La clase de informática se hacía eterna, y para mala suerte de Vegeta estaba en los ordenadores donde el profesor podría ver que estás haciendo fácilmente, así que ni buscaminas podría jugar.
-Pss... Geta' psis...- sentía que algo picaba su hombro, una tapa de lapicero por lo que pudo ver de reojo. -Geta... Geta- seguía picando y la paciencia de Vegeta empezaba a agotarse, y no quería armar un escándalo gritándole en medio de la clase.
-Sh... Cállate Raditz...- el de cabellos alborotados puso un dedo en sus labios en forma de silencio, pero el profesor logro oírles.
-Señor Raditz... ¿Hay un problema que quiera resolver con su compañero?-
-N-ninguno. Solo quería regresarle su lapicero- sonrió nervioso dejando el lapicero donde Vegeta pudiera tomarlo.
-Bueno... Prosigo...- volvió a darse la vuelta.
Raditz volvió a su lugar y se empeñó a terminar el trabajo que hacían en ese rato, obviamente Vegeta lo había terminado antes, sabía muy bien sobre ordenadores y programas, así que no había problema para él. Comenzó de nuevo a aburrirse y a examinar el lapicero que le había entregado su amigo. Le quito la tapa para poder ponerla en el final del lapicero y morderlo, pero se encontró con un pequeño mensaje:
"Vegeta...Veggis... Geta’:
Olvide mi memoria... Emm sí, otra vez. Quería ver si me guardabas mi trabajo y me lo pudieras mandar esta tarde.
Me ayudaría mucho D: ¡Gracias!
Atte. El de atrás"
Siempre ese cabeza de pollo, olvidando sus cosas. Lo bueno que lo tenía a él si no olvidaría hasta quien era.
Tomo su lapicera y busco ese sonido parecido a unas llaves...
Un momento...
-¿Dónde estará?- abrió completo su estuche y... No. No estaba. -Chicos... Saldré un momento - en cuanto el profesor salió, todos se voltearon a platicar entre ellos, otros a jugar y poner música; Vegeta se dio la vuelta para darle la mala noticia, pero en eso choco contra su mejilla.
-Olvídalo... Aquí la tengo- el peli largo le sonrió y le mostro su memoria de un pedazo de carne, muy linda a la vista.
-¡Muchas gracias! Hasta que por fin compraste una nueva- la tomo rápidamente, y la metió para guardar su trabajo, no queda a mucho para que esa clase acabara.
-Bueno, ya te la debía Geta'... - sonrió observando la lenta línea de descarga.
No dejaba de oler inconscientemente el delicioso aroma que su Vegeta despedía. Se sentía tan enamorado, casi hipnotizado él, sentía que pronto iba a tener una gran oportunidad. Una para por fin decirle...un par de cosas que quizá se las tomaría a mal. Ya vería esto luego...
P...RIIIING~ P....RIIING~
-Dioses por fin...- Geta' se levantó de su lugar, se estiró, soltó un bostezo junto con un sonido de huesos, mientras los demás salían corriendo como animales.
- Vaya... Tu que sabes muy bien te esta clase también te aburre...- dijo con una sonrisa tomando sus cosas, lo único que quería ahora era huir a comer.
-Tsk... El problema de ese vejestorio es que sigue pensando en máquinas de escribir-
-Sí... Oye Geta' podrías...- estaba a punto de pedirle su memoria pero algo le decía que ya era muy tarde.
-O-Olvídalo Geta... Iré en la tarde por ella, ya sabes a tu casa ¿Esta bien?
-¿Entrenamiento? Y vas tarde...- respondió serio Vegeta. Odiaba cuando ese loco tenía que irse volando y olvida cosas que pasaría más tarde por ellas a su casa. -Claro, claro...-
-Gracias...- corría a dejar sus cosas y salir volando por la puerta. -¡Nos vemos allá!-
Negó con la cabeza. Ese Raditz a veces era todo un chiquillo. Miro el pedazo de carne que tenía en la mano, le veía el lado positivo, si tenía fotos guardadas tendría algo de que reírse esta tarde.
