Capítulo XXIII
Historia 0: Los inexistentes
La historia de Roxas Strife
Roxas
La razón por la que llegue aquí es complicada, más por el hecho de que incluye a dos personas que gran importancia, una leyenda y un héroe…
Acababa de llegar a casa, eran las ocho de la noche, eso sólo podía significar una cosa, y eso era que tendría que enfrentarse a un buen regaño de parte de Cloud. Porque si, Cloud estaba a cargo, de nuevo. Al menos en lo que sus padres regresaban de la cena en la empresa. Suspiró, ya podía imaginarse todo lo que le diría, desde que llegaba muy tarde, hasta que se había puesto de acuerdo con Ventus para ambos sacarlo de quicio. Tomó algo de aire, mejor enfrentar su destino de una vez, posiblemente le contaría a sus padres y terminaría castigado un par de días, la última vez, si mal no recordaba, había sido una semana, sólo como aviso. De forma lenta abrió la puerta, esperando a que o su hermano también hubiese salido o al menos no lo pillará tan desprevenido. Al menos ya había logrado entrar sin sentirse atrapado. Comenzó a moverse tratando de hacer el mínimo ruido posible, al menos todo lo mínimo que pudiera con las luces apagadas. Por lo menos debía de admitir que el gusto le había durado por al menos unos veinte segundos, porque fue con el golpe a su espinilla, cortesía de la mesa de centro, lo que termino por descubrirlo. Y tal como si se tratara de una de las tantas películas que había llegado a ver en la televisión las luces se encendieron dejando ver a Cloud, quien cabía decir estaba más que molesto.
-¿Se puede saber por qué llegas a esta hora?- preguntó cruzándose de brazos y viendo fijamente al menor.
Y ahí estaba, justo todo lo que quería evitar y ni siquiera había tenido la oportunidad de pensar en una buena excusa. Lo cual, en pocas palabras significaba que estaba en problemas. –Bueno, los chicos se entretuvieron en los videojuegos y…
-De nuevo- lo interrumpió el mayor.
-Amm, si, de nuevo- Puede que esa excusa ya la hubiese usado una buena cantidad de veces, tendría que pensar en algo más. –Perdona Cloud, la estábamos pasando bien, sé que dije que volvería a las seis, pero el tiempo se pasa volando, sé que también te ha pasado- trataba de hacer que el mayor no se molestara tanto y lo más importante que no le contase a sus padres, había logrado conseguir el permiso para el fin de semana, los cuatro irían al parque de diversiones, los llevaría la mamá de Hayner, así que estaba todo arreglado, después irían al cine tal vez y después de eso a jugar algunos videojuegos, sería un día largo, además de que se quedarían en casa del rubio a dormir. – Por fa, no le digas a mamá y a papá, sabes cuánto tiempo estuve rogando por ese permiso. – Estaba pensando en que más decir, de que otra forma convencer a su hermano cuando escuchó que habló.
-De acuerdo Roxas, está bien- dijo tranquilo, demasiado para el gusto del otro –no les diré nada… en lo que a mí respecta has llegado a las seis de la tarde- estaba bien que a veces fuera malo con sus hermanos o demasiado estricto, pero sabía cuándo dejar pasar una falta como esa.
-.. ¿de verdad?- preguntó sin creérselo realmente. Que él recordara no había tenido tanta suerte con algo así.
-Enserio, además no eres el hermano pequeño que ha llegado más tarde.
-No, espera. ¿Ventus no ha llegado?
-No, no ha llamado y no ha llegado, dijo que llegaba antes de ti y ve, no lo ha hecho.
-Y, ¿cómo es que están tan calmado entonces si él no ha llegado?
-Fácil, se fue con Sora.
-¿Y sólo por eso?
-No, hace poco llamé a mi tía. Me dijo que hace poco le habían llamado, ella se iba a encargar de mandarnos a Ventus, después de encargarse de Sora y de él.
-Ventus está muerto.
