Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Inexistente por Drakarfox

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno.... pues aquí de nuevo en miércoles ahora (benditas vacaciones) vengo a dejarles la continuaciín. Sé que es temprano pero tengo tiempo libre y mejor aprovecharlo ahorita. Asi que el capítulo IV, pues se empieza a ver más el atisbo entre Axel y Roxas... Pero bueno. Disfruten del capítulo nos leemos abajo. 

Capítulo IV

 

Sonrisas

 

Ya llevaba una semana viéndose con Axel en la torre del reloj, no habían puesto hora fija ni siquiera habían llegado a alguna clase de acuerdo para verse en ese sitio, simplemente el día después de su conversación en el club “el cementerio” el rubio llegó al lugar y Axel ya estaba ahí esperándolo. Ahora estaba de camino al lugar, sabía que otra vez lo encontraría pero al menos era agradable el no estar solo después de lo que había pasado.

-Hola Roxas- saludó en cuanto vio al menor llegar a la torre.

-Axel, ¿acaso no tienes nada que hacer?

-Tengo sí,- decía mientras se dejaba caer para quedar recostado con las piernas colgando en la orilla del lugar- pero la pereza me impide hacer mi trabajo.

-Por eso el dinero no te alcanza.- Decía sentándose a un lado de él.

-Oh, venga ya Roxas no vengas a decirme ahora que eres una de esas personas responsables que se preocupa por tener todo listo a tiempo.

-Al menos lo intento.

-…Hey Roxas.

-¿Qué pasa?

-¿Vas a contarme hoy?

-¿El qué?- pregunto haciéndose el desentendido. Había estado evitando esa pregunta por toda la semana  y parecía que al mayor no le importaba porque seguía insistente con el tema.

-Anda, lo que te preguntó a diario, de verdad que tengo curiosidad por saber.

-Ya te dije que no hasta que tú me lo digas.

-En serio que eres un amargado de lo peor- dijo resignado a no saber nada tampoco ese día. –Hay otra cosa que quiero preguntarte.

-Axel no te diré nada de mi vida amorosa.

-Eso ya lo sé.- dijo entre dientes apoyándose en sus antebrazos. –La verdad es que quiero saber el porqué de algo.

-¿Qué algo?- preguntó volteando a verlo.

-¿Sabes que eres famoso por ser el primero que rechaza la oferta de los keyblade?

Se sorprendió ante lo dicho. –Eso no lo sabía.- dijo en tono bajo.

-Los keyblade son famosos y todo lo relacionado con ellos también está en boca de todos al menos por un tiempo, por eso tengo curiosidad. ¿Por qué los rechazaste? 

Desvió la mirada hacía al frente, centrándose en la imagen que le brindaba la ciudad bajo él. –Tuve mis razones.

-Eso me queda claro, pero quisiera saber cuáles fueron tus razones.- comentaba quedándose sentado.- Escucha, sé que apenas nos conocemos de una semana y unos pocos días, pero en serio quiero saberlo. ¿Nunca has tenido curiosidad sobre algo?

-Si la he tenido pero… hay cosas de las que uno no quiere hablar.

Se quedó observando al chico un momento sabiendo ya que no recibiría respuesta si no insistía un poco más. –De acuerdo, ¿qué te parece si hacemos un trato?- con eso llamo la atención del menor- te contaré algo relacionado a los conocidos de los cuales te he hablado antes, así tú podrás contarme de tus razones, ¿te parece?

Lo medito un poco, no era cosa del otro mundo, además así sabría más del mayor. Sería casi como matar dos pájaros de un tiro.- De acuerdo.

Sonrió ante la respuesta del rubio,- bien- contestó- eso me agrada. Pues, son un grupo en extremo raro… somos.

-No vas a decirme sólo eso ¿verdad?

