el primer disparo y Minho se tiro sobre su espalda girando. Y terminar detrás de un muro.

 

-TE MATARE CHOI MINHO…- grito detrás de otro muro disparando varias veces asía donde Minho estaba escondido.

 

El sonido de Jonghyun moviéndose. Lo hiso reaccionar. Tenía que moverse rápido.

Cuando Jonghyun pasó casi alado salto sobre él. Entrando en una pelea de golpes. Se alejaron un poco para tomar aire.

 

-Cuerpo a cuerpo esto se vuelve divertido…- dijo Jonghyun quitándose un rastro de sangre del labio.

 

-Con armas. Seria rápido…

 

Jonghyun asintió y volvieron a golpearse con toda la fuerza en sus puños. Entre patadas y puñetazos. El cuerpo de Jonghyun era más pesado y fuerte. Pero Minho era más rápido y certero.  Jonghyun logro zafarse pero Minho de inmediato le propino una patada en la espalda. Jonghyun perdió  el equilibrio y cayó. Jonghyun escucho a Minho a sus pies y rápidamente saco su pistola que tenía en la cazadora. Y comenzó a dispar. Minho apenas tuvo tiempo de tirarse detrás de un carro.

 

Pero no había sido suficientemente rápido una bala había rozado su pierna. Antes de que comenzara a sangrar  y aprovechando que Jonghyun estaba parándose. Subió rápidamente la pendiente al piso de arriba. El lugar estaba abarrotado de vehículos se fue hasta atrás y se dejó caer por la pared a revisar su herida.

 

 

 

 

 

 

Kibum estaba inmerso en sus pensamientos. Pero sus ojos se abrieron sintiendo una frio recorrer su cuerpo. Y tubo ganas de llorar. Debió de haber detenido a Minho. Se paró rápidamente y se vistió. Corrió asía el teclado para levantar las puertas de metal que cubrían su casa. Pero paro se detuvo como si Minho le hubiera ordenado detenerse.

 

Se obligó a recordar porque estaba en aquella situación.

Sus padres eran fieles seguidores de la Purga. Todos los años, salían de “caza” Mataban a los paracitos de mundo. A gente pobre a malos empleados. Eran una basura. Kibum siempre estuvo en desacuerdo con eso. Su sueño era mudarse a alguno de los países libres de aquel día. Pero la demanda fue más grande cuando no les basto con una noche. Ahora serian tres noches las que se teñirían de sangre.

Jonghyun fue su protector. Razones siempre les sobraban a las personas para matar. Eran las noches en los que los novios lamentan haber engañado. Los profesores lamentan haber puesto una mala nota. Cualquiera razón era buena para matar o cometer crímenes.

 

Pero el único crimen que cometió  Kibum. Fue ser hermoso. Sus padres creyeron que era su maldición por reusarse a cumplir su derecho a la purga. Muchos hombres y mujeres lo buscaban aquellas noches para matarlo. Por no corresponder a sus sentimientos.

Todos esos años Jonghyun lo protegió.

Antes de que conociera a Minho. Después Minho llego a su vida. Y le prometió protegerlo. Y él le creyó. Por qué lo amo desde el primer momento en que miro sus enormes enojos, sus cabellos despeinados y sus labios esponjosos.

 

 

 

 

 

 Minho agradecía sus reflejos. Por suerte la bala solo había rasgado un poco de piel. Nada importante. Con sutura todo estaría bien. Tenía que salir vivo de ahí. Se lo prometía Kibum. Le prometió que lo protegería.

Kibum era la persona que lo había cambiado. Recuerda que al principio lo detesto. Era de esas personas que se oponían a la Purga. Sonrió al recordar las infinitas peleas que tuvieron. Tan opuestos. Pero tan iguales al mismo tiempos. Como imames que buscan atraerse siempre.

Pero agradecía haber conocido a key. El había cambiado su forma de ver la vida. Ahora si mataba seria solo para protegerlo.

 

Pensó en lo que le dijo Jong. Esa noche el no salió a hacer deportes. Tenía que salir para asegurar el bienestar de Kibum. Después de que las noches de purga incrementaron era casi imposible conseguir un cupo en los países neutrales. Por eso salió a matar a todos los socios de su empresa. Si asía eso podría comprar sus lugares en alguno de los países neutrales. Esa noche a pesar de saber que algo no iba bien. Contra todo pronóstico. Dejo key en las manos de Jonghyun. Y es de lo único que se arrepentía en su vida.

