El quinto elemento por Cuky

EL QUINTO ELEMENTO

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Al compás de una sola melodía, se mecían los cuerpos insaciables, los gemidos, combinados con caricias, volviéndose besos y deseos, en un sueño esperado, tanto para el frió de cada corazón, ahora ardían en amor, si… amor…

-Te amo… Heero…-

Lo besó con pasión en su alma, ¡cuánto esperó para que el precioso soldado perfecto estuviera en sus brazos! Se lamentó el día que lo dejó partir, se tragó el afán por hacerlo suyo, por tenerlo cerca. Ahora ya se hacía realidad.

-Y yo a ti, Trowa-

Decepcionado del piloto 02, el de ojos cobalto buscó abrigo en alguien que se parecía tanto a él, era casi como mirarse en un espejo. Los ojos inexpresivos, la seriedad ante cualquier situación… la soledad. Entonces Heero pudo entender que podía volver a ilusionarse, volver a mostrar un poco de sentimiento, volver a sonreír. Y lo amó, amó esa sensación, estaba feliz.

Terminaron con su entrega, descansando en la cama que compartían, respirando agitadamente, el sexo con amor siempre era el mejor. Ahora ambos podían juzgarlo.

-Nunca nos separaremos, ¿verdad?-

Trowa era el más temeroso, sabía a la perfección que Heero aún sentía algo por ese maldito ex compañero de batallas, el maldito trenzado, quien fue el primero en cautivar a su pareja. La alegría volvió a su corazón al enterarse de que Duo había rechazado al ojiazul. Aunque maldijo a Duo por eso, el simple hecho de que hizo sufrir a Heero, le carcomía el cuerpo en furia.

-No, nunca, porque te amo, y te amaré por siempre-

Heero miró fijamente en los ojos de Trowa, esperando que entendiera cuanto significaba él para su vida, sin su ayuda no habría podido superar la fase de un enamoramiento que estaba destinado al fracaso, amaba con locura a Trowa, y quería por todos los medios que éste lo supiera, para que así ya no preguntara, lo que era bastante obvio.

-Si, gracias Heero, no sé que haría sin ti-

Se besaron, con ternura, cualquiera que los hubiese no creería que en verdad, los sentimientos humanos existían en sus corazones, ellos no eran de piedra. Lo duro de su vida, a través de incontables penalidades, los volvió los estoicos muchachos que fueron, pero con el tiempo, paciencia y su encuentro… su amor, les volvió la esperanza, de que aún ellos, podían amar y ser correspondidos.

Al alejarse de su pasado, tuvieron más seguridad. Trowa, por su parte, creyó que amaba a Quatre, que lo amaba de verdad, lo que era una amistad tan fuerte, fácilmente se podía interpretar con amor, pero solo era un mutua simpatía, “amigos con ventaja”, no sintió ningún remordimiento al abandonarlo. Heero, creía que la seguridad fue su fuerte, pero no conocía nada del mundo exterior, la realidad que estaba detrás de la guerra, jamás experimentó nada parecido y aunque no lo admitió… tenía miedo. Por eso quería aferrarse a algo, o alguien que estuviera conectado con lo único que conocía: la guerra. Duo fue el elegido, tan carismático, tan lleno de energía, capaz de sonreír, aún entre las sombras, entre la sangre, entre el dolor. Lo que sintió por Relena Peacecraft, fue admiración, con un dejo de ilusión. Podía ver en ella el ideal de alcanzar la paz, sabiendo que lo que proponía era un sueño, un sueño inalcanzable, al dejar las armas, era sencillo terminar con la guerra. Sin querer se burló de ella, pero el “amor” no dejó su corazón. Pero se engañaba a sí mismo. Por fin pudo estar convencido al conocer a Duo, con más intensidad, si, lo amó. Nuevamente se vio en conflicto con la parte de soldado y la parte de humano que parecía nacer en él en aquella época, conoció a Trowa, poniendo en duda su amor por Maxwell, pero… Duo lo rechazó, lo odió y se odió, por ser tan estúpido. Todo murió para él. Sin embargo Trowa seguía a su lado. Nunca pensó que sería tan afortunado.

Los dos estaban solos, los dos desconocían el mundo de las emociones, se entendieron a penas con mirarse, nada podía ser tan perfecto.

