PDV DE KIBUM
Esto lo que siento no se real, no es imposible, me rehusó a aceptar que siento amor hacia él. ¿A quién trato de engañar? No puedo engañarme a mí mismo. Soy el gato más idiota que existe en este mundo. ¿Por qué soy el gato más imbécil del mundo? Pues me enamore de un perro, así es me enamore de un maldito perro.
Creo que debo explicarme mejor, mi nombre es Kibum y soy un gato hibrido, la verdad no sé cuántos años tengo en realidad, solo sé que ya soy mayor de edad. Cuando era un gatito, el dueño de mi mama nos dejó en una caja grande en el parque a mi mis hermanos y hermanas para que nos adoptaron. La triste realidad es que adoptaron todos menos a mí, viví en una caja de cartón por dos días, hasta que lo conocí.
Lo recuerdo muy bien, ese día me cambio la vida.
Flashback
Estaba en la caja todavía esperando que alguien me llevara, me sentía mal, porque nadie me llevaba, ¿acaso no era lindo? Estaba convencido que morirá allí en esa caja. Hasta que sentí que alguien me jalaba las orejas suavemente.
-¡Oye! ¿Estás bien?- me dijo una voz, levante la vista y vi a un cachorro hibrido, tenía ojos muy lindos.
Negué con la cabeza y tenía ganas de llorar.
-No llores gatito.-dijo mientras me acariciaba la cabeza y grito un nombre. -¡JINKI!
A los minutos llego un chico más grande con la tenía ojos pequeños y tenía una gran sonrisa.
-¿Hallaste a un amigo Jong?- dijo el mayor, tenía una voz muy amable.
-Shi, no podemos dejarlo aquí Jinki.- dijo el perro, mientras que el niño me saco de la caja y me puso al lado del perro. Y este empezó a abrazarme.
-¿Qué haces?-pregunte confundido.
-Estas temblando gatito, te estoy dando calor. ¿Podemos llevarlo a casa Jinki? No podemos dejarlo solo aquí en el frio, sin comida. Morirá-me contesto el perro, la verdad llevaba solo shorts y una camisa, si tenía frio.
-Claro que no lo vamos a dejar aquí.- dijo el chico y me sonrió.- Hola soy Jinki tengo diez años, y este es mi mascota Jonghyun. Sé que suena raro pero ¿quisieras ir a vivir con nosotros y mi familia?-
Dude un poco, que tal si eran gente mala.
-Si ven con nostr0os, la mama de Jinki cocina la mejor comida del mundo. Y en la casa hay un montón de lugares donde puedes dormir, y si vas tendre un amigo con quien jugar para cuando Jinki está en clases.’ Dijo el perro tomando mis manos en las de él.
-Ok si quiero ir.- respondí.
-¡Genial!-dijo Jonghyun abrazándome.
-¿Cómo te llamas?-Me pregunto Jinki.
-No tengo nombre, creo.-
-Hmm- dijo Jinki mientras pensaba. -¿Qué te parece Kibum?-
-Me gusta.-respondí sonriendo.
-¡AW ES TAN LINDO!-dijo Jonghyun mientras se me tiro encima y me abrazaba.
Después de eso Jinki me llevo a su casa, después de horas de rogarles a sus padres, me adoptaron. Se sentía tan bien pertenecer a una familia. Jinki era un chico muy amable, amaba a los animales y a los híbridos. Bueno mejor dicho aun lo hace.
Debido a que Jinki iba a la escuela, Jonghyun y yo nos hicimos mejores amigos. Aunque él era muy energético y un perro, nos complementábamos. Hacíamos todos juntos, dormíamos juntos, comíamos juntos, creo que hasta nos bañamos juntos un par de veces.
Y en algún momento deje de verlo como un amigo y comencé a verlo de una manera romántica, y me enamore de ese perro idiota.
