Luhan
Llegué al mundo con el amor de mis padres. Desde que recuerdo, el tener hermanos mayores me hizo un niño felíz. Siempre fui muy cuidado y mimado. Desde chiquito mis padres siempre me dijeron que era un niño especial, muy lindo con unos hermosos ojos y una hermosa sonrisa. Cada vez que alguno de los dos lo decían, yo respondía con un "te amo" y un abrazo.
Quizás no supe lo que esas palabras significaban hasta mis once años... algo pasó y mi mundo cambió, condicionó mis decisiones en la vida y mi futuro para siempre. A esa edad aprendí lo que es planificar y todos mis proyectos fueron cimentados en esa teoría, sólo que a largo plazo. A grandes rasgos terminar la secundaria, la preparatoria, entrar en la universidad, recibirme de médico y casarme con una buena esposa, tener hijos y vivir... Felíz.
El mundo podría derrumbarse a mis espaldas pero siempre continuaría con mis objetivos fijos... o eso es lo que siempre creí.
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-Mamá… ¿dónde estás? Tengo algo de decirte.- Ando por toda la casa en busca de mi madre para llevarle la noticia, pero lo único que oigo son mis pasos y mi voz. –No está, al parecer…-
Voy a mi habitación para poder descansar por fin. La semana fue muy larga. Entre los exámenes y el entrenamiento, aunque estoy considerando dejarlo, pasó muy lento y dolorosamente. Fue una tortura, pero al fin terminó.
Ni bien toco mi cama... el sueño me lleva al mundo más lejos y no siento más nada.
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-¡Luhan, Luhan, despierta, la cena está lista!- Una voz calmada me despertó, al abrir los ojos me encuentro con una de las personas que más quiero, Yixing, mi segundo hermano mayor. –Luhan son las ocho y media, enseguida llega papá y sabes cómo es…- dicho esto Yixing se marchó.
Salgo de la cama, voy al baño para lavarme la cara e inmediatamente bajo por las escaleras hasta el comedor. Nuestra casa es enorme. El comedor es amplio de paredes blancas y el pizo de un fris gaspeado, sin mucho detalles. Del centro de la sala cuelga una linda lámpara de araña, debajo de ella se ubica la mesa, la misma con toda la vajilla de porcelana blanca y utencilios en plata. En una de las paredes se encuentra un mueble donde hay todo tipo de copas de cristal, la otra pared es un ventanal amplio que da vista al patio trasero.
Veo a Yixing sentado hablando tranquilamente con mi madre y me siento frente a él.
–Luhan, hijo, ¿cómo te fue hoy?- pregunta mi madre plácidamente con intenciones de iniciar una conversación.
-Bien mamá, aprobé mi último final. Dermatología ya cuenta como una materia más en mi lista… estoy tan feliz.- dije con una sonrisa en mis labios. Miro a mi mamá y noto una sensación extraña, está feliz pero… ¿no lo está?, ¿Habrá algo que le preocupe? Veo que me mira, mira a Yixing y luego habla...
-Me alegro mucho por vos mi pequeño, mis dos bebés son los mejores… ¿cómo hacen?, yo a su edad solamente me dediqué a estudiar, pero supongo que ya es costumbre, ¿quizás?-
Desde chico estuve metido en el deporte, me gustaba todo… ciertamente tengo facilidad para algunos. Todos, menos, cualquiera que tenga que ver con el agua. Es mi debilidad. Muchos tienen entendido que soy bueno en todos y no me preocupo demasiado, pero si supieran la verdad… estaría en serios problemas, cuántas personas podrían utilizarlo en mi contra.
-Por cierto mamá, ya han pasado cuatro años desde que empecé medicina y sigo haciendo deporte. Estoy… considerando…- ¿se enojará?, quizás ya lo veía venir y por eso tiene ese semblante -dejarlo.- Digo finalmente y ahora sí veo como me mira totalmente apenada.
-¿Por qué Luhan? Pensé que te gustaba, que eras feliz haciendolo, que se te podría privar de cualquier cosa, menos de esto.- se queda callada un momento, pensando que decir. -Por eso nunca, tu padre y yo, decidimos que dejaras o lo aplazaras.-
-Si soy feliz, amo entrenar, pero sabes que soy competitivo y en estos momentos son un peso en mis hombros.- inspiro profundamente mirando a Lay, que permanece callado mirando algo en la mesa -Tengo suficiente estrés con la carrera, quiero que me vaya bien, es mi futuro y por ello decido lo que es mejor para mí.- hago una pausa, -¿podrías apoyar mi decisión por favor?-
-¡Buenas noches familia!- una fuerte voz interrumpe la charla. Giro mi cabeza hacia la puerta y veo entrar a mi padre junto a mi hermano mayor Yifan, apodado Kris. Es chistoso verlos juntos, porque siendo el hijo, es más alto que el padre… suficiente motivo de burlas en la familia, amigos de la familia y compañeros de trabajo.
