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My Life por Cintii

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Notas del fanfic:

Bueno, creo que no deberia escribir nada hasta terminar mi fic, pero me dieron unas ganas tremendas de escribir esto. No me jugmen porfa, porque esto es verdadero, ya se imaginaran quien lo vivio seguro, espero que les guste. ahhh y esta historia sera un one-shot . No se cuantos capitulos tendra,seran como 6, pero seran largos :)

Notas del capitulo:

Ojala les guste, y espero que no sea muy largo. 

Me llamo Cintia, y no sé porque estaré escribiendo esto, supongo que para descargarme de todo lo que paso en mi vida. Creo que necesito contárselo a alguien, tonterías y cosas de las que me arrepiento, de las que quisiera volver al pasado y cambiarlas, pero no puedo. Tengo que vivir con mis errores, hacerme responsable de mis actos. Pero la verdad, me gustaría no haber sido tonta, ni haberme dejado llevar por mis impulsos más primitivos.
Cuando era niña era muy tímida, casi no hablaba con desconocidos y siempre estaba callada. Solamente jugaba con los pocos niños que conocía. Cuando tenía como 5 años vivía en un barrio donde vivía la gente que tenía poca plata, en una villa se podría decir. Todos los días robaban y mataban gente, según me conto mi mama cuando era grande, pero yo no me daba cuenta de nada. Un día quisieron robarle el auto a mi papa, pero el logro escaparse, así que trataron de robar mi casa, en la que estábamos yo, una amiguita llamada Thalía y mi mama. Yo estaba tan asustada, y mi mama también, lo puedo recordar. Mi mama nos escondió debajo de la cama junto con una radio, la cual se veía totalmente, una estupidez de su parte. Luego solo me acuerdo de mi mama llevándome a mí y a mi amiga a la casa de mis abuelos, a dos cuadras. Pero lo que paso según ella, es que los ladrones trataron de entrar a mi casa, patearon la puerta, ella agarro el arma de mi papa y cuando la abrieron le disparo en la mano a uno de los ladrones, y ese ladrón disparo también, pero no le dio a mi mama por suerte. Se escaparon, y eso fue todo por ese día. Cuando desperté me había hecho pis, y mis abuelos me retaron. Yo estaba triste y preguntaba por mi mama, pero luego vino ella y me defendió de mis abuelos, diciéndoles que era obvio que me allá echo pis, con todo lo que había pasado. Luego de un tiempo nos mudamos, muy lejos de donde vivíamos, a un lugar donde casi no había gente, al campo. Yo no quería mudarme, o eso creo, pero después, cuando crecí, me dijeron que nos habían amenazado con matar a mi papa. El no podía enfrentarlos, eran personas irracionales, que además de todo eran nuestros vecinos. Nos mudamos con mis abuelos y mis 3 tíos de parte de mi papa, junto con mi primito 2 años menor que yo.
El se llamaba Santiago, pero siempre le decía Santi. Con el viví casi toda mi vida, y lo quiero mucho, ya que me cae bien y siempre fuimos amigos. Cuando éramos chicos jugábamos mucho, y a veces lo lastimaba sin querer, y siempre me echaban la culpa por hacerlo llorar. Su mama era la hermana de mi papa, y según mi mama, siempre fue una… zorra. A mi primo le dijeron que su papa estaba muerto, pero mi mama me conto que el padre no quiso hacerse cargo de él, le dijo a mi tía que se joda. No sé si mi primo lo sabe ahora, pero seguro ya no se cree lo que le dice su mama. Cuando le preguntaba siempre estaba triste, y me daban ganas de decirle la verdad, pero mi mama me decía que solo se pondría más triste.
Vivíamos en una casa pegada a la de mis abuelos y mis tíos, ellos vivían todos juntos, ya siendo grandes. Mis abuelos son de un país donde se acostumbra a vivir todos juntos, aun siendo mayores, cosa que me parece horrible, ya que no tienen independencia. Son egoístas y solo piensan en su propio bien, sin siquiera preocuparse por su familia. Todos los días trabajaban en el campo, plantando verduras, y luego vendiéndolas. No tienen descanso, ni son libres de hacer algo independiente, ya que se criaron para pensar solamente en el trabajo. Hasta a los niños los hacían trabajar, según veía en otras casas, pero mi mama no permitió que yo trabajara, aunque mi papa lo quería. Crecí siendo tratada mal por mi padre, el descargaba sus frustraciones en mi, tratándome mal, o dándome cachetadas, por lo que siempre que podía escapaba de él. A veces tenía razón, y otras no. A veces era bueno, y otras no. No le tenía odio, sino miedo pero igual lo queria.