No está bien, no somos ni del mismo especie de híbridos, es un perro y yo un gato. No es natural. Pero aun así porque aun así deseo estar con él, hacer el amor con él. Y el muy maldito, cada año que pasa se hace más guapo, aunque soy más alto que el, él tiene mejor cuerpo, tiene el cuerpo definido, esos ojos grandes de cachorro, su cabello platinado y esa sonrisa perfect. Alguien no puede ser tan perfecto. Simplemente no es justo.
Aun si el me correspondiera no podríamos estar juntos jamás, ¿Qué pensaría Jinki? Seguro nos deja en la calle a los dos. Aun así grande vivimos con Jinki, él fue a la universidad y abrió una tienda de mascotas de híbridos, donde vende híbridos y cosas relacionados. A veces vamos a ayudarlo. Cuando Jinki abrió la tienda también se mudó de la casa de sus padres y nos llevó con él a su apartamento.
De seguro Jinki le daría asco saber lo que pienso de Jonghyun, dios ¿Qué hice para merecerme esto?
-Omma, ¿sigues pensando en appa?-me pregunto Taemin, es el primer gatito que Jinki ayudo a conseguir un dueño. Jinki hallo a Taemin abadonado camino del colegio y lo llevo a casa. Como Taemin era muy pequeño y como pasaba mucho tiempo con Jong y yo, nos empezó a llamar appa y omma respectivamente. Jinki y su dueño Minho, son amigos asi que siempre nos deja estar pasar tiempo junto. Y él sabe lo que siento por Jong.
-Si Minnie, no puedo sacar al estúpido de Jong de mi cabeza. ¿Cómo me puede gustar ese perro cabezahueca, bueno para nada?-
Se rio Minnie moviendo sus orejas.
-Omma, deberías decirle lo que sientas, sé que appa también te quiere.-
-Lo dudo Minnie, solo me ve como un hermano. Además se lo he dicho indirectamente muchas veces y nunca lo capto.-
-Omma sabes que appa es muy tonto se lo tienes que decir directamente o mostrárselo, ya sabes haciendo el amor.-
-¡¿Cómo diablos sabes que es hacer amor?!- grite sorprendido y se puso rojo.
-¡ESE MALDITO CARA DE RANA TE VIOLO CIERTO! ¡LO MATARE, NO ME IMPORTA QUE SEA TU DUEÑO! ¡ACABA DE CAVAR SU PROPIA TUMBA!-grite molesto.
Ese maldito le robo la inocencia a mi pobre bebe, ese no merece vivir, le diré a Jong para que lo mate.
-¡No Omma! ¡Yo quise! ¡Lo amo!-me dijo Minnie rojo.
-Tienes pésimo gusto Minnie, peor que el mío. Te enamoraste de un sapo.-
-Jaja, Omma Minho es más un príncipe que un sapo.-decía mientras reía y ponía cara de bobo enamorado.
Y pasamos el resto del tarde hablando de la nueva relación entre mi Minnie y el keroro. No lo apoyo para nada, Minnie es muy joven, y ese maldito tal vez solo está jugando con sus sentimientos.
Estaba haciendo la cena para distraerme, estaba haciendo arroz frito, no tenía ganas de hacer algo muy elaborado.
-Que rico huele.-escuche esa voz decir mientras se acerca. –Que rico se ve.-
Idiota, no te pongas tan cerca de mí.
-¿Cómo te fue?- pregunte, Jong sale todos los días para hacer ejercicio con otros perros.
-Bien. ¿Cómo te fue con Minnie? Jinki me hablo vendrá tarde hoy.- me contesto mientras abría el refrigeradora y sacaba un bote de agua.
-No lo creerás. Nuestro Minnie ya no es tan inocente. Crecen tan rápido. Ese maldito Keroro se lo comió ya, aish quiero matarlo.- conteste.
-¿En serio? Wow ese Minnie es precoz.-
-¡No digas eso! Es culpa de ese sapo feo.-
-¿Y qué siente Minnie?-
-me dijo que lo amaba y otras cursilerías.-
-ah ya veo, hmm debería ser más como Keroro-
-¿Huh? ¿De qué hablas?- pregunte confundido.