Se me desaparece todo rastro de preocupación en mi rostro y voy hacia mi padre. Me envuelve en sus brazos y yo me relajo en ellos. Todos o, la mayoría de los días, son iguales. Soy el menor de la familia Xiao y soy consciente de que soy mimado y feliz. Mi familia es hermosa por donde la mires. Soy muy agradecido de tener los padres que tengo y a mis hermanos. Si no fuera por ellos, no habría sobrevivido un solo día en la universidad.
-¿Cómo está el pequeño Xiao Lulu?- escucho la tranquilizadora voz de mi padre. – ¿Todo bien?, ¿esperaban mi encantadora presencia para cenar, cierto?- mi padre entre risas siempre nos alegraba el día, con su personalidad cariñosa y pacífica.
-Cuando no, ya está otra vez el mimado, Lay, no te cansas de ver estos espectáculos?- Dice Kris con cara de asco fingido.
-Todo porque sos el más alto y no sos abrazable- le digo sacándole la lengua. –Lay es igual que yo, él todavía cabe en los brazos de papá-
-Ok, ¡ya basta! Vengan acá mis muchachos, hay Xiao Appa para todos.– y todos nos reímos ante su comentario, mientras mamá se mantiene sentada observándonos. Se levanta de la mesa, da la vuelta y se acerca a nosotros.
-¿Saben cuánto los amo?- extendiende los brazos y nos encierra lo más que puede. -Son mi pequeña y hermosa familia.-
Terminamos el abrazo familiar y nos dirigimos a sentarnos en la mesa. A pesar de tener una muy buena posición económica, no estamos llenos de empleados y sirvientes. Desde muy chicos nos educaron para que seamos personas capaces y responsables, por ello sólo contamos con una señora que nos cocina, en cuanto a la limpieza y nuestras cosas, solo los fines de semana vienen 3 chicas a limpiar todo y durante los otros días solo mantenemos limpia la casa y lavamos nuestra propia ropa.
Mis padres se conocieron mientras estaban en la universidad, pues de unos años, se pusieron de novios y en el último año de abogacía, mi madre quedó embarazada de Yifan. Estoy muy seguro de que estaban muy enamorados, porque su noviazgo duró más de dos años y decidieron casarse para que el bebé en camino pueda nacer en una acogedora familia. Mi madre siempre decía que, el haberse quedado embarazada, fue una bendición y que, Yixing y yo, solo iluminamos más sus vidas. Claro que su familia no estuvo muy de acuerdo, pero a pesar de ello, el amor fue más fuerte y continuaron con ese proyecto para estar juntos toda la vida. Se recibieron con Yifan de 6 meses en la panza y hoy día ambos trabajan en una junta de abogados muy conocida en Beijing.
Llega Sandra, nos sirve la cena y se retira. Cenamos en familia hablando de variados temas. Mientras mis padres hacen las típicas preguntas de cómo nos fue en el día, qué había de nuevo y si queríamos compartir algo… Yo pensaba en que esta noche están extrañamente distintos. No sólo ellos sino Kris y Lay también lo están. Realmente me estoy preguntando si soy el único en notar la situación o si es solo mi imaginación. Y si no lo es, entonces... ¿Por qué?
Cuando vuelvo a la realidad y escucho de que están hablando me quedo sin palabras al oír… -terminamos.-
-¡Oh cariño, cuánto lo siento! ¿Estás bien? Sé que es difícil pero quizás no era para vos. Ya vas a encontrar a alguien mejor.- con una sonrisa triste mi madre le alienta a Yixing para que no se ponga triste y yo todavía no puedo creerlo… estaba muy enamorado de ella. ¿Por qué? Después le voy a preguntar, porque por lo que veo, él no está bien. Me siento triste por su situación, justo que se había decidido a estar de novio, después de 6 meses pasa esto.
-Yixing seguro que las cosas van a mejorar, tiempo al tiempo, ¿sí?-
-Sí Kris, estas cosas pasan. Mejor si terminamos con la conversación acá. Contesta Yixing con un semblante algo cansado.
-Sí, mejor. ¿Cómo te fue en tu examen Lulu?- Me pregunta Kris
-¡Aprobé!-
-¿Eso es todo? Pregunta mamá con una sonrisa.
-¿Qué quieren que diga?, ¿la nota?- pregunto con un tono juguetón.
