Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

One Shorts por Ayumi Kuran

[Reviews - 141]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Pues lo primero que debo hacer es disculparme con todos aquellos que lean mi serie de KHR, "Antes de la prueba", pero estoy demasiado ocupada últimamente, casi no puedo descansar, por lo que también aprovecho para decir que voy a intentar seguir actualizando cada lunes pero si no lo consigo es porque las próximas cinco semanas van a ser de completo estrés y van a estar completamente ocupadas...pero no por ello me rendiré, lo seguiré intentando nwn


También quiero decir que como ya sabéis ya tengo las parejas para los especiales, no las diré aún ya que quiero dejaros leer con calma, las diré en las notas finales así que...¡disfrutad de la lectura, un hermoso DS que va dedicado a Littlemermaid8_8!

Había una vez, hace mucho tiempo en un pequeño pueblo que se encontraba en las costas más hermosas del mundo, uno que se hallaba en el lugar al que todo el mundo le gustaría ir y pasar toda su vida, se encontraba un joven apuesto de cabellera dorada, piel bronceada a causa de las largas horas bajo el sol y hermosos ojos marrones que estaban llenos de calor y fiereza, incluso un poco de idiotez era percibible en ellos si los veías con la suficiente atención si eras capaz de no perderte en ellos.


Está historia narra las aventuras de ese joven, específicamente una sola de ellas que resultó ser la más importante de su vida y curiosamente la única que alguna vez viviría.


En el puerto del pueblo se encontraba este joven de nombre Dino, preparando su barco para zarpar al mar lo antes posible después de todo pronto iba a ser el momento adecuado para ir a pescar, no podía desaprovechar la oportunidad, menos cuando su vida dependía exclusivamente de este trabajo.


- ¡Ey, Dino!


El rubio giró su mirada para ver a un dulce castañito ir corriendo hasta él, una sonrisa pura en esos labios rosados y apetitosos para muchos pero curiosamente a él solo le hacía gracia, después de todo un varón con pinta de doncel hacía a cualquiera reír, quizás fuera bueno ya que los donceles se sentían más cómodos a su alrededor…era algo que debía de investigar sin duda alguna.


- Hola Tsuna, ¿vienes a acompañarme?


- Jajaja no, sabes que no me gusta el mar


Al decir esto tembló mientras veía dicho lugar como si fuera su peor enemigo, sería genial poder tener un cuadro de esa cara…pero al no ser así debería de conservarlo en su memoria.


- ¿Entonces? ¿A qué viniste?


- Ah…a hacerte un encargo. Necesito para mi tienda esto


Tsuna busco un pequeño papelito que le dio al otro, una pequeña lista con los distintos tipos de peces que necesitaba y la cantidad, definitivamente le debía ir muy bien al otro el negocio como para que pidiera tanto pero a él le favorecía así que, ¿qué importaba lo demás?


- En cuanto vuelva del viaje iré directamente a llevártelos.


- ¡Gracias Dino-san!


Con un pequeño saludo se despidieron mientras veía al menor partir, su mano viajando hasta el bolsillo que se encontraba justo por su pecho y guardaba el papel con el encargo, terminando de subir los últimos materiales que necesitaría para posteriormente embarcar.


Hizo el ancla y puso rumbo al interior del azulado océano, aspirando ese salado y delicioso aroma que dicho lugar tenía, embargado por esa delicia que lo consumía por completo.


Admirando ese lugar que tanto amaba esperaba que nunca tuviera que volver a tierra firme, prefería transformarse antes en un pez, algo que resultaba hasta divertido teniendo en cuenta de que él se dedicaba a pescar los peces pero también tenía un trabajo que nadie más que él conocía, uno que se disponía a realizar en ese mismo momento, después de todo esa zona era perfecta para realizar ambas actividades.


Con maestría y sin ningún tipo de dolor, hasta entonando una tranquila y maravillosa melodía con los finos labios que poseía lanzó unas gotas de sangre al mar junto a un azuelo que iba atado a una caña especial, moviéndola como si se tratará de un animal herido pero grande, chapoteando en busca de ayuda y liberación, como si pretendiera sobrevivir en medio del mar a pesar de saber que eso era algo imposible.


