No sé por qué te persigo
Y con sigilo me acerco a ti, pero aún así
No me prestas nada de atención
Lo miré desde mi lugar. Como siempre él iba de camino a ese enorme edificio que es un instituto, el de Namimori.
Él siempre llega temprano a ese lugar y los demás suelen llegar más tarde, es responsable por eso siempre llega pronto al igual que los “muerde hasta la muerte” si llegan tarde o rompen las reglas.
Al ver que está saliendo de mi campo de visión no dudo en caminar detrás de él con el deseo de acercarme y que me note pero antes de andar un poco puedo ver que esa ave que siempre le acompaña se para delante de mí para comenzar a batir sus alas como evitando de que siga caminando.
- “Aléjate de mi amo, gato acosador”
- “Pero Hibird yo solo quiero estar cerca de él y que me note”
- “Olvídalo porque no te pienso permitir que te le acerques”
Al terminar de hablar se acerca a mí con intenciones de picotearme pero yo me alejo antes de que lo haga y el emprende el vuelo hasta posarse en la cabeza de ese humano que me ha robado el corazón.
Suelto un suspiro mientras lo miro alejarse. Él jamás se fijará en mí, al fin y al cabo soy un gato. Mi pelaje es de color chocolate y mis ojos son miel. Llevo una venda en mi patita izquierda y un collar violeta en mi cuello.
Agito mi cabeza para que esos pensamientos se vallan lejos y sin pensarlo corro hacía a ti intentando llamar tu atención a pesar de que sé que Hibird me lastimará después.
Pero no entiendo que pasa,
¿Acaso mi ronroneo insuficiente es?
Date cuenta o me enojaré.
Corrí hacía él y empecé a ronronear para llamar su atención pero él no me hizo caso y se fue a morder hasta la muerte a unos chicos que habían tirado una bola de papel en Namimori. Hice un puchero y lo volví a intentar pero esta vez se puso hablar con uno de los hombres con peinado raro que siempre le acompañan y le hacen caso en todo.
Sin poder evitarlo comencé a preocuparme pero olvidé todo lo malo y me acerque con intenciones de llamar esta vez su atención sin embargo él se puso a acariciar a Hibird mientras este me miraba con arrogancia. Sin poder evitarlo mis ojos miel se empañaron en lágrimas al verme ignorado por el humano al que amaba y sin pensarlo un segundo me fui corriendo de allí, negándome a ver esa escena por más tiempo.
Corrí sin descanso hasta que sentí que mis patitas me dolían y me detuve para descansarlas justo en frente del templo del pueblo. Me acerque hasta estar en frente de esté mientras mis lágrimas seguían bajando por mi rostro.
¿Acaso mi deseo de amar tan imposible es,
Que no se hará real?
Las lágrimas seguían saliendo como un río sin fin. ¿Por qué no se puede fijar en mí? ¿Es tan imposible que un humano como él se fije en un gato como yo? Sabía que la respuesta era que sí pero me negaba aceptarla, yo realmente lo amaba y quería estar con él por siempre, me daba igual lo que tuviera que sacrificar para que pudiéramos estar juntos.
Recordé su rostro y como podía aceptar a Hibird, ¿por qué no me podía aceptar a mí también? ¿Por qué no se podía dar cuenta de que yo estaba completamente enamorado de él? Por favor Hibari-san date cuenta de mi presencia, de mis sentimientos hacía ti.
¿Por qué debe ser así? Te quiero junto a mí,
Tan cerca de mí
Dios, te lo pido por favor ¡Tu magia préstame!
No era justo, yo realmente lo amaba y quería estar junto a él, que estuviéramos el uno tan cerca del otro, como una pareja. Yo no podría soportarlo más cuando él tuviera una pareja que no fuera yo, me moriría de dolor ante ello.
Las lágrimas bajaron con más fuerza de mis ojos ante ese pensamiento como si ya lo pudiera ver que él se casaba con una hermosa chica sin reparar en mí, como si no existiera.
- “Dios, te lo pido por favor ¡tu magia préstame!”
