No sé qué tan bien conozco a Steve Rogers como para asegurarme de que no intentará movimientos bruscos durante nuestro entrenamiento. Por un lado consideré su personalidad; pero creo que olvidé considerar el hecho de que es el primero en las filas de batalla. Un demonio de fuerza física por excelencia. Al final, creo que no hice más que guiarme por cómo se comportaban ambos conmigo y no sé si eso me haya ayudado en mi decisión.
Steve coloca una mano en mi hombro y me sonríe - No tengas miedo. Te prometo que iré con cuidado en este entrenamiento. Puedes confiar en mí -
- No tengo miedo - Le miento, esperando que no se dé cuenta - De todas formas te agradezco la intención - Él se detiene a mirarme nuevamente. No quiero ser vanidoso; pero he empezado a considerar que puedo significar algo para él.
- Sólo para asegurarme de que a Steve no se le pase la mano - Brian nos interrumpe - Estaré observándote desde lejos. Te ayudaré cuando lo considere necesario -
Eso por lo menos me hace sentir más seguro.
Me coloco en el centro del gimnasio; en posición de batalla. Steve hace lo mismo y veo su actitud ante un combate: fuerte; decidido y confiado. Recuerdo lo que dijo Brian: soy capaz de convocar hechizos mágicos que involucren al elemento hielo o bien usarlo como extensión de mi cuerpo. El problema está en que no sé cómo hacer esas majestuosas invocaciones. Pero soy inteligente; algo se me tendrá que ocurrir durante el entrenamiento.
Steve se pone a contar hasta tres, eso sin duda hace que me estremezca. Analizo la situación y concluyo que lanzará un golpe tan pronto termine de contar. Intento pensar en algo que me permita eludir su ataque sin verme expuesto a su próximo golpe si es que falla. Entonces recuerdo que soy capaz de volar; no soy de los tíos que apuestan todo a una jugada pero algo así podría ayudarme en un momento como este.
1; 2; ¡3, ahora!
Él se impulsa hacia adelante, como temía. Invoco las alas demoniacas y me elevo lo suficientemente rápido como para salir ileso. Pierde el equilibrio y golpea el suelo. El piso vuelve a fragmentarse como lo había hecho con Tobias. Soy consciente de que si llega a golpearme, quedaré debilitado en un instante, pero tampoco quiero ser un tío cobarde que se mantiene en lo alto. Y tal vez creo que hablé muy rápido, ya que Steve también convoca sus alas demoniacas para elevarse y continuar con su ofensiva. Intento concentrarme y realizar algún conjuro; pero las probabilidades de que pueda hacer algo ahora mismo son bastante escasas.
Steve se eleva e intenta golpearme a mano limpia. Sin embargo, entre nosotros aparece un círculo mágico de color celeste. En el centro reconozco el símbolo de la familia Emery; un copo de nieve. Esto seguramente ha sido obra de Brian. En cualquier caso, decido aprovecharlo. Me lanzo hacia abajo y aleteo con fuerza para superar en altura a Steve. Aquí es cuando intento atacar.
Extiendo la mano; trato de concentrarme en los elementos claves para convocar algo que me pueda servir. Tal vez una ventisca; o una ráfaga; o una jodida bola de nieve. Lo único bueno, es que Steve no es muy hábil volando, algo lógicamente obvio. No obstante, él decide aterrizar y abandonar su ofensiva voladora. Continuo concentrado, imaginando que de mi brazo aparece un círculo mágico, que finalmente despliega una poderosa ráfaga helada.
- ¡Venga Bucky! Yo sé que tú puedes - Me anime Steve. Sus palabras solo logran desconcentrarme. Este tío realmente es muy extraño; pero aun así me agrada - Confío en ti -
Por un momento intento ignorar sus palabras de aliento, concentrándome solamente en mi habilidad para realizar conjuros mágicos. Pienso también en mi nueva vida; en que soy un demonio y ahora pertenezco al reino de la oscuridad. Un miembro de la familia Emery, el sirviente y esclavo del presidente Gideon Emery. Cierro los ojos, y escucho un extraño sonido.
- Impresionante…. - Declaro incrédulo.
Delante de mi mano ha aparecido un círculo mágico, igual que el de Brian. Lo comprendo a la perfección: los demonios de este clan utilizarán este círculo para sus labores. Y pese a que estoy bastante impresionado, intento concentrarme todavía más en las ventiscas. Visualizo el frío; intento sentirlo y expandirlo. Brian tenía razón, es mucho más difícil de lo que parece. Pero nuevamente recalco que soy inteligente; puedo lograr lo que quiero si me lo propongo. Y entonces, del círculo aparece una poderosa ráfaga decorada con fragmentos de hielo.