Su mirada se centro en las aguas que se mantenían en calma, chupando su dedo para detener el leve sagrado que de este salía haciendo gala de su paciencia hasta que la caña se movió, sacándole una sonrisa amplia y pura, llena de tranquilidad, como si hubiera estado esperando ese movimiento desde un inició.


- Veamos lo que tenemos aquí


Con interés sacó lo que había en el mar, ese algo que tanto se le resistía para al fin conseguir un tiburón, su cola era plateada como ninguna otra que había visto alguna vez pero para su sorpresa está pronto desapareció para dejar a su paso la piel humana más brillante y… ¿hermosa? Que alguna vez en su vida viera, los ojos de este ser demostraban fiereza pero no podía dejar de ver esas orbes que eran de la más pura plata líquida, esos cabellos tan blancos y delicados enmarcando el cuerpo del otro.


Sin saber por qué se quedo prendado de lo que veía, era….mágico. ¿Quién pensaría que él, un cazador de tiburones, se acabaría fijando en una mitad tiburón mitad humano? Nadie, aunque claro, jamás se le había ocurrido pensar que pudiera existir una criatura tan hermosa como la que tenía en ese momento casi entre sus brazos.


- ¡¡¡¡VOOOOOIIIII!!!!! ¡¿TÚ QUE MIRAS CAPUÑO?!


Vale, no tenía una boquita muy linda ni decía palabras delicadas pero seguía siendo una hermosa voz y de todas formas, ¿a quién le interés a alguien que dice cosas de forma refinada si no es capaz de decir lo que verdaderamente piensa? ¡A él al menos no!


- ¿Sabes tiburoncito? Me gustas.


La sonrisa que apareció en ese momento en los labios de Dino dejo mudo al otro, no era porque pensara que era hermosa algo que cabe recalcar jamás pensaría algo de esa mueca, no era porque sus palabras fueran hermosas que siendo sinceros a él le dieron ganas de vomitar sino porque su sonrisa era…una de pura lujuria.


“Problemas, estoy en problemas”


Sin ser consciente de lo que pensaba el tiburón, Dino lo atrajo hacía el barco mientras acariciaba la mejilla de este para de a poco bajar por el pecho del otro, relamiendo sus labios.


Squalo tragó saliva al ver lo que hacía el otro, sus alarmas se dispararon más que nunca mientras movía su cola de a poco cada vez más rápido, siendo una muestra inconsciente del nerviosismo y grado de peligro que corría.


- Ya verás, vamos a pasar un muy buen momento nosotros juntos, a solas… lo vamos a pasar en grande.


- ¡¡¡¡¡VOOOOOIIIII!!!!! ¡NI EN TUS MEJORES SUEÑOS PEDAZO DE IMBÉCIL!


Por mucho vocabulario de marinero que Squalo tuviera seguía siendo un tiburón atrapado e inofensivo, al menos eso le hubiera venido bien a Dino en lugar de que este mordiera las cuerdas, haciendo que se soltaran por la furia con lo que estas fueron mordidas mientras veía para su desconcierto como una larga espada salía de algún lugar del cuerpo del oji plata, el arma tambaleándose de forma peligrosa contra él antes de finalmente ser lanzada contra su cuerpo, un gemido de dolor saliendo de los labios del rubio mientras tocaba su costado, sangrante a la misma vez que caía al suelo, viendo al hibrido saltar hacía el océano, perdiéndose en el mismo sin importarle dejar a una pobre víctima desangrándose en el lugar de los hechos.


El silencio se hizo presente y es que el oji almendra era el único habitante del mismo, uno que se estaba muriendo mientras veía en silencio el suelo ante él, una pequeña sonrisa se empezó a formar en sus labios hasta que acabo en una gran carcajada, a veces entre cortada a causa del dolor que esta simple acción le ocasionaba.


- Es lindo…y también tsundere pero… yo te encontraré, lo haré y te domaré…mi sirena


- ¡NO SOY UNA PUTA SIRENA!