Y sentí como me dio vuelta para ver su rostro, tenía uno de sus manos en mi cintura y la otra sostenía mi mentón.
-Debería ser más audaz como él. Eres tan hermoso Bummie.-dijo mientras lamia mi mejilla. Me puse tan rojo como un tomate.
-Puppy, ¿Qué haces? No bromees asi, se va quemar la comida.-dije tratando de mantener la calma.
-No estoy bromeando, Bummie. Estoy enamorado de ti y ya no aguanto verte y no poder tocarte.-me contesto para luego empezar a besarme. Era muy apasionado, era como si dijera que era suyo. Nos separamos hasta quedar sin aliento.
-Puppy yo también te amo, pero no podemos estar juntos. Tu eres un perro yo soy un gato, no es normal.-
-No me importa si es normal o no, yo te amo Kibum. Y no voy a renunciar a ti. Que importa lo que dicen los demás, solo importa nosotros.-
-Pero si Jinki se da cuenta nos podría sacar de la casa.-dije nervioso y acariciaba mis orejas.
-Tranquilo, ya le dije a Jinki, hace tiempo la verdad. Apoya nuestra relación-
-¿De verdad?-
-Si mi lindo gatito.- dijo mientras lamia mi cuello. Me ponía más rojo y sacaba pequeños gemiditos. Jamás me habían tocado asi.
-Mi gatito lindo, no quiero arroz, ¿puedo comerte a ti?- me susurro en mi oído. Mire sus ojos y estaban llenos de amor y de deseo. Y asentí la cabeza.
Apague la estufa, y fuimos a la habitación donde compartíamos, y me tiro a su cama y empezar a atacar mi cuello con besos y chupetones. Me puse rojo y no paraba de gemir, mi cuerpo se siente caliente.
-No sabes cuantas veces soñé con esto.-me dijo dejándome el cuello rojo llena de sus chupetones.
-Yo también.-dije acariciando su cuerpo.
Me quito la camiseta, y primero lamio todo mi torso como si fuera un dulce, hasta detenerse en mis pezones, empezó a lamer uno hasta que lo empezó a chuparlo, y jugaba con el otro. Se siente tan bien, tape mi boca para que no saliera gemidos, esto es tan penoso.
-quiero oírte gemir Bummie, asi sé que te gusta lo que hago.-Me dijo Jong con una voz grave y muy sexy. Destape mi boca mientras él seguía tocándome de esa manera.
Me empezó a besar de una manera muy apasionada y necesitada como si su vida dependiera de ello. Yo trataba de corresponderlo lo mejor que podía, y sentí como me quitaba los pantalones y los boxers y instintivamente me tape con las manos mi miembro.
-Gatito, no hagas eso quiero ver todo de ti, vamos bebe.-dijo mientras trataba de quitar mis mano.
-No hasta que tú también te quites la ropa. No es justo que yo este desnudo y tú con toda la ropa puesta.-conteste rojo y con las orejas moviéndose.
Se rio y se quitó la camisa mostrando su cuerpo trabajado, Wow el ejercicio si sirve de algo. Y luego se quitó los shorts y su ropa interior, dejando al descubierto su grande erección.
¡¿Se supone que esa cosa va entrar en mí?! ¿Cómo puede ser tan grande? ¡Dios me va a partir en dos!
No dejaba de mirar ese…monstruo, y el muy estúpido de Puppy se reía de mis reacciones moviendo su cola feliz.
-Gatito es tu culpa que esta asi de grande, deberías tomar responsabilidad.-
-¿Cómo?-pregunte, se de lo que está hablando el muy pervertido pero quiero hacerme el tierno e inocente.
-Podrías usar tus manos, o tu linda boquita. Como tú quieres bebe.- dijo sonriéndome con una sonrisa pervertida. Me enamore de un maldito pervertido.