-No, no. Es una forma de comenzar- se acomodó mejor para hablar- en si todos nos complementamos de alguna forma, claro que hay ciertas personas con las que piensas que si no estuvieran estaríamos mejor ya sea porque tienen un carácter del asco o porque simplemente no quieren cooperar con los asuntos que a todos nos afectan. Pero en algún punto comienzas a tomarles cariño. ¿Sabes? Hubo una ocasión en la que recibí una oferta como tú, no de los keyblade claro- aclaró al instante- pero si de un grupo distinto, pero al final no quise unirme, ellos eran diferentes en una forma que yo no lo era. Ellos eran, incluso me atrevería a decir que algo superficiales, simplemente buscaban algo de fama y nada más… uno se da cuenta cuando no pertenece a un lugar. Pero con los chicos con quienes estoy ahora me siento a gusto, es como si de verdad perteneciera.

-¿Qué tipos de personas son Axel?

-Podría decirse que somos considerados como la “lacra” de la sociedad, ya sabes cómo es esto de las etiquetas sociales. Dentro del grupo puedes encontrar a los que llaman punks, góticos, rockeros, metaleros. Pero en si nosotros no usamos esos nombres ni categorías.

-¿Por qué?

-Roxas sólo mírame y mírate a ti, ¿crees que cambiamos en algo en cuanto a la forma de vestir? Los dos con pantalones de mezclilla rotos, cadenas colgando de los cinturones, pulseras de tela o demasiado llamativas con algo de estoperoles, camisas o sudaderas de color negro o rojo. Sin olvidar claro está los tennis de tela o demasiado anchos. Eso no quiere decir que tú seas alguno de los anteriores, simplemente eres un chico que le gusta vestirse de esa forma ya sea para no llamar la atención de los demás o caso contrario para llamarla tanto como para que no te noten demasiado. Por eso no usamos las etiquetas, porque podemos ser o no ser lo que queramos, ese es un derecho que todos nosotros nos hemos ganado a pulso.

-Entonces son muy parecidos.

-Algunos coincidimos en algunos aspectos, pero hay algo que todos tenemos de eso no hay duda.

-¿Y qué es?

-No, no enano, eso es suficiente por hoy, ya he hablado de más. – decía con una sonrisa mientras negaba con el dedo. –Es tu turno de hablar. Así que, ¿cuáles fueron tus razones?

El rubio sonrió, tenía que cumplir con su parte del trato. – No es cosa del otro mundo- había mantenido su atención en el pelirrojo pero en el momento en que comenzó a hablar su mirada volvió al frente.- Ya me lo habían ofrecido antes, al menos unas tres veces.

-¿Tres veces?- preguntó un poco sorprendido, no había contado con esa información.

-Sí y esta vez fue con todos los integrantes del grupo unidos, fue un momento sumamente extraño ¿sabes? Y demasiado incómodo. Uno no puede cambiar de opinión de la noche a la mañana, además de tener en claro que no debe cambiar de opinión.

-¿Y eso por qué?

-Yo no pertenezco a ellos Axel, esa es la verdad.

-… ¿por qué?

-No es como que lo sepa a ciencia cierta, es sólo que lo siento. Es bastante claro cuando te acercas a un grupo y sabes perfectamente que no perteneces, es un algo que te permite ver todo de una forma algo alejada.- Tomo un poco de aire para continuar.- La primera vez que me preguntaron estaba emocionado, iba a aceptar, era prometedor además de que siempre había querido estar con Ven y con Sora.

-Tu hermano y tu primo ¿cierto?

-Sí, vaya parece que si prestas atención a lo que digo.

-Claro que prestó atención aunque no lo parezca.- contestó ofendido.

Roxas soltó una leve risa- lo siento, lo siento. Sólo que creí que a veces me dabas por mi lado.

-Por supuesto que no- dijo levantando un poco el tono de voz.

