Tú ni siquiera me conoces
Pero yo te aseguro
Que vas a ser mío
Un chico de cabellos azabaches y mirada avellana veía a lo lejos a un hermoso chico de cabellos plateados y ojos esmeralda. Esté chico se encontraba fumando meintras caminaba en dirección a la salida. Como siempre las chicas miraban con deseo a ese rebelde chico y a pesar que intentaban llamar su atención este las ignoraba y seguía su camino haciendo que con ello verse sexy y atractivo.
Esto lo sabía muy bien el azabache de nombre Yamamoto Takeshi, que observaba con fascinación a ese chico. Muchos pensaban que él estaba enamorado de alguna chica pero solo estaban lejos de la realidad porque él se había fijado en Gokudera Hayato, ese temperamental chico que conseguí atraer la mirada de hombres y mujeres lo que hacía que la furia de los celos hirviera en su sangre y que solo al verlos rechazados se sintiera tranquilo.
En más de una ocasión intentó acercarse a ´le sin embargo siempre había algo que se lo impedía por lo que al final nunca pudo hacer que el otro chico notará su presencia, la parecer no sabía que él era el capitán del club de béisbol y eso hacía que se sintiera decepcionado pero aún así una gran sonrisa adornaba su rostro pues sabía que al final conseguiría que se fijará en él, pues ese hermoso peli plata iba a ser suyo, estaba completamente seguro de ello.
Me pregunto si nací para darte
Todo mi amor exclusivamente a ti
A través de estas frágiles paredes
Murmuro: “Tú eres solo para mí”
Caía el atardecer y tú ya te marchabas, no sabía por qué te quedaste más tiempo pero no me importaba pues podía verte una vez más el día de hoy. En este momento me encontraba solo recogiendo lo que usamos el día de hoy y en este momento las mismas preguntas vuelven a aparecer en mi cabeza.
“¿Por qué te amo de esta manera? ¿Es qué nací para amarte solo a ti?”
Para mí esas preguntas ya cobraban sentido y la respuesta era que yo había nacido para amarte al igual que tu habías naciendo para amarme, para que fuéramos uno solo sin importar los demás, aunque tú todavía no lo sabías pero la única persona con la que podías estar y amar era yo. Pero no te preocupes amor porque pronto lo sabrás y ambos estaremos juntos por toda la eternidad.
Una gran sonrisa surco mis labios al pensar en esa idea. Cuando me vieras te enamorarías tanto de mí que siempre estaríamos juntos y nadie se interpondría en nuestra relación.
- Oe Yamamoto ¿en qué piensas?
- En nada en especial.
Mi compañero no pareció creerme pero no me importa pues ahora mismo estoy demasiado feliz pensando en mi rebelde peli plata. Pronto estaríamos juntos amor, solo espera un poco más.
Buscaré en tus archivos personales
Todo lo que me pretendas ocultar
Quisiera acariciarte ahora mismo
Pues al final tu amor me vas a entregar
En unos agiles movimientos estaba dentro del departamento de mi amor, mi dulce y rebelde amor. Una gran sonrisa se poso en mi rostro al recordarlo.
Miré todo el lugar con detenimiento observando la belleza que mostraba el lugar en el que tú vivías mi amor, uno que mostraba toda tu belleza al poseer todo tu ser al completo.
Acaricie con las yemas de mis dedos todos y cada uno de los muebles del lugar y al llegar a tu ropa no pude evitar cogerla y llevarla hasta mi rostro, aspirando tu dulce aroma mezclado con tabaco haciendo que una corriente eléctrica surcará mi columna vertebral mientras sin poder evitarlo mi cuerpo reaccionaba mientras te imaginaba entre mis brazos abrazándote y besándote.
-Paciencia Takeshi, paciencia. Dentro de poco eso sucederá.
Una nueva sonrisa surcó mi rostro mientras me acercaba hasta uno de los muebles buscando información sobre mi adoración, información que no encontraba por ningún lado y que me empezaba hacer perder la paciencia. Sin quererlo acabé golpeando una caja que cayó al suelo, al recogerla pude ver que tenía lo que yo andaba buscando tanto.
Una nueva sonrisa surcó mi rostro mientras yo recogía las hojas, dispuesto a leerlas y saber qué es lo que me ocultaba mi amor. Sin embargo no tuve tiempo de hacerlo cuando oí como se comenzaba a abrir la puerta. Con rapidez coloque las cosas en su sitio antes de ocultarme en una de las habitaciones que al parecer era para los objetos que yo no utilizaba,
¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Estás con alguien?
¡Qué linda niña! Tierna y especial
Confiésale tu amor esta noche
Pues la mataré, luego la empacaré
Abrí un poco la puerta para ver lo que pasaba y entonces pude ver a Gokudera con otro chico, uno que yo ya conocía. Era bajito de cabello castaño y ojos miel, su nombre era Sawada Tsunayoshi.
Ambos estaban juntos comiendo y riendo, algo que me causo muchos celos pero que deje pasar pues solo eran amigos o al menos eso pensé antes de ver como Gokudera se sonrojaba y una mirada brillante aparecía al ver al castaño.