-Sí, sí lo está.- dijo sentándose en el sillón. –Ahora por llegar tarde, ve a prepararme un café. Anda.
-¿Ahora vas a comenzar a chantajearme?- preguntó comenzando a dirigirse a la cocina.
-Algo así, así que anda, date prisa.
-Ya voy, ya voy. –al menos en ese aspecto no había quedado tan mal, había tenido ocasiones en las que había acabado en problemas y una mala temporada.
En cuanto Ven llegó ni falta le hizo a Cloud decirle que se fuera a su habitación, saludo de forma rápida a su hermano y fue a su habitación, dentro de unos segundos iba a escuchar gritos y apenas ni bien cerró la puerta de la habitación comenzaron las quejas, reclamos y excusas. –Así que esto se siente estar del otro lado. –Se dijo dejándose caer en la cama, tratando de no prestar atención a lo que sus hermanos decían. Sabía que Ventus había estado muchas veces en la habitación, esperando a que ambos se dejasen de gritar, pero ahí estaba ahora, con los papeles invertidos. La discusión duro poco más de diez minutos, él seguía tratando de no prestar atención a los otros dos, aunque no podía evitar, por ratos, hacer una mueca de disconformidad al escuchar lo que su gemelo decía. Había tocado temas, que él sabía por experiencia, no debían tocarse cuando se estaba en esa situación con Cloud, pero al menos un par de esas situaciones había escuchado como su hermano había logrado salir del problema. Cuando por fin escuchó silencio se sentó bien en la cama, sólo era cuestión de segundos para que la puerta de su habitación se abriera.
-Y ahí esta- dijo al ver como empezaba a abrirse, dejando a la vista a Ventus, quien lucía algo enfadado pero también desanimado. –Hey.
-Hola… ¿puedo quedarme aquí un rato?- preguntó antes de entrar y cerrar la puerta.
-No le veo mucho problema- dijo esperando a que el menor se quedase sentado. -¿Todo bien?
-Algo así, fue un trabajo pesado hoy- contestó con voz cansada. –Nos llevó más de la cuenta, pero logramos entregar el paquete.
-Ventus… deberías dejar ese trabajo. –dijo en tono serio.
-Lo mismo me ha dicho Cloud, pero Roxas es un buen trabajo, incluso nos han ofrecido el llevar a alguien más, a alguien que conozcamos y de confianza, así que pensamos en ti. De hecho Sora pensó en ti primero, así que podrías entrar con nosotros. Tendrás una buena entrada de dinero.- dijo comenzando a animarse poco a poco.
Estaba sorprendido, en verdad sorprendido, tanto por el hecho de que lo hubieran considerado como por creer que aceptaría. –Ventus… sabes que no siempre estoy de acuerdo con Cloud, pero también creo que ese es un trabajo peligroso, deberían dejarlo, Sora y tú deberían de preocuparse más con el quien se están metiendo.
-Venga ya Roxas, no suenes como el aburrido de Cloud, estamos bien.
Suspiró al escucharlo, sabía que su hermano se iba a poner así, ya había intentado algunas veces el intentar convencerlo para que dejara ese supuesto trabajo, sin buenos resultados obviamente. –No voy a entrar Ventus, pero si ustedes dos quieren continuar con eso, sólo tengan cuidado ¿de acuerdo?- pidió sintiéndose realmente preocupado por su hermano.
-Venga, al menos piénsalo, ¿quieres?, podría ayudarte un poco.
-Lo pensaré, ya veremos que sucede, por mientras no cuentes conmigo, al menos no mañana, iré con los chicos.
-¿A dónde?
-Nos veremos en la estación, creo que querían ir a bastión hueco, no sé, creo que estaremos dando de vueltas, a ver que se nos ocurre.
-Bueno- dijo levantándose, -entonces pásatela bien mañana, ya te contaré como fue, tal vez pueda convencerte si resulta todo exitoso. –continuó antes de salir de la habitación.- Buenas noches.