 

Faltaba como para que la noche terminara, pronto darían por terminadas las 12 horas. El sol comenzaba a salir. Había matado a seis de los socios. Cuando su teléfono comenzó a vibrar era key. Casi con temor contesto. Recuerda el llanto y miedo en cada una de sus palabras.

“…Min-Minho…te necesito…Jon-Jonghyun…me lastimo…”

 

 

Su sangre hirvió y sus pupilas se dilataron. Eran un cazador nato. Y ahora su presa era Jonghyun.

Salió de entre los carros como una sombra.

-Nada de  armas de fuego. Nada de golpes…

-Solo espadas chocando…- término la frase Jonghyun.

 

Tras esas palabras las espadas de metal comenzaron a chocar entre ella. Por eso Minho y Jonghyun eran amigos. Los dos eran maestros de las armas blancas.

El filo de las espadas luchaba por llegar a desgarrar la piel.

Jonghyun sabía jugar sucio. Corto la manguera de gasolina un vehículo. Provocando que Minho callera al asfalto. Lo tenía. Perforaría a Minho y se quedaría con Kibum. Con todos sus fuerza dejo caer la punta de su espada. Pero Minho fue más rápido y aun en el piso estiro su mano atravesando el hombro izquierdo de Jonghyun.

Su espada logro cortar algunos mechones negros. Y Jong callo casi encima de él.

 

Minho se levantó. Y abrió los ojos dilatados. Le clavaria su espada en la cabeza. Pero se detuvo “…Tienes que ganar de manera Humilde…”, le había dicho una vez Kibum.

Paro todo movimiento. Mientras miraba los ojos de Jonghyun. Y bajo su mirada saco una cajita rosada. Key se la había dado para dársela a Jonghyun.

El moreno se la aventó al pecho y se fue de aquel lugar. Se fue con un solo destino su gatito.

 

 

Jonghyun miro la cajita. Era rosada. Inconscientemente una sonrisa se formó en su cara. La acerco a su nariz.-Fresas.- olía a fresas. La abrió con delicadeza y con temor de mancharla. Lagrimas se deslizaron por sus mejillas. Era una garza de origami.

 

“…las garzas de origami, se usan para perdonar… ese es su significado el Perdón…”, recordó aquellas palabras que una vez Kibum le había dicho.

Ahogo un grito de dolor. Kibum lo habia perdonado. Ahora le tocaba perdonarse a el mismo. Pero ya era muy tarde.

 

 

 

 

 

 

Pasaban de las 6:00 de la mañana. Cuando un vehículo blindado aparco fuera de su hogar. Ese era el vehículo que lo llevaría al aeropuerto. Directo a suiza. Uno de los países neutros. Cuando entro al vehículo Mike un fiel asistente a Minho le sonrió y él le devolvió la sonrisa.

 

Kibum estaba recargado en una pared, abrazando sus piernas. Lo sabía, sabía desde antes de conocer a Minho. Que él era el hombre, que algún dios había mandado para que pudiera soportar aquel mundo cruel.

Alzo la mirada como si su corazón le avisara que Minho estaba cerca. Y justo el estaba cruzando la puerta. Su moreno de ojos enormes y labios esponjados. De cara pequeña e infantil. Estaba con él.

Se levantó y corrió hasta él y Minho lo envolvió en sus brazos.

El amor brillaba en ambos ojos. Los labios decían te amo interminables.

-Listo para un nuevo inicio- le pregunto Minho, después de besarse.

-Si es contigo iría a donde sea.

 

 

Una sonrisa casi macabra resonó por todo el lugar. De la sombras una delicada figura salió.

-Taemin…- dijo key

 Taemin sonrió divertido.

-Creí que Jonghyun te mataría Minho. Pero el muy  cobarde no lo logro.

-Taemin…- susurro key incrédulo.

-TAEMIN, TAEMIN… solo dirán eso tus putos labios…la depuración es para eso…

-De que hablas Taemin…- dijo Minho pasando discretamente a key detrás de él.

