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Casi irreal por Reiga

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Notas del fanfic:

Sé que aún tiene que subir el cuarto capi de mi pequeño cachorro, pero me desvié un poquito mientras lo escribía, ahora seguirá con eso para subirlo durante la noche.

Espero les agrade este pequeño escrito, siento que me quedo algo raro, pero aun así me gusto.
Estos dos me fascinan juntos así que espero les guste  también.

A leer

(los personajes no me pertenecen)  

Notas del capitulo:

Hermosas busquen esta cancion  https://www.youtube.com/watch?v=iN7YSK8Ah4U

 

para que las escuchen  cuando salga   esto en le fics  °*°Cancion°*° , creo que seria lo ideal ;)

 

 

~*~*~Casi irreal~*~*~

 

 

 

Tres años han pasado desde que se conocieron todos, ¿de quién hablo? Pues de los mejores jugadores jóvenes de estos tiempos. Odio, amor, desamor, peleas  rencillas etc. Un sin número de cosas habían ocurrido. Pero de todo había sobrevivido la fuerte amistad que habían logrado  forjar con el tiempo.

Ya era el momento en que la vida se tenía que tomar más enserio, elegir caminos al salir de la secundaria, nada más quedaban unos cuantos meses antes de salir y terminar por completo una era de oro para ellos.

Ahora era que se encontraba la kiseki no Sedai reunida en aquel lugar nocturno que se había vuelto el favorito por ellos.

–kurokocchi ¿Por qué no vino kagamicchi contigo?  –pregunto el rubio con un tierno puchero en sus labios. Siempre en sus juntas estaba el pelirrojo pero ya hacía tres salidas atrás que el chico tigre se había ausentado causando la extrañeza en los chicos.

–No lo sé. Me dijo que tenía que hacer hoy, pero que les manda saludos –contesto con simplicidad, la verdad es que si le causaba un poco de curiosidad pues había notado un poco extraño a su luz pero no había querido preguntar si  algo le estaba inquietando.

–Quizás tiene novia, ¿no sabes nada?  –pregunto el peliverde picado en la curiosidad, del porque la ausencia.

Kuroko pareció pensarlo –mm no lo se nunca lo he visto con nadie.

–¿Nada, nada? algo extraño –añadió aomine.

–¿Algo extraño? creo  que si al menos. Terminan los entrenamientos y se va rápido, también lo he notado más pendiente de su celular  pero…

 –ahh es fijo,  tiene novia – dijo aomine seguro de su deducción echándose en su asiento.

–oh novio, pues no creo que haya sido el único que se salvara –le segundo midorima.

–¿A que te refieres? –pregunto Kise con su carita de “no entiendo”.

–ya sabes – acoto el emperador del grupo bebiendo de su bebida –kuroko está conmigo, tu con Midorima,  Aomine con el chico tímido y murasakibara con el chico de un ojo – contesto con simpleza –  ninguno aquí alcanzo a conocer la palabra hetero y realmente dudo que kagami lo sea.

Aomine y mura bufaron el escuchar como su ex capitán llamaba a sus actuales parejas, pero lo dejaron pasar, pues no había caso con él.

–Que tal una apuesta –dijo murasakibara sonriendo.

–No será necesario – dijo nuevamente  el emperador, mirando hacia la entrada del local, por inercia todos se voltearon y miraron sorprendidos a la pareja que ingresaba entre sonrisas y sonrisas.

Todos quedaron en una pieza “¿Cómo era eso posible?” vieron asombrados como kagami buscaba una mesa desocupada entre todo el bullicio y se les callo la mandíbula cuando puso una mano en la cintura de su acompañante y lo guiaba con extremo cuidado y delicadeza.

–No puedo creerlo –dijo Aomine

–Quizá solo sea amigos –dijo tontamente Kise, buscando una explicación y es que se le hacía muy raro imaginarse a esos dos juntos “¿En qué momento había pasado tal suceso?” 

Todos seguían absortos en cada detalle de la mesa lo suficientemente lejos de ellos pero del cual tenían una perfecta vista.

Notaban como el pelirrojo hablaba y su compañero de mesa le sonreía, ¿de que hablaban? No tenía idea y la curiosidad les estaba matando.

Había demasiado familiarísimo y comodidad de parte de los dos para ser una relación de hace poco, pensaban.

 

°*°Cancion°*° 

 

De pronto la música paso de una totalmente movida a  una igual  movida pero no grotesca. Vieron a kagami sonreír mientras  se paraba de su asiento tendiendo su mano, esperando que el pelinegro la tomara y así fue antes de sonreír un poco avergonzado pues pensó que era una broma o algo así, pero  la mirada del pelirrojo le dijo lo contrario.

