Sugawara Koushi tiene un pequeño gran fetiche.
El cual es ver a Daichi andar vistiendo sólo su ropa interior. Y Daichi usa slips bastante ajustados, por lo cual no deja mucho a la imaginación. Tampoco es que Suga deba imaginarlo, se sabe el cuerpo de Daichi con lujo de detalle.
¿Cómo surgió el fetiche? Ellos pasan muchísimo tiempo juntos, más desde que son oficialmente pareja ante todos -incluidos sus padres-. Y Daichi suele dormir en ropa interior y luego andar toda la mañana caminando por la casa, si es que están solos, luciendo su cuerpo semidesnudo como si nada.
Fue prácticamente imposible no acostumbrarse a ello, y para Suga, fue terriblemente imposible no desarrollar un fetiche sobre ello.
Ahora espera ansiosamente los días calurosos y los fines de semana solos, para verlo pasearse como más le gusta.
Y Daichi lo sabe. Lo descubrió con el tiempo.
Primero notó las miradas penetrantes que no lo dejaban ni un segundo cuando se encontraba con esas.. ropas. Más adelante notó que Suga solía pedirle a él que cocinara cuando estaba así, y él se sentaba en el sofá de detrás de la mesada a observarlo ir de acá para allá cocinando.
Y no es que a Suga le interesara particularmente la cocina. Si no quien cocinaba. Más precisamente, su estado de vestimenta.
Pero a Daichi no le molesta. Al contrario, se aprovecha de ello. Llegó a descubrir, también, que es fácil hacer que Suga haga lo que él le pida con tal sólo desnudarse casi por completo y hacerle algunos movimientos provocativos.
A Suga al principio que molestaba que Daichi usara su fetiche para manipularlo. Solía quejarse de que él no lo había desarrollado apropósito, y que no estaba bien de su parte aprovecharse de las debilidades de otros. Pero Daichi sólo reía ante sus palabras, sabía que eso solo era pura palabrería para que él no lo manipulara.
Y es que, ni siquiera era manipulación en sí. Él simplemente hacía algo como decir "voy a cambiarme de ropa" y fingir olvidarse algo en su pieza y volver en ropa interior a buscarlo, y ya tenía a Suga babeando y diciéndole que sí a lo que sea que él le preguntara.
Al final debió resignarse. Resignarse a ser derrotado con algo tan simple. Y rezar. Rezar para que Daichi también desarrollara algún fetiche, y así poder contraatacar la manipulación.
Por ahora, simplemente ríen sobre ello cuando recuerdan la cara de Daichi al provocarlo, y la cara de Suga al ser provocado.
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