Las frías gotas de agua que caen del cielo dificultan la precisión de nuestros conjuros. El viento agita las hojas de los árboles y congela las plantas más débiles del bosque. La luz de la luna ha sido bloqueada por la acumulación de las nubes y puedo sentir cómo la presencia de la oscuridad junto con los fenómenos climáticos despierta mi sed de sangre. Los ángeles que se han aliado a nosotros; los demonios, han agotado sus reservas de magia blanca. Puedo cerciorarme de ello al observar a mis compañeros: Finnick Odair, Marlene y Cato reposar en la fría y húmeda tierra. Ladeo la cabeza y observo en el cielo la presencia de una entidad caótica, que se identifica por vestir de túnicas oscuras y presumir unas alas emplumadas de color negro; un ángel caído. …l es el motivo por el cual hemos desencadenado una batalla campal, uniendo además las fuerzas de los ángeles con los demonios; una alianza que surgió a base del nacimiento de una nueva raza.
He llegado tarde a la batalla; pues los demonios somos débiles en las horas diurnas. Anocheció hace pocos minutos; y aun así siento que mi poder como demonio está en su apogeo. Entonces ordeno a los otros demonios que se dispersen sigilosamente por el bosque en función de organizar una emboscada. Todos ellos desaparecen entre las sombras exceptuando una niña pequeña de doce años de edad que permanece a mi lado; Kee. Volteo rápidamente la cabeza al escuchar las carcajadas del ángel caído que permanece en el cielo e intento idear un plan para su destrucción. Entonces cae del cielo un ángel. Tardo unos minutos en darme cuenta de quién es y luego de eso le doy una cálida sonrisa. Susan me sonríe cordialmente y observa a sus compañeros exhaustos.
- Qué bueno que ya han llegado - Dice ella con una dulce voz - Voy a sanar a mis amigos. Creo que ustedes podrían darle una mano a mi compañero que aún pelea con ese monstruo -
Es una lástima que sus habilidades curativas no funcionen en nosotros. Susan Black es uno de los médicos más talentosos del mundo celestial, y estoy seguro que si ella fuese un demonio los miembros de la nobleza; fundadores de clanes se pelearían por tenerla como un obispo; un alfil.
Asiento con la cabeza e invoco mis alas demoniacas para elevarme a grandes alturas. Alzo la vista y observo la sonrisa macabra de aquel ángel caído que despliega sus plumas negras con cada aleteo. Entonces el aura demoniaca que constituye mi espíritu comienza a fluir por todo mi cuerpo. El ángel caído se asusta al escuchar el suspiro de la entidad maligna que vive dentro de mí e invoca su propia energía que emana a través de su cuerpo. Respiro profundamente e intento potenciar mi energía con los valores demoniacos: el odio; la maldad; el miedo y el rencor.
- Una criatura como tú; que ha abandonado sus creencias en busca de poder, merece ser castigada. En nombre de los ángeles y los demonios. Te destruiré ahora mismo - Le digo con el orgullo que es propio de los demonios de clase alta. …l se enoja y extiende su brazo.
- Cuida tu boca, asqueroso demonio. Yo seré quien decidirá tu destino - Invoca un círculo mágico cuyo símbolo es el de una estrella y despliega un estruendoso relámpago.
Los ángeles caídos aún conservan los poderes de la luz, y este renegado no es la excepción. Sin embargo, puedo defenderme fácilmente de su técnica con la invocación de mi propio círculo mágico, por lo que he logrado salir ileso de su descarga eléctrica. Aun así, noto que en mi escudo han quedado restos de electricidad que terminan por destruirlo en pequeños pedazos. En cualquier caso, es mi turno de contraatacar, así que extiendo la mano e invoco nuevamente el círculo mágico de la familia Gelus, desencadeno un efímero ataque de magia negra. Y debido a la rapidez con la que he lanzado mi hechizo, el ángel caído ha sufrido severamente las consecuencias; entre ellas, ha perdido el equilibrio de vuelo.