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Dispuesto a realizar lo que le podía tranquilizar, estaba el chico rubio, con su mirada perdida, con su cuerpo débil, con marcas que lo cubrían, por el acto sexual desesperado, deseoso de escaparse de un destino de ira, ahora más calmado, la venganza clamaba a su corazón destrozado.

Sabía que ya nada podía detenerlo, porque simplemente quería ver a Trowa Barton frente a él, arrodillado, pidiéndole perdón, y el en su repulsión, le diría cuanto es que lo detestaba, que solo entre ellos existió sexo, no amor, con eso podía acabar con lo poco que quedaba de él, porque antes de que Trowa hiciera lo que planeaba, un poderoso obstáculo se erguía en su camino. Para cumplir su meta, le faltaba lo más importante: matar a Yuy.

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Sus ojos negros, entrelazados con el firmamento. Wufei, con una sonrisa admiraba la bella mañana, en un día de primavera, un día sin ataques, un día perfecto.

Se acostumbró a la reinante paz con rapidez, no obstante los días en los que fue soldado no lo dejaban, pero no se lamentó de haber conocido a sus compañeros, que al principio fueron desconocidos, que estorbaban la misión, se volvieron sus amigos, sus aliados, en quienes se podía confiar.

Caminaba rumbo a su trabajo, al igual que el 01 y el 03, él también solo conocía los combates, “solo tengo la capacidad de coexistir en un campo de batalla”, esa era su forma de pensar, cierta, pero en realidad no estaba preparado para enfrentar a una sociedad pacifista, temía no ser lo suficientemente bueno para las personas, para que lo catalogaran de un igual, pero no había opción, debía acostumbrarse.

Los preventivos todos los días tenían algo que hacer, al menos no se aburría en su actual empleo, ya sea explorando el espacio, o indagando en la Tierra.

Ya en su oficina, se sentó en la silla, recargándose en el respaldo de ésta, pensaba demasiado en sus amigos, eso no estaba bien. Ahora su deber estaba ahí, no en los viejos tiempos, no en los recuerdos.

Sus ojos se fijaron en la contestadora, había un mensaje, se extrañó de eso, nadie, excepto el personal de las instalaciones conocía su número de trabajo. Su sorpresa fue mucha, al escuchar la voz de uno de sus amigos, invitándole a encontrarse, a charlar, a recuperar su deteriorada amistad.     

-Quatre…-

CONTINUARÁ….

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*Alhena-star*: Gracias!!!, pues si, Heero y Trowa son unos malditos XD y, no lo sé, ya veré si les hago algo malo ^^ en cuanto a lo de Duo y Heero, pues no creo poder hacer un flash back, porque eso pasó hace tiempo y pues… las cosas son muy simples un: “Duo te quiero a mi lado” y Duo diciendo: “No soy gay, déjame en paz”, bueno, la cosa es que terminó mal XD, de todas formas gracias por tu comentario, ¡sigue leyendo! XD

*Yumiandyuni*: Hooola amiga ^^, pues no te preocupes, Quatre se portará bien esta vez XD, gracias por leer, espero verte pronto, te me cuidas, chao!

*Noriko Ukai*: T__T hay amiga! Gracias! Los ánimos se me suben, ¡si!, de verdad te agradezco por tus palabras llenas de sabiduría XD, odio los 01x02, prefiero los 02x01, jajajaja XD, pero igual me da una rabia cuando le ponen a Duo como el debilucho del cuento T___T, y los de 03x04, mmm…. En realidad no me afectan ^^. Y lo de la configuración de FF.NET, pues no tengo la menor idea XD, así que no sé que hay que hacer ^^ y pues espero que no haya una coma (,) de más ^^. Gracias de verdad, nos vemos y si por favor, lee hasta el final, como yo lo hago con: “El retorno de los Gundam”, por cierto, ¿cómo va eso? Espero que bien, nos vemos!!!!

*Rockergirl-sk*: Gracias!!! De verdad! Que bueno que alguien más aprecie al lindo de Wufei, al pobre lo abandonan y yo tengo que colarlo XD, pues si, H y T son unos malditos XD, pero ya verán, muajajaja (risa maniática), pues si, Quatre se vengará ^^ no de la forma que esperan, pero lo hará ^^.

*Alba-chan*: Pues lo de Quatre follando con sus “amigos” maguanac se me ocurrió por un fic que estoy haciendo de otra serie ^^ también muy pervertida ^///^, espero que te haya gustado! Sigue leyendo! Bye!