Rió al ver que el otro lo escuchó, dolía pero valía la pena. Definitivamente tenía que ser suyo y lo iba a lograr, no por nada era un experto cazador de tiburones.


Como buenamente pudo se puso en pie, viendo los hilos de sangre caer entre sus dedos entreabiertos, pulsando la herida para evitar que cayera más sangre en vano pero siendo sinceros eso no le importaba, no en ese momento, pues por muy raro que pareciera eso se lo había hecho su pequeño tritón, un lindo tiburoncito que nada feliz entre los océanos pero solo por el momento, después de todo él mismo se encargaría de cazarlo.


Fue hasta el timón, cogiéndolo con firmeza mientras llevaba el barco hasta el puerto, dándose cuenta en ese momento de que no había recogido la res aunque no podía pararse a hacerlo, su sangre seguía cayendo y el pequeño torniquete improvisado no iba a durar mucho tiempo después de todo.


- Bueno…quizás tenga suerte y mi sirenita allá decidido quedarse.


Rió por la idea mientras iba hacía el puerto, limpiando el sudor de su frente y apretando la herida, ignorando el dolor que sentía a medida de que llegaba a su destino, algo que a duras penas pudo lograr.


- ¡Oh, Dino-san! Bienvenido a casa


- Hola…hermanito…


Dino le sonrió al castaño, tratando de aparentar normalidad pero no pudo evitar que la sangre se derramará en el suelo al bajar, su cuerpo perdiendo la conciencia mientras escuchaba el grito de su lindo autoproclamado hermano y sin embargo no podía dejar de pensar en esos hermosos ojos plata.


Cuando el rubio despertó estaba en un pequeño hospital del pueblo, más bien el único que había mientras el doctor Shamal le revisaba y a la vez trataba de meterle mano a su ayudante, a lo que Skull solo golpeaba la mano de su jefe para alejarlo de su parte baja, le parecía gracioso que el doctor pervertido no fuera capaz de soportar a los hombres y a la vez se muriera por tener al otro bajo su cuerpo, si no fuera porque después no habría manera de que Shamal le dejara en paz lo diría.


- ¡Despertó!


- Ey… tranquilo, no me he muerto…


- Pues bien poco que te quedó.


Tsuna abrazó a su “hermano” sintiendo el enorme alivió de saber que este estaba vivo mientras sus cabellos eran acariciados, oyendo la tranquilidad del otro aunque su voz estuviera ronca a causa del tiempo que llevaba sin usarla.


- ¿Cuánto tiempo he estado aquí?


- Una semana.


- ¿Tanto...?


- Sí. Me tenías muy preocupado.


- Ejem.


Ambos dejaron su conversación para ver al doctor que estaba cruzado de brazos, tamborileando sus dedos contra sus antebrazos de forma impaciente.


- Disculpe doctor.- En ese momento Dino quiso reír por el rostro sonrojado de su hermano pero se contuvo.- Por favor, siga con el diagnostico.


- La herida que recibió no era una normal de cuando uno sale a pescar, era una de espada y a menos que tuvieras una a bordo y practicaras con ella, cortándote en el proceso debieron de ser piratas.


- Ni una…ni otra. Fue un hermoso tiburón.


- ¡¿Qué?! ¡Doctor, se volvió loco!


- Debe de ser por la pérdida de sangre, tranquilízate Tsuna.


Skull comenzó a tranquilizar al castaño y el doctor a apuntar lo que decía el rubio, preparándose para revisarlo mientras este solo bufaba, sabía que sonaba loco al hablar pero no le importaba, él sabía lo que había visto y vivido, esa herida en su costado afirmaba que eso era cierto, una sonrisa se posó en sus labios ante ese pensamiento, tenía que volver a ver a su pequeño tiburón.


Tardó varios días en poder deshacerse de los intensivos cuidados, volviendo a ver el mar frente a él, ansioso de sumergirse en esas aguas que lo llamaban a gritos para poder reunirse con su amor, uno que pronto iba a ser solo suyo, su corazón se lo dictaba, no importaba cuanto tuviera que sufrir ni le costará conseguir su aprobación, después de todo, lo iba a lograr, lo sabía.


