Aún recuerdo ese día… está intacto en mi memoria, ¿Cómo podría olvidarlo? Sí ese día, mi vida gracias a él, cambio para siempre, ashh mi manos comienzan a temblar de nuevo. Si tienen un poco de paciencia podré contarles como un tal Kim Mingyu, alguien tan desconocido para los demás pero tan… admirable en mi vida pudo darle sentido a mi mundo. Él me genera ese tipo de sensaciones donde no sabes si lo correcto es llorar hasta que tu alma se parta o sonreír por haber tenido la oportunidad de haber compartido parte de mi vida a su lado
Fue en mi último año escolar, en el instituto me catalogaban como el nerd, el idiota, el resentido, el emmo, el que usaba buzos enormes y anteojos fuera de moda, el que no tenía amigos… el nadie.
-vamos responde… yo sé que tú lo sabes- me susurró Joshua quien era mi amigo entonces y sigue siendo mi amigo ahora, pero sabía que no me gustaba responder en clases, yo demostraba mi capacidad de estudio en los exámenes. Recuerdo haber negado en aquella oportunidad al igual que en muchas –ashhh Wonwoo ciérrale el pico a esos tarados y responde- recuerdo su odio eterno a aquellos que hablaban y respondían siempre… ellos nunca tenían vergüenza, sea la respuesta correcta o no, ellos siempre respondían.. recuerdo como los envidiaba
-bueno ya que nadie lo sabe, todos tienen un punto menos…- la mirada de mi amigo se clavó en mí y me obligó a responder –yo la sé- recuerdo haber hablado tan bajo que ni yo me escuché –PROFESORA ÉL LA SABE- jajajaja Joshua prácticamente lo gritó levantando bien alto su mano. Todos guardaron silencio y me miraron, fue una de las peores vergüenzas que sentí. Recuerdo que ella me entregó la tiza para que pasara al pizarrón y así lo hice. Cuando estuve al frente mis piernas comenzaron a temblar, tenía tanto pánico y podía oír claramente los susurros de odio de mis compañeros
Resolví la ecuación lo más rápido que pude y con la cabeza gacha volví a mi asiento acomodándome los lentes –excelente Jeon – me dijo la profesora a la vez que sonreía cuando entraba el director –ahh muchachos me olvidé, hoy tenemos a un nuevo alumno. Por favor sean amables con él- fue allí cuando todo mi mundo … cambió, esa es la palabra exacta
-él es Kim Mingyu- perdonen sí me pongo sentimental o sí mi voz tiembla, pero es que fue tan importante para mí, de acuerdo… sigamos. Recuerdo su uniforme impecable, su cabello algo rebelde y su mirada, tan fuerte, pero a la vez tan pura… debí haberme quedado shockeado por un momento viéndolo, porque uno de mis compañeros del fondo se encargó de ridiculizarme ante él. Pero en vez de hacer alguna mueca de desagrado como la mayoría de la gente hacia al verme, me sonrió …. Fue el primer gesto amistoso que obtenía de alguien a excepción de Joshua
Recuerdo haber bajado al instante la cabeza resguardándome en mis libros –sean amables con él- agregó el director y enseguida se marchó –siéntate donde desees- le respondió nuestra profesora y él caminó derecho hacia la ventana, pude ver de reojo como miraba hacia el jardín y sonreía. Nunca creí en el amor y mucho menos en el amor a primera vista… pero creo que todo eso se vino al bajo cuando lo conocí
El timbre esa mañana sonó como de costumbre y todos mis compañeros se fueron a almorzar, Joshua me abandonó porque tenía cosas que hacer según él, pero el muy maldito se iba a dormir a la terraza. El en salón solo quedábamos él y yo, pero como buen cobarde que era, salí corriendo con mis libros en las manos. Desgraciadamente para salir de la escuela debías pasar por el comedor, donde yo era el punto clave para un sin fin de burlas y abusos
Traté de caminar lo más rápido que pude, pero me agarraron de mi camiseta y me obligaron a retroceder. Creo que mi mente intentó borrar parte de las groserías sin sentido que me decían, se burlaban, me denigraban, me golpeaban y ese día no fue diferente. Sentí como el puño de aquel muchacho se incrustaba en mi estómago doblándome del dolor, aquel día debió haber tenido muchos más problemas en su casa porque fue mucho más violento que las veces anteriores
No pude evitar vomitar sangre, lo que lo enfureció más, y fue directo a mi rostro, creo que mi rostro se venía salvando porque usaba lentes, pero aquella vez fue diferente, mis lentes se rompieron y los pedazos cortaron parte de mi piel. A lo lejos podía escuchar los gritos de horror de las chicas y el grito alentador de los muchachos alentándolo como tal guerrero en el Coliseo matando a una bestia… bestia, me habían llamado así unas cuantas veces
-BASTA- disculpen que suspire de esta manera, pero es que extraño tanto su voz. Aún sigo creyendo que él fue enviado como una especie de ángel para demostrarme que existían diferentes caminos en la vida, y que yo debía elegir cual era el adecuado para mí. Mingyu luchó aquella vez contra mi agresor ganándole obviamente, pero no pudo evitar que yo saliera muy mal herido. No pude evitar el hospital
Pasé más de una semana allí, donde los médicos me dijeron que sí recibía un solo golpe más, mi hígado hubiera reventado… él llego para salvarme, aquella fue la primera vez de tantas otras que vendrían. Cuando salí regresé al colegio, y me reencontré con Joshua quien no se alejó de mi lado hasta que finalizó la hora. Recuerdo su cara de asombro cuando le pedí que me dejara solo cuando vi a Mingyu sentado debajo del único árbol que había en el instituto.
