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FORTUNE OR MISFORTUNE? por Sakurako

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Notas del capitulo:

Sé que siempre digo esto, pero... realmente intentaré actualizar más pronto. 

Disfrútenlo. 

Capítulo No. 10

 

-¿Así que tú también eres guitarrista?- preguntó Ken al momento que se llevaba la botella de cerveza a la boca. Casi la terminó de un trago.

Al principio, el aire se sentía pesado a su alrededor. El ambiente realmente era denso. Por alguna extraña razón, Yukihiro estaba nervioso. Y mientras ellos hablaban, él se limitaba a asentir cuando alguno le preguntaba algo.

-Sí, yo también soy guitarrista.- respondió sin dejar de mirarlo. –Deberías darte un tiempo para ir a escucharnos.

-Claro, ¿por qué no? Le pediré a Yuki que me lleve la próxima vez…

Pasaron horas hablando de tonterías, en una lucha de miradas y comentarios sarcásticos. Entre bebida y bebida el ambiente se había relajado un poco.

Aunque no lo suficiente, había algo en la forma en que Ken miraba a Yukihiro. Había un tono extraño en su voz al llamarlo. ¿Pero qué? Y más importante, ¿por qué? Era más que obvio que algo le molestaba al guitarrista.

Ken lo sabía, aunque lo negara, o mejor dicho, aunque se negara a reconocerlo; lo sabía.

Era comprensible que Momo se sentara aún lado de su pareja, pero se había sentado demasiado cerca para el gusto de Ken. Además, el guitarrista también había notado la manera en que el otro guitarrista tomaba a Yuki por la cintura y lo atraía de vez en cuando. O notaba cómo le acariciaba, casi imperceptiblemente, la espalda.

Era normal, después de todo eran pareja. Pero…

Yukihiro había notado esa incomodidad, y supuso que era por el hecho de que se trataba de dos hombres. Así que, sutilmente, se alejó un poco de Kazuhiro, pues aparte de Ken, estaban en un lugar público y alguien más podía reconocerlos.

Ken había sonreído al notar que Kazuhiro se había molestado por esto. Pero ninguno dijo nada, simplemente pretendió no darse cuenta y siguió como si nada.

Yukihiro se había recargado por completo en la mesa, un poco alejado de ambos. Ken, que había comenzado con algunas historias picarescas, le había rozado el brazo al baterista para llamar su atención. Aunque el gesto pretendió ser amistoso, Kazuhiro se había dado cuenta de que estaba cargado de algo más.

-¿Lo recuerdas, Yuki?- había terminado con su historia entre risas.

-Claro, Ken. Tus conquistas son legendarias…- reía el baterista. A Kazuhiro, en cambio, no le había hecho ninguna gracia.

-Ken sí que sabe aprovechar sus oportunidades…- el baterista se dirigió a Momo. –Cuando estuvimos en Francia, ¿lo recuerdas, Ken?- Ken asintió. –Ken resultó herido de un brazo… pues cuando terminó el concierto, Tetsu lo llevó al hospital… lo hubieras visto coqueteando con las enfermeras…

-No digas eso, Yuki…- le replicaba Ken. –Eres tú el que arrasa a donde quiera que vamos… ¿recuerdas el bar?

-¿Qué bar?- preguntó Kazuhiro, ahora realmente interesado. Yukihiro se sonrojó intensamente, y miraba a Ken como rogándole que no contara nada. Pero bueno, es Ken…

-¿Ah, no te contó? Luego del último concierto de L’arc, fuimos a celebrar a un bar, solos él y yo… bueno para no hacértela tan larga, tuve que fingir que yo era su novio para que dejaran de molestarlo…- Ken sonreía de oreja a oreja, orgulloso. –Me debes una, Momo-kun…

-¿Qué puedo decir, Yuki es irresistible…?- ¿era su imaginación, o lo había dicho sarcásticamente?-Pero cuéntame, ¿qué fue lo que pasó realmente?

-No fue nada, Momo… es que a Ken le gusta molestarme con esas cosas…- rió nervioso.

-Es que yo quiero saber. Yo quiero saber todo lo que tenga que ver contigo, Yuki.- Kazuhiro le sonreía extrañamente. Yukihiro sintió un raro estremecimiento al observarlo. El joven guitarrista tiró ligeramente de él y le plantó un beso en los labios. No le importó que Ken estuviera allí. O mejor dicho, le besó para que Ken lo presenciara.