~
Subió al colectivo, afortunadamente iba vacío, así no tendría que molestarse de quitarle el lugar a su mochila. Se recargo en la ventana, vagaban sus pensamientos. Raditz... Ese su mejor amigo y compañero, le agradaba tenerlo a su lado, pero en los últimos días se sentía aún mejor, como algo mas... ¡¿Intimo?!
No, solo eran tonterías, quizá ya lo empezaría a tomar como un hermano.
Pero... Aun así, lo había visto más cariñoso, asquerosamente meloso en algunos ratos y se acercaba a él demasiado.
... Seguramente estaba loco, o probablemente se lo contaría hoy cuando llegara a invadir su casa. -Si, lo más seguro.- tomo su mochila y bajo del bus. Tantas ideas tontas hicieron que se pasara un poco de su bajada. Mejor para él, tenía que arreglar esos pensamientos.
~
-¡Madre, ya llegue!- grito esperando a aquella mujer tan parecida a él con los brazos abiertos. Al pareced no había nadie en casa, ni el eco del televisor encendido se escuchaba.
Mejor para Vegeta, podía gritar y poner su música a todo volumen, hasta que regresaran.
Subió corriendo a su habitación, ¡No tenía tiempo que perder! Su amigo llegaría pronto y quería probar algo de las bromas que le haría más tarde. Prendió su ordenador, mientras hacía ideas de lo que pudiera encontrar. Por fin la pantalla de inicio y un par de sonidos de "iniciando sesión" dijeron que ya está a lista.
-Bueno... A pasar ese trabajo antes de que llegue...- separo las partes de aquel pedazo de carne curioso e inserto la parte de la memoria. Rápido apareció la carpeta principal, Vegeta sin dudarlo le dio clic para ver sus archivos. Dio un vistazo a algunas carpetas, no eran más que pocos trabajos de clase y una que otras fotos familiares. Excepto una carpeta que no tenía nombre, solo tenía “Nueva Carpeta1”. No le dio importancia, puso el cursor sobre ella y dio un clic…
-Oh... Por... kan... Kami-Sama!-sus ojos se abrieron como platos y la boca no se podía abrir más de la sorpresa.
Aquella carpeta solo tenía fotos y carpetas separadas, de su mejor amigo que... ¡Creía que era 100% hetero!
Eran fotos de Raditz en diferentes lugares, poses, vestido con trajes y lencería, dejando ver su trasero y...
-Wow...- se paró de golpe sacudiendo su cabeza -¿Qué es esto?- se sentía bastante confundido. Había sentido como su temperatura iba aumentando, y no sabía exactamente si era por vergüenza.
-Tranquilo Vegeta... Tranquilo... Debe ser otra persona... Está bien que le guste... Muy bien- respiro hondo y volvió a sentarse -Vamos a ver...-
Iba imagen por imagen, sintiéndose algo incómodo. Después de tantas fotos, su vista bajo un poco más para encontrarse una de las muchas carpetas del final…
"Nurse"
Levanto una ceja, teniendo sospechas de que abría allá dentro... Y sus sospechas se quedaban cortas.
Había fotos de Raditz en un traje de enfermera de color blanco con bordes rosas, unas mallas por debajo de los muslos y guantes. Sin pasar que estaba con algo de maquillaje... Incluso, se veía bastante lindo...
Vegeta no podía despegar su mirada.
¡Dioses! Eso estaba mal... Pero a la vez no podía evitarlo.
Siguió fisgoneando.
Juguetes, fotos de su trasero con cosas adentro, jugando con crema...
No... No lo negaba, se veía tan sensual en esas poses y con ese traje tan pegado... No pudo evitar tener una erección.
Y aun así no de detuvo...
Se había vestido de varias formas... De policía, secretaria y sirvienta.
