Key’s POV.
Al único compañero que tal vez podría mirar con otros ojos sería a Jonghyun hyung. Me agrada Jonghyun, me gusta Jonghyun.
Sí, me gusta.
Se podría decir que tiene todo lo que debería tener un hombre.
Todo: simpatía, atractivo, astucia, vigor y por sobre todo: actitud.
Sólo por eso lo he aceptado, y sin reparos, como amigo y como hyung. Porque es admirable, tal como yo mismo.
Completamente distinto de lo que es Jinki.
No es que me desagrade ese hyung, es buena persona y siempre se preocupaba -muy al contrario de lo que muchos puedan creer- que todo esté bien con nosotros y con lo que respecta a nuestro trabajo.
Sin embrago, a pesar de todas esas virtudes simplemente me desespera.
Se comporta como un condenado idiota, como si no supiera nada de la vida. No entiende lo que la gente quiere decir. Y luego siempre sale con algún comentario sin sentido. Claramente no tiene sentido común, casi no sabe de sarcasmo y todavía adora jugar con juguetes.
Como logra descolocar al mundo.
Las fans pueden catalogar esto como tierno. Pero he de objetar: Jinki es realmente desesperante.
Y para sumarle defectos, está también, la conocida y adorada por el mundo: Jinki’s smile La cual, según todos, es algo demasiado maravilloso.
Tonterías.
No es más que una simple sonrisa gigante que demuestra la poca fuerza que tiene el mayor en carácter. Porque nunca es capaz de imponerse. Y rara vez dice cuando discrepa respecto al algún tema. Y eso también me saca de mis casillas. ¡Por qué demonios no le da la estupidez un día y les cantaba a todos sus verdades!¡Por qué no dice cuando algo le molesta!
Argh… de verdad el líder me pone de malas.
Si tan solo tuviese un poco más de carácter…
Porque últimamente está muy bien. Y lo digo en serio, muy bien. No sé si pienso esto a causa de mis hormonas alborotadas o qué. Pero es que de verdad el hyung ha mejorado mucho desde que lo conocí…
Pero eso no importa. Me sigue molestando cómo es. Pues no me molesta para nada como está. Demonios. Debo dejar de pensar en eso.
Entiendo que lo del sarcasmo y eso no tiene solución ¡Pero por último que reaccione ante la vida! Que muestre también su ira, su molestia. Me gustaría verlo alguna vez así. ¡Como un hombre!
Con la única persona que lo he visto actuar más como un hombre y menos como un niño ha sido con Taemin.
Fue en la época en que le dio por extrañar a su familia lo cual, por cierto, nos ha pasado a todos, pero sólo con el pequeño se portó como debía y lo protegió.
Sólo ahí nos habló con un poco de voz de mando, cuando al parecer Taemin descansaba en su habitación y nosotros jugábamos cartas en la sala.
Su semblante era muy serio, implacable. Se notaba que nada lo haría reír. Casi sentí un gran respeto por él. Nos dijo algo así como: “Por favor, no lo molesten”.
Como si alguien fuera a hacerlo. Sabíamos que Taemin-shii pasaba por un mal momento, era evidente que nadie lo molestaría.
Luego cuando conversé con el menor me contó que Onew había sido muy amable pero a la vez muy severo diciéndole que era necesario que sea fuerte, que enfrentase sus miedos, y que creciera de esa manera.
Cuando Taemin-shii me dijo eso, casi me voy de espaldas. Jinki siendo severo, era difícil de creer.
Desde ese día, he querido comprobar si eso es verdad. Pero no he podido llegar a nada.
Y de verdad he intentado mucho.
Le empecé a esconder las zapatillas. Él se reía y usaba otras hasta que me daba rabia y le devolvía las suyas:
Le dije que su comida no es buena, al lo cual el explotó en carcajadas al igual que todos los del grupo y yo tuve que hacer lo mismo
Me burlé de cómo baila, pero Taemin me pegó un codazo y luego todos nos reímos como si fuera otra simple broma; y así sucesivamente.
Hace unos días me burlé de él en un programa. Pero volvió a pasar lo mismo: todos rieron, incluyéndolo. Además, luego se burló Jonghyun, luego Taemin, y finalmente MinHo. Todo pareció muy planificado.
En los camarines, Jinki me miró con una expresión algo distinta. Casi podría jurar que me iba a reprochar algo, pero inmediatamente me sonrió, se dio media vuelta y se fue. No sin antes botar una lámpara que se encontraba en su camino.
Casi me reí. Pero estaba demasiado asqueado por su sonrisa. Así que mejor me fui a abrazar a Taemin.
Nadie nota lo mucho que me exaspera, pues soy muy buen actor. Además siempre he sido burlón, por lo cual nadie piensa que tengo una razón especial para molestar a Jinki.
De hecho casi siempre me ayudan todos a hacerle las bromas. Deben pensar que es muy entretenido. Y lo sería, si es que hubiese reacción de la víctima, no sólo del victimario.
Voy a intentar una última broma hoy.
Jinki no está, porque tenía que ir a grabar una canción o algo así. MinHo tampoco está porque está en una sesión de fotos, creo.