-Vale, vale. – dijo en todo divertido. –Regresando al tema, fue en esa primera oferta que me di cuenta de ese algo, no sabía que era pero no me permitía aceptar. Lo había comprendido en ese momento, no pertenecía a ese lugar. Después de eso me insistieron varias veces pero seguía firme en mi postura… fue en esta última “reunión” que me di cuenta, uno puede ver a Terra, Aqua y a Ventus y sabe perfectamente que son las leyendas, sabe que fueron los creadores de los keyblade y sabe que cada uno de ellos tiene una habilidad excelente con la llave espada. Me di cuenta que no podía pertenecer a ese trío porque estaban en un nivel diferente. Ellos tienen experiencia, yo no. Esa es la verdad. Así que pensé que tal vez podía pertenecer al otro grupo, estar con Riku, Sora y Kairi con los héroes, pero fue exactamente lo mismo. Ellos también son distintos, son amigos desde siempre y no podían de buenas a primeras aceptar a un extraño. Entendí lo que pasaría.

-¿Y qué fue?

-Que si entraba a los keyblade estaría solo, no pertenecía a ningún trío, mucho menos al grupo en general, por eso fue que rechace la oferta. Si quisiera estar solo simplemente me quedaría con Olette, Pence y Hayner, realmente no habría ningún cambio.

-Roxas, tienes 18 años y tu vida ya es asco- dijo al ver que el chico había terminado de hablar, quería levantarle un poco el ánimo.

-Perdona, ¿cuántos años tienes? Porqué creo que tu vida también es un asco- contestó con una sonrisa falsa con la cual intentaba ocultar la molestia.

-No hablemos de mi edad quieres.

-¿No eran 25?

-¡Hey, que me pones años de más!- reclamó señalándolo de forma acusadora. -¡Son 22, que quede claro! ¡Memorízalo!

-Vale, vale- contestó con mofa- 22 años, ya lo tengo memorizado.

-Bueno enano, ¿cuándo terminan tus vacaciones?- preguntó buscando un cambio rápido de tema.

-Todavía me quedan dos semanas.

-Así que era todo un mes, vaya suerte que tienes.

-¿Por qué, acaso tú no tienes vacaciones?

-Las tengo, pero son más cortas. Cuando uno está en la universidad el ocio va quedando poco a poco en el olvido.

-No te creo, yo te veo aquí muy descansadito.

-Bueno, uno busca sus ratos libres.

-Tú tienes demasiados ratos libres diría yo.

-También eso, también eso.

Se quedaron callados al momento en que Axel volvía a recostarse de nuevo, pronto sería hora de irse, para ambos. Pero de cierta forma en esos últimos días habían hecho lo mismo, quedarse callados por un rato esperando a que comenzará a oscurecer un poco para por fin irse cada quien a su respectivo hogar.

-Roxas.

-¿Qué pasa?

-Nos conocemos desde hace una semana.

-Si.

-Y eso fue porque te salve de una pelea.

-Perdona, ¿me salvaste?- preguntó ladeando el rostro para ver al chico que en ese momento tenía una sonrisa burlona.

-Sí, sí, te salve Por cierto de nada eh, no tenías por qué agradecerme.- agregó sarcástico.

-Al grano Axel.

-Ya, ya. El punto es que, ¿no crees que sería bueno tener el número de teléfono del otro? Sólo por si necesitas hablar con alguien en algún momento o por si quieres salir a algún lado, no sé. Ese tipo de cosas.

-… supongo que podría ser- decía mientras sacaba su celular y se lo tendía al mayor. –anota tu número.

Sonrió ante la facilidad de obtener el número. –Creí que serías un chico un poco más difícil.

El aludido se encogió de hombros- puedes no anotarlo si quieres, podríamos seguir viéndonos aquí y punto.

-¿Te han dicho que eres muy voluble?

-¿Te han dicho que eres muy molesto?

-Sí y muchas veces.- decía regresándole el aparato después de haber marcado a su celular.- Pues entonces, ya tenemos el número del otro. ¿Podré llamarte en la madrugada?