Espere pero no sucedió nada y en ese momento me iba a dar por vencido, esperando que sucediera un milagro sin embargo nada de eso sucedió. Estaba por irme del lugar con el corazón destrozado pero conservando las esperanzas de que se fijará en mí cuando una extraña luz empezó a aparecer en el lugar. Con curiosidad giré mi cabeza hacía el lugar del que provenía la luz y vi a un hombre parado delante con una gran sonrisa, estando rodeado por esa luz.
¿Qué paso? ¿Qué paso? Parece que algo cambio
Y es que ya puedo ver mi mundo lleno de luz
Con mi forma normal no te puedo alcanzar
¡Mi cola y mis orejas ya no están!
La luz empezó a rodear mi cuerpo y al abrir los ojos lo note todo diferente. Me sentía más alto y extraño. Me mire y pude ver que mis patas ya no estaban y en su lugar tenía manos humanas, giré mi rostro y pude ver que el resto de mi cuerpo había cambiado, ya no era un gato sino un humano.
Encontré un espejo cerca y me acerqué a él para ver mi nuevo aspecto. Tenía el cabello castaño indomable, grandes ojos color miel, la piel canela y un uniforme del instituto Namimori pero este era femenino. La venda seguía en mi brazo pero eso no me importo y pude ver que en este tenía el collar que Hibari-san me dio.
Una gran sonrisa apareció en mi rostro al ver mi nuevo aspecto, el de una nueva vida y mi felicidad.
¡Seguiré, seguiré! Mirando solo hacía ti
¡Correré, correré! Hasta poderte alcanzar
Sin mirar hacia atrás, sin temer ni dudar
Sin dudarlo un momento comencé a correr en dirección a Namimori, sabía que te ibas a encontrar allí y yo deseaba verte pues sabía que ahora sí que iba a tener la oportunidad de estar junto a ti y todo gracias a ese hombre que me ha concedido mi mayor deseo: ser un humano como tú.
Me salté semáforos, acabe empujando a gente sin querer y un perro me persiguió durante gran parte del camino pero eso ya no importaba pues ahora podría estar con la persona que más amaba y esta vez podría hacer que mis sentimientos llegarán a él.
Ya que al amarte me ha hecho otra
Y en cuanto te encuentre te diré:
¡Buenos días!- y sonreiré
Durante todo el camino no pensé ni un momento como a partir de ahora mi vida cambiaría, que ya no sería más un gato y que no podré hacer muchas de las cosas que antes hacía pero me compensaba el saber que podré estar con la persona que amo.
Entre en el instituto a pesar de que no había nadie y que podía conseguir que él se enojara conmigo pero no era capaz de aguantar más, quería verlo y sabía que no podría aguantar hasta mañana. Al doblar el pasillo tropecé con alguien y evitando caer lo agarre conmigo haciendo que ambos cayéramos al suelo.
El golpe fue algo duro pero no fue algo que me doliera demasiado. Al abrir los ojos lo pude encontrar a él, a la persona por la que había ido hasta Namimori, esta encima de mí por el golpe.
- ¡Buenos días!
Sentía mis mejillas quemar del sonrojo que tenía en ese momento y sabía que a causa de la carrera tenía la ropa desarreglada pero eso no impidió que le regalará una sonrisa.
Al comparar nuestras manos
Ya no son tan diferentes y me hace feliz
Miro al cielo y le agradezco a Dios
Hibari-san iba caminando conmigo por las calles, acompañándome mientras dábamos un paseo por el parque. Me siento muy feliz de haber conseguido que me tuviera confianza y se fijará en mí, aunque muchas veces se enfada con los chicos de la secundaria porque dice que me ven mucho ya que creen que soy una chica, aunque él sabe que realmente soy un chico. No entiendo lo que quiere decir pero aún así me hace feliz que se preocupe por mí y quiera evitar que alguien me haga daño pero é no sabe que la única persona que me puede herir es la misma que me quiere proteger: Hibari Kyoya.
Me detengo un momento y levanto mi mano hacía el sol comparando mi mano con mi pequeña patita. En verdad he cambiado mucho gracias a la transformación que hice y eso me hace feliz pues gracias a ello puedo estar cerca de Hibari-san, justo como lo estoy haciendo ahora mismo.