Después, cuando tenía 7 años, mi mama empezó a engordar, y yo le pregunte cual era la razón, a lo que me contesto que iba a tener una hermanita. Me sorprendí bastante, y me puse feliz. Aunque después no lo estaba tanto, ya que tenía que ayudarla a lavar la ropa y los platos, cosa que siempre odie. Yo no estuve cuando nació, pero cuando mi mama volvió con mi hermana, ella era muy grande. Peso más de 4 kilos cuando nació, y mi mama dice que fue horrible parirla. La llamaron Ximena, y siempre la mimaron demasiado. Siempre le dieron los gustos a ella, a pesar de ser una caprichosa insoportable, y yo siempre estaba celosa. Mi papa la trataba bien y le compraba lo que quería, lo que me daba mucha bronca. Llegue a pensar en que los odiaba profundamente, pero empecé a no pensar en ellos y no hablarles casi nada. A los 8 años empecé a ver mal el pizarrón en mi escuela, no podía leer las letras y no sabía por qué. Se lo dije a mi mama y ella me llevo al oculista, ya que sospechaba que yo tuviera miopía como ella, y lo tenía. Tuve que usar anteojos desde ese entonces y me sentí más fea.
Mi mama visitaba cada año a sus hermanas, que vivían por la zona en la que vivíamos antes, y yo siempre la acompañaba. Nos quedábamos a dormir 3 días más o menos. Yo jugaba con mis primas y me gustaba mi primo que era 2 años mayor que yo, pero a el no le interesaba. Del lado de mi mama tengo 3 tías y 1 tío, el cual no conocí mucho, hasta después. Cuando teníamos que volver, me ponía triste, ya que me gustaba estar lejos del campo, era mucho más cómodo y había menos tierra, pero era el único lugar al que volver.
A los 10 años me dieron la noticia de que me mandarían a una escuela privada, ya que mis notas en la escuela a la que iba eran muy buenas y decían que era muy inteligente. Ser inteligente me hizo sentirme orgullosa pero no quería dejar mi escuela, ya que tenía a mis amigas. Pero después de una pelea subida de tono, decidí que quería irme, ya que mi mejor amiga y yo habíamos peleado con un objeto afilado, aunque era un juego, pero me había asustado, además de que me sentía de lado. Estaba emocionada por ir a mi nueva escuela, pero también asustada por como serian mis compañeros. Eran muy diferentes a mis otros compañeros, además de que teníamos que usar un uniforme incomodo. No estaba acostumbrada a usar una pollera y una camisa. Mis nuevos compañeros eran más educados, más inteligentes, más rubios y más egocéntricos. Me sentía totalmente solitaria en ese lugar, no hablaba con casi nadie. Trate de hacerme amigas, pero todas las chicas eran muy creídas. Al no tener amigos, yo estaba siempre sola en los recreos, por lo que agarraba libros que había en una caja y me ponía a leerlos. A mí siempre me gusto leer, y empecé desde que mi mama encontró un libro tirado en una mesa de McDonald llama El Diario de Ana Frank. Recuerdo que cuando leí ese libro estaba muy emocionada, me pareció que me identificaba con Ana, ya que yo también me sentía encerrada, sin poder expresarme, sin ser feliz.
Después de un tiempo me hice amiga de 2 chicas que me caían bien, no eran tan egocéntricas y me divertía estando con ellas, aunque sintiera que tenía que esforzarme en ser su amiga, para no estar sola. Y después me hice amiga de un chico. Era gordito pero me caía bien, era simpático. Después de un tiempo me dijo que le gustaba y que si quería ser su novia, y le dije que si, aunque no me gustaba, fue por lastima. Aunque estaba sorprendida de que le gustara, ya que pensaba que era muy fea. Me regalaba caramelos, y un día, cuando salí de la escuela él me acompaño hasta la parada del colectivo. Me pareció raro que me acompañara, porque nunca lo hacía, el solo me saludaba