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Inexistente por Drakarfox

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Notas del capitulo:

Pues... seré sincera. Si no es por un comentario que vi ni me acuerdo de que en primera: es viernes, segunda: hay que subir actualización.

De verdad que se me había olvdado, pero ya aquí vengo con el capítulo V y bueno la introducción de otro personaje en el fic, uno al cual planeo meter más seguido, bueno involucrarlo de una buena forma (claro, buena)

Pues bien, aquí les dejo el capítulo, disfrútenlo.

Capítulo V

 

Besos

 

-Hey Roxas, ¿qué estás haciendo?- preguntó bastante divertido.

-Tú qué crees que… hago a esta hora- dijo con un bostezo de por medio. –Axel son las… dos de la mañana… ¿qué diablos quieres?

-Tranquilo, tranquilo. No puedo dormir, así que si yo no puedo tú tampoco.

-¿Sabes?- decía colocando un brazo sobre sus ojos manteniendo el celular a un lado de su oído.- Maldigo el día en que te di mi número de teléfono.

-Eso fue hace dos semanas, ¿no?

-Sí, hace dos semanas.

-Es raro que me hayas contestado.

-Se me olvido apagar el celular.

-Oh, no me dirás que llegaste tan cansado que sólo con tocar la cama caíste dormido.

-Eso puede pasar… algunas veces.

-Creí que tenías más resistencia Roxas, me has decepcionado.

-Oh, cállate.

-Oye, se dice que tuviste un encuentro con el grupo problemático.

-Si… algo así, ¿y tú cómo te enteraste?

-Si sabes a quien preguntar descubres muchas cosas Roxas, ¿lo captas?

-Vale, vale, lo capto.

-Sé que no estuve ahí, pero ¿me contarás que paso?

-¿Por qué tanta curiosidad?

-Es bueno tener curiosidad.

-Sí, pero no lo es a las dos de la mañana.

-Bueno, ya no podrás dormir, al menos en un rato así que, ¿por qué no me cuentas?

-Pues, no es algo que haya durado mucho.- comenzó a decir- estaba en la entrada de la estación.

 

Flashback

 

Roxas iba camino a casa, el día en si había sido algo aburrido. Axel le había mandado un mensaje diciéndole que no podría ir esa tarde a la torre del reloj, algo de trabajo tedioso se le había puesto en frente y no podía dejarlo de lado. Fue por eso que se fue antes de lo acostumbrado y también a causa de eso, por un cambio de sólo unos minutos se encontró con Hayner, Pence y Olette. Quedaron frente a frente, Hayner en medio, el único que tenía un aspecto por demás serio. Los otros dos se encontraban algo aliviados al verlo bien que no era para menos, después del día en que intercambio números de teléfono con el pelirrojo se sentía más animado, mucho más alegre y tranquilo. Y eso se notaba desde muy lejos por, según Sora y Ven, su sonrisa boba.

-Veo que te ha ido bien- le dijo Hayner al repasarlo con la mirada.

-Pues- contestó encogiéndose de hombros- se hace lo que se puede.

-Roxas… nosotros…- comenzó a decir la chica- queremos disculparnos contigo…

-Todo lo que paso… sabemos que tenemos parte de la culpa- completo Pence.

-Chicos- los interrumpió antes de que el último dijese algo- el tiempo para las disculpas creo que ya ha paso, para ambos lados- dijo observando a Hayner- si no las dijimos en su momento, ahora no creo que causen cambio alguno.

-Pero Roxas, nosotros… nosotros queremos estar bien contigo- dijo la chica.

-¿Todos?- preguntó observando al rubio- ¿O sólo ustedes dos?

-¿Acaso ya no quieres tener nada que ver con nosotros?- preguntó Hayner.

-Me parece que eran ustedes los que no querían tener nada que ver conmigo.- Dijo serio-¿O no es eso lo que han estado diciendo Hayner?

-Pero Roxas… ¿qué estás diciendo?- preguntó el castaño preocupado.

-Lo que se. ¿En serio soy tan importante Hayner? Más bien creo que sólo ha sido un fuerte golpe para su ego- decía viendo a los tres- o al menos eso es lo que han estado diciendo ¿no?- se percató de como la chica se mordía los labios, Pence jugaba con sus manos y Hayner puso tensos los brazos.