Lo acosté en la cama y me puse encima de él, tome su erección en las manos y empecé a lamerlo como si fuera una paleta. Casi al instante escucho como empieza a gemir Jong, que fácil es. No sabe tan mal como creí que lo haría.
Y empecé a tomar la cabeza y chuparlo, se siente tan raro pero no me desagrada del todo, cuando empecé a tomar más de la erección de Jong, escuchaba como sus gemidos se subían de tonos. Seguí chupándolo por un gran rato disfrutando de escuchar a sus gemidos. Hasta que me detuvo y me puse en cuatro.
-Perdón Bummie pero ibas hacerme venirme y aun no quiero.- respondió y empezó a acariciar mi trasero y mi cola.-Eres un gatito tan sexy-
Gemía sin pensar y luego sentí como con las dos manos separaba mis glúteos y empezó a lamer mi entrada.
-No Puppy, está sucio no lo lames.-gemía aunque decía eso se sentía tan bien.
Como siempre me ignoro, y metió su lengua dentro de mi entrada y me lamia por dentro, no dejaba de gemir me sentía tan caliente.
Saco su lengua y metió un dedo, dolía un poco al principio pero después empezó a sentirse bien, y asi fue agregando dedo tras dedo mientras me masturbaba hasta llegar a tres. Mi cuerpo se sentía exageradamente caliente, no dejaba de gemir y maullar de lo excitaba que estaba.
-Ya Puppy, ya no aguanto, por favor hazme tuyo.-le dije a Jong entre gemidos.
Lamio mi espalda mientras saco sus dedos, y me susurro en el oído.
-Te amo Kibum, dolerá un poco pero luego se sentirá muy bien.-
Sentí como se posiciono en mi entrada y lo empezó a meter de poco a poco, dolía demasiado sentí como si estaban partiendo, gritaba y me agarraba de las sabanas. Cuando Jong metió todo adentro lamia mi cuello y me masturbaba queriendo relajarme, poco a poco el dolor se fue desvaneciendo y se fue reemplazando con placer.
-Puppy ya muévete.- dije. Y empezó a moverse lento pero eso solo duro un minuto creo porque Jong me agarro fuertemente de las caderas y empezó a embestirme rápido y fuerte. Me sentí tan sumido en el placer que no podía dejar de gemir como y maullaba cada vez que tocaba ese lugar que me hacía arder aún más.
De la nada se salió y me queje, me acostó en la cama y puso mis piernas en su hombro y volvió a penetrarme sin piedad.
-Ah Jong asi, asi.- gemía y decía sin pensar. –Se siente tan bien. Más quiero más.-
Jong siguió mis pedido y empezó a embestirme mas fuerte. Jamás había sentido tanto placer en mi vida, ni cuando me masturbaba me sentía asi, ya no podre aguantar más.
-Puppy me voy a venir.-dije entre gemidos y jadeos.
-Yo también Bummie.-me dijo mientras jadeaba.
Un ´par de embestidas más y me vine, manchando nuestros pechos, y él se vino un poco después llenándome de su esencia. Se salió y se acostó a mi lado, jadeábamos estábamos exhaustos.
Me abrazo y me beso.
-Te amo Bummie.-
-Y yo a ti Puppy.-dije mientras me acosté en su pecho y empecé ronronear.
-Estoy tan feliz que estamos juntos.-
-Lo sé, tu cola no deja de moverse idiota.-dije molestándolo, hizo un puchero y me beso la frente.
Y abrieron la puerta y era Jinki que tapaba sus ojos con una mano.
-Chicos sé que están ocupados haciendo perros-gatos pero quería preguntarles, ¿Puedo comer el arroz que está en la estufa? Muero de hambre.
-¡Si solo vete!-grite apenado.
-Gracias Kibum, no olviden usar protección.- dijo Jinki mientras cerró la puerta.
Me puse rojo y tape mi cara con una almohada. Estúpido Jinki.