…………………
No sé de dónde saqué valor aquella vez para hablar con él, pero me acerqué despacio, y cuando notó mi presencia me sonrió tan cálidamente que… me sentí dichoso por segunda vez, sus sonrisas creaban eso en mí. -¿cómo te sientes? Ha pasado mucho tiempo- era la primera vez que escuchaba su voz y me hizo sonreír de manera involuntaria –bien, gracias… solo quería agradecerte- nunca había hablado tan lento como en aquella vez, pero disfrutaba como las palabras se deslizaban por mi lengua hasta que se formaban
-no agradezcas, era mi deber como ciudadano… además, me recuerdas mucho a mi madre- su mirada cambió tornándose un poco melancólica, no me lo dijo en aquella conversación pero su madre había fallecido dejando un hueco profundo en su corazón, suena irónico no?
-ah casi lo olvido, cuál es tu nombre?- me preguntó tomando con cuidado mis heladas y pequeñas manos, ante su roce no pude evitar exaltarme y sentirme un tanto nervioso, jajaja ahora me arrepiento, porque daría todo lo que tengo por volver a sentir sus manos rodeando las mías –Jeon Wonwoo- le respondí bajando la mirada. Una pequeña pero hermosa risa escapó de sus labios –es muy hermoso nombre. Mientras estabas en el hospital compré esto para ti- perdonen si mis ojos se llenan de lágrimas, pero es que fue tan, mágico aquello. Era el primer regalo de corazón que me dieron, de su bolso sacó una alargada caja con unos anteojos nuevos, casi iguales a los anteriores
Cuando salí del hospital, los gastos habían sido muy grandes y mi madre no había podido comprarme anteojos nuevos así que veía todo por la mitad jajajaja era muy graciosos si me hubieran visto, los agarró y me los colocó con sumo cuidado, recuerdo la felicidad en su rostro cuando por fin pude verlo claramente, era tan hermoso como lo recordaba
-no preguntes por qué, porque todos lo han hecho ya… pero sé que hay algo especial en ti, puedo sentirlo- susurró tan bajo que necesité que lo dijera más fuerte para calmar a mi herido corazón. –Gracias- es lo único que me animé a responder aquella vez, sí tan solo le hubiese confesado mis sentimientos desde aquel instante hubiera disfrutado más tiempo de su compañía
Los días pasaron y nuestra amistad creció, las agresiones físicas disminuyeron porque él siempre estaba cerca para evitarlo, pero los insultos no… bue, todo no se puede en la vida no? Joshua estaba más que celoso, porque mi tiempo ya lo dividía entre los dos, pero al ver que comenzaba a sonreír pudo entender que estaba enamorado de aquel hombre
Pasaron dos semanas cuando por fin pude conocer su casa, era inmensa comparada con la mía, su padre era uno de los nuevos gerentes de la concesionaria más grande de autos por lo que sus ingresos eran abundantes. No era un señor muy amigable, pero sí, muy educado y reservado con sus palabras. Las muchachas de aquel lugar me observaron de pies a cabeza criticándome sin importarle que yo estuviera presente allí. Mingyu se enojó mucho en aquella ocasión hasta tal punto de despedirlas. Subí hasta su recamara acompañado de él y me mostró sus diferentes hobbies. Cuando de repente una foto se cayó, con cuidado la levanté y era una mujer, abrazaba felizmente a un perro y tenía el cabello recogido junto con unos grandes lentes –ella era mi madre- me susurró
-te dije que era igual a ti, no solo en lo físico, sino… es muy largo de explicar- aún no tenía la confianza suficiente para decirle que no era idiota, que sabía que él podía leer mi alma, de hecho todos lo hacían… según Joshua, no hay persona más trasparente que yo.
-era veterinaria, ella encontraba algo magnifico en los animales, que aún no entiendo- Solo sonreí de manera triste viendo como sus ojos se cristalizaban –dejemos de hablar de eso, dime… que te gusta hacer?-
Ashhh recuerdo que desde aquella pregunta, me llevó a todos lados, desde zoológicos, hasta la playa y a los parques de diversiones… fue una época muy feliz en mi vida. Peo no tardaron en comenzar con los diferentes comentarios maliciosos, les dolía ver que por primera vez era feliz. Que por primera vez me sentía amado
Una mañana al parecer Mingyu había discutido con su padre y no tenía el mejor de los humores, y se la desquitó conmigo… a pesar de que éramos amigos, comenzó con preguntas sobre que pensaba realmente de él y si estaba junto a él por su dinero y protección. Cualquiera que lo mirara de a fuera entendería aquello, pero no era así en lo absoluto. Optó mi silencio como afirmación a sus hipótesis retorcidas y me gritó tanto aquella vez que luego de que él se fuera y me recordara que no quería volver a verme. Volví a ser el centro de las burlas y los golpes.