-Oye, Momo,- le empujó ligeramente, incómodo. Kazuhiro no solía comportarse de esta manera. -Será mejor que nos vayamos. Tú tienes práctica mañana por la mañana, ¿no?- Yukihiro se notaba realmente molesto. Kazuhiro no solía tomar tanto. No cuando estaba en proceso de grabación. Sin embargo, hoy, por cada copa que tomaba Ken, Kazuhiro tomaba tres.

-Pero, Yuki... la estamos pasando genial, ¿no, Ken?- Realmente actuaba extraño.

-Claro- respondió el guitarrista mirando de reojo a Yuki. Se sintió un poco mal. El baterista no parecía estarla pasando “tan bien” como ellos. –Aunque, podemos salir cuando quieras. Pero, ahora, creo que deberíamos ir a descansar.

Yukihiro le agradeció con una sonrisa.

-Será mejor que nos vayamos.- su voz cortante, demandante, pero no agresiva.

-Claro, será mejor que nos vayamos…-  repitió resignado.

Kazuhiro y Yuki se levantaron de la mesa y ambos se despidieron de Ken.

 

*******

 

Ken se había quedado sólo en el bar. Luego de un rato, había decido que era hora de regresar a casa también.

Cuando subió a su auto, notó que en el asiento del copiloto se encontraba la mochila del baterista, sonrió al recordar cómo lo había convencido de que le acompañara esa tarde.

Decidió llevarle la mochila, era lo menos que podía hacer por haberle soportado, ¿no?

Sonrió mientras avanzaba por las calles.

Ken conocía perfectamente en qué piso se encontraba el departamento del baterista, así que cuando llegó subió directamente, mochila en mano.

Al llegar a la puerta, notó, extrañado, que estaba ligeramente entornada. Entonces escuchó el alboroto…

-¡¿Por qué no me dices exactamente qué pasó en ese estúpido bar?!

-¡Nada, te lo dije, nada pasó!

En el momento justo en que habían entrado al departamento, Kazuhiro comenzó con el interrogatorio.  A pesar de la borrachera que se cargaba, no parecía afectarle a la hora de los reclamos.

-¡Te gusta, ¿no es cierto?! ¡Te gusta cómo te lo hace ese tipo!

A Yukihiro se le descompuso el rostro, ¿de qué demonios le estaba hablando?

-Creo que será mejor que te vayas…- Yukihiro le dio la espalda, comenzó a avanzar hacia la puerta, se estaba enfureciendo y no quería cometer una estupidez. Kazuhiro le siguió.

-¡Confiésalo! ¡¿Crees que soy estúpido?! ¡¿Crees que no me doy cuenta?! ¡¿Dime, hace cuanto que te acuestas con él?!

-Hablaremos en otro momento, ¿sí? Cuando puedas razonar mejor… ahora estás ebrio…- pero antes de que llegara a ella, Kazuhiro lo había sujetado fuertemente del brazo.

El guitarrista lo había jalado y azotado contra la pared, haciendo que el baterista chocara con una cómoda y que una lámpara cayera al suelo, rompiéndose, junto con un montón de cosas que allí también descansaban. Lo había tomado por sorpresa y Yukihiro no había tenido tiempo de reaccionar.

Momo le sujetó las muñecas arriba de la cabeza y ahora le miraba fiero. Se acercó para besarlo pero no pudo, alguien lo había jalado y ahora yacía en el suelo, aturdido.

-¡Suéltalo, imbécil! ¡Si vuelves a tocarlo, te mato. ¿Me escuchaste?!

-Ken…

-¿Y aún lo niegas, Yukihiro?- susurró Kazuhiro. En sus labios se dibujaron una sonrisa de triunfo.

Ken, que se encontraba delante de Yukihiro, cubriéndole, protegiéndole; se volvió hacía el baterista, ignorando completamente a su símil.

-¿Te encuentras bien?

-Sí. No te preocupes, Ken. No pasa nada…- bajó la cabeza un poco apenado. Odiaba dar ese tipo de espectáculos. –Puedes irte, yo me encargo de él…- miró dolido a quien aún consideraba su pareja. 