Kagami sonreía en todo momento hasta que llego a la pista, poniendo sus manos en su cintura de su pareja, comenzado con un movimiento lento casi gentil, incentivando y dándole la entera confianza a su pareja. El pelirrojo se puso totalmente serio, mientras le miraba, como grabándose cada facción del chico enfrente suyo.

Con una de sus manos rodeo desde su cintura hasta su espalda y con la otra le acaricio la mejilla, para que se esa manera el chico le mantuviera la mirada.

La letra comenzó a sonar y para la estupefacción de los espectadores voluntarios y del chico pelinegro, kagami comenzó a cantarle.

“Te quiero en planes bebé”
“Muy gentil ven a mí, más cerca”  –le cantaba afirmando el agarre.      
“Más ahora, ahora”
“Una escenario que ya ha sido decidido

Repetía la estrofa mientras sus ojos no se apartaban de los contrarios y su mano no dejaba de acariciar con ternura su mejilla

Paro de cantarle y le regalaba una sonrisa, el chico lo abrazo, aquello había sido un detalle que jamás espero, sus cuerpos seguían con un movimiento delicado, los dos destilaban gracia y gentileza por los poros. Kagami volvió a retomar la canción

 

“Ven a mi ahora, arroja tu corazón”
“Siempre fue así, tú realmente eres deslumbrante” –cantaba acercado su rostro al del contrario ambos cerraron los ojos entregándose al momento.
“Te amo de ese modo” ­–le pronuncio besando su frente
“ven a mi”
“Te quiero en mis planes” 

 

Su receptor estaba feliz y conmovido, todos  cada uno de sus te amo lo apreciaba con el alma y le llegaban directo a su corazón, el pelirrojo siempre se lo demostraba de eso no se quejaba, pero el que se lo dijera eran contados con sus manos, para todo el tiempo que llevaban.

Kagami le sonrió con ternura el ver sus bellos ojos aguados, aquellos que odiaba ver triste, le rompía, ya fueran de felicidad o tristeza no le gustaba que por aquellos azulinos ojos corriera una sola lagrima. Inmediatamente guio sus manos a sus mejillas limpiando e impidiendo que alguna osada quisiera salir.

Luego de un “también te amo”  por parte del pelinegro, se abrasaron, siguiendo el ritmo de la canción.

La kiseki no sedai estaba que no se la creía.

–Le canto… –decía un atónito rubio, lo que había presenciado fue por demás lindo.

–Se ven… felices – le secundo ahora el peli celeste, mirando con ojitos brillosos a su novio, Akashi lo miro  sonrojado y  desvió la vista, si quería que le cantara, pues bien. Lo haría, pero tendría que conformarse con que sea en privado.

–Bueno pues ya tenemos la respuesta del porque no vino – contesto con una sonrisa el moreno, ver a uno de sus amigos desbordando tanta felicidad sin duda te hacía sentir bien.

–Así es, al parecer Takao lo tiene de la pestaña –   decía el peliverde, aun preguntándose como rayos esos dos habían terminado juntos.

–ya se van –dijo murasakibara  y todos se fijaron en la parejita que ya se iba perdiéndose entre la multitud y una idea cruzo por sus cabecitas, bueno por dos cabecitas a los demás solo les quedaba acatar

 

~*~

 

Kagami  y Takao salieron de la discoteca sintiendo inmediatamente  la brisa helada en sus cuerpos, kagami iba con unos jens negros, una polera negra y una camisa cuadrille roja con gorro negro y  encima un poleron abierto de color plomo oscuro, el pelinegro vestía con unos jens azules, una polera negra y un chaleco verde petróleo que más era un mero adorno pues era muy fino.

Kagami se sacó su chaleco y se lo puso a su pareja, el pelinegro no discutiría ya que esa discusión  la habían tenido antes, además le gustaba sentir el calor de kagami chocar con su cuerpo por medio del poleron.

Era de noche e iban disfrutando del silencio del otro, eran pocas las personas que podían distinguirse. Caminaban por medio del parque y  Takao miro hacia los lados antes de atreverse a tomar la mano de su acompañante, sonrió al sentir que este las entrelazaba y la apretaba, sus manos eran tan grandes que le daba una gratificante  seguridad con solo sentirlas.

Se juntó más al pelirrojo y apoyo su cabeza en su hombro, caminaron así un rato más hasta que kagami, diviso una banca alejada, lo guio hasta ahí y con sus gestos le indico a Takao que se sentara.

