“Hubiera deseado que esto fuera mentira, pero la mentira es una verdad a medias”.
Corre, no deja de correr, las gotas de lluvia se mezclan con sus lágrimas que no dejan de salir. Se pregunta ¿por qué? Deja de correr cuando llega al parque más cercano dudo en detenerse, dudo en seguir. Dudo en todo lo que le rodeaba. Estaba triste, se sentía tan impotente que no podía hacer nada más que llorar, nada más que pegarle a los troncos de los árboles que se encontraban cerca de él. Al quedarse sin fuerzas se apoyó en uno de ellos, sus manos estaban sangrando, por los golpes pero no sentía dolor, el único dolor que sentía era el que en su pecho estaba.
-No… lo puedo entender… ¿Qué hice para que pasara esto?- susurraba contra su brazo- él sabía que yo no lo lastimaría… pero aún así, él… no puedo entender ¿por que? Le hice algo malo para que me engañe con ese y luego… me deja…, no lo entiendo, no lo entiendo… ni a el ni a nadie no quiero sufrir más por nadie, mejor… sería que yo… muriera…- se separó del árbol y sus ojos comenzaron a tomar un brillo al decir estas palabras, en ese momento alguien le toca el brazo.
-Oye, ¿Te sientes bien?-es un chico bastante alto, con el pelo a media melena y de color azul eléctrico tenía puestos unos anteojos negros y su ropa también era negra su pantalón es de cuero negro y su camisa de mangas cortas también.
Tuvo ganas de mandarlo a la mierda, pero cuando vio que realmente esta preocupado por él, simplemente se dio la vuelta y le contestó.
-No estoy bien pero preferiría que me dejaras solo, gracias por preocuparte- agacha la cabeza en señal de que no quiere que le vea el rostro lleno de lágrimas.
-Esta bien, pero por lo menos sécate esas lágrimas, que no te quedan bien- mete su mano en el bolsillo de atrás y saca un pañuelo que se lo otorga, una vez que se seca las lágrimas devuelve el pañuelo, le da una sonrisa algo triste- G-gracias…-.
-De nada, aunque sea una sonrisa triste te queda mejor que esas lágrimas en tu rostro…- mira su reloj- bueno ya es tarde y ella me va a matar si llego tarde. Chau, me voy- se aleja y se va derecho por la calle desapareciendo entre la multitud.
Ahora es él el que mira el reloj- sí, es tarde… pero no quiero volver a casa todavía…- hace lo mismo que el otro chico yéndose por la calle derecho y también desaparece entre la multitud.
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-¡HOLA! Perdón por el retraso- el chico de pelo azul le grita una chica que está parada en una esquina viste una pollera larga y una musculosa, su pelo es largo y negro al igual que sus ojos tiene un paraguas con formas de corazón.
-Hola, siempre tarde, sos un inconciente- la chica estaba más que enojada.
-No es verdad, hoy salí con mucho tiempo pero es que tuve un contratiempo en el camino-.
-Haber, ¿cuál es la excusa esta vez?- la chica habla en modo sarcástico.
-Matate, nena. Te digo en serio- el peliazul se muestra ofendido-ahora no te cuento una mierda-.
-Bueno, está bien, te creo- al ver como se había puesto su amigo decide preguntarle- ¿Qué fue lo que te pasó?-.
-Encontré un chico que estaba llorando y me preocupé por él, así que me acerqué a preguntarle si se sentía bien, incluso le ofrecí mi pañuelo-.
Ya estaban caminando cuando llegan a una confitería en la cual entran para tomar algo, era un lugar bastante cómodo.
Entonces el chico de pelo azul le pide al mesero que le sirvan un café a ambos, el mesero asiente y se aleja de su mesa.
-¿de que querías hablar?- pregunta el chico.
-Tengo que decirte algo importante…- ella está algo nerviosa.
-¿Y que es? No me des vueltas que no me gusta-.
-No te doy vueltas es que estoy nerviosa…- ella comienza a jugar con sus dedos por debajo de la mesa- bueno lo que te quería decir era que… ¡me gusta tu hermano!-.
-…………… sin palabras- el chico no lo podía creer, tenia una cara de atónito que daba gracia- ¿me estas cargando?-.
-No te estoy cargando- ella cada vez estaba más colorada- me gusta tu hermano cuando lo vi aquella vez en la casa quinta de tus padres, y no lo puedo evitar. ¿Me vas a ayudar o no?-.
-…. Marine, si eso es lo que quieres eso es lo que vas a tener, te voy a ayudar como pueda, no creo que sea fácil-.
-Gracias, Javi-.
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Al día siguiente el chico que estuvo llorando está en su casa lo más apacible, ya casi no se le notaba como había llorado el día anterior pero aun así seguía deprimidísimo y no quería levantarse de su cama así que solo daba vueltas en ella.
No soportándolo más decide levantarse e ir a revisar sus mails. No tiene ganas de conectarse al msn, se sentía tan deprimido y triste que lo que menos quería hacer era hablar con la gente.
Mientras revisa sus mails, se da cuenta que tampoco tiene ganas de eso, así que cierra eso también y se sale a pasear por lo menos a despejar su mente.
Mientras que esta en la calle decide ir a ver si ya salieron sus magas favoritos se va al shopping donde hay una comiquería y pregunta. Compra alguno de ellos y se larga al parque en el cual esuvo llorando el día anterior se sienta en el mismo árbol en el que estuvo llorando y se dispone a leer sus historietas.
Mientras leía se iba olvidando un poco de lo que ocupaba su cabeza en ese momento. Pensaba pasar toda la tarde solo y sin molestias por eso apagó sus celular para que nadie, ni siquiera su familia, lo ubicara.
Pero parece que el destino no está muy de acuerdo con esa idea porque cerca de allí el peliazul perece estar buscando algo o, mejor dicho, a alguien.
Comentarios
Bueno, bueno. Esta es otra historia que se me ocurrió por estar al pepe total en mis vacaciones, no sé bien de que se va a tratar, todavía está en pañales. Así que tendrán que esperar para saber que sucede con Javier y con el otro chico del cual no he dicho prácticamente nada. Les dejo un saludo enorme y que tengan una muy feliz navidad y un excelente comienzo de año.