a la salida, dándome un beso en los cachetes, siempre tratando de acercarse a mis labios, lo que me emocionaba pero me daba vergüenza y repulsión al mismo tiempo. Cuando llegamos debajo de la autopista el me mostro lo que había hecho, un corazón dibujado en la pared con su nombre y el mío. No recuerdo mi reacción, ni lo que dije. Yo me estaba hartando de el , y no sabía porque, creo que era porque a pesar de todo el no me gustaba. Cuando me pidió un beso me dio vergüenza, asco y un poco de miedo, así que se lo negué y lo deje solo en el recreo. Me sentía mal por el, no quería que se pusiera triste, pero no quería besarlo. Tenía sentimientos encontrados, no sabía lo que sentía, ni que hacer. No le dije nada a mi mama, me daba mucha vergüenza preguntarle o contarle siquiera.
A los 11 años yo estaba en un diferente salón pero, con los mismos compañeros, solo que había algunos nuevos. Me gustaba un chico que era muy lindo, pero a él le gustaba una chica, que era más linda que yo, lo que me puso muy triste. Ese año terminaba la primaria, y me lleve artística. El profesor era muy lindo, y ese año tuve a una maestra de ascendencia africana, era negra. A final del año teníamos una excursión a San clemente del Tuyu, la cual estaba muy cara pero mis papas pudieron pagarla. Fuimos al mar y a un acuario, me divertí mucho ese día, y mientras jugábamos a la mancha mi ex novio me abrazo desde atrás. Lo empuje y trate de perseguir a mi amiga para tirarle arena, pero él me grito, ¡No me arrepiento! Le quise explicar que no lo perseguía a él, pero no pude. Ese día hicieron una fogata y escribimos algo en un papel cada uno, tirándolo al fuego, creo que eran deseos. Yo estuve todo ese día mirando al chico que me gustaba.
Cuando termine la escuela tuvieron que inscribirme a otra escuela privada, ya que a la que iba no tenia secundaria. Esa escuela era muy grande, tenía como 3 o 4 pisos y era una católica. Cuando empecé tenía 12 años y estaba emocionada ya que pensaba en tener un nuevo comienzo. Me sorprendí bastante porque cuando entrabamos nos hacían cantar el Padre Nuestro, no lo había escuchado nunca, pero poco a poco fui aprendiéndolo. Ese año fue bastante horrible, ya que no tuve amigas. Una de mis 2 amigas estaba conmigo en el mismo salón, pero ya no me hablaba, empezó a creerse demasiado. Las chicas se empezaban a pintar y a tener novios, pero a mí nadie me miraba. Parecía como si no existiera, no hablaba con nadie en todo el día, y en el recreo no podíamos quedarnos en el salón. Estaba sentada sola en el recreo, mirando a los demás. Fue una tortura psicológica verme tan aislada de las personas, tan rechazada y tan deprimida. Sufría, me daba vergüenza el estar siempre sola y no saber qué hacer, tanto que a veces me escondía en el baño. Me encerraba en el hasta que terminara el recreo, y volvía a mi salón.
Un día, estaba sentada en el recreo, mirando a los demás, hasta que una chica muy linda se acerco a mí y me hablo. Realmente me sorprendí, porque nadie me hablaba. Era muy simpática y tenía varios amigos. Tenía 12 como yo pero iba a otro salón, al B. Se llamaba Melanie, tenía el pelo largo y era muy blanca, era igual de alta que yo y tenía el cuerpo más desarrollado que el de las chicas de nuestra edad. Tenía bastante pecho, y no sabía porque a veces la miraba demasiado, incluso me atraía. La miraba desde lejos y me parecía una chica muy linda. Me presento a sus amigas y a sus compañeros, entre los cuales estaban mi ex. Cuando nos presento yo tenía mucha vergüenza, no sabía cómo decirle que ya nos conocíamos, así que se lo dijo él. Ella siempre me invitaba a comer, porque yo me sentaba apartada de mis compañeros y de los suyos, ya que no sabía si podía acercarme o no. Aunque me sentara con ellos yo no hablaba casi nada, me daba vergüenza y ni siquiera sabía de qué hablarles, pues yo siempre me sentí más madura pero al mismo tiempo más infantil, y veía a las chicas como unas busconas. No tenia temas para hablarles. Siempre me sentía mal, porque veía a mi ex hablar con otras chicas, y no sé porque