-Tal vez.- soltó una vez estuvo solo de nuevo, tal vez se dejaría convencer, tal vez no. Todo sería cuestión de ver.
-Tal vez- se repitió, estaba agitado, había tenido una buena tarde, una muy buena tarde de hecho, pero el ver a Sora y a Ventus correr hacia su persona había causado que esa buena tarde se fuera a traste. Los dos venían agitados y notoriamente cansados, no hizo falta que pensase mucho en lo que había pasado. Algo iba mal, eso era seguro, pero también significaba que era peligroso, apenas Ven y Sora se acercaron a ellos se giró a ver a los chicos. –Hayner, llévenselos. Vayan con Cloud- dijo tratando de apresurarse, sabría que aquellos que estaban detrás de su hermano y su primo iban a llegar pronto. –Yo trataré de despistarlos. –dijo comenzando a avanzar.
-Espera… Roxas, no tienes que…- comenzó a decir Ven, tratando de recuperarse, había acudido a ese sitio porque recordaba que le había dicho que iba a estar ahí, y mejor ser varios para tratar de estar parejos con los atacantes, pero no esperaba que su hermano se pusiera en el mismo plan que Cloud, uno sobreprotector.
-No hay tiempo Ven- dijo apresurándose a quitarle al sudadera a su hermano, después de haberse quitado la suya. Era lo más que podía hacer.
-Roxas, siendo nosotros cinco- comenzó a decir Sora, dejando de lado a Olette, a ella no podían meterla en la batalla –tendremos más oportunidad.
Negó colocándose la prenda de su hermano, viendo a Hayner. –Te lo pido, date prisa, por favor- dijo comenzando a alejarse.
-Roxas, no vamos a dejarte solos- dijo Ven comenzando a alterarse tratando de acercarse a su hermano al igual que Sora.
-¡Hayner!- llamó en voz alta- por favor.
Los chicos se habían quedado observando totalmente ajenos a la escena. Impresionados, también siendo presionados por el rubio. Hayner suspiró. –No voy a dejarte solo.
-Vas a hacerlo, los tres van a hacerlo. Ven, Sora, tienes que ir con Cloud. Yo estaré bien- dijo viéndolos, tratando en verdad que se apresuraran. –harán algo, lo sé, pero sólo les daré tiempo. Así que váyanse.
-Pero, ¡pero podemos irnos todos en ese caso!- dijo Sora mostrándose desesperado.
Negó con la cabeza- Van a continuar buscándolos, eso seguro. Lo que necesitamos es distraerlos, sólo puedo hacerme pasar por Ventus, toma- dijo extendiéndole su chaqueta. –Póntela, - estaba tratando de mantenerse tranquilo pero los sonidos de chicos acercándose lo regresó a la realidad. –Hayner, no hay tiempo, Sora, Ven, chicos, váyanse.- dijo comenzando a alejarse.
-¡Pero Roxas!- dijo Ven tratando de seguirlo pero Hayner lo detuvo. –Hayner, no podemos dejarlo.
-Ven, tampoco quiero dejarlo, pero tiene razón, lo más sensato que podemos hacer es ir con tu hermano. Pence- llamó al otro chico que sujetaba a Sora. –Hay que irnos.
Con trabajos, debido a las negativas de los otros dos, peor a fi pudieron alejarse del sitio. En cuanto vio que se habían ido comenzó a trotar, tenía que lograr que los sujetos lo vieran, al menos para qué pensarán en seguirlo y así lograr darle tiempo a los otros cinco de irse o tomar más ventaja. Al final funciono.
-¡Hey mocoso, deja de correr de una puta vez!- gritó al verlo a lo lejos. -¿Dónde se ha escondido el otro sujeto?
Al menos había obtenido la atención que quería, comenzó a correr de nuevo, pero no fue lo suficiente para huir por completo, quedó completamente acorralado y sin escapatoria alguna.