- Por si no lo has notado. Mi nombre es Brian; y soy de la familia Gelus - Le digo con seriedad - Deberías pensar dos veces las cosas antes de insultar a un demonio de la nobleza. Realmente las insolencias me ponen furioso - El aura que fluye a través de mi cuerpo comienza a excitarse y las propiedades mágicas que la componen empiezan a congelar las cosas que me rodean.
Cuando el ángel caído recupera el equilibrio se dispone a atacarme con un relámpago, pero se ve forzado a defenderse en el momento en que una poderosa ráfaga de fuego intenta hacerle daño. Aprovecho la oportunidad y lanzo un hechizo de hielo en contraste del conjuro de mi aliado. Es una poderosa ventisca que emerge del círculo de Gelus y que constituye un flujo constante.
Tobias Eaton aparece volando con rapidez por uno de mis costados. Se eleva con un fuerte aleteo para luego caer en picada sobre el ángel caído y atacarlo con las espadas que lleva en ambas manos. El enemigo está muy ocupado manteniendo la barrera que lo protege de mis ráfagas heladas y de la poderosa llamarada infernal de Johanna Mason, por lo que es incapaz de aguantar un tercer ataque. Los círculos que había convocado se destruyen y Tobias ejecuta un corte.
Johanna Mason se eleva desde el bosque y aprovecha la abertura que dejó el castaño. Aletea un par de veces para ganar altura y luego de eso convoca una inmensa ráfaga de fuego. Tardo un par de minutos en darme cuenta de que un círculo mágico se ha dibujado a mi lado y materializa a un demonio de clase media; Edward. …l tiene la misma naturaleza que yo, así que invoca un círculo mágico sobre el ángel caído dejando caer una avalancha.
- No podía equivocarme. Solo hacía falta la presencia de nosotros los demonios para vencer a este idiota - Comenta Johanna con una sonrisa en su rostro - Anda Brian. Elimínalo -
Asiento con la cabeza y me dirijo hacia la ubicación en donde ha caído el ángel renegado. Cuando lo hago, observo que está completamente herido, con un ala rota y un centenar de plumas negras a su alrededor. La idea de que por fin será eliminado de este mundo me hace sonreír.
- ¿Tienes alguna última palabra? - Le pregunto, aunque realmente no me importa su declaración.
- Vete al diablo… - Dice casi sin aliento. Sus palabras me causan un poco de gracia, aunque de todos modos lo asesinaré con el uso de magia oscura. Entonces invoco el círculo mágico y dejo que sea consumido por el poder destructivo de mi hechizo. El ángel caído abandona el mundo con un grito y su cuerpo es destruido en un montón de plumas negras que llueven sobre mí.
- Ha sido suficiente por el día de hoy - Pienso - Está bien. Es hora de irnos a casa -
No ha sido fácil convivir con los ángeles bajo el mismo techo. Desde que los reinos espirituales; Luz y Oscuridad declararon oficialmente la alianza entre sus mundos para la restauración del equilibrio, han proclamado la unión entre un grupo de ángeles y demonios en la misma vivienda. Se ha manifestado que la razón por la cual debemos vivir juntos es específicamente para mejorar la convivencia social, erradicar las diferencias que nos han mantenido en una eterna separación y por defecto; establecer una era de paz entre los reinos espirituales. Los fundamentos de esta descabellada unión radican en que ha nacido un grupo de peligrosos insurgentes originarios del mundo de los ángeles. Si bien ellos eran la mano derecha de Dios, no podían serlo si tenían ideas impuras. Así que se cayeron de los cielos, destinados a vagar por el resto de la eternidad. El hecho que obligó al inframundo a aliarse con los ciervos de Dios, fue que los ángeles caídos han estado causando estragos en el mundo. Sin un propósito en la vida, lo único que les queda es satisfacer sus ambiciosos deseos, afectando significativamente el equilibrio entre los ángeles y demonios.