“Gracias dios, me has hecho inmensamente feliz al cumplirme este deseo”
No es que esto sea nada
Realmente muy importante sé que no, pero…
Estás coqueteándome ¿verdad?
Siento su mirada en mí y me giró para verle y sin poder evitarlo me sonrojo. Me da mucha vergüenza que me miré de esa manera, hace que mi corazón lata fuertemente y que mi cuerpo entero comience a temblar haciendo que solo quiera estar junto a él.
Sigue mirándome fijamente pero de repente muestra una de sus escasas sonrisas haciendo que mi pulso sea todavía más acelerado y mi sonrojo más fuerte. Veo como estira su mano hacía mí y en ese momento pienso que estas coqueteando conmigo y eso hace que me ponga más rojo si eso es posible y que mi corazón lata más fuerte, sintiendo como en cualquier momento se me pueda salir del pecho. Una ligera sonrisa se muestra en mi rostro mientras te miró, en verdad estoy enamorado de él.
Acercó mi mano a la suya, desenado tocarla y él hace lo mismo que yo, acortando la distancia entre ambos logrando que el deseo se apodere de mi cuerpo.
“Si él te llegase a tocar, desaparecerás”
Así se decidió…
Como un flash recordé lo que sucedió antes de llegar a transformarme en lo que soy ahora.
^O^ Flash Back ^O^
De entre la luz apareció un hermoso hombre de cabellos dorados que desafiaban a la gravedad, sus ojos eran dos perlas azules y su piel era entre blanca y canela.
- Hola pequeño, me llamo Giotto y estoy aquí para cumplir tu deseo de ser humano.
- “¡¿Realmente puedes hacerlo?!”
- Sí, ya que veo que tu amor por ese chico es puro y sincero te ayudaré a que estés más cerca de él transformándote en humano.- Mis ojos se iluminaron al momento.- Pero debes saber que hay condiciones para ello.- Dijo serio.
- “¿Qué condiciones?”
- Él no te podrá tocar ya que si lo hace tú desaparecerás, es decir, morirás en ese mismo momento y ya no existirás ni como gato ni humano.
- “Pero si lo hago estaré más cerca de él ¿verdad?”
- Sí, vas a estar más cerca de él.
- “Entonces acepto la condición”
- Está bien pues en ese caso que así sea.
^O^ Fin Flash Back ^O^
Y me pareció bien para estar junto a ti.
Para siempre
¡Dios te lo ruego ayúdame al tiempo a detener!
¡Tan solo un poco más!
Apreté mi mano contra mi pecho sintiendo como ahora ese trato que hice con Giotto-san me lastimaba al no poder tocar al hombre al que amo. En verdad el amor es doloroso.
Levante la vista y vi como se alejaba de mí sin voltear a mirar atrás y eso hizo que un gran dolor inundará en mi corazón. Cuando volteo a verme solo me dio una mirada dulce y me mostró de esa manera que no estaba enojado conmigo pero aún así yo quería estar junto a él, quería que me abrace y bese. No pude aguantar ver como se alejaba de mi lado y en ese momento desee que el tiempo se detuviera para que pudiéramos estar los dos solos.
Pero entonces fue así que de repente paso
Cuando fuiste a cruzar, te iban a tropellar
Sin saber qué hacer, de repente pensé:
¡Un empujón gatuno yo te daré!
No soportaba ver como él se alejaba de mí por lo que lo seguí esperando poder alcanzarlo pero caminaba muy deprisa y no podía lograrlo.
De repente un coche se dirigía hasta donde él estaba cruzando, el miedo se apodero de mi cuerpo y él no se daba cuenta de que el coche podría atropellarlo en cualquier momento, haciendo que la ansiedad se apoderará de mi cuerpo al ver cómo podría perderlo en cuestión de segundos.
En mi mente apareció el pensamiento “Si no puedo llegar pronto a él un empujón gatuno le daré.” Sin pensarlo más corrí hacía él y le empuje con todas mis fuerzas esperando que con ello no le sucediera nada malo y justo como la vez en la que me vio como humano caímos al suelo pero esta vez yo estaba encima de él, sentando en sus caderas y sintiendo “eso” en mis muslos lo que hizo que me sonrojara pero al ver que estaba bien le sonreí.