-Entonces enano- dijo acercándose a Roxas -¿dónde quedó el otro mocoso?
-No van a encontrarlo.
-Oh, de pronto te pones valiente, si apenas hace un rato saliste corriendo como una gallina- dijo a modo de burla, -ustedes dos, vayan a buscar al otro sujeto, ha de estar por los alrededores, si llegan a encontrarse a alguien más también tráiganlo, eso les enseñara a no volver a meterse en nuestro territorio.
-¡No!- fue impulsivo, incluso él lo supo, pero tenía que reaccionar rápido, no les había dado tanta ventaja como hubiese querido, así que tenía que lograr que desistieran de encontrarlos.
-¿No?, pero que dices mocoso- dijo entre risas- ¿acaso crees que tienes voto en esto?, tú sólo vas a mantenerte calladito y una vez tengamos al otro chico les dejaremos en claro la razón por la cual no deben acercarse a nuestro territorio.
Apretó los dientes al escuchar aquello, sabía que tardarían un rato en llegar con Cloud, tenía que pensar en algo, el plan original era huir, darles tiempo y salir de ahí ileso, supuso que no iba a salir como quería. –Fue mi idea- comenzó a decir- el otro chico no tiene nada que ver, fui yo quien lo involucró.
-¿Enserio estas planeando hacer un acto de valentía?- preguntó a modo de burla.
-Lo único que quieres es darle a alguien una lección ¿no?, te estoy dando la oportunidad de que sea yo quien la reciba, después de todo soy a quien se le ocurrió ir a tus barrios. Además… te propongo un trato.
-¿Un trato?, ¿de verdad crees que tienes alguna esperanza?- dijo encontrando toda la situación de lo más divertida, en verdad divertida.
-Dejaré que hagas lo que quieras conmigo, lo que sea. No diré nada, nadie se enterará de lo que me hagas, pero a cambio vas a dejar ir al otro chico.
Levantó una ceja al escucharlo, sonaba como una buena oferta. -¿Y que hay si queremos matarte?
-... él hablara, mi vida y la del chico a cambio de cualquier tortura que quieras darme.
Sonrió, una sonrisa de miedo, era un buen trató como quiera que lo viese. –mocoso, acabas de hacer un trato, entonces, vamos camino al sitio del cual no debiste salir.
Corría con todo lo que podían, sólo querían dar media vuelta y regresar por Roxas, pero sabía que Hayner y Pence no iban a dejarlo, se giró un poco para ver a Sora, también lucía molesto. Había sido su culpa, pero no iban a poder arreglar nada si seguían lamentándose, tenían que llegar con Cloud, tal vez con él sería más fácil ir por Roxas.
-Ven, Roxas va a estar bien. Él dijo que lo estaría y ya conoces a tu hermano, no tienes que preocuparte- le dijo tratando de calmarlo, no le servía de mucho si estaba tan nervioso y enfadado, él también quería regresar a ayudar a su amigo, tal vez decirle a Pence que cuidase de Olette e irse con Ventus y Sora, pero Roxas le había pedido un favor así que debía de cumplirlo.
-No es tan fácil el quedarse tranquilo.
-Me lo imagino, pero por ahora hay que llegar con Cloud, él podrá decirnos que podremos hacer por Roxas, además estoy seguro que en menos de dos horas ya va a llegar con ustedes.
-Eso espero Hayner.
En cuanto llegaron a casa los chicos dejaron a Sora y a Roxas en casa, Cloud no estaba, había dejado una nota que regresaría pronto. Conforme los minutos pasaban se sentían completamente desesperados, no sabían que hacer. Paso una hora y Roxas no regresaba. Pasaron dos y Cloud por fin regreso a casa, sorprendiéndose por encontrarlos tan temprano.
-Chicos, ¿qué hacen aquí tan temprano?
-¡Cloud!- apenas vio que cerró la puerta fueron hacia él, tratando de hablar primero, sabía que si Sora hablaba todo iba a quedar confuso.