Debido a ello, la única prioridad del inframundo y el cielo en estos tiempos de guerra, es la eliminación de estos peligrosos insurgentes. Se ha manifestado que los ángeles caídos no tienen cabida en este mundo y por eso se creó la ley que implicaba que grupos de cinco ángeles y demonios serían colocados en el mundo humano para monitorear las acciones de los ángeles renegados. Y sin embargo, los resultados no han sido los que el infierno y el cielo se esperaban.
Desde un inicio, nosotros; el equipo 76 de la brigada entre ángeles y demonios, hemos acostumbrado a ser muy poco sociables los unos con los otros. Creo que eso se debe a que hemos mantenido una impetuosa rivalidad entre nuestros mundos. Pero a pesar de ello, hemos logrado establecer lazos de amistad los unos con los otros; un hecho que siempre creí impensable. Puedo cerciorarme de mis palabras al ver cómo Finnick Odair y Johanna Mason están jugando una partida de ajedrez. Conozco a la castaña desde hace tiempo y sé que ganará; pues la organización social de los demonios se basa específicamente en este juego de mesa.
- Jaque… - Dice Johanna luego de realizar su última jugada. Ella se ha caracterizado en el inframundo por el uso de hechizos ígneos. Y a pesar de que el fuego es muy popular en los demonios del infierno, Johanna es muy hábil con el uso de este elemento - Estas perdido -
- Esto es injusto - Finnick sonríe luego de mover irresponsablemente a su reina - ¿Cómo puedo vencer a alguien cuya sociedad se basa en este juego? Me has quitado a casi todos mis peones. Creo que en cualquier momento te comerás a mi mejor pieza y tendré que rendirme -
- He escuchado que los ángeles son muy hábiles en el póker - Le digo a Finnick con una sonrisa.
- Así es. Aunque más que otra cosa, es uno de los juegos típicos en nuestro mundo. No está tan relacionado a nuestra organización social como sucede con los demonios - Explica.
Había olvidado que la libertad es el pilar que constituye la ética de los ángeles. No funciona de la misma manera con los demonios, quienes están destinados a llevar una pieza de ajedrez que determinará su rol en la sociedad - A veces pienso en la libertad como en un sueño más que en un derecho. En cualquier caso; estoy estudiando para convertirme en el Rey - Le digo a Finnick.
- Pero tú perteneces a la nobleza - Señala Johanna - Es más fácil que un demonio de clase alta cumpla sus deseos, porque tiene más oportunidades - Le comenta a Finnick - De todos modos eso no me importa. Tengo un buen puesto en los demonios que postulan para ser caballos. Sí, puede sonar muy egoísta, pero es mi último recurso como demonio de clase media -
- No lo veo de esa manera - Dice Finnick - En contraste, los ángeles no tenemos división de clases sociales. Pero los mejores son los que sobresalen y se convierten en arcángeles. Es una ley natural que se aplica para todos los seres vivos - Reconozco la sabiduría en sus palabras.
De vez en cuando intento ayudarle a Finnick; colocándome detrás de él para mover una de las pocas piezas que le quedan y salvarlo de la implacable invasión de Johanna Mason. Entonces, las puertas de la sala principal se abren, ladeo la cabeza para ver a Cato y a Lynn; un ángel y un demonio que se especializan en el combate cercano. Llevan bolsas de supermercado y recuerdo que era el turno de ellos ir a hacer las compras de este mes.
- ¿Por qué han tardado tanto? - Pregunta Johanna - Ya estaba empezando a morirme de hambre -
- Habríamos llegado más temprano de no ser porque Lynn se puso a curiosear entre la variedad de artefactos tecnológicos que tienen los seres humanos - Nos dice Cato; dejando las bolsas sobre la mesa - Fue mero capricho. Porque de todos modos no compró nada - Se ríe.