-No puede ser que un chico que andaba “mendigando” algo de atención sea quien se aleje por cuenta propia, tienen que mantener su imagen, su reputación no es así- decía en tono tranquilo.- Mucho menos puede ser posible que haya sido yo quien se haya agarrado a golpes con Hayner, el chico que rivaliza siempre con Seifer. No, ¿cómo podría ser eso posible? También, ¿cómo es posible que no haya caído ante la amabilidad de Olette? O peor aún ¿qué no haya entendido la fascinación de Pence por las cosas dulces y los misterios? No, nada de eso puede ser. La reputación es lo primero y ustedes están preocupados por eso, ¿no es así?- los chicos se quedaron en silencio ante lo dicho, querían defenderse pero los había dejado sin armas.- Si le preguntas a las personas correctas y acuden a los sitios adecuados puedes enterarte de muchas cosas. – les dijo cruzando los brazos. –Digan lo que quieran, si gustan dañar la imagen que tengo, adelante. Si quieren mantener su reputación, por mí no hay problema. Sólo no me usen para elevar su ego o para asegurar su posición.- Dijo al momento que comenzaba a caminar para dejarlos atrás, tenía que llegar a casa.

-y tu ego siempre ha estado por los cielos, ¿no Roxas?- preguntó al chico provocando que se detuviera.

-¿Por qué lo dices?

-¿Tú que has dicho de nosotros Roxas?

-¿A qué te refieres?

-¿Tú no has dicho nada de nosotros?, ¿no has hablado mal?

-Hayner, no soy igual a ustedes.

-¿Y qué dices del chico pelirrojo?- preguntó el castaño. –Simplemente te volviste su amigo de la noche a la mañana.

Se sorprendió al entender que se referían a Axel,- eso no es de su incumbencia. Con quien socialice es mi problema y sólo mío.

-Seguramente ya le contaste todo sobre nosotros, ya debiste de haberte reído mucho a nuestras espaldas con él, ¿verdad?- acusó Hayner.

-Chicos, realmente lo siento si es que les di indicios de algo erróneo- comenzó a decir en voz baja- pero créanme cuando les digo que ustedes no son el centro del mundo, por lo tanto tampoco lo son de las conversaciones que tenga con los demás. Ni una sola vez han salido a tema. –dio la vuelta y retomo su camino.

-¡Roxas! ¡Espera!- gritó esperando llamar la atención del aludido, pero este se dedicó a seguir su camino mientras se ponía los audífonos en clara muestra de que no escucharía nada más.

 

Fin flashback

 

-Vaya Roxas, todavía no salimos y ya soy culpable de algunas cosas.

-¿Cómo que todavía no salimos?- preguntó divertido por el comentario.

-Pues a eso, todavía estoy en la fase de coqueteo contigo y ya comienzan a culparme, eso no me deja las cosas más sencillas ¿sabes?

-Deja de decir esas cosas idiota.

-Oh, y ahora me insultas, si esto es sólo cuando somos amigos, ¿cómo será cuando seas mi novio?- termino de decir con una risa bastante ruidosa.

-Quisieras que lo fuera- comentó riendo. –deja ya tus tonterías.

-¡Nunca! Es así como logró que te quedes despierto conmigo.

-Por dios Axel, tú eres todo un caso.

-Eso lo sé… bueno, te dejo dormir ahora.

-¿Por fin te apiadas de mí?

-Nada de eso. Me llegó un mensaje de un nuevo trabajo.

-¿Cuándo vas a decirme en que trabajas?

-Cuando tú me cuentes de tu vida amorosa.

Se lo pensó un momento, podía asegurar que el mayor ya estaría riendo por haber ganado esa batalla. –Mañana.- dijo de pronto.

-¿Qué?- preguntó extrañado.

-Mañana te contare de eso si tú me cuentas en que trabajas.

-… vas muy rápido Roxas.

-Tú eras el insistente.

-Primero contéstame una pregunta.

-No Axel, no voy a ser tu novio.- dijo a son de broma.

