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FORTUNE OR MISFORTUNE? por Sakurako

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Notas del capitulo:

Hola, sé que tardé mucho pero, al fin pude actualizar. 

La historia casi termina, así que disfrútenla. 

Capítulo No. 13

 

Ken había aparcado frente a un modesto restorán, sabía que este era el preferido de Yukihiro. Supuso que aquí citarían a los ejecutivos de la disquera si Kazuhiro quería convencer al baterista.

Un pequeño truco de persuasión que él mismo había utilizado un par de veces. Un truco que había aprendido de Tetsuya y que una noche, años atrás, en una borrachera le contó a ese tipo.

Chasqueó los dientes y negó resignado. Esa noche lo había dicho sólo para ponerle celoso. Quería demostrarle que él conocía mejor al baterista que su propio “novio”. Se le escapó una risilla irónica.

Bajó del auto y se acercó lo más que pudo al ventanal, justo al fondo logró divisar a Yukihiro sentado al lado de Momo, junto con otra chica. Al frente, un par de hombres en trajes, que se notaban bastantes costosos, hablaban entre ellos y luego se dirigían al baterista.

Yukihiro se veía feliz…

Ken ahogó un suspiro. Este no parecía ser el lugar ni el momento oportuno para hablar. Lo que menos quería, era ocasionarle más problemas de los que ya le había acarreado al baterista.

Regresó a su auto y decidió dirigirse al departamento de Yukihiro, lo esperaría toda la noche de ser necesario.

 

********************************************************************************

 

Yukihiro y Momo salieron de la compañía en completo silencio. Las manos del baterista aun temblaban y Kazuhiro lo notó. Yuki se dirigió a su auto pero el guitarrista lo detuvo.

-Creo que…- Yukihiro se había girado y lo observaba fijamente. Momo se sintió intimidado por la fuerte mirada del baterista. –Creo que será mejor que vayamos en mi auto.- Yukihiro frunció el ceño. –Sigues alterado, y no te voy a dejar manejar así…

El baterista suavizó el semblante y se le escapó una risilla, le causó cierta gracia la preocupación que mostraba su amigo. Le lanzó una última mirada a su auto y entonces negó un poco resignado.

-De acuerdo.- aceptó.

 

El transcurso fue algo pesado. El ambiente seguía un tanto denso. Aun así, Kazuhiro se atrevió a preguntar eso que sospechaba desde que había vuelto a ver al baterista.

-Entonces… Ken y tú…?- intentó. Pero la mirada de advertencia que le lanzó Yukihiro mermó su determinación.  

-Será mejor que sigas conduciendo.- Fue todo lo que dijo.

Cuando Kazuhiro aparcó frente a su restaurante favorito, se sorprendió.   

-¿Aquí es…?

-Sí. Los cité aquí. Supuse que te agradaría…

Yukihiro no contestó. Pero otra suave risilla volvió a escapársele.

-¿Seguro que aún quieres entrar?-  preguntó el guitarrista de Mo’some. –Aún puedes cambiar de opinión. Si tú quieres, intentaré cambiar el día de la reun…

-No. Dije que te acompañaría y lo haré.- Bajó del auto y comenzó a avanzar hacía el pequeño restaurante.

 

*******

 

La reunión duró más tiempo del que creyó.

En realidad, esos hombres, a pesar de parecer tan duros, fueron bastante accesibles a las peticiones de los ahora integrantes de Geek Sleep Sheep. Algo que Yukihiro buscaba con ansias era la libertad de creación en cada grupo, y estos se la habían prometido. Así que no dudó mucho en aceptar el trato.

-Entonces, ¿Qué te parece si vamos a celebrar, Yuki?- preguntó Kazuhiro luego de que los ejecutivos y el manager se marcharan.

-Sí, el acontecimiento amerita una buena borrachera.- alegó la chica realmente entusiasmada. Yukihiro sonrió y luego negó con la cabeza.

-No, estoy cansado. Pero vayan ustedes y diviértanse mucho.

Yukihiro se despidió con un gesto y comenzó a caminar hacia la salida del restaurante. Ya afuera miró a ambos lados de la calle en busca de un taxi. Al no encontrar ninguno comenzó a caminar calle abajo.

Luego de un rato, escuchó una voz que lo llamaba insistentemente.

-¡Yuki!

Yukihiro se detuvo en seco, se volvió y observó al guitarrista que venía corriendo para darle alcance.

-Yuki, caminas muy de prisa.- Se quejó. –Vamos, volvamos por mi auto, yo te llevo.

-No, está bien. Caminaré.- Yukihiro hizo el además de seguir caminando, pero otra vez, la voz de Momo lo detuvo.

-Oye, yo te traje y yo te llevo…

-¿No irán a celebrar?

-Créeme, ella prefiere ir a celebrar con su novio.- Dijo en un tono malicioso. Yukihiro sonrió y caminó de regreso junto con el guitarrista.