- Sospecho que una de las razones por las cuales los humanos nunca desarrollaron la magia, fue porque han dedicado la mayoría de su tiempo a crear estas tecnologías - Comenta Lynn - Pero sí he comprado algunos acondicionadores y algunos materiales de belleza -
Es gracioso ponerse a pensar en la variedad de mitos que los hombres han inventado sobre los demonios. Aunque no puedo decir que todo lo que han pensado sobre nosotros sea una mentira; pues los ciudadanos del inframundo son extremadamente lujuriosos y han hecho tratos con la humanidad para beneficios propios. Somos además egoístas y despiadados.
- ¿Alguien puede decirme dónde se ha metido Susan? - Pregunta Cato - Se suponía que ella tendría que preparar la cena el día de hoy. O tal vez podríamos dejarle esa tarea a alguien más -
- Creo que todavía está en un tratamiento con Tobias allá arriba - Le respondo; refiriéndome al segundo piso de nuestro hogar - Iré a buscarlos. ¡Oh! Y por favor díganle a Kee que no se pase mucho tiempo jugando con sus bestias en el jardín. Los vecinos podrían asustarse si se enteran que una niña tiene a un gigantesco lobo de más de una cola en nuestro patio -
Le he dicho un montón de veces a Kee que los demonios no pueden andar por el mundo humano presumiendo la variedad de familiares que han logrado recaudar por mero carisma con los animales. No sé en qué otro idioma decírselo. Aunque por otro lado, es uno de los dones que la llevaron a ser seleccionada como uno de los pocos niños que participan en la alianza de mundos considerando además que los niños demonio son extremadamente obstinados. En cualquier caso, la veo como mi pequeña hermana menor y sé que cuando crezca tendrá la madurez necesaria para convocar a sus bestias en el momento indicado como buen alfil que será.
- Bien… Ya casi hemos terminado… Necesito que continúes manteniendo la calma… Relájate… - A medida que subo las escaleras puedo escuchar la dulce voz de Susan Black. Ella es la representación exacta de lo que son los ciervos de Dios y lo que me hubiese gustado encontrar en un demonio cuando me convierta en el heredero del clan que enorgullece a mi familia. Pero desafortunadamente; los demonios que se dedican a la clase Alfil son protectores e invocadores. Es muy difícil encontrar a un seguidor de Satán que tenga la facultad de curar a sus compañeros.
La energía que Susan es capaz de liberar para sanar las heridas de sus aliados comienza a marearme. …sta es una de las razones por las cuales prohibimos usar magia en el hogar; pues la energía que emana de los ángeles y demonios genera malestares en el bando contrario.
- Permiso… - Digo al momento de asomarme por el marco de la puerta - Solo quería informar que Johanna y Cato están hambrientos. Y necesitan que les des de comer -
La habitación está completamente vacía y Tobias está sentado en el centro del cuarto. Susan está detrás de él y ha colocado ambas manos en su espalda. El método de sanación ha cubierto a Tobias en un aura verdosa en la que puedo sentir cómo los sentimientos fluyen a través de él. Vislumbro además la forma en la que sus heridas desaparecen respecto de las propiedades curativas que constituyen la energía convocada por Susan. Y por un momento, soy incapaz de despegar los ojos de su cuerpo; se ha quitado la camisa para mejorar la eficacia del conjuro y puedo observar ambiciosamente cada centímetro de su pecho y su espalda. Susan trata de decirme algo, pero tardo un par de minutos en volver a la realidad. Si pudiera, me excusaría de la lujuria como pilar fundamental en los seres demoniacos, pero creo que no sería lo correcto.
- Lamento la tardanza - Dice Susan con una sonrisa - Comenzaré a preparar la cena inmediatamente. Con tu permiso, Brian -
- Creo que no ha sido uno de mis mejores días - Comenta Tobias con una sonrisa - Me volteo para observar sus ojos y su cabello de color castaño claro - Qué es de la vida sin un poco de adrenalina ¿No? - Recoge su camisa que estaba en el suelo y la estira para ponérsela.