Mi sangre ardía en ira al ver la escena. ¡¿Cómo es posible que ese castaño haya cautivado a MI Gokudera?! ¡No, no lo había cautivado sino hechizado! ¡Pero si pensaba que le iba a quitar su amor estaba muy equivocado!
Cuando ambos se distrajeron yo aproveche para salir de la habitación y salir corriendo del lugar. Cuando llegué a casa regulé mi respiración y salude con una sonrisa falsa a mi padre y a mi hermano Asari, también estaban el resto de sus amigos: Lampo, Daemon, Knuckle (del que era novio), Alaude, G el hermano mayor de mi amor y Giotto el hermano mayor de Tsunayoshi.
Al terminar de saludarlos subí hasta mi habitación mientras mi sonrisa se borraba de mi rostro. En cierto modo me daba lástima Giotto, pronto ya no tendría más hermanos y se convertiría en hijo único pero eso fue algo que el Sawada menor se buscó.
La noche cayó al poco tiempo y con sigilo se marchó de su habitación, buscando el lugar donde estaría el castaño de ojos miel. Para su suerte lo encontró en medio de la noche y solo, causando que una gran sonrisa se ampliara en su varonil rostro.
Se acercó con sigilo y puso una de sus manos en el hombro del chico. Este se giró con miedo hacía él pero al ver de quién se trataba se tranquilizo aunque algo lo tenía inquieto.
- ¡Yo, Tsuna! ¿Te puedo llamar así?- Le dije sonriendo
- Claro, Yamamoto-san. ¿Qué hace usted por aquí?
- Iba de camino al supermercado a comprar un par de cosillas jajaja. ¿Y tú?
- Iba a mi casa pero me perdí en este lugar y no sé como regresar.
- Si quieres yo te acompaño y no acepto un no como respuesta.
- Está bien.
Pude notar que no estaba seguro con esa respuesta pero eso a mí no me importaba pues al final me acompañaría. Inicié una conversación con el castaño mientras caminábamos por el lugar y yo poco a poco lo alejaba cada vez más hasta que estuvimos en un lugar completamente apartado por el que no pasaba nadie ni lo haría hasta el amanecer.
Con cuidado saqué mi espada de bambú y usando el Shigure Son Ryu transforme la espada y antes de que el otro pudiera hacer algo le apuñale el brazo. La sangre broto de él manchando mi espada.
Con miedo me miro el castaño y yo solo deje que viera mi sonrisa psicópata y sádica mientras él intentaba huir. Me reí con ganas ante ello pues no iba a permitir que él sobreviviera y me quitará lo que me pertenecía, jamás lo permitiría.
Pronto lo atrape, clavándole la espada en cada parte de su cuerpo causándole el mayor dolor posible pero evitando darle en lugares vitales que pudieran matarlo. Disfruté de todas y cada una de las veces que lo apuñalaba y de la sangre que brotaba de su cuerpo.
Al darle el toque final la sangre salpico mi rostro hasta llegar a mis labios. Con una sonrisa me los relamí, saboreando su sangre mientras cortaba en trozos el cuerpo ajeno.
Me aleje de él y me acerque hasta una roca donde detrás de ella guarde una caja de supermercado donde metí todos los pedazos del cuerpo ajeno y de esa manera me lo llevé hasta mi hogar donde lo escondí donde nadie lo viera.
Esa noche dormí como nunca antes lo hice, definitivamente fue la mejor noche de mi vida.
Quemaré las fotos de esa linda chica
Me pregunto ¿qué estará haciendo?
Puedes cumplir tus deseos hoy conmigo
Porque te amo mucho
¿Qué no lo has notado?
A la mañana siguiente me volví a colar en la casa de mi amado mientras veía como este dejaba el lugar. Solté una ligera risa, era tan dulce aunque no lo supiera.
Bajé de un salto del lugar y me acerque hasta el mueble donde el día anterior pude ver que tenía las fotos. Las cogí y las observe y para mi frustración tenía más de cinco álbum con fotos de Tsuna. Al recordar lo que hice la noche anterior con ese chico mi sonrisa volví a mi rostro y sin dudarlo un segundo cogí todas las fotos de ese chico.
Me marche lejos de la casa y sin dudarlo quemé todas y cada una de las fotos del castaño justo en el lugar donde lo maté, haciendo que el fuego consumiera no solo las fotografías sino también los rastros que demostraban que en ese lugar murió aquel chico.
Me marché de allí con una sonrisa mientras cantaba y llevaba aquella pesada caja que todavía contenía el cadáver de la persona que me quiso quitar lo que era mío. La deje en la puerta de su casa junto con una carta hecha a ordenador diciendo a quién pertenecía el paquete.