Quedando impresionado cuando este se arrodillo y afirmo en sus rodillas.

–¿Qué pasa? – Pregunto asustado poniendo sus manos en las mejillas de kagami, este las tomo, beso una y las puso en sus rodillas mientras las abrigaba con sus manos ya que estaban muy frías.

–¿Recuerdas la canción? – cómo olvidarla le hubiera contestado pero solo asintió.

“Te quiero en mis planes
un escenario que ya ha sido decidido”

Le dijo nuevamente y Takao no entendía –yo ya lo tengo decidido, pero falta que lo hagas tu – le menciono dejando aún más perdido al pobre pelinegro.

–El matrimonio aun no es legal, por lo que mi ambición es otra – le pronuncio dejando al pelinegro casi en shock por la sola mención de esa palabra.

–Quiero que vivas conmigo –le pronuncio su propuesta y su más fuerte deseo desde hace un año – iremos por diferentes caminos referente a estudios, pero nuestros sentimientos siempre irán por el mismo, así lo deseo, quiero despertar cada día contigo a mi lado, ver cuando abras tus ojos y me sonrías como solo tú sabes hacerlo, quiero esperarte cada noche, velar cada día los bueno y los malos.

El chico hasta ahora ya no se aguantó y cerró los ojos mientras apretaba sus manos, kagami no evito sonreír su novio, aquel del que se había enamorado hace dos años y medio era bastante sentimental.

–Prometo serte fiel en la prosperidad y la adversidad, en la salud  y en la enfermedad,  amarte y respetarte todos los días de mi vida…¿Que me dices? 

Kagami en el fondo estaba muy nervioso, no creía en una negativa pero la posibilidad por pequeña que sea siempre estaba y eso le aterraba, su corazón se liberó de sus miedos al ver una sonrisa en aquellos labios mientras que por sus ojos no dejaban de correr lágrimas.

–Quiero vivir contigo – le dijo hipando tratando de calmarse –me entregare a ti como nunca nadie lo ha hecho, Prometo serte fiel en la prosperidad y la adversidad, en la salud  y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida – le recito las mismas palabras tomando aire abriendo sus ojos para encontrarse con los que amaba  – jamás creí que pudiera llegar amarte tanto como lo hago. En un principio fue tan difícil que vernos ahora es casi irreal.

–Lo se, perdóname – le dijo kagami sintiéndose mal, porque ahora si las lágrimas de Takao fueran de tristeza al recordar esos tiempos. En aquellos momentos Kagami no tenía ojos para nadie que no fuera de la kiseki no sedai y su idea de derrotarlos, tan metido estaba que no se detenía a mirar al chico que se enamoró de el con solo verlo, sin darse cuenta del dolor que le causaba su indiferencia.

–Tonto –le dijo poniendo sus manos en las mejillas de pelirrojo atrayéndolo y uniéndolos en un  beso tierno, kagami de apoco fue abriendo su boca introduciendo su lengua en aquella cálida y dulce cavidad, sus labios se movían a un ritmo lento, saboreando los labios del contrario, se separaron y  antes de alejarse dejo un pequeños beso de piquito en los labios de su tigre – Me amas ahora ¿no?

–Lo suficiente para volverme loco y matarme si un día decides dejarme –le dijo convencido de sus palabras.

–Tonto – le susurro sobre sus labios antes de besarlo  – Eso no pasara  

Kagami le miraba con profundo amor, de esas miradas que se dan sin que te des cuenta cuando encuentras el verdadero amor. Aquel que te causa felicidad por estar contigo y tristeza al mismo tiempo de solo pensar en que algún día se puede acabar.

Acaricio sus mejillas como si de un ángel se tratara, sintiendo sus mejillas heladas, sus manos frías y sus labios ya estaban tomando un tono morado.

–Vamos – le menciono, y Takao se levantó al instante, siendo abrasado por esos protectores brazos.

Ya era muy tarde por lo que ahora sí que no se veía un alma, al menos no alguna a la vista, ninguno se percató de los pares de ojos que los veían  con el asombro impregnado en sus rostro por todo lo presenciado, les siguieron la vista al par de amantes  hasta que desaparecieron abrazados en la esquina de la plaza yendo a lo suponían seria el departamento del pelirrojo, quizá para consumar e iniciar lo que sería su nueva vida juntos.

 

Fin        

Notas finales:

 ¿Les gusto?  Espera que si, les da gomitas :3

Muy bonita noche!! Y nos leemos pronto <3      

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