-Tsk...- gimoteo, algo que hacia un bulto en los pantalones de su escuela comenzaba a doler. Poso una mano sobre aquel bulto y comenzó a moverlo un poco. No entendía que pero esas fotos... Y lo prohibido de que fuera su amigo, hacían despertar algo más en su cuerpo.
Sacudió la cabeza, casi a tal punto que le doliera.
-Esto esta terriblemente mal... Es mi amigo y... Yo no soy así...- se levantó de la silla, pasando angustiado los dedos por su cabello de flama.
Se reposto en su cama viendo hacia el techo, intentando buscar una respuesta lógica a lo que estaba pasando. La única lógica y aceptable eran las hormonas.
¡Sí! ¡Esas cosas que te ponían loco, emocionado!
-Es lógico...- susurro para sí mismo. Necesitaba descansar y quizá una buena siesta le despejaría la mente.
Los párpados se sentían pesados, se acomodó una y otra vez. Cuando el sueño empezó a tomarlo en sus brazos....
Tock tock
Vegeta se sentó en la cama, paso su mano por los párpados intentando desvanecer ese poco sueño sobre su rostro -¡Pase!- grito.
-Hola Geta'...- saludo el peli largo con una gran sonrisa, paso y dejo una maleta azul en el piso -Vine por mi...- volteo a ver la pantalla del monitor.
Su cara comenzó a tomar un fuerte color rosado, la vergüenza era demasiada y... Ahora quizá perdería a su mejor amigo.
-Raditz...- se levantó serio hasta volver a si silla, tomo el ratón y pasaba de manera lenta cada una de las fotos -¿Qué es esto?-
Miraba hacia cualquier lugar. ¡Eso era terriblemente vergonzoso! Quería, incluso, por más infantil que se viera, taparse la cara con un par de mechones de su pelo y salir de allí... Pero era el momento para por fin decirle lo que sentía y era...
-Vegeta... No quiero que esto destruya los años que llevamos juntos- tomo aire y valor -Me... Me gustan los chicos, ¿Sí? Sobre todo tú. Y esas fotos- trago saliva- Sí, son mías pero...-
-Para allí amigo....- se levantó de un salto y extendió la mano -En primer lugar, ¿Te gusto? ¿Te gustan los chicos? ¿Cómo paso? ¿Y por qué esa sesión de fotos?... ¡¿Te gusto?!-
Raditz se encogió de hombros avergonzado y asintió leve con la cabeza - Así es Vegeta... Me gustas mucho - se acercó a él y poso una mano en su mejilla, acariciándola. -No sé cómo paso, pero un día comencé a sentirme atraído por ti y desdé ese día eh intentado comportarme normal pero aún no lo logro... Y esas fotos bueno...-se encogió una vez más de hombros, y accidentalmente su mirada se había cruzado con el pequeño problemita de Geta' - Al parecer alguien las disfruto-
-Eh... Yo... Rad- tomo la gran y fuerte mano de su amigo entre las dos suyas -Si te soy... Sincero, también me eh estado sintiendo raro... Más apegado a ti y... No entiendo mucho esto pero- hizo una mueca, era extraño lo que diría y quizá cambiaria cosas en su vida... Y vaya que muchas -Mejor persona no me debió haber tocado...- se puso de puntillas, pues entre Rad y Vegeta había demasiada diferencia; tomo su rostro entre las m manos y le dio un cálido beso.
- Tomare eso como un "sí"- Raditz sonrió, pensó que iba a ser peor.
Siguieron dando besos cortos que poco a poco se fueron volviéndose más y más candentes. Las manos empezaban a explorar inexpertas los cuerpos, se pegaba uno con el otro sintiendo el calor. Hasta que una traviesa mano de un peli largo paso por su entrepierna, sacando un gemido involuntario al de menor estatura.
-Vaya... Al parecer alguien necesita mi ayuda- sonrió picaron mirando alternadamente la cara de su precioso Geta' y el lugar donde se posaba su mano.
-Vaya que si...- suspiro y encorvo un poco su espalda -¿Por qué no ayuda al paciente enfermero Raditz?-
De nuevo la vergüenza comía su rostro...