pero me sentía celosa y muy mal. No sé si era culpa, ni si él lo hacía a propósito, se reía fuertemente y evitaba mirarme. Uno de esos días estaba deprimida, y cuando fui a sentarme con ellos, tenía muchas ganas de llorar, porque siempre era como no existir entre todos ellos. Me sentaba en ese lugar pero era lo mismo, nadie me hablaba y yo no tenía el valor para acercarme. Me sentía tan triste que no lo soporte y me pare para caminar rápidamente al baño. Pero de repente me agarraron el brazo, era mi ex, y con cara de pena me dijo perdón. No sé porque me lo dijo, ni se lo pregunte, solo fui a encerrarme al baño y trate de controlarme lo más que pude para no llorar. Todo ese tiempo fue muy triste, a pesar de tener como amiga a Melanie, aunque no éramos tan unidas. Yo tenía miedo de que estuviera conmigo por lastima, al verme siempre sola. Después descubrí que había una biblioteca en mi escuela, y empecé a quedarme ahí en los recreos, leyendo libros que me gustasen. Un día encontré un libro que me gusto mucho, se llamaba El león, la bruja y el armario. Cuando termine de leerlo, pensé que sería genial si yo pudiera irme a otro mundo, en el cual no fuera alguien rara, ni fea y sea feliz, pero era imposible.
Cuando estuvimos a mitad de año una chica que fue compañera mía desde que empecé la escuela privada empezó a molestarme, me decía cosas feas, me trataba mal y yo no sabía qué hacer. Un día tuve que sentarme cerca de donde ella se sentaba y empezó a molestarme, me sentía muy mal y la insulte, pero solo me hizo burla. Yo no quería llorar, porque me sentía débil cuando lo hacía. Así que se me ocurrió decirle a la profesora que me estaba molestando, que no la soportaba mas pero cuando se lo dije me tembló la voz, me dolía la garganta de aguantar tanto el no llorar. La profesora la reto y en el resto de la clase no me molesto mas, aunque escuchaba como se lo contaba a sus amigas, haciéndome quedar como una tarada.
Un día mi mama empezó a sentirse mal, así que fue al doctor, pero solo le dijeron que tomara unas pastillas y ya. Ella no se sintió mejor, solo empeoro cada vez más y más. Le dolía el abdomen, tanto que después de una semana ya no podía estar parada mucho tiempo. Se quedaba acostada casi todo el día y vomitaba lo poco que comía. Se sentía muy mal, y le decía a mi papa que la llevara al hospital, pero él decía que ya fueron, que ya se le pasaría el dolor. Prefería quedarse y trabajar en el campo como siempre lo hacía. Yo la veía cada vez peor y a pesar de tenerle miedo a mi papa, le insistí mucho, le grite que no podía dejarle, que la llevara al hospital, y el de tan nervioso que es me quiso patear la pierna, pero mi mama puso la suya para evitarme el dolor. Empecé a gritarle más a mi papa, estaba tan asustada de lo que pasaría. Pero mi papa accedió a llevarla al día siguiente, pidiéndole prestado el auto a mis abuelos, que con mala cara se lo prestaron, ya que siempre odiaron a mi mama. Mis abuelos siempre la trataron mal según mi mama, pero aguantaba tener que vivir al lado de ellos por mí y mi hermana, ya que no teníamos a donde ir, porque sus hermanas tenían sus propios problemas como para ayudarnos. El la llevo, pero volvió sin ella. Le pregunte:
- ¿Dónde está mi mama? - y él me contesto sin mirarme.
- Se quedo en el hospital.
Yo no pregunte mas, no sé por qué. Seguí yendo a la escuela, pero siempre pensaba en mi mama que no volvía. Después de una semana, toda mi casa estaba muy sucia, los platos sucios y casi no tenia ropa. Pensé en que tendría que lavar todo. Cuando estaba en la escuela, estaba como siempre sola, hasta que alguien vino a retirarme……
Notas finales:

Gracias por leer, si lesgusto o no diganme en los rexiews, de verdad me haria feliz si dejan comentarios,no importa si son criticas, me ayudan a mejorar,aunque no podre cambiar mucho la historia,ya que es real, pero creo que tendre que agregar yuri, eso sera inventado,pero sera lo que yo supongo seria una historia que me gustaria vivir. buenoo chaooo y beshos a todos 


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