 

********************************************************************************

 

Ken se encontraba sentado en la acera frente al edificio de Yukihiro.

En su mente repasaba una y otra vez todo lo que diría.

Aunque, también vagaban unas cuantas preguntas que intentaba espantar. “¿Qué tal si Yukihiro y Momo habían vuelto? ¿Y si después de exponerse lo rechazaba? ¿Qué pasaría después que se confesara?” Otra vez esas malditas dudas.

Las mismas que aumentaron al verlos llegar juntos. Ahí estaban, los dos, riendo.

Ken tuvo una amarga sensación en su pecho.

Esperó hasta que Kazuhiro Momo se fuera para poder acercarse al baterista. De hecho, esperó hasta estar seguro que Yuki estuviera en su departamento, completamente solo.

 

Subió lentamente por las escaleras, justo ahora el elevador no le parecía buena idea, lo único que haría sería torturarlo más.

Cuando llegó al departamento, se tomó su tiempo antes de tocar la puerta. Cuando lo hizo, sintió como si sus nudillos se rompieran con cada toque.

-¡Ken!- Yukihiro no pudo ocultar su sorpresa. –Justo ahora estaba llamándote.- le dijo al momento que le mostraba el aparato en su mano derecha.

-¿En serio?- una ligera sensación de esperanza pinchó en su pecho. Yukihiro ya no parecía estar molesto con él.

-Sí, pasa.

Ken simplemente cruzó el umbral, por primera vez no tuvo el valor de adentrarse completamente.

-Sabes, Yuki. Yo… yo venía a… lo que pasó en la compañía… yo… no sé qué me pasó, bueno, sí sé, pero…

Yukihiro no pudo evitar sonreír, le causaba cierta gracia el nerviosismo de Ken. Nada propio de él.

Ken, al notar la suave sonrisa del baterista, se relajó un poco más. Le dio… valor, tal vez.

-Está bien. Supongo que todo esto es mi culpa…- intentó.  

-No, Yuki, la culpa es mía y de nadie más, tuya menos que de nadie…

-Ken, lo que intento decir es que no volveremos a vernos, al menos no así… no para…

-¿Estás terminando conmigo?

-Ken, lo que pasó en la compañía no puede volver a repetirse, así que, lo mejor será que todo esto termine aquí.

-Es por él, ¿no? Es por el imbécil de Momo que ya no quieres verme.  Están juntos, ¿verdad? Ustedes volvieron…

-Ken, esto no tiene nada que ver con Momo…

-Por favor, Yuki.- Ken le hizo un gesto con la mano para que le dejara hablar. Yukihiro se cruzó de brazos, preparándose para escucharlo atentamente. -Supongo que hace tiempo que debí decirte esto así que…- Ken suspiró audiblemente, en un intento desesperado por controlar sus nervios. –Aquí voy… Me gustas, Yukihiro Awaji… yo… te quiero, Yuki.- Se quedó en silencio un momento. Esperando la reacción del baterista, pero nada; así que continuó. –Y no sólo no quiero que lo que tenemos termine, sino que esta vez quiero que vayamos en serio.

-Ken…

-Y sé que no es justo decírtelo ahora que has vuelto con él, pero… ya no podía guardármelo por más tiempo.

Yukihiro se quedó mirando largo rato. ¿De qué rayos le estaba hablando?

-Ken, ¿si esto es una broma, yo…?- Ken rió sin ganas.

-¿Qué extraño? También Tetsu y el enano creyeron que estaba bromeando. Pero no, lo digo enserio…

Otra vez ese silencio.

Ken y Yukihiro seguían de pie junto a la puerta. Por alguna razón ninguno se movía, parecían clavados uno frente al otro.

Por un segundo, Yukihiro quiso creer en sus palabas, pero entonces recordó las sabanas floreadas de la cama de Ken, y a la chica envuelta en ellas.

-Y supongo que tu amiga sabe todo esto, ¿no?- Yukihiro lo había dicho tan seriamente. Y Ken logró sonreír ante la certeza de los celos del baterista.

-No hay nada entre ella y yo. Lo que pasó… bueno, fue un error y, de hecho, es de lo que iba a hablar hoy con ella. Hoy iba a desengañarla…

-Entonces, hablas enserio…- no era una pregunta y aun así Ken asintió. –Yo, perdóname Ken.

-No tienes porqué pedirme perdón, Yuki…

-No, Ken no entiendes.- Yukihiro exhaló con cierta exasperación. –lo que quiero decir es que, se acabó. Lo siento, pero es que eres tú y…

-¿Soy yo…?- Repitió el guitarrista, incredulo, sin comprender realmente a qué se refería.

-No, no quise…

-No,- lo interrumpió. –Está bien, comprendo.

-Por favor, no te vayas así…

Ken no esperó a que terminara de hablar, completamente derrotado y en silencio, salió del departamento y cerró la puerta tras de sí.

Había perdido su oportunidad… 

 

Notas finales:

Gracias por seguir aquí. 

Continuará...


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