-Ventus, ¿Qué pasa?, ¿todo esta bien?
-No, nada está bien Cloud. Tuvimos un problema, un gran problema. Un encargo, nos salió mal, fuimos con Roxas, pero el tomo nuestro lugar, huyó pero no ha vuelto, nos dios tiempo. Hayner, Pence y Olette nos trajeron, pero tenemos que volver Cloud, puede estar en peligro. – explicó de forma apresurada.
-Hey, hey, calma Ventus, no entiendo muy bien lo que me dices. – dijo tomándolo de los hombros. –Trata de tomar algo de aire y cuéntame de forma más calmada que ha pasado.
Tomó algo de aire, tenía que calmarse, eso sí lo tenía caro. –Es Roxas.
-¿Qué pasa con Roxas?
-Sora y yo estábamos en medio de una entrega, pero salió mal, entramos a un territorio completamente enemigo, nos persiguieron. Fuimos a encontrarnos con Roxas y los chicos, pensamos que con ellos cuatro podríamos hacer algo, tal vez dar algo de batalla, pero Roxas decidió tomar mi lugar, dijo que nos iba a dar tiempo y le dijo a Hayner y a Pence que nos trajera contigo… ya casi pasan tres horas y Roxas no ha vuelto.
Escuchó con atención hasta que el menor dejase de hablar. -¿Qué sitio fue?, ¿a dónde fueron?
-Nunca jamás- dijo Sora esperando la reacción del mayor.
No necesitó escuchar más, tomo su celular, dejó a ambos chicos con dudas y camino a su habitación, esperando que le contestaran. –Zack, necesito tu ayuda- dijo en tono serio apenas le contestaron. –estoy en casa, tienes que venir. ¿Valentine está contigo?... tráelo también, nos hará falta- comenzó a buscar por su habitación, hasta que por fin encontró lo que buscaba, después de todo él también pertenecía a los grupos de bajos mundos. Sus armas, -llamaré a Sephiroth, me debe un favor y voy a cobrárselo justo hoy… vale, te veo en unos minutos. –dijo terminando la llamada y saliendo de nuevo a la sala, con varios objetos en mano, viendo que los chicos seguían en la sala, esperando a que les dijese algo. –Ustedes dos van a quedarse aquí.
-Espera, ¿A dónde vas Cloud?- preguntó Ven acercándose.
-También queremos ayudar- se quejó Sora.
-Ya han hecho suficiente- dijo serio dándoles la espalda. –Iré a buscar a Roxas,- continuó terminando de guardar todo. –Llamaré cada treinta minutos para saber si ha regresado o no. –Se giró de nuevo para verlos un momento sin decir nada. –Si por alguna razón no llamó en una hora llamen a Tifa. De cualquier forma será mejor que llamen a alguien para que se quede con ustedes.
-Pero Cloud…- iba a reclamar pero su hermano lo interrumpió.
-Llamen a Riku, es al único que pueden recurrir en este momento.
-Cloud… queremos ayudar.- dijo ahora Ven, con voz algo baja.
-No, Ventus, ustedes son los que ocasionaron este problema, no pueden salir, no por el momento. Si alguien los ve, lo que sea que haya logrado Roxas no va a servir de nada porque de nuevo podrían atraparlos. Van a quedarse aquí, los dos. Sora- dijo dirigiéndose ahora al castaño. –llama a tu madre, vas a quedarte con nosotros hasta que encontremos a Roxas.