- Dino, no deberías de salir.


- Tranquilo Tsuna, voy a estar bien. Prometo que volveré a la noche.


- Pero…


- Déjame ser feliz, yo sé que lo que dije sonaba muy loco e incluso extraño, pero es verdad… ¡es hermoso, único! Me enamoré de él…


- ¿Cómo pudiste enamorarte de alguien o…algo que solo viste hace unos segundos?


Dino rió por la mirada curiosa del otro, buscando las mejores palabras para poder comenzar a hablar, tratando de descubrir cómo explicarlo de la forma adecuada.


- Lo sé porque mi corazón me lo gritaba, todo en él me gustaba, su personalidad tsundere, su vocabulario de un pirata combinado con un camionero, sus palabras de odio y promesas de muerte…sus hermosos cabellos plateados, sus ojos grises como la luna, su piel blanca como la nieve…es perfecto, algo dentro de mí me dice que él es la persona que por tanto tiempo he buscado y esperado.


Tsuna vio a Dino, un suspiro escapando de sus labios antes de sonreírle, asintiendo con su cabeza mientras se acercaba a él para abrazarlo.


- Ve con cuidado por favor, no quiero que te pase nada malo.


- Tranquilo, te no me pasará nada.


- La última vez viniste herido, pasando casi un mes en el hospital.


- Eso fue un pequeño problema imprevisto.


Una pequeña risa escapo de sus labios, despidiéndose de su hermano antes de subir al barco, zarpando al centro del mar, justamente al lugar donde encontró al pequeño medio tiburón que había llamado su atención. Al igual que la última vez hecho su cebo al mar junto a un poco de sangre, agitando el agua para que este acudiera a él pero por mucho tiempo que pasará este no venía, haciéndolo suspirar antes de soltar una carcajada.


- Debí suponer que no ibas a volver a picar mi pequeño tritón pero ¿sabes? Tengo el presentimiento de que estas aquí presente, ¿por qué no vienes un ratito conmigo?


El silencio se hizo presente, un pequeño bufido saliendo de sus labios mentas pensaba lo que podría hacer salir al otro de su escondite hasta que una sonrisa maliciosa se poso en sus labios.


- Mi hermosa sirena, porque no sales y jugamos un rato. MI pequeña sirenita de cabello plata y ojos de la luna, esa sirena tan hermosa que tenía una cola azul como el mar….


- ¡¡¡¡VOOOOOIIII!!!!! ¡YO NO SOY UNA PUÑETERA SIRENA, HIJO DE PUTA!


Dino sonrió complacido viendo bajo de él a su tiburoncito viéndolo de forma asesina, al menos había logrado que saliera y poder volver a verlo.


- Para mí eres como una sirena a causa de tu belleza, la criatura más sexy que alguna vez allá existido.


- ¡¿Ah?! ¡¿Eres imbécil pedazo de cretino?!


El humano disfrutaba del rostro sonrojado del otro, deseando ver más de este, haciendo con sus palabras, dulces y melosas en algunas ocasiones, lujuriosas en otras que se sonrojara cada vez más, también sabía que deseaba matarlo pero él se conformaba por el momento con tenerlo cerca de él.


Los días fueron pasando hasta volverse meses en los que Dino convivía con el tritón que definitivamente se había robado su corazón, ese era un hecho que había aceptado hacía mucho tiempo, después de todo no hacerlo era una verdadera estupidez e insensatez.


En este momento el rubio veía a su acompañante con una sonrisa, estaba apoyado sobre el barco mientras relamía sus labios.


- Oye Squalo, ¿por qué no te casas conmigo?


- ¡¿Qué?!


- Cásate conmigo mi hermoso tritón, te aseguro que no te arrepentirás de ello.


- ¡VOI! ¡VETE A LA MIERDA, JAMÁS!


- Vamos no digas eso, te verías hermoso vestido de novia.


Ante ese comentario solo recibió una mirada completamente mortal, la espada que hacía tanto tiempo había hecho que el rubio estuviera en el hospital había vuelto a aparecer, atacando al otro que se vio perdiendo la conciencia pero captando a la perfección las palabras del otro.