- ¿Y qué te hace pensar que voy a contestar?- preguntó levantando una ceja.

-Que eres una buena persona y acompañarás a los que luego tenemos problemas para dormir.

-¿Quién te ha dicho que soy buena persona?

-Pues es que alguien como tú no podría tener tanta maldad dentro.

-¡Deja de meterte con mi estatura!- decía mientras se levantaba para ver hacía abajo al mayor. -¡Tú eres un fenómeno demasiado alto y punto!- dijo de último para después dirigirse a la salida de la torre.

-¡Eres un enano con mucha maldad en el cuerpo!- gritó antes de que se fuera.

-¡Muérete!- gritó de vuelta saliendo por fin de lugar. Pudiendo escuchar la risa demasiado ruidosa de Axel al escuchar su respuesta –Idiota- dijo entre dientes mientras bajaba, dejando asomar una sonrisa. Sabía que para conocerse de tan poco tiempo la confianza de alguna forma ya era mucha y no le molestaba en absoluto. Llegó a la entrada de la estación cuando el celular sonó con el tono de mensaje.

 

Desearle la muerte alguien es algo muy malo, ¿ves como si eres un enano con mucha maldad en el cuerpo?  ;)

 

Tuvo ganas de regresarse a golpear al pelirrojo, pero se detuvo al leer por segunda vez el mensaje, tenía que admitir que el chico sabía cómo hacerlo enojar y reír al mismo tiempo. Cosa que agradecía internamente. Respondió el mensaje, guardo el celular, se sentía demasiado animado y no sentía mucho la necesidad de ir escuchando música, así que manteniendo los audífonos en su cuello siguió su camino.

 

Sabes que no es necesario que seas molesto en proporción a tu estatura ¿cierto? No te concentres mucho en serlo, mucho esfuerzo podría afectarte la cabeza.

Por cierto, aunque sea algo muy malo…

Muérete  >:P

 

Rio de nuevo, en verdad que ese chico era divertido, muy a su forma pero lo era. Se levantó con calma, no tenía prisa por llegar al castillo inexistente, iba bien con la misión, eso lo sabía. Sólo era cuestión de unos días más para poder convencer al rubio de unírseles, claro que luego venía la situación de volverse su niñera. Pero ya lidiaría con eso, ahora tenía que ir a hablar con Xenmas y si no podía ir con él, tendría que ir con Saix, el punto era que había hecho un descubrimiento, ahora sabía que Roxas también era uno de ellos y eso no había ni como negarlo.

 

Llegó a la entrada del castillo, le extraño un poco el verlo tan silencioso, él sabía a la perfección que la organización no era un grupo que se mantuviera callado sólo porque quisiese, de hecho habían recibido muchas quejas de los vecinos sobre lo ruidosos que podían llegar a ser. –Esto en verdad es extraño- decía mientras se acercaba a la entrada. –En serio que les habrá pasado.- se preguntaba al momento que un gritó le aclaro la situación.

-¡Sal de aquí maldito pervertido!- gritó la chica mientras lanzaba sus cuchillos a un acelerado Vexen.

-Pero Larxene, es para un bien científico- decía medio gritando evitando las armas blancas.

-¡Bien científico y una mierda Vexen! ¡No quiero verte cerca de mi habitación!- gritó desde la entrada del cuarto para cerrar de un portazo. -¡Estúpido pervertido!

Axel se quedó observando la escena sin ninguna expresión clara. Eso pasaba casi a diario pero de todas formas había ocasiones en que de verdad lo sorprendían.

-Oh, hola Axel- saludó el rubio al llegar a lado del pelirrojo.

-¿Qué fue esta vez?- preguntó tranquilo.

-Quise tomar algo de… ropa íntima para un experimento.

El pelirrojo le miro con una ceja levantada. –En serio.- intentó afirmar.

-En serio… sé que no es común pero.