-No idiota- dijo entre risas- aún falta para que te lo proponga. No, no es eso… quisiera saber cómo obtuviste toda esa información de los chicos. Ya sabes lo que decían de ti y eso.

-Ah, eso… pues no es tan complicado. Sólo preguntas a las personas correctas y buscas en los lugares adecuados y obtienes lo que buscas. De hecho muchas veces ni hace falta preguntar, sólo es cuestión de escuchar ciertas conversaciones. ¿Sabes? Hay gente que de verdad necesita una vida, se meten mucho en la de los demás.

-Oh, ya veo. Bueno, entonces te dejo ahora sí. Intentaré terminar con esto para tener la tarde libre.

-Entonces, ¿nos vemos mañana?

-Claro, no quiero perderme la oportunidad de conocer tus más íntimos secretos.

-¡Qué cosas dices!- Gritó.

Se escuchó una carcajada del otro lado de la línea. –Que descanses Roxas.

-Que descanses.- Dejo el celular en el mueble a un lado de su cama. ¿Preocupado? No, ¿ansioso?, tal vez un poco. Pero esperaba que eso no le impidiera dormir, después de todo supondría dar información que se había estado negando a revelar y conocer de algo que tenía mucha curiosidad. Dejo de pensar en ello y se acomodó de nuevo en la cama. Intentaría dormir de nuevo.

 

Le había sorprendido en primera instancia saberse mencionado en una disputa entre el grupo de esos chicos desconocidos y Roxas, en segundo por el cómo fue que el rubio consiguió información. Él sabía mejor que nadie que la información significaba ventaja en todos los amplios y posibles sentidos de la palabra. Tomo de nuevo su celular no había mentido acerca del trabajo que había recibido. Tenía que adentrarse al barrio de la bestia, pero eso ya lo dejaría para mañana por el momento tenía que llamarle a Saix.

-Hey, hola. Si, si, ya se la hora gracias por recordarme eso, si… si pero… ¿podrías callarte por un momento? ¡Agh! ¡Saix, cierra la boca!... bien, bien. Vale… ¿ya terminaste con tu pataleta?... oh pues perdóneme usted su alteza pero hay algo que no puede esperar a mañana y a menos que quieras que llegué a despertar a Xenmas también vas a escuchar lo que tengo que decir. Si. No, no tiene que ver con la misión del barrio de bestia. ¡Déjame explicarte! Diablos, te pones peor que Demyx. Es sobre Roxas, creo que… no déjame… que me… ¡Déjame hablar!... bien, parece que mañana ya puedo traerlo a la organización. Todavía no le he preguntado sobre si está interesado en entrar a algún grupo, lo considero algo arriesgado, pero trataré de hacerlo. Es una persona con habilidades… es fácil saberlo  Saix, sabe moverse en los distintos lugares, sabe elegir la información importante de la paja… ¿estás seguro?... bien, haré mi parte del trabajo, demonios eres muy irritante en la madrugada. Vale, vale, ya lo dejo… entonces nos veremos mañana, más vale que hagas bien tu papel… si, ya sé que también depende de mí… demonios contigo. En serio, déjalo o juro que colgaré el teléfono e iré a tirar a patadas la puerta de la habitación… ¡Pero claro que se dónde estás! Por eso mismo preferí llamarte… ya de acuerdo.- por fin colgó, ya sabía que una conversación a esas horas con el peli azul iba a ser muy molesto, demasiado molesto.  Pero era necesario decirle el gran avance que había tenido con tan sólo una llamada. Se levantó de la cama para arreglar sus cosas, no tenía que salir tan temprano, pero entre más rápido terminara la misión, tendría más tiempo libre. Además de que se encontraba un poco emocionado, no lo había comentado con nadie, pero sentía una chispa en la relación que comenzaba a formar con Roxas, sabía que no sólo él la sentía pero había que ir con cuidado en todos los sentidos, no podía apresurarse o echaría todo a perder.

 

-Hola Roxas- decía adormilado el rubio al ver a su hermano salir de la regadera.

-Hola Ventus.

-¿A qué se debe que te hayas levantado tan temprano?- preguntó un poco extrañado.

-A que me despertaron en la madrugada y aunque pude dormir unas cuantas horas más ya no pude seguir más tiempo.- contestó un poco malhumorado.

