Hechizado
En el reino Fuego vivía un príncipe considerado como uno de los elementales más poderosos de todo el reino además de poseer una inmensa belleza que podía hechizar y enamorar a cualquier mujer e incluso a cualquier hombre. El príncipe de fuego era un joven de tan sólo dieciséis años pero para sus padres ya estaba en edad casadera.
Los reyes fuego no tenían ningún problema para encontrar una prometida puesto que su belleza y atractivo natural hacían que fueran las mujeres que pidieran en muchas ocasiones la mano de tan bello y fuerte ser. Incluso hubo una vez en que un miembro de la corte real, un hombre mayor diez años se atrevió a pedir la mano del chico a sus padres los reyes.
Pero el príncipe fuego no hacía caso alguno a ninguna o a ninguno de sus pretendientes. No era el típico príncipe de cuentos, pues tenía grandes defectos, era altivo, imponente, parco, irritable, grosero además de tener un pésimo carácter...bastante anormal por el precedente de su poder elemental, el fuego.
El príncipe no se sentía atraído hacia nadie, nadie llamaba su atención ya que creía que era demasiado perfecto como para tener que soportar a alguien a su lado. Lo que no sabía nadie del reino fuego, era que aquel mal carácter y mala disposición hacia los demás lo meterían en un problema que le sería muy difícil de solucionar y donde tendría que aprender muchas lecciones de vida, y más que nada donde encontraría el verdadero amor.
Esa noche en el palacio celebraban una fiesta en la que se confirmaría el compromiso entre el príncipe fuego y la princesa tierra. Era un hecho así el joven muchacho no estuviera de acuerdo.
El gran salón estaba decorado con flores, las favoritas de la princesa tierra. Los invitados eran miembros de la corte real así como varios magos y hechiceros que disfrutaban de la deliciosa comida y la bella música.
En una de las esquinas del gran salón la reina Mikoto hacía la presentación entre los futuros esposos, esperando que su hijo Sasuke aceptara o se comportara atento y caballero con tan bella princesa.
-Sasuke, déjame presentarte a la bella princesa del reino tierra, su alteza real Sakura-dice la reina fuego mientras sus ojos negros escanean el rostro de ambos jóvenes, pero más que nada el rostro de su hijo
El joven la miro lo necesario, haciendo debidamente una reverencia como era lo indicado en una presentación como esas, no iba a mentir. La chica era hermosa, poseedora de unos bellos ojos color verde como los prados, como los bosques. Sus cabellos eran rosa como las bellas flores que decoraban la instancia donde se encontraban. El vestido verde manzana acentuaba sus rasgos finos, se notaban a la perfección sus curvas. La cintura estrecha y los redondeados senos.
La bella princesa estaba completamente sonrojada al tener a semejante chico tan guapo frente a ella, con su hermoso traje militar azul oscuro y negro a combinar. Sus ojos y su cabello compartían el mismo tono oscuro, pero sus ojos...sus ojos eran tan misteriosos como le habían contado, quería hundirse en esa mirada y que ese guapo príncipe se grabara siempre solo su imagen. Los labios perfectos y deseables, estaba segura que pedían ser besados a gritos y esa piel...tan blanca como la de la reina fuego. Aquel joven que se convertiría en su esposo en serio era tan guapo y bello como le habían dicho....es que se quedaron cortos ante su descripción.
-Baila con ella para que se conozcan mejor-comentó la reina con una sonrisa-eso será bueno para la proclamación de su compromiso
El príncipe miro a su madre con sorpresa y disgusto. El ya había hablado al respecto sobre el no querer casarse. Encontraba a las mujeres demasiado molestas, ruidosas, caprichosas, incomprensibles, demasiado problemáticas y posesivas. No estaba interesado en nada de eso. Además que la princesa tierra era bella, pero se le notaba por encima que ella encajaba en su descripción o tal vez sería mucho peor.
-Lo siento, pero declino esa petición, Madre-cierra los ojos un momento y suspira-no puedo aceptar
Las dos mujeres se miran en silencio y observan el gesto serio en el bello rostro masculino.
La reina ríe nerviosamente tratando de calmar los nervios que empiezan a apoderarse de la princesa tierra. Mikoto sabe que debe parar lo que está a punto de decir su hijo sobre el compromiso, ya le ha pasado en tantas ocasiones ese mismo año.
-No estés nervioso por bailar con tan bella princesa-Mikoto intenta ocultar el verdadero significado- así que...baila un poco
-Bailar es otro problema pero no tan delicado como un matrimonio-responde con el seño fruncido-lo he dicho tanto...no estoy interesado en casarme ahora y la verdad es que no creo que me interese nunca
La princesa lo mira a los ojos-¿Has encontrado algún problema en mi acaso?-habla ella indignada y molesta-aun no nos conocemos como para que veas algún problema, yo estoy dispuesta a conocerte y esperar a que cambies de opinión, se que llegaremos a amarnos-dice confiada y sonriendo
-El amor no es algo que se fuerza, princesa-responde firme-usted debe tener una idea demasiado romántica...yo tengo una más realista, y créame...no me gustan las personas insistentes y menos que no acepten su realidad, como antes he dicho...declino esa petición...y hablo de mi matrimonio
-¿por qué? ¿Acaso no soy lo suficiente hermosa? yo creo que tu eres muy guapo...y si tienes razón, el amor no se puede forzar pero...podemos empezar con la atracción física, se que se puede...de todos modos todo entra por los ojos-sonríe coqueta-por ejemplo yo, creo que estoy empezando a amarte
El príncipe resopla y la reina suspira, ya sabe lo que pasará
-Además de ser poco realista es superficial. La belleza no lo es todo...es usted muy bella pero no me atrae, no me gusta...así que no hay nada que intentar, menos si para usted es suficiente el que nos acerquemos como si fuéramos animales. No acepto porque es usted mucho muy molesta, demasiado odiosa para mí-inclina la cabeza haciendo reverencia-me retiro, alteza
Justo en ese momento un fuerte temblor movió el palacio de un lado a otro, destruyendo de a poco las paredes del salón. La gente gritaba intentando no caer al suelo para salir corriendo asustados. Pero la tierra se mecía cada vez con más fuerza levantando partes del piso y del suelo.