–¡Saqué 10! Ya se lo comenté a mamá que de estas últimas que rendí, Dermatología, es la menos pesada. La que me costó fue Neurología.-
Seguimos comiendo entre risas y comentarios. El resto de la cena pasó sin drama y poco a poco el ambiente de tensión en el que antes estaba, fue desapareciendo, y quizás si, fue sólo cosa mía.
Terminamos de cenar y Lay decide lavar los platos y yo decido acompañarlo para así poder hablar un rato del tema pendiente.
-Luhan, déjalo, puedo con esto. Sólo son 5 platos.-
-Nada de eso Xingxing, te ayudo.- pienso en cómo iniciar la conversación y... -¿qué pasó con tu chica?- me mira y sonríe tristemente.
-Nada, sólo no somos el uno para el otro Lulu. Como mamá lo dijo antes, quizás la persona ideal no esté acá o no es el momento.-
-Pero ¿no estabas muy enamorado de ella? Puedes confiar en mi. Sé que no es eso. Vamos hermano, somos los mejores no? Puedes contármelo.- lo miro con una sonrisa reconfortante. Y justo cuando abre la boca, escuchamos...
-¿Tesoros?, ¿dónde están?- la voz de mamá nos saca de nuestro mundo y nos giramos hacia ella. Llevaba su pijama de dormir, era un hermoso vestido de raso en color beige, con una bata en blanco. La verdad es que ella es perfecta, es una mujer hermosa, bondadosa, responsable, atractiva... Lo tiene todo. Y mi padre también por haberla conquistado. De ahí quizás nuestros genes.
-¡Oh, acá están! ¿Pueden subir un momento? Su padre y yo queremos decirles algo.- Me quedé petrificado pensando en... nada. Mi mente está en blanco porque quizás todo lo anterior no fue mi imaginación y me temo lo peor. Si no fuera por la edad de mi madre, estoy seguro de que esas palabras podrían significar “van a tener un hermanito o hermanita”. Sonrío para mis adentro de sólo imaginarlo. No es raro ni loco, todos sabemos que tienen una vida sexual activa, por eso quizás nadie intenta quedarse a solas con ellos más de 5 horas en la casa.
-Sí mamá, ahi subimos.- le responde Yixing. Terminamos rápido de secar los utencilios y subimos los 3 la escalera en forma de caracol. Llegamos a la primera puerta, la habitación de mis padres, e ingresamos. Por lo que mis ojos ven Yifan y papá estaban hablando hasta que ingresamos y se detienen. Nos miramos entre los 5 en silencio hasta que papá finalmente habla.
-Bien... en realidad esta platica tu madre y yo ya la tuvimos con Yifan y Yixing.- me mira con una cara afligida- estuvimos pensando y decidimos decirtelo ahora, porque creímos que para ti iba a ser más difícil de asimilarlo que para tus hermanos.- lo sabía. Me siento nervioso y con esa afirmación se que lo que me van a decir no será muy bueno. Conforme pasan los minutos me siento asfixiado... -Tus hermanos, aunque no muy convencidos, estuvieron de acuerdo. En realidad esta decisión la tomamos solo nosotros dos, como padres, por ello ya está todo arreglado, solo faltan 2 días y todo se concluirá para bien. Cree en nosotros hijo, por el momento es lo mejor. No vemos otra solución y si seguimos como si no pasara nada, podríamos lamentarlo más tarde.-
-Lo intento, pero aún no me dicen nada. Por lo que escucho ya lo decidieron todo ustedes, sólo estoy esperando la noticia.- Lo digo casi en un susurro pero aún así audible. Dejo de mirarlos y mis ojos terminan viendo el suelo, a la nada. Intento controlar mis nervios y mi tristeza.
-Cariño,se lo digo yo.- interviene mi madre. -Lulu, bebé, nos mudamos a Corea, Seúl.- Y la miro estupefacto ante esa noticia... con los ojos en grande, el pulso acelerado y la respiración entrecortada.
-¡¿Cómo?!, ¿y mi facultad?... No puedo dejar la facultad, mis sueños, mis proyectos...- las lagrimas empiezan a caerme a mares y cierro mis manos en puños, por la impotencia que siento.