-Oh, ¿Axel de nuevo?- hace poco que el chico les había contado a él y a Sora sobre el pelirrojo con el que pasaba las tardes, más por insistencia del castaño por saber quién era el responsable de la sonrisa de su primo.

-Axel de nuevo.

-¿A qué hora fue?

-Dos de la mañana.

-Creo que tus amigos no conocen el termino dormir.

-Creo lo mismo.- se dirigió a su habitación para dejarle el baño libre al otro pero se detuvo antes de entrar. –Por cierto Ven, te llamaron hace poco.

-¿Quién?

-Vanitas, - dijo como si nada- dijo algo de que te vendría por ti en una hora o algo así. ¿Estás saliendo otra vez con él?

-N-no… nada de eso, sólo estamos quedando como amigos.

-Si claro y yo te creo- dijo cerrando la puerta.- ¡Por cierto!- gritó desde dentro de la habitación- ¡Eso fue hace como media hora, será mejor que te apresures!

-¡Debiste haberlo dicho antes!- gritó en respuesta mientras se apresuraba a arreglarse.

Ya se esperaba esa reacción del otro por eso mismo tardo tanto en decirle el recado. Vanitas le caía bien, era molesto a veces pero le caía bien. Tal vez no tanto como Terra pero podía mantener una conversación decente con el chico. Y también estaba el hecho de que se trataba del querido exnovio de Ven, uno que seguía viéndolo con intenciones de otro interés, pero no era algo en lo que él pudiera meterse, si su hermano decía que estaba bien, lo estaba. Si decía que no había de qué preocuparse puesto que no tenía ninguna relación con nadie, entonces no se preocuparía. Pero si estaría al pendiente de los cambios de su hermano, más que nada por saber qué cara tendría, ya se había cansado de ser al único al que molestaran. 

Salió a la sala vistiendo un pantalón de mezclilla un poco flojo de las piernas, roto de las rodillas y un poco más arriba. Una playera blanca que tenía la portada de “The flame in all of us” de TFK y una sudadera negra con la característica capucha, claro que también llevaba la muñequera de cuadros que tanto le gustaba junto con los audífonos. Se detuvo en la entrada para ver a Ven corriendo de un lado a otro en la cocina preparándose algo decente, no era un desayuno tan pesado pero si algo ligero porque sabía que seguramente el otro le invitaría a comer algo. –Hace mucho que no te veía tan apurado.- dijo divertido.

-Bueno, no estaría así si alguien me hubiera despertado más temprano.

-Eso es tú culpa, no la mía. Normalmente es al revés.

-Ya cállate.

-Oye Ven.- llamó apoyándose en la barra que separa la cocina del comedor y sala.

-¿Qué pasa?

-¿Has pensado en regresar con Van?- estaba dándole la espalda, no es porque no quisiera verlo cuando le preguntará, pero sabía que el otro seguiría de un lado para otro sin prestarle mucha atención.

-Si… si lo he pensado.

Bien, eso no se lo esperaba, se dio la vuelta para ver a su hermano, se había quedado quieto al menos en lo que contestaba, cuando se percató de que lo veía siguió con lo que estaba. - ¿Él te lo ha propuesto?

-Nos lo hemos insinuado.

-… ¿Y?

-¿Qué?

-¿Por qué no lo han intentado de nuevo?

-Simple,- contestó levantando los hombros.- él no me lo ha pedido.- dijo tranquilo.

Se sorprendió ante esa respuesta. -¿Es en serio?

-¿El qué?

-¿De verdad estás esperando a que él te lo pida?

Dejo dos platos llenos de comida en la barra, mientras suspiraba. –Es algo complicado Roxas.- decía llevándose una cucharada de comida a la boca.

-¿En qué sentido?

-Sabes que estoy interesado en Terra.

-Pero él no da señales de darse cuenta.

-Lo sé, lo sé. No tienes que recordármelo.- dijo entre dientes.- Además no es sólo eso.

-¿Entonces qué es?

-Tú bien sabes que fue Van quien termino la relación por no sentirse del todo preparado- comenzó a explicar mientras que el otro comenzaba con el desayuno.

-¿Y es por eso?

