Nuevamente tengo que escribir las notas del capítulo en esta parte porque este drabble no cumple con el mínimo de palabras requeridas por la página amor-yaoi. Pido disculpas de antemano por cualquier incomodidad que esto pueda provocar.
SHINee no me pertence y la historia es sólo ficción que alberga mi sucia mente.
Por cierto, mi imaginación a veces puede ser muy sobreazucarada. Gracias por leer :).
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Nada extraño. Todo sigue pasando, cambiando. Todo, menos mi sentir.
Y cierro mis ojos, apenado. No puedo evitarlo. No, cuando te sientas a mi lado, sonriendo así como sólo tú sabes hacerlo.
Puedo sentir vagamente el calor que sale de tu cuerpo, y no puedo más que desear que lo compartas conmigo; que el tuyo y el mío ya no sean separados ni por palabras diferenciadoras, ni por el tiempo, ni por el espacio: que únicamente sean el mismo. Que compartas conmigo tu tibieza, mi necesidad, mi secreto.
Destapo entonces mi mirada y me miras curioso, sin tener idea qué es lo que me pasa últimamente. Sé que me has preguntado algo, que me has hablado –probablemente mucho-, pero no escuché palabra. Estaba demasiado preocupado de mantener mi postura tranquila y refrescante.
Una vez me llamaste así, no sé si lo recuerdes, pero yo no podré olvidarlo; y aunque sólo sea una fría careta, la cual tú siempre estás derritiendo, me llena de satisfacción saberme de esa manera ante ti.
Sonrío.
Y esta vez sí soy capaz de oír tu voz, demandando cuál es el motivo mi risa.
Y esta vez te ignoro a propósito.
Sólo para que me insistas, sólo para que tu atención esté puesta única y exclusivamente en mi egocéntrica y egoísta persona. Pues te quiero para mí. A mi lado. Sólo conmigo.
Nada extraño. Todo sigue pasando, cambiando.
Todo menos yo.
Yo y mi sentir; que cada día se enfoca más en ti y menos en todo lo demás. Y por mucho que intento cambiarlo, sigo aferrado a eso que me haces sentir, que me abruma y me libera a la misma vez.
Miro al cielo, aún fingiendo.
Murmuras irónico algo sobre mi incontenible drogadicción, y aunque me causa gracia, asiento. Te doy toda la razón, ya que, la tienes. Pero ignoras que para mí, la única jodida droga en toda esta enorme ciudad eres tú.
Tú y tu calor.
Tú y tu compañía.
Tú y tu sonrisa.
Tú y lo estúpido que me siento yo en este momento, pues está a punto de llover, pero yo no consigo entender el gris de las nubes y del día en sí. Sólo te veo a ti, a mi lado. Revolviendo mi mente, mis sentimientos y hasta el clima. Haciéndolo todo más difuso, más complicado, pero tan suave, tan agradable, tan cándido, que no necesito el calor de ningún sol. Pues tú estás acá, y en lo más cursi de mi ser, sé que eso, es más que suficiente.
;___Septiembre 2010