¿Di por qué? ¿Di por qué? ¿Por qué Dios eres tan cruel?
¿Por qué esto tiene que terminarse así?
Mi apariencia normal ya no puedo ocultar
Mi cola y mis orejas aparecen.
Obviamente ya me descubrió. Y salí huyendo de allí.
En sus metálicos ojos pude ver la sorpresa y en ese momento me di cuenta de que mi verdadera apariencia estaba regresando.
Mis orejas de gato estaban en mi cabecita, enmarcando mi desordenado cabello como si fueran orejas de juguete y mi cola sobresalía de mi falda enrollándose en mi pierna. Un gran sonrojo me inundo y el miedo apareció por todo mi cuerpo.
Había descubierto la verdad ¿me odiaría? No pude evitar salir huyendo de allí, no quería ver el odio ni desprecio en sus ojos, si lo veía no podría llegar a soportarlo y podría morir de dolor si lo hacía.
Corrí sin rumbo hasta que ya no pude más y llegue justo en el lugar en el que todo comenzó: la secundaria Namimori.
¡Ah! La magia de apoco se va desvaneciendo
Y aún no he podido decirte lo que siento.
Creo que ya no tendré tiempo de despedirme
En el reflejo del cristal veía como mi forma regresaba a la normalidad. Dentro de poco me marcharía para siempre y todavía no he sido capaz de decirle mis sentimientos. Esto es tan cruel, yo quiero poder decirle como me siento y vivir una larga vida a su lado, una por toda la eternidad.
Sin embargo ya es demasiado tarde, es cuestión de segundos que mi forma humana se desvanezca y ya no pueda estar junto a él, ni siquiera me podré despedir. Él no me seguiría ahora que sabe lo que soy y ya no tengo tiempo de regresar y decírselo. Supongo que nunca tuve la oportunidad de hacerlo.
Y es que no puedo, no olvido aquel hermoso día
En que tú me ayudaste en medio de la lluvia
¡Esta vez tampoco puedo decirte mi sentir!
Cuando yo lo conocí mis antiguos dueños me habían abandonado y la lluvia caía con fuerza yo estaba débil, herido y no había comido nada en días. Creía que iba a morir y entonces apareció él, me vio durante unos segundo y yo creía que se marcharía o me lastimaría sin embargo me cogió entre sus brazos a pesar de que yo le arañe y mordí hasta hacerlo sangrar, él no se quejo y me llevo hasta su hogar.
Cuando estuve allí intente huir con las pocas fuerzas que me quedaban sin embargo él no me lo permitió y me curo mis heridas. Cuando desperté ya no me dolían tanto y él se me acercó con comida, me dio un collar y el cariño que nunca antes me habían dado.
Creía que él se convertiría en mi nuevo dueño sin embargo no fue así, por ciertas circunstancias no se pudo quedar conmigo y al día siguiente me dejo en la calle otra vez pero para ese momento yo ya me había enamorado de él.
¿Qué paso? ¿Qué paso? Parece que algo cambio.
Y es que ya, puedo ver mi mundo lleno de luz
Con mi aspecto normal no te puedo alcanzar
¡Pero así es mi propia forma de amar!
Vi como el llegaba al lugar mirándome y yo no pude evitar ver como mi mudo se iluminaba ya que a pesar de saber lo que realmente soy había venido a buscarme. Una gran sonrisa surcó mi rostro y la felicidad me lleno por completo. ¡En verdad le importaba!
Sin pensarlo más me lance a sus brazos y le abrace con fuerza, sé que a él no le gusta que los herbívoros hagan ese tipos de cosas pero en este momento no me importa, es la última oportunidad que tengo para estar a su lado y quiero aprovecharla.
¡Me gustas, me gustas! ¡Te amo muchísimo!
Aún si tú ya no recuerdas lo que paso
No me importa porque aún así soy feliz
Gracias a esto pude conocerte.
- ¡Te amo Hibari Kyoya!