-Sí, Roxas. Si no es él quien me lo pide entonces no tengo porque pedírselo yo. ¿Entiendes? Fue decisión suya la vez pasada, así que ahora también tiene que serlo… ha sido él quien ha mandado indirectas de querer intentarlo de nuevo pero también es él quien se queda de brazos cruzados esperando a que sea yo quien le pregunté.

-¿Y de verdad quieres intentarlo de nuevo?

-Sí y no.

-Es una o la otra Ven.

-Sí, porque así tendría con quien pasar la tarde, además de que a Van le tengo cierto cariño, pero no porque no había mucha estabilidad en la relación. Recuerda que tiene sus arranques de mal carácter. 

-Te complicas mucho las cosas Ven- dijo dejando por fin el plato vacío.

-Pero mira quien lo dice.- contestó en tono sarcástico. –Tú no eres quien para decirme eso Roxas.

-¿Pues qué me sabes?- preguntó mientras dejaba los brazos recargados en la barra.

-Tú estás interesado en alguien, eso lo sé.

-Vil mentira- dijo intentando quitarle importancia al asunto.

-¿En serio?, Te puedo asegurar que si alguien más te llamará a las dos de la mañana lo primero que harías sería tomar el celular, ver el nombre del desgraciado que osa interrumpir tu sueño y lanzar el aparato contra la puerta, ya apagado cabe aclarar para que no te moleste. Para que al día siguiente, todavía molesto le reclames sobre lo poco decente que es al llamarte tan entrada la noche.- recito sonriéndole al contrario esperando una reacción.

-… yo no…

-Claro que lo harías y lo has hecho- interrumpió- pero por alguna razón es a Axel al único que no se lo has hecho, con él tienes más paciencia.

Se puso nervioso, eso lo había dejado muy en evidencia- no sabes lo que dices.

-¡Claro que lo sé!- dijo en tono alto,- lo sé yo, lo sabe Sora y lo sabes tú. Por dios que él está igual con Riku sólo que los dos lo siguen negando.

-¿Y qué es lo que tú le sabes a eso dos?- preguntó cruzándose de brazos y levantando una ceja.

-Pues ya ves, no eres el único que puede manejar la información a su antojo.

-Venga ya, cuéntame de que te has enterado.- pidió ansioso.

-Bien, bien.- dijo mientras se acercaba por encima de la barra para quedar más cerca del otro y hablarle en casi un susurro.- ¿Recuerdas la vez que llegaste y los encontraste solos?

-… creo que si- dijo después de hacer memoria.

-Bueno, yo llegue un rato después y resulta que los vi muy juntos, demasiado juntos. Sora estaba sonrojado a más no poder mientras que Riku tenía esa sonrisa de “he logrado lo que quería” mientras tomaba su barbilla para levantar el rostro.

-Eso seguro que era un beso.

-Seguro que sí.

-Si claro, seguro- dijo una tercera voz que apenas entraba a la cocina. –Díganme, ¿en qué momento evolucionaron a las vecinas chismosas? Verán es que me gustaría recuperar a mis primos, ya saben ese de la sonrisa boba- dijo mirando a Roxas.

-Oye.- reclamó el chico.

-Y el maniático del control, ese que se encarga de ser la madre sustituta- dijo ahora refiriéndose a Ven.

-Hey, tranquilo. Que si no fuera por mí no comes.- amenazó.

-Sí, sí. Entonces, ¿dónde quedaron esos mal nacidos que siempre se burlan de mí?- preguntó mientras se dirigía al refrigerador, quería algo de leche.

-Bueno Sora, no creí que nos extrañaras tanto- dijo Roxas mientras rodeaba sus hombros y se colocaba a su lado derecho.

-Es bueno saber eso- dijo Ven rodeándolo de la cintura quedando de su lado izquierdo. –No sabía que extrañarás que te molestáramos.

-Oh, ya cállense los dos, ya me di cuenta que regresaron de quien sabe dónde.- dijo para después separase y dirigirse de nuevo a la habitación. –Por cierto, ¿no tocaron hace poco la puerta?- dijo de último antes de  entrar a la habitación de nuevo.