-No, espera. ¿Por qué demonios querías sus pantis?

-Pues… ¿no te interesaría saber cuándo esa chica está en los tan temibles días?

-… esta vez pregunto, ¿en serio?

-Axel, nunca sabemos cuándo esa mujer está más hormonal, podría conseguir los días exactos en que eso pasa y así sabríamos cuando alejarnos de ella más de lo normal por estar más susceptible a asesinarnos.

-Vexen- llamó al momento que ponía ambas manos sobre los hombros del rubio- no desistas en tu intento.- le ánimo, cosa que descontrolo al otro.

-¿De verdad?

-De verdad- decía esperanzado- no quiero morir un día de estos a manos de Larxene, así que no te des por vencido. Sé que lo lograrás algún día.- finalizó dándole los últimos ánimos para seguir su camino.

-V-vale.

Lo admitía, había exagerado, pero sólo un poco y tenía sus razones. Lidiar con Larxene en sus días tan complicados era lo peor que podía pasarle si ya en cuestiones normales era una chica demasiado salvaje e impulsiva.

Dejo el tema de lado siguiendo con su camino, se sintió algo aliviado al escuchar los ruidos tan habituales de la organización. Incluso rio un poco al ver a Demyx ser derribado por un libro por demás grueso que salía de la biblioteca. -¿Y tú qué hiciste?

-Nada de lo que me arrepienta.

Axel iba a contestar cuando vio a Zexion salir molesto al pasillo con un par de libros igual de gruesos que el anterior. –Zexion.- saludó.

-Axel- contestó el saludo mientras dejaba caer los libros en el estómago de Demyx dejándolo sin aire. –Ten cuidado con lo que se encuentra en el piso.- Dijo a modo de despedida tomando dirección a su habitación.

-¿Qué hiciste ahora?- preguntó quitándole los libros.

-Puede que se me haya pasado un poco la mano.- decía mientras se sentaba.

-¿Qué hiciste?

-Estaba distraído así que llegue por atrás y lo abrace, no fue nada malo.

-Claro, eso lo veo- decía mientras paseaba su mirada por los libros que ya hacían en el piso.

-Bueno, puede que lo haya pegado mucho a mí, pero no era con malas intenciones lo juro.

-Entonces tú también estabas de pervertido.

El rubio se quedó callado procesando lo que el otro le había dicho, ¿también?- ¿Cómo qué también Axel?... ¡Por dios! ¡¿Qué le hiciste a Roxas?!- preguntó exaltado levantándose de golpe.

-¿Qué? ¡No Demyx, no lo decía por mí, lo decía por Vexen! Dios, ¿cómo puedes pensar que sería capaz de hacerle algo?

-¿Y no lo harías?- preguntó mientras lo abrazaba por los hombros.- Si se ve que estás muy feliz con esta misión.

-Pues…- lo medito un momento- el chico no esta tan mal, también es divertido.

-Ves, ese rubio va a sacar tu lado pervertido de un momento a otro.

-Hey, que no somos de la misma calaña Demyx, al menos yo no lo hare de forma tan brusca.

-Si claro, como digas. Y qué te quede claro, yo no soy brusco.

-Tal vez tú no, pero tu premio sí que lo es.- decía refiriéndose a Zexion.

-Bueno, si no lo fuera no sería divertido. Pero haber dime, ¿en qué fase vas con tu objetivo?

-Vamos bien- decía sacando el celular de su bolsa.- Ya dimos un gran paso- dijo divertido mientras le enseñaba la pantalla del celular con el nombre de Roxas y su número.

-Vaya Axel, sólo te costó una semana para sacarle su número.- dijo algo sarcástico.

-Oh Demyx, no sabes lo voluble que es el enano ese, por eso tengo que ir con cuidado cuando se trata de él. Tengo que acercarme poco a poco o de lo contrario podría salir corriendo.