- ¡Antes de casarme contigo me caso con el jefe imbécil!


Cuando había recuperado la conciencia se había pasado mucho tiempo pensando en ello, el mismo en el que no hacía más que proponerle que se casará con él a Squalo, quien se negaba rotundamente a aceptarlo por lo que se aseguraba de destripar las palabras que escuchó, después de todo podrían tener la buena respuesta.


Cuando ya no soportaba más la negativa de Squalo a pesar de saber que este le correspondía, una noche le había escuchado declarársele cuando le creía dormido aunque después lo rechazará completamente, en fin, así era su lindo tsundere.


- Majestad, quería pediros algo.


- No estoy dispuesto a hablar con escorias.


El único humano presente vio al rey tritón, justamente el más peligroso de todos, Xanxus, viéndole con un inmenso asco aunque siendo sinceros de esa forma veía a todas las personas a su alrededor.


- Créame, mi propuesta le va a gustar.´


- No me interesa.


- Me gustaría poder casarme con Squalo, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para que me cedáis su mano.


Xanxus vio sin ilusión a su “invitado”, pensando en cuál iba a ser la mejor manera de devorarlo, de todas formas era alguien aburrido e inútil que le hacía perder su tiempo, debería de empezar devorando sus pies, sí, esa era una muy buena idea.


- No hay nada que tú me puedas ofrecer.


- En realidad, estaba dispuesto a darle a cambio de su mano al humano que tanto observabais, su majestad.


Esas palabras llamaron la atención del oji rojo, haciendo sus ojos brillar de una manera peligrosa, acomodándose en su trono.


- ¿Qué dices escoria?


- He visto la mirada que le dedicáis a Hibari, un hombre realmente intenso que se niega a dejarse domar, tiene un carácter realmente voluble que ni si quiera usted ha sido capaz de domar, estoy convencido de que sabe que es imposible de hacerlo con él. Si usted me da la mano de Squalo en matrimonio yo le daré a Hibari.


La cola de Xanxus se movió con impaciencia por el lugar, una oferta realmente tentadora, él mismo sabía lo difícil que era ese chico, no había podido ni raptarlo a causa de su fuerza y eso solo lo atraía y excitaba más.


- Está bien, tú me lo traes y yo te lo daré.


- Entonces ya puede darme la mano de Squalo, Hibari Kyoya se encuentra en este mismo momento en sus aposentos, completamente desnudo para usted.


Xanxus lo vio como si estuviera mintiendo pero pronto se puso en pie para comprobarlo, tirando del cabello de Squalo en cuanto salió del lugar ignorando los gritos de este y el rubio humano que le seguía, si era una mentira el primero en caer seria el peli plateado y después el humano.


Abrió la puerta de su habitación con fiereza para exactamente ver a Hibari dormido en su cama, su desnuda y pálida piel a penas era cubierta por las sábanas rojizas del rey. Una sonrisa depredadora se posó en los labios de Xanxus, relamiéndolos para lanzar a Squalo a los brazos de Dino.


- Tal como indica nuestro trato la basura es tuya, ahora largo de mi territorio antes de que os devoré.


- ha sido un placer negociar con usted majestad.


Dino se llevó rápido del lugar a Squalo a pesar del shock de este, después de todo no podía creer que realmente su imbécil rey y jefe le estuviera cediendo a ese humano ¡solo por cogerse al azabache1 se sentía infravalorado e inútil, esta se las iba a pagar, iba a tener venganza.


- ¡¡MALDITO HIJO DE LA GRAN PUTA, ASQUEROSO JEFE DEL DIABLO!! ¡¡PUDRETE EN EL INFIERNO, UN VERDADERO JEFE NO ABANDONA A LOS SUYOS!!


Los insultos siguieron por varias horas mientras ambos salían a la superficie, viendo Dino para su completa satisfacción como la cola de Squalo se transformaba en un par de hermosas y blancas piernas, llevándolo a su casa con una sonrisa mientras oía sus insultos, esa siendo la primera pero no única vez que se unirían de forma carnal.