- ¡Lo sabía! Sabía que podías lograrlo - Exclama Steve. Pero pese a que se siente feliz por mí; se defiende fácilmente de mi ataque saltando hacia un costado para finalmente la tormenta de nieve se estrelle con el suelo - Mientras más practiques, más poderoso serás -
Asiento con la cabeza y reúno la suficiente confianza para descender. Y como ya lo tenía previsto, Steve se lanza hacia mí con la intención de darme un buen golpe. Por mi parte, extiendo el brazo e intento visualizar el círculo mágico que rápidamente se materializa delante de mí. Sin embargo, creo que aún soy muy inexperto, pues tan pronto Steve golpea el círculo, éste es destruido en millones de pedazos. Comprendo que el círculo no funciona de la misma manera para cada actividad. Eso significa que no puedo convocarlo sin antes designarle una tarea.
- Veamos si puedes darme - Le digo con una sonrisa. Me echo hacia atrás para volver a convocar las alas demoniacas; solo que esta vez las utilizo para impulsarme y salir ileso del ataque de Steve. No me había dado cuenta que de sus manos fluye energía de color celeste oscuro. Si lo miro con inteligencia; puedo darme cuenta de que todo lo que toque se congelara - Aquí voy -
Vuelvo a extender el brazo. Mis alas se extienden hasta su límite. Convoco el círculo mágico para atacar; por lo que rápidamente se materializa y delante de él veo que se acumula la energía necesaria para desencadenar la ráfaga de nieve. Entonces ataco.
- Bien hecho - Dice Steve al momento de empezar a correr hacia mí.
Despliego la ráfaga sobre él, pero desafortunadamente se ha percatado de saltar antes de terminar embestido por la fuerza de mi hechizo. Esta vez me doy cuenta de que pretenderá hacer algo con fuerza. Extiendo nuevamente la mano y utilizo el círculo mágico en fase defensiva. Físicamente no cambia, pero lo único diferente es que gira lentamente sobre sí mismo.
Delante de mí aparece otro, probablemente obra de Brian. Entonces, el rubio cae sobre el círculo convocado por el alfil e intenta destruir con su mano. Me impresiono al ver que su fuerza ha podido con la defensa de Brian pero se ha debilitado bastante como para romper el mío. Desafortunadamente estaba equivocado. Ambos círculos mágicos son destruidos y yo soy lanzado por la fuerza de dicho ataque hacia atrás. Caigo al suelo, adolorido por el impacto.
- Creo que está bien por ahora - Declara Brian - Nuestro presidente se pondrá muy contento cuando se entere de que Bucky es capaz de convocar ventiscas y defenderse por sí mismo -
- Desde un principio supe que Bucky tenía la sangre de un Emery - Steve dice mientras camina hacia mí - Hombre, eres simplemente increíble - Se ríe y me levanta con una mano.
- Gracias… - Le sonrío - Tú también estuviste brillante. Eres simplemente genial -
- ¡Amigo! Debiste verte cuando convocaste esa ráfaga de viento. Lo hiciste como si llevases años siendo un demonio. Créeme que casi ningún peón puede hacerlo durante la primera vez. Te lo dice alguien que es un asco en las artes mágicas -
Yo simplemente me rio y lo miro a los ojos. Asiento con la cabeza y él se queda mirándome. Nuevamente siento esta extraña sensación. Es como si nos conociésemos de algún lado. La confianza que me tiene me perturba. Y no sé si es porque su personalidad es así o porque hay algo en mí que seguramente le llama la atención. Realmente me pone muy confundido.
- Oigan tortolos - Dice Tobias. Nosotros dejamos de mirarnos y lo miramos a él - Brian y yo iremos al mercado a por unas cosas. Así que nos veremos después - Se despide con una sonrisa.
- Nos vemos más tarde - Me despide así como Steve lo hace después de mí.
Ellos desaparecen después de un rato. Yo me quedo sin nada que decir mientras que Steve se dedica a regresar las maquinas a su lugar. Luego de unos minutos, me decido por ayudarlo. Él sonríe al verme contribuir con la causa y continúa haciendo lo suyo. Pero entonces se me ocurre facilitar el orden con la ayuda de la magia. Ahí es cuando extiendo nuevamente el brazo y me concentro para convocar círculos mágicos debajo de las máquinas para trasladarlas a su lugar.