-Si te das cuenta que acabas de describir la reacción de un gato ¿verdad?

El pelirrojo soltó una carcajada. –Pues si tú vas tras un ratón de biblioteca ¿por qué no podría yo ir tras un gato?- preguntó mientras se dirigía hacia la sala de tronos junto con Demyx; esperando encontrar a Xenmas o Saix.

-Pues tu gato no es muy cariñoso- dijo al terminar de leer el mensaje que el chico le había mandado.-Mira que decirte “muérete” no es algo muy romántico.

-Es sólo cuestión de tiempo- decía mientras le quitaba el celular- y deja de estar husmeando en mis mensajes.

-Y ¿ahora vas a decirle a Xenmas que has conseguido su número?

-Él quería avances, así que avances es lo que le doy.

-Tú eres una persona extraña en cuanto a lo de misiones se trata.

-¿Por qué?

-Porque lo eres- decía mientras llegaban a la sala. –Pues bien, te dejo entonces para que te reportes. Mientras iré a ver a mi ratón de biblioteca.

-Suerte y cuidado con los libros.

-Lo tendré.

Esperó a que el otro se alejara un poco más para poder entrar en la sala, era obvio que no le diría nada relacionado a lo del número de teléfono, más bien comentaría el gran descubrimiento con respecto a los grupos. –Xenmas- llamó en cuanto entró a la sala.

-Axel, Xenmas no se encuentra hoy.- dijo Saix al ver al pelirrojo entrar a la sala.

-Qué raro, si él siempre está al pendiente de las misiones que deja- comentó sarcástico.

-Sabes que él también tiene misiones.

-Sí, sí, así como también sé que tú vas a defenderlo a capa y espada.

-Que es lo que quieres Axel- dijo un poco sonrojado ante el comentario anterior.

Rio un poco al ver lo que había provocado, conocía de hace mucho a Saix, pero ahora era más fácil el molestarlo. –Vengo a informar de los avances que he tenido en la misión.

-¿En verdad has tenido buenos avances?

-¿Con quién crees que hablas Saix? ¿Cuándo he fallado yo en mis misiones?

-Por eso te preguntó porque sé que habló contigo.

-… gracias por el apoyo.- dijo en tono bajo.

-Entonces, ¿qué has conseguido?

-No ha sido mucho, pero voy por buen camino, he conseguido su número de teléfono.- dijo divertido.

-Eso no es de mucha ayuda.

-Ya lo sé- opto por una imagen seria para lo que iba a decir- pero también me entere de otra cosa.

Se extrañó por el cambio en la actitud del otro, eso le ponía un tanto en alerta. -¿qué exactamente?

-Tal parece que la oferta de entrar al grupo fue muy insistente.

-¿Quieres decir que ya había rechazado la oferta de los KM?- preguntó sorprendido.

-Al menos unas tres veces, pero esta última que fue en la que estuvieron presentes todos los integrantes del grupo fue la definitiva por así decirlo.

-¿Qué más obtuviste?

-Aparte de que su hermano y su primo están en el grupo, él se ha dado cuenta de que no pertenece ahí, se sentiría completamente aislado, como un cero a la izquierda.

-Esas… si son buenas noticias.

-Y que lo digas. Entonces te dejo lo de informarle a Xenmas.- Sin esperar respuesta salió del lugar quería ir a su habitación a descansar un rato.