-¡Demonios!- dijo Ven al momento que corría hacía la puerta y la abría de golpe, encontrándose con un pelinegro algo sorprendido por la acción tan repentina cuando estaba por tocar de nuevo.

-Creí que no estabas- dijo en tono tranquilo, todavía con la expresión de asombro.

-Sí, lo siento. Estaba hablando con Sora.

-Oh, ¿Sora también está aquí?- preguntó mientras se asomaba al interior de la casa. –Hola Roxas, ¿cómo has estado?

-Bien Van, gracias por preguntar.- contestó acercándose a la puerta.

-Hey, gracias por darle el mensaje a Ven, creí que no podría verlo hoy- dijo mientras jalaba al nombrado para ponerlo a su lado y pasar un brazo por sus hombros.

-De nada, sólo te encargo que lo cuides, ya sabes, a veces puede ser algo descuidado- decía pasando a un lado de los chicos; despeinando un poco a su hermano. -¡Sora regresó en la tarde!- Grito desde la entrada recibiendo un corto si del castaño. –Yo me voy chicos. Te veo luego Van- se despidió dándole la espalda a los chicos comenzando a alejarse.

-¡No llegues tan tarde!- gritó el rubio siendo abrazado todavía por el pelinegro.

-¡Sí, sí!- gritó en respuesta. -¡Diviértanse!

-Pues bien, supongo que nosotros también podemos irnos ¿no?- preguntó viendo al más bajo.

-Supongo que si- se soltó del abrazo para entrar de nuevo a su hogar, necesitaba sacar las llaves.-¡Nos vemos después Sora!- gritó desde la entrada, espero un momento hasta escuchar la respuesta del castaño y por fin cerró la puerta. –Entonces, ¿a qué se debe la repentina invitación?- le preguntó al otro mientras comenzaban a caminar en dirección contraria a la que hace unos momentos Roxas había tomado.

-Quería verte, ¿es eso tan malo?

-Después de dos semanas ¿tú que crees?

-Estuve ocupado estas semanas, no es algo que tuviera planeado ¿sabes? Pero ya que termine con todo lo que tenía que hacer y sinceramente estaba aburrido en casa, decidí salir contigo. ¿Está mal?

-Algo, técnicamente acabas de ponerme como una diversión nada más- dijo cruzándose de brazos.

-No, Ven, no te estoy poniendo como una diversión- volvió a rodear sus hombros para acercarse a su oído- eres más bien una muy buena distracción.

Se estremeció un poco al escuchar el comentario, había sido muy cerca de su oído en un susurro y esa parte era muy sensible.- No hagas eso- reclamó mientras se alejaba un poco del otro.

Vanitas soltó una risa al ver la reacción del rubio, no importaba que pasará, para él; Ven sería siempre una buena distracción, por desgracia era una que le estaba costando algo de trabajo conseguir de nuevo. –Bien, bien, te dejo entonces.- dijo mientras metía las manos a las bolsas del pantalón. – Hay un disco que quiero comprar, ¿está bien si vamos?

-Supongo- decía acercándose con algo de cautela al otro. No le gustaba que hicieran eso, de cierta forma lo ponían muy sensible y después era muy difícil lidiar con eso, Van lo sabía y aprovechaba cada oportunidad para hacerlo. Cosa que en algún punto comenzó a molestarle puesto que parecía disfrutarlo más en ese momento que cuando tenían una relación.

-Entonces vamos, mi querido Ven- dijo con una sonrisa mientras lo tomaba de la mano entrelazando los dedos para jalarlo en dirección al lugar.

No dijo nada, sólo se dejó hacer, ya sabía que el chico llegaba a tener ciertos arrebatos un tanto cariñosos, arrebatos que podía aceptar sin ningún problema en ciertas ocasiones, en otras no tanto debido a que le causaban cierta molestia.

Llegaron a la tienda después de un rato de estar caminando, Van todavía sonriendo por la cercanía entra ambos, Ven manteniéndose tranquilo esperando a que algo pasará, lo que fuera.

-¿Y cómo has estado Ven?- preguntó de repente afianzando más el agarre, bajando el ritmo de sus pasos quedando a un lado del rubio.

-Con altas y bajas como todos, supongo.