Los ojos negros de la reina Mikoto no dejaban de mirar sorprendida a la mujer fuerte que tenía en frente, quien al parecer con sólo mover sus brazos y extenderlos causo el movimiento telúrico que de a poco se iba calmando. Todo paso tan rápido que ni los guardias habían podido hacer algo en contra de la mujer "atacante"
-¡¿Qué está sucediendo aquí?!-el rey Fugaku miraba con ira a los reyes y la princesa de tierra. Sus manos estaban listas para llamar a su elemento si tenía que luchar contra ellos, con sus ojos buscaba a su esposa y a su hijo. Diviso a Mikoto en una de las esquinas y a su príncipe en medio del salón. Había un enorme agujero y en medio de este Sasuke se encontraba de pie también con gesto serio y decidido a atacar si era necesario-¿Cuál es el motivo para este ataque?
-No es un ataque contra usted, majestad-habla una voz de mujer con tono seductor-pasa que...la princesa se ha sentido muy...ofendida
Los ojos de los hombres allí reunidos solo se fijan en la bella mujer rubia que está moviéndose de forma sensual, su cuerpo está vestido de hojas que se mueven con sus pasos decididos, mientras camina hacia donde está el príncipe. Bajo sus pies se va creando un camino de piedras y de escombro.
Sasuke observa los ojos miel de la mujer, puede sentir que su poder elemental es bastante fuerte. Se siente incomodo ante tal ser y su fuerte mirada, es notable que es poderosa a pesar de su apariencia
-Eres un chico muy guapo...y fuerte-comenta acariciando levemente la mejilla pálida del muchacho-pero...como bien dices, la belleza no lo es todo y tú tienes un pésimo carácter-ríe divertida-a mi princesa no le ha gustado tu respuesta ¿sabes?
-¿Debería preocuparme por ser sincero?-responde altivo-he dicho la verdad, es una mujer molesta...y bastante inmadura así como superficial.
-Hm...¿Que no sabes que hay otras formas de decirlo? por ejemplo, ser amable no te costaría mucho-dice ella con calma-pero eso es algo que tu no conoces, es por eso que estoy aquí
-Es usted también molesta, sólo mire lo que ha hecho. Un berrinche porque le han dicho que no a su alteza-mira a la chica de cabello rosa-las mujeres son demasiado exageradas, siempre quieren tenerlo todo, es por eso que arman semejante alboroto
Está vez ella habla fuerte para que todos le escuchen disgustada de la apreciación del jovencito-Soy Tsunade una hechicera elemental poseedora del gran poder de la tierra...estoy unida a los sentimientos de las mujeres...puesto que mi poder puede compararse con el de una deidad, además de que...la tierra es fuerte, amable con quien la coseche y cuide...fecunda y fértil...así como la mujer, he escuchado mucho de este guapo joven y he venido a conocerlo-recuerda bien sobre un pequeño escarmiento que le han pedido para el joven, muchas de las chicas que ha rechazado
-¿Qué quieres con mi hijo?-le pregunta Fugaku a la hechicera. El conoce muy bien sobre los tres hechiceros que son completamente elementos, los "sannin" como les llaman por ser los más poderosos en todo el mundo mágico, en todos los reinos al haberse convertido completamente en sus elementos, no poseen cuerpo, sólo toman forma cuando es debido
-He venido para un castigo-posa su mano sobre la cabeza del muchacho, habla a su oído suavemente-para ti y para los hombres en general debe ser muy lindo y divertido destruir los sueños de una mujer ¿verdad? Adivina...A partir de ahora tu vida cambiara, tu cuerpo también lo hará-sentencia sonriendo-tu apariencia será lo que has despreciado, hasta que aprendas a aceptarlo. Sólo amabilidad, un buen corazón y un amor podrá repararlo.
El rey quería moverse de su lugar pero es apresado por fuertes ramas imposibilitando su cuerpo. Ladeo su rostro y vio que a todos los presentes les pasaba lo mismo. La hechicera Tsunade era fuerte y no los dejaría ir fácilmente, lo único que sabía es que Sasuke recibiría otro castigo pero por su parte por haber hecho o dicho algo para ofender a la mujer que los atacaba. Cuántas veces le había dicho a su hijo que las mujeres eran peligrosas sin poderes y mucho peor con ellos, todas enloquecían con tenerlo.
-¿Qué piensa hacer?-susurra Sasuke sintiendo sus ojos pesados
-Este reino necesita un cambio, así como tu querido príncipe...cada hombre del reino será mujer, hasta que aprendan a respetarlas, aceptarlas y a considerarlas, además...para disolver el hechizo que he impuesto tú serás el responsable, pues si tú nunca cambias...ellos tampoco lo harán.
Una luz invadió el palacio real cegando a todos dentro del castillo, así como en las calles, en cada casa del reino fuego la luz llegó invadiendo y cambiando todo, ahora todos estaban hechizados.