-No se muevan…tu key al frente.

-No.- dijo Minho firme.

 

Más key obedeció. Taemin es su amigo. Es su hermanito.

 

-A que te refieres Tae.

-Con una mierda Kibum no me llames así. Y te volare la cabeza. Si te atreves a llamarme Taebaby…La depuración es para terminar con el odio que hay dentro de una persona.

 

-Taemin yo te quiero.

-Yo también te quiero. Pero muerto. Tú siempre lo tuviste todo no Kibum belleza. Amor, a Jonghyun. Y lo que más quería yo en la vida a Minho.

-Cada que te veo el odio en mi interior crece. Y no me gusta…Por eso te matare…

 

Dicho esto un estruendoso sonido se escuchó y key serró los ojos. Espero sentir dolor. Frio. Pero no lo sintió. Cuando abrió los ojos. Los hermosos ojos de Minho lo miraban. Pero su ropa negra se manchaba de sangre. La bala de Taemin le había dado en el estómago.

 

-Maldición Minho…- dijo Taemin.

 

Minho se fue desvaneciendo y key lo agarro hasta quedar los dos en el piso.

 

-Vete Taemin…vete…- grito key.

-Lo siento Kibum, pero te mate…- dijo Taemin alzando su arma. Pero key fue más rápido y saco el arma que tenía Minho en su pantalón y le disparo a Taemin en la cabeza.

 

Los sollozos de agonía resonaron más fuerte haciendo eco y revotando. Provocando el sonido más desgarrador.

 

-K-key…Bonito no…no llores…

 

Key estaba de rodillas. Abrasando a Minho.

-Minho no espera…yo…

-Kibum mírame…el avión despegara tienes que irte.

-No, NO, No me iré sin ti Minho…no lo hare…

-Key…mi gatito… la bala atravesó…- decía Minho, mientras cada vez se le hacía más difícil respirar.

-Key mi amor…te tienes que ir…por ti…por mí…Y por nuestro bebe.- key lloro con furia.

-¡NO!.- grito.

-Mírame…todo esto. Lo que atravesamos. Fue por nuestro bebe, lo recuerdas. Por tu felicidad. Y la esperanza de que…nuestro ángel viviera feliz.- decía Minho cada vez más bajo.- Tienes que…que irte mi key

-Te amo Minho.

-key eres mi vida…Te amo más que a nada…tienes que irte…ya

Key debía de pensar en su bebe. Le acaricio la barbilla y beso sus labios carnosos. Minho con lentitud respondió el beso.

 Se alejó dejando con delicadeza cubriendo su cuerpo con su abrigo. Estaba en la puerta y giro para mirar a Minho. Y este con sus escazas fuerza le dedico su última sonrisa.

 

 

 

 

 

 

 

Un año y medio después…

 

Kibum miraba fascinado a Yoogeun. Su hijo de Minho. Era un bebe hermoso tan parecido a él. Cuando llego a Suiza soporto muchas cosas. Por suerte nunca estuvo solo, el primo de Minho, Siwon y su esposo Heechul, estuvieron a su lado.

Minho había comprado una pequeña casa. Y dejado una pequeña cuenta.

Aun  lloraba por las noches. Recordando como había dejado a Minho en medio de ese charco de sangre.

Pero su hijo era su más grande motivo para seguir viviendo.

Siempre le agradecería a Minho. El poder disfrutar de su hijo. Y aún más el poder dibujar una sonrisa.

 

 

 

 

Siwon trabajaba en el área de seguridad de suiza. Una noche. Una noche tranquila para Suiza, pero en otro países, noche de purga. Recibía noticias e imágenes de lo que se vivía.

Y de pronto algo llamo su atención. Una imagen que tuvo que ampliar. Y enfocar. No era de gran calidad, pero era clara. Aquel joven matando sin piedad. Aquella persona que movía a una gran cantidad de gente. Con fines bélicos. Era Minho. Choi Minho su primo.

Notas finales:

Gracias por pasar a leer!!!!

¿Continuación?...Tal vez pero no ahora.

¿Buena noticia?... si hay alguien por aquí leyendo El señor de los narcos. Ya tengo el capítulo final.

Las amo y les deseo lo mejor.

 


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