No me importo quién me escuchará o la cara de sorpresa que puso en ese momento ni el pequeño sonrojo que surcó sus mejillas. Me puse de puntillas y le bese, ese era mi primer y último beso y ambos se los iba a llevar la persona que amaba lo que me hacía inmensamente feliz.
No me importaba todo lo que tuve que sufrir hasta este momento porque gracias a ello pude conocerte y pasar junto a ti momentos maravillosos. ¿Por qué te amo tanto? Por todo tu ser. Me gusta que seas disciplinado, que muerdas hasta la muerte a los herbívoros, lo frío que eres y lo encantador que eres cuando lo deseas, tus pequeñas e inusuales sonrisas que están llenas de sentimiento. Simplemente te amo a ti, Hibari Kyoya.
¿Pero por qué? ¿Por qué debe ser así?
¿Por qué no quieren que junto a mí tú seas feliz?
Una gran luz empezó a emanar de mi cuerpo y poco a poco iba desapareciendo. Podía ver su cara de sorpresa ante ello y cierta desesperación. ¿Eso significaba que él también me amaba? Eso me hizo muy feliz y quise decirle un millón de cosas pero eso ya era imposible por lo que solo le pude decir.
- ¡Algún día te diré buenos días!
Las dije acompañadas de una gran sonrisa mientras solo quedaba de mí la pulsera que un día fue el collar que tú me regalaste y que guarda todo mi amor hacía ti. No me olvides nunca por favor.
“Mi amor estará siempre cerca de ti.
Por eso hacía atrás nunca mires”
Ya habían pasado 15 años desde aquel día y ahora Hibari Kyoya era un hombre fuerte, apuesto y con millones de mujeres a sus pies a pesar de ser tan frío, trabajaba en la mejor empresa del mundo y el dinero nunca le escaseaba pero a pesar de ello él aún recordaba aquel gatito que se transformo en hombre para estar a su lado, el mismo que se vistió de chica y del que sin poder evitarlo se enamoró.
A pesar de los años no había podido olvidarlo y cada día lo recordaba, deseando que aún estuviera con él pues aunque no lo muestre en verdad ese pequeño minino había conseguido calar hondo en su corazón.
Jamás pudo olvidarlo ni lo hará nunca.
“Por qué dentro de tu corazón, nos veremos pronto otra vez
Y en cuanto te encuentre te diré…
¡Buenos días!- y sonreiré
- Hibari ya ha llegado el chico que tomará prácticas en la empresa para sus estudios.
- Hump hazlo pasar.
Cuando el chico entro al lugar sintió como su corazón le daba un vuelco. Delante de él estaba un chico de cabello castaño indomable, hermosos ojos miel y piel morena. Ese chico era idéntico a…
- ¡Buenos días! Soy Sawada Tsunayoshi, un placer en conocerle Hibari-san.
Definitivamente ese era su gatito. El mismo aspecto, la misma voz, la misma hermosa sonrisa. Su hermoso y lindo minino había vuelto a su vida. Un brillo de felicidad se instaló en sus ojos antes de mostrarle su mano.
- Bienvenido Sawada Tsunayoshi.
El chico le estrecho la mano, siendo testigos del momento el único objeto que los entrelazo a ambos en el pasado. La pulsera, anteriormente, collar que Hibari le regalo a Tsuna.
Cerca de allí.
- Te has pasado un poco ¿no crees?
- No realmente.- Dijo un chico de cabellos dorados llamado Giotto.- Se podría decir que todo esto era una prueba de amor para ambos. Ahora están juntos y sé que pronto estarán juntos para los que les resta de vida.
- Hump con una diferencia de 15 años.- Dijo un hombre peli platinado mientras abrazaba a Giotto.
- Tú y yo nos llevamos más Alaude, además ellos son felices.
- Hump
Sin esperar más beso a su novio, sintiendo como este se estremecía ante su tacto y haciendo que su novio se calentará. Sin esperarlo más lo cargo al estilo princesa, haciendo que el otro se agarrará a su cuello y sonrojara, para después desaparecer en una estela de luz, teniendo como objetivo hacer cosas de mayores.