Mientras caminaba a la secundaria me pregunte “¿Por qué no se da cuenta de que es a mí a quien debe amar? Yo haría cualquier cosa por él ya que lo amo con LOCURA”
Tú mi esclavo
Pronto serás
Te aseguró, conmigo estarás
Reí mientras hacía mis prácticas matutinas en el equipo de béisbol pues sabía que pronto Gokudera Hayato se iba a cumplir en mi esclavo del amor y que juntos haríamos cosas que nadie más podría hacer.
Le haría mío día a día y él me suplicaría por más. Incluso podría convencerlo de que lo hiciéramos en el mismo descampado donde maté a Tsuna, sí y justo encima del lugar en el que lo despedace.
Es idea me encanto y definitivamente la llevaría a cabo y además sería dentro de muy poco tiempo.
Explícame ahora por qué estas llorando
¿Qué es lo que va mal? Esto no es normal
Te preguntas que es lo que estoy guardando
Es un ataúd para tu funeral
Vi como recogías y abrías el paquete mientras una gran sonrisa adornaba mi rostro al verte hacerlo.
No sé por qué empezaste a llorar, eso no era normal y al principio me preocupe pero pronto llegué a la conclusión de que estabas feliz porque nos habíamos deshecho de esa molestia. Y me sentí muy feliz al ver que tú estabas igual de contento de lo que habíamos hecho con él. Y sí, habíamos porque si no te hubieras sonrojado con él yo jamás lo habría asesinado pero eso no lo sabrás jamás, bueno sí lo harás pero será después de nuestra dulce boda. No tienes ni idea de lo entusiasmado que estoy con la idea Hayato, ya lo tengo todo listo para ese momento hasta lo tengo preparado para el día de nuestra muerte. Ambos seremos enterrados en el mismo ataúd y los dos moriremos JUNTOS, ¿no es fantástico?
Dejé un pequeño detalle
Tras tu puerta justo en la calle
La cabeza de un tierno gato
Pues de ellos eres amante innato
Camine con cuidado y sin que nadie me viera deje una pequeña caja junto con una carta como la otra y me aleje del lugar sin embargo él me vio antes de que yo desapareciera entre las sombras. Yo solo sonreí y me aleje de allí antes de que él fuera a buscarme aunque de todas formas me quede oculto entre las sombras mientras él me buscaba. Cuando regreso a casa vi como cogía la caja y también observe su reacción al abrirla.
Se quedo de piedra mientras nuevas lágrimas se derramaban por sus pálidas mejillas mientras con sus temblorosas manos levantaba la cabeza de un gato blanco con grandes ojos color rojo y en la frente manchas amarillas y de sus orejas salían como llamas de color rojas. Ese era Uri, el gato de Hayato.
Las lágrimas de derramabas debían de ser de felicidad al ver muerto al gato que siempre te arañaba. Lo hice por ti amor espero que disfrutes de tu maravilloso regalo, muestra de mi amor hacía ti.
Quemaré las fotos de esa linda chica
Aún dudo si ella existió
El cliché del te amo no me causa emoción
Me da asco y me provoca gran repulsión
Más confieso
Que te amaré
Para siempre
Hasta que muera
Era el día del funeral de Sawada Tsunayoshi y todos habían ido a consolar y dar sus respetos a la familia del fallecido, mientras enterraban los restos del cuerpo que Gokudera les entrego mientras le explicaba a la policía lo ocurrido.
Realmente eso no me importaba pues lo que me importaba es que él ya estaba muerto y yo apenas les pude decir mis lamentaciones en el funeral mientras todos se despedían de él. Cuando solo quedé yo le mostré la misma sonrisa que cuando lo asesinaba y le susurré una última frase antes de marcharme.
“Si no te hubieras acercado a él seguirías vivo”
Al no ver a nadie cerca aproveche y escupí en su tumba antes de marcharme. LA ver a los demás puse una cara de completa lamentación por la pérdida del otro sin embargo en mi interior hacía una fiesta por su muerte.
Todos se fueron con la familia a darles animo sin embargo yo me marché a mí casa y al llegar vi en la puerta a Gokudera. Mi corazón latió con fuerza y al ver que venía por mí no dude en permitirle el paso a dentro de la casa con la felicidad látete en el ambiente o al menos por mi parte.
Me puse a prepara algo de tomar para mi invitado y al sentir su presencia cerca me giré a verlo con la sorpresa inundando mi rostro.
En sus manos tenía mi espada y la levantaba en mi contra, dispuesto a matarme. Yo solo puse una sonrisa de felicidad al ver como él me mataba de la misma manera que yo maté al Sawada menor. Al creerme muerto se marchó del lugar sin embargo yo aún seguía vivo, muriendo de forma lenta y mientras tanto pensé en todo lo que hice por la persona que amaba y la verdad es que no me lamentaba de nada, bueno sí lo hacía, de no haber podido poseer ese cuerpo antes de morir,
Estaba cerrando los ojos sintiendo como mi pulso se detenía ya cuando mi familia entró a mi casa. Podía oír sus voces pero no lo que decían, lo único que sé es que el último pensamiento que tuve fue:
“Me acusa repulsión el amor sin embargo TE AMO GOKUDERA HAYATO”