- Se debe de ser muy valiente para atacar así a un ángel caído - Le digo - Pero creo que fuiste un poco irresponsable. Pudimos haber evitado esas heridas. ¿No lo crees así? -
- No deberías preocuparte por mí. Aunque te lo agradezco de todos modos - Frunzo el ceño; me molesta que sea un tanto descuidado con su vida - Haré lo necesario para proteger a mis compañeros. Incluso por ti también sería capaz de sacrificarme - Su espíritu es la de un hombre bondadoso; abnegado y valiente. Pero no estoy de acuerdo con su pensamiento.
- Solo recuerda que tienes aliados desde el inframundo ¿Bien? Yo no quiero que un ángel se sacrifique por mí. Siento que soy lo bastante arrogante como para dejar que eso suceda - Tobias se ríe y yo también lo hago. No sé si creerá realmente que es por mi arrogancia, pero sería complicado decirle que es porque estoy enamorado de él. No puedo arruinarle la vida de esa manera. Decir que un demonio quiere a un ángel podría generar escándalos en ambos mundos.
…l me mira con incredulidad - Eso no es algo que un demonio debería decir, aunque es bueno saber que no eres como los demás - Sus palabras me confunden; no sé si sentirme ofendido o halagado respecto de su comentario - Eres más bondadoso de lo que alguna vez creí que serías -
- No malinterpretes mis palabras - Le sonrío e intento acerca un poco más a él - Si tuviese que elegir entre el juicio de un ángel caído y el sacrificio de un ciervo de Dios… Creo que ya habría muerto tres veces - Bromeo. Y entonces escucho nuevamente la risa del castaño.
No debería burlarme así de él, pero reconozco que es la única forma de reafirmar mi lealtad hacia Satanás. Y tampoco es como si lo que dijese no tuviese sentido alguno. Para los demonios, que un ángel se sacrifique en medio de una batalla campal resulta ser una vergüenza para el inframundo.
- Cuando todo esto acabe… - La sonrisa en su rostro se desvanece - Volveré al cielo y trabajaré arduamente para convertirme en un arcángel… ¿Qué harás tú? -
- Esperaré el consentimiento del gobierno demoniaco para heredar el clan de mi familia - Respondo con indiferencia. Nunca me gustó hablar de este tema porque sé que tan pronto termine la guerra entre las tres facciones espirituales, todo volverá a ser como antes - Pero si quieres que sea honesto. No me gustaría tener que abandonar esta casa -
- Yo no debería decir esto, pero creo que nosotros hemos estado muy unidos desde hace mucho tiempo. Sería una lástima tener que destruir los lazos de amistad en los que hemos trabajado - Me mira a los ojos y yo no puedo evitar sentir una punzada en mi corazón. Reconozco su sinceridad - Hombre. Nosotros deberíamos hacer algo juntos antes de que eso suceda. Nadie en la ciudad sabe que somos seres espirituales. Seríamos como un par de personas comunes y corrientes -
- Siempre he tenido curiosidad por la forma en la que los humanos se divierten. He escuchado que hay un parque acuático en la ciudad. Yo podría conseguirme las entradas para que todo el grupo pueda asistir. No sé realmente si la idea es de tu agrado -
Tobias asiente con la cabeza y yo solo me limito a sonreír. Desde que fuimos seleccionados para vivir bajo el mismo techo, no hemos hecho nada juntos. Y tampoco creo que una salida entre seres espirituales de bandos contrarios genere indignación por parte de los reinos espirituales. En cualquier caso; nos manifestaremos como seres humanos, por lo que nadie sospecharía de nuestra humanidad. Aunque lo que a mí más me importa, es que por fin tendré una salida con el hombre del que me enamoré desde hace mucho tiempo; Tobias Eaton; el ángel de fuego.
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