-Escuché que iban a tener un nuevo integrante.

-Se supone, pero el chico nunca llegó.

-Sabes que bien pudo haber sido que te vio y decidió huir ¿verdad?

-¿Pero qué dices? No creo tener tan mal aspecto.

-Yo no lo dije por eso- dijo dándole un beso en la mejilla. – Como si no lo supieras.

-Deja eso- dijo un poco sobresaltado pero intentando mantener la calma.

-¿Por qué?- preguntó con inocencia.

-Porque no me gusta.

-Oh, ¿en serio?- se acercó de nuevo, esta vez dejando un beso muy cerca de los labios.- Yo tenía entendido que si te gustaba.

-P-pues no, no me gusta.- comenzaba a ponerse más nervioso, no a gran escala, no algo tan notorio, sólo sentía la molestia en el estómago, de ese tipo que te indica que está ansioso porque algo pase.

-Ven, sigues siendo un pésimo mentiroso- decía deteniéndose de golpe para tomar el rostro del otro de la barbilla con intenciones claras de levantar sus rostro. –Y eso lo sabes. ¿Acaso no has practicado nada?

-Lo he hecho- contestó sin dejarse intimidar, no iba a darle el gusto al otro de verlo alterado por lo que estaba haciendo, mantendría su reputación y su imagen, le demostraría que ya no le afectaba como antes, porque aunque no quisiera admitirlo seguían afectándolo sólo que en menor medida.

-Entonces tienes que practicar más, no hay ningún progreso- dijo muy cerca de los labios del otro, dejando que se rozarán, haría que Ven lo besará, esa era su primer meta. Lograr que el chico anhelara y suplicará por un beso suyo.

-Bueno, Roma no se hizo en un día, ¿o sí?- no hizo el intento de alejarse o de acercarse, sólo se quedó quieto, esperando cualquier movimiento por parte del otro. Esperando a que actuara, si es que pensaba hacerlo o a que le permitiera alejarse.

-No, en eso tienes un punto.- Por el rabillo del ojo se percató de un grupo de chicas que estaban atentas a ellos dos, esperando, posiblemente al igual que Ven, a que algo pasará. -¿No vas a hacer nada?- preguntó divertido dirigiendo de nuevo su atención al rubio.

-¿Cómo qué?

-Ya sabes, estamos muy juntos, demasiado. Sólo basta un pequeño impulso tuyo y la distancia va a terminarse.

-¿Por qué querría eso?

Rio un poco- así que ahora te pones difícil. Bueno, sólo déjame decirte que hay público y este mismo empieza a crecer.- dijo dándole a notar la presencia de las chicas.

Iba a voltear un poco para ver de quien hablaba el otro, pero se sintió imposibilitado cuando sintió un incremento de fuerza en el agarre que seguía en su barbilla.

-No creo que sea buena idea Ven, ¿por qué mejor no terminas con esto y haces lo que los dos queremos?

-No creo Van- se centró en los ojos del otro, tenía que admitir que la situación ya lo estaba casando, no sólo en ese momento, sino que en los últimos días. Era cierto lo que le había dicho a Roxas pero ya no estaba tan seguro de ello. Sabía que de cierta forma Vanitas era despreciable, claro que de una manera muy particular, pero eso no quitaba que siguiera sintiendo algo por él, ya no tan fuerte, debido a las acciones que el peli negro tomaba con él, pero que todavía existía.- Si tanto lo quieres hazlo tú. –dijo de último antes de separarse y tomar el camino que en un principio habían estado siguiendo. Dio un vistazo rápido a las chicas que algo avergonzadas siguieron su camino. Bajo el ritmo al sentir que el otro no lo seguía y volteo para ver a que distancia se encontraba. Vanitas estaba serio. Demasiado para su gusto. Se cruzó de brazos esperando a que el otro se acercara dispuesto a continuar el camino que habían elegido. Pero el otro no hacía intento alguno por moverse. – ¿No piensas moverte?- preguntó en tono molesto.

Se encogió de hombros- podría hacerlo, pero ¿para qué?

-¿Qué no querías comprar algo?

-Quería pero el ánimo lo tengo ahora en el suelo.

Levantó una ceja ante la respuesta dada- ¿Es en serio?