Uno, dos, tres, cuatro, ese último había dolido. Las cosas no habían salido tan bien como él esperaba, sabía incluso que era imposible que aceptaran su propuesta tan fácil, pero aun así todo eso dolía. Sentía la sangre salir de su nariz, posiblemente estuviese rota a menos que su suerte en verdad fuese mucha y sólo fuese un sangrado momentáneo. El ojo comenzaba a costarle trabajo el abrirlo, ya estaba hinchado, esos sujetos sí que trabajaban rápido, eso sería un moretón bien dejado y de adorno. Otro golpe a la mandíbula, escuchaba voces lejanas, pero ya no lograba reconocer a quien le pertenecían. Le habían preguntado por Sora y por Ventus, pero no les diría nada, al menos hasta que su oferta fuera aceptada de nuevo. –Tres días- escucho de repente, -tomaré tu oferta, dejaré en paz al otro chico, al castaño, si soportas tres días con nosotros. No lo buscaremos, nadie se enterara de esto y tú no dirás nada de nosotros ni de lo que viviste aquí.
Se esforzó por escuchar mejor, habían aceptado su oferta, asintió con algo de esfuerzo, era lo mejor que podrá hacer, eso y rogar porque su cuerpo soportase la tortura que estaba seguro le harían pasar.
-Entonces, podemos comenzar con esto.- dijo dándole un golpe completamente acertado en la quijada, lo que le valió un mareo y la casi pérdida de conocimiento. –Esto va a ser mu divertido.
Llegó azotando la puerta, estaba molesto, no quería ver a nadie, sólo quería despejar la cabeza un poco, pensar en que sitio podían tener a su hermano. En cuanto estuvo dentro avanzó hacia la cocina, quería un vaso de agua, necesitaba algo que le calmara.
-Cloud- en cuanto vio entrar a su hermano trató de aproximarse a él pero una mano lo detuvo.
-Ahora no Ven, tu hermano está algo alterado- dijo Zack, viendo como Sephiroth se sentaba en el sillón, acomodándose lo mejor que podía para descansar un poco. –necesita tomar un descanso primero.
-Pero, quiero saber que descubrieron, ¿lograron encontrar algo?, lo que sea.
-No logramos encontrar nada- dijo Sephiroth con voz cansada. –Estuvimos buscando toda la noche por cualquier barrio que pudiese estar, pero no logramos nada.
-¿Fueron a Nunca jamás?- preguntó Sora, acercándose a los otros dos. Quería acercarse directamente a Cloud pero temía que sólo le diese una evasiva o que ni siquiera lo notara.
-Fuimos- dijo Zack, -eso nos ocasiono algunos problemas, pero no logramos encontrar nada… Roxas no estaba en el sitio.
-Pero… ¡ellos son de ahí, fue ahí donde nos metimos!- dijo el castaño algo desesperado.
-Sora- Riku quien hasta el momento se había quedado al margen, sólo escuchando y tratando de ponerse al corriente de la situación. Aunque había visto el cómo estaban los dos menores no se había atrevido a preguntar, no al verlos tan ansiosos, y perdidos en sus pensamientos. –Debes calmarte.
-Pero Riku…
-¡Estas son las consecuencias de sus acciones!- exclamó ya cansado de todo eso, de ambos, de Ventus y de Sora. Había salido de la cocina y su mal humor y nervios no estaban de mejor forma. –Y somos nosotros los que tenemos que lidiar con ellas, así que no hagan el trabajo más difícil, sólo quédense quietos, en silencio y puede que así sirvan de algo. –dijo tomando camino a su habitación,- iré a dormir un par de horas, después voy a continuar la búsqueda.- comentó, más para Sephiroth y Zack que para los otros dos. – Sephiroth, puedes tomar la habitación de Roxas- dijo en tono bajo antes de cerrar la puerta con fuerza.
Suspiró al escuchar al mayor, ya se imaginaba algo así. –Chicos- llamó a los menores quienes se habían quedado peor a como los habían encontrado –Cloud está demasiado estresado, el no tener ningún resultado le resulta por demás frustrante- dijo tratando de excusar al mayor,- además de la falta de sueño. Sólo denle un poco de tiempo. – puso su mano en un hombro de los chicos, para después tomar camino a la habitación del mayor. –También deberías ir a dormir Sephiroth- dijo antes de entrar por completo a la recámara.