 

Estaba a mitad de camino para llegar a su casa, después del incidente de la pelea, Ven y Sora se habían mostrado molestos con él por no haberles contado bien las cosas. Había querido quedarse con la situación para él solo. Ya sabía que si les llegaba a contar algo intentarían, como dicen ellos, arreglar la situación y al final terminaría de nuevo con los chicos pero con una situación demasiado incómoda como para regresar al ambiente anterior. Y sabía que pasaría exactamente eso porque apenas dos días antes se había topado con el trío siendo ignorado por los tres olímpicamente. Por Pence y Olette algo dubitativos a comparación de Hayner que se veía molesto. Se sintió satisfecho al ver el parche en la mejilla del otro. Siguió su ejemplo y continuó con su camino como si de un grupo de extraños se tratase. Por el rabillo del ojo vio como Hayner apretaba los puños en señal de que la reacción de Roxas le había molestado, pero no era como si a él le afectase en demasía, ya no lo era. Para el rubio había dos etapas, la primera era la peor, era cuando se sentía deprimido, decepcionado e incluso algo traicionado. No quería hacer nada porque estaba herido. En la segunda etapa sólo se quedaba la decepción y la indiferencia llegaba a su persona, ya no le importaba en nada aquellos que le habían dañado, simple y sencillamente seguía con su vida, cosa que le había funcionado bastante bien. También de alguna forma se volvía egoísta, eso se lo habían repetido hasta el cansancio, se volvía todo lo contrario a lo que era realmente, al menos a los ojos ajenos. Porque Ven lo sabía, entendía esa sensación puesto que él había pasado por lo mismo. Por eso ya no lo había molestado, por eso le había permitido seguir con su actitud porque sabía que era una etapa. Cuando menos se dio cuenta ya había llegado a la casa, espero que no hubiese nadie o por lo menos que Sora no estuviera porque sin duda era quien más lo molestaba.

-¡Roxas!- Pero bueno, la suerte no era muy afable con él y siempre se encargaba de arruinarle el tan excelente humor que tenía. -¡Por fin llegas!

-Hola Sora- saludó mientras cerraba la puerta. -¿Estás solo?

-Eh, no, Riku fue un momento al baño, ya regresa.

-Oh ya veo… estaré en mi habitación por si se te ofrece algo. – decía al momento que se dirigía al cuarto.

-Oye Roxas- llamó obligándolo a detenerse.

-¿Qué pasa?

-¿Quién es?

-¿Quién?- preguntó volteando para ver al castaño.

-Él o la que te pone así.

-¿Así cómo?

-Con esa sonrisa boba.

Sintió como el color subía a sus mejillas por lo recién dicho, desvió la mirada y contestó en tono bajo.-No es nadie Sora… me voy a mi habitación.- retomo su camino algo nervioso. Por eso no quería encontrarse con su primo.

-¡Espero saber pronto quien es!- medio grito mientras el chico se alejaba.

-¡Cállate!- se escuchó seguido de un portazo cosa que le saco una sonrisa al castaño.

-Se ve que está mejor- dijo Riku cuando llegó de vuelta al sillón.

-Como no tienes ni idea.

-De verdad crees que es por alguien.

-Eso es demasiado obvio ¿no crees? Ese tipo de sonrisa sólo la tiene un tipo de persona, además de que la he visto antes.

-¿En serio? ¿Y en quién?

-En Ventus, cuando regresa de estar con Terra tiene exactamente la misma sonrisa boba.

-¿Si sabes que tú también la pones verdad?

-¿Cómo dices? Te equivocas.

-No, sin duda la pones.

-Aja, y según tú, ¿cuándo la pongo?

-Cuando estás conmigo- dijo con una sonrisa para después recargarse en el respaldo del sillón. Sabía que había hecho bien su jugada.

Abrió mucho los ojos y se puso algo nervioso,- mentiroso- decía ladeando el rostro. Ese había sido un golpe bajo.  

Notas finales:

Pues... ¿qué les parecio? Como ven ya comienzan a formarse algunas parejas o sino al menos algunos indicios. 

Además estoy todavía en duda de algo con el fic, tengo un buen progreso y un buen desarrollo pero no sé si llevarlo a cabo o no... pienso que si lo hago algunos podrían odiarme o tomar mucho coraje al fic... pero no sé, lo seguiré planeando, seguiré masticando la idea haber que sale. 

 

Nos leemos el viernes.

 

Drakarfox 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).