Pero lo que acababa de decir era buena idea. -Oh... Lo lamento señor Geta, hoy no está en servicio... Pero puedo "entrenar" su problemita- su mano se adentró dentro de la ropa interior de Vegeta, comenzó a masajear su miembro lentamente deleitándose con los gemidos que el soltaba. Raditz solo se reía, ¡Le encantaban esos juegos de roles! Y qué mejor que ahora.
Vegeta sentía que sacaba humo por la boca al soltar sus gemidos, no podía dejarse dominar por él, aunque tuviera más pinta de eso, aun así no lo dejaría. Paso su mano acariciando los músculos que su amigo poseía, así hasta llegar a un bulto sudado en sus pantaloncillos de deporte.
-Por Kami-Sama Vegeta... Mira estos brazos... Tendremos que-se relamió los labios mientras se bajaba de la cama y recostaba en el piso - En forma... ¡Ven! Haz unas lagartijas sobre mí-
Abrió los ojos sorprendido. Esa fase de él jamás había pensado en que la poseía, y era muy... Wow... Bajo igualmente de la cama y se puso en posición de lagartijas sobre él, pensó que lo había hecho de la manera correcta pero recibió un pequeño golpe en uno de sus muslos.
-Así no- Rad lo tomo con mucha facilidad de la cintura, dejándolo en la misma posición de lagartija, solo que ahora su erección chocaba contra sus labios. -Así está mejor- quito esa molesta ropa interior y bajo sus pantalones hasta sus pies. Por fin veía esa parte tan linda de él. Era un poco largo, no muy ancho, y lampiño. Ah... No podía desearlo mejor.
-Andando... No querrás terminar tarde- tomo los redondos y suaves muslos de su amigo, eran perfectos. Los pellizco y masajeó antes de empezar -Andando y... ¡Uno!-
Vegeta bajo como el ejercicio normal, pero un fuerte quejido broto de su boca al sentirse en un lugar húmedo y cálido. -Ah.... Dioses...-
-Yg... Dos- volvió a sacarlo.
Siguiendo ese vaivén Vegeta se sentía en la gloria, avergonzado, pero lo disfrutaba como nunca, y sus gemidos era producto de eso. Cada vez se volvía más rápido, sentía casi como lo hacía con facilidad y fluido, pero pequeños cosquilleos querían terminar con su diversión.
-Ah... Ahgg... Rad-Raditz espera...- movió sus caderas hacia arriba sacado su miembro palpitante -No... Ah... Mngh... Quiero correrme aun...-
-Bien... Terminemos entonces- se sentó en el suelo y se limpió la boca con una mano. Raditz se levantó, usando su larga melena cómo cortina, Vegeta sólo alcanzó observar como sus pantaloncillos negros tocaban el suelo, y algo hermoso salía de entré sus cabellos.
-Vaya Rad... Te ha hecho bastante bien el ejercicio- se acercaba extendiendo la mano para pellizcar esos duros muslos.
-Maravillosos... ¿No es así?- lo sacudió un poco soltando una risa –Anda, aun te falta fortalecer esas lindas piernas- coloco sus codos en la cama, estirando sus piernas.
No dejaba de pensar una y otra vez en eso que estaba pasando, pero aun así no se detenía para nada.
Quizá era por las hormonas o el momento…
O de plano estaban todos locos.
Vegeta se acomodó encima de él. No comprendía del todo porque Rad siendo tan grande y fuerte, fuera… Así.
Su espalda estaba un poco húmeda, quizá por el sudor de su entrenamiento y el calor de la situación donde estaban. Tomo su miembro y lo guio hasta la entrada de Raditz. Se quedó un momento en silencio… Por todo lo que había visto, quizá ya no era del todo virgen, o tal vez sí… Era tan vergonzoso preguntar eso a punto de terminar todo esto y poner en orden sus ideas.
Poco a poco, se iba llenando de un agradable calor y a la vez de un poco de temor.