-Ya oí, ya oí- contestó de mala gana, poniéndose de pie. –Chicos posiblemente también deberían descansar un poco, apuesto a que toda esta tensión los debe de estar matando. Al menos podrían tratar eso.- no comentó nada más y entró a la habitación del rubio.
Los tres se quedaron observando como los otros tres se iban. Riku sólo tomo algo de aire guiándolos a ambos de nuevo al sofá, iba a ser una mañana demasiado larga.
Esto ha comenzado a alargarse, podría describir todo lo que me hicieron, con lujo de detalle, el dolor que sentí en ese momento y más, las burlas y malos comentarios que hicieron hacia mi persona, pero no le encuentro mucho sentido o mucha importancia, cada quien ha vivido lo que tenía que vivir, lo que si encuentro necesario de decir es que en cuanto regrese a casa, me sentía mejor, al menos ya no tenía que aumentar el dolor en mi cuerpo, mucho menos obligarme a soportar. Tampoco es como que lo recuerde todo, sólo sé que dormí, dormí muchísimo, necesitaba recuperar mi energía, toda aquella que me habían hecho gastar al soportar la tortura, también recuerdo que tuve miedo, mucho miedo de todo aquel contacto. Ventus y Sora se culparon por todo. Tienen una deuda conmigo, eso lo saben bien ambos, una deuda que no podrá pagarse tan fácil, pero también es una deuda a la cual yo no presto atención. Cloud pasó molesto con ellos dos casi el mismo tiempo en que yo tardé en recuperarme, lo cual vendría siendo un lapso de dos meses, dos largos meses en los cuales tuve que cuidar de mis heridas, tuve que seguir mis tratamientos, tuve que tratar de interactuar de nuevo con la gente y sobre todo tuve que obligar a mi hermano, con toda la fuerza que tenía en ese momento, para que desistiera en saber quiénes eran los que me habían hecho aquello. Fueron los niños perdidos, eso lo recuerdo, pero ha pasado mucho tiempo como para que pueda ser capaz de recordar su rostro. Aunque las voces, las risas, todo el dolor estoy seguro que es algo que no podré olvidar, tampoco con los deseos suicidas que me hicieron adoptar, pero creo que por eso encajo bien en esta casa de locos. También yo lo soy un poco.
Dejó de leer, estaba sorprendido, había sido una historia larga pero que coincidía con todo con lo que el mayor le había contado.
-¿Y bien?- preguntó sin dejar de ver al pelirrojo.
-Esto es… bueno Roxas, sí que pasaste por cosas bastante malas.- contestó, dejando el compendio de lado acomodándose mejor en el borde de la cama. –No lo esperaba sinceramente.
-Quería que lo leyeras primero.
-¿Y eso por qué?-preguntó viendo también al chico.
-Tienes el derecho a saberlo primero, antes que cualquier otro de la organización.
-Ya veo- dijo haciéndole una seña para que se acercara.
Había estado recargado cerca de la ventana, al menos hasta que el pelirrojo terminara la lectura, al ver lo que hacía acercó a él. -¿qué pasa?
-Nada- dijo tomándolo de la mano para hacer que se sentara en sus piernas- me pareció que estabas algo decaído, además de que estabas alejado.
-Es porque quería darte algo de tiempo para que lo leyeras.
-Pues ya termine de leer, así que ya puedes estar cerca.- decía mientras lo abrazaba de la cintura, dándole algunos besos en el cuello y mejilla.
-Y ya estoy cerca, ¿no?- dijo disfrutando en parte de la atención que el otro le daba.
-Pero quiero tenerte más cerca y por más tiempo. –comentó manteniendo todavía el contacto. –Mi habitación esta ordenada, ¿por qué no dormimos aquí hoy?- preguntó continuando con los besos.
-Estaría bien, tiene un par de días que no dormimos aquí.
-Entonces está decidido, puede que hoy sea una buena noche.
-Puede.