El rubio se ríe y camina hacia mí - No te esfuerces demasiado. Tendrás tiempo para hacer eso durante los juegos de valoración - Me mira con una sonrisa.
- Yo podría decir que así resulta mucho más sencillo - Digo.
- Eso para mí ha sido un golpe bajo - Bromea - Seríamos un gran equipo; magia y fuerza -
- Ya lo creo - Asiento - ¿Hace cuánto que formas parte de la familia Emery? -
- Diablos - Steve intenta hacer el esfuerzo por recordar - No he pensado en eso desde que comencé a disfrutar de mi vida demoniaca. Pero creo que hace unos cuantos años -
- ¿Y no has envejecido desde entonces? - Sus palabras me han despertado curiosidad.
- Claro que no - Sonríe - Los demonios no envejecen. Es una característica que los vampiros plagiaron e hicieron suya - Se sienta en una de las máquinas - ¿O cómo podría ser posible que un anciano como yo sea tan atractivo? No. Yo soy lo bastante joven aún y seguiré así -
Sus palabras me dejan mucho en qué pensar hasta que recuerdo una cosa - Ah, oye. Nunca te agradecí por ayudarme a entrenar. Realmente te lo agradezco - Me acerco hacía él.
- No tienes por qué agradecerlo. Eres mi nuevo compañero después de todo - Recibe mi apretón de manos y me atrae hacia él para abrasarlo - Aun así. Prefiero los abrazos -
Me envuelve con sus manos fuertes mientras que yo coloco mis brazos a su alrededor y me aferro a él por un momento. Huele a jabón y a perfume. Siento lo fríos que están sus brazos debido al hielo que corría por sus venas anteriormente. Intento ignorarlo y concentrarme en él y solamente él. Ha sido muy bondadoso conmigo desde que llegué; me ha recibido como nadie lo ha hecho incluso en mi vida humana y pareciera ser que ya me aceptó en su familia. Luego de un momento, se separa de mí y me mira a los ojos.
- Gracias… Steve…. - Es lo único que soy capaz de decir - ¿Tú serás mi familia ahora? -
Él esboza una sonrisa y se inclina para presionar sus labios contra los míos. Me quedo en blanco por un momento. El chico que suponía iría a ser mi tutor me está besando en este preciso instante. Sus labios son suaves y coloca su mano en mi mejilla. Intento no parecer desesperado y cierro mis ojos, colocando mis brazos alrededor de su cuello. Mi corazón palpita con fuerza nuevamente, recordándome que estoy vivo, que he cambiado de mundo pero no de espíritu. Y cuando Steve se da cuenta de que también estoy dispuesto a besarlo, me atrae con más fuerza hacia él. El beso se hace más intenso y noto cómo su corazón también palpita fuertemente.
Luego de unos momentos, se separa de mí, mirándome con una sonrisa satisfactoria.
- Puedo llegar a ser más que eso… - Se ríe - Pero sí. Yo seré tu familia ahora -
Se inclina nuevamente hacia mí y yo despierto cuando vuelve a besarme. Parece decidido y fuerte incluso en esta situación. Pero algo en mí anda mal. Intento parecer interesado en el beso, pero noto como Steve se lleva la iniciativa e intenta revivir la chispa. Es ahí cuando me aparte.
- Yo… - Digo extrañado - No sé si esto esté bien… -
- ¿Por qué no? - Me pregunta confundido, decidido a mantenerme entre sus brazos - Me gustas mucho. Y sé que yo también te gusto -
Veo la honestidad en sus ojos. Realmente siente algo por mí y no es muy diferente de lo que yo siento por él. Pero también veo en sus ojos la necesidad de estar con alguien, que realmente le gustaría estar conmigo y me pregunto por qué es que está tan decidido a cumplir eso. Su corazón palpitando no puede engañarme; realmente siente algo por mí y yo no puedo mentirme a mí mismo como para decir que no me gustaría estar con él.
Me inclino para besarlo y él también lo hace. Vuelvo a sentir como su corazón se enciende con nuestros labios en contacto. Y por un momento puedo pensar que todo estará bien; que llegué a la familia Emery para estar con Steve. Sin duda eso me hace sentir que ha valido la pena renacer en un nuevo mundo para intentar una vez más encontrar el amor que tanto anhelaba.