-¡Xiao Luhan!, te estoy hablado cariño, tranquilízate.- mi madre me envuelve en sus brazos.- shh... bebé, todo va a estar bien... no es lo que piensas.- me saca las lagrimas con su pulgar y me levanta la cabeza para que la mire. -Ya hicimos todos los trámites para la tranferencia. Los tres tendrán que ir y terminar su carrera allá.-
Miro a mis hermanos y veo que ellos no están tan afligidos como yo, pero por mi permanecen callados. Mamá nos pide tomar asiento en donde sea, para poder hablar mejor. Mi padre ya se encuentra en la cama tapado hasta la cintura. Yifan se tira a su lado y cruza los brazos en su pecho, Yixing se sienta como indio, cuzando las rodillas, frente a ellos, mi madre se sienta al lado de Yifan y yo me tiro y apoyo mi cabeza en el regazo de Yixing y dejo caer mis piernas por la cama. Que infantiles... pero así estamos bien. Por hoy estamos bien recibiendo este amor.
-Bien...es mi turno.- dice mi padre, relajando su cuerpo. -Por cuestiones de trabajo tenemos que ir a Nueva York. Es un caso muy delicado que tenemos que tratar... -se queda pensando un instante, debatiendose si decir o no algo. -Hemos estado trabajando con un grupo de personas algo peligrosos, se sabe que son 4 pero se cree que detrás de ellos hay más. Son narcotraficántes pero se especula que tienen otro tipo de negocio detrás. Son de nacionalidad norteamericana, y lo que su ley no considera “peligroso” para nosotros sí lo es. Su historial pertenece a los Estados Unidos, cualquier mancha en su reputación tiene firma de Nueva York. Como es un conflicto internacional, como acá nada de lo que se ve que hacen es ilegal, no podemos hacer nada. Por esto y otras razones debemos viajar, ya que el caso puede durar varios meses, estaremos recidiendo en los Estados Unidos.-
-Ahora...- habla mi mamá. -se preguntaran que tienen que ver uds. Consideramos que son una banda peligrosa y podrían enterarse que estamos detrás de ellos. Por razones de seguridad no podemos dejarlos a la deriva, podrían hacerles cualquier cosa. Por ello la mudanza a otro país. Elegimos Corea por el idioma, porla universidad y porque los hijos de nustros colegas estan allí. Estoy muy segura que les va a encantar.-
-Nosotros, tu madre y yo, hace 2 semanas fuimos a llevar la solicitud de traferencia junto con las materias, hasta eso entonce aprobadas para que le den las equivalencias. De paso fuimos a ver las instalaciones, a informarnos de la universidad. Les cuento que hay 2 modalidades, pero para ustedes solo una: internado.- y casi me muero de un paro. Lo peor es que lo dice con una sonrisa y yo me pregunto si quedó loco o si le divirte la situación a costa de mi infelicidad.
-Y... ¿cuando nos vamos?- pregunta Yixing y yo asiento a su pregunta.
-En dos días estaremos allá, en Seul, pero nosotros tenemos programado el vuelo dentro de 5 horas después de dejarlos a uds.- Si antes estaba triste, ahora estoy peor. Al enterarme de que precisamente no nos mudamos como una familia, sino solo nosotros tres y a un internado. Peor si pienso que casi no les voy a ver. Esto no estaba en mis planes y nunca hubiera formado parte, pero ahora está pasando y duele. Siempre estuvimos los cinco, en todo. Si bien me importa la facultad, no dejo a nadie atrás como para que duela aún más. Soy consciente de que todos mis “amigos” eran relaciones superficiales, por eso mi única meta ha sido terminar mi carrera.
-¿Cómo es la facultad, cómo son las habitaciónes?, ¿podremos estar los 3 juntos en una misma?, ¿que tiene de novedoso o impresionante?... ah, tambien quiero saber, en el caso de Luhan y Yixing que aprobaron materias en estas últimas dos semanas, que va a pasar?- Kris, como todo futuro abogado, se asegura de hacer las preungas claves sobre nuestro próximo porvenir y espera respuesta certeras y concretas. Esa actitud me encanta de él. Lo miro con los ojos brillantes, es un gran hermano mayor. Las miles de veces que me salvó y me protegió lo demuestran y aún tiene tiempo para mimarme y malcriarme.
-En cuanto a eso... lo único que puedo responder es que esas materias también serán contadas, pero deberán presentar un informe y resumen de los temas dados. O sino, si deberán rendir allá y le dan el plazo hasta fin de año. Con respecto a lo otro es sorpresa!- Chilla emocionada. Y quizás esa actitud me relaja un poco. Siempre supieron elegir lo mejor para nosotros... dudo que esta sea la excepción.
-Bien, ya es tarde. Mejor a descansar y mañana será otro día. Buenas noches mis principes. Y quiero que sepan que, ¡Los amo!- Escuchar de los labios de mi madre esas palabras me hacen sentir en paz.
Papá nos observa calmado. Los tres asentimos con la cebeza y cada uno nos dirigimos a su habitación.
Mucho por pensar y diregir. Hoy, sin duda, fue un día lleno de emociones.