-No pienso dejarte solo, no con este….- Dejó la frase abierta, señalándolo acusadoramente.

-Vete, Ken.- le pidió demandante, el baterista,  aunque no ofensivo. –Yo me encargo de esto.

-No, Yuki. Si este tipo te…

-Ken.- lo detuvo. –Déjanos, solos, ¿sí? Este es un problema entre él y yo…

Ken no contestó. La fuerza que Yukihiro mostraba era un poco intimidante. Y excitante a la vez. No le quedó de otra más que obedecer. Salió del departamento, no sin antes lanzarle una mirada amenazadora al otro guitarrista, quien la correspondió de la misma manera.

 

*******

 

Una vez solos en el departamento, Yukihiro ayudó a Momo a sentarse en el sofá.

-¡Si ese tipo…!

-¡Cállate, Momo!

Yukihiro levantó la voz por sobre la suya, eso le sorprendió. Lo intimidó, de hecho. Y por otro lado, por alguna retorcida razón, le pareció tan sexy… quiso saltarle encima en ese momento, hacerle el amor allí mismo, pero, no parecía una buena idea.

Tal vez si hubiera estado sobrio…

-Estás ebrio, no vale la pena que hablemos ahora.- Yukihiro se levantó y caminó hacia su habitación. –Duerme un poco, ya mañana aclararemos todo esto.- se volvió antes de entrar -Buenas noches.

No recibió respuesta.

La puerta de su habitación se cerró.

A la mañana siguiente, Yukihiro estaba dispuesto a aclarar las cosas con Momo. Necesitaba aclarar las cosas con él.

Pero cuando salió de su habitación el sofá, donde su pareja había pasado la noche, estaba vacío. Tomó el teléfono, comenzó a marcar el número, pero se arrepintió.

No quería perderlo, lo quería, realmente lo quería. Pero comenzaba a cansarle toda esta situación. Hacía tiempo que sólo peleaban. Y todo esto estaba desgastándole.

Le daría tiempo. Dejaría que las cosas se calmaran un poco, que se enfriaran un poco.

 

 

Desgraciadamente las cosas se enfriaron de más.

Una tarde, luego de la reunión mensual con los ejecutivos de su disquera, Yukihiro había recibido un mensaje de su aún pareja. Le citaba en su departamento, el mensaje decía que era urgente, y que le esperaría el tiempo necesario. Que debían hablar.

Tomó el celular, buscó entre los contactos, marcó el número y… no supo que decir. La voz al otro lado de la línea le parecía tan diferente.

Colgó.

Esa misma noche, en el departamento de Kazuhiro, por primera vez en meses habían hablado tranquilamente, sin sobresaltos, sin reclamos…

-Yo, te quiero Yukihiro, y mucho, pero…- se detuvo el guitarrista de Mo'some Tonebender. 

-¿Pero?

-Pero estoy cansado de esta situación. Y creo que será mejor darnos un tiempo. Pensar la cosas detenidamente…

-¿Estás terminando conmigo? ¿Sigues celoso de Ken?- Yukihiro lo miró incrédulo. –Yo te ju…

-No te estoy reclamando nada, Yuki.- suspiró audiblemente, se notaba cansado. Yukihiro lo notó y sintió pena por él. –Son muchas cosas. Yo… a veces, siento que toda esta situación es culpa mía. Y de hecho, tal vez lo es…- sonrió tristemente. –Pero ya me cansé. Y sinceramente creo que ambos necesitamos aclarar un poco nuestros sentimientos, ¿no crees?

Yukihiro se quedó en silencio, mirándolo fijamente, dolido. Quería decirle que no. Que las cosas no podían terminar así. Que le quería también.

Pero también lo comprendía. Si esta relación continuaba, solamente se contaminaría más y más, y llegaría el momento en que solamente se odiarían, y no quería eso tampoco.

Se levantó del sofá lentamente. Suspiró y le regaló una última sonrisa al que fuera su pareja por casi dos años. La relación más larga que había tenido hasta entonces.

-Te daré el tiempo que necesites…- le dijo. –Y gracias, por todo…- se despidió. 

Y así, sin más, todo había terminado. 

 

Notas finales:

Continuará...


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