-Lo es.

-Entonces… ¿podría irme a casa ya?

-Podrías, pero no quiero.- dijo acercándose al menor todavía sin invadir su espacio personal. -¿Acaso ya quieres irte?

-Bueno, contigo es sólo dar espectáculos.

-No lo sería si reaccionaras de mejor manera.

-¿Reaccionar de mejor manera?, ¿pues qué esperabas que hiciera?- preguntó comenzando a destensar los brazos para dejarlos a cada lado de su cuerpo.

-Algo como esto.- dijo pasando un brazo por la cintura del otro, atrayéndolo de forma violenta para provocar que sus labios se juntasen, dándole una mordida con fuerza al otro que atino a intentar separarse. Afianzó más el agarre, no había cumplido su meta pero ahora haría que el otro se arrepintiera, lo junto más a su cuerpo, con la mordida logró que el rubio abriera la boca, entró en ello, profundizo el beso buscando dejarlo sin aire en el proceso. Se separó después de que se sintió complacido, aunque no del todo satisfecho pero no podía alargar más el momento por los continuos intentos del otro por separarse. Cuando vio que Ven estaba con el ceño fruncido sonrió para sí mismo. Tal vez no había logrado lo que quería, pero había obtenido algo bueno de todas formas.

-¿Por qué fue eso?- preguntó molesto.

-Porque quería.

-¿Y te crees con el derecho de besarme cada qué quieras?

-Sí y vaya que lo creo.- dijo con arrogancia. A él no le importaba el hecho de que Ven fuera su “ex pareja” como había escuchado muchas veces, él simplemente quería tenerlo y punto. Y aunque hubiese sido él quien terminará la relación, le gustaba ver al chico de esa forma, tomarlo cuando quisiera así fuese en medio de la calle, tal como en ese momento y decir que no eran nada. Que no había ningún lazo de por medio pero dejando en claro que era suyo y de nadie más. - ¿Hay algún problema con eso?

-¡Claro que lo hay!- exclamó molesto. –Tú y yo ya no somos pareja, no puedes hacer algo así por el simple hecho de quererlo.

-Claro que puedo- dijo robándole otro beso. -¿Lo ves?

Ven sentía que explotaría en cualquier momento. – Bien. Entonces me voy. He perdido todo el interés en salir hoy.- dijo pasando a un lado del otro.

Cuando paso junto a él lo tomo de la muñeca provocando que se inclinara un poco hacía atrás casi perdiendo el equilibrio, volvió a tomarlo de la cintura dejándolo en esa posición besándolo de nuevo, esta vez de forma más pasional a causa de la posición en la que estaban, sujetándolo para que no callera al piso. Sintió como el otro se negaba a corresponder el beso, pero estaba dispuesto a obligarlo, tal vez no en ese momento pero lo lograría en algún otro. Volvió a morder su labio esta vez con mayor fuerza provocando un quejido en el otro a causa del dolor, sonrió para sus adentros y de golpe lo levantó.- Sabes que te gustan mis besos- dijo con burla mientras el chico llevaba sus dedos a su labio herido confirmando que estaba sangrando un poco.- Te encantan, lo sé.

-Quisieras- dijo para comenzar a alejarse nuevo, antes de que el otro volviera a agarrarlo.

Se rio de forma estruendosa mientras lo veía partir. – ¡Nos vemos después Ven y no te preocupes, para la otra los disfrutarás más!- gritó llamando la atención de algunos transeúntes.

-Idiota- dijo por lo bajo al escuchar el grito y la risa del pelinegro, pero había algo de razón en lo que había dicho… sus besos de verdad le encantaban.

Notas finales:

Chan, chan, chaaaaaan, pues aquí queda el capítulo, la próxima semana nos leeremos hasta el viernes porque mi única y corta semana de vacaciones se ha terminado.

Pues habra mucha insinuación de parejas y en cuanto a las otras parejas, lamento que la principal (AkuRoku) vaya tan lenta pero siento que no puedo apresurar las cosas o de lo contrario la trama del fic se perdera del todo... Así que sólo puedo pedir que tengan paciencia.

Cuídense y nos leemos luego.

 

Drakarfox


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