 


- Y de esa forma fue como el hermoso, sexy e increíble Dinus se enamoro y caso con la sirena Squalus.


Dino vio para su satisfacción como sus pequeños gemelos dormían de forma plácida en sus camas.


La pequeña María estaba abrazada a su peluche de tiburón, sus cabellos rubios caían con gracia por la almohada, sus pestañas cerradas ocultaban sus hermosos ojos platas tan idénticos a  los de su amor que lo conquistaron años atrás.


Por otro lado su pequeño niño, Jack, de cabello plateado y ojos almendras dormía de forma completamente libre, las sábanas siendo regadas por el piso como si estás no le importarán, haciendo que su padre riera de forma suave antes de arroparlo, besando la frente de sus gemelos para después cerrar la puerta con cuidado, dejándolos descansar en paz.


- ¿Se puede saber en qué coño pensabas?


El rubio vio a su esposo cruzado de brazos, una sonrisa se posó en sus labios antes de abrazarlo por sus caderas y robarle un beso.


- Solo le contaba a nuestros hijos como nos conocimos.


- Al más puto estilo de Disney.


Dino se encogió de hombros divertido por el enfado que el otro estaba expresando, viendo que en cualquier momento sería capaz de matarlo.


- En realidad fue casi como nos conocimos, lo único que cambie fue que le quite todos los insultos y maldiciones que lanzabas, son demasiados jóvenes para saberlo aún pero…me gustaría tener a mi tiburoncito en brazos.


Con esto Dino llevó a su esposo hasta el baño, dejando que el agua empapara el cuerpo de su pareja viendo con fascinación como su cola reemplazaba sus piernas.


- Es tan fascinante y sexy ver como cambias de cola a piernas y de piernas a cola.


- ¡¡¡VOOII!!! ¡Vete a la mierda!


Dino sonrió enternecido por ese hermoso sonrojo que se poso en sus mejillas, besando esos hermosos labios para caer junto a él en el agua, un nuevo pequeño que pronto iba a venir en camino iba a ser hecho esa misma noche, en una de sus demostraciones de amor.

Notas finales:

Espero que os haya gustado esta enrevesada y loca idea, es la primera que hago donde haya un tritón, espero ser capaz de hacer más a futuro XD.


Y ahora es el momento que todos esperamos, las votaciones para el sorteo de los shorts de especiales están listos y los resultados son*redoble de tambores*


25 de noviembre de 2016: Este sorprendentemente lo he ganado yo, la verdad es que no esperaba ganar pero...lo hice ¡y yo no fui la mano inocente! Quiero dejar eso constado en acta, de hecho estoy tan en shock como vosotros...pero como yo misma no la esperaba y quizás os parezca injusto que participe ya que soy yo quien los hace y a lo mejor pensáis que no es justo, dejaré una semana para que si alguien quiere reclamar lo haga, en caso de que sea así y alguien piense que es injusto dejaré de participar poniendo una pareja para especiales y volveré a sortear este...aunque a parte de mí solo hay dos participantes más, 1827Forever1827 y 1827kratSn, es decir, que el ganador si queréis que yo me quite seria de uno de las dos.


Especial Nochebuena: La ganadora ha sido ValexWalker, por lo que la àreja de este short será un koyo/Ryohei, como dije, yo no escogí la papeleta pero esta opción es irrevocable, será esa sí o sí.


A parte de todo esto quiero decir que no tenéis que desanimaros, aún podéis conseguir ganar después de todo hay muchos sorteos. De hecho ahora mismo voy a realizar un nuevo sorteo de especiales, es para el 3 de diciembre que es el día de los discapacitados, obviamente se hace igual con los otros y por favor, aclarar que es para este especial, alguien me dijo "quiero participar en el especial" cuando estaban los dos en vigor y pense que era para el de violencia de género, si no me lo aclaráis no podré inscribiros, siento eso.


Lo último que me queda decir de noticias importantes es que el próximo lunes, 21 de noviembre actualizare con un short D27 y ahora sí...¡yanne!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).