Sólo estamos Taemin, Jonghyun y yo. Ellos también saldrán más tarde y me quedaré sólo ya que, ayer terminé mi sesión de fotos y hasta mañana tengo otra, con Onew.
—¡Jonghyunah, Taeminah… vengan!
—¿Qué pasa? — se acerca Taemin curioso.
Yo los miro con cara de travesura. Jonghyun entiende y se acerca a mí con la misma expresión.
— ¿Qué? — me susurra emocionado y expectante.
Sabe que algo planeo y sé que eso le causa gran emoción. Hacer este tipo de cosas le quita peso a la rutina.
— Escondámosle esto— dije emocionado y entretenido a mis amigos.
Ambos que me miraban con expectación, me miraron con sorpresa.
—¿Estás loco?— exclamó Taemin preocupado.
Yo lo miré sin entender.
—No, Key—agregó Jonghyun — con eso si que no.
—¿Por qué?— realmente no entendía que tenía de especial esa cadenita.
La observé detenidamente.
Parecía ser de plata, era bonita. Tenía medallita que colgaba. Pero sólo eso. No era un trofeo ni nada ¿Qué tendría de especial?
—Se la regaló su mamá o alguien de su familia luego del debut— me explicó Taemin
—Es muy importante, Key.— me dijo seriamente Jonghyun. — Mejor déjala donde estaba.
Y evidentemente, lo hice. Pero sólo por la cara de funeral con la que me miraron. En cuanto se vayan, la escondería.
Me moría de ganas de ver la expresión de Jinki al no encontrarla y al saber que se la escondí. De seguro ahora se enojaba.
Afuera ya había anochecido y llovía como si de un diluvio se tratara.
Eran las siete de la tarde y yo me encontraba en el balcón refrescándome.
La calefacción estaba al máximo y ya no la soportaba. Así que, salí. Aunque no me llegaba directamente la lluvia, el viento ayudaba bastante a que el agua llegue igualmente a mi cuerpo. Tal vez llegaba menos, pero igual terminaba en mí.
Era una sensación tanto extraña como maravillosa. Calor y frío. Excelente.
Desde ese lugar pude ver claramente cuando Onew se bajó del vehículo y se dirigió al edificio.
Lo espere con ansiedad.
—¡Hola!— me saludó alegremente, en cuanto abrió la puerta.
Yo giré mi cuerpo y fingí sorpresa. Pura falsedad.
—¡Hola! ¿Cómo te fue?— realmente no me interesaba, pero había que disimular.
Su ropa estaba algo mojada debido al poco de lluvia que le cayó encima en el trayecto vehículo-edificio. Se le ajustaba un poco al cuerpo, y eso le sentaba de maravilla.
Evidentemente, él no se sospechaba mi desinterés y empezó a contar como le había ido en todo. Hasta me comentó que una de las chicas que trabajaba allí era muy linda.
Idiota. Realmente no hablaba nada interesante.
Seguro que no era tan linda. Yo soy más lindo disfrazado de mujer que cualquiera de esas.
Mierda. El comentario me molestó. No pude evitarlo.
—Mejor anda a cambiarte, estás mojado— lo interrumpí bastante menos amable que en un principio.
—Ah, ok— me respondió shockeado por la interrupción— pero tu también estás mojado— realizó repentinamente y detuvo su marcha mirándome.
—Sí, pero voy a seguir un momento más bajo la lluvia—contesté con simpleza.
— Ah…
Las gotas caían incesantemente y el reflejo de la luz de los faroles en ellas, las hacia lucir hermosas. Simplemente algo digno de ver...
Un fuerte ruido proveniente del interior me sacó de mi estado de hipnosis.
Cosas se caían, otras chocaban fuertemente contra las paredes. Me asusté y no reaccioné a nada más que a quedarme quieto, esperando.
Al parecer Jinki estaba algo alterado. Y con sólo escuchar la paliza que le daba a las cosas pude adivinar, que luego no sería amable conmigo.
Mierda, esto de verdad me está empezando a perturbar.
De golpe, salió de su habitación y se quedó estático mirando la nada, con la mirada alterada. Estaba despeinado, sudaba y respiraba entrecortadamente.
Era una maravillosa visión.
—Kibum…— me dijo arrastrando peligrosamente las palabras.
La voz con la que pronunció mi nombre, me dejó los pelos de punta. Fue con el tono más eróticamente grave, con el que jamás se había dirigido a mí.
—¿Qué?— Lo enfrenté, pero la voz me salió mucho más aguda de lo que planeaba. Me estaba delatando.
—¿Tú la tienes?— su voz anunciaba peligro, pero por algún motivo, no me importaba nada. Sabía que estaba enojado. Pero me intrigaba hasta el delirio saber…
Quería saber hasta dónde podía llegar su enojo.
—Sí.
Se volteó bruscamente, para mirarme desde el pasillo. Los faroles lo iluminaban y podía ver su expresión perfectamente.
—Devuélvelo. ¡Ahora!
Su ceño estaba fruncido. Me estiraba la mano reclamando lo que le pertenecía. Esperando que yo vaya desde la seguridad de la lejanía, hasta el peligro de la cercanía.
—No.
No debería seguir provocándolo. Lo sé. Pero no podía parar.