El peli largo, contuvo la respiración, era un poco doloroso, y a la vez tan agradable… Más agradable que nada, pues estaba compartiendo lo más preciado de su cuerpo con él. Y eso era especial…
Comenzaron los vaivenes lentos, besos tímidos y manos paseando por la piel; poco a poco se volvían besos más largos y apasionados, compartiendo sus alientos en una batalla donde una de las dos bocas dominaría aquel beso. Las manos ahora tocaban con más seguridad esos lugares donde hacían al peli largo arquearse y hacer que se acercara cada vez más al final.
Por un momento escucho el rechinar de algo, pensó que solo era la cama, pues a este punto no faltaba mucho para dejarlo libre. Pero una voz conocida hizo congelarse…
Justamente en el peor momento…
-¡Vegeta! Encontré la puerta abierta así que supongo que ya llegaste- grito su madre desde abajo, pero el sentía que estaba a la vuelta de la puerta.
Todos sus músculos se tensaron, creyó por solo unos cuantos segundos estar en el cielo.
Ignoraron todo lo que pasaba al rededor, solo deleitándose con los gemidos que cada uno sacaba en el éxtasis del momento, arqueándose. Sintiendo un pequeño nudo cálido bajar desde su vientre, hasta ensuciar las entrañas de Rad, y él en las sabanas de Vegeta.
-Ah… Kami…Vegeta- gimió por última vez, antes de caer desplomado a la cama y con Vegeta encima suyo.
-Vaya… Quien diría que alguien tan grande como tu fuera así…- susurro en un tono juguetón cerca de la oreja de Raditz mientras acariciaba sus cabellos.
-Calla mejor Vegeta…- hundió la cara en la cama lleno de vergüenza, mientras su compañero soltó una pequeña carcajada.
Se habían perdido tanto en el momento y en las sensaciones, que ni siquiera se dieron cuenta del chocar de los zapatos de su madre, cuando apenas se dieron cuenta, estaba en la puerta, empujándola un poco para que solo pasara su cabeza y parte de su hombro…
-Cariñ…- su dulce sonrisa cambio a un rostro sonrojado y sorprendido… -Vaya… Eh… Esto es incómodo…-
-¡Madre!- tomo rápidamente una sábana y se cubrió rápidamente -¡¿Qué te eh dicho te tocar la puerta antes de entra?!- grito sonrojándose violentamente e intentando cubrir cada parte del cuerpo.
-¡No me levantes la voz Vegeta! Soy tu madre y tengo derecho a entrar a donde quiera…- entro a la habitación y cerró la puerta -Y también tengo derecho a saber qué pasa… Pero creo que no es momento ahora… Pero solo quería decirte que, acepto que quieras estar con quien te dé la gana… No me importa… Solo no vayas a salir con tu domingo siete-
-¡Mamá fuera de aquí!- tomo una almohada y la lanzo enojado y apenado
-Está bien…- la mujer soltó una carcajada y salió de la habitación -¡Y limpia ese lugar que huele un poco extraño!-
Vegeta soltó un grito frustrado y se acostó a un lado de Raditz.
-Bueno… Al menos tu madre no empieza a gritar como loca que su hijo tiene pareja…- sonrió un poco burlón, pero se desvaneció al momento. Si, había conseguido algo muy preciado, no de la forma más romántica posible… Pero algo es algo. –Bueno será mejor que me vaya…-
-Quédate a dormir hoy… Mañana pasaremos temprano por tus cosas- quito la sabana, ya la sentía más mojada de lo que debería. –Agh… Esto se escuchara muy cliché pero…- se acercó a él, quedando nariz con nariz –Si, así es Raditz… Yo también te amo-
-Bueno… Ya que me quedare a dormir aquí, y que tu madre ha aceptado esto, creo… Sera mejor aprovechar… ¿No crees?- el peli largo se acercó un poco peligroso con una sonrisa de lado, que significaba que iban a hacer todo menos la tarea…