El que me golpeaba, sonrió aquella mañana al descubrirme solo y descargó tanta furia contenida sobre mi pobre estómago. Quisiera que la historia sea de otra manera pero lamentablemente es así… desperté en el hospital. Desde el momento en que abrí los ojos pude sentir que el día iba a ser el peor de mi vida. El médico se acercó y me sonrió de manera cálida –tranquilo tu madre está aquí- me susurró tocándome la frente, mi madre se encontraba dormida en un sillón a mi lado. Ella trabajó tanto para que yo pudiera estudiar, ser alguien en la vida… ella creía que un título me iba a dar el derecho que las demás personas me quitaban
El día pasó de lo más extraño pero todos decían que era una sensación mía. Al mes me dieron el alta, allí me contaron que me habían trasplantado el hígado ya que finalmente había reventado… Joshua fue a visitarme cuando estuve en casa… su cara lucía tan demacrada, peor que la mía diría. Me saludó y merendó conmigo, pero sentí algo raro cuando le preguntaba del instituto, él cambiaba de tema de inmediato hasta que se quebró y sus lágrimas cayeron
El día en que entré a terapia intensiva, le avisaron a Mingyu… él salió despavorido de su casa en su auto y condujo a una velocidad altísima, no pudo evitar tener un accidente. El auto se dio vuelta, pero a pesar de eso él tenía solo un par de raspones, lo llevaron al mismo hospital donde estaba yo. Si hasta ese entonces las noticias eran horribles, lo que siguió fue mucho peor
Desgraciadamente escuchó cuando los médicos hablaban de que a un tal paciente Jeon Wonwoo le hacía falta un hígado para seguir viviendo y que no duraría mucho sin el –ese día él firmó los papeles para ser tu donante, Wonwoo… el hígado que llevas es de Mingyu- suena fuerte no? Han pasado 10 años y aún lo siento a flor de piel… fue desastroso para mi aquel momento. Recuerdo haber llorado y roto casi todo de mi casa, intente salir corriendo pero por el shock me desmayé. No entendía por qué lo había hecho. Él sacrificó su vida por una insignificante como era la mía
A la semana me recuperé y tras jurarle a Joshua que no haría ninguna taradez me dijo dónde estaba el cementerio donde lo habían enterrado. Esa tarde llovió pero aun así poco me importó. Cuando llegué al lugar me arrodillé sintiendo infinitas ganas de vomitar, aún no asimilaba que la única persona que me había tratado como persona en el mundo estuviera allí, bajo dos metros de tierra. Lloré de manera desconsolada por un largo tiempo, hasta que sentí algo sentarse a mi lado
Me asusté cuando levanté la cabeza y vi a un perro, un simpático labrador me miraba atento como queriendo entender que me pasaba, al principio no le di importancia, pero el animal no se movió de allí ni un solo segundo, se quedó a mi lado dándome un poco de confort, de calor, de consuelo si se podía llamar así. Obviamente lo hice mi mascota.
Una tarde él me dijo que todos nacemos por algo… para cumplir con cierto propósito, y a pesar de que me dijeron que su propósito fue salvarme… me niego a creer que eso es verdad. Decidí honrar en su memoria la única cosa que él admiraba en esta vida… la vocación de su madre. Así que aquí me ven, un veterinario… el más famoso de corea, pero a la vez el más desdichado. ¿Ahora entienden por qué trabajo de la manera en qué lo hago? Porque decidí seguir viviendo. Por él, …por Mingyu.
-sí profesor… vaya que sí… pero qué pasó con su perro?-
Ahhh zafiro murió ya hace tres años, está enterrado al lado de Mingyu… después de hacer un gran escándalo me lo permitieron
-aún usted lo ama?-
Desearía decirte que no… pero te estaría mintiendo… cada año les cuento esto a mis nuevos alumnos residentes para que vean que siempre de toda experiencia mala… algo bueno se puede recuperar. Muy bien, es hora de trabajar… vayan preparando para la próxima semana el informe de los nuevos virus de vías respiratorias
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Los alumnos uno por uno se fueron retirando, algunos con lágrimas en los ojos y otros con una gran incógnita en su mirada, pero una pequeña alumna de más o menos 18 años se acercó de manera tímida a Wonwoo
-estoy seguro que él está orgulloso de usted- le dijo la niña quien tenía una gran bufanda que cubría gran parte de su cara y unos enormes anteojos como los que él usaba en su adolescencia
-gracias- le respondió. Una vez que la pequeña veterinaria quedó solitaria Wonwoo sonrió de manera melancólica colocando una mano en su vientre a la altura del hígado
-goodbye my love- susurró cerrando sus ojos recordando los bellos momentos vividos al lado del joven.